De como Snape robo la navidad (fic)

DE COMO SNAPE ROBO LA NAVIDAD
Capítulo 1.-El chico nuevo
Made in Yatta´s brain

O.oO.oO.oO.oO.o

Había una vez una pequeña villa mágica llamada Whogic alejado de todo el bullicio de la ciudad, los visitantes eran raros y aún más raro era tener nuevos vecinos. Esa semana en particular llego un joven de 16 años, sus padres habían fallecido cuando tenía 5 años, había estado viviendo con sus horribles tíos  muggles por ser los familiares más cercanos, su padrino había estado buscándolo sin mucho éxito, ya había perdido la esperanza, hasta que un día visito el mundo muggle y lo encontró, no entendía como en todos esos años solo lo había estado buscando en el mundo mágico. Peleo con sus tíos la custodia del menor, sus tíos no querían soltar su minita de oro, puesto que con la custodia del niño tenían acceso a los bienes que habían dejado sus padres, el juicio se prolongó hasta que por fin Harry Potter era libre.

Harry se despertó esa mañana, ahora viviría con su padrino Sirius Black, no conocía muy bien al hombre, pero era amable y se preocupaba por sus necesidades, ese día en particular se levantó emocionado, iniciaba el mes de diciembre y estaba ansioso por ver la manera en la que Whogic festejaría la navidad, se asomó por la ventana estaba haciendo un poco de frio, todo se veía nevado, miro un rato por la ventana esperando ver el rojo y el verde resaltando de la blancura de la nieve, pero nada aparecía, se rasco la cabeza de manera distraída, supuso que era muy temprano para iniciar los preparativos.

Después de vestirse bajo al comedor, tenía que apurarse a preparar el desayuno…
Un ligero aroma a quemado salía de la cocina, se apresuró a llegar, su padrino estaba sufriendo con una sartén en las manos y unos huevos a punto de carbón.

Harry se quedó viendo la escena divertido, Sirius termino por meter el sartén a la lava trastes y mojo todo con agua, suspiro aliviado al ver que al fin había terminado.

Harry se acercó para asomarse –¿Cómo ha sobrevivido hasta ahora? –Dijo en tono burlón.

Black gruño –En esta villa el uso de la magia es un poco inestable, por eso muchos magos no gustan de venir a vivir aquí, eso no aplica con los elfos domésticos, pero no se por que razón mi madre requiere de todos los elfos y los ha convocado precisamente el día de hoy.

Harry le quito el sartén –Si me permite, yo puedo ayudar con el desayuno.  

Ambos se sentaron a desayunar, el menor preparo un par de huevos revueltos con tocino y unas tostadas, Sirius sirvió el té.

El de ojos verdes dio un buen bocado a su desayuno –Y dime padrino ¿Cómo se celebra la navidad en Whogic?

Sirius escupió el té –No celebramos la navidad –Dijo bajito.

Harry elevo una ceja –¿Aquí no se celebra la navidad? –Dijo asombrado –Y yo que pensé que al fin podría volver a festejar estas fiestas –Dijo con tristeza –Después de la muerte de mis padres no volví a celebrarlo.

Sirius se movió incomodo –Escucha Harry hay algo que no te he contado –El mayor dio un sorbo más a su té y continuo –Esta villa en particular no celebra por un motivo –Black se aclaró la garganta –Hace un tiempo navidad era la mayor festividad de aquí, hasta que un día un amargado grasiento puso un hechizo y se robó la navidad, el hechizo no permite que entres o salgas durante todo el mes de diciembre, si realizo cualquier cosa referente al tema, llámese arreglos, regalos o comida algo ocurrirá y se estropeara, al principio los lugareños quisieron adornar y un incendio quemo todo, quisieron festejar con comida, la mesa se destruyó echando a perder todo, quisieron dar regalos, pero sapos y alimañas salieron de las cajas.

Harry se quedó pensativo –En resumen, no podemos festejar y no podemos salir a festejar –Dijo decepcionado.

Sirius asintió con preocupación –Y también nos quedamos sin elfo por lo que resta del año.

Harry se puso de pie molesto –¡Y me has traído a este lugar precisamente en estas fechas!  

Sirius se cubrió la cara con las manos –Lo siento, parte de la maldición es que yo permanezca en este lugar y no podía permitirme perderte –Dijo angustiado.

Harry suspiro –Dime la verdad ¿Tuviste que ver con esta maldición?

Black comenzó a mover las manos de forma distraída volteo a donde estaba la ventana –Quizás yo detone al mago que lanzo la maldición.

Harry golpeo la mesa con sus manos –Y una mierda, vas a ir a disculparte con ese mago y hacer que levante lo que sea que puso para que podamos festejar la navidad.

Sirius levanto la cabeza –¡Eso jamás! Snivellus es un maldito grasiento amargado, siempre nos arruinaba la navidad a todos, simplemente le di su merecido, no pensé que fuera a hacer algo como esto –Sirius termino su desayuno –Además él no me vera, me odia, siempre me ha odiado, no serviría de nada intentar disculparse, todos en el pueblo han intentado algo, todos los involucrados con ese incidente no pueden abandonar este lugar, incluso creo que el término del juicio a nuestro favor fue gracias a esto, la magia encontró la manera de hacerme regresar para estar recluido aquí todo este mes.

