Eowyn Explota calderos
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| Tema: Traducción Invisible Capítulo 36 Sáb Abr 14, 2018 9:34 am | |
| Podeis encontrar la historia original aquí https://www.fanfiction.net/s/3780602/1/InvisibleNota: Estos personajes no son nuestros, le pertenecen a la multimillonaria escritora J.K. Rowling, y otros que hayan comprado sus derechos. Este fic no es de mi autoría, yo solo estoy traduciendo del idioma inglés, este fic pertenece a DebsTheSlytherinSnapefan.
Capítulo 36
. Juicios y Sentencias
Severus se levantó antes de lo normal, sentándose contemplando profundamente durante una hora. Sabía que a pesar de lo que Harry decía, todavía se sentiría decepcionado. Tenía que conseguir que Harry entendiera que había hecho lo que tenía que hacer. Harry al final del día era un adolescente, ay nunca había crecido de verdad, experimentando emociones que debía experimentar. En cambio todo lo que había experimentado eran sentimientos negativos. No podía imaginar cómo había crecido; Harry nunca hablaba sobre su vida. Temblaba de solo imaginarlo, ser ignorado por toda su familia. Errante como un fantasma, sintiéndose vacío. Harry no se merecía eso, desearía que hubiese hecho algo más que romperle la nariz a James Potter. EL hecho de que sus sentimientos se estuviesen rompiendo no ayudaba. No era un hombre que caía fácilmente; para empeorar las cosas un chico que podía ser su hijo. El hijo de su ex-mejor amiga y se su enemigo.
Hablando del diablo, Harry apareció, parecía exhausto. Harry no había dormido nada bien. La comida apreció en la mesa, como si Harry casi se cayó en la silla.
"¿Cómo te sientes?" preguntó Severus poniendo la taza vacía de café en la mesa, dándose cuenta de que estaba vacía. De alguna manera se había terminado el café ahí sentado pensando profundamente.
"Cansado," confirmó Harry, su noche no fue una noche pacífica. Tuvo horribles pesadillas sobre Eileen y Severus tratándole como sus padres. No ayudaba que estuviera recordando cosas sobre su infancia que creía haber olvidado. Había recordado estar con los pañales mojados mientras que a Nick le enseñaban a usar el orinal. Les dijo que le dolía el culo, todo lo que hicieron fue cambiarle el pañal mágicamente y continuar su día. Debió ser justo después de que Voldemort fuera vencido. Empezaron a ignorarle justo después.
"¿Pesadillas?" preguntó Severus, preguntándose si Harry confiaría de verdad en alguien para contarle lo que le había pasado. No parecía, confiaba en Eileen y en él tremendamente y no les había contado nada.
"Sí, no las de las mazmorras de Malfoy - por una vez." dijo Harry, aunque después de anoche las prefería. Cogiendo su tenedor comenzó a comer, pensando que la conversación había terminado.
"¿Entiendo que mi madre y tu hablasteis anoche?" preguntó Severus cogiendo su propio desayuno. Prefería no comer comida fría, y no era lo mismo cuando se calentaba después con magia.
"Sí," murmuró Harry en voz baja, lo único bueno de esa tarde fue la tarta. Nadie había celebrado sus logros con él. Se sintió en la luna por un momento, hasta que su mente volvió otra vez a todo lo que Nick Potter había dicho. La parte inteligente de él sabía que lo que Nick decía era cierto, a la parte de él que era todavía un niño, todavía le dolía lo que su familia le había hecho. Se merecían todo lo que les pasase. Entonces Eileen le abrió los ojos de una forma que nadie lo había hecho. Francamente le había dicho que todo eran patrañas. Después procedió a recordarle, que Lily trabajaba en el colegio como profesora. James trabajaba de Auror, el cual estaba muy alto en el rango y recibía mucho dinero por sus horas. No podían estar posiblemente preocupados por el dinero, a no ser que se lo gastaran en cosas que no necesitaban.
