Bueno..., aquí el cuarto chap de este estraño fic xDDDDD
Recuerdo que este fic está completamente dedicado a Majo!!!!
Notas sobre este fic...:
Pareja: Severus Snape x Harry Potter
Rating: Por el momento Pg-13, posiblemente en el siguiente ya sea PG-17
También quiero mencionar que en mi fic los Weaslys no son la "familia" de Harry, si no los Malfoy xDDDD
Bueno..., creo que no se me olvida nada, asi que simplemente doy paso al chapter, esta vez me quedó un poquito más largo jejejej
PD: Rezar por que pueda terminar a tiempo el fic, quedan como 4 capítulos y los tendré que hacer rápidos y algo resumidos jajajajaja, ser buenos conmigo.
------------
CHAPTER 4: LA VERDAD
No podía evitar el sorprenderse, sus ojos todavía seguían abiertos observando detenidamente a la persona que estaba delante de él sin poder creérselo, pero daba igual como lo mirase, aquella persona era Harry Potter en carne y hueso. Lo primero que se preguntaba era el por que estaba allí y no donde verdaderamente tendría que estar en estos momentos, no se lo explicaba; sabía perfectamente que la familia a la que pertenecía dicho muchacho era bastante importante en todo el mundo, aun que mucho más allí en Inglaterra. Algo muy grave había tenido que pasar para que el muchacho se fuera el último rincón del país falsificando su identidad y sus datos.
--¿Cómo es posible que alguien de su calaña se encuentre en este moribundo pueblo? –preguntó Severus cruzándose de brazos sin dejar de mirar inquisidor al muchacho quién cada vez se ponía más y más pálido.
--Por favor…, le pido que no me catalogue de la misma forma que a él –pidió mientras bajaba la mirada a la par que se acercaba a un pequeño sofá de dos plazas y sentarse en el mismo- No estoy allí por propia voluntad –comentó mientras apoyaba los codos en sus piernas para luego tapar su rostro.
--Seguro…, eso dicen todos en tu misma situación. ¿Por qué debería creerle? –preguntó Sanpe con voz dura sin moverse de donde estaba aun de brazos cruzados.
--No le pido que me crea –dice encogiéndose de hombros- solo le pido que me deje seguir trabajando aquí –le pidió mientras elevaba la cabeza y le miraba con intensidad.
Ante aquella mirada Sanpe pudo notar el miedo, terror, angustia que sentía el muchacho en aquellos momentos pero…., no sabía si era el por que él había descubierto quién era, o por temor a que le corriera de allí dejándole a su propia suerte.
Sabía perfectamente que sucedía si se metía con esa familia en particular y… no quería volver a repetirse lo mismo pero, quería averiguar muchas cosas y puede que aquel muchacho pudiera ayudarle en sus planes de venganza en contra de aquel hombre. Cada uno tenía su propio rencor hacía él aun que los dos quería lo mismo sobre su persona. La muerte.
--Señor Potter, o quién quiera que sea –comentó haciendo hincapié en el primer nombre dado por el joven- Tiene una semana para contarme todo, y con todo me refiero desde el principio hasta ahora. Sin omitir nada, como sienta que me oculta alto… -dejó el final de la frase en el aire observando la reacción del muchacho quién había captado la indirecta del hombre.
--Es un ultimátum, ¿verdad? –preguntó Harry mientras sonreía con resignación mientras negaba con la cabeza antes de volver a alzarla- Es un trato –dijo mientras se levantaba y extendía su mano.
