De como Snape robo la navidad cap 2 (fic)

Snape rebusco por toda la cocina, no había una sola gota de leche, miro por la ventana, aun alcanzaba a ir a la villa por un poco, tomo un abrigo y se detuvo en la entrada, gruño, quien lo diría, cambiando su rutina por unas tontas galletas, unas muy deliciosas si tenía que decir algo a su favor, si, era eso, no recordaba la última vez que había probado unas tan buenas, termino por salir de su casa.

En cuanto entro a la tienda de víveres detecto su objetivo, solo quedaba un frasco con leche, intento no verse muy desesperado, camino con pasos alargados y pausados, vio que una mujer se dirigía al mismo lugar, entrecerró los ojos y camino más rápido, estiro su mano y prácticamente arrebato la botella con el preciado líquido vacuno.

La mujer estaba por reclamar cuando se dio cuenta de quien era y con un pequeño chillido se dio la media vuelta y continuo con sus compras, Snape sonrió malévolo, tenía sus ventajas ser temido. Iba directo a pagar cuando noto que había unas golosinas, lo pensó por unos segundos, no le gustaba deber favores, quizás si le daba algunas a Potter así quedarían a mano, además no es Halloween sin golosinas, se quedó en el estante seleccionando algo que pudiese ser del agrado del joven, cuando escucho la voz de Black. No le iba a dar importancia, continuaría con lo suyo de no ser que el nombre de Harry salió a relucir.

Black se notaba preocupado –Ya es un poco tarde y Harry no ha regresado, se suponía que haríamos unos disfraces, pero ya busque en toda la villa, no ha regresado a casa por que las luces siguen apagadas, estoy preocupado.
El vendedor bufo –Es joven, probablemente perdió el tiempo en alguna tontería, mientras no se tope con Snivellus.

Sirius suspiro –Ese cretino es el de menos, hoy hay luna llena y…

El ruido de vidrio quebrándose resonó, Severus Snape había dejado caer la botella de leche, saco dinero y entrego sin importarle recibir el cambio salió apresurado de la tienda, si Harry había ido a llevarle galletas probablemente también pensó en llevarle a Lupin, el miedo se apodero por él por unos segundos, apresuro el paso, hasta que fue detenido por Black –Tu sabes algo de Harry y me lo vas a decir –Dijo con rabia.

Snape se lo quitó de encima –No hay tiempo de peleas, Potter puede estar en peligro, tú lo dijiste es luna llena.

Severus reanudo la marcha con Sirius a su lado –¿Eso que quiere decir? –Pregunto el padrino del chico.

Snape saco su varita –El chico vino a incordiarme hace una hora, trajo galletas, si no está en la villa de seguro pensó en llevarle a Remus también.

Los ojos de Black se abrieron en comprensión, su ahijado podría estar en grave peligro.


Harry tenía en la mano una bolsa de galletas, había tomado un camino corto a la casa de Remus, tenía pensado sorprenderlo, se había introducido en la casa del otro sin que este lo notara, pero el licántropo se comportaba extraño, al entrar había hecho mucho ruido, incluso juraría que escucho cadenas, se asomó por el armario, Remus entro rápido tomo un par de cosas de un cajón y salió.

Harry paso saliva, nunca le había parecido tan tétrica la casa del castaño, escucho un golpe fuerte cercas de la cocina, se apresuró a ir, no recordaba haber visto una puerta de hierro en ese lugar, se acercó, aún estaba abierta, se asomó pero todo estaba oscuro, solo esperaba que la sorpresa no fuera para él, trago saliva con dificultad, un aullido le hizo poner los pelos de puntas, Harry se adentró un poco más a la oscura habitación –Rem –Dijo con un poco de temor, la puerta se cerró de golpe y el movimiento de una cadena se escuchó, de pronto la luz de la luna llena se coló por una pequeña ventana que estaba al fondo dejando ver a Harry a un Remus trasformado en hombre lobo, estaba de pie como cualquier humano, uno de muy buen tamaño, pelo por todos lados, sus manos con unas garras que parecían bastante afiladas, se escuchó un gruñido –¿Remus? –Dijo Harry algo confundido.

La bestia delante de él se lanzó encima del menor, Harry pensó que hubiese sido lindo festejar la navidad con Severus al menos una vez.


Black escucho un aullido, volteo al cielo, la luna estaba brillante completamente llena, sintió que el pecho se le oprimía, si algo le pasaba a Harry seria toda su culpa, él lo había traído a esa tonta villa y no le había contado todo, sobre Remus y del por que Snivellus…


El pueblo de Whogic rebosaba de alegría por todos lados, villancicos se escuchaban en cualquier lado, las casas decoradas con colores verde, rojo y dorado, arboles llenos de luces de colores y regalos debajo de ellas, las mesas llenas de comidas y galletas.