"¿Llegasteis a alguna conclusión?" preguntó Severus mirando a Harry, sus ojos expresaban todo lo que sentía. Eran tan parecidos a los de Lily y aún así tan diferentes, Lily nunca tuvo el verde jade oscuro de los de Harry. Harry había pasado por tanto como para ver el mundo con la inocencia y la esperanza de un niño.
"No les voy a dar a los Potter nada," dijo Harry estirando los hombros como si estuviera esperando a que le argumentara su decisión. "Ambos trabajan; deberían ganar lo suficiente para sobrevivir. No me voy a sentir culpable por tener dinero. Fue al revés por años, y no me dieron ni un Knut." Roxy y Nick fueron dados dinero por supuesto. ¿Y Harry? Como siempre fue olvidado.
"¿Esperas que te discuta Harry?" preguntó Severus sorprendido. "No lo sé," dijo Harry en serio, de verdad ya no lo sabía más. "Ya veo," dijo Severus, esas dos palabras iban más lejos de lo que Harry quería pensar. No sabía como las cosas iban a ser más, donde estaba de pie. Así que le hirieron los actos de ayer, como había supuesto.
Harry aclaró su plato, moviéndolo un poco y llenando la taza de café. Había tomado un poco de zumo de naranja; era tiempo de algo que le mantuviese despierto. Mientras lo hacía se preguntaba que harían hoy, o si Severus se iba a ir a algún sitio hoy también. Sabía que estaba siendo petulante, pero sólo quería a alguien que le pusiese a él primero. Él frente al mundo, pero parecía que esa persona era un tanto elusiva para él.
"Dolores Umbridge y Cornelius Fudge han sido arrestados," dijo Severus suavemente, el periódico no estaba ahí todavía pero apostaba galeones que iba a estar en la primera plana.
"¿Fudge?" preguntó Harry confuso, prestando ya toda su atención a Severus.
"Sí, aprobó que se usaran la plumas de sangre en Hogwarts," dijo Severus suavemente. "¿Quieres ir?"
"¿Por qué?" preguntó Harry bufando, ¿por qué querría ir al juicio? No le importaban nada.
"Para ver la justicia impartida, yo voy a ir, puesto que fui yo quien hizo las alegaciones querrán interrogarme." dijo Severus, "Unos cuanto de mis Slytherin fueron heridos durante su ascenso al poder."
Severus podía ver la culpa en los ojos de Harry, "No es tu culpa Harry, desde luego no te culpo." dijo Severus.
"Debí pensar en los otros, en vez de sólo ser vengativo." dijo Harry tragando con dureza.
"Después de lo que los Potter te han hecho pasar, tienes derecho a ser vengativo ¿me entiendes?" dijo Severus su voz fría y dura. Harry despacio dejó escapar un suspiro y asintió.
"Okay," dijo Harry, y extrañamente - se sintió mejor.
"No deberías sentirte culpable de todas formas, me lo dijiste tan pronto como lo supiste, no es como si los estudiantes sufrieran más por ello." dijo Severus.
"Sí señor," contestó Harry.
"Buenos días," dijo Eileen entrando, parecía que había dormido bien, por lo menos una había dormido bien. "Parecéis exhaustos chicos; ¿no dormisteis bien?"
"No realmente," murmuró ambos un poco disgustados ante lo alegre que sonaba Eileen.
"¿Así que qué van a aprender hoy?" preguntó sentándose y lo hizo, otro plato apareció, junto con una cafetera llena de café para ellos.
"Leer por la mañana, poción por la tarde, eso si el ministerio no se comunica," dijo Severus suavemente.
"¿Por qué deberían comunicarse? ¿Y por qué tan pronto?" preguntó Eileen poniendo mantequilla en una tostada y mirando a su hijo inquisitoriamente.
