a) Título del fanfic: Hogar.
b) Autor (a): pescadora de estigia
c) Link a la historia:
http://slasheaven.com/viewstory.php?sid=35055Segundo y tercer link editado pues no cumple los requisitos del evento: Alisevv
d) Fragmento que deseen recordar del fanfic en cuestión:
Hogar
Volvieron a discutir. Las palabras hirientes y dañinas volvieron a salir de la boca de Severus, pero esta vez, Harry no se quedó atrás. Contestó e insultó. Y al final, Harry se enfadó tanto, que acabó por alzar su puño para estamparlo en la cara de Severus, pero no pudo, porque una mano interceptó el camino que trazaba su brazo en el aire. Forcejearon un poco hasta que al final han caído al suelo. Ninguno de los dos ha podido resistirlo y por fin se han besado.
Ha sido un beso salvaje, donde no ha habido más dientes que lengua. Como han podido, se han levantado y han ido hacia la cama de Severus, desnudándose el uno al otro, arrancándose la ropa y tirándola por el suelo. Al caer sobre el colchón la pelea ha continuado, pero esta vez para ver quién llevaría el control. No han parado de rodar por la cama, tocándose, besándose y mordisqueándose mutuamente por donde pudieran alcanzar. Además, han deshecho la cama y tirado las almohadas.
Al final, tras tantas vueltas, ha sido Severus quien se ha quedado encima de Harry, con éste boca abajo en la cama. Ha separado sus muslos, hundiendo sus dedos en él. He oído los gemidos de Harry al notar esos dedos entrándole. Severus ha cogido el bote de lubricante que tenía en la mesilla de noche... el mismo que utiliza casi cada noche para masturbarse mientras gime el nombre de Harry, desde hace años.
Ha embadurnado bien los dedos y ha vuelto a meterlos en Harry, quien ahora se ha puesto a cuatro patas sobre el colchón. Decir que ambos están excitados y desesperados por lo que está pasando, es poco. Sé que llevan algo de tiempo deseándose. En su momento, ví a Harry mirar a Severus como el adolescente enamorado que era, porque aunque Severus no se diese cuenta yo sí lo hacía. Y Severus... bueno, él tardó más tiempo en darse cuenta de que los ojos verdes con los que soñaba eran los de Harry y no los de su madre. Pero esta noche, han dado el paso. ¡Y cómo lo han dado!
Severus se ha tomado su tiempo para preparar bien a Harry, metiendo varios dedos en él, antes de introducir su polla en el respingón culo que espera ansioso para recibirle. El sexo entre ambos para ser salvaje, fuerte y rudo... como sus besos, así como sus peleas. Pero pronto, Harry se tumba, apartándose de Severus. Se da la vuelta, quedando ahora boca arriba en la cama, mostrándole a su amante fortuito su propia erección, con las piernas bien abiertas, invitándole a unir sus cuerpo de nuevo. Severus no lo dudó ni un momento. Volvió a penetrarle, otra vez, hasta el fondo, totalmente estirado sobre el joven cuerpo. En la habitación sólo se oían los gemidos, los jadeos y los gritos de ambos. Palabras incoherentes en las que sé que se ha dejado caer sobre Harry, rendido, antes de apartarse y tumbarse a un lado, boca arriba y con un brazo tapándose los ojos.
—Este sería un buen momento para irse, Potter — Ha dicho Severus, con la respiración pesada. Ya te lo dije... emocionalmente tullido. La respuesta de Harry no se ha hecho esperar.
—Dame cinco minutos. Deja que me recupere.
¿Pero sabes qué? Que a los treinta, ambos se han quedado dormidos y que en menos de dos minutos, ambos se han buscado mutuamente. A la vez, han girado sobre sí mismos hacia el lado donde estaba el otro. Harry ha acabado enterrando su cara bajo el cuello de Severus, y éste, le ha abrazado, poniendo además la barbilla sobre la cabeza de Harry.
No he podido evitarlo, y he aprovechado que las sábanas estaban a los pies de la cama. Les he tapado con cuidado. Luego, he lanzado un hechizo silenciador para no molestarles con el ruido que he hecho cuando he reubicado las pertenencias de Severus dentro de su propio dormitorio y en su baño. Al fin y al cabo, necesitaba espacio para las de Harry. Y bueno... he tardado más de lo que pensaba, en verdad a Harry va a venirle bien estar con Severus, acabará haciéndose un poco más ordenado. Y Severus acabará por relajarse un poco.
