La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Mi único amor. Capítulo XII. Liberación

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Sol
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MensajeTema: Mi único amor. Capítulo XII. Liberación   Mi único amor. Capítulo XII.  Liberación I_icon_minitimeJue Nov 19, 2009 7:44 am

Título: “Mi Único Amor”

Personajes: Harry Potter/Severus Snape

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos, no percibo ningún beneficio económico.

Advertencia: Este es un Universo Alterno, los personajes se escaparon del Potterverso y aceptaron ser protagonistas de esta historia en un mundo sin magia.



Adaptación de la novela de Barbara Cartland




Capítulo 12. Liberación


Harry sintió que los tímpanos se le rompían, nunca había oído la detonación de un tiro así de cerca; mientras Tom a tientas buscaba el arma él corrió hacia la escalera y gatas subió por ella, la luz era tenue arriba, esperaba no encontrarse con Peter, aunque era muy probable que al escuchar el disparo ya se encaminara hacia ese lugar.


Peter completamente olvidado de que tenía a una extraña en la sala corrió por el pasillo que llevaba al sótano y se encontró con Harry a boca de jarro, cuando salía del sótano, mientras Tom abajo gritaba como loco maldiciendo hasta su madre. El impacto para Harry y Peter duró sólo una fracción de segundo, porque el primero reaccionó dando un fuerte empujón a Peter para apartarlo en su camino de huída; Peter trastabilló y cayó hacia atrás, cosa que Harry aprovechó para buscar por donde escapar, al llegar a la sala iba justo hacia la puerta cuando una mano le sujetó el brazo. Harry se volteó con ojos temerosos y al ver que se trataba de una mujer la miró con asombro.


—Sssshhhh… No digas nada… Soy Tonks… He venido a sacarte de aquí… ¿Estás bien? ¿No estás herido?


Harry negó con la cabeza. Tonks empujó a Harry hacia la pared para protegerlo, en el pasillo se escucharon las voces de Tom y Peter.


—¡Maldito muchacho!... Ahora si que va a saber lo que es bueno —dijo Tom llenó de odio.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo pudo escaparse? Se suponía que no tenías dificultad para controlarlo.

—¡Cállate! Escuché la voz de una mujer… Te decidiste de ella…

Peter abrió los ojos asustado, con el asunto del disparo había olvidado por completo que esa mujer había quedado en la sala esperando el té helado que él le había ofrecido.


—No… Yo… Escuché el disparo y vine en seguida a ver que pasaba, de seguro que al oír el disparo huyó.

—¡Maldición!... Es probable que esa mujer llamé a la policía, pero ya nos preocuparemos de eso, ahora debemos buscar al chico. Tenemos que salir de aquí cuanto antes… Búscalo afuera ve por la parte puerta de la cocina, yo buscaré arriba...


Peter retrocedió hacia el pasillo y salió hacia el jardín trasero, no alcanzó a darse cuenta de que sucedía cuando una pistola le rozó las costillas.


—No se mueva… Está usted arrestado —susurró la voz de Arthur Weasley —. ¿Dónde está el chico? ¿Quién disparó?

—Yo no… No hice nada…

—Claro que sí… Secuestraste a un muchacho, un delito muy grave.


Peter se encogió cobardemente mientras otro policía le ponía las esposas.


—¿Dónde está tu cómplice? ¿Está con Harry?


Peter negó con la cabeza.


&&&&&&&&&&


Harry era arrastrado por Tonks hacía la sala, daba gracias por que el chico no había sido lastimado, debía sacarlo de la casa como fuera.


—Cuando yo te diga corre hacia la puerta, afuera hay otros policías…


El chico asintió con la cabeza, le parecía increíble la situación, unos minutos antes estaba seguro de estar perdido para siempre.


—Bien… ¡Ahora… Corre!



