Titulo: Acepto el reto
Autor: Hatsue
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http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=36569Fragmento:
Oficialmente, Ernie y él salían juntos. Ambos eran felices, y mantuvieron una relación bonita durante más de año y medio. Hasta que Harry llegó un día antes de hora a la casa de su pareja. Ese día acabó un trabajo grupal antes de lo que se pensaba y salió corriendo para pasar un rato más con él. Cuando llegó a la casa, oyó des de la puerta aun sin abrir, como él reía con unos amigos suyos y entremedio palabras como "Harry", "juguete", "engaño" y "publicidad".
Después una conversación que le dejó el corazón roto. Eso lo decía todo, no quería escuchar más y se Apareció en su casa directamente. Lloró amargamente durante toda la noche, y se quedó dormido. Le dolía que hubiesen jugado con él de esta manera, ¿acaso no merecía ser feliz?
Pasadas las ocho de la mañana se despertó y decidió que nadie iba a jugar con él, por eso fue a pedir ayuda a Snape. Aun vivía en la calle de las Hilanderas. Le traía malos recuerdos al ex espía, pero no quería cambiar nada porque ello le mantenía firme en su cabeza, además que ahí podía estar tranquilo.
Llamó a la puerta y esperó pacientemente, suerte que era verano y no hacía tanto frío. Cuando le abrió la puerta, Harry le contó lo que había pasado y le pidió que participara en un plan suyo. Ernie quería dejarlo humillado y Harry sacó su vena Slytherin. Jugarían a su juego.
Los días siguientes, se pudo ver públicamente a Severus y él juntos en actitud amorosa. Había veces que Severus le esperaba a la salida de la universidad para ir a pasear o lo besaba intensamente bajo los ojos de los otros ciudadanos. Harry siempre quedaba sonrojado, pero aunque no lo admitiría ante nadie, esos besos lo dejaban muy caliente.
Los periódicos y las revistas se hacían eco y Harry contó que en realidad salía con Severus pero que le daba vergüenza declararse porque era como un niño. Pero que ya no podía más y le pidió para salir temiendo que el otro le dijese que no. Cuál fue su sorpresa cuando Severus aceptó.
Ernie le pidió explicaciones al leer en el Profeta esa supuesta relación. Estaba muy enfadando y cuando Harry lo vio, escondió su varita entre la manga de su camisa por si debía sacar la varita para protegerse.
— ¡¿Qué es todo esto Harry? — chilló indignado y cabreado.
— ¿Y me lo dices tú? ¿Creías que podías engañarme? — el tono de Harry que era muy tranquilo le sorprendió al otro. Esperaba que saltase también enfadado y no que permaneciera sentado bebiendo un té.
— ¿Cómo? ¿De qué estás hablando? — Ernie apretó aún más sus puños.
—Pretendías jugar conmigo, pero como dicen los muggles, te salió el tiro por la culata. Nadie juega ni se aprovecha de mi, advertido quedas. No tomaré medidas legales, porque creo que puedo hacerlo, pero no lo haré. ¿Sabes qué es lo que me da más pena? Haber desaprovechado todo este año contigo cuando podría haberlo pasado maravillosamente con otras personas y sin mentiras. Espero no verte más, McMillan.
El plan había funcionado, pero Harry y Severus le habían cogido el gusto a los paseos y cenas así que siguieron haciéndolo. Los siguientes meses continuaban yendo a cenar con Kingsley, Severus le esperaba de vez en cuando al salir de estudiar o lo pasaba a buscar a su casa para ir a tomar unas copas. Las revistas aseguraban que la relación era muy sólida y el Ministro les preguntó si aun seguían con esa farsa.
—La verdad Kingsley es que me gusta mucho esta falsa relación que llevábamos, parece verdadera— le dijo un día Harry.
Esa Navidad, a Harry le ofrecieron hacer las prácticas en Alemania, y debía empezar en diciembre, por lo que la pasó fuera de casa. Sabía que era un viaje largo y por lo tanto, ni Ron ni Hermione irían, por lo que esperaba pasarla solo. Grande fue su sorpresa cuando alguien llamó a la puerta y al abrirla se encontró a Severus con una botella de Champagne y un regalo en la otra.
— ¿Severus? ¿Qué haces aquí?
—Bueno, me imagino que vas a pasar la Navidad solo, y yo también, así que dos solitarios nos reunimos para celebrarla juntos. ¿Qué te parece?— le sonrió amistosamente.
—Me parece perfecto.
Cenaron tranquilamente, contando como habían ido esas primeras semanas en las prácticas. Después, Harry le tendió un regalo.
—Pensaba enviarlo hoy, pero se me olvidó. Feliz Navidad Severus— el mayor abrió el paquete y se encontró con un álbum. Harry le instó a abrirlo y cuando lo hizo, se sorprendió. Había decenas de fotos de su niñez con Lily, de su adolescencia e incluso una de cuando ella estaba embarazadísima.
—Pensé que nunca volvería a verlas. ¿Cómo las conseguiste?
—Mi madre las guardó en su cámara personal de Gringotts, y había miles. Creo que tu te mereces tener unas cuantas.
—Muchas gracias Harry, tu madre fue muy especial para mí, era como una hermana— le abrazó con todas sus fuerzas y escondió el rostro en su cuello. Cuando lo creyó seguro, se levantó y le tendió su regalo.
— ¡Muchísimas gracias Severus! ¡Es genial! — Su regalo era una bata de médico con su nombre cosido a mano, un estetoscopio y una placa con su nombre para la puerta.
—Uno no es médico si no tiene eso.
—Severus, sé que no hemos hablado de lo de la relación, pero creo que deberíamos parar con ella. Quizá tú quieras salir con alguien y yo lo estoy impidiendo por mi plan.
— No te preocupes Harry, yo acepté y sinceramente, me gustan tus besos como para dejarlo así como así. No te tengo que coaccionar para que me beses, tú mismo lo haces y me encanta— Harry se sonrojó y por dentro estaba bailando de la felicidad.
Año nuevo también lo celebraron juntos y fue muy especial para ambos, porque era en otro país. Severus tenía que volver a Inglaterra y esta vez, fue él el sorprendido para su cumpleaños con una visita rápida de Harry.
— ¿Cuando te piensas declarar? —en una cena, Kingsley aprovechó que ese día Harry tenía que estudiar para un examen y no fue, para hablar con Severus.
—Aunque suene muy cursi…en San Valentín.
—Ya me dejarás ver el recuerdo porque quiero verlo sea como sea y si no puedo espiarte porque me hechizarás, ¡tienes que dejarme ver los recuerdos! —Severus soltó una carcajada.
—Kingsley, de verdad, no cambies nunca. Le voy a regalar una agenda para las visitas médicas y…
—Qué poco romántico eres Severus, debes hacértelo mirar.
—…y un anillo, idiota.
—Ah, vale. ¿Y planeas una cena romántica? — el ministro movió sus cejas.
—Por supuesto, no le voy a pedir que salga conmigo realmente en medio del Callejón Diagon. Aunque…estoy pensando otra cosa.
— ¿Cual?
—Ya lo verás— rió ante el puchero de Kingsley.
(Este fic me gusta por que Severus es el que lucha por Harry, no en muchos fic es así y por eso me encanta)