Seth Snape Aprendiz de vuelo
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| Tema: Requiem para un Mortifago 4 Miér Dic 08, 2010 4:13 pm | |
| Réquiem para un Mortifago Autor: Seth Snape Malfoy
Beteado: Prince Alan
Genero: Drama, General
Personajes: Harry Potter, Severus Snape.
Advertencias: No hay romance
Disclaimer: Los personajes son de Rowling y la idea de la historia mía, una disculpa si se llegara a parecer con la de alguien más; que por mi bien espero que eso no pase.
Resumen: Un triste cántico suena para aquellos que no desean partir, pero para algunos otros es el comienzo de algo nuevo, tal vez de la esperanza de vivir una nueva y maravillosa libertad.
El Capitulo 4. -Entregarlos de la boca del león, no sea que engullir el infierno ellos, para que no caigan en la oscuridad.
(Los pensamientos en primera persona se encuentran entre “ “)
Luces de neón junto con mucho alcohol es lo que se percibía en el ambiente del lugar, no era uno de esos lugares donde una persona invertiría su dinero pero al menos tendría la oportunidad de conseguir un buen acompañante a un precio razonable.
Una barra mugrienta con signos de nunca haber pasado por una inspección de sanidad, ratas corriendo por el lugar, y cada hombre que salía por esa puerta estaba mas borracho que el anterior.
“Quien lo diría, si alguien supiera de su existencia no dudaría en buscarlo en lugares similares pero que mas da de todas formas nadie sabía que su supuesta muerte era solo una treta para lograr salir del infierno venidero” Miraba el vaso de tequila que tenia entre sus manos, en el que aparecía el reflejo de sus espectaculares ojos azules.
“Era una lástima saber que realmente a la persona que quería con el alma se tendría que envenenar a sí mismo, al fin de cuentas solo era un ser humano, y uno muy amado, su querido ahijado ya está presentando signos de locura, solo era cuestión de tiempo antes de que se desatara su narcisista interior” Siguió bebiendo mientras se dejaba llevar por los recuerdos.
Justo en ese momento las luces se apagan dando paso al espectáculo de media noche, donde presentan a las estrellas del lugar, preciosos especímenes con masculinidades impresionantes, realmente un bellezas en cuestión de hombres.
Presentando el Show de media noche, el lugar dejaba ver un espectáculo que prometía ser de primera calidad, por un segundo hasta parecía burdel de alta categoría, con mucho lujo. Solo había algo que no cuadraba con ese increíble hombre semi desnudo que bailaba al ritmo de una extravagante melodía, "Ese antifaz negro, le recordaba mucho a una persona de su anterior vida… "
El show dejaba ver a un hombre maduro de atlético cuerpo, con cicatrices aquí y allá que solo lograban provocar más deseo al espectador imaginándose mil y una formas de cómo se las habría hecho, una playera sin mangas, casi top, pegado al cuerpo junto con una ropa íntima muy ajustada haciendo desear el paquete debajo de ella, unas botas tipo militar todo en color negro.
¡Dios! se movía tan deseable, dejando ver esa delicada curva sensual que se marcaba de sus costillas a sus caderas, tan sensualmente delgado, su cabello semi largo negro que se movía hacia todas partes pues la liga que lo sujetaba había volado hace mucho.
Los hombres se arremolinaban para meterle dinero en la ropa interior, para tocarle y acariciarle más profundamente, podía ver como varios salivaban al verle mover el trasero cerca del rostro de algún cliente.
Si no fuera por una marca muy particular en el antebrazo izquierdo juraría que ese hombre de movimiento jodidamente caliente no es quien estaba pensando, pero la marca es algo que nunca se borra, una prueba irrefutable que aquello que no podía ser verdad, simplemente lo era.
El espectáculo había terminado y el al igual que muchos otros se encontraba duro como una piedra, tal vez era su peor enemigo hace algún tiempo, pero debía de admitir que el jodido hombre la tenia espectacular y un culo de completo lujo.
- Bien señores - gritaba un hombre extraño al lado de Severus. – como siempre Sevian le otorgara sus favores a una sola persona así que inicien la subasta.
Al mayor le habían puesto un collarín junto con unas esposas en sus manos, el hombre extraño de al lado traía con él un látigo bastante largo con el cual de vez en cuanto daba un golpecito en las nalgas de su preso.
- Quien ofrece más – volvió a decir el hombre.
No tenía mucho dinero pero para la pocilga en la que se encontraba, nadie tenia realmente mucho que ofrecer.
- 300 – se escucho desde el fondo del local.
- 450 – ofreció otro mostrando verdaderas ansias por hacerse acreedor de aquel cuerpo, al menos aquella noche.
- 600 – fue la siguiente oferta
- 1200. – Grito rápidamente, “es casi lo que gasto en 15 días, pero bueno al menos lo gozaría y tal vez descubriera por que Snape estaba bailando en un burdel muggle para homosexuales”. El hombre de la mirada azulada seguía sin creer que fuera Snivellus el que se encontraba ahí.
- 1200 a la una 1200 a las dos, rentado, por favor caballero pase a caja y luego a la habitación número 1 - otro joven apareció para llevarse a gatas al ex profesor de pociones.
Hizo exactamente lo que le pidieron, entro a la habitación número uno; las luces eran muy tenues, todo en color rojo, lo que más le sorprendió fue ver la compra sobre la cama en cuatro dejándole ver su culo muy mojado y abierto, el hombre se estaba metiéndose un par de dedos para expandir su esfínter .
“¡¡¡Donde quedo aquel tímido y o malhumorado hombre!!!!” Pensó rápidamente el moreno oji- azul.