Harry corrió hacia la puerta, pero antes de llegar sintió un golpe a sus espaldas, se detuvo y se volteo, Tom había aparecido de la nada y ahora sujetaba a la mujer por el cuello y comenzaba a asfixiarla, mientras que con su arma le apuntaba a Harry que no atinaba a moverse. Con un gesto mudo Tom le indicó a Harry que se alejara de la puerta y el chico no tuvo más remedio que obedecer, si no lo hacía Tom lo mataría.


La puerta de la entrada se abrió de golpe y el primero en entrar fue Arthur de inmediato comprendió lo que ocurría al ver a Tonks siendo sujetada por el cuello.


—¡DÉJELA! ¡Baje su arma! No tiene salida… Todo terminó.


Tom no entendía como de forma tan sorpresiva tenía a un policía apuntándole, pero sin importar que pasara no iba a rendirse.


—¡Voy a matarla! ¡Juro que lo haré!
Harry apegado a la pared miraba la escena asustado, no entendía que sucedía.


Tonks ya tenía pocas fuerzas debido a la falta de aire, pero sabía que debía hacer algo, había sido muy descuidada al dejarse tomar por sorpresa por ese sujeto. Reunió las pocas fuerza que le quedaban y levantó el pie y dando una patada hacia atrás le propinó un golpe en los genitales a Tom, con esto el hombre dejó de apretarla por el cuello y se dobló, pero aún mantenía el arma bien sujeta. La muchacha le dio otro golpe y lo hizo caer al suelo y está vez Tom sí soltó el arma.


Tras de Arthur aparecieron las figuras de Severus y Lucius, más atrás otros hombres. Harry que aún estaba en estado de shock, sintió que todo desaparecía se olvidó que unos minutos antes había estado a punto de morir, había pensado tanto en Severus en aquellos largos tres días, que ahora tenerlo ahí a sólo unos pasos le parecía un milagro.


Por su parte Severus no prestó demasiada atención a lo que sucedía con los demás, ver que Harry con el rostro pálido pero al parecer intacto se mantenía apegado a la pared le devolvía el alma al cuerpo, desde el momento en que habían oído el disparo había suplicado porque nada malo le hubiese sucedido y, ahora podía comprobar que su súplica al parecer había sido escuchada.


Harry sólo atinó a correr a los brazos de Severus y éste lo recibió con una sensación de alivio que jamás había experimentado, parecía que habían transcurrido siglos desde que lo viera ser arrastrado por ese hombre hacia ese automóvil a la salida del club nocturno. Y ahora lo tenía en sus brazos otra vez, lo apretó con fuerza, con la misma fuerza con que Harry se aferraba a él. Daba gracias por esa nueva oportunidad, nunca más le volvería a fallar al chico.


Todos los que los observan tenían distintas expresiones. En el rostro de Lucius había una imperceptible sonrisa, en Arthur podía decirse que había alivio; Remus y Sirius intercambiaron una mirada de asombro. Tonks tenía una expresión de “yo lo sabía”, Charly parecía que acababa de comprender lo que antes no había sospechado, una mezcla de rabia y tristeza se reflejó en él.


Peter había entrado empujado por el policía que lo custodiaba, desde la cocina, Tom volvió el rostro para mirarlo y vio que le habían puesto esposas, no podía creer que todo había salido mal, sabía que irían a prisión por secuestro. Para él la culpa de que todo se estropeara era de Peter, aunque había sido él quien había cometido el error de quitarle las esposas al chico antes de tiempo.


Tom aún permanecía echado en el suelo, aunque el dolor que le había provocado el golpe de la mujer ya se había calmado, miró hacia todos lados sopesando las posibilidades que tenía de escapar, con tanta gente no era mucha. De pronto vio a un hombre avanzar de entre el rubio que era amigo de Snape y su novio pelirrojo. Quedó impactado cuando el hombre se acercó en silencio, hacía años que no lo veía, era Sirius Black.


Peter sintió que las piernas se le doblaban de miedo cuando vio al hombre caminar hacia él, a pesar de los años transcurridos era imposible no reconocerlo, la misma mirada, quizá más apagada, pero llena del mismo odio que había visto hacía tantos años en la última visita que le había hecho en prisión.


