Título: El Deseo De Harry
Resumen: Severus y Harry llevan cinco años de matrimonio, uno estable y feliz. Pero Harry tiene un deseo y no parara hasta cumplirlo.
—Sev— le llamo Harry—. No crees que ya sea hora de agrandar la familia— comento su consorte con ilusión.
Y ahí comenzó su odisea.
Clasificación: PG-15
Géneros: General, Romance, Drama.
Advertencias: Chan=Adulto/Menor, Mpreg = Embarazo Masculino, AU= Universos Alternos
Disclaimer: Estos personajes no son míos, si lo fueran Sev estaría por siempre feliz con Harry. El universo Harry Potter es de J.K. Rowling yo solo me divierto creando fics.
**********************************************
Como les había comentado antes esta historia está pensada para pocos capítulos, por lo que espero que este no les parezca muy apresurado.
Dentro de las advertencias está el Mpreg = Embarazo Masculino, pero prácticamente no lo utilizo, solo una mención, de todas maneras está incluido, así que tomen sus precauciones.
Durante esta capitulo hay un pequeño lime, pero es muy mínimo y romanticón, les aviso por si son susceptibles, además es el primero que escribo.
Espero que no tengan algún error, no está beteado, si lo tiene por favor disculpen y les agradecería que me informaran.
************************************************
Capitulo II*
Hacía rato que Severus había terminado de revisar todos, los intentos de ensayo de sus alumnos sobre los más potentes venenos, como identificarlos, los ingredientes que se utilizan para elaborarlos y las posibles curas en caso de ingerirlos. Pero seguía ahí, sentado en frente de su escritorio. Una y otra vez se repetía la misma frase en su cabeza:
Sev…No crees que ya sea hora de agrandar la familia. Si bien en un inicio la idea la había parecido grandiosa, ahora ya no tanto. Era consiente de muchas cosas: que la relación en pareja que lleva con Harry ya era lo suficientemente madura para poder criar un hijo, que posiblemente era algo que su relación necesitaba, qua ambos necesitaban esto para sentirse más felices y completos, él sabía todo esto y la idea de un pequeño correteando por toda la casa, porque se mudarían a una casa, una pequeña combinación perfecta de Harry y el, le hacía feliz, la anhelaba. Pero había otra parte de él, que no sabía de dónde provenía, que le hacia dudar, que le hacía temer, replantearse si el aceptar había sido correcto.
Su mente era un caos, sus dudas y sus deseos se mezclaban entre sí. Tenían una batalla y no sabía cuál ganaría. Había querido hablar con Harry todas estas dudas que le inquietaban, pero había visto tan ilusión en sus ojos y en su voz, que no pudo rechazar esa propuesta y se contagió de ella.
Su cabeza comenzaba a doler por el hervidero de dudas y anhelos, suyos y de Harry. Frotándose el puente de la nariz, cerró los ojos y suspiro. Estaba tan confundido.
¿Aceptar había sido lo correcto?
**
Harry se encontraba tan feliz, su Sev había aceptado, pronto tendrían un pequeño y su deseo se vería cumplido. Acaba de salir de la tina, se dirigió hasta el espejo que tenían ahí, se observó completamente, observo su vientre con ilusión y su reflejo le sonrió.
Saliendo del baño se vistió con su pijama verde Slytherin, ese que tanto le gustaba a su esposo, porque hacía que sus ojos resaltaran, que se vieran más exóticos y hermosos de lo que de por sí ya son. Observo el reloj que se encontraba en la pared¸ cuarto para las dos, anunciaba. Pronto llegaría de la ronda nocturna. Sonrió con picardía, su esposo en algunas cosas nunca cambiaria, como lo era el atrapar a infractores, le encantaba descontar puntos cada vez que encontraba a algún alumno en los pasillos después del toque de queda. Sobre todo si estos eran Gryffindor, no que siguiera siendo el cabronazo que odiaba esa casa. Sí, no le gustaba mucho, pero desde que estaba con él, eso tuvo que cambiar, porque no permitiría que siguiera siendo injusto, esas preferencias y favoritismos solo habían promovido la rivalidad entre las casas, si en su momento eso hubiera parado, la guerra hubiera sido otra cosa, suspiro, el hubiera no existe. Movió la cabeza como despejándose de esos recuerdos y reflexiones. Recuperando la sonrisa decidió esperar a su esposo. Porque si querían un hijo tenían que empezar el proceso de elaboración.
***
Severus se dirigía ya a sus aposentos, se sentía lago cansado, por todo lo pensado en el tema y por la irritación que le provocaron algunos infractores de su propia casa, su propia casa. Suspiro entrando por el cuadro, donde un Salazar le deseaba buena noche, que le contesto con una discreta sonrisa. Sabía que tenía que expresarle todas sus dudas a su consorte y así lo haría.