"Querrán saber cómo me enteré, es el Ministro de Magia a quien han arrestado madre. Deberán probar su inocencia o culpabilidad, y después si no es culpable necesitarán traer a otro Ministro de Magia," dijo Severus, "Con lo idiota que es, nunca debió aceptar hacerlo. No es momento para estar cambiando de Ministro de Magia." Tendría que ser alguien mágicamente poderoso, alguien no susceptible de la maldición Imperio - de otra forma simplemente estarían dando en bandeja el Ministerio al Señor oscuro. "¿Por qué es eso?" preguntó Harry confuso.
"Con el Señor Oscuro por aquí, no habrá muchos voluntarios a Ministros. Los que se ofrezcan estarán o en su bolsillo o serán suicidas. Todos saben que el Ministro será un objetivo; es solo cuestión de tiempo. Necesitamos a alguien fuerte, poco pesado y capaz evitar el control de la mente." dijo Severus.
"Oh," dijo Harry sintiéndose estúpido, por supuesto, Voldemort tomaría el control si se le da media oportunidad. La pregunta era, ¿estaba preparado para tomar esa acción? El hombre que conocía no. Era todavía débil, sus seguidores no eran exactamente fuertes. Los que habían sido fuertes estaban en Azkaban, uno de ellos con la sentencia del beso. Podía haberse ido, pero Harry le recordaba todos los días. Tenía cicatrices que no se iban a curar; tuvo que contener un temblor recordando el dolor. Dicen que el tiempo cura las heridas, pero aprendió muy joven que no era cierto. Todavía estaba un poco aterrado por lo que los Potter le habían hecho. Lo que su propia familia le había hecho. Frente a esas heridas prefería las cicatrices visibles, pero preferidas o no, estaban ahí y no se habían sanado completamente.
"Eso era lo que estaba haciendo todo el tiempo, quería control, la mejor forma de hacer eso era reunir tantos seguidores como fuera posible, entrando en Azkaban, controlando el Ministerio - y tomando Hogwarts. Una vez que eso esté hecho el mundo no tendrá ninguna oportunidad." dijo Severus, había sido un mortífago, sabía los planes de Voldemort nunca habían cambiado. Aparte de una vez...años atrás, puso todos los planes de lado para matar a un niño recién nacido. Sólo por una profecía que decía que el niño tendría el poder para matarle. Todavía podía ser su plan; todavía podía desear matar al niño que vivió, bueno...Nick de hecho pues había asumido erróneamente que era él. Después de eso sus planes serían lo mismo de antes. Azkaban, el Ministerio de magia y Hogwarts.
"¿Hay alguna forma de asegurarse de que no lo consiga?" preguntó Harry simplemente alarmado. No podía luchar contra el ministerio, ¡no podía luchar contra Hogwarts tampoco! Sabía que la mayor parte de la gente luchando estaría siendo chantajeada o bajo la maldición Imperio.
"El señor Oscuro es demasiado poderoso, hacemos lo que podemos pero eso no es mucho," dijo Severus tomando un largo trago de su café negro. Eran conversaciones como esas las que hacían que Harry se diese cuenta de lo poco que sabía en lo que se estaba metiendo. No iba a ocultárselo al adolescente; necesitaba saber, necesitaba estar preparado para lo que debía hacer. Para mantenerse con vida cuando todo termine. No estaba entrenando a Harry para vencer a Voldemort, le estaba entrenando para matar y sobrevivir.
"Dumbledore tiene un tipo de Orden ¿cierto?" preguntó Harry. Tenía la intención de preguntar por que no uno de ellos se ofrecía para ser ministro.
"¿Cómo sabes sobre eso?" preguntó sorprendido Severus.
Harry miraba la mesa preguntándose si contárselo o no, "James...le contaba historias a Nick por la noche. Solía escuchar detrás de la puerta; recuerdo que me cazaron una vez. Sólo me dijo que me fuera a la cama, y se fue directamente a la habitación de Roxy y leerla el cuento de los tres hermanos otra vez."
"¿Le contó sobre la orden?" preguntó Severus era James Potter estúpido sin ningún final.