Potter se quedó pensativo, algo se debía de poder hacer –¿Y quién es ese mago?

–Severus Snape –Escupió el nombre –Vive en lo alto de la colina, esta demás decir que vive solo el muy cretino, baja a veces, cuando necesita comprar cosas –Sirius noto un brillo en los ojos de su ahijado, ese mismo brillo que tenía James su padre cuando se le ocurría algo bueno –Te prohíbo que te le acerques, no quiero que intentes nada, ya todos nos acostumbramos a no festejar las fechas, incluso algunos nos vamos en enero y festejamos en la ciudad, podemos hacer lo mismo si quieres, intercambio de regalos y una cena, solo nosotros dos ¿Qué opinas?

Harry lo miro con inocencia –Suena bien en enero –Dijo para recoger los platos sucios.

Sirius sabía que las cosas no estaban ni cercas de terminar, esperaba que Harry tuviera la sensatez de su madre y no la curiosidad de su padre. Quizás no había sido tan buena idea traer al menor.  

O-o

Harry se colocó un buen abrigo y una bufanda, estaba por salir cuando su padrino lo intercepto –¿A dónde crees que vas? Seguramente no a buscar a un cretino grasiento ¿verdad? –Dijo desconfiado el mayor.

Harry lo miro molesto –¿Pretendes que me quede encerrado en esta casa? Quiero conocer el lugar –Y sin esperar a mas replicas el menor salió de la casa.

El lugar era bonito, los diseños de las casas hacían ver como si estuviese en un lugar salido de un cuento de hadas, la nieve en los techos le daban ese toque, no imaginaba lo maravilloso que sería tener los adornos en ellas, de inmediato localizo la colina, se podía ver una pequeña casa en la punta, imagino que ese sería el hogar del señor que robo la navidad, continuo caminando de manera distraída, sin darse cuenta choco contra un hombre, haciendo que este tirara todas sus cosas.

Un bufido por parte de la otra persona hizo reaccionar a Harry quien de inmediato comenzó a disculparse, levanto algunas cajas y se las ofreció al extraño, Harry miro al sujeto, no aparentaba más de 40 años, era delgado, ojos, cabello negro y una nariz ganchuda que le daba un aspecto severo, aunque también interesante, el sujeto se veía elegante, tal como el jefe de su tío.

–Tú no eres de aquí –Dijo el señor mientras tomaba una de las cajas.

Harry negó con su cabeza –Llegue ayer y quería explorar el lugar, aquí es muy hermoso y no me di cuenta que usted estaba en el camino, en verdad siento haber tirado sus cosas.

El señor acomodo sus cosas, también tenía algo de culpa por llevar tantas cosas pero no lo diría en voz alta –Mientras mis cosas estén bien –Gruño, iba a iniciar su caminata cuando Harry le puso una mano en el hombro –Deje que lo ayude, trae demasiadas cosas, si se vuelven a caer seguro algo se estropeara.

El extraño no encontró nada malo en esa lógica, no quería soltar su preciado cargamento, pero la oferta era tentadora –Bien, solo por que aún tengo que comprar un par de cosas más –El mayor eligió algunos paquetes y se los entrego –Recuerde que todo es valioso –Harry asintió contento.

Caminaron en silencio por el lugar, el señor se detuvo en dos lugares más, le tendió unos paquetes a Harry para que le ayudara. Las compras habían terminado –Puedes dejar aquí las cosas –Le indico el piso para que dejara sus valiosas posesiones.

Harry elevo una ceja –¿Aquí en la nada? –Los dos se encontraban en las afueras de la villa.

El hombre sonrió malévolo –No creo que quieras acompañarme después de saber quien soy –Una varita se alzó lanzando unas chispas de colores, una especie de trineo llego jalado por un lobo de gran tamaño, se detuvo enfrente de ellos.

El hombre de la nariz ganchuda sabía que en el momento que el mocoso viera al lobo se haría en los pantalones, después de todo era el doble de tamaño de un lobo normal, mirando de reojo el chico parecía paralizado, su rostro en tremenda sorpresa –Como decía…

El joven no espero a escuchar, corrió y abrazo al enorme lobo del cuello –Eres tan lindo y suavecito.

El lobo lo empujo y un poco desconcertado se convirtió en humano.

Harry grito emocionado –¡Te puedes convertir en lobo! ¡La magia es tan genial! ¿Me enseñarías a hacerlo?

El moreno gruño –Es un hombre lobo muchacho tonto, de que alcantarilla saliste que no sabes eso.

Harry no despego su mirada del licántropo –Vivía con muggles, no sabía que existieran los hombres lobo en verdad, solo conocía los de los libros y eran aterradores, este es bonito –Harry se acercó más –¿Eres lobo y también puedes hacer magia?

Un gruño de nuevo –Si quieren platicar pueden concertar una cita con mi secretaria, ahora vámonos, no tengo tiempo que perder.

