La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

  Death Eater takes a Holiday. Capítulo 65. Dolor Y Remembranza

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alisevv

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MensajeTema: Death Eater takes a Holiday. Capítulo 65. Dolor Y Remembranza     Death Eater takes a Holiday. Capítulo 65. Dolor Y Remembranza  I_icon_minitimeDom Ago 05, 2018 5:36 pm

NOTA IMPORTANTE: Quería informarles que a partir de este capítulo la traducción no es mía sino de The Snarry’s Archivist. Ella pensó que yo no iba a continuar la traducción y como no pudo comunicarse conmigo, decidió terminarla por su cuenta. Me explicó y entendí su buena fe al hacerlo. Asim ismo, pedí su autorización para publicar su material aquí y en Slasheaven. Así, los capítulos que quedan de esta historia han sido traducidos por The Snarry’s Archivist


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Death eater takes a holiday
Capítulo 65

Dolor Y Remembranza  

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Severus se sentó en su escritorio revisando su programa de pociones. Necesitaba acomodar al profesor Flitwick y a él mismo al mismo tiempo. Comprobó los horarios de clases y las opciones de pociones hasta que estuvo seguro de que todo funcionaba a su favor. Cabría con certeza si su planificación dio sus frutos a mitad de su tercera clase.

Mientras que el Maestro de Pociones sufrió durante su segunda clase de estudiantes idiotas, su mente se fue a su reciente visita a Kieran. No sólo se había sorprendido de encontrar a su amigo comiendo con la sanadora Frances, sino también de que se habían reunido regularmente durante meses.

El escocés había ofrecido permitir a Severus que leyera el diario de progreso que mantuvo sobre los tratamientos de Harry. En el libro, cada detalle fue listado. Todo, desde hechizos usados, heridas reabiertas y luego curadas, hasta cuentas detalladas de la reacción de Harry a cada tratamiento. Había una lista maestra de todas las lesiones anteriores, cada una marcada con cómo fue tratada y los resultados iniciales. Los planes de tratamiento fueron listados al lado de todos los que todavía no se habían realizado.

Severus recordó que Harry una vez le dijo que Kieran parecía escoger las áreas para arreglar al azar y que le gustaba que Kieran no fuera tan clínico como él esperaría de alguien que fuera como un doctor. Ahora estaba claro para Severus que, aunque Kieran podía parecer que eligió los tratamientos del día de manera aleatoria, de hecho, tenía un razonamiento bien pensado, cada paso del plan de tratamiento era deliberado. Severus había querido saltar a la garganta de su amigo por no pensar lo suficiente como para saber qué tipo de efecto tendrían todos los tratamientos en Harry.

Tal como era, la mayor falla que Severus pudo encontrar fue en Harry, por no revelarles todo a ellos, mientras que, imprudentemente, trató de "hacerse el valiente", por así decirlo. Podría al menos culpar a Kieran por tomar la palabra de un adolescente como Harry cuando estaba claro que Harry no había hecho nada más que lo mejor durante el entrenamiento. Él no actuaría de manera diferente hacia Kieran como un sanador de la que tendría como su entrenador.



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Con Kieran...  

—Durante el entrenamiento, ¿cuál es tu respuesta habitual cuando Harry muestra poca o ninguna reacción al dolor? —preguntó Severus. No se sorprendió al ver que los ojos de su amigo se iluminaban.

—¿Alguna vez has visto a otro chico ignorar el dolor y permanecer tan concentrado? —Kieran contestó con entusiasmo con una pregunta. —Frances, debería verlo entrenando, es increíble—.

—Entonces, por la misma razón, ¿esperas que Harry revele cualquier reacción negativa a sus tratamientos? —Severus no mencionó las dispersiones de plumas blancas en la cama de Harry que indicaban los intentos desesperados de Hedwig de despertar a Harry de las recientes pesadillas. En todos sus años con Harry, estaba acostumbrada a sus malos sueños. "¿Qué podría invocarla para que le ayudara ahora?" Se preguntó.

Severus no había tenido la oportunidad de alardear y desvariar ante la imprudencia de su amigo. La mujer Frances tenía una manera de calmar a la gente de un estado agitado. Le molestaba sin fin. Quería estar enojado con Kieran. Sintió que se lo debía a Harry. No ayudó en absoluto averiguar que Kieran había pasado recientemente varias oportunidades de hacer galeones legales porque no quería arriesgarse a drenarse antes de un día de tratamiento con Harry.

Severus se olvidó de los beneficios de las sesiones de entrenamiento, en las que podía al menos golpear a Kieran en nombre de la educación de Harry. Todo esto lo frustró de sobremanera. Kieran era su mejor amigo y obviamente estaba haciendo un gran esfuerzo por ayudar, pero Harry estaba sufriendo. La mente de Severus fue rápidamente traída de vuelta al aquí y ahora en su clase del segundo periodo cuando a un estudiante se le cayó un tubo de cristal. Estaba hechizado para no romperse, eso no le impidió hacer ruido mientras chocaba por el suelo antes de descansar después de varios rebotes. Necesitando limpiar su cabeza del asunto, Severus pasó a través de las filas de mesas de estudiantes, revisando pociones.

Mientras el Maestro de Pociones miraba furiosamente a sus estudiantes, Harry se estaba duchando y preparándose para el día siguiente; uno para el que no estaba particularmente ansioso. No eran tanto los tratamientos por venir, sino que él necesitaba ser honesto con Kieran y Albus respecto a sus reacciones recientes a los tratamientos anteriores.

Harry gimió cuando entró a Hogwarts justo cuando los estudiantes se dirigían a su próxima clase. Los corredores estaban llenos de estudiantes. Hizo lo que acostumbraba hacer para ignorar las miradas de los estudiantes más jóvenes que echaban un vistazo a su famosa cicatriz.

—Hola—, llegó una pequeña voz. Harry no había notado que el saludo estaba dirigido a él hasta que sintió un ligero empujón en su brazo. Reconoció a la pequeña Gryffindor con quien había desayunado.

—Hola, eh ... Jessica—, se alivió de que se acordara de su nombre. —¿A qué clase te diriges? —.

Ella le sonrió y luego frunció el ceño. —Historia de la magia—respondió ella con desdén—. ¿Cómo sobreviviste tantos años de esto? —lo decía en serio, pero aún así se rió.

—Esa clase me resultó muy beneficiosa durante mi estancia aquí—explicó y luego se echó a reír de nuevo ante su mirada incrédula; su boca se abrió. —En realidad, me encontré con un montón de sueño muy necesario en esa clase, —admitió con un guiño. —Pero una de mis mejores amigas, me obligó a hacer mucho estudio para compensarlo—, agregó, obteniendo una sonrisa a cambio.

—Como un adulto responsable—, miró hacia el techo al decir eso, —es mi deber decirte que trabajes duro y consigas buenas calificaciones, —Harry hizo una mueca a sí mismo, pensando que sonaba mucho como Percy Weasley. —Si todo esto falla, siéntate detrás de un niño grande para que el profesor no te vea dormirte. —Antes de irse, Harry levantó su dedo bajo su barbilla, cerrando su boca todavía abierta, haciendo que se ruborizara. Podía percibir a alguien que ahora estaba de pie detrás de él, incluso si los ojos anchos de Jessica no le habían dado una pista.

—Sr. Potter, quizás debería abstenerse de dar consejos a los estudiantes. —La voz severa sólo podía ser su antigua jefa de Casa.

—Profesora McGonagall, es bueno verle de nuevo—, dijo alegremente con una sonrisa que rivalizaba la de Gilderoy Lockhart. Podía ver sus delgados labios apretados estrecharse levemente mientras ella logró no sonreírle.