"Sí," dijo Harry desconcertado por el tonos sorprendido en la pregunta de Severus.
"¿Mencionó nombres?" preguntó Severus su voz todavía con el tono de sorpresa.
Eileen continuaba comiendo su desayuno, mientras oía como hablaban sus dos chicos. No les interrumpió, sabía lo que era la orden pero Severus nunca entró en detalles sobre quienes eran ellos, cuando o dónde. La información que decía era algo peligrosa, y francamente Eileen entendía eso también. También sabía que la falta de información era igual de peligrosa. "Mencionó a la familia Bones, Lupin, Black y Moody mucho, también a Dumbledore por supuesto...sobretodo de las peleas que tuvieron para mantener a Voldemort a ralla." dijo Harry.
Severus solo sacudió la cabeza; de verdad se preguntaba cómo en el infierno Potter seguía vivo con esa estupidez. Entonces pasó a otro tema, "Deberías parar de referirte a él por su nombre." Le advirtió, su voz llena de advertencia.
"¿Por qué?" preguntó Harry su café se había terminado se sirvió otro, estaba tan cansado que se podía dormir en ese mismo momento.
"Durante la última guerra puso un maléfico en su nombre, cualquiera...lo suficientemente estúpido para decir su nombre sería visitado por los mortífagos y matados. Así consiguió matar a tantos miembros de la Orden durante su anterior reinado." dijo Severus. "¿Una maldición?" preguntó Harry nunca oyó nada parecido a eso nunca.
"Sí, no importaba las barreras bajo las que estuvieras, lo segura que fuese tu casa, superaba todas las protecciones, barreras y hechizos que tuvieras. Te dejaba en bandeja para ellos, ahora si usas ese nombre les atraerás hasta aquí ¿entiendes?" dijo Severus no lo estaba diciendo de forma grosera, simplemente decía la verdad.
"A no ser por supuesto que fuera el encantamiento Fidelus," dijo Eileen. Severus asintió con la cabeza, concediendo el punto a Eileen. "Lo entiendo," dijo Harry, haciendo un gran punto mental para no volver a usar su nombre nunca más. Prefería quitarse los brazos y piernas que dejar que algo le pasara a Eileen o Severus.
"Bien," dijo Severus satisfecho de que su punto se hubiese tenido en cuenta.
"Disculpadme," dijo Harry bajando de la silla, y salió corriendo de la habitación. Ni Eileen ni Severus tuvieron que pensar mucho para saber dónde iba. Harry se sentó y se tomó 3 cafés y un zumo de naranja - necesitaba el baño y obviamente desesperadamente. Madre e hijo compartieron una sonrisa las cuales desaparecieron cuando llegó el correo.
"Te lo dije," dijo Severus sonriendo, había una carta oficial del Ministerio de Magia con el sello de urgencia puesto en el sobre.
"Por supuesto," dijo Eileen con tono dulce, usando las palabras favoritas de su hijo contra él.
Severus sonrió divertido, abriendo primero la carta del Ministerio, bueno desde luego no se andaban por las ramas. Llegaba más pronto de lo que esperaba, 10 en punto, no les daba a la gente mucho tiempo. Los padres tenían que recoger a sus hijos de Hogwarts, firmar por el día y llevarles al Ministerio con tiempo para testificar en el juicio de Umbridge. Tanto como sabía, cada padre había aceptado enfurecido que su hijo o hija testificara en el juicio. El grito fue alarmante, no estaban felices para nada, y casi había caído el peso sobre los hombros sobrequemados de Dumbledore. Por primera vez Severus no era simpático con la situación de Dumbledore. Debió saber lo que estaba pasando en su colegio, con todos los malditos fantasmas y los cuadros manteniendo un ojo en todo lo que pasaba.
"¿Algo para mi?" preguntó Harry, volviendo y sentándose. Severus le entregó dos cartas, con letra a mano, era de sus amigos. Harry alegre abrió la carat y comenzó a leerla.
