Bueeenas!! ¿Qué tal vuestra semana chicas? ¿Me habeis hechado de menos? Espero que no demasiado jeje Aquí os traigo como prometí un nuevo capítulo, espero que lo disfruteis, este capítulo es genial, lleno de revelaciones y cosas fantásticas. Disfrutadlo
Antes de que lo disfruteis dar también las gracias a elamordelsnarry y a Yuki Fer por comentar y estar siempre ahí apoyando. Mil gracias de verdad.
Ahora sí disfruten.
Capítulo 31
Una solución al problemaLas cosas en la mansión Prince estaban extremadamente frenéticas, Harry y Severus usaban cada tiempo libre que tenían para hacer una poción que ayudara a Eileen. Por tiempo libre implica que estaban la mayor parte del día despiertos. Por lo menos 20 horas despiertos, mirando libros de pociones, revistas de pociones y cualquier cosa de pociones que pudiera ayudar. Severus estaba en contacto con sus amigos de América también, esperando que fuesen capaces de ayudar. Aunque ni Harry ni Severus tenían mucha fe en ello, por ello no paraban de seguir intentándolo – querían encontrar respuestas.
Severus y Harry estarían intentando crear una poción para Eileen, pero siempre se sentaban a su lado cuando estaba despierta. Desafortunadamente ella estaba en demasiado dolor como para estar mucho tiempo despierta. Eileen se había deteriorado rápidamente, y se estaban agarrando a la esperanza de que encontrarían algo rápidamente.
"¿Tienes alguna pluma Sev?" preguntó Harry entrando en el estudio; había estado en las mazmorras. Estaba ahí sentado tratando de pensar, estar ahí abajo le ayudaba a pensar. No estaba seguro de lo que era, la familiaridad de estar cerca de las pociones – algo que de verdad le gustaba. Había sabido que quería ser un maestro de pociones, por lo menos tenía éxito en las clases de pociones desde los 11 años. Probablemente tiene algo que ver con Nick, no obteniendo la atención que debería. Entonces por supuesto, el profesor, Harry quiso demostrarle que no tenía razón. Tenía razón pues todo el mundo sabía que se había convertido en el aprendiz del Maestro Snape. Su ex-profesor debía saberlo, y era como levantar el dedo de en medio en la cara de mierda de su profesor .
"¿No me digas que conseguiste destrozarlas todas?" preguntó preocupado Severus, habría estado sorprendido si se hubiera enterado bajo otras circunstancias. En ese momento simplemente estaba cansado, preocupado y enfadado por la situación. Estaba comenzando a sentirse como Harry hace 3 días. Era tan bueno en pociones, ¿cómo no era capaz de ocurrírsele algo que ayudase a su madre? La única persona que estuvo ahí para él (además de Lily) durante su infancia. No quería pensar más en Lily, solo le causaba furia y dolor en el corazón. No entendía que la convirtió en lo que era; era algo que se esperaba de Petunia no de Lily.
"Er, me enfadé," dijo Harry un poco adormilado.
"Ahí," dijo Severus señalando a la mesa, solo había una pluma ahí. Así que Harry no tuvo problema en encontrarla, también se estaba quedando sin papel, pero era lo que menos le preocupaba. Cogiéndola murmuró un 'adiós' antes de volver una vez más a las mazmorras. Tomando la poción de des-edad, y crecehuesos. Esperando y rezando por encontrar algo con lo que trabajar. No quería quitarle edad a Eileen, solo a sus huesos ¡¿por qué era tan difícil encontrar algo?!
La mesa de pociones era un lio, llena de los pergaminos de Harry, la tinta estaba por todas partes. Las plumas rotas llenaban el suelo de cuando se ponía furioso y las tiraba. Viales de pociones en la pila, calderos empujados hacia la pared.
"El señor Harry tiene que comer señor," dijo Dobby apareciendo.
"¡No hagas eso Dobby!" gritó Harry saltando asustado.
"Coma," demandó Dobby los ojos verdes mirando a la cara de Harry. "Matándote de hambre no ayudará a la Señora Eileen. Comer te ayudará a sentir bien, y trabajar duro." Coaccionaba el pequeño elfo. Había cambiado mucho desde que llegó aquí; los otros elfos le ayudaron a saber hablar correctamente. Vestirse bien, y servir apropiadamente no era más un sub sirviente. Había prometido que cuidaría de Harry, incluso si él no iba a cuidarse a si mismo. Puso la bandeja en la mesa encima de unos pergaminos alejados de Harry.
"Bien," dijo Harry respirando profundamente, dejó en la mesa la sin tocar pluma y comenzó a comer el sándwich y las patatas que le habían traído. "No sabes mucho de pociones ¿verdad?" preguntó casi petulantemente.
