a) Título del fanfic: Cadenas de Oro
b) Autor (a): Crymsym
Traducción: Alima21
c) Link a la historia:
http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=1588&textsize=0&chapter=13d) Fragmento que deseen recordar del fanfic en cuestión.
Harry se preguntaba hacia dónde se dirigían mientras Sev lo guiaba por un desconcertante laberinto de escaleras y corredores. Al girar la última esquina se hubiera golpeado por su ignorancia. Pero, después de todo, incluso con el Mapa de los Merodeadores sólo había vivido allí por siete años, y no conocía todos los caminos que conducían a las mazmorras.
Después de guiar a Harry al interior de sus antiguas habitaciones, Severos se aseguró de poner las protecciones en las puertas. No quería que nadie los interrumpiera y, para lo que deseaba hacer, ese era el mejor lugar. Era el único lugar en todo el castillo donde se sentía completamente cómodo.
Harry nunca había estado en las habitaciones privadas de Sev en Hogwarts y aprovechó la oportunidad para curiosear alrededor. Todos sus artículos personales habían sido retirados y almacenados, pero aunque los aposentos no habían sido habitados durante un año, todavía conservaban la fuerte huella de la personalidad de su propietario.
Cerrando su mano sobre el respaldo de una silla, se giró y miró a su esposo.
Sev se detuvo en medio de la habitación, los brazos cruzados, una expresión indescifrable en el rostro. Se miraron uno al otro por largo tiempo. El silencio se extendió.
Harry abrió la boca para decir algo, lo que fuera, pero las palabras murieron en su garganta. Lanzó a su esposo una mirada desesperada. ¿Ese era su castigo por dejarlo?
La angustia de Harry fue lo que impulsó a Sev a cruzar la habitación y tomar a su esposo en sus brazos.
-Shhh, no te preocupes. No estoy enojado, No contigo. Nunca contigo.
-Yo no... yo nunca les dije nada- dijo, desesperado por asegurarse de que supiera que nunca lo había traicionado. Presionó su rostro contra el hombro amado, las manos aferrándose a la suave túnica de terciopelo.
-Sé que no- Sev atrajo a su esposo aún más cerca.
Tomó una mano de Harry y lo guió hacia un sofá cercano. Cayendo ambos sobre el asiento, acarició a su temblorosa pareja, murmurando suavemente, asegurándole a su amor que estaban juntos de nuevo, que nunca volverían a separarse, que confiaba en él y sabía que no podría decir nada.
Le tomó un rato calmar a Harry, contento con estar simplemente acostado con su marido en brazos, acariciándolo con afecto.
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Se quedaron en silencio por un rato, simplemente disfrutando de su cercanía.
-¿Sev, qué quieres?
-¿Qué quieres decir?
-Digo, ¿qué deseas? Ahora que ganaste. ¿Esto era todo?- hizo una seña alrededor-. ¿Todo lo que querías?
-Ahhh, ya veo. ¿Hmmm?- Sev jaló a su esposo más cerca de él, presionándolo sobre el suave tejido del sofá-. ¿Qué deseo?- su mente comenzó a correr frenéticamente-. Quiero la cabeza de Black en una pica.
-¡Sev! Sé serio.
-¡Lo soy! Vale, vale. Me retracto, pero no me hagas pucheros- al ver que los labios de Harry se deslizaban a su habitual y delicioso lugar, continuó-. ¿Qué quiero? La cabeza de Fudge en una pica.
Harry soltó una risita.
-Sev, ¿no puedes ser serio por un minuto? Aunque, no puedo culparte por ese deseo, es algo en lo que yo he pensado una vez o dos. Usualmente, cuando él ha sido realmente asqueroso- suspiró y miró a su esposo directamente. Sonriendo ligeramente, los ojos brillantes, preguntó una vez más-. ¿Qué deseas?
Sev contuvo la respiración en su garganta ante la mirada directa. Inclinándose hasta que su boca estuvo apenas a un milímetro de distancia de la de Harry, respiró al fin.
-Te deseo a ti, acostado en mi cama y completamente abierto a mí. Quiero dormir a tu lado, dentro de ti, alrededor de ti. Quiero despertar enroscado sobre ti. Quiero saborearte en la mañana, en la tarde y en la noche. Deseo hacerte el amor. Deseo que tú me hagas el amor. Deseo que seas mío por siempre. Quiero ser tuyo. Quiero verte embarazado con nuestros niños. Ah, ah...-presionó un dedo contra los labios de Harry con esta revelación-. Me preguntaste que deseaba y te lo estoy diciendo. Ahora, ¿por dónde iba? Ah, sí. Deseo ser capaz de descansar mi cabeza contra ti y sentir la vida en tu interior. La vida que hayamos creado juntos. Y no sólo eso, deseo *estar embarazado* de nuestros niños. Deseo sentirlos dentro de mí. Deseo escuchar tu corazón latir mientras descansamos juntos, cada noche de nuestras vidas. Te deseo tal y como eres- el dedo fue retirado y remplazado por unos suaves labios.
Harry estaba abrumado. Sabía que Sev lo amaba, pero ¿tanto? Se había tensado ante la mención de niños pero, de cierta forma, en su interior sabía que su esposo nunca lo presionaría sobre ese punto, esperaría hasta que fuera el momento correcto y ambos estuvieran listos.
Se quedó sin respiración en el momento que Sev elevó la cabeza. Los ojos de obsidiana miraban a sus propias órbitas con satisfacción. Inclinó nuevamente la cabeza, y apenas abrió los labios, pero Harry lo escuchó.
