Titulo: Nocturne
Autor: Tira Nog (Traducción: Solmar)
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http://www.slashzine.com/Fucked_003/Nocturne/Fucked_3_Nocturne.htmFragmento...
Harry esperó hasta que quedó claro que Severus no iba a hacer el primer movimiento. Incapaz de soportar la distancia entre ellos un momento más, extendió la mano y puso su palma sobre el hombro cálido de Severus.
Severus se estremeció como si le hubiera dado con un látigo. La silueta delgada que estaba a su lado pareció retraerse sobre sí misma, aunque Severus no movió un músculo para aumentar el espacio entre ellos.
–Sé que esto no era lo que esperabas –dijo Harry, moviendo su mano arriba y abajo a lo largo de ese brazo tenso–. Lo siento.
–¿Significa eso que abandonarás este tema y no volverás a mencionarlo nunca? –preguntó Severus, con un tono dolorosamente esperanzado.
–No. Sólo significa que siento que estés enfadado. Todavía quiero que lo hagamos –le dijo a la espalda rigída de Severus–. ¿De verdad me estás echando?
Severus no dijo nada durante mucho tiempo, pero luego se dio la vuelta bruscamente. La expresión de su amante estaba marcada por líneas furiosas que Harry no había visto desde sus años de colegio, mientras declaraba:
–Si intentas obligarme a hacer esto, se terminó. He pasado la mayoría de mi vida adulta siendo un peón de magos más poderosos. No quiero convertirme en el tuyo también. No viviré con alguien a quien no le importan mis deseos. Así que piénsate esto bien, Potter. ¿Vale la pena perder lo que tenemos? Porque te prometo que es lo que ocurrirá si intentas obligarme.
Aunque Severus había manifestado una amenaza parecida desde que se había enfadado tanto en el lago, oír esa especie de ultimátum le hizo temblar. Harry sabía que Severus le amaba y que la amenaza era por miedo a su seguridad, pero también sabía que Severus era uno de los hombres más malévolamente tercos del planeta. Su amor nunca había sido confrontado contra el orgullo de Severus. Si Severus lanzaba esta especie de ultimátum, podría llevarlo a cabo, no importaba si la cura funcionaba o no.
Harry se dio cuenta de que ése era un riesgo que iba a tener que correr.
–Si de verdad te sientes así, me iré al día siguiente de que te cures. Pero no me voy a ir antes de eso y vamos a hacerlo.
–Y se quejan de la arrogancia Slytherin –dijo Severus–. Si te empeñas, cambiaré mis barrreras de seguridad para que ya no puedas entrar a estas habitaciones.
Harry miró esa cara furiosa y desagradable que había llegado a amar.
–Vale. Le pediré una habitación a Minerva en la Torre Gryffindor. Elaboraré la maldita poción yo mismo y te pondré bajo Imperius para administrarla si tengo que hacerlo, pero vas a tomártela.
–¿Con que voy a hacerlo? –preguntó Severus en un tono peligroso que envió un estremecimiento a lo largo de la columna vertebral de Harry.
Ésta no era la manera en que habría querido que fueran las cosas. Pero no podía retroceder. La vida de Severus estaba en juego.
–SÍ. No hemos llegado tan lejos juntos para darnos por vencidos ahora. Vamos a hacer esto. Sé que estás enfadado conmigo, pero te amo y no voy a perderte. No cuando hay algo que puedo hacer para impedirlo.
–¿Amor? No sabes lo que significa esa palabra –escupió Severus.
De alguna manera, Harry consiguió contener su furiosa réplica. En vez de eso, contestó:
–Quizá tengas razón. No es como si tuviera mucha experiencia en esto. Eres la única persona por quien me he sentido así alguna vez, y no voy a perderte.
–No se te ocurra intentar aprovecharte de mi compasión –dijo Severus con mordaz sarcasmo.
–Eso sería inútil, ¿no? No tienes ninguna cuando te pones así –respondió en el acto.
–Y supongo que amenazarme con la Imperius si me niego a inclinarme a tu voluntad es una cualidad admirada en Gryffindor –le desafió Severus.
Su boca se abrió con lo que iba a ser una furiosa réplica, cuando las palabras de Severus le atravesaron. Había amenazado a Severus con una Imperdonable. ¿Y le extrañaba que el hombre estuviera furioso?
Harry tomó aliento profundamente e hizo un esfuerzo consciente para retroceder desde su propia furia.
–Lo siento. Tienes razón. He perdido la cabeza. Nunca debería haber dicho eso.
Casi se sentía como si estuviera tratando con el Snape de su infancia, el hombre mezquino, explosivo, con el que nunca sabía cómo actuar. No había rendición en la mirada de Severus; sus ojos eran duros como diamantes sin pulir. Pero éste era el mismo Severus que había despertado a su lado esta mañana. No importaba lo enfadado que pudiera parecer Severus en ese momento, Harry sabía que ninguna discusión haría desaparecer su amor en un instante. Severus podía estar lo bastante cabreado como para matarle ahora mismo, pero bajo eso, aún le amaba. Seis meses de trabajo duro no podían marcharse así de rápido, simplemente no podían.
La mirada penetrante no se alteró lo más minímo.