"Todos los elfos sabemos de pociones, Señor Harry," dijo Dobby solemnemente. Los elfos domésticos no comienzan a trabajar para sus 'Maestros' hasta que tienen 5 años. Para entonces han sido entrenados por sus madres para servir y proteger. Una vez que terminan su entrenamiento, se vinculan a una familia y continúan con su vida.
"¿Realmente? ¿Te enseñan pociones?" preguntó Harry escéptico.
"No, no pociones señor Harry. Magia élfica, hierbas e ingredientes de pociones." explicó Dobby.
"¿Se diferencia de las hierbas e ingredientes de pociones de los magos?" preguntó Harry de repente muy interesado. A lo mejor su respuesta estaba en la magia de los elfos, hierbas e ingredientes.
"De cierta manera," dijo Dobby, había pasado mucho tiempo desde que le habían permitido ver a alguien haciendo pociones. Fue vendido a la familia Malfoy hacía 3 generaciones. Había servido a Lucius, Abraxas y al padre de Abraxas. Abraxas había sido bueno con él, pero no tanto como sus antiguos maestros y maestras los cuales le dejaban hacer cosas. Les ayudaba a hacer pociones, y esas cosas, eso era antes de que los elfos domésticos fueran tratados tan mal. Los elfos domésticos fueron atesorados; eran mágicos después de todo. Desafortunadamente a medida que el mundo mágico avanzó las cosas cambiaron, la gente cambió.
"¿Puedes leer?" preguntó sintiéndose tonto.
"Por supuesto señor Harry," dijo Dobby sintiéndose un poco insultado pero también feliz, alguien le estaba prestando atención. Preguntándole cosas como a un igual, hacía mucho que no tenía eso. Se había olvidado de lo que eso era, era bonito. Esperaba seguir sirviendo a Harry Peverell.
"Dime cómo combinar esas dos pociones," dijo Harry, estaba desesperado, tan desesperado, sólo quería respuestas. Cogiendo otra vez su sándwich continuando comiendo, sintiéndose mejor.
"¿Bien?" preguntó Harry curioso.
"No creo que se pueda hacer, ¿has tratado de añadir más ingredientes?" preguntó Dobby. "¿añadiendo qué?" preguntó Harry sintiéndose devastado.
"¿Raíz de foca Solomon , Agrimonia, verbena azul?" adivinó Dobby.
Harry frunció el ceño, ¿verbena azul? Eso no tenía nada que hacer con los huesos; era para sangrado y dolores menstruales. Las demás todas tenían propiedades que se podían añadir a la poción, habiendo comido algo volvió a coger la pluma e inmediatamente se sintió renovado. A lo mejor esa era la respuesta, parar de intentar combinarlas sin echar más ingredientes.
"¿Es eso todo señor Harry?" preguntó Dobby solemnemente.
"Sí, hazme saber si Eileen se despierta Dobby," demandó Harry desde donde su nariz estaba escondida en los pergaminos. La pluma corriendo a través del papel, escribiendo todas las hierbas en las que podía pensar que tuviesen propiedades curativas de los huesos. Hoja de Mullen, Boneset, hoja de cola de caballo, y continuó.
"¿Saff?" dijo suavemente Severus.
"¿Sí Maestro Snape?" preguntó en voz baja Saff.
"¿Dónde está Harry?" preguntó Severus, "¿Ha comido algo?"
"Sí Maestro Snape, ha comido, está abajo en el laboratorio de pociones." dijo Saff inclinándose.
"¿Está la cena lista?" preguntó Severus, "¿Y ha comido mi madre algo? ¿Se ha despertado?" demandó Severus.
"No se ha levantado desde la comida, tomó un poco de sopa, y la cena está casi lista Maestro Snape." dijo Saff.
"Bien, dile a Harry que quiero verle en el comedor cenando esta noche," dijo Severus, tenía que asegurarse de que Harry tomara un descanso. Lo había dejado pasar demasiado tiempo, Harry a pesar de su madurez y edad seguía siendo un joven hombre, un adolescente. Necesitaba un guía, y no se lo estaba proporcionando. Era parte del aprendizaje que Harry había firmado. Se aseguraría de que Harry durmiera bien esta noche, aunque tuviera que poner una poción para dormir en su chocolate caliente.
"¿Dobby?" llamó Severus, una vez que se sentó en el comedor, quitándose los botones de su cuello y espalda. Necesitaba dormir también, pero su constante preocupación sobre Harry y su madre le paraban. Le gustaba que Harry estuviera determinado a buscar algo que ayudase a su madre.
"¿Sí Maestro Severus?" preguntó Dobby.
"Tráeme una botella de vino," dijo Severus suavemente, no llamando a Saff, sabiendo que estaba emplatando la comida. No bebía vino frecuentemente, prefería whiskey de fuego, pero no quería acabar con un enorme dolor de cabeza ni resaca.
"Sí señor," dijo Dobby desapareciendo, volvió con un buen año (del vino) y un vaso. "Gracias," dijo Severus, Dobby se inclinó y volvió a desaparecer.
