alisevv
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| Tema: Death Eater takes a Holiday. Capítulo 6. Finite Incantatum Dom Abr 12, 2009 12:11 pm | |
| Ron y Harry se encaminaban a la sala común después de comer.
—Harry, ¿qué más te da si no llegó a almorzar?
—Tampoco se presentó a desayunar— Ron se encogió de hombros—. Creo que algo que hice puede haberlo molestado.
—¿Por qué? ¿Por qué volviste a patear su trasero en el quidditch? Se lo mereció, yo ni siquiera lo invité a venir.
—No iba a hacerlo, yo le pedí que fuera. No hubiera tenido que patear su trasero si lo hubieras elegido para el equipo cuando tuviste oportunidad.
—¿Por qué deberíamos fingir que nos gusta? Él regresará a la normalidad el lunes. Sigue siendo Snape, sólo que en versión más joven.
—Tú pensaste que era agradable la primera vez que nos reunimos con él— protestó Harry, entrando en la sala común.
—Porque no había tenido oportunidad de conocerlo todavía. De veras, ¿por qué te está enloqueciendo, Harry?
El aludido no contestó; miró alrededor para ver si había alguien más en el recinto y guió a Ron hasta las habitaciones.
—Sigues sin conocerlo. Sólo porque es Snape, piensas que no merece que la gente sea agradable con él.
Sacó su ensayo de Pociones y se lo mostró. Ron lo leyó, asintiendo y elevando ocasionalmente una ceja.
—Es genial. ¿Cuándo hiciste todo esto?
—Anoche. Pensé que ya que Snape sabía sobre el Martes de Empollar, era mejor que hiciera un buen trabajo para que no pudiera quejarse de que había sido apresurado. Yo no hice esa última parte —informó, mostrando a Ron lo que Severus había agregado—. Él bajo y lo leyó; yo estaba dormido en el sofá. Cuando le dije que no debería permitir que lo hiciera porque yo no conocía realmente esa información, me lo explicó todo. Deberías haberlo visto; habla con sus manos cuando algo realmente le gusta.
Ron miró nuevamente el ensayo.
—Incluso sin lo que agregó, está mejor de lo que acostumbras; sin ofender, compañero. ¡Qué lástima! Sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?
Harry asintió, leyendo el ensayo una última vez.
—Lo sé— musitó, sacando su varita—. Finite Incantatum— Ron levantó la vista para ver como el párrafo adicional desaparecía del pergamino. Harry suspiró y lo regresó a su bolso escolar.
—¿Qué hiciste para que se molestara?
Harry suspiró de nuevo.
Demonios, Ron no olvidaría eso
—Él ve como todo el mundo actúa a su alrededor, incluso tú. Estuvimos hablando— mintió Harry—. Dijo que debía ser un verdadero bastardo y yo no hice nada para negar el hecho ante él. Luego intenté hablarle, pero se fue a la cama. Me sentí mal, porque después de todo él me ayudó con el ensayo. “Y porque me encanta como besa”, pensó esto último, pero no lo dijo en voz alta para que Ron no flipara.
El pelirrojo se echó a reír.
>>¿Qué?
—Eres gracioso, Harry. ¿Me das un sermón sobre no haberlo elegido para el equipo, y tú ni siquiera argumentas cuando se llama a si mismo bastardo? Oh, eso fue intenso. Desearía haber podido verlo mientras lo decía. ¿Crees que un día puedas conseguir un pensadero y mostrármelo?— terminó, riendo.
—Ya no estoy tan seguro de que sea un bastardo en absoluto. Y debes admitir que, al menos esta semana, no es un cretino grasiento— razonó Harry, recordando cuando había deslizado sus manos por su cabello negro azabache.
Ron abrió los ojos de par en par.
—Ni siquiera lo menciones… Eso es peor que cuando dijiste que Draco tenía un lindo trasero. Cuando llegue el lunes, será un bastardo grasiento. Sólo fantaseas con él porque es joven y… eso.
—No es lo mismo. Que tenga un lindo trasero no significa que Draco no siga siendo gilipollas, y no pienso así sólo porque Sev sea joven y… EXCITANTE. Tienes que admitir que lo es, Ron, aunque no fantasees con hombres. Es excitante. Y no sólo ahora que es joven; ¿acaso nunca has escuchado su voz?