"¿Por qué no me lo dijiste?" preguntó Harry bajando la carta luciendo entre sorprendido y preocupado. "¿Asumo que hablas de Nick Potter?" preguntó Severus bajando su propia carta.
"Sí," dijo Harry.
"¿Por qué querrías saberlo?" preguntó Severus arqueando una ceja.
Harry se oscureció no queriendo demostrar sus verdaderos sentimientos. "NO quiero."
"Sí, sí quieres, te lo dije Harry; tienes derecho a sentirte así por ellos. Especialmente después de todo lo que te hicieron." dijo Severus firme. Era la primera vez que Harry abiertamente le había mentido y estaba enfadado por ello. Otra parte de él quería aumentar el rubor que aparecía en la cara de Harry. Estaba impresionante así, era casi incapaz de refrenarse de gemir o morder su labio. Eso sería terriblemente inapropiado; sacudió los pensamientos de su mente. Pensaría en ellos más tarde, en privado cuando estuviera solo. Cuando no tuviera que preocuparse de que lo descubrieran.
"¿Cómo es de malo?" preguntó, el rubor dejando su cara.
"Es malo; están en coma, un coma mágico. Su núcleo mágico se ha roto, está completamente drenado. Si no comienza a juntarse y a regenerar su magia se convertirá en un squib. Si eso pasa el cuerpo puede dejar de funcionar por la impresión y puede morir." dijo Severus honestamente.
"Entonces deberían saber sobre mi," dijo Harry en voz baja, su cara blanca y pastosa.
"Podían, tendrían que adivinarlo, sí, con esperanza Potter se recuperará totalmente." dijo Severus.
"¿No pueden ayudar las pociones?" preguntó Harry casi desesperado.
"Nada puede forzar al núcleo mágico a que vuelva a trabajar otra vez, tiene que quererlo él solo." dijo Severus. "Por eso la situación es tan grave."
Harry se mordió el labio, sus pensamientos llenos de peros e y si...
"No te preocupes por eso cariño, si pasa pasa, puedes preocuparte entonces. No hay punto en preocuparse ni entrar en pánico sin necesidad." suavizó Eileen, su voz rompiendo el pánico interior de Harry.
"Mi madre tiene razón Harry, se que es duro pero no hay punto alguno en que te preocupes sobre esto." Dijo honestamente Severus. Sabía que dijesen lo que dijesen Harry se preocuparía. Lo hacía todo el tiempo; parecía que le daba miedo que lo descubriesen.
Severus no lo entendía, pero estaba aterrorizado de ello. Un día el mundo se enteraría eso seguro. Era inevitable.
"Lo intentaré," dijo Harry preocupado.
"Bien, tengo que irme a las 10, tu decides si te quieres venir o no." dijo Severus mirando su reloj. "Hasta entonces puedes leer el libro mientras te preparo el test. Tienes tiempo suficiente para hacer ambos si empiezas ahora."
"Sí señor," dijo Harry notando que Severus entraba en el rol de 'Maestro de Pociones' y respetaba eso.
"Bien," dijo Severus.
Eileen simplemente sonrió mientras terminaba el desayuno, era tan feliz aquí, algo que no pensó que fuera posible. Severus tenía razón, todo era diferente ahora. Tenía nuevos recuerdos de su casa de la infancia. Buenos recuerdos, unos que borraban los malos. Inocentemente había pensado que sólo duraría unos meses ahí, antes de correr al piso otra vez. No era cierto; amaba estar ahí, con sus chicos. Si solo se le pudiese ocurrir un buen plan para juntarles. Harry cumpliría 16 pronto, también estaba pensando en montarle una fiesta. Invitando a algunos de los Maestros de pociones y aprendices, así como a los amigos de Harry. No había tenido una fiesta de cumpleaños antes; todos los niños se merecían una así que se la prepararía.
"¿Qué vas a hacer mamá?" preguntó Severus con curiosidad.
