a) Título del fanfic: Veladas en las Mazmorras
b) Autor (a): Danvers
c) Link a la historia
http://slasheaven.com/viewstory.php?sid=29205&warning=5d) Fragmento que deseen recordar del fanfic en cuestión.
—Severus…
—Harry, no tienes por qué irte. ¿Qué vas a hacer ahora?
—¿Qué más da lo que haga? Teníamos un trato, Snape. Si conseguías curarme me iría, y si no…
—Creo que no aclaramos ese punto…
—Yo lo tenía muy claro. No me voy a quedar ahora que sé lo que me depara el futuro…
—¿Y qué te depara?
—Dolor.
—Puedes quedarte y quejarte aquí. Empiezo a estar acostumbrado a tu vergonzosa autocompasión. Y a los ruiditos que haces cuando tienes que cerrar los dientes para soportar el dolor…
—No me quejo tanto… —lloriqueó.
—No. No lo haces —dijo sinceramente—. Déjame ayudarte, Harry.
—Por favor… lo prometiste.
—No más pruebas. Pero déjame seguir trabajando en el calmante…
—Como quieras… —concedió, derrotado—. Siempre me puedes mandar las pociones por lechuza…
—Quédate, Harry. Lograré contener el dolor de algún modo, y las clases no serán tan duras —rogó.
—No son las clases. Tú querías…
—Yo estoy bien en mi puesto, después de tantos años. ¿Vale la pena conseguir un sueño vacío si con ello pierdo a mi…? —En ese punto no pudo seguir. ¿Qué podía decir? ¿Amigo? Apenas había tenido amigos como para saber lo que eran. ¿Cómo se le llama a la persona que desayuna, come y cena a tu lado, y convierte tus solitarias noches en agradables veladas?
—No lo digas, Severus. Podría atormentarte con ello durante años. Y sabes que soy capaz, aún no he olvidado el asunto del caldero fucsia…
—Si lo digo… ¿te quedarás durante años?
OoOoOoOoOoOoOoooOoOoOoOoOoOoO
Snape lo dijo, y Harry se quedó.
Pero cuando llegó Pascua aún no había logrado aliviar el suplicio que le martirizaba...
Harry pasó unos días fuera, arreglando su situación, que ya parecía definitiva.
Snape no tuvo tiempo de echar de menos su compañía. No mucho, al menos…
Se pasaba todo su tiempo libre en el aula de pociones, perfeccionando su último intento de aliviar el dolor que atormentaba a su amigo. Esta vez tenía todas sus esperanzas puestas en ello. Siempre tenía la expectativa de lograrlo, pero en esa ocasión había probado algo muy nuevo y diferente. Con ingredientes que no solía utilizar y que había descubierto en un libro de medicina… muggle.
Potter no merecía tanto esfuerzo y dedicación. Si alguna vez descubrían lo que estaba utilizando… pero entonces recordó todas aquellas veladas en compañía, riendo y espoleándose mutuamente, y entendió que sí valía la pena por ver aquellos ojos risueños y sinceros libres de cualquier señal de dolor.
Tan sólo esperaba que Potter accediera a probarlo, ya que la administración también era novedosa…
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Nunca había estado tan nervioso en ningún inicio de curso. Aunque la verdad era que sus nervios no tenían nada que ver con la docencia…
Había tenido un mes para admitirse ante sí mismo que echaba dolorosamente de menos a Potter.
Y no sólo eso.
Añoraba angustiosamente el tacto de su piel.
Y no sólo eso…
Había acabado por admitir también que la relación de amistad que mantenían no le bastaba. Quería obtener más de él que su simpatía y el privilegio de un masaje semanal.
En sus sesiones masturbatorias (que se habían vuelto mucho más frecuentes), ansiaba poseer todo su cuerpo, y no sólo una pequeña parte.
En las solitarias veladas, ambicionaba también su mente. La que había despreciado cuando no le conocía tan profundamente, y ahora debía reconocer que había estado a su altura en todas las conversaciones que habían mantenido.
Pero por las noches, estirado en su enorme y desierta cama, lo que codiciaba era su corazón. Que se convirtiera en su compañero, no sólo de trabajo o de tertulias nocturnas, si no alguien con quien compartir su vida. Que le entregara su cuerpo, que adoraría y complacería como nunca había hecho con nadie. Pero también su amor, con la parte afectiva que eso conllevaba.
Increíblemente, el huraño Severus Snape deseaba hacerse arrumacos con Harry Potter.
Bonito titular para el Profeta.
Aunque no osaba siquiera pensar la palabra, había acabado también por admitir lo que sentía por Potter…
e) Razones por las que recuerdan ese fragmento en especial.
Me encanta la personalidad de Severus, posesiva en extremo, inseguro y celoso... y me gusto mucho mas, que todo el fic, bueno la mayorias esta escrito desde la perspectiva de Severus... y quede sorprendida de este Harry más maduro lo que lo hace mas irresistible.