Digan lo que digan, sé que esos dos se necesitan y si hace falta echarles una mano, yo se las echo... aunque físicamente no tenga. ¿Qué quieres? Son mis niños. Cuando llegaron a mí, me consideraron su hogar, cosa que me ha hecho sentir muy especial, amado y querido... como con ningún otro niño. Salvo por Tom. Una espinita que llevo clavada en mi duro corazón de piedra. Los tres eran niños abanadonados, a los tres los acogí entre mis paredes para que fueran felices. Con uno fracasé, pero con los otros dos, aunque en más de una vez pensé que lo había hecho, ahora me doy cuenta de que no lo he hecho.
No cuando les he visto abrazados el uno al otro, no cuando por fin, les he visto ser sinceros entre ellos. Desde que llegaron a mí, he intentado hacerles felices y lo seguiré haciendo hasta que vuelvan a abandonar mis frías paredes. Al fin y al cabo, como ya te he diho, son mis niños, mis hijos. Y haré lo que sea por ellos, que me protegieron de Tom.
Sólo espero que capten la indirecta al ver todas las cosas de Harry en la habitación de Severus. Y que la habitación de Harry ya no es accesible... como el resto de los dormitorios. Hay que darles un empujoncito, pero sabrán hacerlo. Sé que mis hijos serán muy felices juntos.
(...) Hogar II
Poco a poco iban socializando más entre ellos. Hablaba más, ya se daban los buenos días o noches, se preguntaban qué tal les había ido el día y si había ocurrido algo durante las clases —una explosión en clase de pociones o accidente en clase de defensa—. Lo dicho, necesitaban un empujoncito. Y me alegro de habérselo dado.
Ha sido muy gratificante ver cómo este último mes, desde Halloween, han ido evolucionando en su relación personal. Las conversaciones ya no se basaban sólo en un par de frases dichas por cortesía, sino a mantener auténticas conversaciones sobre libros, música, vinos, pociones, hechizos... ¡Cualquier cosa! Con algo de tiempo y paciencia, han sido capaces de ir conociéndose mejor. Y la noche de Halloween, gracias al vino ingerido durante la cena y lo que siguió después en la fiesta del personal, que tuvo lugar en la sala de profesores cuando los alumnos se habían ido a la cama; la cosa mejoró mucho. Por primera vez hablaron de asuntos personales.
Sí, ese avance no fue culpa mía sino del alcohol. ¿Quién iba a pensar que Severus soltaría la lengua con unas cuantas copas de más? ¿O de que Harry se desinhibía de esa manera y pasaba de ser un muchacho tímido a ser un pequeño depredador sexual? Vale, no un depredador sexual... probablemente ahí exagero, pero recuerdo su conversación.
—¿Siempre has sabido que te gustan los hombres? —Preguntó Severus, curioso y con la voz algo empalagosa.
—Sí. Me di cuenta en el Torneo de los Tres Magos, en la prueba del Lago. Hay que admitir que Krum tenía un cuerpazo en bañador. —Respondió Harry con una copa en la mano a medio vaciar.
Severus arrugó la nariz.
—Demasiado joven para mi gusto. Pero es cierto, no estaba nada mal.
Harry rió.
—¿Y yo? ¿Soy demasiado joven?
—No tanto como en aquella época, pero lo sigues siendo.
Ambos se miraban a los ojos. Harry se mordió el labio pensativo.
—¿Cuándo es tu cumpleaños?
—El nueve de enero, ¿por qué? —Si Severus estaba extrañado por la pregunta, no lo demostró.
—Porque ese día podríamos repetir lo que hicimos en el mío.
Severus alzó la ceja.
—Podríamos.
Tras eso, siguieron bebiendo y hablando de otras cosas igual de íntimas o más, como sus primeras experiencias y demás.
Fue curioso y sorprendente verles al día siguiente cuando despertaron resacosos. Severus le dio a Harry un vial de poción antiresaca que tenía guardado y se tomó otro. Ese día comenzaron a echar abajo las barreras que había entre ellos: en lo que Severus se daba una ducha, Harry orinó y se afeitó y viceversa. Sin embargo, no volvieron a hablar de lo ocurrido la noche anterior, como habían hecho con el cumpleaños de Harry.