Ron mostró una expresión estupefacta.
—¡Nunca me dijiste que fantaseabas con Snape antes de esta semana!
—No, me gustaba más el trasero de Draco. Pero ahora que he pasado un tiempo con él, no lo sé, es sólo que no estoy seguro que sea un bastardo, es todo— de repente, se le ocurrió que no era a Ron a quien debía convencer de que Snape no era un bastardo—. Me tengo que ir, Ron, te veo luego.
El pelirrojo se quedó ahí parado, sacudiendo la cabeza.
“Y yo que pensaba que no entendía a las chicas”
Harry recorrió todo el castillo buscando a Sev. Trepó las escalinatas de la Torre de Astronomía, decepcionándose al encontrarla vacía. Miró alrededor, recordando la última vez que habían estado allí. Apartó el cabello de sus ojos y se acercó a la ventana antes de partir. Era una vista grandiosa. La brisa soplaba y los capullos recientemente florecidos perfumaban el aire. El Bosque Prohibido empezaba a reverdecer con hojas nuevas. El sol se reflejaba en el lago, cuya agua ondulaba porque… porque alguien lanzaba piedras sobre ella.
Sev estaba en el lago.
Corrió, bajando los peldaños de dos en dos. Se decía que no estaba excitado por haber descubierto a Sev en el lugar de ambos, que sólo estaba contento por haberlo encontrado. No estaba resultando muy convincente, ni siquiera consigo mismo.
—Sev— jadeó cuando llegó, recuperando el aliento.
—Harry— contestó inexpresivo, manteniendo los ojos fijos en el lago.
—No viniste a desayunar… ni a almorzar— la respiración de Harry se estabilizó—. Te estuve buscando.
El otro no respondió. Al agotarse las rocas que estaba lanzando, se sentó en el terreno y comenzó a arrancar briznas de hierba, una a la vez.
>>Lamento lo de anoche. No pienso que seas un bastardo.
—¿Esa es la razón para que vinieras a buscarme?
Harry asintió.
—Tú siempre has mostrado ser una persona muy reservada, no te conozco realmente bien.
—Así que, dado que dices que no me conoces muy bien, realmente puedo ser un bastardo.
Harry sacudió la cabeza.
—Yo no te conozco, pero tú si; tienes que saber si eres una buena persona. No fuiste muy agradable conmigo cuando nos conocimos, creo que por culpa de mis parientes, con quienes no te llevabas bien— tuvo mucho cuidado en no decir ‘padres’—. Después de un tiempo, te molesté lo suficiente como para que ya no te gustara por mis propios méritos.
Sev sonrió, preguntándose hacia dónde iría todo eso.
>>Pero, el último año o algo así, pasaron muchas cosas, sucesos que no puedo mencionar esta semana, pero maduré mucho, y creo que es posible que tú ya no me odies tanto. Yo no te he odiado desde hace bastante tiempo.
—¿Se supone que eso debe animarme?— bromeó—. ¿Así, el que no nos odiemos me convierte en una buena persona? ¿O a ti? ¿Crees que no nos odiaremos tanto uno al otro si conseguimos conocernos mejor?— dijo Sev, con un ligero sarcasmo.
—Pienso que cuando alguien no te gusta durante mucho tiempo es difícil cambiar, incluso cuando las razones de ese disgusto ya no existan. Mis razones se fueron; supongo que el lunes podrás decirme si las tuyas también.
—¿Tus razones se fueron? ¿Crees que el lunes, cuando regrese a mi viejo yo, nuestra única tarde de pasión será suficiente para que tus razones se hayan ido?
Harry se vio herido y Sev supo al instante que no debería haber dicho eso.
—No. Pero sí será suficiente para hacerme reflexionar mucho sobre esto y todo lo que has hecho por mí en estos años. Siempre has estado ahí para mí, incluso aunque yo no te guste.
Sev lo observó, escéptico.
>>Salvaste mi vida— agregó Harry en voz baja.
Severus levantó la vista, encontrando los ojos del Gryffindor por primera vez desde que éste había llegado.
—¿Lo hice?— Harry asintió—. ¿Cuándo?