Sirius caminaba molesto, le había pedido a Remus que pasaran juntos ese día en especial y el simplemente se había negado, no solo era navidad, él era su pareja y era de lo más normal pasarla juntos. Su mente se quedó en blanco, no lo estaba engañando con alguien  ¿Cierto? ¡Imposible! Remus era demasiado transparente, además no había alguien con quien pudiese engañarlo, la mayoría tenía a su pareja y planes para pasarlas en familia, todos sabían que era su novio, ciertamente los lugareños eran de cotillear, así que si fuera por eso, ya habría rumores, Sirius suspiro ¿Por qué Remus no quería pasar la navidad con él?

El animago no se iba a quedar con la duda –Miro que Remus caminaba distraídamente, al parecer iba a las afueras de la villa, concretamente en dirección a la casa del maldito de Snivellus ¿Qué carajos? Si Remus tenía algo con él, nadie se enteraría, era lo suficientemente joven como para ¡No! ¡No se lo iba a dar a ese!    

Remus entro a la casa de Snape, Black se quedó expectante, intento asomarse por las ventanas pero el maldito siempre protegía su intimidad de los demás, ya había pasado más de una hora y no salía ¡Qué demonios!

Entonces la puerta chillo al abrirse, su novio salía sonriendo amablemente y agradeciendo al cretino ¿Gracias por joderme? ¡Maldito y mil veces maldito Snivellus!

Sirius salió a encararlos –No puedes pasar navidad conmigo pero si puedes encerarte con este –Reclamo.

Snape elevo una ceja –Remus mi trato es contigo, apacigua a tu hombre –Dijo para intentar cerrar, pero Sirius no se lo permitió, metió su pie y evito que la cerrara –¡Eso si que no! Exijo una explicación –Refunfuño.

Snape rodo los ojos –No me pida explicaciones que no me corresponden, sus inútiles celos le hacen pensar cosas que no son, así que arréglese con su pareja y aléjese de mi propiedad –Snape lo empujo y le cerró la puerta en la cara.

Remus tenía la cara cubierta por la vergüenza –Sirius, Snape solo me estaba ayudando.

El de pelo largo lo miro molesto – ¿Ayudarte? ¿Y no pudiste pedirme ayuda a mí?

Remus volteo la mirada –Sabes que es el mejor en pociones y además…

Sirius trato de tranquilizarte – ¿Me juras que no tienes nada con ese cretino?

Remus volteo y lo miro a los ojos – ¡Por supuesto que no! Yo solo tengo ojos para ti –Declaro el licántropo.

Sirius abrazo a su novio –Yo solo quiero pasar navidad con quien más amo.

Remus se tensó –Yo necesito tomar esta poción, es muy importante y me dormirá no quiero ser una molestia, prometo que mañana lo compensare –Dijo jocoso y culmino su promesa con un suave beso en los labios.

Sirius miro al cielo buscando paciencia –Bien, será como digas, pero el próximo año no quiero escusas.

Remus asintió.


Esa noche Sirius no espero, descubrió el pequeño problema lobuno de Remus, gracias a que pudo transformarse en perro no sufrió daños, pero por su culpa puso en peligro a unos niños, todos descubrieron que Remus Lupin era un hombre lobo, por miedo todos se unieron y quemaron su casa, apedrearon al licántropo y lo expulsaron de la villa, Remus busco la ayuda de su novio y solo encontró rechazo. Así que solo quedo Snivellus, todos lo siguieron subiendo la colina hasta que Snape apareció y los maldijo a todos. Black no había visto a Remus desde entonces, pero sabía que seguía siendo ayudado por Snape, en verdad el animago estaba arrepentido, sentía que debería ser quien apoyara a su pareja, pero ya era demasiado tarde.

Snape se detuvo en una casa escondida entre los arboles ¿Ese era el nuevo hogar de Remus?

Noto que el otro sacaba su varita –No me hago responsable de ti, solo vine a ayudar a Potter, él no tiene la culpa de nada.

Sirius asintió –Lo mismo va para ti, puedo cuidarme solo, lo que importa es Harry.

Ambos asintieron, Severus lanzo un hechizo a la puerta para abrirla, entraron con sigilo, Sirius se trasformó en un enorme perro negro, Snape gruño, el grito de Harry se escuchó no muy lejos, los dos se alarmaron, Snape apretó su varita, los dos se apresuraron a llegar al lugar donde creían provenía el sonido.

Después se escuchó una risa, un hombre lobo lamia la mejilla del chico y este parecía feliz.

Sirius ladro para llamar la atención.

Remus los miro y comenzó a gruñirles, Harry lo abrazo –Tranquilo Remus solo es el señor Snape y ¿Su perro? –Dijo desconcertado, no recordaba haber visto a ese perro.

Snape bufo –Ese no es mi perro –Snape no bajaba la varita –Sugiero te alejes del lobo mientras tenga conciencia, debemos encerrarlo es peligroso.

Harry ladeo la cabeza –Todo está bien, no se que paso en verdad, se lanzó sobre mí, le avente una galleta se la comió y después se revolvió en el piso y se volvió tranquilo.

El lobo se lanzó contra el perro, comenzó a lamerlo y a jugar con él –Creo que el perro es amigo de Remus –Dijo contento Harry.

