Develaciones. capítulo 11: Una lenta recuperación

Capítulo 11: Una lenta recuperación.

Cuando la noticia de la muerte de Lily Evans se esparció por todos lados, la primera en alzar la voz fue, obviamente, Roxane, que lloraba sobre el cuerpo sin vida de su madre, que algún mortífago había llevado a la mansión Potter antes de dejar un agujero gigante en Privet Drive, ya, más tarde, las noticias hablarían de una fuerte explosión de una tubería de gas bajo tierra.
-¿Quién fue? ¿Quién la mató? -preguntó luego de recuperar un poco la cordura, no era fácil para nadie, mucho menos para Harry que estaba ahí mismo, y veía con desprecio el cuerpo de la mujer que por muchos años creyó su amada madre.
-Hermana…
Entonces llegó Dominic, Harry lo adoraba, había aprendido a quererlo por quien era, un niño pequeño, adorable y que miraba todo con adoración, quizás también querría a Roxane si no fuera la perra desgraciada que demostraba ser cada vez que abría la boca para dirigirle una palabra.
-Roxane, tu madre trato de matar a Harry… pero en su intento hirió a James, tu padre… él está grabe.
La muchacha negaba con la cabeza, no podía ser que todo eso estuviera pasando, por que pese a que supo de un momento al otro que James Potter no era su verdadero padre, siempre lo vio como tal, era quien la había criado y lo amaba mucho. Pero entonces, ¿Cómo había terminado todo así? ¿Cómo había sido posible que su madre muriera en combate contra su papá?
-¿Fue papá?- preguntó cerrando los ojos.
-No -dijo Harry quien se paró a su lado, poniendo una mano sobre el hombro de Dominic, quien enseguida se abrazó a su cintura para llorar en silencio.
-¿Fuiste tú? -la pregunta salió en un susurro.
-Fui yo, niña-dijo Voldemort, que miraba todo con absoluto desprecio- tu madre intentó matar a mi hijo… terminó casi matando a mi amante.
La niña sólo apretó los puños, no era idiota después de todo. No podía irse contra el Lord oscuro, por que ella no era rival para él, mucho menos podía intentar algo contra Harry, no cuando estaban todos atentos al mocoso.
Nadie dijo nada más, era obvio que los niños tenían que llorar a su fallecida madre, y fue por petición de Harry que se le diera un funeral, no era una buena mujer a sus ojos, pero estaba seguro que antes de que todos sus recuerdos volvieran de golpe, ella le amo creyéndolo su fallecido hijo. Por eso mismo, y porque era la madre de su hermanito, se le daría una sepultura.
Voldemort no había estado de acuerdo, pero entonces le dijo que no le convenía mostrar ese rencor en contra de los suyos, por que pese a lo que pese, Voldemort era un líder, uno al cual muchos seguían y que le tenían lealtad, esta demostración de piedad por una de sus seguidoras le hacía bien a su imagen de líder. Y por sobre todo Voldemort sabía lo que era tener una imagen intachable ante los suyos.
Cuando llegó la noche Harry quiso quedarse junto a su padre, pero era Severus quien no lo quería ahí.
-Dame sólo una razón verdadera para tener que irme –le dijo molesto.
-Tu estado es delicado –le dijo, sin apartar la vista de James que estaba en una especie de coma mágico-, acabamos de volver de un enfrentamiento con tu pasado, como para que quieras quedarte en vela cuidando de tu padre.
-¡Es mi padre, tengo derecho a permanecer a su lado!
-¿Y nuestro hijo? –le preguntó de vuelta, dejando en el escritorio el pergamino donde estaba apuntando todo lo que necesitaría averiguar para ayudar a Potter- ¿No ves que este estrés acumulado puede recaer en él o ella?
Harry se sentía impotente, porque es verdad, quería quedarse al lado de su padre, pero Severus tenía un punto importante, la salud de su bebé también dependía de su salud, tanto física como mental.
-¿Puedes decirme por lo menos como va evolucionando?
-Ven –le dijo dándole la mano para sacarlo de la habitación, afuera estaba el Lord que venía llegando a sus aposentos, donde James permanecería.
-Severus –le saludó, esperando el merecido reporte.
-Mi Lord, si bien la maldición no tenía la intención de matar, si tenía la intención de matar al hijo que Harry lleva en su interior. James Potter está en el mismo delicado estado y tiene menos tiempo de gestación, por lo que su estado es de extremo cuidado.
-¿Puede perder a nuestro hijo? –preguntó sin dar muestra alguna de sentimientos, tanto en su voz como en su expresión.
-Temo que si no recibe los cuidados necesarios, podría derivar en un aborto mágico. El cuerpo de Potter absorbió la magia del ataque, pero el producto, siendo un ser mágico en gestación, se protegió a sí mismo. Puede que el mismo feto rechace el cuerpo de Potter como protección.
-¿Hay algo que puedas hacer, Severus? –preguntó Harry, no quería perder a su papá, pero tampoco quería que ese bebé muriera.
-Haré todo lo que esté a mi alcance para salvarlo, pero deberá estar en reposo todo lo que resta del embarazo.
Voldemort asintió con la cabeza y entró en la habitación. Harry se abrazó a su pareja.
-Por favor, Sev, sálvalos.
-Como le dije a tu padre, haré todo lo que esté en mis manos por que tu papá y tu hermano sobrevivan.
Harry confiaba en él, sabía que no existía nadie en el mundo que pudiera salvar a su padre si su pareja no lo lograba.

TBC...

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