"Voy a leer el libro que Harry me dejó," dijo Eileen, Harry amaba los libros que Luna le daba. Harry parecía que estaba entretenido con las cosas Muggle; por ello Luna le compró algunos libros. Uno de ellos sobre el Antiguo Egipto y las creencias Muggle. Harry le preguntó si leería alguno, y ella estuvo de acuerdo, simplemente había tantas cosas que hacer.
Severus asintió y sacó papel, plumas y por supuesto un libro para que Harry lo leyera. Era un tanto complejo; Severus tuvo que leerlo varias veces. Pasó el libro a Harry, quien lo llevó a su mesa y comenzó a leer. Había estado haciendo eso por casi un año ya. Eran las 10 menos 10 cuando dejaron la Mansión Prince, ambos hombres capaces de aparecerse ahí por separado. Harry ya había estado en el Ministerio así que sabía a donde iba. Desde que pasó su licencia de Aparición tenía permitido aparecerse, y Severus sabía que cuanto más lo hiciera mejor sería. Canto más practiques la aparición, más oportunidades tenías de aparecerte correctamente en cualquier sitio que no conoces. Algo que es útil durante la guerra.
"Venga vamos," dijo Severus, "Sala de corte número 5."
"Este sitio está lleno," dijo Harry mirando alrededor con sorpresa. No había estado tan lleno cunado fue a por la licencia para aparecerse el otro día.
"Eso pasa cuando alguien como el Ministro de Magia está arrestado bajo cargos," dijo Severus "Especialmente por dañar al niño que vivió." Con tono burlón.
Harry simplemente sonrió divertido pues tuvo que correr para alcanzarle - Severus andaba muy rápido y tenía las piernas más largas que él. Se mordió el labio, mientras miraba al Maestro de Pociones a su lado. No debería estar pensando de esa forma de él, sacudiendo sus pensamientos alcanzó al hombre. Aunque fue tentado a seguir mirando y acabó siendo pillado mirándole. No hizo que sus pensamientos parasen de producirse, la tentación era algo malo. Estaba agradecido de poder controlar su libido, lo último que necesitaba era una erección en medio del Ministerio de Magia.
"¿Podría ser el Ministro inocente?" preguntó Harry, pensando sobre cualquier cosa solo para parar sus pensamientos indecentes. ¿Por qué estaba atraído hacia el hombre mayor?
"No, habrá huellas de magia en el contrato; de otra forma no habría juicio. Nadie acusaría al Ministro de Magia sin pruebas. Es demasiado arriesgado hacer algo así." dijo Severus suavemente. Podía decir por la cara de Harry que acababa de hacer esa pregunta. No pensaba que el Ministro fuera inocente tanto como él. Justo en ese momento vio dos puntos rojos en las mejillas de Harry. Habría dado cualquier cosa por leer la mente de Harry, justo ahí y en ese momento. Tenía que recordar que estaba en el Ministerio de Magia, los pensamientos que estaba teniendo tenían que espera. Agradecidamente el rojo de las mejillas desapareció haciendo que Severus suspirara aliviada. ¡De verdad que no había tenido esas reacciones desde que era un adolescente! Con 13 años, y aquí estaba incapaz de controlar sus reacciones con Harry.
"¿Cuántos años estará si es condenado a Azkaban?" preguntó Harry, agradecido de que el rojo de sus mejillas se hubiera ido. "Eso no lo puedo decir, normalmente no me mantengo al día de los juicios del Ministerio, aunque él es el Ministro de Magia, podría decir que su castigo será peor que el de Umbridge puesto que estaba en un puesto de mayor responsabilidad." explicó Severus. "Sí," dijo Harry murmurando a si mismo pensativo. Sólo había ido a un juicio una vez; agradecidamente sus pensamientos habían sido suficiente. No fue forzado a sentarse y explicar a todos los magos y brujas. Al Wizengamot para ser exactos, gente que era la cabeza de sus familias. Había muchos sitios que los cabeza de familia podían tomar. El Wizengamot era uno de ellos; un sitio en el consejo escolar era otro que podías tomar. También estaba el sitio raro de la Conferencia Internacional de Magos. Solo algunas familias de Reino Unido tenían sitios ahí, y te lo podían retirar con mucha facilidad también.
