Majo-san Vencedor de Voldemort
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| Tema: El cazador y el lobo. Capítulo 13.-Se apiadó de mi Jue Mar 30, 2023 6:25 am | |
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13.-Se apiadó de mi El embarazo de Severus fue maravilloso según Harry. Él estaba al pendiente de todo lo que fuera a necesitar Severus. Stephan y Sebastián también estaban emocionados. Felices con la idea de un nuevo integrante a la familia. A sus 10 años estaban más que encantados con ser hermanos mayores. -¿Hay algo que necesites, papi? -preguntó Sebastián. Severus miró a su alrededor. En la mesa de su costado había por lo menos seis libros, dos tazas, una con agua y otra con té tibio, la otra mesa de noche, que estaba hacia el lado de Harry, tenía una fuente con fruta y un florero con lirios frescos cortados por sus hijos en la mañana. -Nada, Sebastián, gracias. -¿Quieres que corra las cortinas para que puedas dormir? -preguntó Stephan esta vez. -Si fuesen tan amables. Ambos corrían para ayudarse. Amaba a esos niños, eran tan dulces y serviciales, pero tampoco quería abusar de su ayuda. Para eso estaba su esposo, que a todo esto… -¿Dónde está su padre? -no recordaba haber visto a Harry desde que le llevó el desayuno esa mañana y aparte el día de ayer tampoco lo había visto mucho durante el día. -Papá está preparándote una sorpresa -dijo Stephan. -Pero ni nosotros sabemos que es -siguió su hermano elevando los hombros. Severus achicó los ojos, mirando a sus lindos y mentirosos pichones, estaban moviéndose muy poco y miraban la habitación. Oh, que malos mentirosos eran, pero sonrió de lado siguiéndoles la corriente, algo tenía a sus amores entretenidos y seguramente era algo para el bebé. -Esta bien, vayan a jugar mientras yo duermo un poco, no vuelen muy alto, por favor, no podría soportar el que algo les pasara. -Oh, papi, no -dijo Sebastián subiéndose a la cama para poner su manito en la mejilla de Severus, mientras que Stephan hacia lo mismo del otro lado. -No te pongas triste, nos portaremos bien. -Lo sé, no se preocupen -dijo recibiendo un beso en la mejilla por parte de cada uno. -Amo verlos así -dijo Harry apoyado en la puerta de la habitación, cautivado por la dulce imagen de su familia. Severus le envió una Harry una mirada que hizo estremecer al cazador, esa mirada que sólo demostraba hambre y no precisamente de comida, pero no, debía controlarse, su esposo estaba casi a termino en su embarazo, y no podían correr riesgos, no cuando todo había ido tan bien hasta el momento. No arriesgaría a su bebé y su esposo por un momento de calentura. Ya calmarían sus cuerpos más adelante. Sacudió la cabeza para dejar de pensar con otra parte del cuerpo y llevar la sorpresa que tenía para Severus y su bebé. -Cierra los ojos, mi amor, te traigo una sorpresa -dijo guiñándole un ojo, sólo ahí Severus salió de su transe, ese en el que veía a Harry desnudo en la puerta de la habitación. Recordó que estaba con sus hijos a los lados y estos se apoyaron en su pecho, sus hormonas revolucionadas, si bien calentaban a él y Harry como pareja, adormecían a sus hijos. Harry vio que al fin cerraba los ojos y se giró para tomar la pesada carga y caminar hasta el costado de la cama de su esposo. -Abre los ojos, Severus -dijo dejando un beso en esa preciosa boca que tanto amaba besar. Severus vio al fin lo que tuvo a su esposo tan desaparecido. Una hermosa cuna de roble tallada a mano por Harry. Sonrió enternecido, acercó a Harry para devolverle el beso. -Gracias, esta hermosa -dijo apreciando cada detalle, la pequeña manta bordada con lobos y lunas, algo que ciertamente sería su bebé. … … Harry sonreía de lado, los niños no se habían querido alejar mucho de Severus y en cuanto la partera dijo que ya podía dejarlos pasar, entraron como volidos, pero se detuvieron ante la imagen de Severus con el bebé en brazos. Entonces se acercaron lentamente, bajo la atenta mirada de Severus que les sonrió asintiendo con la cabeza para que se acercaran más. -Vengan a conocer a su nueva hermana -dijo en tono despacio. -Ella es tan chiquita -dijo Sebastián, pasando un dedito por la cara de la niña que se removió molesta. -Pero es linda -dijo Stephan dijo apoyando su carita en las piernas de Severus para mirarla desde su altura -Claro que lo es, se parece a su madre -dijo Harry divertido por la cara molesta de su esposo, pero vio como este cambiaba la mirada y se removía un poco-. Niños, dejaremos que Severus duerma un rato para reponer fuerzas, mientras ustedes me ayudan a cuidar a su hermanita. -Esta bien -dijeron ambos dejando un beso en la mejilla de Severus para salir de la habitación. -Duerme un poco, mi amor, nosotros seguiremos aquí cuando despiertes -le dijo Harry sosteniendo a la niña y besando los labios partidos de su esposo que ya caía de sueño. Se alejó un poco viendo como Severus terminaba de rendirse al sueño, viendo como su hija hacia lo mismo. -Bienvenida, mi lobita -dijo acariciando su mejilla y caminando con ella a la cálida sala donde lo esperaban sus hijos. -Bienvenida hermanita -dijo Sebastián dejando un beso en la frente de la niña. -Bienvenida, Abigail -le saludó su hermano.
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