Titulo: I marry with a stupid (Me casé con un idiota)
Autor: Aeriel
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http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=25331Fragmento...
La cara que se le quedó era todo un poema. Pero por culpa de aquello...
Por lo que, ¿motivo de Harry para estar molesto conmigo? Mi idiotez suprema.
— Amor, ¿me pasas la ensaladera? - nuevamente ése tonito irritante.
Apretando los dientes por segunda vez, mascullé un ‘ten’.
— Gracias, cosita - dijo con un tono de voz de lo más empalagoso e, inmediatamente después, me sonrió de manera escalofriante. O, al menos, ésa es la impresión que me causó su sonrisa.
Sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo, se me erizaron los pelos y se me quitó el apetito de golpe.
Momentos después, aún impresionado, no acerté a oír la mitad de la conversación en la cual participaban los adultos Weasley y Lupin, hasta que recibí un “dulce” codazo de parte de mi morenito querido. Aquél codazo me dejó un hematoma. Por suerte no soy de los que utilizan manga corta, sea la estación que sea.
— Querido, te están hablando - Harry señaló a Lupin con la cabeza.
Carraspeé y alcé una ceja antes de mirar en dirección al licántropo.
— ¿Si? - mi voz tembló un poco. Agarré mi copa que rebosaba de vino tinto para darle un sorbo que reparara de algún modo mi traicionera voz.
— Preguntaba... que para cuando un bebé.
El vino que iba camino de mi boca cayó como un balde de agua fría sobre mis pantalones muggle (literalmente)
— be... bé - balbuceé de la misma manera en que lo haría uno.
— ¡Cielos, cómo te has puesto, Sev! - Harry casi saltó de su asiento a limpiarme con mi propia servilleta, derramándome, “sin querer” (por supuesto) más vino sobre mis ya encharcados pantalones (y la venganza continúa) -. ¡Oh, cuánto lo siento! ¡Lo limpiaré ahora mismo!
— No... hace falta, cariño - soné forzado. Si mis dientes dolían tanto era por la simple razón de que seguía apretándolos salvajemente -. Son sólo unos pantalones...
Pero no eran sólo los pantalones, evidentemente. Su actitud me estaba enfermando de veras, y no sabía cuánto tardaría en rebelarme. Aunque intuía que sería pronto.
— Remus, contestando a tu pregunta, ¡ya nos estamos poniendo a ello! - se giró hacia mí con una maliciosa expresión en su rostro -. ¿Verdad que sí, pichurrín?
Odiaba aquellos apodos. ¡Vaya que si los odiaba!
— Eh... ah... - me aclaré la garganta muy ruidosamente y solté en un hilo de voz -. Eso es...
— ¡Quizás la próxima vez que nos reunamos esté embarazado! - exclamó con alegría fingida Harry.
Las miradas de todos me taladraron. La mayoría eran de desaprobación, unas pocas de escepticismo Poniendo en entredicho mi virilidad, ¿¿eh?? ¡Ya les enseñaría yo! y sólo una de verdadera satisfacción (venganza consumada con un éxito rotundo) …sta última pertenecía, claramente, a Harry.
Y fue más de lo que podía soportar.
Me levanté sobresaltando a todos y le espeté:
— Estás enfadado conmigo, y lo comprendo, ¡pero lo que no pienso tolerar es que me humilles en público por ello! - y agregué haciendo acopio de mi lado Slytherin -. Grítame, si quieres hacerlo. Abofetéame, si es lo que te apetece. Pero no será aquí.
Repentinamente, ése aire risueño que había estado sosteniendo a lo largo de la velada en ‘La Madriguera’ y ésa mirada brillante, abandonaron el rostro de Harry, endureciendo sus dulces y delicadas facciones.
— Bien - dijo escuetamente con el tono más duro y helado que pudo poner (y que seguramente sentía), tras lo cual se desapareció sin más.
Después de despedirme de los presentes con una leve inclinación de la cabeza y una forzada y conciliadora sonrisa Todo va bien, me desaparecí tras él.
No la vi venir, desde luego.
La cálida salita me recibió lo mismo que una sonora bofetada que terminó por ubicarme. Hogar, dulce Hogar.
No hice nada por detenerla, ya que, por un lado me la merecía, y por el otro realmente no me la esperaba. Al menos no tan de repente.
— ¿Satisfecho? - le pregunté con mi tono de voz más ensayado. El neutral.
— Aún no - siseó peligrosamente, entrecerrando sus ojos a su vez.
A punto estuvo de volver a abofetearme, pero le detuve a medio camino de mi aún dolorida mejilla.
— ¿De nuevo? Voy a empezar a pensar que ésta situación es a la cual denominan los muggles como ‘violencia doméstica’ - no pude evitar decir, lo que pareció enfurecer aún más a Harry.
— Ni te molestes en pensarlo - se soltó de mi agarre de malas maneras -. Claramente lo es.
— Una vez, Harry - murmuré en voz muy baja. Estaba empezando a cansarme su actitud -. Ni una más.
— Severus Snape, eres un necio - escupió muy lentamente -. Te odio con toda mi alma.
— Claro que no me odias, porque me amas - me acerqué a él despacio, cauteloso.
— ¿Amarte? - rió con amargura Harry -. Es cierto, pero tus acciones egoístas tambalean los cimientos de mis sentimientos. Me haces dudar, atormentarme con pensamientos negativos. Sólo puedo pensar que cuando me rechazas es porque ya no me amas, porque te has cansado de mí o porque ya no me deseas como antes, si es que alguna vez llegaste a hacerlo. Y no sé que es lo que ha cambiado, como tampoco sé que hacer para remediarlo, para hacer que me beses ó me poseas de nuevo. ¡Maldita sea, te necesito dentro de mí!
Si es lo que pretendía, lo logró. Me sobresaltó ó, más bien, me sorprendió la fuerza que tenían sus palabras. Si, había sido un egoísta. Y aquella acción sólo trajo como consecuencia frustración. Una frustración tan grande que, al no haber ninguna otra manera de satisfacerla, la había descargado a modo de venganza.
(Me encanta este fic, por que eso de decirle a Severus cosas como cosita, cuchurrumil y mis cosas tiernas que lo hagan explotar, no puede ser una mejor venganza)