Una vez más entraron en la habitación Harry notó que no era diferente a la sala de corte número diez. Aunque parecía más caliente, a lo mejor era por que no estaba tan abajo del edificio del ministerio. Severus asintió a Dumbledore y se sentó; Harry por supuesto le siguió, manteniendo la cabeza agachada para que no le reconociesen. Odiaba que la gente se le quedase mirando; había tenido suficiente de eso en el Torneo de los 3 Magos. Sentía como si arañas estuvieran andando sobre él, que le estuvieran juzgando. No sabía como Nick lo soportaba; hacía que su estómago se enfermara.
Harry sacó un libro y comenzó a leer, si iba a estar ahí - a lo mejor leía para quitarse el aburrimiento.
Harry miró hacia arriba cuando la puerta se abrió, Dolores Umbridge fue traida. Lucía temblorosa y pálida, y había perdido algunos kilos desde la última vez que la vio. Ya no llevaba esa horrible rebeca rosa que le encantaba llevar. Si era arrestada no podía llevar nada como eso, llevaría el adorable uniforme que llevaban todos lo presos de Azkaban. El mono blanco y a rallas.
Estaba atada a la silla en el segundo que su espalda tocó el respaldo, las cuerdas agarrándola fuerte y ajustada.
"Ahora que la acusada está presente, digo que comencemos con el juicio," dijo Madam Bones levantándose. "¿Están preparados?" Harry sabía que estaba hablando a Weasley, Percy Weasley quien estaba escribiendo todo lo que ella decía. El por qué no usaba una pluma encantada nunca lo sabría. "Sí madam," contestó Percy acercando el papel, asintió como un cachorro en busca de atención y aprobación.
"El juicio por Dolores Jane Umbridge del 10 de junio," dijo Madam Bones su voz resonando en la habitación. Harry estaba mirando a Umbridge curiosa; quería saber por qué había hecho eso.
"Interrogador: Amelia Susan Bones, Jefe del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica. Escribano de la Corte Percy Ignatius Weasley y Brian Sanchez como abogado defensor." dijo Madam Bones, les faltaba alguna gente, y desde que Fudge y Umbridge se habían ido estaba ella sola de interrogador.
"¡Así que los cargos!" dijo Madam Bones, poniéndose el monóculo en el ojo y desenrollando el pergamino. "Hacer daño a estudiantes menores,"
"Torturar estudiantes, mediante el uso de plumas de sangre"
"Usar una pluma de sangre ilegal,"
"Causar que a Nicolas Potter se le drene la magia y terminase en coma,"
Una vez que termino de leer los cargos enrolló el pergamino y lo volvió a dejar en la mesa, quitándose el monóculo miró a Umbridge una vez más. "¿Usted es Dolores Jane Umbridge segunda secretaría cierto?"
"Sí," dijo Umbridge nerviosa.
"¿Tiene algo que decir sobre los cargos? ¿Los niega?" preguntó.
"Tenía permiso, no merezco ser sentenciada a Azkaban por hacer algo por lo que tenía permiso." dijo Umbridge tratando de parecer altiva pero fallando.
"¿Así que admite haber estado usando una pluma de sangre sobre alumnos menores de edad bajo su cuidado?" dijo Madam Bones, a lo mejor podía salvar a los estudiantes de tener que testificar después de todo. Podía ver lo aterrorizados que estaban, sentados al lado de sus padres al final de la sala. Había algunos que estaban sentados muy rectos mirando a Umbridge retadoramente con desprecio.
"Tenía permiso," argumentó.
"Usted torturó estudiantes, ¿no se pensaría que se podría salir con la suya cierto?" preguntó Madam Bones incrédula.