—Vamos a clase contigo—dijo la profesora McGonagall a la joven Gryffindor, y luego se volvió hacia Harry-. —Y tú, —comenzó a caminar, Harry siguiéndola. —Como las cosas eran lo que eran, nadie iba a reprocharte el poco sueño que pudieras conseguir. —Ella lo sorprendió con sus palabras, aunque sabía que eran ciertas. Eso no explicaba por qué varios otros estudiantes lograron escapar con ella también, pero no iba a mencionar ese detalle a su estimada Jefa de Casa, antiguo estudiante o no.

—Fue bueno verla de nuevo—, dijo cuando llegaron a la gárgola en la entrada de la oficina de Albus. Ella asintió, permitiéndose una sonrisa ahora.

—Cuídate, Harry, creo que el director te espera—, dijo amablemente. Minerva no sabía exactamente para qué estaba allí, pero sabía que se trataba de un sanador. Como Directora Adjunta, estaba al tanto de muchas cosas, ya que estaba a cargo durante las veces que Albus no estaba disponible.

Muy pronto, Harry estaba en lo alto de las escaleras, donde Kieran y Albus ya estaban discutiendo los tratamientos hasta el momento. Después de los preliminares saludos y el ofrecimiento de té, Kieran explicó lo que había hecho hasta ahora y lo que esperaba lograr durante esta y las próximas reuniones. Harry les contó sobre algunas de las pesadillas que había estado teniendo. Kieran tenía una teoría, y le pidió a Harry que les contara los detalles de los sueños. Resultó ser correcta. Los sueños de Harry se correlacionaban con las recientes curaciones, lo que explicaría la pesadilla donde Vernon le rompiera el brazo.

—Creo que has reprimido recuerdos con respecto a los incidentes donde te curaste a ti mismo. Frances dijo que no es raro que los pacientes de repente recuerden algo que desde hace mucho tiempo estaba enterrado en los recovecos de la mente. Me sorprende que toda esta experiencia no te ha afectado más de lo que lo ha hecho—, la última declaración de Kieran parecía menos un comentario y más una invitación a desafiarlo.

Harry ya había acordado con Severus que él vendría a sincerarse y les contaría lo que había estado pasando. Le pareció a Harry que Kieran se había encogido, o había sido "ayudado" por cierto Slytherin.

—Puede que haya habido algunos casos que debería haber mencionado, aunque no estuviera seguro de si estaban relacionados con los tratamientos o no—admitió Harry en redondo. Albus le dirigió una mirada aguda, y dejó de cubrirse y les contó lo que pasó con Hermione, junto con varios sueños y cosas así.

—¿Ese fue el único flashback que has tenido desde que comenzaron los tratamientos? —preguntó Kieran. Harry rodó la cabeza de un lado a otro como si estuviera tratando de decidirse.

—No estoy seguro, en realidad, — él no era evasivo deliberadamente, pero cuanto más lo pensaba, él sabía que estaba engañándose a sí mismo. —Probablemente no—, dijo Harry, y se sirvió unos cuantos caramelos de limón del plato en el escritorio de Albus.

—¿Recuerdas otros? —Kieran tomo notas mientras Harry estaba reuniendo sus pensamientos.

Harry se encogió de hombros como si no estuviera seguro. —Hace unas semanas me quedé dormido en el sofá con la tele encendida, —Harry hizo una pausa, y mastico lo último de su caramelo de limón. —Me desperté horas más tarde en el piso—.

—¿Puede ser que simplemente te caíste de la cama, por así decirlo? ¿Ha sucedido eso antes? —preguntó Kieran y Albus, respectivamente.

—He caído del sofá una vez antes, pero en ese momento, Voldemort estaba repartiendo imperdonables más rápido de lo que puedes ofrecer caramelos de limón, —Harry le dio a Albus una sonrisa irónica. —Esa noche me desperté de inmediato con un dolor de cabeza y un dolor de espalda por aterrizar en la mesa de café. Incluso si me hubiera rodado, me habría despertado, y estado junto al sofá, no contra la pared a un metro de distancia—.



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Un tiempo antes...  

Severus estaba observando el reloj, paseando entre las filas de puestos de trabajo, revisando pociones. Quince minutos en la elaboración, había una vista espectacular de la primera fila. Una nube de hongo púrpura se formó sobre un caldero. Con algunas palabras escogidas pronunciadas en un tono que no toleraba ninguna desobediencia, toda la clase salió del aula para escapar de los vapores desagradables, y lo hizo rápidamente, pero con calma, ordenadamente, sabiendo que estaban bajo el escrutinio de su profesor. Severus activó un sistema de ventilación de emergencia y dejó la habitación sellada firmemente, como ameritaba el incidente.

Mientras caminaba hacia sus habitaciones para cambiarse de ropa, Severus consideró con una sonrisa maliciosa lo que podría haber salido mal. ¿Fue debido a la naturaleza volátil de la compleja poción, o el hecho de que el estudiante más nervioso fue dirigido a sentarse al frente, lo que lo hace poco probable que obtener orientación de útil sus compañeros de clase?

—Severus, qué sorpresa de verte fuera de las mazmorras esta hora del día—, comentó Minerva McGonagall.

—Parece que hubo un pequeño incidente que requería que los estudiantes y yo evacuáramos. Será seguro regresar en unas pocas horas, estoy seguro—, era inusualmente agradable.

—Ya veo—dijo ella con una sonrisa sardónica. —¿Qué vas a hacer con todo ese tiempo extra? —.

Severus se encogió de hombros y levantó las manos. —¿Leer un libro, ponerme al día con la correspondencia? —ofreció sugerencias que podría o no considerar. Minerva asintió lentamente, revisando sus uñas como si habitualmente tuviesen charla en los pasillos.

—Creo que Harry llegó hace unos momentos para reunirse con Albus y el sanador—, mencionó conversacionalmente, como si esa no fuera la razón por la que Severus estaba fuera de su mazmorra a esta hora del día.

—¿Eso era hoy? —preguntó fingiendo un ligero interés.

Minerva rodó los ojos hacia el techo, comentando, —Algunos de nosotros tenemos una clase que enseñar—, y caminó en la dirección opuesta, como si ella no lo notara diciendo la contraseña a la gárgola que custodiaba la oficina del director. Severus hizo una pausa antes de tocar, después de haber reconocido la voz de Kieran. Estaba explicando el plan de tratamiento para el día, repasando hechizos con Albus.

—Harry, mencionaste que querías tomar un calmante antes de comenzar—.

—Sí, Severus me sugirió algunos que deberían ayudarme, pensé... —se interrumpió. No quería decir que esperaba que Severus le diera uno, sabiendo que hoy era su cita. Ciertamente, podía conseguir su propia poción con Poppy. —Haré que Dobby consiga uno para mí—, terminó Harry.

Ahora que Severus había sugerido todo lo que podía ser de ayuda, Harry estaba seguro de que podía convencer a Kieran de pasar los siguientes tratamientos a un momento en que Severus estuviera disponible. Había traído su capa de invisibilidad con él, para poder sentarse en una de las clases de Sev más tarde, aunque sólo fuera para estar cerca de él, y tal vez molestarlo un poco. Podría ser divertido, pensó para sí.

Albus sonrió, conociendo a Harry lo suficiente para saber lo que no se dijo. Lo hacía aún más agradable, sabiendo que Severus (siempre el espía), estaba esperando justo afuera de la puerta, escuchando antes de alertar a alguien de su presencia.

Con un "crack", Dobby llegó. Albus hizo una pequeña petición y envió al elfo de vuelta sin pedir la poción de Harry. Conociendo su señal, Severus llamó a la puerta de la oficina.

