a) Título del fanfic: Viviendo en las Estrellas
b) Autor (a):Araleh Snape
c) Link a la historia:
http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=31135&ageconsent=ok&warning=5d) Fragmento que deseen recordar del fanfic en cuestión.
El momento dulce que vivían los hizo recordar una situación especial en el pasado. Había transcurrido casi un mes desde que Ron muriera y Harry no se mostraba interesado en recobrar su memoria. Los medimagos le mostraban imágenes de sitios conocidos pero el chico los veía con indiferencia; a veces incluían fotografías de alguna gente querida para Harry pero éste no modificaba su expresión, tan sólo revisaba cada imagen con una única esperanza… ver alguna que involucrara a Severus.
Tan indiferente estaba por conocer su pasado que ni siquiera protestaba de no poder recibir más visita que su ex profesor, era a él a quien necesitaba y el único que quería tener a su lado.
Una mañana caminaban por un jardín localizado en el pabellón de San Mungo donde Harry convalecía, pero el chico se veía tan animado que bien hubiese pasado por un visitante y no un enfermo.
— Sentémonos aquí, Severus. —propuso yendo hacia una banca bajo la sombra de un cerezo. Desde siempre le había tuteado, no podía negar lo feliz que se sintió al enterarse que el dueño de esos sensacionales ojos negros no tenía ningún parentesco con él… Hubiese sido decepcionante enterarse que estaba ahí por ser su tío, o peor aún ¡su padre!
— Es un buen lugar, Harry. ¿Sabes? Hoy hablé con uno de tus medimagos, dice que pronto podrás empezar a recibir más visitas, eso podría ayudarte a recordar ahora que te sientes mejor.
— La verdad es que no tengo mucha prisa. —respondió encogiéndose de hombros—. Me has dicho que fuiste mi profesor, que al principio no congeniábamos mucho pero que el último año la situación cambió, y aunque no lo recuerdo sé que es cierto… y creo saber qué tanto cambió nuestra relación en ese año.
Severus miró intrigado como las mejillas del ojiverde se teñían de un suave color rosa y su sonrisa no podía ser más radiante.
— Severus… he recordado algo. —confesó Harry emocionado.
— ¿Ah sí? —Severus desvió la mirada hacia otro lado del jardín, temía mucho por la respuesta de Harry, su expresión bien podría significar algo relacionado con Weasley.
— Sí, te recordé a ti.
— ¿A mí?
— Sí, fue anoche mientras dormía. Soñé que volaba sobre una escoba y de repente ésta se puso como loca y tú me salvabas… ¿eso pasó?
— Pues sí, algo así.
— También me acordé de tí impartiendo una clase... realmente eras duro, ¿eh? —dijo sonrojándose, ese recuerdo en particular le había gustado mucho, extrañamente, porque se recordó furioso y excitado al mismo tiempo—. Y tengo otra imagen, algo más borrosa. Estábamos los dos en un lugar oscuro y con frascos conteniendo sustancias extrañas, me pareció verte triste y me acerqué, no recuerdo más, tan sólo que nos abrazamos y fue algo muy especial.
— Sí… creo saber a cuál día te refieres. —musitó pensando en su tristeza luego de enterarse que Harry ya había entregado su corazón a alguien más.
— ¿Severus, porqué no me lo dices ya?
— ¿Que te diga qué?
— Que tú y yo somos pareja.
Severus palideció al instante, pero si esas palabras le sorprendieron, más lo hizo el hecho de que dos segundos después se encontraba disfrutando un nuevo sabor que hacía mucho tiempo había perdido la esperanza de conocer.
— Harry, espera… —le pidió intentando apartarlo, aunque el beso que le daba le estaba robando el alma.
— Ya no quiero esperar más, Severus. —suspiró enamorado—. Sé que no eres cualquier persona en mi vida, nadie más se preocuparía tanto por mí, y en cada gesto y en cada mirada veo en ti el amor, Severus.
— Es cierto, yo te amo…
— ¡Y yo te amo a ti! —exclamó feliz, colgándose de su cuello.
