alisevv
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| Tema: Death Eater takes a Holiday. Capítulo 5. Martes de empollar Dom Abr 12, 2009 12:02 pm | |
| El ‘Martes de Empollar’ comenzó justo después del desayuno. Ron y Harry tomaron la mesa más larga de la sala común y empezaron. Severus vagabundeaba por ahí buscando algo que hacer. Sostuvo la puerta abierta de la biblioteca para una chica y ella tartamudeó al darle las gracias. Dos chicos de Hufflepuff que conversaban sobre el libro de Quidditch a Través de los Tiempos estallaron en risas; uno de ellos vio que los miraba y enseguida se disculparon por la interrupción. Todos caminaban en puntillas cuando él se encontraba cerca. Era realmente molesto.
Al ver que estaba cerca de la cocina, decidió preguntar a Dobby con cuanta frecuencia surtía las pociones de Harry. El elfo dudó en contestar, pera sabía que dado que Snape era quien elaboraba las pociones, probablemente lo sabría en su yo normal. Sólo era alrededor de una vez al mes, pero había sido más frecuente durante el tiempo de…y eso fue todo lo que el elfo pudo decir antes de empezar a golpear su cabeza contra la mesa de la cocina.
—El Profesor Dumbledore dice que no puedo contarle las terribles cosas.
Sev se escabulló para que el elfo dejara de herirse a si mismo.
Más avanzado ese día, en el Gran Comedor, Severus no se había enterado de lo que Filius había estado contándole durante el almuerzo; estaba decepcionado porque Harry no se había aparecido a comer. Además, estaba muy molesto porque los estudiantes más jóvenes, los pocos que había, parecían aterrados cada vez que él se encontraba cerca. Salió de sus reflexiones al darse cuenta que la voz que le hablaba ya no era la de Filius, sino la de Albus Dumbledore.
—¿Cómo van tus vacaciones, Severus?— le preguntó con una suave sonrisa.
—Bien, supongo— contestó, un poco menos seguro de lo que hubiera deseado, ganándose una mirada interrogante del anciano.
Un poco después del almuerzo, salió a caminar y sin darse cuenta se encontró en el lado del lago donde había estado con Harry. Luego de un tiempo, notó que alguien caminaba lentamente en su dirección. La larga barba blanca era fácilmente reconocible en la distancia. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Sev levantó una ceja como saludo.
—Director.
—Hola, Severus, ¿puedo sentarme?— preguntó cortésmente, pero no esperó respuesta, transformando una margarita en un gran almohadón—. Éste parece el lugar perfecto para venir a pensar— comentó, mirando hacia el lago.
—O no pensar en absoluto— replicó Severus, al parecer para si mismo—. Es justo lo que dice Harry sobre este lugar— el anciano mago lo observó, ligeramente sorprendido por la declaración, pero no hizo ningún comentario—. ¿Cuál es el punto en este asunto de las vacaciones, señor?
—Pensaba que era bastante obvio. Es un tiempo para que lo pases lejos de tu estrés diario y te rejuvenezca, de forma que cuando regreses puedas manejar las cosas con una perspectiva fresca. Puede que no recuerdes a los demás, pero todos ellos están relacionados contigo en diversas áreas, tales como tu trabajo, organizaciones y cosas así. Puede serte beneficioso verlos bajo una nueva luz, mejorando tus relaciones de trabajo.
Severus reflexionó sobre el tema por un momento. Por supuesto, todo eso se lo había explicado el primer día, excepto la parte de sus compañeros de trabajo.
—¿Así que, jugar una partida de ajedrez con Filius va a mejorar nuestra relación el lunes, cuando regresemos nuevamente a nuestras vidas?
—¿Es tu relación con Filius lo que te está preocupando?
Severus suspiró ante la pregunta del Director. Odiaba que el hombre pudiera ver a través de él.
—¿Vio el rostro de Harry cuando me presentó?— Albus asintió, el brillo en sus ojos se apagó un poco—. Es genial que Ron tenga un nuevo contrincante de ajedrez; a todos les gusta Filius. ¿Cuál es el punto en volar con Harry alrededor del campo de quidditch si vamos a volver a odiarnos el lunes?
—¿Por qué estás tan seguro que se van a odiar el lunes, cuando no puedes afirmar con honestidad que estás seguro de que lo odiabas antes?
—¿Está bromeando? Me tomó la mitad de la noche convencerlo de que no lo mataría el próximo lunes. Incluso lo puse por escrito.
Albus sonrió, algo que sólo logró que Sev se molestara más.