Mirando a Harry, Severus vio el rostro de su amante iluminarse con felicidad y alivio al verlo. Además, no perdió la vacilación en la postura de Harry. Parecía que se estaba conteniendo de saltar en sus brazos delante de Albus y Kieran.

Al entrar en la habitación, Severus estaba tan cerca de Harry, sus caderas se tocaban. Más bien las caderas de Sev al lado de Harry con la diferencia de altura. Mientras su mano descansaba sobre la parte baja de la espalda de Harry, disfrutó sorprendiendo a su amante de ojos verdes con un casto beso. Mientras él usualmente evitaba tales exhibiciones, Severus estaba allí para el apoyo emocional de Harry, y apenas podía considerar un beso delante de Albus y su amigo más viejo un espectáculo público.

—Parece que estaba disponible después de todo—, dijo Severus simplemente. Sabía que el director era informado cada vez que se activaba una medida de emergencia como la ventilación del laboratorio de pociones. No fue una sorpresa para Albus cuando Severus llegó. Sacando una familiar bolsa, Severus entregó a Harry un frasco de vidrio. "Poción calmante".

Harry tomó el frasco, haciendo una cara que parecía más curiosa que la objeción al gusto. Severus sonrió. Sabía que Harry no estaba demasiado fascinado por las pociones, pero obviamente había reconocido que la poción era nueva. Había una diferencia muy sutil en el gusto de la poción calmante usual preparada para la escuela.

—Puede que haya modificado la receta—dijo Severus en respuesta a la mirada interrogante de Harry. "Modificado" era un eufemismo, considerando que modificó la poción para la edad y el peso de Harry; aumentaría la eficacia sin hacerle dormir inmediatamente después. Severus escaneó el escritorio de Albus, contando las tazas de té, calculando cuánto 'calmante' Albus pudo haber servido.

Harry vio cómo Severus examinaba el área. "Tomé dos tazas", dijo, sabiendo que la poción y el té tenían los mismos efectos con diferentes fuerzas.

Albus encontró muy entretenido ver a sus dos magos favoritos tener una conversación entera, mientras que decían sólo una docena de palabras entre ellos.

La habitación "limpia" en la que Harry había tenido acceso en varias ocasiones fue preparada para el tratamiento del día. Una mesa, similar a una cama alta y estrecha, estaba en el centro de la habitación, cubierta con una sábana blanca. Las paredes, al igual que en la Institución Wellingfield, también estaban cubiertas de tela ligera. Kieran le ofreció un vestido de seda blanca. Severus estaba de pie entre Harry y Kieran en ese momento, y tomó la prenda de su amigo. La alzó a la luz, haciendo fluir el manto para ver la luz brillar a través de la sedosa tela.

--No dijiste que volvería a verte con un vestido otra vez—le dijo Severus a Harry, entregándole la ligera túnica.

—¿No? — sonrió Harry, volviendo lentamente la cabeza hacia Kieran.

—Lo necesita para algunos de los tratamientos hasta ahora, pero hoy es más complicado y hay otros dos magos aquí con una cantidad considerable de magia entre ustedes—. Kieran explicó que la tela especial en las paredes actuaba como una barrera entre ellos y la magia que era inherente al castillo mismo. —El tratamiento de hoy es más complicado, por lo que Albus está ayudando. Mi magia debe fluir libremente por la habitación, como en el Instituto—. Kieran entregó a Albus una túnica blanca también.

—Esto es para ti—, dijo Harry con una enorme sonrisa, devolviendo la túnica a Severus.

Albus tomó la túnica y le mostró a Kieran donde podía cambiarse, dejando a Harry a solas con Severus. La puerta que separaba la oficina y el pequeño pasillo que conducía al retrete y a los dormitorios apenas se había cerrado cuando Severus se encontró estrechamente abrazado por un cálido Harry.

—Gracias—, dijo Harry sin levantar la cabeza del pecho de Sev.

—Te das cuenta de que hay muy pocas personas en el mundo por las cuales usaría un vestido—, dijo Severus secamente.

—No pienses ni por un minuto que no lo aprecio—, dijo Harry, levantando sus cejas sugestivamente, y comenzó a abrir la larga fila de botones en las ropas de enseñanza. —Vamos Sev, sé que es una fantasía tuya desnudarte en la oficina de Albus—, rió Harry.

—¿Dije que eras una de las pocas personas? Dime una buena razón por la que debería estar de acuerdo en llevar esto—, levantó la túnica blanca, mirándola con desagrado.

—La usarás—dijo Harry con confianza—Tienes que hacerlo si quieres quedarte y ver que no llevo puesto un vestido—, Harry esperó el medio segundo que le llevó a Severus a coger su indirecta.

—Hay maneras más fáciles de sacarte los pantalones—Severus sonrió y ayudó a Harry con su camisa. Las bromas habían ayudado a aliviar la tensión, pero cada artículo de ropa eliminado significaba que estaban mucho más cerca de comenzar el tratamiento del día. Harry negó con la cabeza para despejarse.

—Es extraño, — comenzó Harry, —tenerte aquí parece hacer que todo sea diferente. Por lo general, me estoy preparando, preparando mentalmente, hoy, en lugar de sentirme como si quisiera flexionar los músculos, solo quiero subirte a tu regazo y espera que termine—.

—¿Es que te has dado cuenta de que no necesitas ser fuerte para todos, y estás dispuesto a admitir que eres humano después de todo? — Severus estaba seguro de haber oído un "bastardo" murmurado en alguna parte.

—Eres lo suficientemente fuerte por los dos—, dijo Harry, dándole un beso en su nariz y deslizando sus manos por los lados cubiertos de seda de Sev antes de subir a la mesa amortiguada, llevando la sábana superior hasta su barbilla. —Muy cómodo, ¿no? —dijo Harry, refiriéndose a la bata blanca. La respuesta sarcástica fue cortada por la entrada de Albus y Kieran.

Nunca dejó de asombrar a Harry lo mucho que se transformaba Kieran cuando estaba en modo "sanador", en comparación con el modo "patear el culo durante el entrenamiento". El escocés aún tenía una barba que parecía tener unos pocos días, pero su pelo estaba limpio y ordenado. Tampoco había visto a Severus tan lejos de su varita. Claramente le hacía sentir incómodo, pero no podía haber un lugar más seguro para él para estar sin ella. Entonces se le ocurrió a Harry que lo que Albus había aprendido a hacer por ellos hoy se haría sin una varita. Por supuesto, rara vez veía al mago mayor usar una varita.

—Recuerda, Albus está aquí y se asegurará de que no sientas ningún dolor. Estoy seguro de que lo sabes, la falta de dolor no significa que no sientas algo. Esto también podría traer recuerdos que no desees volver a tener, como los sueños que tuviste recientemente—, explicó Kieran. Cuando estuvo listo para comenzar, Kieran asintió, y Albus quitó la sábana tal como Kieran había hecho para Frances la primera vez. Harry se preguntó si Kieran había instruido a Albus por adelantado o si Albus mismo necesito de un Sanador en el pasado. No era improbable, considerando su edad y su historia previa. Kieran volvió a recordarle a Harry que Albus se aseguraría de que no le doliera.

Severus recordó que Harry había mencionado lo reconfortante que había sido tener a Kieran masajeando su cabeza cuando estaba angustiado durante parte del examen inicial de Frances. Fue un alivio ver a Harry sonreír en respuesta a un pequeño toque en su hombro. Estaría allí para Harry e ignoraría la incómoda sensación despertada al tener a los otros viendo a Harry tan expuesto. Había habido sólo unas pocas ocasiones en las que había visto a Harry completamente despierto, desnudo y flácido al mismo tiempo.