—¡Tú miserable! Por tu expresión puedo ver que me recuerdas perfectamente —dijo Sirius mientras se acercaba.


Peter intentó retroceder, pero tras él estaba el policía.


—¡Por tu culpa pasé dieciséis años en prisión! —dijo Sirius mientras extraía un arma de entremedio de sus ropas.


Todos se asustaron, Severus protegió a Harry poniéndose delante de él. Arthur avanzó un paso lo mismo que Remus.


—Guardé eso… no es necesario, este hombre irá a prisión —dijo Arthur.

—¿A prisión? Eso no es suficiente, él mató a James y a Lily… Dejó a un niño huérfano, por culpa de este miserable… Harry tuvo que sufrir con sus parientes, por su culpa… Ni siquiera pude cuidar de Harry a pesar de ser su padrino.


Harry miró con asombro a Sirius, comprendió que ese era su padrino, el que por culpa de Peter había sido acusado de la muerte de sus padres.


—No Sirius… No vale la pena —dijo Remus —, este hombre ira prisión por secuestro.

—¿Y eso de qué sirve? El asesinato de James quedará impune.

—No, este hombre me confesó como ese otro asesinó a mis padres —intervino Harry señalando primero a Tom y luego a Peter.


Peter abrió los ojos horrorizado, no podía creerlo, Tom lo había traicionado.


—¡Desgraciado! —exclamó furioso Peter mirando a Tom —. El también es responsable… La idea fue de él… Él me dijo que debía asesinar a Lily, esa era la única forma de que James fuera mío.

—Y tú no te hiciste de rogar para planear el asesinato de tu amigo al que se suponía que amabas tanto.

—No… yo amaba a James… yo no quise lastimarlo… él no debía subir al automóvil de Lily esa noche… eso no debía suceder.

—Pero subió… tus cálculos salieron mal —dijo Sirius con odio.

—No soy culpable de eso… Sólo ella debía morir —dijo Peter.


Harry se había apartado de Severus y casi sin darse cuenta estaba cada vez más cerca de Sirius, tenía la intención de evitar que su padrino le diera un tiro a Peter.


—Eras un imbécil entonces y lo eres ahora… nunca te extrañó que ese mismo día el auto de James se averiara y que debido a eso tuviera que regresar a la casa en el auto de Lily —dijo Sirius, mirando con desprecio a Peter.


Peter abrió los ojos con asombro, miró a Tom como si recién descubriera una verdad innegable. La idea de convertirlo en albacea del dinero de James había partido de Tom, la idea de deshacerse de Lily también, ahora lo comprendía claramente, todo había sido planeado por Tom desde el mismo instante en que había encontrado a James para entregarle esa herencia. El se había dejado embaucar, Tom se había aprovechado de los sentimientos que él tenía por James, le había metido la estúpida idea en la cabeza de que si Lily moría James sería suyo, pero la realidad era que eso nunca sucedería porque James sólo lo quería como amigo, nunca podría verlo de otra forma. Y en cuanto a Harry era lo mismo, el chico no era James, nunca lo sería, James estaba muerto y por más que Harry se pareciera a su padre, nunca sería como su padre.


Recién en ese momento Peter tomaba conciencia, ahora entendía el daño que había causado a tanta gente, todo por ir detrás de una fantasía, alimentada por la ambición de Tom, que sólo pensaba en dinero. Su cómplice nunca había tenido la intención de compartir el dinero con él, sólo lo utilizaba para conseguirlo, con toda seguridad cuando lo tuviera planeaba matarlo y tal vez matar a Harry también.


—¡Tú lo hiciste! —dijo Peter con los ojos húmedos mirando a Tom que permanecía tirado en el suelo —. Tú averiaste el auto de James, lo sé… estuviste en su oficina esa mañana yo estaba ahí, le pediste las llaves lo recuerdo muy bien… te ofreciste a buscar unos documentos que James había olvidado y debía darte firmados… yo me ofrecí para buscar los documentos en el auto, pero quisiste ir tú mismo por ellos, dijiste que yo no sabría que documentos eran… fue en ese momento que averiaste el auto… de esa forma te asegurabas que James tuviera que ira por Lily para volver con ella a su casa.