Severus estrechó fuertemente su mano con la del más joven percatándose por primera vez la gran y fea cicatriz que había en aquella muñeca derecha y no dudaba que también tuviera otra en la izquierda a lo que y se obligó a fruncir el ceño; allí había algo que no le gustaba nada, cada vez había más y más preguntas sin respuestas y a Snape no le gustaban los momentos que él no podía manejar la situación, y aquella tenía la sensación de que iba a ser muy escabrosa…
Posteriormente de soltar la mano del muchacho éste se acercó a su taquilla y tomó el maquillaje para aplicárselo en la cara ocultando así nuevamente las cicatrices, lavándose las manos después de la aplicación se acercó al espejo para colocarse las lentillas que ocultaban ese hermoso color verde esperanza aun que…, él no tenía ninguna desde hace mucho tiempo encontrándose solo y perdido.
Severus giró sobre sus talones y salió de allí con paso decidido y sin mirar al muchacho en ningún momento después de girarse, por el momento le dejaría tranquilo, cosa que Harry agradeció mientras lo observaba partir a través del espejo. Después de un largo y profundo suspiró también se giró para marcharse hacía la entrada por si llegaba su siguiente cliente puesto que al mirar la hora se había percatado que no quedaban ni 5 minutos para que llegara la mujer que le había pedido para una manicura francesa con uñas de gel. No es que estuviera de mucho ánimo en esos momentos, pero tenía que hacer su trabajo puesto que no le daría motivos a Snape para que le despidiera por una verdadera causa laboral.
Cuando fue la hora de cerrar el establecimiento él se despidió de Hermione y Ginny quienes se marcharon a la casa de la segunda puesto que le mencionaron que ambas eran cuñadas ya que la mayor de las dos era la novia de su hermano, el mas pequeño de los 6 que eran sin contarla a Ginny. Después de aquella corta despedida entre compañeros de trabajo Harry se fue en su dirección sin percatarse que desde la misma ventana por la que él había visto partir a Draco ahora le observaba Severus atentamente, con sus brazos cruzados se decía una y otra vez que tenía que esperar aquel tiempo pactado antes de saber nada más sobre el joven y lo que le pasó para acabar en aquella situación.
Haciendo una mueca de impaciencia se giró para apartar la vista del muchacho y empezar a prepararse para irse él también, por lo que no pudo ver como un par de personas se acercaron al muchacho; este al verles se puso rápidamente a la defensiva pero al observar quienes eran no pudo hacer más que sonreír aliviado conteniendo las ganas de abrazar a aquellas personas pero no podía hacerlo allí a la vista de cualquier traseunte que circulaba por allí, por lo que simplemente inclinó su cabeza a modo de saludo para luego empezar a andar con ellos a ambos lados de su cuerpo.
No hablaron, tampoco se dedicaron alguna mirada durante el recorrido que hicieron hasta que llegaron a su casa donde primero les dio paso a ellos y posteriormente entró él cerrando la puerta con sus respectivos cerrojos antes de girarse a mirarle y ofrecerles dejar sus abrigos en el perchero al lado de la puerta antes de que se acomodaran en el sofá que había en la pequeña sala de su departamento, el cual no era demasiado grande puesto que solo él vivía y tampoco quería llamar demasiado la atención.
--No esperaba que Draco fuese un chismoso tan rápido –comentó Harry divertido una vez acomodado en un sofá individual mientras observaba a los dos más mayores sentados a si diestra en un sofá de dos plazas.
--Y nosotros esperábamos que no te escondieras de nosotros –comentó una de las personas con voz grave, molesta pero a la vez aliviada.
--No es que desconfíe de vosotros pero…, recordad de quién trato de escapar. Si os lo llego a decir seguramente ahora estaría encerrado –dijo con voz seria en esta ocasión mientras apoyaba sus brazos en sus muslos.
--Harry…, nos tuviste preocupados, no supimos nada de ti desde que te marchaste. Ni una llamada, carta. Nada... –dijo la otra persona, su voz era mucho más suave y aterciopelada.
Ante aquello Harry no pudo evitar el sonreír mirando a quién había hablado en este momento conteniendo las ganas de abrazara esa persona- Muchas gracias, Narcisa. Vosotros habéis sido como mi familia desde que ocurrió todo aquello –dijo sin dejar de sonreír a la mujer.