La magia en el aire era palpable cuando Albus lanzó su hechizo. Harry podía sentir la extraña sensación cuando Kieran le pellizcó la mano, pero no sintió ningún dolor. El sanador repitió el hechizo que había usado por primera vez en Harry para detectar dónde había sido herido en el pasado, confirmando el área que debían tratar.

Diciéndose a sí mismo que no estaba envejeciendo, que alguien sentiría lo mismo, Severus estaba agradecido por la silla cerca de la cabeza de Harry, para poder sentarse y estar cerca de su amor sin inclinarse y forzar su espalda. Severus observó con interés, mientras hacía patrones vagamente sobre los hombros de Harry.

Los ojos de Harry se lanzaron de persona a persona, tensándose cuando Kieran alzó las manos otra vez. El sanador había terminado su mirada preliminar alrededor. El zumbido de magia que irradiaba de Albus se magnificó como si el mago mayor hubiera intensificado el hechizo. Harry podía sentir la magia de Kieran. Podía sentir presión y alguna otra sensación que consideraba mejor ignorarla con meditación que reconocerla suficientemente como para nombrarla.

Severus observó los ojos de Harry moviéndose a un ritmo frenético. Por la tensión que sentía en los hombros de Harry, sabía que Harry, también, había sentido el hechizo de Albus cada vez más fuerte. Sus largos dedos masajearon el cuero cabelludo de Harry en lo que él esperaba era un ritmo calmante. Continuó suavemente cuando su amante cerró los ojos en meditación, ya que habían practicado varias veces en preparación para el tratamiento. Era una extraña sensación, ver a los otros dos hombres de pie, sentir el flujo mágico mientras usaban cantidades tremendas de magia, aunque con aparentemente poco efecto que cualquiera pudiera ver en la superficie.

Harry abrió abruptamente sus ojos, pero no parecía centrarse en nada ni en nadie. Su respiración se aceleró y su cuerpo se tensó. Severus suavemente lo llamó por su nombre, tratando de mantener a Harry consciente de su presencia. Mientras se acomodaba, la respiración de Harry se ajustaba a la de Severus, ayudándolo a mantenerse cómodo. Severus tomó otro profundo aliento calmante, seguido por Harry. Lo que Albus estaba haciendo para mantener las sensaciones de dolor alejadas también había mantenido la náusea bajo control.

Harry se concentró en la voz susurrando palabras reconfortantes en su oído. Al principio se concentró en lo que Severus decía, manteniendo su mente lejos de la curación de Kieran. Severus hablaba tan suavemente que nadie más que Harry podía oír sus palabras. Por lo demás, la Voz había funcionado tan bien que Harry había dejado inconscientemente de oír las palabras y simplemente dejó que la reconfortante sedosidad fluyera sobre él. Harry ya no escuchaba las palabras de Severus, pero estaba percibiendo su intención por la sensación de cálidas bocanadas de aire, labios suaves pasando por su oído con cada palabra.

Severus pudo ver que su amigo Kieran se estaba esforzando enormemente durante los tratamientos. El sanador siempre había enviado a Harry a casa primero después de los tratamientos para asegurarse de que podía aparecerse con seguridad. Por esa razón, Harry nunca supo que Kieran estaba tan agotado que no se marchaba sino hasta una hora más tarde, hasta que recuperaba la fuerza para hacerlo. Severus encontró una vez al escocés durmiendo en un montón de heno con una almohada transfigurada. Había querido estar allí para uno de los tratamientos, pero se detuvo. En lugar de ver un tratamiento, encontró a Harry durmiendo en casa, y luego a Kieran en el heno en el edificio de entrenamiento.

Los brazos de Albus en el aire no eran tan firmes como lo habían sido cuando empezaron, pero no mostró otros signos de fatiga. Severus nunca dejó de hablar con Harry mientras examinaba a los demás. De repente se dio cuenta de lo bien que distraía a Harry, cuando vio que la polla de su amante se agitaba con interés. Ni siquiera estaba semi-erguido, pero empezaba a moverse. Por un momento, Severus estaba en conflicto entre ignorarlo y permitir que Harry estuviera completamente distraído. Trató de decidir qué le importaría más a Harry, la incomodidad del tratamiento o la vergüenza que podría sentir por tener una erección delante de Albus y Kieran.

Los breves pensamientos contradictorios de Severus fueron olvidados cuando los ojos de Harry se abrieron de par en par y él jadeó. El joven mago se concentró en un punto como si ahora estuviera viendo algo claramente delante de él, algo que, para él, era real. Severus siguió su línea de visión, pero no había nada perceptible donde Harry estaba mirando.

—¡No! —gritó Harry, reaccionando ante la alucinación que era su realidad. Severus forzó el contacto visual con él. —Sev—, dijo Harry, como si confirmara dónde estaba, pero luego sus ojos volvieron a perder el foco en la cara de Sev cuando un recuerdo volvió al frente de su conciencia.

—Harry, estás a salvo, — dijo Severus, llamando de nuevo su atención. —Unos minutos más y será todo por hoy—, dijo, comprobando la hora, esperando que hubiera hecho las cuentas con precisión.

—¿Por qué? —preguntó Harry con tristeza, su voz se quebró. —¿Severus, por qué ?, ¿Cómo pudo? — buscó profundamente en los ojos de su amante una respuesta que no recibiría pronto, si es que alguna vez lo haría. Apenas advirtió que Albus cubría su cuerpo desnudo con la sábana blanca. Una mano envejecida y arrugada rozó el cabello de Harry de su rostro sudoroso.

—¿Te gustaría otra poción calmante? —preguntó calmadamente Albus. Severus ya estaba abriendo el sello de la poción. Harry asintió con la cabeza, sosteniendo su mano para el vial.

—Albus, ¿por qué ?, yo estaba portándome muy bien— la voz de Harry sonaba lamentable, y muy joven, un niño buscando todavía respuestas.

—Además de lo que no sea odio, no sabemos por qué hicieron esas cosas, Vernon era un hombre enfermo, nunca te volverá a lastimar —le dijo Albus a la barbilla de Harry donde la poción había goteado.

—Se ha ido, —confirmó Harry, más para sí mismo que para cualquiera. —La muerte no es más que la próxima gran aventura... — Harry se calló, pero luego se rió maniáticamente. —Será una gran aventura cuando envíe a Voldemort a su encuentro en el infierno—.

Severus sonrió al ver el comentario, pero no pudo evitar sentirse preocupado cuando Harry parecía tan cerca del límite. Kieran preguntó si Harry había tenido un flashback, no había presenciado uno personalmente. Severus negó con la cabeza.

—Era un recuerdo, pero era tan real que no podía sentir lo que estabas haciendo con Albus lanzando ese hechizo, pero cuando lo hiciste, —le hizo un gesto a su abdomen. —Pude recordar que todo estaba sucediendo—.

—¿Quieres contárnoslo? —preguntó Albus con ternura.

—Él ni siquiera estaba enojado conmigo, — la mente de Harry se movió hacia el incidente. —Yo estaba plantando flores extras, y siempre hacía las otras tareas antes de plantar, así que debí haberme ensimismado, pero no estoy seguro de cuál era ese año—.

—¿Qué se lo impidió? — Severus se preguntó si la serpiente aún estaba suelta.

—Piers me golpeo, él me puso morado el ojo, — dijo Harry, haciendo que se preguntaran quién era Piers. —Vernon estaba loco, tenía un moretón que era visible... Tal vez fue el final del verano... pero si yo estaba plantando, podría haber sido antes. Tal vez iba a ver a la señora Figg pronto, —dijo la última parte más para sí mismo que para los demás, y continuó. —Vernon pensó que si me lastimaba lo suficiente, yo haría mi 'cosa de curación extraña' y nadie vería el ojo morado. —Harry rió de nuevo, haciendo que Severus frunciera el ceño con preocupación. —¡No funcionó! —Harry rió. —Él... — Harry resoplo, —él me rompió la mano, pero no funcionó. Tres días más tarde me desperté, todavía llevaba un ojo negro ligeramente desteñido, pero la obra de Vernon estaba sanada. ni idea de cómo Vernon se lastimó la mano o por qué no me estaba castigando por haber tenido una marca justo antes de terminar las vacaciones—.