Tom no pudo dejar de asombrarse por la deducción tan inteligente de Peter, siempre lo había tomado por un idiota, pero parecía que no lo era tanto después de todo.


—¡Estás inventado todo eso para salvarte! Tú mataste a James, tú planeaste asesinar a Lily porque siempre fuiste un desviado, estabas celoso querías a James para ti, como querías ahora al hijo o vas a negar que planeabas llevártelo lejos.


Peter miró con furia Tom.


—Sirius… —llamó Harry al hombre que seguía apuntando con su arma a Peter y que al oírlo recién se percató de que el muchacho estaba junto a él —. Estos hombres ya hicieron mucho daño… lamento que haya tenido que pasar tanto tiempo en prisión por el delito de ellos, deje que la policía se encargue, irán a prisión por asesinato y secuestro… Lo merecen, no se ensucie las manos… Ya perdí a un padre… No quisiera perder a otro.


Sirius quedó petrificado al oír las últimas palabras de Harry, el chico al que no veía desde hacía más de diecisiete años le estaba diciendo que lo consideraba un padre, esto le causó emoción y el odio que corría por sus venas remitió de manera asombrosa, miró al chico con ojos emocionados.


—Harry… Tú no me conoces… Soy un extraño…

—Usted es mi padrino y el mejor amigo de mi padre, con saber eso me siento afortunado.


Estas palabras terminaron de convencer a Sirius y poco a poco comenzó a bajar el arma, cosa que aprovechó Arthur Weasley para quitársela. En ese mismo instante y nadie supo como Tom sacó un arma que ocultaba en la parte baja de su pantalón y apuntó con ella a Harry.


—¡Mocoso maldito te enviaré con tus padres! —gritó Tom apuntando a Harry.


Todo ocurrió en una fracción de segundo, y casi nadie alcanzó a comprender que sucedía. Sirius intentó empujar a Harry para protegerlo del disparo de Tom, pero fue Peter quien por estar más cerca pese a tener las manos esposadas, se interpuso en el trayecto de la bala que salió del arma de Tom.


Peter cayó de espaldas, Tonks y el policía que estaba tras Peter se abalanzaron sobre Tom y le arrebataron el arma. Sirius y Harry habían caído al suelo. Todo fue un caos por unos minutos, Severus se precipitó sobre Harry como para asegurarse de que realmente estaba bien.


Peter por su parte gemía dolorosamente mientras Tom era sacado por Tonks y el otro policía, Arthur verificaba el estado de Peter. Harry que se había quedado junto a Severus y Sirius, miraba asustado a ese hombre que acababa de salvarle la vida. Se acercó lentamente y se inclinó sobre Peter, sintió piedad por él, a pesar del daño que le había hecho le tenía lástima, en el fondo había sido víctima de su amor obsesivo, cosa que Tom Ryddle había aprovechado para beneficiarse.


—¿Cómo está? —preguntó Harry a Arthur.


El hombre no respondió, sólo movió la cabeza en señal de negación. Harry comprendió.


—James…


La voz de Peter sonaba débil y lejana, como el sonido de un tren que se aleja.


—Aquí… estoy Peter —dijo Harry inclinándose sobre el hombre moribundo.

—James… no me dejes… no qui… se… lastimarte… yo te… amo… perdona… me…

—Te perdono Peter —dijo Harry.

Parecía que Peter sólo estaba esperando aquella frase, después de eso exhaló su último aliento de vida. Cosa que impresionó vivamente a Harry, nunca había visto morir a una persona y aunque se tratara del que había provocado la muerte de sus padres, igual le resultaba impactante.


