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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 El cazador y el lobo. Capítulo 11.-Y nadie le apostaba a que yo fuera tan feliz

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Majo-san
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El cazador y el lobo. Capítulo 11.-Y nadie le apostaba a que yo fuera tan feliz  Empty
MensajeTema: El cazador y el lobo. Capítulo 11.-Y nadie le apostaba a que yo fuera tan feliz    El cazador y el lobo. Capítulo 11.-Y nadie le apostaba a que yo fuera tan feliz  I_icon_minitimeMiér Mar 29, 2023 11:19 pm

11.-Y nadie le apostaba a que yo fuera tan feliz




Harry veía maravillado como Sebastián ayudaba a su hermanito a mantener el equilibrio en el aire, Severus, siendo aprensivo como era, había manejado poner unas largas cuerdas alrededor de las cinturas de los niños cuando empezó a entrenarlos. Claro, los niños al principio sólo querían llegar lo más alto posible, pero al pasar los días, las semanas y los meses, estos se volvieron más cautos y menos “aventureros” como solía decir Harry o “descarriados” como le decía Severus a la actitud de los niños. Pero ahora los niños sabían que no podían volar tan alto, no por que no pudieran o no quisieran, si no que eso preocuparía a papá Severus y ellos no querían ver una mueca preocupada en la cara de papá.
-Sabía que podías hacerlo -dijo abrazando a Severus por la espalda, apoyando la barbilla en el hombro de este.
-Soy un genio -dijo riendo de lado. Entonces buscó entre sus ropas y le dio una botellita con un líquido verde dentro.
-¿Y esto? -preguntó recibiendo la botella.
-Es para curar la herida que tienes en la pierna derecha… a la altura de la ingle.
-Oh… estuviste espiando a tu esposo -dijo divertido, pero recibiendo una mirada enojada de su esposo y sabía muy bien por qué era esto-. Veras, no quise preocuparte…
-¿Y pretendías que esa herida se infectara hasta que perdieras la pierna?
Oh, demonios, Severus se había molestado de verdad, pero la cara de lobo arrepentido de Harry le dijo que estaba más arrepentido de lo que iba a admitir.
-Lo lamento, Severus, no quisiera preocuparte de más.
-Esta bien -dijo resignado, de verdad, nada podía hacer con este hombre-. Preparé también un ungüento que tendrás que aplicarte todo los días.
-Por supuesto que sí, mi amor -dijo besándolo en la boca haciendo reír a sus hijos que venían volando a ellos.
-Papá Harry esta molestando a papá Severus -dijo Sebastián divertido mientras aterrizaba sin problemas y ayudaba a su hermano a caer con gracias, no como siempre que caía con el culo.
-Claro que no, hijo. Su papi nunca se enojaría conmigo.
-Por supuesto que puedo enojarme contigo -dijo dando vuelta para ignorarlo y poner atención en los niños. Harry se recargó entonces en el árbol y los vio. Le gustaba ver como Severus elogiaba a los niños por su buen entrenamiento de ese día.
Estaba seguro de que, de no estar ellos aquí, su vida sería gris y aburrida, completamente diferente a la llena de colores que tenía con Severus y los niños.
Severus le llenaba de amor, no el mismo que tenía por los niños, era un amor apasionado, uno lleno de vida, uno que le hacía querer gritarlo a los cuatro vientos. Ese lobo lo tenía completamente enamorado.
-Te amo -dijo casi al aire, pero estaba seguro de que Severus lo escuchó por que pudo ver, aun desde su posición a un par de metros, como las orejas de su esposo se colorearon, pero obviamente no iba a decir nada, de hecho, Severus siguió en lo suyo con los niños.
-Vamos a casa -dijo poniéndose de pie y los niños corrieron, seguramente llamados por el aroma del exquisito estofado que hizo Harry mientras ellos entrenaban. Pero cuando pasó a su lado, Severus lo miró mal, pero luego suspira y se acerca y se empinó para dejar un beso en los labios de Harry-. También te amo.
Harry sonrió abrazándolo por la cintura.
Si, estaba completamente enamorado y se sabía completamente correspondido.














TBC...




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