—Creo que un poco de descanso está en orden, Fawkes, —dijo Kieran, asintiendo a Severus cuando hizo un gesto para ayudar a Harry a levantarse. Harry se sentó, tirando de la sábana a su alrededor. —Puede que estés un poco mareado— le dijo Kieran.

—Estoy bien— Harry volvió su cabeza hacia Kieran demasiado rápido. El rostro del Curador se hizo borroso por un segundo hasta que Harry vio a dos Kierans. Severus hizo que Harry se recostara antes de que sus ojos pudieran retroceder.

—Claro, estas bien — Severus comentó sarcásticamente.

El mareo pasó rápidamente, pero Harry permaneció allí unos minutos para apaciguar a los tres magos que estaban a su alrededor. Miró de un mago a otro, todos vestidos con sus ropas blancas de seda. —Albus— dijo Harry suavemente.

—¿Sí, Harry? —.

—¿Es esta la próxima gran aventura? Estoy rodeado de ángeles de blanco— rió Harry, burlándose de ellos por los "vestidos".

—Ángeles caídos — murmuró Kieran.

—Habla por ti mismo, pagano —replicó Severus. Albus solo sonrió. El centelleo siempre presente brilló alegremente cuando Harry los acusó de hacerle permanecer allí durante tanto tiempo porque querían mantenerlo desnudo.

Harry se levantó, envolviendo la sábana alrededor de él como una toga. Estaba demasiado feliz porque Severus lo guiara a su habitación. Harry lo abrazo estrechamente, disfrutando de sus fuertes brazos alrededor de él. La voz de Kieran podía oírse desde la oficina de Albus.

—¡No puedes guardar el vestido, Snape! — El Sanador le guiñó un ojo a Albus mientras se burlaba de su amigo en la otra habitación. Su sonrisa se convirtió rápidamente en sorpresa cuando una túnica blanca apareció en sus brazos, seguida por la sábana. —¡Presumido! —.



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Harry suspiró contento cuando Severus se metió en la cama, se apoyó contra la pared y lo acercó, envolviendo un brazo alrededor de su centro y dando un casto beso en su hombro. Fue una extraña sensación estar desnudo contra Severus, mientras Albus y Kieran aún se oían hablar en la oficina.

—¿Te sientes bien? —.

Harry sabía lo que estaba preguntando, pero todo lo que podía pensar era en sentir el contacto cuerpo a cuerpo con Severus. -Mm-hmm — tarareó alegremente.

—¿Estás seguro? —preguntó Severus, sin presionar, pero sorprendido de que Harry no estuviera molesto.

—Solía molestarme, no saber por qué Vernon quería lastimarme, no podía creer que su aversión a la magia por sí sola pudiera hacer que una persona actúe de la manera que lo hizo. Supongo que, durante un mal día, —dijo, odiando la palabra "regresión", —vuelvo a querer respuestas, de lo contrario, ya no me importaría lo que motiva a un imbécil como él. —Harry apretó el brazo de Sev, tirando más fuerte. —Sólo un poco culpable—, añadió Harry en voz baja. Severus se habría preocupado más si Harry no estuviera mostrando una sonrisa maligna.

—Siéntete libre para confesar— murmuró Severus, haciendo que Harry riera.

—En estos días, cuando algo así sucede, lo primero que pienso son tus reacciones pasadas, queriendo matarlo por lo que él me hizo... entonces recuerdo, —dijo Harry, sin decir, "... que ya lo hiciste".

—¿Te sientes culpable por la muerte de Vernon? — Ahora Severus estaba preocupado y empezando a enfadarse, pero Harry sonrió de nuevo.

—No, me siento culpable por sentir placer en el conocimiento que él sufrió, pero no demasiado culpable— añadió.

—Descansa— Severus se acarició la nariz en el cabello desordenado de Harry. Se preguntó cuándo fue exactamente qué sucedió la transición de sentirse molesto por la cabeza desordenada de su amante a encontrarlo adorable. "Probablemente cuando éramos adolescentes y mis ojos nunca pasaron de su apretado culo", pensó Severus.

—Sentí eso— titubeó Harry cuando sintió movimiento desde atrás, en las regiones inferiores.

La idea del culo apretado de Harry había hecho que la polla de Sev se agitara. —Dije, descansa— dijo Severus, sabiendo que Harry no podía ver su sonrisa.

—¿Cómo puedo descansar contigo aprovechándote de mí debilitado estado? —bromeó él, inseguro de si Sev se había dado cuenta cuando se había despertado durante el tratamiento. —Pervertido—.

—Fastidioso—.

—Yo soy la víctima. Estás aprovechando la situación, como el malvado jefe de Slytherin que eres— Harry se apretó contra él, atrapando la polla de Sev entre sus nalgas.

—Te encanta—gruñó Severus a lo largo de su cuello—Te encanta jugar a la víctima, yaciendo desnudo delante de mí como una ofrenda, un sacrificio virgen— tiró del lóbulo de la oreja de Harry entre sus dientes.

—Por suerte, mi héroe me ha rescatado una vez más— Harry se volvió hacia su lado, mirando a Severus.

—Eso es lo que te hace la víctima, me crees erróneamente el héroe y no el monstruo que aceptó la ofrenda—.

Disfrutaban de la broma, ignorando a propósito los pequeños fragmentos que solían ser verdad en sus palabras lúdicas. Harry puede tener días malos, pero ya no se permitiría ser la víctima más de lo que Severus creía ser un monstruo.

—Ahora que lo mencionas, fuiste tú quien tomó mi virginidad— bromeó Harry, como si la verdad se le hubiera ocurrido.

—No lo tomé, la estabas ofreciendo— Severus se estremeció ante el juego de palabras no intencional.

Harry volvió a ignorar las palabras de su amante y se concentró en la sabrosa clavícula a su alcance. Pasó la lengua hasta que alcanzó un fuerte hombro musculoso, y dio un mordisco. Lamió y mordisqueó alegremente mientras Severus inclinaba su cabeza, permitiendo a Harry más acceso.

Severus disfrutó de los mimos de Harry un poco más antes de rodar sobre su joven amante. Ellos se acariciaron y besaron hasta que los ojos profundos y oscuros se encontraron con los verdes. —Todavía tienes que descansar—dijo Severus en voz baja, pero decidido.

—Lo sé, se me ha bajado el golpe de adrenalina, pero te quiero más que dormir—Harry trató de alcanzar el lóbulo de la oreja de Sev de nuevo, sin éxito.

—Tendré que remediar eso— Severus lo besó profundamente antes de hacer un camino por el pecho de Harry.

No fue un viaje de exploración, sino un rápido descenso a su meta. Apenas hizo una pausa para mover la punta de su lengua a lo largo del pezón izquierdo de Harry antes de arrastrarse, su nariz pasando sobre cada costilla, haciendo que Harry se estremeciera cuando golpeó un punto cosquilloso. Después de un rápido chupeteo en el área sensible de la cadera de su amante, Severus tragó la erección de Harry hasta la raíz.

Harry balbuceó incoherentemente. Sev se retiró lo suficiente para que sólo la cabeza de la polla de Harry permaneciera entre sus labios antes de succionarle una y otra vez. Su ritmo incesante continuó con sólo una parada ocasional para pasar su lengua pecaminosa por el eje y meter sus bolas, rodando sobre ellas su lengua hasta que Harry lloriqueó. Cada vez, antes de que Severus regresara sus atenciones a la polla de Harry, hacía un rápido desvío, probando la entrada de Harry con un remolino de su lengua antes de devorarlo una vez más, la nariz profundamente en un mechón de rizos negros.