Severus tomó a Harry y lo sacó fuera de la casa. La sensación de alivio que experimentó Harry ahora que todo había terminado se tradujo en un sollozo que no pudo reprimir. Severus que era un torbellino de emociones contenidas al igual que Harry, sólo atinó a abrazar al chico para darle a entender que podía comprender por todo lo que había pasado y que no estaba solo. En ese momento Severus sintió que lo amaba más que nunca, el dolor de Harry era el suyo, no era justo que debiera vivir todo eso, tener que enfrentar tantas cosas que no eran su responsabilidad, sólo había sido una víctima de la ambición y locura de esos dos hombres.


Silenciosamente eran observados por Sirius, Remus y Lucius. Charly tenía por su parte una sensación de pérdida terrible, la escena de Severus abrazando a Harry, le develó algo que se había negado a aceptar antes, íntimamente había experimentado un desasosiego por la presencia de Harry, temía que Severus se alejara de él a causa de la atención que le daba al chico, pero ahora comprendía que los sentimientos de Severus iban más allá de lo fraternal, a él nunca lo había mirado de la forma en que ahora miraba a ese chico, la realidad había caído sobre él de forma irrefutable Severus estaba enamorado de Harry.


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MensajeTema: Re: Mi único amor. Capítulo XII. Liberación   Mi único amor. Capítulo XII.  Liberación I_icon_minitimeJue Nov 19, 2009 7:45 am

Durante el viaje de regreso a Londres ni una palabra salió de los labios de Harry, sólo descansó su cabeza en el hombro de Severus. Su mente repasó cada unos de los hechos ocurridos durante esos tres largos días, casi no podía creer que todo hubiese terminado de forma tan sorpresiva, le parecía que todo lo ocurrido había sido un sueño del que comenzaba a despertar por fin. Sentía tranquilidad al saber que Tom Ryddle pagaría por todos los delitos que había cometido, también pensó en Peter y aunque lo sabía tan culpable como Tom, no dejaba de sentir lástima por él comprendía que ese sentimiento mezquino que había juzgado amor por su padre era lo que finalmente había acabado con su vida, por lo menos al final había intentado proteger al hijo de su amigo quizá para reparar un poco el daño que había hecho.


En todo caso Harry tenía la intención de olvidar lo antes posible todo ese asunto, no quería que esa experiencia se quedara con él como una sombra que perturbara su vida futura. Ahora existían otras personas a las que deseaba conocer y estaba seguro de que llegaría a querer mucho a su padrino y a Remus. Había sido para él una gran sorpresa ver a Remus y saber que ese hombre tan agradable que había conocido a la salida del supermercado en realidad era uno de los mejores amigos de sus padres y que se había acercado a él con la intención de protegerlo, pero desgraciadamente no lo habían logrado.

Pero a Harry ya no le importaba, había sobrevivido a la locura y ambición de esos dos hombres y se sentía afortunado. Lo único que deseaba era llegar a casa y dormir con la tranquilidad de saber que estaba rodeado por las personas que amaba y lo amaban, no necesitaba más.


&&&&&&&&&&


Eran casi las tres de la madrugada cuando Severus regresó a la sala para anunciarle a Remus y Sirius de que Harry finalmente dormía tranquilo en su cama. El cansancio tras tantas horas de angustia e incertidumbre era patente en todos los rostros, pero también se reflejaba en todos el alivio de saber que aquella pesadilla de tres días finalmente había acabado, ahora en adelante sólo quedaba ayudar a Harry para que superara ese terrible trauma.


—Aún me cuesta creer lo de Peter… lo odie por tantos años y ahora simplemente ya no existe —dijo Sirius.

—El odio que sentías debe morir con Peter… esta es la oportunidad que tienes para rehacer tu vida Sirius… en necesario olvidar el pasado, no será fácil pero si te lo propones lo conseguirás —dijo Remus.

—Es cierto —dijo Severus —, no se puede cambiar el pasado, pero de ti depende que el futuro sea mejor.

—Sí creo que haré todo lo posible por olvidar y trataré de ser feliz —dijo Sirius.

—Y para eso la ayuda de cierta jovencita llamada Hermione será muy importante —dijo Remus.


