CANTANDO… ME ENAMORE
Resumen: Harry es la estrella del equipo escolar de Futbol. Severus, un estudiante, que entra en la misma universidad que Harry para hacer unas investigaciones. ¿Que pasará cuando se reencuentren depués de lo que sucedio en la fiesta de Año Nuevo?¿Surgira algo más que una amistad?
Pareja: Harry/Severus
Personajes: Harry Potter, Severus Snape
Géneros: Drama, Romance, Songfic
Advertencias: AU=Universos Alternos
Series: Ninguno
Completa: No
ACLARACIONES (LEER ANTES DE LEER EL CAPITULO)
1- Los padres de Harry si murieron, y es cuidado por sus padrinos Sirius y Remus
2- Solo hay hombres fértiles en ciertas familias (Malfoy, Potter, Weasley, Snape,
Black)
3- Severus Snape jamás conoció a ninguno de los Merodeadores. Y tiene 30 años.
4- Es totalmente un Universo Alterno… No existe Voldemort, ni la magia, seres mágicos, etc.
5- Se basa en la película de High School musical, pero por supuesto no todo va a ser igual XD
Bien eso es todo, ¡¡¡ahora a leer!!!! ^^
CANTANDO… ME ENAMORE
CAPITULO I
Era una noche mágica de vísperas de Año Nuevo en un centro turístico en las montañas. El hotel estaba rodeado de la más espectacular belleza que se pudiera observar. Rodeados totalmente de árboles, el suelo estaba cubierto de nieve reluciente, el cielo totalmente despejado adornado por las estrellas que brillaban con todo su esplendor. El aire frío que rodeaba toda la zona. Todos en el hotel reunidos con ganas de divertirse.
Bueno todos excepto Harry Potter y su padrino Sirius Black, que seguían en la cancha de fútbol jugando uno contra uno. Harry Potter era un chico de 17 años, un poco bajo para su edad, tenía unos ojos verde esmeralda que resaltaban en su cara, pelo negro, revuelto, su cuerpo aunque no era musculoso tampoco estaba flaco, era estudiante en la Universidad Hogwarts, donde sus padres y padrinos habían estudiado en su época de estudiantes. Ambos estaban empapados de sudor, pero se divertían mucho como para dejarlo.
Harry tenía el balón y esquivaba a su padrino de forma excelente. Después de todo, estaba en el equipo de Fútbol de la universidad. No solo era eso, era el capitán del equipo. Sus movimientos eran suaves y la vez brusco, justo lo que se necesitaba para el fútbol, y una precisión al anotar como ninguno, una verdadera estrella en el Fútbol. Sirius, además de ser su padrino, era el entrenador del equipo y daba consejos a su ahijado mientras jugaban.
— Sigue trabajando el lado izquierdo, Harry— dijo Black
— ¿Así? — esquivó a su padrino, pateó y la pelota entró en la arquería. El balón
pasó limpiamente por el lado izquierdo de Sirius y quedo detenido por la maya. ¡Un gol en toda regla!
— Bien — dijo su padrino sonriendo
Harry también sonrió. No había nada mejor que jugar fútbol cuando se estaba inspirado. Podrían haber seguido jugando toda la noche, pero, en ese momento, la pareja de Sirius, y el otro padrino de Harry entró en el gimnasio. Llevaba un traje de color Marrón que combinaba con sus ojos dorados y su cabello castaño y pensaba en otras cosas que no eran precisamente el fútbol.
— ¿Hola? ¿Chicos? —gritó— ¿Hemos volado hasta aquí para seguir jugando
fútbol?— preguntó cuando los hubo encontrado. Harry y su padrino se miraron con malicia. Sabían que no esperaba respuesta a su pregunta, pues ya se la imaginaba, pero se la dieron de todas formas.
— Si — respondieron al unísono encogiéndose de hombros. Remus suspiró.
— Es la última noche de vacaciones. La fiesta…¿Recuerdan? — La verdad es que a
ninguno de los dos se les había olvidado por completo la dichosa Fiesta de Fin de Año que organizaba el hotel, pero sabían que no era prudente reconocerlo.