--Lo sabemos Harry, y nosotros te consideramos como nuestro hijo. Por mucho que trabajemos para él nunca te delataríamos, ten en cuenta eso –dijo la primera vez altiva, orgullosa y poderosa.
--Losé, losé… -dijo el muchacho asintiendo con la cabeza también- Lo siento mucho, Lucius, Narcisa; prometo que si vuelvo a escaparme os dejaré un aviso para que no os asustéis –dijo riendo levemente intentando relajar el ambiente.
--Eres un… -empezó a decir Lucius apretando su bastón, pero se contuvo en continuar y sonrió de medio lado- Por cierto…, me ha dicho Draco que estás trabajando en el centro de Severus Snape –comentó cambiando completamente de tema.
--Así es, no sabía nada, ni siquiera que era su padrino. Me sorprendió bastante cuando me lo dijo –comentó el muchacho mucho más relajado al igual que sus invitados- Y por su culpa él me descubrió –dijo haciendo una divertida mueca que hizo que los señores Malfoy rieran un poco.
--No te preocupes Harry, Severus no dirá nada –aseguró Narcisa tomando una de sus manos entre las suyas.
Le sonrió agradecido y les invitó a que cenaran con él, acto que aceptaron gustosos por lo que el muchacho se levantó dirigiéndose a la cocina para preparar una cena, ligera, pero agradable para los tres. Les sirvió una copa de vino a los padres de Draco quienes agradecieron el gesto por lo que Narcisa le ayudó a hacer la cena, mientras que Lucius diciendo que él no había nacido para cocinar, se quedó en el salón observándoles desde allí agradeciendo que fuera una cocina tipo americana. Ante aquello el muchacho y la mujer rieron pensando “Malfoys” refiriéndose a la refinada familia de la que sucedía el hombre,
La cena fue tranquila y amena, charlas divertidas y hablando de todo un poco; el muchacho les había preparado una ensalada de lechugas con tomate, maíz, algunos frutos, quesos variados, etc. Bastante deliciosa, le hicieron saber los mayores, y para acompañar lubina al horno con cebolla, patata y tomate; tenían que reconocer que el ojiverde era un buen anfitrión. Poco más tarde de la media noche los señores Malfoy se despidieron del joven; cerrando posteriormente la puerta echando el cerrojo de cadena al igual que varias vueltas de llave. No es que fuese un paranoico, pero la vida te enseña muchas cosas y mejor prevenir que lamentar, cosa que él había aprendido hace ya mucho tiempo.
Finalmente había pasado la semana que había acordado el muchacho con su jefe y este esperaba que se le hubiera olvidado; el día había estado bastante ajetreado, tenían clientes desde primera hora de la mañana y por la tarde igual, agradecían que al menos tenían una hora y media para comer, si no habrían desfallecido, al igual, que agradecía que eran bastantes, buenos y rápidos en su trabajo. Aquel día nuevamente había ido Draco a hacerse otro masaje pero en esta ocasión había sido Severus el que se lo había hecho puesto que Harry había estado más en estética que en fisioterapia.
Cada vez se acercaba más rápido la hora de cerrar y con ello el temor del de “ojos bicolor” se agrandaba más y más, aun que no lo demostraba. Mientras hacía su trabajo era todo un profesional y no dejaba salir sus verdaderas emociones, atendía a los clientes, se despedía de ellos, conversaba levemente con sus compañeros antes de entrar nuevamente en la cabina que le tocara para hacer el trabajo correspondiente tanto si era muy pesado (un masaje) o muy ligero (manicura, pedicura, etc.); nunca decía que no por lo que por una parte casi hasta abusaban de su buena intención y por consiguiente era casi el más solicitado entre clientes y clientas que iban al local.
--Señor Jonas, cuando cierren quiero que se quede un momento. Quiero hablar con usted –le había informado Snape cuando su último cliente se había marchado.