Sirius sonrió y asintió con la cabeza.


—Creo que debemos irnos Sirius… todos necesitamos descansar —dijo Remus levantándose del sofá —. Vendremos mañana a ver a Harry.

—Claro… de seguro que tendrá muchas ganas de conversar con los dos con más tranquilidad —dijo Severus.


Lucius también se levantó al tiempo que Remus.


—Puedo llevarlos en mi auto hasta su apartamento… a esta hora es difícil encontrar un taxi —dijo Lucius mirando sólo a Remus.

—Eso es muy amable… muchas gracias —dijo Remus con una sonrisa que hizo la delicia de Lucius.

—Entonces nos vamos —dijo Lucius y volviéndose hacia Severus —, vendré mañana antes del almuerzo… necesito hablar con Harry.


Severus sólo asintió con la cabeza, pensó con cierta tristeza en lo que sería esa conversación, de seguro que después de lo sucedido a Harry los sentimientos de su amigo se habían aclarado, como se habían aclarado los suyos, pero para su desgracia lo había comprendido muy tarde, aunque en realidad posiblemente jamás había tenido una oportunidad con Harry, el chico lo veía como a un padre.


Charly a pesar de la insistencia de su padre se había obstinado en quedarse con Severus y hasta el momento había permanecido totalmente silencioso. No había dejado ni un minuto de observar a Severus como tampoco podía dejar de pensar en la actitud que éste había tenido con Harry, sentía dolor al recordar aquel abrazo de Severus con el chico. No comprendía porque no había conseguido conquistar el corazón del hombre que amaba y en cambio ese muchacho, que tenía tan poco de conocer a Severus había logrado lo que él no había conseguido, que el hombre de ojos negros se enamorará de él.


Finalmente los tres hombres dejaron el apartamento, Severus lo único que deseaba era irse a descansar, pero ahí estaba Charly y no sabía con que palabras explicarle que esa noche él deseaba estar solo; no sabía como haría para decirle al muchacho que esa noche había tomado la decisión de acabar con esa relación pues no creía justo que Charly siguiera a su lado, él nunca podría amarlo realmente, sentía muchas cosas por el muchacho pelirrojo, pero el amor no tenía cabida, amaba a Harry y no había nada que pudiera hacer al respecto, aquello había sucedido sin que él lo buscara.


—Charly… esta noche sólo quiero descansar, fueron días muy difíciles para todos…

—Lo sé… sé que fue difícil para ti. Sólo me quedé porque quería hablarte, no tengo intención de nada más.


Severus se sorprendió un poco por el tono de estás palabras.


—¿Qué sucede Charly?

—Esta noche me di cuenta de muchas cosas que antes insistía en no ver… sabes… algún modo creía que nuestra relación llegaría a algún sitio a pesar de que tú jamás me has hecho promesas y desde el comienzo me aclaraste que no buscabas compromisos serios. Tenía esperanza de que algún día te enamoraras de mí como yo lo estoy de ti…

—Charly yo…

—No Severus, por favor déjame terminar. Esta noche comprendí que eso no sucederá nunca… tú te enamoraste Severus, pero no de mí, tú amas a Harry.


Severus quedó impactado por la seguridad con que Charly habló de sus sentimientos..


—Sí… lo amas… no sé si ya te has dado cuenta, pero yo lo hice y por eso te dejo libre no quiero ser un estorbo en tu vida, no sé que pasará contigo y con Harry, pero yo no quiero ser un impedimento para que tú seas feliz.


Severus ante el peso de las palabras de Charly no fue capaz de negarlo, no servía de nada hacerlo.


—Es cierto… no lo había comprendido hasta que Harry fue secuestrado… yo jamás imaginé que algo así podía sucederme, cuando traje a Harry a vivir aquí no imaginé… Harry el hijo de mi mejor amiga.

—Tal vez era el que estaba destinado para ti Severus.

—El destino no tiene que ver Harry está enamorado de Lucius.