"Se me dio permiso para proceder así," dijo Umbridge, parecía que esa era toda la retahíla que la mujer iba a decir en su defensa. "¿Qué razón podía tener para torturar estudiantes?¿Por no decir Nick Potter?" preguntó Madam Bones.
"Se negaba a aprender, nuestro mundo recae sobre sus hombros, y no quería hacer los hechizos que le mandaba." dijo Umbridge. Harry bufó solo al oír sus palabras; tuvo que pararse a si mismo para no reaccionar de otra forma.
"Ahora, ¿por qué piensa eso?" preguntó Madam Bones sacudiendo la cabeza, ¿de verdad? Un niño de 15 años se supone que iba a poner fin al reinado de Voldemort. Era la cosa más tonta que había oído en su vida.
"Le paró años atrás, tiene que volverle a parar," dijo Umbridge.
"¿Si de verdad cree eso qué va a hacer ahora? Tus acciones pueden haber convertido perfectamente a Nick Potter en un squib." dijo Madam Bones enfadada.
"No era mi intención," dijo Umbridge pareciendo contrariada por primera vez desde que entró en la sala.
"¿Tiene algo más que añadir en su defensa?" preguntó Madam Bones, tenía que admitir que los estudiantes después de todo no serían llamados al estrado. Nunca había esperado en toda su vida que fuese tan fácil. De otra forma no habría llamado a los estudiantes, sacándoles del colegio para venir aquí.
"Mis acciones pueden haber salvado al mundo Wizarding, y entonces tendréis que agradecerme." dijo Umbridge con altivez. Bones se levantó y miró alrededor, conectando con todos los ojos de los miembros del Wizengamot. Casi podía ver la frase en su cara. Su voz lata y demandante preguntó "¡Todos aquellos que la declaren inocente que levanten la mano!"
El silencio era abrumador por no decir menos, Umbridge miraba alrededor de la sala confusa, por qué no podían ver lo que estaba haciendo por el bien mayor. Sin Nick siendo entrenado iban a perder, verían su punto antes o después. Cuando ni una persona levantó la mano miró a su abogado rogando. Su abogado solo sacudió la cabeza; no había forma de que saliera de esa. Por eso no había abierto la boca para hacer nada; no se iba a poner en peligro él al defenderla.
Madam Bones asintió con aprobación antes de decir "¡Todos a favor de la culpabilidad levanten la mano!" su voz un poco más baja esta vez.
Harry se dio la vuelta desde donde estaba sentado justo al frente, curioso, pero ya sabía lo que iba a pasar. Era básicamente lo mismo que había pasado en el juicio al que él había atendido.
Esta vez todos y cada uno de los miembros movió instantáneamente la mano. Parecía que todos estaban de acuerdo, querían que Umbridge pagara sus crímenes contra los estudiantes, y más importante contra su héroe.
"Hice lo correcto, ¡no merezco que se me encarcele por ello!" gritó Umbridge.
Finalmente el presidente del Wizengamot se levantó, haciendo su trabajo habló suavemente, pero todos fueron capaces de oírle. "Dolores Jane Umbridge, aquí la sentenciamos a 14 años en Azkaban." dijo Albus Dumbledore mirando a Umbridge con desaprobación y furia. La dejó ser profesora, le dio la oportunidad y al parecer hizo algo imperdonable. No tenía ni idea de la verdad en sus palabras, Nick era responsable de todos, y ahora a lo mejor era un squib o peor aún moría debido a sus acciones estúpidas. Recibía 5 años por usar una pluma de sangre ilegal, y un año adicional por cada estudiante en que la usó.
"¡NO!" se retorció violentamente, mientras era manejada fuera de la habitación, a una sala adyacente donde recibiría su nuevo uniforme, y directamente enviada a Azkaban.
Unos minutos después un pálido y tembloroso Ministro de Magia fue traído, Cornelius Fudge iba a ser juzgado ahora. Los puntos desde luego no estaban a su favor esta vez.
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