Sus compañeros le miraron con lástima, puesto que estos pensaban que le iba a despedir, aun que se alejaban bastante de la verdadera intención sobre el mayor. Harry solo pudo suspirar resignado mientras sus hombros se caían desilusionados al saber que Severus no se había olivado de la fecha acordada; mientras sus compañeros le decían que fuese fuerte Harry casi se puso a reír, veía la buena intención de sus compañeros al darle ánimos, ellos seguían pensando en que le despediría, pero tampoco les dijo lo contrario puesto que… tal vez después de contarle la verdad quisiera despedirle para no tener problemas sobre él y su negocio.
La hora de la verdad había llegado y allí estaba él, se despidió de sus compañeros para luego cerrar la puerta quedándose él dentro del lugar, cambió el panel de “Abierto” a “Cerrado” y girando sobre sus talones comenzó a dirigirse al despacho de su superior quién ya estaba allí esperándole sentado en su butaca haciendo el recuento de lo que habían hecho durante la semana. Ya era sábado por lo que mañana domingo no abrirían, las cuentas se hacían todos los días por lo que Severus era el último en irse todos los días, a excepción de aquel, pero no hizo comentario alguno, simplemente se quedó esperando en la puerta esperando a que el hombre estuviera desocupado y le indicara que hacer.
--Siéntese, señor Potter –le indicó sin mirarle y llamándole por su verdadero apellido.
El muchacho simplemente se hincó de hombros para luego andar en silencio hasta una de las sillas que estaba enfrente del escritorio perteneciente al jefe de aquel negocio. Comenzaba a ponerse nervioso, puesto que el silencio solo era roto por las manecillas de un reloj de pared, el movimiento de hojas, teclas de calculadora y ordenador; el muchacho cada vez estaba más y más incómodo pero no se movía de la posición en la que se había puesto desde el principio al igual que tampoco demostraba lo que sentía ni en su expresión facial al igual que la corporal, puesto que no dudaba que aquel hombre descubriría sus miedos y dudas sin las mostraba aun que fuese un instante.
--Bien..., es hora de hablar, tanto si le gusta o no, tanto si quiere como si no –sentenció el moreno dejando sus quehaceres para mirar el muchacho delante de él- Así que…, empecemos por el principio de todo –casi le ordenó, Harry simplemente suspiró cerrando sus ojos un momento para luego abrirlos y fijarlos en los ajenos.
[FLASH BACK]
Mi familia siempre había sido reconocida, bueno…, la familia de mi padre aun que nadie sabía la verdad que se ocultaba tras aquel respetable y conocido apellido. A mi si me lo hubieran dicho tampoco lo hubiera creído a menos que lo viera con mis ojos; ¡Dios!, que equivocado estaba con todo aquello, aun recuerdo cuando vi a mi padre discutir con mis abuelos, no entendía muy bien de que hablaban puesto que me encontraba bastante lejos, al igual que mi madre, yo solo tenía 5 años cuando aquella discusión, a causa de la distancia solo escuchaba gritos, cuando los gritos aumentaban mi madre me apegaba más a ella como queriéndome proteger. Una vez supe la verdad la admiré mucho puesto que no le importó, solo quería estar con mi padre, al igual que él con ella.
Esa fue la última vez que vi a mis abuelos, estos habían desheredado a mi padre, pero como él les grito: “No necesito de vuestro consentimiento o dinero, nunca me volveré alguien como vosotros. Nunca volveréis a verme” Y que razón tenía con todo aquello puesto que 2 años después asaltaron en nuestra casa, nos habíamos mudado muchas veces desde entonces, como si estuviéramos huyendo de alguien. Yo en ese entonces solo tenía 7 años, pero me enteraba de todo lo que me querían ocultar, sabía la verdad sobre tras el apellido de mi familia paterna, pero nunca me importó, solo quería tener a mis padres conmigo un poco más de tiempo, aun que no fue posible.