—¿Lucius? ¿De verdad?

—Sí.

—Lo lamento por ti Severus… es triste amar a alguien y no ser correspondido.


Severus sólo guardó silencio. Charly se levantó del sofá y por última vez besó los labios de Severus.


—Deseo de todo corazón que seas feliz Severus, eres una gran persona —dijo Charly, luego se apartó y caminó hacia la salida, se detuvo sólo un breve segundo antes de abrir la puerta parecía que iba a volverse y decir algo, pero luego cambió de opinión y salió del apartamento decidido a no regresar jamás.


&&&&&&&&&&


Cuando Harry abrió los ojos notó a través de la ventana abierta notó que el cielo tenía un tinte rosa pálido, estaba confundido, no sabía si estaba amaneciendo o ya era la tarde, se quedó un rato completamente quieto pensando en todo lo que había ocurrido. A pesar del temor vivido y la impresión de presenciar la muerte de Peter, estaba tranquilo sabiendo que esas personas que habían deseado lastimarlo ya no estaban. Pero dentro de todo lo malo algo bueno había sucedido también, había reunido con los amigos de sus padres, aquello le provocaba una sensación de alegría, tenía un padrino y pensar en eso le resultaba muy alegre.


Otra cosa en la que no podía dejar de pensar era en Severus, aquellas horas tan terribles y llenas de incertidumbre le habían servido para comprender claramente sus sentimientos, ahora lo sabía con certeza, amaba a Severus con todo el corazón, estaba seguro de que no habían dudas de por medio. Pero junto con la alegría de saberse enamorado también nacían las dudas naturales con respecto a los sentimientos que tenía Severus por él, recordaba su conversación con Lucius esa noche en el club. El rubio había dicho que la claridad llegaría por sí sola y era cierto había llegado, por lo menos en cuanto a él, pero no se atrevía a imaginar cuales podían ser los sentimientos de Severus, sería posible que le correspondiera.


Severus aún era novio de Charly y aunque la relación no era algo definitivo estaban juntos. Harry se levantó de la cama y se asomó a la ventana, era el crepúsculo ya, había dormido todo el día, una ráfaga de aire le dio en la espalda, volvió el rostro y vio a Severus parado en al puerta, fue asaltado por una violenta sacudida en el estómago y mientras el hombre mayor entraba en la habitación sintió que las piernas le temblaban.


Severus se acercó hasta Harry, se asomó a la ventana y dio una mirada al paisaje antes de encontrar el valor de mirar al muchacho otra vez. Cuando lo hizo se sorprendió de ver que las mejillas de Harry se habían coloreado intensamente.


—¿Estás bien?


Harry movió la cabeza afirmativamente. Severus se sintió nervioso, la situación le perturbaba, alguna vez había pensado que si llegaba el amor a su vida ese amor sólo sería Harry, pero el chico tenía algo con Lucius.


El silencio entre ellos era extraño, siempre tenían algo que decirse, pero ahora parecía que no sabían de que hablar.


—Lucius dijo anoche que vendría a hablar contigo… supongo que estará por llegar.


Harry arrugó el ceño, no imaginaba que podía desear hablar Lucius con él, tal vez quería hablarle de Severus.


—Harry… yo sólo deseo que seas feliz.

—Soy feliz Sev… soy feliz estando contigo.

—Harry… me gustaría que confiaras en mí, quiero que sepas que yo sólo deseo tu felicidad.


Harry sintió el tono de esas palabras algo triste. Miró al hombre preocupado, se armó de valor para conectar su mirada con la de Severus, pero éste volvió el rostro.


—¿Qué sucede Sev? Estás triste… sucedió algo.


Severus no tenía el valor para decirle a Harry que el motivo de su tristeza se debía a que lo creía enamorado de Lucius.


—Bueno… anoche… Charly terminó conmigo.


Harry abrió los ojos asombrado, el corazón le latió rápido.


—Lo lamento… así que por eso estás triste, pensé que no lo amabas.

