Manos de Santo. Cuerpo de Demonio. Capítulo 2: El contrato // Lorient; Snarry-Lucid

Bueno, pues finalmente os traigo el primer capítulo xDDD; espero que me haya quedado lo suficientemente largo para que disfruteis de él xDDDD. Antes de nada, este fic está dedicado completamente a Majo-san!!!!! >o<, todavía te debo la segunda parte del regalo de amigo secreto, asi que como no sé continuarlo, te dedigo este xDDDDD



Segundo: Ninguno de los personajes nombrados en la historia me pertenecen a mi si no a J. K Rowling; menos los hermanos Walker xDDD, a ellos me los inventé sobre la marcha jajajajajajajajajajaja



Tercero: Fic completamente Snarry, es decir: Severus Snape x Harry Potter - No sé si habrá secundarias, eso lo decidiré según escriba xDDDD



Cuarto y último: es mi segundo fic de esta pareja y la verdad es que me cuesta mucho por lo que ser bueno y buenas conmigo xDDDDD; también me he basado en mis estudios para hacer este fic, al menos el sitio donde va a estar centrada la historia xD.

También mencionar que este fic se está creando gracias al: "DÍA INTERNACIONAL DEL SNARRY"; disfrutad el mío y todos los que vengan detrás o delante... xDDDD

Y ahora sin más dilación el primer chapter ^^




Oh!, que bien, todavía no os habéis ido, gracias por esperarnos. A ver… ¿por dónde nos habíamos quedado?... Ah! Si….





--¡Granger! –se escuchó un fuerte grito mientras la puerta hacía la recepción se abría fuertemente- ¡La dije que hiciera el inventario! –exclamó esa persona acercándose a la mujer que estaba tomando una cita para una mujer.



--Pero si lo hice anoche antes de que se cerrara –informó la mujer parando de escribir y girándose hacia su jefe- Usted mismo vio la lista anoche una vez terminé –comunicó con tranquilidad acostumbrada a esas escenas por parte de su superior.



--¡¿Entonces por qué no hay ni un solo bote de crema “Fisioplas”?! –preguntó nuevamente en gritos delante de toda la clientela la cual ya ni se inmutaba de aquello.



--Por que es de las que ya no quedan, usted mismo lo vio. Recién esta mañana hice el pedido y no lo traerán hasta entrada la tarde –le dijo la secretaria con paciencia- Hablaron con usted esta mañana, ¿recuerda? –preguntó intentando contener una sonrisa al ver la cara de su jefe.



El hombre simplemente gruñó y volvió a adentrarse dentro de su lugar de trabajo; por otra parte la muchacha siguió tomando citas para ese día o para los restantes de la semana. En ello, entró un muchacho de cabellos rojizos oscuros, no muy alto y de mirada bicolor; la gente no le prestó atención y a él tampoco parecía emocionarle que le miraran, por lo que lo agradeció y acercándose a la recepción esperó a que le tocara su turno para poder hablar con la muchacha haciendo referencia a la nota informativa que había colgada afuera en una de las paredes exteriores del local.



Una vez le tocó se acercó con expresión tranquila y segura- Hola buenos días, me preguntaba si todavía está vacante el puesto que se menciona en este anuncio –dijo mientras le extendía uno de los folletos que había adquirido del exterior.



La joven le miró para luego tomar el papel y alzaba una ceja extrañada, pero no dijo nada, simplemente se dirigió dentro de las instalaciones por la misma puerta por la que había desaparecido aquel gruñón hombre. El joven se quedó allí parado observando el lugar a la espera de una contestación; no fue ni 5 minutos después cuando salió de aquella puerta un hombre alto, fornido, con una mirada penetrante, fría, calculadora y muy oscura, al igual que sus cabellos. Siguiéndole estaba la muchacha que anteriormente la había atendido antes de desaparecer por la misma.



--Su currículum –dijo con voz grave el jefe de aquel establecimiento, dejando completamente parado en su sitio al joven extraño- No tengo todo el día –gruñó mientras extendía su mano en dirección al joven para que le pasara dicho pedido.



--Cla-claro…, aquí tiene –dijo mientras sacaba de su bandolera una carpeta y de la misma el documento que le exigía aquel hombre de cabellos oscuros.



De mala gana y con algo de rudeza tomó los papeles que le entregaba comenzando a leerlos con bastante dejadez y una pizca de aburrimiento; aun que eso pasó de lado cuando comenzó a leer el “historial” de donde había trabajado el muchacho, sus especializaciones, los cursos y la carrera que había estudiado antes de llegar allí. Con una ceja alzada miró al pelirrojo como si no se creyera lo que había allí puesto. Bajando el documento le volvió a mirar para luego entregarle a Granger los papeles y volver hacia dentro nuevamente; el muchacho se quedó allí parado sin saber qué hacer, puesto que no sabía si aquello significaba algo bueno o algo malo. La muchacha rió levemente para luego indicarle que siguiera al hombre y con un asentimiento de cabeza cruzó también la puerta para quedarse parado observando la siguiente sale bastante sorprendido.