-Tengo un regalo para ti- dijo levantándose con elegancia del sofá.
Harry parpadeó y reparó en si mismo. Debía parecer una visión. Extendido sobre el mueble, el cabello húmedo, los labios hinchados, la túnica torcida. Sev sólo lo miró y le tendió una mano para ayudarlo a parar.
Lo condujo a través de la puerta ubicada en la pared opuesta. Más allá, hasta una habitación grande. Igual que en la otra habitación, todas las pertenencias de Severus habían sido retiradas y almacenadas pero la habitación se mantenía, todavía había madera en la chimenea y sábanas en la cama. Incluso vacía, todavía gritaba ‘Sev’ en cada rincón.
Harry supuso que la pequeña puerta adyacente a la que habían usado para entrar conducía al baño, y no dudaba de que continuaría funcionando. Lo cual era bueno, ya que probablemente la usarían más tarde.
Severus cerro la puerta y le lanzó otro hechizo para asegurarla. No quería distracciones. Y éste era el mejor, el único lugar en que podía pensar.
Atrapando la mano de Harry una vez más, lo condujo hasta la cama y se sentaron al pié. Se inclinó hacia delante para atrapar el rostro de Harry entre sus manos. Sus ojos vagaron sobre cada rasgo, fijándolo en su memoria de forma que, en un futuro, cuando ambos estuvieran viejos y canosos, pudiera ser capaz de pintar a su hermoso esposo tal y como estaba en ese momento.
-¿Sev?
Harry no estaba seguro de qué significaba esa expresión particularmente intensa. Cuando su esposo le sonrió y se inclinó hacia delante para besarlo de nuevo, todo pensamiento consciente lo abandonó.
Se movió boca contra boca, lengua contra lengua, lenta y sensualmente. Cuando Severus se apartó, tenía un recuerdo oral y táctil para añadir a la pintura en su mente. Sonrió ante la expresión de lujuria en el rostro de Harry y rogó porque estuviera allí tanto como fuera posible en los años por venir.
Se sentó de nuevo, levantando una mano cuando Harry trato de acortar la distancia entre ellos.
-¿No quieres tu regalo?- le preguntó juguetonamente.
Harry sacudió la cabeza para serenarse y observó mientras Sev extraía una cajita de uno de los numerosos e insondables bolsillos que adornaban su túnica. A veces se preguntaba si esos bolsillos eran pequeños universos o dimensiones en miniatura. Ciertamente, parecían contener mucho más de lo que era factible. Severus era capaz de guardar en sus bolsillos objetos grandes y pesados y nunca había un bulto o protuberancia que cambiara la línea fluida de sus túnicas. Bueno, con excepción del habitual bulto que él provocaba en su esposo.
Sosteniendo la cajita en una esbelta mano, movió su otra mano sobre ella, susurrando un hechizo para aumentarla. La caja se expandió rápidamente. Presentando la caja, ahora en su tamaño real, a Harry, se sentó con una sonrisa en el rostro, esperando que su esposo la abriera y viera lo que descansaba dentro.
Harry lo miró interrogante y corrió las manos sobre la caja. Era negra, hecha del ébano más fino, que brillaba bajo la luz. Las bisagras y la cerradura de platino sólo resaltaban la intensa oscuridad. Sobre la tapa de la caja se veía una serpiente, también de platino, haciendo un círculo y mordiendo su cola.
Harry levantó la vista para ver que Sev sostenía una pequeña llave de platino mientras alzaba una ceja con diversión. Sabiendo que no obtendría respuestas de su esposo, tomó la llave de los dedos de Sev y la puso contra la cerradura. Deslizándose en su interior, sintió un pequeño escalofrío de magia mientras la cerradura reconocía la llave como correcta. Harry sólo podía suponer que si no hubiera sido la correcta, hubiera sido receptor de una maldición muy desagradable. Abriendo rápidamente la caja, sacó la llave y la puso a un lado. Respirando profundamente, levantó la tapa.
Oro y plata, a montones, enroscado en un circulo, destacando los ópalos negros.
Harry levantó sus sobresaltados ojos hacia su esposo, quien a su vez lo miró claramente ansioso. Tragó el nudo que tenía en su garganta. Sev deseaba estar atado a él eternamente. En igualdad de términos. No más hechizos de enlace. Era lo que había soñado mientras estaba acostado en la cama de la enfermería, la única manera en que podía imaginar ser completamente feliz. Teniendo la posibilidad para elegir.
A medida que el silencio se prolongaba, Severus lucía más y más ansioso. ¿Habría hecho lo correcto? ¿Acaso simplemente debería haber obligado a Harry a regresar con él, tomar lo que deseaba e ignorar las necesidades de su esposo? No, ésta era la única forma de seguir adelante. El único camino para conservar a su esposo, en corazón y alma. ¿Entonces, por qué le estaba tomando tanto tiempo?
Poniendo una mano sobre la caja, Harry se inclinó hacia delante, la otra mano sobre el rostro de Sev. Besó sus ojos cerrados, luego la punta de su nariz. Bajando lentamente, capturó sus labios, diciendo con el beso todo lo que era incapaz de decir en voz alta. Severus pudo sentir el alivio fluir a través de él, había sido aceptado.
e) Razones por las que recuerdan ese fragmento en especial.
Fue el primer fic que lei con un Severus Dark!
Me gusto mucho su Harry complaciente, pero lentamente convencido, lo que lo hace más creíble y real. Aunque comienza algo oscuro, sí, pero el final no podía ser mejor. Me ha encantado la escena en la que Sev le dice a Harry todo aquello que desea, y es la que más recuerdo... entre otras muchas más...