Un mes para el recuerdo, por Q Toxic, 16 de mayo

a) El cortejo de Harry Potter (The Courtship of Harry Potter)

b) Aquí tengo un problema, pues el fic original está en inglés, luego fue traducido al francés y de ahí al español, cuando la traductora escribe el título en inglés dice "by Diana Williams" pero la traducción está hecha con permiso de "Intruders y Veni Vidi Vicius" así que no me ha quedado claro quien es la autora y quien la traductora al francés, espero que esto no me haga incumplir las normas (que a diferencia de Harry no soy muy de romperlas, no me gusta). En español está publicada por siomara

c) http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=30408&index=1

d) En la mesa de los profesores, el profesor Spindley-Worme se había levantado y se alisaba su túnica. Mientras que lo observaban, tomo una carta grande, de color dorado, y se dirigió hacia las mesas de los estudiantes.

Hacia la mesa de los Gryffindors.

Hacia Harry.

Harry levantó la vista, confundido, mientras que el profesor de DCAO se había detenido delante de él, y le dirigió una sonrisa deslumbrante.

-Señor Potter-Harry,- comenzó el mago, lo suficientemente fuerte para que todos los presentes en la sala pudiesen oírlo. –Me honraría ver que mi solicitud será tenida en consideración en el momento de su elección.

-¿Elección?- Repitió Harry, aturdido.

El profesor Spindley-Worme le tendió el sobre dorado y le guiñó, como si compartiesen algún secreto. Automáticamente, Harry extendió la mano y tomó el sobre. El profesor mantuvo su agarre un momento, y Harry no pudo evitar enrojecer cuando sus dedos se rozaron. Por fin, el profesor la soltó, hizo una reverencia al Gryffindor y se retiró a su sitio.

-¡Harry!- Jadeo Seamus, mirando fijamente el sobre un tanto sorprendido. –El profesor Worme, ¡Has tenido mucha suerte!

-Yo…

Un repentino movimiento en la mesa de los profesores interrumpió a Harry. El Profesor Snape se levantó y, haciendo arremolinar su túnica, marchó con pasos majestuosos hacia las mesas de los alumnos. Harry se volvió hacia Draco Malfoy y le vio ponerse más derecho, arreglándose cuando se fijo que el maestro de pociones se acercaba…

… Y seguir adelante sin detenerse.

Todas las miradas se centraron en Snape. Rodeando las mesas como una gran ave predadora, sobrepaso las de Hufflepuff y Ravenclaw, y se dirigió hacia la espalda de la mesa Gryffindor en dirección a la mesa principal. No queriendo volver la cabeza para seguir los avances de Snape, Harry no podía verlo pero seguía sus pasos a través de la mirada de los otros estudiantes, que le seguían por el rabillo del ojo. Y fue consciente de cuando Snape paro en el momento en que Ron dio un grito ahogado y cuando Hermione abrió los ojos de par en par.

-Señor Potter.

La voz mortalmente suave vino de detrás de él y Harry cerró sus ojos, sintiéndose de repente mareado. Un tejido rozó su mejilla cuando algo fue colocado en la mesa. La presencia opresiva se alejo y Harry de mala gana abrió los ojos de nuevo.


Otro sobre dorado estaba en la mesa delante de él, su nombre escrito en el frente con la distintiva letra de Snape. El estomago de Harry se apretó, y levanto la mirada hacia las expresiones abrumadas de sus dos amigos. Y sobre sus hombros, Draco Malfoy le mandaba una mirada asesina desde la mesa de los Slytherin.

[...]

-Francamente, profesor,- respondió Harry, -No lo sé. Quiero decir, yo ni siquiera pensaba en salir con alguien, y de repente descubrí que se supone que tengo que elegir a un hombre para pasar tres años de mi vida. Es un poco difícil de digerir.

Dumbledore asintió. –estoy seguro. A pesar de ello, no debes centrarte en los aspectos negativos, sino más bien en los positivos. La mayoría de los aspectos del mundo mágico es desconocido para ti, Harry. Tener a alguien que te guie, que te ayude con la carrera que deseas, puede ser muy beneficioso.

Harry bajo la mirada hacía sus manos. –El hecho es que ni siquiera estoy seguro de lo que quiero hacer con mi vida. Además de sobrevivir a Voldemort, por supuesto. Hermione y Ron, tienen toda clase de proyectos para cuando salgan de la escuela: casarse, Hermione pasa su agregación para ser docente mientras que Ron entrara en la academia de Aurores. Incluso Neville ha encontrado una plaza en un laboratorio de investigación de herbólogia.

Albus se recostó en su silla, la mirada fija en el otro ocupante de la habitación. –La mayoría de las personas empiezan con lo que les gusta hacer, lo que hacen mejor.