— ¿Cómo puedes decir eso? Apenas me has visto.
— Por algo eres al único que he recordado. —manifestó orgulloso—. Sé que la razón por la que no me has dejado solo es porque me quieres igual que yo a ti. Además, no sé porqué pero siento que este sentimiento era bien grande antes, y que ahora sólo ha bastado un recuerdo para regresar con la misma fuerza.
— ¿Y si te estás equivocando?... ¿Qué sucedería si en realidad tú no sentías eso por mí?
— Bien, no me importa. —aseguró encogiéndose de hombros—. Lo que me importa es lo que siento ahora y yo sé que te amo, Severus, por eso quiero que las cosas queden claras y reanudemos la relación que teníamos antes.
— ¿Relación?
— Sé que la había, mi corazón me grita que no eres cualquier persona en mi vida, y late muy fuerte cuando me sonríes, mi estómago se encoge tan sólo al verte… y quiero verte siempre, desde este momento y hasta el último día de mi vida. Mi pasado, puedo jurarte que no me importa nada.
Severus miró a los ojos verdes por unos segundos, dudando de dar ese paso que podría ser lo más vil que hiciera en su vida. Estaba a punto de negarse y confesar la verdad cuando Harry le sonrió acariciándole la mejilla, un nuevo “te amo” y ya no pudo razonar más.
— Me sacaste del país. —suspiró Harry poniéndose de pie.
Severus guardó silencio, apenado por el nuevo cambio en Harry, otra vez se le escuchaba distante, quizá hasta podría haber un reproche oculto en esa frase. Un reproche que había esperado desde hacía tiempo.
— No quería escuchar a los demás recriminándome por no aclarar la verdad. Y aunque sabía que eso no podía durar demasiado, no pude evitarlo.
— Dumbledore fue a vernos a Montreal, lo recuerdo… Aunque para mí era un extraño me despertó confianza con sólo mirarle.
— Le envié una carta el día que supiste de tu embarazo, necesitaba su consejo a pesar de no estar seguro de querer aceptarlo. —le confesó abatido—. Se presentó enseguida y habló contigo. No sé qué fue lo que pasó, pero al salir me dijo que me apoyaría y hablaría con los Weasley para que aceptaran la decisión de su hijo al darte una nueva oportunidad.
— Le dije que te amaba y que era inmensamente feliz a tu lado… le dije que esperábamos un bebé y me ilusionaba mucho formar una familia contigo. Le dije que mi mayor ilusión era la boda que teníamos planeada. —concluyó, rememorando aquel momento en su pasado.
Harry se había girado hacia Severus y éste notó que nuevamente lloraba. Le preocupó pensar en que pudiera haberse arrepentido de haber pronunciado esas palabras que dieron un cambio a su destino.
— No, Severus, no me arrepiento. —le dijo adivinando el temor de su esposo—. Estos años a tu lado realmente fueron maravillosos, no los cambiaría por nada. Además, has sido el mejor padre para Alina.
— ¿No me odias?
— No, nunca podría odiarte… Pero justo ahora, Severus, me preocupa no saber amarte tampoco.
Las penosas palabras de Harry provocaron algo extraño en Severus. Fue tan enorme el dolor que no pudo controlarlo, nunca se había expuesto a una situación parecida, jamás había amado tanto a nadie como para destrozarlo una breve frase… y aunque quería llorar y gritar atormentado, lo único que hizo fue apretar los puños antes de salir azotando violentamente la puerta.
e) Razones por las que recuerdan ese fragmento en especial: Otro día mas para volver a recordar otro fic, este en especial me enseño que podía llegar a odiar al bueno de Ron!, desde este fic nunca mas me agrado demasiado Ron ¬¬ menos cuando toca a Harry!!!! He de reconocer que es un fic bastante bueno, mantiene la intriga es intenso, pero -.- asd no me simpatiza ¬¬ sin embargo es tan bueno!! que es como para recordar, este fragmento loo escogí porque es donde empieza Harry y Sev y es muy tierno.