Un mes para el recuerdo... Juno Snape...7 de mayo

a) Título del fanfic: The Dreaming Spires

b) Autor (a): Aleia
Traduccion del fic de DementorDelta.


c) Link a la historia: http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=11548&ageconsent=ok&warning=5

d) Fragmento que deseen recordar del fanfic en cuestión.

Severus Snape levanto la vista cuando sonó la llamada en la puerta de su oficina. El sol de la mañana entraba oblicuo a través de las persianas de su oficina, creando pequeñas rajas de luz en su pesada túnica de profesor, colgando del perchero de madera junto a la ventana. – Adelante. – dijo, su bolígrafo situado sobre sus notas mientras la puerta se abría.

- Profesor, esto, Snape. – una agradable voz masculina dijo, y Snape sintió la tensión dejar sus hombros. Una joven voz masculina. Por fin, pensó, y luego frunció el ceño ante el pensamiento aleatorio. ¿Por fin… que? Como siempre, las respuestas estaban fuera de su alcance.

Lo que uno notaba inmediatamente era el incongruente cabello revuelto en un chico por lo demás arreglado y compacto. Que semana tan extraña para cabello inusual, pensó, observando al delgado joven. Estaba sujetando un trozo de papel, con una mochila al hombro, y devolviéndole la mirada a Snape.

- ¿Si? – dijo, estudiando a su visitante. El joven no parecía lo bastante mayor para ser un estudiante ahí, aunque admitía que había algo acerca de la perceptiva mirada verde detrás de las gafas que no parecía joven para nada. – ¿Puedo ayudarte?

El joven cerró la puerta y consulto el trozo doblado de papel. – He venido por el trabajo de ayudante de laboratorio. – dijo.

Por fin, repitió, seguro ahora que eso era lo que su cerebro había estado intentando decirle. Había habido una extraña sequía de candidatos para el puesto, a pesar de que su colega le aseguraba que los estudiantes habitualmente peleaban por esos puestos.

(…) - Si fuese una chica, o tu no fueses hetero. – dijo Potter, luego se paro de nuevo.

- Oh, no me digas que tu… - Snape se dio cuenta que estaba muy cerca pero no se retiro. Vio a Potter estudiando su rostro y luego siguió la mirada bajando hacia su boca antes de que se retirase culpablemente. Harry Potter había estado pensando en besarle. El pensamiento no era ni de lejos tan extraordinario como pensaba que debía ser.

- Yo. – dijo Potter simplemente. Luego hizo un gesto, tan lleno de duda en incertidumbre como había estado lleno de humor antes. – ¿Me vas a despedir?

- ¿Vas a preguntarme eso cada vez que te bese? – Snape se encontró diciendo. Era como si las palabras hubiesen estado descansando en su lengua esperando para ser dichas a la persona adecuada. No parecía extraordinario para nada que el rostro de Potter se inclinase hacia el suyo, no como el suyo bajo lentamente, y por un momento pensó que realmente no iba a hacerlo, no iba a quedarse ahí y permitir que esos labios rojos tocasen los suyos.

Pero entonces lo estaba haciendo, como si la pregunta hubiese sido una invitación. Se quedo esperando a que su cerebro le dijese que parase, esperando a que sus hormonas entrasen en acción y le dijesen que eso no era lo suyo, pero nunca lo hicieron, así que paso sus labios ligeramente sobre los de Potter. Había algo casi familiar en ello, aunque lo achaco a los pocos besos que había compartido con mujeres. Entonces lo labios de Potter se movían sobre los suyos y de repente no era como besar a una mujer. Era como besar a Harry.

Escucho el pequeño sonido en el fondo de su garganta, que Harry tomo como señal para apretarse mas, su cuerpo, envuelto en los dobleces de la chaqueta, irradiaba calor en el helado aire de la noche. No se tocaban en ningún otro lugar mas que en ese diminuto lugar que hacia temblar sus nervios. Su lengua se deslizo por las costuras de la boca cerrada, y deseo saber un hechizo para ser invitado dentro. Entonces, como si desearlo lo hiciese suceder, el mas pequeño de los espacios apareció justo bajo su lengua.