Entro a su cuarto donde Harry se encontraba leyendo un libro, sonriéndole le dio un dulce beso y se dirigió al aseo. Una vez bañado y en pijama salió. La vista que recibió de su esposo le impacto y subió el calor de su cuerpo, unos cuantos grados más.
Harry había dejado de leer, ahora se exhibía ante él, de una manera un tanto provocativa. Se había puesto ese lindo pijama que él le había regalo y que el tanto apreciaba, sabía que cuando se lo ponía era pase automático para una noche sin descanso ni tregua. En esas noches donde se demostraban el amor y la pasión que se sentían el uno por el otro. Tenía el pijama ligeramente abierto, es decir, tenia todos los botones desabrochados, solo uno lo mantenía y era el que se encontraba a la altura de sus pezones, por lo demás mostraba su vientre plano, que marcaba el camino hacia su perdición y el paraíso. Subió la mirada, se encontró con sus ojos ardiendo en pasión por él, le sonrió coquetamente y sacando su sonrosada lengua, se mojó los labios, rematando ese cuadro se mordió su labio inferior con falsa inocencia que sabía lo encendía. Le llamo con un dedo y el cómo hipnotizado avanzo a la cama, donde se encontraba tan delicioso manjar.
Cuando llego a la cama, Harry lo tomo de los hombros, lo coloco encima de su cuerpo, un dulce estremecimiento le corrió de pies a cabeza. Su esposo le sonrió dulcemente. Pero de repente pensó en lo que iba a hacer antes de entrar, en la plática que debían mantener y dándole un dulce beso, se separó, lo que más pudo porque Harry no lo dejo ir.
—Harry, pará tenemos que hablar— el aludido solo arqueo una ceja al puro estilo Snape— es sobre el deseo…
—Sev ahora lo que necesito es cumplir otro tipo de deseo— le robo un pasional beso— no podríamos dejarlo para después. Te necesito...— lo dijo con tanta necesidad que el cuerpo de Sev se calentó aún más— Además si queremos traer un niño al mundo, tenemos que comenzar a hacerlo—como recalcando eso, froto su miembro necesitado contra el de él, Severus gimió excitado, se le estaba haciendo muy difícil, tratar de parar ese irresistible vaivén—. Sev no puedes dejarme así—provocándolo más, le comenzó a besar el cuello.
Quizás Severus exteriorizo su inseguridad, quizás Harry la vio reflejada en sus ojos, porque levanto la mira, le miro a los ojos, vio en esas
esmeraldas una gran pasión que solo provocaba el, pero más que nada, se refleja aún más, un inmenso y puro amor. Lentamente su consorte levanto la mano, con suavidad toco su mejilla con tanta ligereza que era como si una pluma tocara su piel. En cuando toco su piel cerro los ojos y a pesar de sus dudas, dejo que aquella estremecedora sensación recorriera su cuerpo. Entonces cedió a toda la pasión que se le había estado acumulando desde el instante en que lo vio sexymente recostado en la cama que compartían.
Beso cada centímetro del cuerpo de Harry, lo adoro como en aquella primera vez que compartieron juntos. Lo preparo dulce y amorosamente. Se hundió en el sintiendo la calidez de su cuerpo, Harry le beso en los labios con ternura. En ese instante pactaron un dulce vaivén, donde se demostrarían su amor. Experimentaron esa noche un extenso placer y amor. En el cual llegaron a alcanzar los pliegues más recónditos de su cuerpo, aún más cerca, aún más dentro, hasta llegar a tocarse el corazón. Cubrió a Harry con su cuerpo entero llenando hasta el último espacio de su ser y toco hasta la última fibra en su interior. Formaron una solo persona, con una última estocada, sintieron morirse al tocar el paraíso. El orgasmo les llego. Severus se derramo dentro de Harry, colocando su semilla en él y Harry entre ambos cuerpos.
Saliendo con suavidad de esa dulce cavidad, que una vez más le recibió, se acostó al lado de Harry, este al instante lo abrazo, al mismo tiempo que sintió la magia de Harry obrando un hechizo de limpieza sobre ambos. Beso su cabeza y Harry le beso el pecho. Ambos se sentían inmensamente felices.
—Te amo Severus.
—Te amo Harry
Compartiendo un último beso se acostaron, y en los brazos del otro se dejaron envolver por Morfeo.
****
Había pasado ya un mes, desde aquella noche de confesiones y dudas, por lo menos de su parte. Al día siguiente de esa extraordinaria noche de amor, le había confesado a Harry sus dudas y el como buen esposo que era lo comprendió, le mostro que no tenían nada que temer, si los dos estaban juntos todo estaría bien.
