Develaciones. capítulo 10: lo que tenia que pasar, pasará

Capítulo 10: Lo que puede pasar, pasará

Los meses pasaban como horas en los relojes, tanto así que los planes de las mentes siniestras dentro del colegio poco a poco iban cobrando más fuerza.
Las cosas en el ministerio iban de mil maravillas, pero para el Lord, ya era hora de que su hijo tomara venganza.
-No quiero que Harry se vea expuesto a esto -dijo James, entrando como si nada al despacho del Lord, donde este y su hijo planeaban paso a paso lo que harían.
-Papá -dijo el menor suspirando-, es algo que tengo que hacer, lo sabes.
-Pero no ahora, no justamente ahora -dijo mirando el ya abultado vientre de su hijo. La idea de un nieto era fascinante, sea o no hijo de Snape.
-A nuestro nieto no le pasará nada, James, eso tenlo por seguro -dijo el Lord sin levantar la cabeza de los pergaminos frente a él. Era muy difícil llevar las riendas de todo el mundo mágico, lidiar con un hijo problemático y embarazado y una pareja, igual de embarazada y aún más, molesta.
-Nada puede evitar que lleguen a él…
-No dejaré a Harry solo en esto.
Severus casi pudo ver como James Potter se engrifaba al escuchar su voz, por lo que, por el bien de su futuro cuñado, prefirió no seguir molestando a la madre de este, aunque, en honor a la verdad, molestar a James Potter siempre sería un buen caldo de calma.
-James -le llamó el Lord, al ver como el hombre taladraba el cuello del novio de su hijo.
-Ya dije todo lo que tenía que decir -dijo volteándose y caminando hacía la salida-, ya dije que no quería a Harry en esto, no ahora que está en espera.
-El momento llegaría sí o sí, papá -dijo Harry, mirando como su progenitór sólo negaba con la cabeza y seguía caminando.
-Sigamos con los planes -dijo el Lord.