--¿Te vas a quedar mirando como un estúpido todo el día o vas a seguirme? –preguntó el hombre parado delante de una puerta a medio abrir por una de sus manos.



Al escuchar la voz, el joven salió de su ensimismamiento y le siguió entrando después de él en el despacho. Era sencillo, con su escritorio, un sofá un poco más alejado y dos sillas delante del mencionado al principio el cual estaba repleto de papeles, facturas y su ordenador portátil.



--Siéntese –ordenó más que pidió, el muchacho suspirando levemente hizo el mandato sentándose en una de las sillas mencionadas- Según tu currículum te llamas Jonas Started, ¿me equivoco? –preguntó con la misma dureza pero algo más “relajado” mientras tomaba el documento mencionado el cual salía por el fax que había en uno de los lados junto con la fotocopiadora (queda decir de más que ha sido enviado desde recepción por parte de Hermione, ¿no?)



--Así es señor –contestó el muchacho con ambas manos sobre su bandolera, ahora colocada en su regazo.



--Ha hecho la carrera de fisioterapia en la universidad de Colorado, ¿correcto? –preguntó nuevamente aburrido de ese procedimiento tan habitual y cansino.



--En efecto –contestó nuevamente Jonas con un asentimiento de cabeza también.



--Si estudió en los Estados Unidos, ¿por qué ha venido aquí a Escocia a un pueblo perdido de la mano de Dios? –preguntó esta vez, más por curiosidad que por otra cosa.



--Cierto… mis estudios fueron realizados en Colorado por qué me dieron una beca de estudios en ese país, aun que originalmente nací en Inglaterra –informó sin preocupación alguna- terminé la carrera hace ya 3 años, después de eso me dediqué a cursos superiores para tener más habilidad y conocimiento. Como puede leer en mi C.V



Chasqueó la lengua y gruñó nuevamente mientras dejaba el documento en la mesa; posteriormente se volvió a levantar y se acercó a un armario el cual abrió para luego hacer lo mismo con uno de sus cajones, sacando de allí un uniforme de color blanco envuelto en plástico. Se lo lanzó el joven, quién lo atrapó en el aire; después de eso el hombre le indicó donde estaban los vestuarios del personal para que fuera a cambiarse y que después se dirigiera a la cabina 4 de fisioterapia. Nada más terminar de decir salió de allí sin esperar a que el otro pudiera levantarse o decir algo; encogiéndose de hombros salió también del despacho encaminándose el lugar mencionado dejando en una de las taquillas sin nombre sus pertenencias para luego acomodarse el uniforme.



Este constaba de dos partes, unos pantalones largos no muy pegados para su fácil movimiento a excepción de los bajos. La parte superior era de cremallera, la cual estaba a un lado y no llegaba completamente a la altura del cuello, por lo que quedaba como un cm más abajo. El muchacho tenía que reconocer que dicha ropa era cómoda y de bastante calidad, alergia seguramente no le daría….



Finalmente tomó los zuecos que venían también junto con el uniforme en la misma bolsa, pero con una bolsa extra para que no se manchara nada y, posteriormente a ponérselos salió de allí cerrando la taquilla para dirigirse al segundo lugar mencionado.

En ese momento aprovechó para observar mejor aquella solitaria sala llena de puertas que daban a cabinas de estética y la que dividía a la recepción al igual que la que daba a la zona de fisioterapia. Su decorado era el mismo que la sala de espera, con su tono beige en las paredes, aun que la cenefa en esta ocasión era de un tono azul, pero sin ser ni muy claro ni muy oscuro.



Cuando dejó de observar el lugar comenzó a andar a la zona de fisioterapia, nada más abrir la puerta, se percató del aroma que desprendía aquel lugar, el incienso se podía palpar perfectamente y lo mejor es que no era incómodo. Las luces allí estaban bastante bajas dándole un aspecto mucho más relajante para el cliente; buscó entre las 5 cabinas que había la que le indicó anteriormente el hombre y… nada más encontrarla golpeó 3 veces la puerta suavemente esperando una respuesta del interior o que le abrieran.



En esta ocasión fue la voz del hombre quién le indicó que entrara por lo que Jonas abrió con delicadeza y silencio la puerta entrando posteriormente cerrando de la misma forma una vez estuvo dentro. El ambiente era embriagante y… si no fuera porque ya estaba acostumbrado a esos tipos de ambientes habría caído cual ratón en una trampa con queso.

El de la mirada bicolor visualizó la sala observando en el medio de la misma una camilla con dos cuerpos, uno tumbado a lo largo de la nombrada boca abajo y el otro a uno de los lados con las manos en las piernas del cliente, más específicamente en su pierna derecha.



--Por fin llegó –dijo mientras hacía profundos movimientos de dedos en los músculos del gemelo, ganando un leve quejido por parte de la persona tumbada- venga acá y dígame de que padece este hombre –le ordenó al joven quién, lavándose primero las manos, se acercó parándose al otro lado de la camilla.