Harry se encogió de hombros. –no sé lo que puedo hacer mejor. Jugar a Quidditch, creo. Además de luchar contra Voldemort y sus aliados. Pero no estoy seguro de ser lo suficientemente bueno para jugar de profesional, y…- alzó la vista hacía Dumbledore. –No quiero herir a nadie. No si puedo evitarlo.

-Entiendo,- dijo Dumbledore tranquilamente. –Sin embargo, no es necesario tomar ninguna decisión hoy añadió, mirando a Harry con ojos centelleantes otra vez. –Esto solo es una cita para llegar a conocerle.

Harry parpadeo sorprendido. -¿Cita?

-A falta de un término mejo, si.

-Oh, Dios,- dijo el Gryffindor en voz baja. Tenía una cita con Severus Snape. Sirius iba a matarlo cuando se enterase de esto.

[...]

Max –El profesor Max- era realmente maravilloso al conseguir esto para él. Harry tenía sólo una vaga idea de lo que tal cosa costaba, basándose en el precio de sus dos escobas anteriores, pero Seamus le había explicado que no era sólo el coste. Obtener que un fabricante hiciese una escoba era prácticamente imposible, a menos que fueses una estrella de Quidditch cortejado por patrocinadores. Es decir, con un cinismo que había desarrollado en los últimos seis años, que el fabricante hizo el trabajo para anunciar públicamente que había provisto al niño que vivió una escoba por encargo, pero aun seguía siendo un gesto agradable.



- ¿Cómo ha ido?



Harry giró para ver a Hermione enroscada en un sillón delante de la chimenea con una caja en su regazo. Sonrió ampliamente. – ¡Es brillante! Nunca he volado tan rápido, y la forma en la que obedece las órdenes, parece como si pudiese leer mis pensamientos.



- Parece maravilloso, –dijo Hermione. – ¿No volvieron los demás contigo?



- Ellos estaban congelados, fueron a la cocina para ver si podían persuadir aun elfo doméstico para que les de chocolate caliente. –Hizo gesto hacía la caja que tenía en su regazo. – ¿Qué es eso? ¿Otra campaña de tarjetas?



Ella ofreció la caja. – El profesor Snape me dio esto para ti.



Recordando a su otro pretendiente ahora, el Gryffindor tenía curiosidad de lo que Snape habría elegido como regalo para él. Harry con cuidado apoyó su escoba contra la pared y cogió la caja. Era una caja abierta, casi dos veces más grande que una caja de zapato, que parecía llena de sobres. Se sentó en el suelo, puso la caja en si regazo, y sacó el primero. Había un sutil resquicio de magia vinculado al pergamino y tuvo una corazonada en cuanto a su contenido. Con las manos ligeramente temblorosas, el desplegó la carta y reconoció la escritura que había visto en la postal. El inicio “Querido Sev” y la firma le confirmó que era, en efecto, la correspondencia de su madre a Snape. Con cuidado, metió la carta en el sobre, para leerla más tarde en privado, y vio que en el exterior de cada sobre había una fecha escrita con esmero con la distintiva letra de Snape. Una minuciosa inspección confirmó que las fechas habían sido añadidas recientemente, y cuando estimó que había cerca de cincuenta cartas, pensó cuanto tiempo había necesitado para clasificar y fechar cada una.



- Son de tu madre, ¿Verdad? –Hermione preguntó silenciosamente. Harry asintió, mordiéndose los labios de la emoción. –Debe haberla querido realmente, para tomarse el tiempo de conservarlas y guardarlas tanto tiempo.



- Él me dijo que la amó, -no de un modo romántico, sino como un buen amigo, –Reveló el joven lentamente, sus dedos acariciando los sobre. Vislumbró algo en el fondo de la caja y frunció el ceño. –Espera hay algo más. – con cuidado, puso las cartas en el suelo a su lado y miró fijamente, asombrado, con lo que había encontrado. Era, obviamente una foto mágica de la boda de sus padres, de su madre con su familia. Reconoció a su tía Petunia, guardando las distancias a un lado y frunciendo el ceño a la cámara, y no pudo menos que sonreír pensando en lo miserable que debió haber sido. Una pareja mayor estaba de pie detrás de si madre, radiante de alegría: tal vez sus abuelos maternos, que murieron después de que él naciera. Parecían orgullosos y felices, pensó, y lamento no haberlos conocidos.



Al otro lado estaba Snape, cogiendo del brazo a Lily. Harry quedó atontado de lo bien que se veía Snape, lejos de el horrible grasiento que había descrito si padrino. Por supuesto, sus rasgos eran demasiado ásperos para ser llamados hermosos, pero había un no sé que le daba un aire especial. Y cuando miraba a Lily, una luz suavizaba su expresión, y le hacía casi tratable. Por supuesto un momento después él fulminaba con la mirada desde la foto a Harry, frunciendo el ceño como diciendo: “¿Qué mira, Potter?” y Harry no podía menos reír disimuladamente.