–¿Es una disculpa insincera para que todo vaya mejor? Eres un mago demasiado poderoso como para hacer este tipo de vana amenaza, simplemente porque no estás saliéndote con la tuya. Te sugiero que crezcas, Potter, antes de que cometas uno de estos errores arrogantes con la persona equivocada y aprendas la lección.
–¿Alguien como tú? –le desafió Harry, con actitud desdeñosa, odiando el tono despectivo de Severus que le había atormentado a lo largo de toda su época de Hogwarts.
Evidentemente, aún tenían talento para herirse el uno al otro. Discutir les salía a ambos demasiado fácilmente. Harry no parecía contenerse más que Severus. Siempre se empujaban el uno al otro hacia los extremos. Eso había funcionado a su favor esos últimos meses de creciente cercanía, pero era demasiado fácil caer en las viejas pautas. Fue sólo después de que sus palabras salieran que Harry se dio cuenta de que había ido demasiado lejos.
Ante la pregunta casi burlona de Harry, los ojos de Severus relampaguearon con algo salvaje y completamente feral. Por un momento, Severus se quedó quieto, la furia ardiendo en sus ojos oscuros mientras su magia crepitaba amenazadoramente alrededor de ellos. Harry empezaba a preguntarse si Severus estaba a punto de perder el control y arremeter contra él con magia sin varita cuando masculló un furioso–: Tú, pequeño… –Y le golpeó.
Antes de que Harry supiera siquiera qué estaba sucediendo, se encontró inmovilizado en la cama. Se sentía como si un ridgeback noruego hubiera aterrizado sobre él, o era el vampiro Severus, mientras quedaba aplastado por esa forma más alta, antinaturalmente poderosa.
Su amante parecía casi un loco en ese momento. Había tanta ira impotente en la expresión de Severus que era terrorífico. Pero cuando miró profundamente dentro de esos ojos insensibles, vio que la mirada atormentada de Severus contenía un miedo que Harry nunca había visto en este hombre.
Las emociones salvajes desgarraban el corazón de Severus. Él le habia hecho esto a Severus. Había empujado a este hombre normalmente controlado hasta más allá de sus límites.
–¿Severus? –le llamó.
No hubo respuesta.
Un estremecimiento helado se deslizó a través de Harry cuando notó aquellas puntas de los colmillos blancos como porcelana sobresaliendo de la boca de Severus. El nivel de adrenalina de su amante tenía que estar por las nubes para que pasara eso.
–¿Severus? Lo siento. Lo siento mucho. Por favor… intenta calmarte… –Harry tenía la horrible sensación de que estaba tratando con ese cazador salvaje y hambriento que obligaba a Severus a dejar su cama varias noches a la semana, el monstruo en quien Severus tenía miedo de perderse.
Harry notó tardíamente el peligro. No había sido capaz de mantener la boca cerrada. Tuvo que presionarlo. No pudo evitar preguntarse si iba a pagar por su estupidez con su vida. Por lo menos, esperaba que eso fuera lo que pasara si la situación se estropeaba. Había cosas mucho peores que podía hacerle Severus antes de dejarle simplemente seco.
Casi esperaba que se abalanzara sobre su garganta, pero no ocurrió.
En vez de eso, la boca de Severus bajó en picado para cubrir la suya con fuerza.
El borde afilado de uno de esos colmillos penetró su labio, que se hinchó rápidamente mientras se unían, y Severus empezó a chupar de la pequeña herida.
Totalmente aterrorizado, Harry se preguntó si Severus desgarraría su boca para alimentarse, pero una vez se acabó la sangre, Severus no hizo nada para que empezara a sangrar otra vez.
Los labios de Severus se aferraron a los suyos con desesperación brutal. Toda la furia, miedo y preocupación que su amante estaba experimentando parecía haber sido traducido en esa agresión repentina y frenética. Esas manos inhumanamente poderosas sujetaron sus hombros en un agarre fuerte. Severus le besó como si succionara su vida, con más resentimiento de lo que había imaginado Harry alguna vez que pudiera rodear una boca que estaba besándole.
La parte de él que afectaba a su supervivencia estaba más allá del pánico hacía tiempo y de camino al terror. Acababa de burlarse de un vampiro furioso y hambriento por alimentarse de él. No era el movimiento más inteligente que había hecho alguna vez, eso lo reconocía. Severus nunca le había tocado sino con gentileza, durante una alimentación. Esto era aterrador.
Sólo había ocurrido una o dos veces en los seis meses que habían estado juntos, pero normalmente, en el instante en que Severus olía el miedo en él, detenía inmediatamente lo que estuvieran haciendo hasta que Harry se tranquilizaba. Pero Severus no se detuvo esta noche. Al contrario, le besó con más fuerza, como si el miedo de Harry lo excitara.
Harry jadeó en busca de aliento, intentando recuperar el control de la situación o, si eso fallaba, por lo menos conseguir controlar su propio miedo. Pero Severus saqueaba su boca con un salvajismo que casi sentía como una violación, y no podía pensar. Todo lo que podía hacer era reaccionar.
Admitamoslo, amamos este fic, y quienes lo leen se enamoran de él. Severus como vampiro es ardiente.
Lun Mayo 06, 2013 10:04 pm