— Claro, claro — dijo Sirius rápidamente — La fiesta de Fin de Año. ¿Tenemos que ponernos gorros raros? — preguntó con cierto temor después de dudarlo un instante.
— Por supuesto — respondió su pareja con Firmeza— Y tenemos que estar listos en media hora. Harry, han preparado una fiesta para niños en el Club.
— ¿Fiesta para niños? — protestó Harry. ¡Le hacía sentirse como un niño pequeño!
— Para jóvenes — rectifico su padrino — Vamos, a ducharse — ordenó el castaño.
Harry y Sirius suspiraron profundamente y obedecieron.
“¡El campeonato es dentro de un par de semanas! Debería estar entrenando en vez de ir a una tonta fiesta para niños”, pensó Harry resignado, mientras echaba una última mirada a la cancha de fútbol. Además, ¿Qué tenía de divertido estar con un grupo de niños…?
*-*-*-*-*-*-*Severus*-*-*-*-*-*-*Snarry*-*-*-*-*-*-*Harry*-*-*-*-*-*-*
Mientras tanto, en otro lugar del hotel, un hombre estaba a punto de sacar a su amigo de una actividad distinta y fascinante.
Severus Snape era un hombre de 30 años, pelo negro hasta los hombros, piel pálida, ojos negros como la noche, y un envidiable cuerpo. Estaba cómodamente acurrucado en un sillón en la sala se estar. Estaba disfrutando de la paz y el silencio, ya que todo el mundo estaba en la fiesta, leyendo un libro llamado Las mil y una noches. Era el mejor libro que había leído desde, bueno, desde el último que sacó de la biblioteca, y se moría de ganas de llegar al final de tan fascinante historia. Pero no pudo ni pasar la página, ya que el libro salió volando de sus manos, y cuando levantó su vista, vio a su queridísimo amigo con el libro en manos.
— Severus, es la víspera de Año Nuevo — dijo el Señor Malfoy — Ya basta de
leer.
— Lucius, ya casi estoy ter…— protestó Severus
— Hay una fiesta para jóvenes — Añadió su amigo sacudiendo la cabeza — ¿acaso
no quieres encontrar pareja?, ¿quieres quedarte solo para siempre? — pregunto el rubio. Severus le lanzó una mirada fulminante, pero al verlo arreglado, suspiró. Sabía reconocer la derrota. Asintió.
— ¿Me devuelves el libro? — preguntó.
Su amigo se lo dio y Severus fue a su cuarto a cambiarse. Pero en cuanto estuvo fuera de la vista de su amigo, abrió el libro y se puso a leer mientras caminaba. “Tengo que ir a una estúpida fiesta de adolescentes”, pensó “pero no pienso dejar de leer este libro”
*-*-*-*-*-*-*Severus*-*-*-*-*-*-*Snarry*-*-*-*-*-*-*Harry*-*-*-*-*-*-*
Poco después, Severus y Harry entraban a la fiesta y ambos se sentían fuera de lugar. Estaba lleno de chicos con ridículos gorritos de fiesta, bailando y riendo. “Todo el mundo parece estar pasándola bien”, pensó Harry, desanimado. Se había duchado y se había puesto unos pantalones limpios y una camisa, pero donde le hubiera gustado estar, era en la cancha de fútbol jugando con su padrino.
En otra parte del salón, Severus estaba sentado solo. Llevaba unos pantalones de vestir negro, y una camisa blanca. “Podría estar leyendo en mi habitación”, pensó con añoranza. “Además, estaba llegando a lo más interesante. La próxima vez no me dejo convencer por Lucius”.
Ninguno de los dos se divertía en lo más mínimo. La mayoría de los chicos se entretenían con un concurso de Karaoke que estaba en el centro del salón, rodeado de puros jóvenes.