No obstante, su relación seguía profundizando. Casi parecían un matrimonio que llevaba mucho tiempo casado. Charlas corteses más o menos profundas, confianza para compartir el baño y la cama, y nada de sexo. Incluso, dejaron de intentar que Harry abandonara las mazmorras y yo seguí enfriando el ambiente por la noche. Ahora ya no esperaban a estar dormidos para acercarse, simplemente se ponían ambos en medio de la cama, espalda contra espalda. Pero siempre, una vez están dormidos, se dan la vuelta y se abrazan. A Harry parece gustarle mucho meter la cabeza bajo la barbilla de Severus y a éste parece gustarle mucho estrechar a Harry contra él. Y a los dos les gusta mucho entrelazar sus pies.
¡Si es que me emociona verlos así! Si pudiera llorar, seguro que lo haría. Pero vamos a lo que vamos: esta noche, el cumpleaños de Severus.
(...) Hogar III
Han llegado después de la hora de la cena, pero supongo que han comida fuera. ¡Tenías que ver la cara de indignación de Severus! Ha llegado y ha visto una puerta nueva en el salón: la del dormitorio que él ha intentado creas y no le he permitido. Timothy sólo ha preguntado con lágrimas en los ojos si todo eso era para él. Y Harry... Harry me ha dado las gracias, acariciándome como hiciera antes de irse esta mañana. Además, mientras Severus y Timothy ponían en funcionamiento el Expreso en miniatura, Harry, que estaba apoyado en el marco de la puerta, me dio un beso antes de apoyar su frente en la madera.
De tener boca, la sonrisa no se me hubiera borrado todavía. Ver a Harry y Timothy jugar en el salón ante la chimenea, mientras Severus simulaba leer un libro ya que no les quitaba el ojo de encima, ha sido muy divertido. Y cuando Timothy ha dado señales de cansancio, ahí estaba Severus para mandarlo a darse una ducha y a meterse en la cama. No dudes ni un instante que Harry y Severus han arrapado a Tim y le han dado las buenas noches. Yo también lo he hecho, a mi manera.
Después de eso, Severus se ha servido un whisky bien cargado. En cuando se ha sentado en el sofá, Harry se le ha puesto en las piernas. En silencio, han coportatido la bebida, sin dejar de mirar a la puerta semiabierta que los separa de su hijo. Conozco muy bien la incertidumbre que sienten, el miedo a lo que pueda pasar, a si harán a Timothy feliz, las dudas de qué será lo mejor para él... Claro que lo sé a la perfección, porque yo mismo lo he sentido con ellos y con el resto de niños que me han habitado.
¿Pero sabes qué te digo? Que sólo el tiempo dirá. Lo que tenga que ocurrir, lo ocurrirá., para bien o para mal. Aunque me apuesto todas y cada una de mis piedras a que esto saldrá maravillosamente perfecto.
Además, la paternidad tiene pinta de que les va a ayudar a crecer como personas. Porque aunque Harry haya madurado, aún sigue siendo infantil para algunas cosas. Por lo que un poco de responsabilidad no le vendrá mal... Y sí, ya sé que ha tenido muchas responsabilidades a lo largo de su vida, pero se las han impuesto, no las ha escogido él como en este caso. Y aunque Severus ha aprendido a sonreír abiertamente y a disfrutar de la vida, aún tienen que aprender a vivir de forma espontánea, sin nada planificado. Cosa que sólo un niño puede enseñarle.
Ya hace un buen rato que todos están en la cama y, a pesar de que es difícil de creer, Harry se ha negado amablemente a recibir los mimos de Severus. ¿Su excusa? Que Timothy puede llamarlos durante la noche y quiere estar atento a eso. Severus sólo pudo besarlo con cariño y abrazarlo. Se han acomodado tranquilamente, hablando de lo que harán en cuanto se vayan de vacaciones, que es dentro de una semana. Harry le ha recordado a Severus que la elección del destino le toca a él y quiere llevar a Timothy a un parque de atracciones con hotel. Y así los he dejado para venir a hablar contigo.