—¿Así que Harry sabe quien eres y aún así se pasa media noche hablando contigo? Eso no me suena como alguien que te odie.
Odiaba admitirlo, pero Albus parecía tener un punto.
—Supongo que no. Nos divertimos cuando dejamos la partida de ajedrez para…— se interrumpió, recordando que Harry todavía era un estudiante y se metería en problemas si se supiera que estuvo fuera después del toque de queda.
—¿Para qué?— preguntó Albus, divertido. Cuando Severus enrojeció, el Director se empezó a preocupar—. ¿Para qué, Severus?— repitió con algo más de firmeza. El otro levantó la vista, avergonzado, sabiendo que no podía mentir.
—Salimos a hurtadillas con la capa de invisibilidad, y… robamos comida de las cocinas— concluyó, encontrando repentinamente fascinante una brizna de hierba. Se extrañó ante la expresión de alivio en el rostro del anciano.
—El lunes llegará, Severus. Cuando eso suceda, si tú no lo odias, díselo. Si descubres que tu odio es demasiado fuerte, bien… al menos declaraste por escrito que no lo matarás.
La cabeza del chico se alzó con incredulidad.
—¡Nunca le haría daño a Harry!— declaró con firmeza.
Albus se levantó; la margarita fue vuelta a su forma original.
—Eso lo he sabido por años— afirmó con una sonrisa, y regresó al castillo, dejando al joven Severus a solas con sus pensamientos.
Rumiando, Severus se sentó en el Gran comedor. Una adolescente Minerva soltaba risitas mientras hablaba con una chica de ojos color ámbar. ¿Ésa era Hooch? Les lanzó una mirada amenazadora cuando se rieron incluso más fuerte y señalaron hacia los chicos que estaban entrando en ese momento al comedor. Cómo se atrevían a revisar a Harry, aunque por lo que parecía, Hooch a quien estaba revisando era a Minerva. Pero la Gryffindor no prestaba atención, pues sus ojos estaban fijos en los chicos; chicos no, hombres. Sabía que su actitud posesiva hacia Harry era injusta, pero aún así, apretó los dientes con fuerza.
La cena fue relativamente tranquila. Harry era cortés con Minerva, pero era obvio para Sev, y quizás también para Ron, que estaba incómodo. Al final, eligiendo entre el menor de dos males, Harry decidió hablar con el joven Ravenclaw a su lado. El chico de tercer año había estado tratando de charlar con él desde que desempacara en la Torre Gryffindor.
Cuando la cena estaba a punto de terminar, Ron preguntó a algunos de los presentes si querían jugar un partido de quidditch. Harry parecía muy interesado en ver cómo volaba la chica Hooch. Filius y el semi gigante irían también. Severus reflexionaba en que la física dinámica de cualquiera de ellos dos sobre una escoba escapaba de su imaginación. Aunque por lo visto Hagrid, el más grande, sólo iba para supervisar. Las chicas habían pasado la mayor parte del tiempo apartadas de ellos. Todo el asunto era algo que no importaba lo más mínimo a Severus, dado que Ron no le había pedido que se uniera con los demás.
Cuando los platos se limpiaron, Ron y Hooch se declararon capitanes y se dirigieron a las puertas, discutiendo sobre a quiénes querían en sus equipos. Harry saltó y se unió a ellos. Severus no levantó la mirada, tratando de convencerse a si mismo que no le importaba. Momentos después, fue sorprendido por una cálida mano que se posó sobre su hombro.
—Vas a venir a volar, ¿verdad, Sev?
El Slytherin levantó la mirada para ver la invitación en los sonrientes ojos verdes. Albus Dumbledore levantó una copa a sus labios y sonrió, escuchando las bromas mientras los dos salían.
>>Espero que estés en mi equipo, Sev, porque sino, pase lo que pase el lunes, hoy voy a patear tu trasero.
—Eso lo veremos— contestó el otro.
Albus continuó sonriendo, un brillo en sus ojos azules. Harry pronto terminaría la escuela, y enseguida se uniría a la Orden. Sería bueno si él y Severus se hacían amigos
Severus despertó sobresaltado. No podía recordar su sueño, y asumió que era parte del proceso de ajuste de su memoria. No recordaba haber dormido tan bien en mucho tiempo. Con una rápida mirada alrededor, comprobó que Filius seguía durmiendo. En su camino hacia el baño, notó que el fuego estaba brillando en la sala común. Sonrió al encontrar a Harry dormido en un sofá. Se veía tan sereno cuando dormía sin pesadillas. Lo observó por largo rato, pensando en lo bien que se veía sin los lentes. Era hermoso.