Harry recurrentemente tomaba pociones de fertilidad, no había día, que ese hormonal muchacho no le atacara y terminaran teniendo una batalla de amor en la cama o en el despacho de cualquiera de los dos, o ya de plano si está muy apurado terminaban los dos haciéndolo en un pasillo o en donde se suscitara.
Suspiro cuando sintió la mano traviesa de Harry, acercarse peligrosamente a su ahora despierta erección. Trato de apartar la mano, pero Harry tozudo y persistente, siguió intentándolo, termino por ceder un poco a las caricias que ahora le propiciaba esa mano, por encima del pantalón. No sintió cuando le había bajado el cierre, solo sabía que ya esa mano se había colado y tocaba ahora de verdad su erección, subía y bajaba, subía y baja, masturbándolo tortuosamente lento. En un movimiento le bajo el prepucio y jugó con el pulgar en la cabeza de su glande. Trato de ahogar un gemido, pero aun así los profesores que se encontraban cerca de su lugar en la mesa del gran comedor le miraron. Volteo a ver a Harry, este le miraba con una sonrisa traviesa, le fulmino con la mirada pero en cambio recibió una sonrisa coqueta. Siguió con su juego, ahora le imprimió más velocidad a su mano, trato de no gemir y también de apartar esa mano, ese juego le está comenzando a gustar. De la nada apareció una paleta de dulce que Harry tomo, y comenzó a chupar tan verdaderamente sexy, que eso solo lo provocaba más, puesto que no apartaba la vista de sus ojos. Entre más aumentaba el ritmo de su mano, bajaba la intensidad de como chupaba la paleta, pero no por eso dejaba de verse condenadamente caliente.
Severus estaba en una situación demasiado incomoda, él quería gemir pero no podía porque estaba en el gran comedor, su máscara comenzaba a caerse, y su cuerpo irremediablemente se estremecía de placer, además comenzaba a transpirar.
—Severus, ¿estás bien?— escucho la voz de la directora McGonagall, pero él no le podía responder porque si abría la boca de seguro soltaría un gran gemido y Harry en vez de parar, aumento más el ritmo llevándolo muy cerca del orgasmo— Severus, responde ¿estás bien?— la voz de la mujer se escuchaba de veras preocupada y sin proveer el movimiento le volteo su cabeza hacia ella, justo en ese momento el travieso de su esposo saco la mano de su erección y de su pantalón, soltó un gemido lastimero y doloroso porque estaba a punto de alcanzar el clímax—. No, no te encuentras bien, vamos Harry lleva a Severus a la enfermería— escucho ordenarle. Él se encontraba agitado y por demás decir que demasiado excitado— vamos Harry muévete.
Escucho la silla de su esposo correrse y también sintió muchas miradas en él. Tomando un respiro hablo.
—Estoy bien, directora, solo necesito un respiro— su voz salió ahogada.
—Nada de eso— le observo severamente, después miro a su esposo— llévalo a la enfermería para que lo revise Poppy, y considérate dispensado para dar las clases hoy— Severus arrugo el ceño e iba reclamar pero previéndolo, Minerva aclaro— sin peros Severus, lo estoy ordenando. Apresúrate Harry.
Sintió a su esposo ayudarle a levantarse, puesto que tenía las piernas débiles por los sucesos recientes. Comenzaron a caminar por el gran comedor hacia la salida, todos los estudiantes se le quedaron viendo. Agradeció en esos momentos su vestimenta, porque ocultaba todo signo de excitación que tenía.
Al salir ya comenzaba a regularizar su respiración y sus piernas ya las sentía más fuertes.
—Esta me la pagaras caro, amor— le sonrió a la Slytherin, vio a Harry tragar duro.
Justo en ese momento se toparon con Poppy. Que ayudo a Harry a transportarlo a la enfermería y cuando llegaron allí, ya estaba recuperado. Soltándose hablo.
—Ya me siento bien Poppy, me voy a clases— se despidió.
—Nada de eso, te quedaras aquí en observación, hasta que yo lo diga— lo hechizo, lo metió en una cama, volteándose hacia Harry hablo— Harry querido, ve a tus clases que ya deben de estar esperándote los alumnos, Severus estará bien.
Vio a Harry mirarle y mandándole una mirada llena de maldad junto con una sonrisa Slytherin le reafirmo que esta se la cobraría caro. Lo vio tragar duro y asentir para casi salir huyendo.
—Nos vemos pronto Sev. Te quiero, no lo olvides— fue lo último que escucho antes de salir de la enfermería.
—Ahora Severus, dime que tienes— le hablo Poppy, suspiro esto iba a ser largo.
—Me las pagaras león atrevido, me las pagaras— hablo por lo bajo.
*****
Harry estaba un poco preocupado y ansioso, esperando la venganza de su muy Slytherin esposo. Suspiro intranquilo, desde hacía algunas semanas que se estaba sintiendo un poco extraño, para ser exactos una semana después del incidente del gran comedor, eso había sido casi un mes antes, este estrés lo estaba acabando.