Harry estaba tan cerca, que apenas notó el largo dedo medio de Severus en su boca. El lamio el dedo con saliva sin darle un segundo pensamiento. Sin preámbulos, el pulido dedo fue introducido en su entrada, estimulando su punto dulce sin piedad hasta que Harry se corrió con un grito. En su neblina de felicidad, Harry apenas notó que Severus tiró de las mantas y envolvió sus brazos alrededor de él.

—Ahora duerme— ordenó Severus, sabiendo que no tendría ningún argumento de su amante ya dormido.



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Como sólo era mediodía, Severus estaba completamente despierto. Utilizó ese tiempo para pensar en varias cosas mientras pasaba los dedos por el cabello de Harry. Le gustaba sentir las calientes exhalaciones de su amante dormido contra su pecho. Cuando Harry se despertó, Severus ya había revisado mentalmente su siguiente clase, pensado en una posible alteración de poción sanadora, y soñado despierto con varias maneras de hacer la vida del chico Flynn miserable.

Harry no estaba completamente despierto; murmuró algo contra el pezón de Sev, haciéndolo temblar y voltearse. Severus sonrió a su soñoliento amante, observándolo moverse entre el sueño y la vigilia. Evidentemente, estaba luchando para quedarse dormido, pero algo lo obligaba a despertarse. Harry se deslizó cuidadosamente fuera de la cama, tratando de no despertar al Slytherin, sin darse cuenta de que no estaba dormido. Divertido, Severus observó a Harry ponerse un par de bóxers y una camiseta mientras murmuraba algo sobre dos tazas de té, antes de darse la vuelta para encontrar a Severus sonriéndole.

—Te has levantado —dijo, mostrando lo obvio.

—Qué perspicaz eres, esperaba que durmieras más—.

La niebla en el cerebro de Harry se aclaró al darse cuenta del hecho de que Severus se veía malditamente sexy inclinándose sobre su codo, la sábana colgando peligrosamente baja en sus caderas. El mago oscuro se aclaró la garganta cuando notó que Harry se había distraído con la vista.

—Sí, supongo que aún estaría durmiendo, pero tengo que hacer del baño— dijo Harry mientras bostezaba.

—Tu elocuencia nunca deja de asombrarme —dijo Severus secamente—. O la falta de ella—añadió sarcásticamente, pero Harry sabía que estaba bromeando.

—Bueno, entonces es bueno que pueda compensarlo con un culo apretado—Harry le dio una sonrisa feroz antes de salir hacia el retrete. Con los hechizos de silencio en su lugar, sólo escuchó una fracción de segundo de la risa de Severus cuando la puerta se cerró. Lo que sí oyó fue Albus tarareando en su oficina.

Sabiendo dónde estaba Albus, Harry casi no llamó a la puerta. Pero luego, al oír correr el agua, pensó que debería usar más que bóxers y una camiseta. Cuando la puerta se abrió, Harry sintió alivio al ver que no era Minerva McGonagall en el pequeño pasillo.

—Oye, Fawkes—le saludó Kieran alegremente, pero parecía tan lento como Harry—, por lo general no vuelvo a hablar contigo después de los tratamientos, ven a hablar conmigo después... —señaló al retrete. Harry estuvo de acuerdo y notó que Kieran todavía estaba en su túnica de curación. Cuando Harry volvió, encontró al mago en la cama de Severus en la otra habitación. Harry no había estado antes en la habitación de Sev en la torre. No tenía decoración, a excepción de un artículo enmarcado en la pared detrás de él. Harry creyó ver un dibujo a lápiz de un fénix con palabras escritas abajo, pero no pudo detenerse y mirarlo sin ser grosero con Kieran.

—¿Has dormido algo? —preguntó Kieran, recibiendo un guiño a cambio.

—Parece que necesitas más sueño que yo—comentó Harry, viendo cuán agotado estaba el sanador.

Kieran se rascó la desaliñada cara. —Unas horas de sueño y una comida caliente y voy a estar bien para irme. —sonrió. —Estaré sanando a los delincuentes del mundo mágico mañana por la noche—.

—¿Estás perdiendo trabajo por esto? — No se le había ocurrido antes a Harry que Kieran hubiera estado haciendo un sacrificio por él. —Ni siquiera pensé en el costo que esto te causó—dijo culpablemente.

—Ni lo pienses—dijo Kieran con desdén. —No veo mucha acción durante la semana, de todos modos—.

Harry pensó y se dio cuenta de que Kieran había tenido que tomarse el domingo para estar listo para un tratamiento el lunes por la mañana con él, aunque eso explicaba por qué Kieran no aceptaba las citas los viernes.

—He estado tan acostumbrada a que Poppy se ocupara de mí, que ni siquiera pensé: como adulto soy responsable de este tipo de cosas, ¿no debo pagarte? —.

—He pasado más tiempo entrenándote, y nunca me has dado un Knut, ¿por qué empezar ahora? — rió Kieran.

—Eso es diferente, todos estamos trabajando para la Luz—.

—Esto no es diferente, estamos haciendo esto para que puedas conseguir más magia y derrotarlo, no ves a nadie buscando en sus bolsillos para pagarle a Snape por espiar, ¿verdad? —.

Harry puso los ojos en blanco y resopló ante la idea de que Sirius entrara.

—Recordaste algo importante hoy, —dijo Kieran, moviendo el tema de sí mismo. El súbito cambio de tono y sujeto desanimó a Harry. Ni siquiera sabía si Kieran había estado en la habitación cuando se lo contó a Severus. Después de un momento pensando, Harry comenzó.

—Recuperé un recuerdo, —admitió con un movimiento de cabeza. —parece que Vernon pensaba que me curaba a mí mismo, aunque no lo hiciera. —añadió tranquilamente. —Cuando mi tío pensó que podría meterse en problemas por un moretón visible, algo que los vecinos podrían ver, él me lastimaba más hasta que fuera lo suficientemente malo como para que me curara. —Harry hizo una pausa. —No funcionaba si me mantenía consciente—. Ni siquiera podía imaginar lo que su tío debía haber hecho con el conocimiento de esa salida. Estaba curioso si después de quemarse su cuello se había enterado de esa información. ¿O fue cuando se enteraron de que tenía que estar frío? —Solía desear las respuestas, pero sabes lo que dicen, "ten cuidado con lo que deseas"—.

La pequeña habitación estaba en silencio mientras Kieran recibía la información.

—Es más difícil de lo que pensé que sería—rompió el silencio, sorprendiendo al sanador.

—Pensé que el hechizo de Albus ayudaría—dijo Kieran, claramente preocupado.

—Lo hizo. No sentí ningún dolor, ni siquiera como si estuviera enfermo, pero la parte difícil no es la parte física—Harry apartó la vista. —Soñar con fragmentos de mi pasado, sabiendo que realmente ocurrió, no es lo mismo que recordar situaciones enteras de primera mano. No creo que tuviera la capacidad mental de tener esta conversación contigo si no fuera por la ayuda de Severus—.

—Si pudieras volver, sabiendo lo que sabes ahora, ¿lo harías todo de nuevo? —.

—Si lo supiera entonces, no habría sido un mártir, habría escuchado a Severus y conseguido esta ayuda mucho antes—dijo con una sonrisa de autodesprecio. —Probablemente, lo habría hecho a pesar de todo, incluso sin esto, para darme una ventaja para cuando tenga que luchar contra el malvado hijo de puta. Sí, lo haría todo de nuevo—repitió Harry tranquilizadoramente.