— ¡Nada mal para un par de esquiadores! — dijo el presentador alegremente,
despidiendo a dos adolescentes que bajaban de la tarima al terminar su canción.
El público aplaudió y el presentador empezó a buscar con la mirada a alguien que estuviera dispuesto a cantar en el karaoke ante un montón de extraños. Los reflectores recorrieron la sala y la música sonó aún más fuerte para que los asistentes da la fiesta descargaran adrenalina.
— Bien — añadió el presentador — Veamos quiénes son los siguientes…
La música paró. Los reflectores se detuvieron en los dos “voluntarios” para cantar. Una de las luces caía sobre Harry. La otra señalaba a Severus. Los dos parecían asustados, incluso un poco aterrorizados. Movieron la cabeza negándose, pero fue inútil. El presentador saltó hacia el público y les hizo subir al escenario. Severus y Harry estaban muertos de vergüenza. Sin saber cómo, les pusieron unos micrófonos en las manos. Y allí estaban los dos, paralizados. En el escenario. Eran el centro de atención y no tenían escapatoria. Antes de que alguno de los dos pudiera desmayarse o temblar de miedo, la música empezó a sonar.
“Bueno, alla va”, pensó Severus con resignación. “Haré lo que pueda…”. Empezó a cantar, suavemente y con cuidado. Su voz ronca se pudo escuchar en todo el salón. No le salían las palabras. Lo único que podía hacer era leer la letra que aparecía en la pantalla del karaoke y tratar de no desafinar.
(severus)
Living in my own world
Didn't understand
That anything can happen
When you take a chance
Nadie parecía prestarles mucha atención. “Eso es bueno”, pensó Harry “Y, después de todo, si ese hombre esta dispuesto a arriesgarse a ser humillado públicamente, tengo que apoyarlo e intentar cantar” Abrió la boca y empezó a cantar. Aunque su voz era poco más de un susurro, era dulce y clara.
(harry)
I never believed in
What I couldn't see
I never opened my heart (ooh)
To all the possibilities (ooh)
(ambos)
I know that something has changed
Never felt this way
And right here tonight
This could be the start
Of something new
It feels so right
To be here with you (ooh)
And now looking in your eyes
I feel in my heart (feel in my heart)
The start of something new
“Muy bien”, pensó Harry. “Puedo hacerlo, no es tan terrible”, sonrió.
“Bueno”, pensó Severus. “Al menos no nos tiran cosas”
Al final de eso, estaban demasiado nerviosos para cantar fuerte. Pero siguieron haciéndolo, alternándose las estrofas de la canción.
Now who'd of ever thought that (ooh)
We'd both be here tonight (ooh yeah)
And the world looks so much brighter (brighter)
With you by my side
Al final, ambos se miraron buscando ayuda en su compañero de vergüenza. Cuando sus miradas se cruzaron, sintieron algo que nunca habían sentido hasta ese momento.
Severus sintió una descarga eléctrica en la piel. “Esos ojos… son tan… hermosos”, pensó Severus. Harry sintió una corriente cálida por todo su cuerpo “¿Que es esto?”, pensó Harry. Sonrieron y, por primera vez, empezaron a cantarse el uno al otro. Cantaban más lato, más seguros, mas atrevidos.
I know that something has changed
Never felt this way
I know it for real
This could be the start
Of something new
It feels so right
To be here with you (ooh)
And now looking in your eyes
I feel in my heart
The start of something new
De repente, todos se dieron cuenta, ¡en el escenario estaba pasando algo especial!. Los chicos se acercaron al borde de la mini tarima, escuchando y moviéndose al son de la música. Y ahora Severus y Harry empezaban a pasarla bien. Habían olvidado el nerviosismo y sonreían mirándose a los ojos.
I never knew that it could happen
Till it happened to me
I didn't know it before
But now it's easy to see
It's the start
Of something new
It feels so right
To be here with you (ooh)
And now looking in your eyes
I feel in my heart
Poco después, bailaban por el escenario con tanta seguridad como si estuvieran actuando en un estadio. Mientras se movían no dejaban de mirarse. Cada uno inmerso en esos ojos que los llamaban a entregarse.