Todavía recuerdo aquella noche y no sé si llamarla o no coincidencia…, estábamos los tres divirtiéndonos viendo películas de “miedo”, pero más nos reíamos que otra cosa, era normal, puesto que era 31 de Octubre y estábamos en pleno Halloween, mis amigos me dijeron de ir a pedir golosinas, pero no quise, además tenía una muela picada y no podía comer dulces ni nada parecido y el solo pensarlo me molestaba puesto que esperaba con ansias ese día. Pero parece que fue cosa del destino, todo era divertido, nadie nos molestaba pero en cuanto menos te lo esperas toda tu vida cambia sin que te des cuenta.
La puerta del jardín abriéndose estrepitosamente, gente por todas partes rodeándonos, apuntándonos con armas. Yo no tendía que ocurría, me abracé a mi madre con fuerza, tenía el presentimiento de que ya no nos veríamos más y mira si tenía razón; antes de poder darnos el cuerpo de mi madre calló al suelo de una forma tan brusca que tanto mi padre como yo no quedamos petrificados, no sabía de donde vino la bala hasta que un hombre se hizo paso entre las personas que nos rodearon, tenía su rostro cubierto por una máscara, pero parecía que James si sabía de quién se trataba puesto que me tomó en brazos protegiéndome de una forma tan firme que hasta me daba miedo.
Después de ese momento todo se volvió negro y no supe nada más; solo que me desperté en una cama muy grande a la que yo recordaba por lo que deduje que aquella ni era mi cama, al igual que tampoco era mi casa puesto que la habitación era muy grande, casi dos veces y media más grande que la que yo había tenido en mi casa. En ese momento reí por lo cómoda que era el colchón en el que me encontraba, después empecé a mirar por todos los lados como buscando algo reconocible, pero no había nada y… fue en ese momento cuando me percaté y empecé a recordar todo lo que había pasado la noche anterior.
Empecé a chillar y a llorar llamando a mis padres, bajándome de la cama intenté abrir todas las puertas, pero ninguna se abría, la única que se abrió fue la de la terraza, irónico ¿no?, no dudé en ningún momento el saltar la altura era considerable y de haber llegado al suelo seguramente me habría partido la crisma, pero alguien me detuvo encerrándome entre sus brazos. Con mi rostro anegado en lágrimas comencé a patalear y a gritar, exigiendo ver a mis padres; ninguna respuesta vino por parte de aquella persona por lo que giré mi rostro y fue la primera vez que veía a alguien tan hermoso, también era la primera vez que le veía y no tenía consciencia de quién era…
--Tranquilo Harry… -dijo con voz aterciopelada como queriendo encantar a una serpiente- Yo te cuidaré desde ahora –me dijo con una sonrisa como queriendo relajarme y que me tranquilizara.
--¿Papá, mamá? –fue lo único que podía decir aun entre llantos sin dejar de mirarlo como si él tuviera la respuesta.
--Ellos…, ellos no volverá Harry –me dijo con toda la seriedad del mucho, como si de verdad hubiera sentido pena por su pérdida.
--¿Quién… eres tú? –fue lo que le pregunté de forma inocente y con unas renovadas lágrimas mientras pensaba una y otra vez que mis padres estaban muertos.
Él, ante aquella pregunta solo sonrió tranquilizador para calmarme, en esos momentos si lo hizo…- Tom Riddle…, y desde ahora yo te cuidaré- aquella contestación no me trajo ninguna tranquilidad, y en aquella edad me temía todo lo peor desde ese momento en adelante…
---------------------------------
Y eso es todo por el momento...., todavía no ha terminado de contar la historia, en el siguiente chapter empezará a contar ya desde su adolescencia, como pasó su vida con Tom y los Mafloy, como les conoció a ellos, su relación con Draco, etc jejejejeje