Ahora, el otro sonrió.
—¿Cuál de las veces?
Al ver que Sev lo miraba, confundido, continuó:
>>La primera vez, o al menos la primera que yo recuerdo, fue durante un partido de quidditch, cuando alguien hechizó mi escoba. Tú murmuraste el contra hechizo, deteniéndolo, y evitando que yo cayera— marcó un dedo y continuó—: La siguiente vez me salvaste de quien creías que era un asesino fugado, aunque Sirius era inocente, pero aún así ésa cuenta porque te enfrentaste a él y a otro mago completamente entrenado para hacer lo que pensabas era lo correcto— sonrió y señaló un segundo dedo—. La última vez fue el verano pasado, aunque no creo que ni tu yo mayor supiera sobre esta última vez— tomó aire profundamente, no había planeado hablar sobre el día de la batalla en su casa, pero necesitaba que Sev comprendiera—. Algo malo pasó en mi… donde yo vivía, y tú me sacaste. Nunca tuve que regresar.
Severus se inclinó hacia delante, colocando un mechón de cabello tras la oreja de Harry. Éste no fue capaz de mirarlo a los ojos y sostener su mirada.
—Cuéntame qué pasó, Harry— la voz de Severus era calmada y confortante, pero Harry difícilmente podía hablar.
—No puedo— musitó, tragando con fuerza.
—Harry, torcí los planes de Dumbledore para mis vacaciones. Tú quieres que nos conozcamos mejor, y apostaría que eso puede ser más fácil ahora, mientras todavía somos… Creo que de verdad podemos intentar conocernos, pero es posible que después sea más difícil. Tenemos que confiar uno en el otro— lo rodeó con sus brazos.
—Cuando dije que no puedo, quise decir que es demasiado difícil hablar de eso— suspiró—. He confiado en ti por años— sus palabras apenas eran un susurro. Severus apretó su hombro un poco más y frotó su espalda con suaves círculos. Harry tomó una profunda bocanada de aire y comenzó su historia. Sabía que Sev tenía razón, sería más fácil contarlo ahora, ya que estaba seguro que Severus no conocía la verdad; nadie en realidad, excepto los Weasley y Hermione.
>>Las cosas no fueron bien donde yo había vivido. Los parientes con los que me quedaba eran… bien, ellos no comprendían la magia, por ser muggles, y eran muy implacables respecto a mi anormalidad— Sev se encogió—. Su odio hacia mí creció cuando recibí mi carta de Hogwarts y descubrí que era un mago, pero la situación no fue realmente mala hasta que fui mayor— Sev se preguntaba qué había sido eso tan malo, aunque tenía una buena idea—. Habitualmente, cuando escribía a Sirius, aligeraba el asunto, diciéndole que no se preocupara por mí, pero cuando se puso tan grave que pensé que no podría soportarlo hasta que comenzara la escuela, le escribí diciéndole que necesitaba ayuda— respiró profundamente una vez más.
Severus reconoció el nombre de Sirius de la condecoración de la ‘Orden de Merlín’ que estaba en la mesita de noche de Harry, pero no lo interrumpió para averiguar quién era él.
>>Hay personas a quienes les gustaría verme muerto, además de aquellos con los que vivía, quiero decir. Ellos interceptaron las lechuzas entre Siri y yo; sabían que iba a venir a ayudarme. Planificaron un ataque. Cuando Sirius saltó las barreras para ayudarme, pensaron que Dumbledore no interrumpiría puesto que sabía que Siri no era el criminal que todos creían. Pero no tomaron en cuenta que tú informarías a Dumbledore de sus planes y estaría listo para recibirlos.
Sev se mostró asombrado ante la historia que le estaba contando.
—¿Así fue como te salvé, informándole a Dumbledore de los planes?
Harry esbozó una débil sonrisa.
—En parte. Hubo suficiente tiempo para planificar. Muchos magos murieron ese día, algunos en particular fueron una gran pérdida, pero al final terminó con una impresionante victoria para nuestro lado.