Sintió la puerta de su recamara abrirse y observo a su esposo en la puerta mirarlo con una sonrisa maliciosa. Oh, oh estaba en problemas. Lo observo caminar lentamente hacia él, un paso que avanzaba, un paso el retrocedía.
—Basta amor, sabes que te quiero, te juro que no lo vuelvo a hacer, por la santa Hufflepuff— observo a Severus negar, sin parar de avanzar. Pero pronto comenzó a sentirse extraño, vio el lugar dar vueltas alrededor y cuando sintió a su esposo cerca, la oscuridad lo envolvió.
******
Severus sintió a su esposo caer en sus brazos, seguro se hacia el inconsciente, para librarse del castigo. Siguiéndole el juego lo alzo en su brazos y lo dejo en la cama. Se levantó, simulo salir para después regresar sobre sus pasos y aventarse al cuerpo de su consorte, pero este no se movió, ni siquiera un milímetro de su lugar. Siguiéndole el juego comenzó a hacerle cosquillas en el estómago, pero ni así su esposo reacciono. Comenzando a preocuparse, comenzó a agitarlo, pero ni así reacciono.
—Harry me escuchas, ¿estás bien? Este juego ya no me está gustando. Déjate de tus bromas Potter— ni llamándole por su apellido reacciono, como un último esfuerzo un Enervate utilizo y observo poco a poco a Harry reaccionar — Harry, pequeño ¿te encuentras bien?
— ¿Sev? Severus ¿qué paso?— le vio parpadear confuso.
—Te desmayaste pequeño. ¿Qué paso? Es lo que te pregunto yo.
—Últimamente me he estado sintiendo algo cansado, más de lo normal, también me cuesta más levantarme y me mareo con frecuencia, pero seguro es el estrés de tu venganza— le vio sonreír débilmente.
Recapitulo: más cansado de lo normal, mareos frecuentes y sueño en exceso. Una sonrisa le ilumino el rostro, vio a Harry observarlo extrañado.
—Amor no será que estas embarazado— el rostro de Harry se ilumino y tan efusivo como es le dio un gran beso, en donde expresaba su dicha, él le correspondió.
—Sev, amor estoy tan feliz. Mañana mismo iremos a San Mungo, porque tú me acompañaras. Oh Sev— la mano de Harry viajo a su vientre— un pequeño de los dos— una dulce sonrisa se asomó, Severus asintiendo le dio otro dulce y tierno beso.
*******
Se encontraban en el consultorio de Hermione, la habían elegido a ella para llevar su embarazo a término. Ya le habían realizado todas las pruebas que ella había dictaminado y esperaban a que llegara con los resultados.
Harry se sentía muy nervioso, prueba de ello era que apretaba fuertemente la mano de su esposo que se encontraba al lado, junto a él. Hermione entro en ese momento y mostraba una cara neutral. Se sentó delante de ellos, detrás del escritorio.
—Empecemos por el inicio está bien, Harry, profesor Snape— los dos asintieron y le pusieron la mayor atención—. Hay tres formas de concebir un hijo en el caso de los varones. La primera es por una poción fertilizante, la segunda por el potencial mágico de sus padres, la última y no por eso menos importante, el amor que se profesa la pareja. Pero eso ya lo sabían— volvieron a asentir— en el caso de ustedes cualquiera de las tres les funcionaria, el potencial mágico de los dos es muy elevado y ni qué decir del amor que se profesan. Por lo que me te pregunto Harry ¿has estado tomando pociones fertilizantes?
—Sí, porque lo preguntas.
—Me lo temía y me arriesgo a decir que es usted quien las prepara profesor Snape, verdad— Severus asintió— por algún extraño motivo esas pociones le están causando daño…
—Pero él bebe ¿se encuentra bien Mione?— ella negó con la cabeza y Harry se gimió desesperado apretando más la mano que sostenía Severus—. ¿Qué le pasa al bebe?
—Harry tu no estas embarazado, tu cuerpo no está preparado por algún motivo, que todavía no comprendo— Hermione hablo lo más consoladora y suave que pudo, respiro hondo continuo— Harry yo lo siento pero…
—Hable de una vez Srta. Granger— le exigió Severus puesto que Harry se había refugiado en los brazos de su esposo y hablando desde allí pregunto:
—Y cuando podre embarazarse Mione ¿Cuándo?— Harry hablo con voz trémula.
Hermione les vio con algo parecido a la compasión y con una pisca de dolor.
—Harry, tu jamás podrás concebir…yo deberás lo siento.
Lo único que después se escucho fue el llanto de Harry, un llanto que rompía el alma, como rota estaba su ilusión.
************************************************************
Gracias por leer.
[/font]