Superando el aplastante impulso de entrar de golpe, Snape escucho un sonido de necesidad desde la garganta de Harry haciéndole eco. Los labios se abrieron y una húmeda lengua salio a encontrase con la suya. Sintió un estremecimiento recorriéndoles, como si algo que negado durante mucho tiempo hubiese escapado. Nunca había sido mas consciente de la estatura de Harry, de lo pequeño que era, del sentimiento protectivo que hacia crecer dentro de el.

Estaba esperando por alguna clase de indignación, algo que le dijese a su traicionero cuerpo que ese era un joven *hombre* bajo su boca.

Nada parecido a la indignación entro en su cerebro. La indignación parecía haber sido reemplazada por todas las cosas Harry. La forma en que el cuerpo de Harry se inclinaba hacia el suyo, sin llegar a tocarlo. La forma en que el aliento de Harry golpeaba contra su rostro. La forma en que sus lenguas se encontraban lentamente. No se sentía indignado, se sentía bien.

El calor creció entre ellos, así que casi podían no haber estado fuera. Sus manos -cosas incomodas, pesadas- buscaron soporte contra la sensación de ligereza en su mente, y casi pensó que podía tener otra jaqueca viniendo. Pero no, no sentía nada de los latidos de una jaqueca próxima. Sus manos pararon en los hombros de Harry, buscando equilibrio, permitiéndole presionar con mas fuerza.

Harry se tambaleo ligeramente y Snape apretó con mas fuerza sus dedos, apartándose, su miraba buscando el joven rostro bajo el suyo. Los ojos de Harry se abrieron lentamente, nebulosos en su excitación… y algo mas. Parecía estar aguantando el aliento, como si esperase que Snape hablase. El aliento del propio Snape era irregular, inseguro.

Quería decir tantas cosas en ese momento. Acercar mas a Harry, apartarle de un empujón. Recuperar su equilibrio, y tambalearse con la extraña felicidad del momento. Besar a Harry de nuevo. Ver a donde les llevaba.

No podía llevarle allí.

Snape se aparto. Se había vuelto loco. No era… de la clase de Harry.

- Supongo que es demasiado tarde para decir que es curiosidad científica. – dijo, su voz sonando inestable en sus propios oídos. Vio el dolor brillar en los ojos verdes, y se maldijo por dejar las cosas llegar tan lejos.
(…)Snape se estremeció. Lo que Harry merecía. Y lo que merecía era al hombre que amaba. El Snape del que se había enamorado. Se sacudió con deseo y decisión.

- Volveré… - empezó, solo para que pareciese que la cabeza se le partiese en dos del dolor. Grito, sujetándose la cabeza, vio a Harry, ansioso, luego alarmado, hablándole, pero Snape no podía oír a través de la cortina de dolor partiendo su cabeza. Cayo hacia atrás, sabiendo que probablemente estaba haciendo daño a Harry pero sin saber como parar, como hacer nada mas que intentar alejarse del dolor terrible en su cabeza.

Harry salto de la cama, buscando algo en la habitación; luego pareció dimitir y simplemente alargo la mano, sus labios moviéndose inaudiblemente mientras sus pantalones volaban hacia el. El dolor le estaba haciendo ver cosas, haciéndole imaginar que Harry había sacado un palo de madera de sus vaqueros, y dibujado un circulo en el aire.

Los bordes de su visión se nublaron de gris. Y los bordes del circulo que Harry había dibujado. Escucho un grito. – ¡Tiene problemas! – y vio manos, imposiblemente, aun así moviéndose, agarrando el borde del circulo que se solidificaba desde dentro. Un rostro las siguió, y vagamente Snape lo reconoció como el amigo de Harry, Ron, quien le miro una vez y de algún modo *salio* de ninguna parte.
(…)- Hermione supone que no recordaran, que creaste una—una onda de algún modo en el mundo Muggle, una que te dio todo lo que querías. Si deshacemos el deseo, la onda volverá a la forma que tenia. – paso una mano por su cabello. – Nadie sabe realmente. Ron y Hermione pondrán las cosas a derechas si hace falta. Y la Profesora McGonagall. Tiene ganas de verte de nuevo en su estado normal. – antes de que pudiese explicar esa declaración miro por la ventana mas cercana a su escoba. – Magia de deseo es extraña.