…

Estaba nuevamente frente a la entrada de esa maldita casa. La odiaba como nunca había odiado nada. Ni siquiera a Voldemort lo había odiado tanto como a ellos.
-¿Estás listo? -tomó aire al escuchar la voz de su amante, esto era demasiada tención para él.
-¿Puedo pedirte algo? -le dijo sintiendo un vacío en el pecho.
-¿Pasa algo? -preguntó sosteniéndolo del brazo, de todas formas los demás no moverían sus varitas si no hasta la orden del Lord.
-Siento que algo malo puede pasar -dijo sosteniendo la mano de Severus y mirándolo a la cara-, si algo me pasa, no importa que suceda con mi cuerpo, pero que mi hijo sobreviva -le dijo poniendo la mano de su pareja sobre su abultado vientre, que ahora si era visible, aun con las túnicas amplias.
-Harry…
-¿Sucede algo? -preguntó el Lord al llegar junto a ellos, notando que su hijo estaba algo pálido.
-Nada -dijo Harry negando-, es hora.
El Lord levantó la mano, en un segundo había más de dos decenas de mortífagos en toda la calle de Privet Drive. Uno o dos ubicado frente a cada casa. Listos para lo que su señor dijera. Un movimiento de cabeza y se desató el caos, los Mortífagos no escatimaron en esfuerzos, los rayos iban y venían y en menos de dos minutos no quedaba un rastro de vida en aquellas casas. Los únicos aun con vida estaban frente a Harry.
-¿Qué es lo que hacen aquí? -preguntó Petunia aterrada mientras era abrazada por su esposo, quien mantenía a su hijo contra su cuerpo.
-Les dijimos que no se aparecieran más por…
-Cierra la boca, cerdo asqueroso -dijo el Lord entrando a la casa, mientras veía con asco todo el lugar- muéstrame, hijo.
Harry entró entonces a la casa, el lugar le revolvía las entrañas, no quería recordar todo lo que vivió ahí, los horrores de su ultima visita.
La casa estaba igual que siempre, por lo que no le costó para nada ir hasta la escalera, la miró por largo rato, cada recoveco en la madera, cada espacio por donde se podía filtrar la luz, el frio o el calor.
Voldemort veía como el chico se quedó parado frente a la pequeña puerta, pero cuando quiso intervenir este se volteó y sacó su varita, poniéndola en el cuello de su “tío”.
-¿Por qué? -preguntó apretando los dientes con furia.
-¿Por qué, qué? -decía muerto de miedo.
-Por que me odiaban tanto -dijo con los ojos irritados, todos los recuerdos de su niñez, uno por uno, iban volviendo a su mente -¡¿Qué les hice yo para merecer su odio?!
-¡Naciste!
Harry quedó impactado ante lo dicho, sabía que era así, pero que se lo dijeran a la cara era otra cosa.
-Tuvieron el privilegio de tenerlo en su casa -dijo el Lord, caminando hacia ellos, tomando la mano de su hijo y alejarlo de esos sujetos-. Fueron los únicos que pudieron tener la dicha de verlo crecer y formarse, de llenarlo del supuesto amor que ustedes, seres sin magia, tanto se jactan de dar, pero no -dijo ahora, poniendo su propia varita en el cuello de la mujer que le miraba aterrada-, fueron seres carentes de emociones por un niño que nada les había hecho, pudieron haber tenido otro hijo en él, llenarlo de aprecios, los mismos que seguramente malgastaron en ese asqueroso monstruo que sólo supieron mal criar, convertir en un ser despreciable.
-Mi hijo no es…
-¡Su hijo es un monstruo que no merece seguir consumiendo aire de este mundo! -dijo Severus apuntando al adolescente, que hacía el lastimoso intento de esconderse entre las paredes.
-Por favor…
-No ruegues, Duddly -dijo Harry acercándose ahora a su primo- ¿Qué es lo que pretendías, Primo? ¿Qué esperabas conseguir con todo eso? ¿Matarme?
-Mi bebé es incapaz…
-¡Su hijo trató de matarme, señora, pretendía que sus asqueroso amigos me violaran para luego divertirse conmigo! -dijo mirando a la mujer, pero luego se volteó para ver a Duddly-, pero ahora estoy al mando, primo.
Entonces las explosiones se sintieron por toda la calle.
-¿Qué es eso? -preguntó mirando hacia afuera.
-Bien, teníamos que tener una explicación a que todo el mundo en este lugar muriera.
La cara de terror de los Dursley ante lo dicho por el Lord fue evidente. La sonrisa de lado.
-¿Por qué? -preguntó Petunia, con algo de resignación, mientras seguía escuchando todas las explosiones.
-¿Por que no? -preguntó Harry- ¿Acaso hicieron algo por mi ante cada uno de sus maltratos? ¿Alguien hizo algo cada vez que yo salía lastimado, o era tratado como un empleado por ustedes, siendo sólo un niño?
-Ellos no podrían…
-¿Pretendes mostrar misericordia por ellos?
-Son humanos, normales…
-Esa es tu patética excusa -dijo el chico negando con la cabeza-. No me convence.
Entonces Harry se giró contra Duddly, un simple hechizo le cortó la garganta.
-¡No!
El grito desconsolado de Petunia y Vernon se escuchó por toda la casa, entonces Harry salió de la casa, veía el caos por todos lados, no hubiera sido lo mismo si los mataba a ellos, tenían que sufrir, todo lo que él mismo sufrió todos esos años, pero de un solo golpe.
-Harry.
La voz a sus espaldas le hizo estremecer, no se supone que ella estuviera aquí.
Todo fue en cámara lenta, el impacto no era para matarlo, era para herirlo, herir a su hijo.
Voldemort salió de la casa habiendo terminado con la vida de esos asquerosos seres, justo en el instante cuando todo pasó. La maldición asesina salió como fuego de su garganta, matando en el momento a Lily Evans.
Severus corrió junto a Harry, lo sostuvo del rostro mirando los ojos, estos derramaban lágrimas.
-Harry -le llamó
-Saltó frente a mí… no lo vi antes… yo.
La desesperación en la cara de Harry era tanta que Severus temía que colapsara en cualquier momento, sus ojos estaban sin vida, mirando frente a él.
-Tranquilo –dijo besándolo en la boca, tenía que tranquilizarlo por el bien de Harry y su hijo-. Déjame verlo.
-Severus -le llamó el Lord, no podía ser que esto estuviera pasando, no justamente ahora.
-Tenemos que trasladarlo a la mansión, mi señor -dijo con decisión, sin mirar al Lord que se puso a su lado.
No permitiría que James Potter muriera por haber salvado a Harry. Por su nombre
que lo salvaría.
A él y su bebé.

TBC...

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