—Bueno le tengo cariño… y…

—De seguro que encontrarás a alguien más —dijo Harry

—Ya lo encontré…


Harry abrió los ojos asombrado, pero luego sintió algo de desazón.


—Eso es… muy repentino.

—Bueno en realidad no lo es, creo que fue sucediendo poco a poco.

—Ah… ¿y él ya sabe lo que sientes?

—Aún no encuentro el valor para decírselo y tal vez nunca lo haga.

—¿Y eso por qué?

—Creo que él está interesado en otro.


Harry guardó silencio, se apartó de la ventana.


—Me gustaría decir algo que pudiera ayudar pero no sé que sería apropiado, yo…

La frase de Harry quedó suspendida en el aire.


—Harry perdóname… no debería hacer esto —dijo Severus volviéndose a mirar al chico —, no es prudente, ni racional, pero no puedo evitarlo…


Y antes de que Harry pudiera reaccionar acortó la distancia que los separaba y tomó al muchacho por los hombros.


—Harry… sé que soy muy mayor… y que debería verte como el hijo que nunca tendré, pero no puedo… yo lo lamento… no sé como hacer para no sentir esto… te amo Harry… te amo desde la primera vez que visité la escuela… te amé desde el primer momento en que te echaste en mis brazos aquel día… tardé en comprenderlo, al principio creía que sólo era afecto fraternal, pero aquella noche en el club cuando te vi bailar con Lucius, la forma en que lo veías y le hablabas… yo comprendí que no tenía ninguna posibilidad contigo, no te estoy reclamando lo juro, es sólo que… nunca sentí por nadie lo que siento por ti y es difícil saber que tú nunca…

—Oh por favor Severus ya basta… no digas más te lo ruego…

—Lo lamento Harry… yo no…


Pero Severus no terminó la frase porque Harry se precipitó sobre él de forma sorpresiva.


—Sev… no puedo creerlo… tú me amas… eso es maravilloso…


Severus asombrado apartó a Harry para mirarlo a los ojos.


—¿Dices que es maravilloso? Pero tú…

—Sev… te amo… te amo con todo mi corazón… estuve algo asustado y confundido, pero Lucius tuvo razón en lo que dijo… llegaría el momento en que aclararía mis sentimientos y lo hice… estos días lejos de ti, sin saber si volvería a verte otra vez, me hicieron comprender cuanto te amo y que sin ti el mundo sería una sombra…


Severus estaba mareado a causa de la felicidad, confuso e impresionado, una deliciosa mezcla de júbilo y asombro se apoderaban de él.


—Harry… ¿entonces tú… me amas?

—Con toda mi alma Sev… te amo… eres el primer amor de mi vida y serás el único —dijo el muchacho con tono apasionado que hizo estremecer al hombre mayor.

—Tú también eres mi primer amor Harry… eres el primero al que amo en mi vida… Y serás el único.


Severus con el corazón latiéndole a mil por hora, la respiración agitada por la emoción tan intensa, imprimió un beso en la frente del chico y se deleitó viendo la intensidad de esa mirada esmeralda que se fundía con la suya, después de unos segundos buscó, con sus labios quemantes, los del muchacho que temblaba, el primer roce le supo a gloria, nunca había deseado tanto un beso como en ese instante y nunca unos labios temblorosos y cálidos se entregaban a él de modo tan puro, tan sublime. Besó lentamente, primero sólo oprimiendo los labios dulces de Harry, luego abrió los suyos y mordió con suavidad el labio inferior repetidas veces para después rozar con su lengua el labio superior, se apartó un poco para que el chico respirará algo de aire, observó fascinado las facciones de ese rostro tan amado que permanecía con los ojos cerrados, confiado y totalmente entregado.


Volvió a repetir una y otra vez aquel rito de besos, pero en cada ocasión de forma distinta, besando el cabello, las mejillas, la frente, para luego regresar a los labios inventando nuevas formas, nuevos besos que jamás había entregado a nadie, dándose por completo como si fuesen los últimos instantes de su vida.
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