Harry miro al señor –¿Dónde está su secretaria? –Volteo con el licántropo –¿Qué día se le acomoda?

Un bufido por parte del de negro –¡Una mierda! No hay secretaria, andando Lupin –Dijo para comenzar a avanzar.

Harry camino a su lado –Señor Lupin ¿Cuándo lo veré de nuevo? Soy Harry por cierto –El menor extendió su mano.

Lupin sintió sus ojos acuosos, extendió su mano y le dio un fuerte apretón –Remus Lupin, yo terminare en un momento, puedes subirte a mi lomo si quieres –Harry brinco emocionado, estaba más que dispuesto a aceptar esa oferta.

–De ninguna manera, pronto atardecerá y no me hago responsable de la seguridad de este mocoso –Dijo el que parecía estar al mando.

Remus sonrió –No te preocupes Severus yo me encargare de eso.

Harry miro al recién nombrado –¿Señor Severus puedo?

El mayor bufo –Señor Snape para ti –Dijo un poco molesto –Que remedio –Comento con algo de resignación –¡No me hare responsable de esto!

Harry y Remus se miraron cómplices, el licántropo volvió a su forma lobuna y permitió que Harry lo montara.

Esa había sido una muy buena tarde, Harry había platicado de muchas cosas con Remus sobre los magos y los hombres lobo, tendría más oportunidades de verlo o al menos eso prometió el mayor.

O-o

Snape caminaba por el pasillo, tenía en sus manos una botella con una poción, llego a la sala donde lo estaba esperando el licántropo.

El moreno le ofreció el vial –Aquí está tu dosis, le agregue unas mejoras, espero que en esta ocasión no sea tan terrible.

Remus lo tomo como si fuese un objeto de mucho valor –No se que más hacer para agradecerte Severus –El licántropo dudo –No crees que ya es tiempo de…

–¡No! Esos malditos no se tocaron el corazón para hacer lo que hicieron, a pesar de ser vísperas de Navidad.

Lupin se pasó nervioso la mano por el cuello –Sabes, Harry no tiene la culpa, quizás solo por este año.

Snape entrecerró los ojos –Sera mejor que no te encariñes mucho con ese mocoso, a la primera oportunidad se ira, recuerda, en esta ocasión no tuvo elección, pero ya verás que en cuanto termine el mes no lo veras de nuevo, la gente de la villa y su estúpido padrino le enseñara todo lo que debe saber para odiarte y temerte.

Remus se molestó –Harry no haría eso, él es gentil y me trata como su igual.

El pocionista bufo –Recuerda mis palabras, ahora apresúrate, debes volver a tu casa y asegurarla, la poción te ayuda a transformarte a voluntad, pero sabes que en luna llena es diferente.

El licántropo asintió –Espero que algún día cambies de opinión, nos vemos y gracias.

Snape se fue a su oficina, tomo una botella con licor y se sirvió un trago –Potter sacaría las garras en cualquier momento, viviendo con ese chucho apestoso no podía ser de otra manera, se sirvió un segundo vaso, la navidad continuaría cancelada permanentemente y ni Potter ni Lupin le harían cambiar de opinión.  

–Hola señor Snape –Dijo de improvisto un joven de ojos verdes.

Severus casi tira su bebida, pero logro recomponerse sin que el menor se diera cuenta –No tiene modales Potter –Dijo poniendo su vaso en su escritorio –¿Cómo entro?

Harry se encogió de hombros –La puerta estaba abierta y el día de hoy hice unas galletas, pensé que le gustarían y le traje algunas ¿Remus no vino el día de hoy?

Snape gruño –Él se fue hace unos momentos, solo deje las galletas en la mesa y márchese, tengo muchas cosas que hacer.

Harry sonrió –Quería hacerlas, ya sabe, mas festivas, espero que el tema de Halloween le guste.

Severus se giró para mirar las galletas, unas tenían la forma de sombreros de brujas, otras calabazas naranjas y otras pequeños fantasmistas. ¡No! simplemente no había pensado que las galletas eran adorables o más en concreto el cocinero –¿Son comestibles?

El de ojos verdes asintió –Mi padrino y yo celebraremos Halloween ¿A que es buena idea?

Snape tomo una galleta –No veo la relación, esa festividad paso hace mucho.

Harry observaba los movimientos del mayor –De niño mire una película donde el personaje principal era el encargado de Halloween, aburrido de su propia festividad intenta robarse la nav, el punto es que en la película festejaban Halloween en esta temporada, por eso me pareció buena idea, aún tengo que pensar en mi disfraz, espero le gusten la galletas –Harry se despidió de manera efusiva, estaba por salir del lugar cuando se regresó, se detuvo enfrente del pocionista, se paró de puntitas y le dio un beso en la mejilla –Feliz Halloween señor Snape –De inmediato salió corriendo.

Severus estaba pasmado, se tocó la mejilla donde Harry le había besado. ¡No! Definitivamente no le parecía adorable y por supuesto no sentía la mejilla caliente –Le dio un mordisco a su galleta –Y definitivamente necesitaba un buen vaso con leche para esas deliciosas galletas.