Sev se había inclinado y estaba escuchando sus palabras con mucha atención. La voz del chico apenas se alzaba sobre el sonido de la brisa contra las hojas. Como si acabara de recordar por qué estaba contando la historia, Harry continuó:
>>Cuando la batalla terminó, el Min… algunas personas importantes sugirieron que yo permaneciera en mi casa, donde estaría más seguro— levantó la vista para encontrar nuevamente los ojos de Sev. Harry no tenía lágrimas; no se permitiría tenerlas—. Entonces tú insististe en que debería ser llevado a Hogwarts para una revisión, sólo por si acaso. Ellos se impactaron al encontrar que había sufrido serias heridas y asumieron que las había recibido porque había abandonado la casa durante la batalla. Fui traído aquí. Madame Pomfrey fue informada de la batalla y mis heridas, pero nunca cuestionó acerca de su origen. Sólo Sirius supo la razón ya que estaba allí ese día. Creo que, en los días posteriores, Dumbledore también lo comprendió, pero nunca hablamos sobre eso; no tenía sentido hacerlo. Ahora salí de ese lugar para siempre.
Severus atrajo a Harry en un abrazo cálido y reconfortante. El Gryffindor se permitió ser consolado. Los largos brazos que lo rodeaban le hacían sentir seguro, a salvo y protegido. Era un lugar maravilloso.
Permanecieron así, abrazado uno al otro, durante bastante tiempo. Sev no trató de besar a Harry, sólo lo sostuvo. Ninguno quería dejar ir al otro. Severus sabía que, eventualmente, se tendrían que separar, pero no hizo caso, continuaría así hasta que sus brazos cayeran dormidos, o más allá. Harry sólo levantó la cabeza de la túnica del Slytherin cuando escuchó un pequeño chapoteo, similar al que hicieran las piedras que Severus había lanzado antes. Se apartó para ver una pequeña lechuza marrón aleteando en el agua, justo a su lado. Se echó a reír y sacó a la empapada mensajera del lago.
—¿Ron está preocupado por mí, Pig?— la lechuza ululó en respuesta, sacudiendo sus alas, rociándolos con el agua—. Ron sigue sintiendo que debería haber estado allí el verano pasado— dijo Harry, explicando la presencia de la lechuza.
—Siempre es muy protector contigo. Ya me amenazó, advirtiéndome que no fuera a usar contra ti nada de lo que descubriera.
Harry rió, abriendo ligeramente los ojos.
—¿Ya sabía quién eras tú? Quiero decir, ¿ya habías sido presentado?
Sev asintió y el Gryffindor sonrió.
>>Wow, estoy impresionado. Será mejor que llevemos a Pig de regreso a la torre, llegaremos más rápido caminando que lo que tardaría ella mientras seca sus alas y regresa al castillo— se interrumpió, dejando de caminar por un momento—. Aguarda. ¿Qué creía Ron que podrías hacerme para que estuviera tan preocupado?
Sev lució avergonzado, no estaba seguro de si el pelirrojo se lo habría contado o no.
—Cuando tuviste tu… sueño, yo fui quien te dio las pociones. Tu pensaste que era Ron— Sev esperaba que Harry no estuviera molesto, no podía descifrar absolutamente nada de su expresión—. ¿Estás enojado? No estaba tratando de entrometerme, yo…— no terminó la oración.
—No estoy enojado por eso; es sólo que… bien, siento que ahora me gusta que sepas todas esas cosas personales sobre mí. Debo parecerte algo así como un chiflado— Severus quiso argumentar pero Harry prosiguió—. Dumbledore ahora me vigila como un halcón. ¿Puedes imaginar lo que haría si yo estuviera peor?
Severus sonrió.
—Si estuvieras peor, te mandaría a tomar unas vacaciones de ti mismo.
Esto tuvo el efecto deseado. Harry jadeó y luego empezó a reír.
Última edición por alisevv el Lun Jul 11, 2016 2:12 pm, editado 4 veces | |
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| Tema: Re: Death Eater takes a Holiday. Capítulo 6. Finite Incantatum Vie Oct 02, 2015 11:25 am | |
| Amo a Severus me encanta la interacción que hay entre ellos y como se tratan, como se comprenden sin tantas explicaciones y como Severus sostiene a Harry, la dulzura y amor que trasmiten sus caricias y abrazos, los amo y me gusta que poco a poco se conozcan jejejje. | |
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