Snape rodo los ojos –Los días de luna llena los hombres lobos se vuelven salvajes, será mejor no tentar a nuestra suerte, propongo que salgamos mientras ¨los amigos están entretenidos¨

Harry asintió y se acercó al pocionista –El perro estará bien, necesito revisarte, si Remus te hizo una herida pudo pasarte la licantropía.

Snape no se tentó el corazón para sellar el lugar, si Remus salía y atacaba la villa, no que le importaba la gente, pero si lastimaba a alguien de seguro lo cazarían hasta matarlo y eso no lo podía permitir, lo sentía por el padrino de Harry, solo esperaba que los sentimientos de Remus permanecieran en su lobo y mientras Black se quedara como perro estaría bien.


Snape miraba con ojo crítico al joven, solo parecía haber dos zonas desgarradas, no podía darse el lujo de equivocarse –Creo que tendrás que desvestirte –Dijo la última palabra con algo de dificultad.

Harry asintió, bajo el cierre de la chamarra y comenzó a despojarse de ella, luego le siguió el suéter, comenzó a desabrochar su pantalón.

Snape lo detuvo –¿No preferiría desvestirse en el baño?

El menor ladeo la cabeza –No veo el punto, de todos modos me va ver desnudo.

Severus no encontraba peros en esa lógica, intento voltear a otro lado, pero su mirada libidinosa lo traicionaba y terminaba mirando al joven, esa tersa piel, un rosado botón se descubrió ¿Qué se sentiría tocarlo? ¡No! ¡Era un niño! Definitivamente no había tenido pensamientos pervertidos con un mocoso.

Se alejó un poco, se pateó mental mente por no poder evitar mirar de nuevo de reojo, las piernas del chico eran largas y delgadas, no demasiado, él podría apretujar esas delicadas piernas y quizás subir hasta los glúteos, Snape carraspeo.

Harry lo miro – ¿La ropa interior no? –El chico detuvo sus manos y no bajo lo que le restaba de ropa.

Simplemente Snape podría hacerlo desnudar por completo, pero no necesitaba otra bestia esa noche –No es necesario –Dijo con todo el autocontrol que pudo.

Se acercó a Harry y lo comenzó a revisar –Levanta los brazos –Dijo mientras el chico obedecía

Snape se negaba a tocar, temía por lo que fuese a sentir, ciertamente el chico Potter era encantador, no era como esos tontos de la villa, él era puro e inocente, no tenía prejuicios, por lo que había podido investigar su vida había sido muy parecida a la propia, quizás por eso, sus pensamientos se vieron interrumpidos.

Harry bajo sus brazos –Cuando vi a Remus transformado sentí miedo, cuando se lanzó contra mí, creía que iba a morir y ¿Sabe que fue lo que pensé? –El de ojos verdes miro al mayor.

Severus elevo una ceja –Soy mago no adivino Potter.

El mocoso sonrió de una manera tan tierna que bien podría producirse un crimen en ese momento –Pensé que me hubiese gustado celebrar Navidad con usted al menos una vez ¿Cuándo el mes acabe podríamos? –El chico se quedó callado por unos segundos –¿Aceptaría al menos un obsequio?  

Snape gruño, él maldito niñato se la estaba poniendo muy difícil, a pesar de sentir la muerte el chico había pensado en él, en Severus Snape.

Potter bajo la mirada un poco desanimado al no obtener una respuesta –¿Puedo vestirme?

Snape asintió, aún estaba algo aturdido, Harry se giró para agarrar su ropa y entonces el mayor se dio cuenta de algo –Espere, su calzoncillo está roto.

Harry enrojeció –M-mi ropa es vieja y…

Snape bajo la prenda y solo se encontró con el bien redondeado trasero, liso y suave, no pudo evitar tocar con sus dedos, no, era mejor de lo que imaginaba.

Harry se retiró y se sentó –Disculpe mi ropa es vieja y de seguro.

Snape lo miro perplejo, no esperaba una reacción así, miro su mano, aun la sentía tibia, no le molestaría revisarlo de nuevo aunque no fuese necesario  –Si lo aceptaría –Dijo sonriendo divertido, al ver como el chico moría de la vergüenza.

Potter enmudeció por unos segundos –¿Disculpe?

Snape resoplo –El regalo, quizás si me convence el próximo año podríamos festejarlo juntos –Snape coloco su mano en el mentón indicando al menor que estaba pensando –Este año celebraremos Halloween ¿No es así?

Harry sonrió de oreja a oreja y entonces se acordó de algo –¡Mi padrino!  Se preocupara por mí si no llego pronto.

Snape lo detuvo –Su padrino no llegara a casa esta noche, creo que es momento de que sepa algunas cosas, pero antes ¿Sabe dónde podemos conseguir un poco de leche?

Continuara…




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Hello!!
Lo sé, esto sería un one shoot, luego se tornó en dos y ahora se tornara en tres y saben ¿Por qué? Por qué quiero un maldito lemon!!!! Jajajaj XD!! Digo los pervertidos pensamientos de Snape no los podemos dejar así ¿No creen? El quiere su leche!
La conclusión en el próximo capítulo por si no termino les deseo un Feliz año nuevo!!!