Parte del cerebro de Snape no se creía que nada de eso fuese real. La otra parte desesperadamente quería creerlo. Un pasado con Harry… incluso uno rocoso, contra el mundano que siempre había imaginado que tenia.

- ¿Que tengo que hacer?

Harry parecía querer decir mas, pero en su lugar solo asintió y fue hacia a bandeja. Había un plato cubierto en un extremo. Harry removió la cubierta. Snape solo vio una manzana; una particularmente exquisita y madura, pero solo una manzana. Harry la cogió y se la llevo a Snape.

- Comete esto, - indico. La giro para mostrársela. – no tiene corazón, todo fruta, así que tienes que comértela toda. – los dedos de Snape se cerraron sobre la fruta, rozando los de Harry. – Albus hizo el hechizo el mismo.

Incluso aunque se sentía ridículo, Snape cogió la manzana. – ¿Esto es? ¿Comer una manzana?

Harry sonrió. – Bueno, *es* una manzana encantada.

Snape dio un mordisco, luego otro, como si esperase conseguir un recuerdo con cada bocado. Nada paso. Se termino la manzana, incapaz de contener su decepción. – No ha…

Harry le paso el palo puntiagudo recuperado de su armario. Tan pronto como los dedos de Snape se cerraron alrededor suyo, sintió como si el aire le atravesase, solo que el aire tenia imágenes pintadas en el. Todo flotaba en ellas, recuerdos, caras, imágenes. Sensaciones que le hubiesen hecho sonrojar de haber tenido tiempo de examinarlas. Nada estaba ordenadamente etiquetado en una diapositiva.

Sus rodillas se sentían débiles, se hubiesen doblado, excepto que Harry estaba ahí, un brazo alrededor de su cintura, sujetándole, sin soltarle.

Recordaba odiar a Potter, y amar a Harry. La ardiente furia de sus primeras copulas frenéticas. La casi desesperación de la ultima, cuando sabían que Voldemort estaba cerca.

Voldemort.

- Te ví morir. – dijo, sus palabras duras, como si hubiese estado gritando por encima del viento en su mente.

- Solo por un momento. Lo suficiente para que el alma de Voldemort dejase su cuerpo, y no fuese capaz de meterse en el mío.

El dolor era tan reciente como si acabase de suceder. Aunque recordaba su tiempo en el mundo muggle, sentía como si no hubiese visto a Harry en tres largos años.

Tres años. Era un tonto.

- No te lo podíamos decir a ti ni a nadie. Lo hubiese descubierto, y hecho otro plan. – el rostro de Harry estaba abierto, sin guardar.

- Me desee lejos de ti. – dijo, y la expresión de Harry se suavizo.

- Simplemente deseo… - Harry hizo un gesto y continúo. – solo deseo que te hubiésemos encontrado antes. Estaba frenético, pensando que los Mortifagos te habían cogido. Pero les capturamos. Ron, especialmente, fue feroz, mientras yo estaba... recuperándome. – por un momento Snape vio algo del dolor que el tiempo debía de haber causado en el rostro de Harry. – Fue hace mucho tiempo. – dijo al final, y entonces ya no hablaron por un tiempo. Estaban aun enroscados el uno en el otro, aun junto a la ventana de la torre.


e) Razones por las que recuerdan ese fragmento en especial.

Me gusto porque era misterioso, siempre mantuvo un extraño misterio, sembrando de manera sutil la duda, como harry vuelve a ser reconquistado por Harry, como lo buscaron para que regrese. Un Severus que no recuerda si bien mas relajado sigue siendo el en esencia, y el final lo que debió sufrir para terminar deseando no recordar nada de su vida, el final, todo me gusta de este fic. Es entretenido, esta bien escrito y es muy interesante, definitivamente uno de mis favoritos.