Busco alrededor para ver dónde estaban los lentes del chico, por temor a pisarlos, y encontró que estaban en una mesa, junto con un surtido de pergaminos y un libro de Pociones. Por lo visto, Harry no había terminado todo durante el Martes de Empollar como había planeado. Dado que él era bastante bueno en la materia de Pociones, decidió leer el ensayo.
Harry despertó ante el sonido de una pluma rasgando un pergamino.
—¿Qué estás haciendo?— preguntó, somnoliento.
Severus se giró, sorprendido; no había notado que el Gryffindor había despertado.
—Espero que no te importe, estaba leyendo tu ensayo— Harry sonrió ante la ironía del hecho—. Es muy bueno, pero… bien, no te ofendas, probablemente no conseguirás un Extraordinario— el otro luchó contra la urgencia de decirle que nunca había conseguido un Extraordinario en Pociones—. Hay unos cuantos ingredientes que deberías haber incluido en la lista de artículos que podrían ser utilizados en el mismo tipo de pociones que señalas, y…— hojeó los pergaminos— también podrías haber mencionado el efecto de agregar hojas de aconito
Severus notó que Harry no había hablado, pero sonreía; esa era buena señal.
>>Escribí un párrafo extra para cubrir eso.
El Gryffindor lo miró, asombrado; Sev lo había ayudado con su trabajo de Pociones. No podía dejar que lo hiciera, pero era lindo de todos modos.
—Umm. Gracias, no tenías que hacerlo. No se si yo debería…— su voz se apagó y Severus le sonrió.
—¿Por qué no? Sé que la idea de ir a buscar comida el otro día fue mía, pero si mal no recuerdo, tú no eres un extraño en las cocinas. No trates de decirme que temes romper las reglas— Harry casi se atragantó—. Dices que tu otra amiga, la que le gusta a Ron, es muy inteligente. ¿Ella no te ayudaría?
—En realidad, nunca deja que nos copiemos de ella, pero nos hace sugerencias sobre cómo podríamos mejorar nuestro trabajo— leyó el párrafo que había escrito Sev—. Nunca dejaría que pusiéramos algo si no lo comprendemos realmente— señalo el pergamino—. No sé qué es esto.
Severus le explicó los ingredientes de la lista que Harry desconocía y los efectos que tenían en relación con el tema del ensayo. El chico de ojos verdes disfrutaba viendo como se animaba Sev cuando hablaba de algo que le interesaba. En ése momento se le ocurrió que ése era el verdadero Severus Snape. De repente, resultaba muy difícil separar a Sev de Severus. Disfrutaba estando con él, y se preguntaba si era que el hombre había cambiado tanto al crecer, o que sencillamente no conocía a su profesor en absoluto. Probablemente fuera un poco de ambos. Quizás no lo mataría después de todo. “Ahí está, la maldita esperanza de nuevo”, pensó. No protestó cuando Sev encantó el párrafo adicional sobre su ensayo.
Ambos estaban sentados en el sofá, conversando sobre el partido de quidditch que habían jugado con los demás, y luego simplemente quedaron en silencio observando el fuego. Harry levantó la vista para encontrar que el otro chico también lo miraba. Esbozó una sonrisa adormilada. Sev se acercó para darle un beso, o tratar, pero Harry retrocedió.
—Lo lamento— se disculpó el Gryffindor.
—Debo ser un verdadero bastardo— suspiró.
No supo que decir a eso. Menos de una semana antes, hubiera estado de acuerdo con él. ¿Ahora, qué pensaba? Si iba a decir algo, era mejor que lo dijera pronto.
Demasiado tarde. Sev se paró, sintiendo que la falta de respuesta era una confirmación.
>>Buenas noches, Harry.
Subió las escaleras en dirección a los dormitorios, ignorando la voz de Harry que le pedía que esperara.
Última edición por alisevv el Miér Jul 06, 2016 7:12 pm, editado 2 veces | |
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elamordesnarry Buscador de Quidditch
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| Tema: Re: Death Eater takes a Holiday. Capítulo 5. Martes de empollar Vie Oct 02, 2015 11:02 am | |
| Como desmentir una verdad como esa, Sev lo siento pero si te habías comportado como un bastardo, pero ahora que lo sabes, tu obligacion es cambiar jajaj sobre todo la forma en que Harry te ve a demas vas por buen camino jajajja.
Severus Snape es irresistible asi que puede romper cualquier barrera con Harry jejejeje | |
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