—No lo haría—dijo Kieran en voz baja. Harry nunca lo había oído hablar tan suavemente.

—¿No?, ¿un tipo duro como tú? —dijo con ligereza.

—Como sanador, —aclaró. —si supiera entonces cómo iba a ser para ti, nunca habría comenzado—. El tono solemne de la voz de Kieran golpeó a Harry. Incluso cuando Kieran vio todas sus heridas pasadas la primera vez, Harry nunca había visto al hombre tan sombrío.

—Tenía una elección—comenzó Harry, pero fue cortado.

—Debería haber escuchado a los otros sanadores en el Instituto, debería haber escuchado a Frances cuando dijo que los curanderos sanan, no dañan a los demás Harry, tú eres un fuerte y valiente joven mago que ha superado la adversidad. Estaba pensando en lo bien que te desempeñas en el entrenamiento, cuando debería haber estado pensando en todo lo que tendrías que revivir de un tiempo antes de que te convirtieras en lo que eres hoy en día. Eres un joven, y no fue hace mucho que eras un niño maltratado, luchando simplemente por sobrevivir—.

—¿Estás diciendo que no crees que vaya a funcionar? —preguntó Harry nerviosamente.

—No estaría aquí si no lo pensara, pero si los tratamientos fueran más difíciles, no valdría la pena—. Kieran creía que la gracia salvadora de todo el proceso era que los tratamientos probablemente no empeoraran. Al menos creía que iban a funcionar.

—De vez en cuando, hay días que todavía siento que estoy luchando por sobrevivir, pero la mayoría de las veces, todo parece como una vida pasada, —Harry le dio una sonrisa tranquilizadora. —no había sido honesto contigo sobre cómo todo esto me estaba afectando, ambos sabemos que todo valdrá la pena cuando termine y tenga más magia a mi disposición—. Harry sonrió, pensando en lo que sería más tarde, y esperaba con ansias.

—Tengo que decir que ha sido una patada que te prepare para la batalla, nunca he entrenado a un mago más poderoso—Kieran tenía esa misma sonrisa que él usó cuando Harry y él terminaron una sesión de entrenamiento muy productiva.

—¿Qué hay de Severus? —preguntó Harry con una sonrisa.

—Ah, pero yo no lo entrené, —Kieran se volvió serio nuevamente —después de tu siguiente tratamiento, que no será por un tiempo, quiero que vuelvas al Instituto para que Phoebe pueda comprobar tu progreso—.

—Claro, eso hará que sea más fácil ver los resultados—. Luego añadió rápidamente: —Incluso si no vemos resultados, nunca me he sentido mejor. Siento que todo mi cuerpo ha tenido un nuevo comienzo—dijo, flexionando los músculos.

—Se llama CRC, Curación para el Rejuvenecimiento Completo. Las viejas heridas se están haciendo para evitar que se envejezca. Es un contra. Ciertamente, se sienten muy bien, teniendo pruebas de viejas lesiones y síntomas de enfermedades pasadas curados, pero no te mantienen joven, y así es como se anuncia la CRC... Ni siquiera lo plantees delante de Frances... ¿Crees que los demás del Instituto desaprueban mi clientela habitual? Deberías ver lo irritados que se ponen cuando leen un anuncio vendiendo "juventud" en la parte de atrás de las revistas de damas—.

—¿Quieres decir que no voy a mantener mi femenina figura? —preguntó Harry mientras miraba sus caderas.

—¡Vete de aquí y duerme un poco más! —Dijo Kieran mientras Harry soltaba una ofensa fingida.

—Primero me desnudas, y luego me llevas a tu habitación, diciéndome lo fuerte y valiente que soy. ¡Ahora me estás corriendo! —exclamó Harry en broma.

—Vete, tu hadita volteada—gritó Kieran, enviándolo de vuelta con Snape y cerrando la puerta en el proceso. Harry seguía riéndose cuando regresó a su habitación.



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—¿Ha ocurrido finalmente? —preguntó Severus vagamente.

—¿Qué ha pasado? —Harry se quitó la camisa, se quitó las gafas y las arrojó sobre la mesita de noche.

—¿Encontraste finalmente a alguien que no te persigue? —Severus sonrió, observando a Harry, con las manos en alto, por encima del borde de los boxeadores. Severus se sentó, la sábana apenas cubriendo su virilidad. —Eres una gran coqueta—, dijo, tirando de los bóxers de Harry, atrayéndolo más cerca.

—No lo soy, —dijo Harry sin entusiasmo, y gimió cuando Sev puso su boca sobre él. Sus bóxers habían bajado lo suficiente como para exponer un lugar deliciosamente atractivo que suplicaba que se besara. Harry observó, respirando con más fuerza. —me amas tal y como soy—dijo Harry juguetonamente.

—Quizá —dijo Severus antes de deslizar su lengua a lo largo de la cintura de Harry, haciéndole soltar una respiración temblorosa. —¿Un hada volteada? —Preguntó Severus con una ceja levantada. Harry solo se rió; Severus se quitó los pantalones y lo tiró de nuevo a la cama.

Harry yacía en parte junto a su amante, con la cabeza sobre el hombro de Sev. —¿Hay planes para construir tu músculo deltoides anterior? —.

—¿Disculpa? —Severus miró a Harry, que estaba metiendo el dedo en el hombro de Sev.

—Me gusta este lugar como una almohada, pero es un poco huesudo aquí—le preguntó mientras hablaba.

—Veré lo que puedo hacer—exclamó Severus. —Pensé que finalmente tenía un compañero que no quería cambiarme—.

Harry resopló. —Esto viene del hombre con el que pasé dos meses en entrenamiento, mientras que me empujó para hacer más cambios de los que creí posibles. —Harry sonrió, sintiendo la pequeña risa en respuesta contra la parte superior de su cabeza. Se acurrucó más cerca, sintiéndose seguro en el cálido abrazo de su amante.

Harry no podía ver las cómodas fotos en el estante de su posición, pero sabía que estaban allí como sabía que Albus estaría todavía en su oficina canturreando una extraña melodía para sí mismo. No le gustaba un Kieran preocupado. Harry esperaba que todo esto terminara y que su nuevo amigo volviera a su habitual brusquedad, enseñándole cómo bloquear un golpe y poner maleficios en su comida. Pronto las cosas se tranquilizarían, pero por el momento estaba contento en los brazos de Sev. Severus se había vuelto de lado, mirando a Harry. El contacto cuerpo a cuerpo fue glorioso. La respiración de Harry se calmó mientras escuchaba el latido de su amante.

Severus llevaba una sonrisa contenida mientras Harry se retorcía para acercarse lo más posible. No pensó que fuera una coincidencia que la boca de Harry estuviera contra su pezón. Ocasionalmente, la punta de una lengua rosada exploraría alrededor del nudo endurecido. Incluso mientras su amante empezaba a dormirse, sus labios se cepillaban contra él tentadoramente. Una declaración soñolienta de amor fue pronunciada contra su pecho justo antes de que Harry se durmiera.

Una vez más, Severus se encontró a solas con sus pensamientos, sólo que esta vez no iba a llegar con planes de clases. En su lugar, mantuvo a su amante cerca, tomando placer en cada centímetro de Harry presionado contra él. Besó la cabeza de un cabello oscuro y desordenado, y de nuevo en su sien, y sonrió cuando un Harry que dormía en su mayoría frunció los labios en respuesta. Severus lo besó de nuevo, mirando para ver si podía obtener la misma respuesta. Esta vez los labios de Harry apenas se movieron, pero lo sintió ligeramente en su piel.