Observó primero como su superior alejaba las manos de la pierna para luego comenzar a analizar primero de forma visual, o al menos lo que podía ver en aquella leve penumbra tan agradable, el tejido de la piel para luego alargar ambas manos presionándolas en el muslo y empezando a oscultar con fuerza y profundidad pero sin hacer daño en ningún momento. Empezó a bajar por la zona hasta llegar al hueco poplíteo(1), sin presionar demasiado en aquella zona, hasta que llegó al gemelo donde anteriormente el hombre de oscura mirada había tenido sus manos haciendo un gratificante trabajo a pesar de lo doloroso que podía resultar.



--Según he podido notar, este hombre ha tenido una reciente y peligrosa rotura desde el húmero, pasando por la rótula y la tibia –informó el joven muchacho aun detenido en el gemelo haciendo varios movimientos que quitaban bastante tensión del cuerpo y más específicamente, de la zona que estaba tratando- y podría decir que no hace ni medio año que fue operado de urgencia.



Después de decir aquello, el hombre le ordenó, nuevamente, que hiciera un masaje correspondiente ante las dolencias que pudiera tener y para hacer la movilidad de la pierna fuese mejorando a pesar de que fuese a rehabilitación. Sin más que un asentimiento por parte de Jonas empezó con los movimientos, seguros, sin duda, profundos y en las zonas correctas donde de vez en cuando tenía alguna reacción involuntaria de la pierna. Embadurnando sus manos en la crema que le indicó el jefe del local comenzó a hacer movimientos con sus manos aun más extendidos y que abarcaban más zonas; pero no por ello el resultado sería distinto del que estaba buscando allí el cliente y por consiguiente la prueba que estaba realizando el joven por parte del hombre.



Alrededor de unos 45 minutos después tanto el de oscuros cabellos como el joven a prueba salieron de la cabina, puesto que el masaje había finalizado, para darle privacidad al cliente para que comenzara a vestirse, no sin antes haberle ayudado a incorporarse para evitarse cualquier mareo innecesario. Una vez fuera se pararon esperando al hombre que saliera para así conducirle a la salida, ninguno de los dos dijo nada, se mantuvieron profesionales parados a ambos lados de la puerta la cual finalmente se abrió dando paso al hombre, quién portaba una muleta como apoyo para poder andar y no forzarse demasiado y no provocar así más dolor o que la recuperación se agravara.



Con un simple “Vuelva a mi despacho” por parte del hombre, Jonas asintió y… despidiéndose del cliente esperó a que ellos salieran para hacerlo después, en signo de respeto, y encaminarse hacia dicho lugar quedándose allí de pié y parado. Dejó salir finalmente un suspiro para luego acercarse a la ventana que había en el despacho, de brazos cruzados, recto y con la mirada perdida fue como le encontró el hombre quién había entrado en el despacho de forma tan silenciosa que el muchacho ni se percató de la llegada del director del lugar.



Con el ceño fruncido observó como el joven miraba sin percatarse de su presencia por lo que cerró fuertemente la puerta ganándose finalmente la atención del joven pelirrojo- Siéntese –ordenó por… a saber por cuanta vez ya…, pero aun así el muchacho lo hizo posteriormente de que lo hiciera él en su butaca- Tengo que reconocer que eso ha sido realmente rápido –dijo haciendo referencia a lo sucedido anteriormente en la cabina- No mucha gente puede descubrir ese tipo de situaciones en una persona –comentó haciendo la indicación de la rotura y operación- Pero esto todavía no ha acabado, todavía le queda mucho por aprender y también tiene que mostrarme muchas cosas. Seguramente esconderás muchas habilidades por lo que las quiero conocer todas –dijo bastante ambicioso el hombre.



El menor del lugar no pudo más que alzar una ceja bastante sorprendido por las palabras que le estaba dado aquel serio, recto, y algo oscuro, hombre. De verdad no se esperó aquello, pero sin sonreír ni nada por el estilo asintió con su cabeza. El hombre se levantó para luego extender una de sus manos en dirección al muchacho, quién a su vez también se levantó pero… antes de estrechar su mano le miró directamente a los ojos.



--Disculpe señor pero… ¿cómo debería llamarle? –preguntó el joven de mirada bicolor con una de sus cejas alzadas a la espera de saber el nombre.



Con un gruñido de molestia y posteriormente un bufido miró también directamente a los ojos del chico percatándose de algo en aquella mirada, pero sin decir nada al respecto- Severus Snape – dijo simplemente y sin muchas ceremonias.


Una vez supo su nombre sonrió relajado y estrechó su mano con fuerza y firmeza, aceptando las palabras que dijo el hombre. Con ello se firmó el primer contrato, posteriormente llegó el contrario a firmar el cual hizo sin titubear pero leyendo de arriba abajo todo el contenido.







Antes de nada:


(1) Hueco poplíteo: En la anatomía huama, el hueco poplíteo es una depresión más o menos romboidal de eje mayor vertical, localizada en la región de las piernas animales, que se aprecia en la parte posterior de la rodilla, espcialmente cuando la pierna está en flexión o semiflexión.

Dejo esa nota por si alquien no sabe que significa xDDDD


Bueno, ¿qué os a parecido?, merece que lo continue? xDDDD; Ya me direís que os pareció este .

Hasta la próxima y FELIZ MES INTERNACIONAL DEL SNARRY!!!! xDDDD

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