Un mes para el recuerdo.... Por YukimuraSayu - 10 de mayo

Título: Corazones clandestinos.
Autor: Araleh Snape
Link: http://slasheaven.com/viewstory.php?sid=27118

Fragmento del capitulo 38


Harry y Severus fueron preparados para estar presentes durante la cesárea que se le practicaría al rubio. Ambos permanecieron tomados de la mano mientras verían como se realizaba la cirugía. Draco estuvo conciente todo el tiempo, y lo único que hacía era mirar el amor de la pareja que tenía enfrente, recordando el momento en que le reclamó a Harry y éste caía por la pendiente, aún podía escuchar la súplica de su amigo para que le escuchara y perdonara, pero él se mostró tan agresivo injustamente… recordó su tardanza para solicitar ayuda por no poder hablar, recordó la culpa… y eso le mantuvo firme para no gritar pidiendo la presencia de Ronald a su lado.

Un llanto infantil martilló el corazón de Draco, se mordió los labios para no llorar, y veía los ojos llorosos de felicidad de Harry quien se mostraba ansioso por acercarse a tocar al bebé.

— Es un varón. —informó el medimago.

Un pediatra se encargó de limpiarlo y arreglarlo para entregarlo de regreso al padre. Harry se acercó en ese momento, y por orden del obstetra, el pediatra tuvo que ponerlo en sus brazos. Su instinto le hizo olerlo, y su aroma característico afloró nuevas y hermosas sensaciones en el ojiverde. Fue entonces que el llanto caía a raudales por sus mejillas, mirando emocionado al pequeño bebé que gemía suavemente, como si se sintiera realmente cómodo en esos brazos.

— Sev… ¡mira que hermoso que es! —exclamó mostrándoselo a su pareja.

— Sí, Harry, es muy lindo.

Severus también tenía el llanto atorado en la garganta. El bebé le provocaba infinidad de emociones, y ansiaba considerarlo su hijo, pero vería la pelusita pelirroja en su cabeza, las graciosas pecas adornando su nariz, y no sabía qué debía sentir.

— Sostenlo, amor, ¡es muy suavecito!

Severus asintió y tomó al pequeño en sus brazos, se sorprendió de lo ligero que era, parecía que se evaporaría. Obedeciendo a Harry le acarició las mejillas con sus dedos y sonrió tiernamente al comprobar que era una tersura única en su género. El ojiverde sonreía emocionado de ver el brillo de ilusión en los ojos negros.

— ¿Quieres verlo? —preguntó Harry dirigiéndose a Draco.

Draco no respondió pero giró el rostro al lado contrario. Harry ya no insistió, por algo el rubio prefería esa decisión. Y aún plenamente feliz, volvió a sostener al bebé en sus brazos para salir con Severus abrazado de él. Al llegar a la sala de espera, Harry apretó un poco más al bebé contra su pecho, había olvidado la presencia de Ron y de los Weasley y en cuanto los vio recordó la amenaza que significaban.

— Harry… —suplicó Ron acercándosele, sus ojos brillaban de lágrimas al ver el bultito que el ojiverde cubría con la mantita azul—… por favor, es mío.

Harry negó con la cabeza y acurrucándose en el pecho de Severus buscó su apoyo y refugio. El corazón le retumbaba, podía sentir al niño removerse en sus brazos, no podía renunciar a él, lo amaba como si hubiera salido de su cuerpo.

— Harry, por favor… —insistió Ron—… no me lo quites, te lo suplico.

— No me lo quites tú a mí, Ron. —respondió empezando a llorar—. ¡Yo lo amo!

— Yo también, y es mi hijo… ¡te lo imploro, por favor!

Harry se acercó más a Severus, éste le abrazó cubriéndolo con su capa, manteniéndolos a salvo de los peligros. Ron dio unos pasos más, alargando sus brazos y volviendo a suplicar. Molly y Arthur decidieron no intervenir, aún creían que podían confiar en el buen corazón de quien consideraban como un hijo.

— Vámonos, Severus. —pidió Harry angustiado.

— Amor… sabes cuanto te quiero ¿verdad? —Harry asintió, un escalofrío le recorrió por el temor que sintió ante lo que vendría—. Lo último que quiero es que algo te lastimara, pero mira al bebé… No es nuestro.

— Sí lo es. Draco nos lo dio.

— Míralo otra vez. —pidió cariñosamente—. Y dime, si realmente crees que este bebé pueda ser nuestro. Si me dices que sí, y que su lugar es con nosotros, no permitiré que nadie nos lo quite… ¿pero lo es, Harry? ¿Estás seguro de que este bebé será feliz con una familia que no es la suya?

Harry apretó los párpados y aún así las lágrimas continuaban saliendo de sus ojos. Tras de él volvió a escuchar la voz débil y ahogada de Ron. Tomó aire y lentamente giró sobre sí mismo, se limpió las lágrimas para poder ver mejor a su amigo, éste aún tenía las manos extendidas, esperanzado de que sus súplicas fueran escuchadas.

Fueron segundos en los que todos contuvieron su respiración en espera de la reacción de Harry. Finalmente éste salió de la protección de los brazos de Severus y eliminando la distancia que aún lo separaba de Ron, entregó al bebé.

Molly ahogó un gemido de alegría, al igual que Arthur, y también como el resto de la familia que había ido llegando. Ron sonrió sujetando a su hijo en sus brazos, sintiendo la alegría más inmensa de su vida.

— ¡Gracias! —exclamó lloroso mirando a los ojos de su amigo.

— Es tuyo… cuídalo mucho, y felicidades.

Harry se esforzaba por sonreír, pero aunque sus labios se curvaban, había en sus ojos infinita tristeza. Sin embargo sabía que había hecho lo correcto, a pesar de que parecía que un cachito de su alma se le desprendía mientras Ron llevaba a su hijo a presentarle al resto de su familia. Harry regresó a los brazos de Severus, éste le sostuvo por la cintura, y abrazados, se alejaron por el pasillo de aquella maternidad… Su tristeza contrastando con la alegría de los Weasley.

¿Por qué lo escogi?

Este fic es uno de mis favoritos. Pero esta parte me mata. Ver como Ron suplica por su hijo y al final Sev y Harry hacen lo correcto. Lo digo y lo seguiré diciendo, este fic es recomendable.