Miró detrás de la foto y vio una inscripción, “A mi hermano honorario, Severus. Que puedas ser un día tan feliz como yo lo soy hoy.” Parpadeando para evitar llorar, le pasó la foto a Hermione y descubrió, para su sorpresa, todavía había algo más en la caja.



Era un manuscrito titulado “Encantos a través de los siglos” abajo escrito “Por Lily Evans Potter”. Con cuidado, sacó las páginas atadas y lo hojeó, notando las correcciones ocasionales y comentarios escritos con tinta roja por Snape. Al final del manuscrito encontró que Snape había garabateado, “En general, un buen trabajo, y sin duda, tú nombre será conocido en todo el mundo mágico. Felicidades, Lily.”



Las lágrimas contra las que había estado luchando no las pudo contener más y mojaron la tapa. Secó sus ojos con la manga, antes de limpiar el manuscrito tenía miedo de que se dañara, incluso sabiendo que Snape había puesto un hechizo de conservación también.



- ¿Harry? – La voz de Hermione transmitía si preocupación.



- Desde que llegue a Hogwarts, –dijo Harry, su garganta seca por la emoción, –He oído cosas sobre mi padre. Qué era un muy buen jugador de Quidditch, lo buen estudiante que era, que fue prefecto. Sirius habla constantemente de él, sus hazañas, sus travesuras. Incluso el director habla de él, pero nadie alguna vez habla de mi madre, salvo que era prefecta y amó a mi padre y a mí. Tía Petunia ni siquiera pronuncia su nombre, y no tengo ningún recuerdo de mis abuelos paternos. Yo sólo… siempre he querido… no, he tenido que saber más sobre ella aparte de que era bonita y lista y ahora Snape… –Hizo una pausa, arrastrando su manga sobre sus ojos otra vez.



- Comprendo, – aseguró simplemente Hermione, devolviéndole la foto.



Harry la puso en la caja encima del manuscrito, entonces con cuidado puso las cartas encima. – Yo… yo me voy a mi cuarto, ahora Sí Ron y los demás vuelven, ¿puedes decirles que necesito un poco de tiempo a solas?

e) Los fragmentos son del 3er, 9no y 10mo capitulo respectivamente. He de decir que me costó mucho escoger, había muchas partes fabulosas. Como cuando Harry recibe la carta con la hora y el lugar de la reunión con Severus, escrita de forma tan "romántica" como sólo Snape podía hacerlo y luego descubre que además viene adjunta una postal de Lily que Sev había conservado (aunque lo niegue) con mucho cuidado y cariño. O cuando, para agradecerlo esto mismo Harry se queda después de clase y le da un beso en la mejilla, rompiendo con esto las reglas (pero bueno para Harry esto ya no es poco común así que no le importa mucho) ¿por qué me decanté por estos trozos entonces?

A simple vista pueden no parecer tan Snarry, pero a mi modo de ver no es así, y además son los que más me marcaron, especialmente los últimos dos. En el primero se demuestra cuan coqueto es el rival de Severus desde el principio y sin embargo uno puede presentir que Harry no se quedará con esos falsos galanteos sino con intenciones sinceras (y también me encanta que Draco que lo que da por hecho no siempre es verdad XD). Con el segundo la verdad me identifiqué un poco, ahora tengo una vaga idea de lo que quiero hacer con mi vida, pero hasta hace no mucho no era así, y tampoco siento tener una habilidad especial que me ayude a escoger, al menos Harry tiene el quidditch. Luego le dicen que la reunión es una cita, cosa que además no parece molestarle más allá del hecho de que Sirius se entere, eso me encanta.
Y por último el tercero, creo que es mi favorito, me fascina el hecho de que Severus haya superado una escoba nueva con su regalo, sabemos que Harry es muy sentimental (se muestra bastante en los libros) así que aunque le guste mucho el quidditch y por ello el regalo del profesor de DCAO es obvio que va a preferir algo que tenga que ver con sus padres especialmente su mamá, de quien le han hablado tan poco, realmente Sev se está ganando a Harry.

En general me gusta esta historia porque pese a que es una competencia por Harry, él lo sabe desde un principio y si bien no se supone que se enamore de uno de ellos, por como va todo uno sabe que eso va a ocurrir (¡Snarry!). también me encanta que aunque todos piensan que Snape está en desventaja, él, Harry y Hermione saben que no es así, sino completamente al revés. Lo único malo es que no está terminado y dado que su última actualización fue a finales del 2009 dudo mucho que pueda llegar a conocer el final algún día.