Severus estaba seguro de haber memorizado cada línea, curva y región sin mancha del cuerpo a su lado. Una vez se había preocupado por la comparación entre la hermosa forma de Harry y su propio cuerpo marcado, después de que Harry se había librado de la mayoría de sus cicatrices. Las cicatrices eran una de las cosas que le recordaban a Severus que su amante no había tenido la vida perfecta que alguna vez había creído. Reconsideró. Eso puede haber sido importante en un momento dado, pero ahora Severus estaba seguro de que conocía a Harry lo suficiente y no necesitaría el recordatorio visual. Se consoló con el hecho de que Harry guardaba una pequeña porción de cicatriz detrás de su oreja donde era más sensible. A Severus le gustaba pensar que estaba allí sólo para él, lo cual era cierto.

El musculoso brazo de Harry se estremeció alrededor de la cintura de Severus mientras este observaba el rostro de su amante, tan sereno como dormía pacíficamente. Otro temblor y el tiempo para la tranquilidad había terminado. Severus podía decir que esto no era un sueño feliz, y no permitiría que la pesadilla de Harry siguiera adelante. En un apretado abrazo, Severus habló suavemente palabras amorosas para calmarlo de su sueño atribulado. Chupar un suave lóbulo de la oreja parecía ayudar algo, y Severus agradeció a los dioses que escucharan que Harry no había sido abusado sexualmente por su familia.

Cuando los sueños y/o recuerdos de Vernon se desvanecieron, Harry estaba un poco consciente de que estaba detenido. Oyó la voz que generalmente lo hacía débil en las rodillas, pero no captaba las palabras habladas. Gimió cuando los labios que sentía moverse contra su piel ya no hablaban, pero se calmó de nuevo cuando pasaron a preocuparse por el lóbulo de su oreja. Un suave zumbido en su oreja calmo; caliente y húmedo lamió el mismo lugar antes de abandonar el lóbulo de la oreja por la cicatriz cercana. Harry gimió más fuerte esta vez. Podía sentir la cortina de pelo de Sev alrededor de su rostro. Las palabras volvieron, pero de nuevo no pudo distinguir lo que decía. Creciendo cada vez más en coherencia, se dio cuenta de que su amante hablaba francés. Ahora estaba muy claro por qué Severus reaccionaba de la misma manera cuando Harry hablaba en pársel.

—Te juro, un día vas a hacer que me corra sin un solo toque a mi polla—gimió Harry.

—Tendremos que explorar esa posibilidad alguna vez—Severus le dio un beso en la sien. —¿Te sientes mejor? —preguntó, haciendo un gesto con la cabeza. —¿Es muy difícil tener estos recuerdos? —

Harry se encogió de hombros. —Lo es, pero creo que habría sido mucho peor si no supiera sin ninguna duda que ya no podrá hacerme daño nunca más. En un principio, es tan inquietante pensar, especialmente sabiendo que he bloqueado porciones de mi vida, pero luego pienso en lo seguro que estoy ahora y... —se interrumpió.

—¿Qué tan seguro estás y... ? —Severus preguntó alentador, contento de que Harry estuviera dispuesto a hablar con él antes de reprimirlo. Harry se dio la vuelta, apoyando la espalda en el pecho de Severus, tirando del brazo de Sev a su alrededor. Severus sabía que su amor se sentía seguro de esta manera y tal vez no quería hablar cara a cara.

—Sé que Vernon está muerto por lo que me hizo, y no puedo evitar sentirme satisfecho por ese hecho. No me sentí así al principio, pero lo hago ahora, aunque no lo admita me pregunto a veces cómo se sentiría desde su punto de vista—. Mientras que Harry pudo no haber hecho una pregunta directa, Severus sabía que esperaba una respuesta.

—Has matado, así que sé que tu perspectiva ha cambiado, pero tomar la vida de un Mortífago atacante es muy diferente del asesinato premeditado. ¿Quieres saber cómo me siento cuando se trata de la mente? Me siento engañado. He odiado al bastardo por lo que te hizo y quería que sufriera, entonces lo odié aún más cuando no tuve la oportunidad de una represalia adecuada—Severus nunca antes había hablado tan abiertamente con respecto a Vernon. Había insinuado algo a Kieran, pero éste era un territorio inexplorado con Harry.

—¿Le lanzaste un cruciatus? —preguntó Harry en voz baja.

—No, personalmente, no. —lo que significaba que alguien lo hizo, pero no él. Harry asintió con la cabeza en comprensión. —El tiempo era limitado, pero cada mago tuvo la oportunidad de expresarse, aunque tal vez no tan creativamente como yo—la última parte la habló suavemente para sí mismo, pero Harry había oído. Severus lo sostuvo más apretado, protector.

—¿Creativo? —preguntó Harry, sin saber si quería saber la respuesta. A veces era mejor usar tu imaginación. De repente recordó lo que le había dicho a Kieran: "Ten cuidado con lo que deseas".

Independientemente de la pregunta principal de Harry, Severus no tenía planes de entrar en los detalles de su tortura a Vernon Dursley. —Sólo digamos que, si hubiera vivido y aún tuvieras tus viejas cicatrices, habría una notable semejanza entre los dos, más o menos. —añadió Severus, refiriéndose al tremendo tamaño de Vernon. —Me he dado cuenta de que cantidades ilimitadas de tiempo no hubieran sido suficientes—. Severus recordó el comentario anterior de Harry sobre Vernon encontrándose con Voldemort en el infierno. No quería entrar en lo que había... inspirado a McNair hacer; sabía que estaría más allá de la comprensión de su joven amante.

—Tendré que conformarme con tu salud mejorada, este es un momento difícil para ti, pero has demostrado una gran resistencia en el pasado—Severus acarició el cabello y cuello de Harry, alejándose del tema.

—Gracias, Sev. Sé que el tema ha sido tabú en el pasado, pero creo que necesitaba oírlo hoy—, Harry se retorció en sus brazos para enfrentarse a él. —¿Tú, um...? —Harry se calló, sin saber si podía decir las palabras, o admitir que quería escuchar la respuesta. Severus pudo ver su incomodidad, y no se perdió la forma en que Harry llevo su cabello detrás de su oreja, su dedo se quedó allí por más tiempo del que era necesario.

—Una correa de metal caliente cubre sustancialmente más área cuando se enrolla alrededor de un enorme cuello con varios mentones. —Severus sinceramente esperaba que estuviera en lo correcto en su asunción de lo que Harry quería saber. Sintió un escalofrío saliendo del marco más pequeño junto a él. Preocupado, Severus levantó la barbilla de Harry para ver su expresión, cualquiera que fuera.

Harry se mordió el labio, pero una sonrisa malvada surgió a pesar de su intento de mantenerla a raya. Confesó que la quemadura en su cuello había sido siempre un tema emocional para él. Severus no pensaba menos de él por tener placer en el conocimiento de que su tío sufrió apropiadamente. —¿Sabías que los Weasleys solían competir por quién podía presentar la peor tortura para los Dursleys? Tenían diferentes versiones de juegos para jugar junto con eso, también—Harry pensó que debería preguntarles a los gemelos si todavía tenían las piezas animadas del juego para que pudiera echarles un vistazo.

Severus lo besó desde la sien hasta los labios mientras hablaba. —¿Qué pensaría el Mundo Mágico en general, si supieran que su chico dorado estaba desnudo con un ex-mortífago, discutiendo los puntos más delicados sobre torturar a sus parientes? —.

Harry se sentó a horcajadas sobre él, retorciéndose deliciosamente. —Digo, ¡Ponlo en los titulares! —la sonrisa malvada en su lugar continuó, —Ellos creerán lo que quieran. Según El Profeta de la semana pasada, Albus planea convertirme, así puedo derrotar al Señor Oscuro como un Vampiro—. Harry rió y mordió a Sev en el cuello.






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