Ha sido un placer tenerte aquí, sólo me queda... ¡Ey! Acaba de ocurrir una cosa. Ven conmigo...
En las mazmorras...
A pesar del cansancio, Timothy no puede dormir. Sigue emocionado por todo lo que ha pasado en las últimas horas. ¡Le han adoptado! Y aún no se lo cree, sobretodo porque no se suele adoptar a niños de su edad. Pero a él sí. Además, se trata de dos personas a las que les ha cogido mucho cariño, con las que sabe que quiere estar. Sin embargo, hay una duda que le corroe y sabe que no estará tranquilo hasta que la resuelva.
Se levanta de la cama, poniéndose la zapatillas que están por un lado de la cama. Mira un momento al techo para ver la luna y las estrellas, preguntándose ni molestará a sus profesores en ese momento. Hasta hace poco ha oído murmullos en la habitación de al lado. Suspira profundo y sale de su habitación hacia el salón, da dos pasos a la derecha y llega a la puerta entreabierta tras las que están “sus padres”. Asoma la cabeza ligeramente, haciendo que la puerta se abra más con un suave crujido.
—¿Te pasa algo, Tim? —pregunta Harry, levantando la cabeza del pecho de Severus, quien también le mira.
Se muerde el labio y retuerce sus manos nervioso.
—No... es sólo que.. quería haceros una pregunta... pero lo podemos dejar para mañana, no quisiera molestar.
Durante un segundo Harry y Severus se miran. Etnonces, Harry levanta las sábanas y se separa de Severus.
—No molestas. Ven aquí.
Duda, pero acaba acercándose a la cama. Severus le ayuda a subirse y colocarse entre ellos. Pronto ambos profesores le miran, mientras él está tumbado de espaldas sobre el colchón. Evita mirarles a los ojos, así que clava su mirada en el techo... que es de piedra, no como el de su dormitorio.
Harry le aparta el pelo de la cara.
>>¿Qué querías preguntar?
—Es una tontería, pero... ¿cómo os llamo? No, bueno, no es exactamente eso —balbucea casi sin sentido. Respira hondo y esta vez, mirando alternativamente a cada uno, se atreve a exponer su auténtica duda—. ¿Puedo llamaros “papá”?
Harry le besa en la mejilla antes de susurrarle al oído.
—Será todo un placer.
Sin embargo, Severus le mira calmadamente sin responder aún. El hombre de pelo negro y piel cetrina, contempla a las dos personas que están junto a él en la cama. Les ve sonreír contentos y cómo ambos le miran, esperando su respuesta.
El silencio sigue, mientras Severus se acomoda mejor en la cama. Pone el brazo debajo de la almohada pero antes de apoyar la cabeza sobre ella, le da un beso en la frente a Timothy y lo arropa mejor, dejando el brazo extendido sobre él, abrazándole.
—Es hora de dormir, hijo.
Con una sonrisa juguetona, Timothy se abalanza sobre Severus, pasando un brazo por su pecho y una pierna por su cintura. El abrazo entre ambos se estrecha y Harry no se ha queda atrás: se acerca más a ellos para unirse a la muestra de cariño. Le da un beso a Timothy en el pelo.
—Buenas noches —susurra Harry. —A todos —agrega en su suave suspiro.
Es hora de que la familia duerma.
También es hora de que tú te marches. Espero que vuelvas a verme alguna vez, aunque dudo tener otra historia tan interesante que contarte. Siempre serás bienvenida en mis terrenos. Pero por ahora, lo que más deseo es que mis hijos y nieto sean felices, así que voy a volcarme en ello plenamente. Más ahora que uno de ellos sabe “que existo”
e) Razones por las que recuerdan ese fragmento en especial. Bien, espero no tener problemas, pero he puesto tres links, porque son la continuación de la misma historia y ahora que la voy a recordar prefiero que estén juntos, porque la primera vez que la leí la primera parte me demore como 3 meses en descubrir que había una continuación ¬¬
Es una historia genial Howie!! una historia redactada por el propio colegio, el incluso pensaba que Harry y Sev son perfectos juntos
, es una historia muy divertida como fue su primera vez y se vieron arrinconados a soportarse, como ya después no pudieron seguir luchando contra ellos y aww cuando se vuelven una familia me encanta, por eso el día de hoy la recuerdo