Algo tenía el ambiente o tal vez es que si estaba putamente bueno, sus partes estaban húmedas y la verga casi le rasgaba los pantalones, estaba cachondo en extremo pero trataba de controlarse para hallar la mejor manera de hablar con el hombre.
Se acercó a él sentándose a la orilla de la cama, rápidamente su acompañante se volteó para recostarlo en la cama y acomodarse sobre él, quería quitarle el antifaz y así lo hizo, esperaba que se resistiera mas no fue así, fue cuando se atrevió a susurrarle en el oído.
-Severus- pronuncie; “el hombre de cabellos negros se quedó de piedra sobre mi cuerpo”. -No te voy a hacer daño Severus, solo quiero saber por que estas aquí. – volví a decir en el tono mas bajo que me fue posible; “Pensé que no me había reconocido, porque no me estaba lanzando imperdonables ni tampoco estaba tratando de golpearme, solo estaba ahí notablemente calmado, algo muy raro en Snape.”
-Sirius – fue lo único que salió de sus labios. “Esta vez el que estaba de piedra era yo, si me había reconocido” Se dijo a si mismo el ex – Gryffindor. - ¿Por qué has venido?, si quieres mi cuerpo tómalo, ya pagaste por él. – “Después simplemente me ignoro mientras seguía tratando de remover mi ropa para alcanzar mi miembro” .
-Espera Severus, que no he pagado para esto. – “solamente”, pensó Sirius.
-Entonces, vienes porque quieres llevarme de nuevo con mi esposo - pregunto algo fastidiado - Estarás feliz de que abuse de mí y me encierre para golpearme cómodamente verdad.
- ¿Estas casado?. – “No sabía de Severus desde que desapareció en el cambo de guerra, él lo hacía como un feliz héroe de guerra, como todos los demás despotricando en fortuna“. –Pensé que eras un héroe de guerra como el resto. – dijo asombrado y confundido.
Fue un punto de quiebre Severus estaba molido, triste solo, humillado sin nadie con quien correr hasta Black le parecía ahora una buena persona para desahogarse, y lloro; lloro como en semanas había tenido ganas de hacerlo, como cuando quiso hacerlo y no pudo aquella vez que le obligaron a vender su cuerpo por primera vez, cuando descubrió que en la vida nada es gratis, cuando fue abusado noche tras noche hasta acostumbrarse, cuando a base de golpes le enseñaron a mover el culito para vergas, cuando le enseñaron a chupar pollas metiéndoselas en la garganta, tenia ganas de llorar como un niño pequeño, como hacia muchos años no lloraba.
Sirius estaba sorprendido, esa persona siempre fría y dura de mal carácter con una capacidad de autocontrol increíble se encontrara llorando en sus brazos, nunca le pareció atractivo, y aun ahora estaba lejos de ser su hombre ideal; pero le agradaba la idea de ser un amigo útil a aquel que ahora necesitaba de el, como la ayuda que no pudo brindarle a su ahijado.
- ¿Quién es tu esposo?. – Tal vez por ahí seria una buena forma de empezar. – para no llevarte con el. – termino para tranquilizarlo.
- James, Harry James Potter. – Susurró entre gimoteos que producían su llanto.
- Pero Harry está casado con Draco. – “no podía tener tan mala suerte o ¿si?, Pensó”.
- Draco murió hace un tiempo, falleció al dar a luz a sus gemelos, solo que ninguno de los tres sobrevivió.- la noticia fue devastadora para Sirius.
- Moony, amaba tanto a su único hijo, y ahora… - soltó una lágrima por el recuerdo de su mejor amigo y su familia. – Al menos ahora los Malfoy están juntos en algún lugar más allá, lejos de toda esta podredumbre; espero que estén felices en un mundo de ensueño.
-Si, Lucius y Remus ahora están con su pequeño, siempre les tuve tanta envidia Black, por que se amaban tanto, eran el uno para el otro y su amor para con su hijo se reflejaba en todo. – dice el moreno hombre.
- Y ahora eres el marido del ex esposo de tu ahijado. ¡¡¡¿por qué con Potter, Severus, por qué de todos con él!!! – “le digo en tono reprobatorio”.
- No fue mi elección Black, no tenia mas remedio, era eso o ser un muerto, ¡no había perdón para un Mortifago espía! Lo mismo le paso a Lucius y por eso se llevaron a Remus junto con el. – responde
- Lo sé, siempre tuve mala espina de esas cosas del ministerio, no confiaba mucho en la … “prudencia “ de Harry. – dice Sirius con cierta ironía
-Espera, tu lo sabías verdad… por eso te fuiste, ¡¡¡Todos te creyeron muerto; Sabia lo que pasaría!!! Y aun así dejaste que se casaran con mi niño, dejaste que siguiera cometiendo estos delitos… - Termino sollozando de nuevo en mis brazos.
- Sabia en lo que se convertiría, pero confiaba en que tu, Lucius y Remus separarían a Draco de el, mas no esperaba que el ministerio los abandonara a ustedes. – Lo abraza de nuevo. – Que no perdonarían a los espías, matando a Lucius y a Remus por ser su esposo, y a ti; no esperaba tampoco que matara a Draco.
- ¡¡¡Entonces es verdad él lo mato!!!. – Grito el pocionista con pavor.
-Tanto tú como yo sabemos que es lo más probable. – pronuncio Sirius con la mayor calma que le fue posible.
- Es un monstruo. – sollozo el hombre de los ojos negros.
- Lo sé, pero eso no significa que tengas que vivir a su lado. Si no lo amas no tienes por que estar con el, y si no encuentras a tu pareja en esta vida, tal vez sea en la próxima, Severus, No estar con el amor de tu vida o pareja en esta vida, no significa que estés solo en ella. Piénsalo.
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