That it's the start
Of something new
It feels so right (so right)
To be here with you (ooh)
And now looking in your eyes
I feel in my heart
The start of something new
Start of something new
The start of something new
Al terminar la canción, el público gritó y aplaudió por tan buena interpretación. Severus y Harry sonrieron jadeantes y un poco asombrados por lo que acaba de suceder.
— Me llamo Severus — dijo él, acercándose al chico
— Harry — respondió el joven, sonriendo.
Ninguno de los dos podía dejar de sonreír y mirarse. Los dos sentían algo emocionante y excitante en su interior, como si, de repente, el mundo hubiera empezado a ser mucho más divertido. Seguían aturdidos por la emoción de su actuación improvisada y salieron a caminar por los terrenos cercanos al hotel, sintiendo el aire fresco y frío de la noche.
— Tienes una voz impresionante — dijo Harry —Eres cantante, ¿verdad?
— Cuando chico cantaba en el coro del colegio — se encogió de hombros — Una
vez traté de hacer un solo y casi me desmayo — reconoció sonriendo
—¿ Por qué? — preguntó Harry sorprendido
—Mire a toda la gente que estaba observandome y lo siguiente que recuerdo es que estaba mirando el techo. Fue el fin de mi carrera como solista.
—Después de oírte cantar ahora, es difícil de creer — dijo él chico sinceramente.
—Es la primera vez que hago una cosa así — contestó el hombre — Tu voz también suena como si hubieras cantado mucho — añadió Severus
—Si, muchísimo— dijo harry bromeando — La ducha de mi baño quedo muy impresionada. — comentó, haciendo que ambos rieran. En ese preciso momento, oyeron las voces de todos al unísono
— ¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho!... —Había empezado la cuenta atrás para el comienzo de
Año Nuevo. Severus y Harry se miraron y rápidamente apartaron la mirada. — ¡Siete! ¡Seis! ¡Cinco! ¡Cuatro!... — “Es una noche mágica”, pensó Harry, deseando que durará un poco más. “¡No puedo creer que no hubiera querido venir a esta fiesta! ¡Ha sido impresionante!”, pensó Severus. — ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!
Todos empezaron a gritar. Los fuegos artificiales estallaron en el cielo, llegándolo de chispas rojas, doradas, azules, de todos los colores. Todo el mundo lo celebraba, pero Severus y Harry de repente se sentían incómodos. “ La gente se besa en Fin de Año. ¿Debería…?”, pensó Severus mirando al chico. “Es una tradición besarse cuando el reloj da la medianoche, ¿Querrá…?”, pensó Harry mientras le devolvía la mirada, con un tenue sonrojo en sus mejillas.
— Creo que será mejor que vaya a buscar a mi padrino para desearle Felíz Año Nuevo— Dijo el chico. Severus asintió. El hechizo se había roto, se sentía un poco aliviado pero a la vez decepcionado
— Yo también tengo que irme — respondió Severus. Sacó su teléfono celular y se lo entregó a Harry — Anota tu número
— Y tú el tuyo…— Harry sacó el suyo y se lo dio a él. Intercambiaron celulares y anotaron sus números rápidamente. Después, Harry, cuando obtuvo su teléfono dio la vuelta para marcharse, pero Severus lo detuvo.
— Cantar contigo ha sido lo más divertido que he hecho en estas vacaciones — dijo sinceramente — ¿Cuándo…? — iba a preguntar cuando podían verse de nuevo, pero una nueva serie de fuegos artificiales empezó a estallar sobre ellos, y el ruido de las explosiones ahogó sus palabras. Harry se acercó, se puso de puntillas, y le dio un tierno beso en la mejilla. Severus no pudo reaccionar al instante, y cuando lo hizo, ya Harry estaba subiendo las escaleras que llevaban a las habitaciones. “Definitivamente… Ese chico me atrae” pensó Severus con una sonrisa tonta en los labios…
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