Saff no tardó mucho en traer su cena.
"¡Creo que lo hice!" gritó Harry entrando en el comedor, el cual estaba al lado de la cocina.
Severus saltó, causando que el vino se desparramara por todas partes, maldiciendo en voz baja. Hacía mucho que no reaccionaba así, después de todo era un espía – o lo había sido. Respirando profundamente, se enderezó, mirando plenamente a Harry. "¿Bien?" preguntó Severus curioso, tratando de parar que su esperanza de desarrollase.
Harry prácticamente le lanzó el papel, su cuerpo irradiando una excitación que Severus que no había visto antes. Severus no tuvo tiempo de tener la misma excitación, o pensar en cómo era él en ese momento. Había actuado así cuando hizo la poción Wolfsbane. Los ojos ónix de Severus recorrían el papel, notando un montón de hierbas añadidas a los ingredientes. Ahora Severus no pudo contener su excitación, era sólido en papel, así que no había razón para que no funcionara.
"Solo hay un problema," dijo Harry subiendo y bajando. "Tomará dos días hacerlo," dijo suavemente Severus.
"Sí," estuvo de acuerdo Harry, mordiéndose el labio.
"Sin descansos, necesita constante vigilancia," suspiró Severus.
"Creo que deberíamos tomar turnos, ¿dormir un par de horas cada uno?" sugirió Harry.
"Probablemente la mejor idea, necesito comprobar mi almacén y ver si tenemos todo." dijo Severus ya yendo hacia el armario donde estaban todos los ingredientes. La cena olvidada mientras ambos hombre volvían al laboratorio de pociones, y hacia un gran armario, Severus le daba los ingredientes mientras los encontraba. Harry los llevó al laboratorio, poniéndolos en la mesa, después de empujar todos los pergaminos al suelo. Antes de volver y esperar por el resto de ingredientes, gracias a dios Severus de echo los tenía todos a mano. Gracias a todas las pociones experimentales que le encantaba hacer.
"Solo hay dos ingredientes que deben ser picados o aplastados antes de ser añadidos, los demás pueden cortarse de antemano." dijo Harry. Reuniendo todos sus papeles, era inútil ahora, lo mejor que podía hacer era quemarles. Quitando las tintas, no queriendo contaminar nada. No importaba esa poción o ingredientes. Los viales que habían estado alrededor, fueron lavados con magia. Después dejado por 3 días, eso es lo que tardaba la magia en irse. Lo mismo se hizo con los calderos, era el turno de Severus para ayudar a recoger el inmaculado laboratorio de pociones.
"Comamos algo primero," dijo Severus firme.
"¡No podemos esperar!" protestó Harry.
Severus sólo miró abajo, sin necesidad de decir una palabra.
"Bien," suspiró Harry sabiendo que no iba a poder salirse con la suya, además su estómago decidió que ese era el momento perfecto para gruñir.
"¿Cómo está Luna?" preguntó Severus cambiando de tema, haciendo ver a Harry que no iba a empezar todavía con la poción. Solo les tomó media hora comer.
"Se está divirtiendo, o por lo menos lo hacía, se fue de vacaciones pero ya ha vuelto." dijo Harry, sus pensamientos sobre la poción se fueron al hablar de Luna. Estaba muy orgulloso de Luna; era su salvavidas en Hogwarts. Sobretodo ahora que Luna era la única en Hogwarts que se había preocupado con él hasta que el mundo se enteró de cómo le trataron sus padres.
"Bueno si esto sale bien te irás de vacaciones tu también," sonrió Severus.
"Lo hará," dijo Harry rápidamente y seguro, "Tiene que hacerlo." Para él no había posibilidad de fracaso – no sobre algo tan importante.
Nick Potter se sentó en la cama, su cuerpo entero temblando exhausto. Su padre le obligó a entrenarse más. Nick no estaba muy seguro de lo mucho que podría soportar. Se sentía mal por dentro, no quería levantarse pronto por las mañanas más. No tenía más lágrimas para llorar, o lloraría más. Su vida era una mierda, y solo deseaba poder descansar. Eran solo las 6, pero se fue a la cama después de cenar. La comida ya no le sabía bien; le sabía como arena, lo que conseguía mantener en su estómago. Acababa de vaciar el contenido de su estómago antes de ir a la cama.
Echaba de menos cómo había sido su vida; deseaba que todo fuera simple otra vez. De vuelta en la mansión Potter, siendo malcriado, siendo feliz. Sin forzarle a entrenar, echaba de menos al tío Padfoot y al tío Moony, el hombre que se había ido. No el que le entrenaba, había una frialdad en Remus ahora que no estaba antes. La verdad es que estaba aterrorizado con lo que esperaban de él. No podía destruir a Voldemort; no pudo evitar el temblor que le recorrió con lo que esperaba. Su madre y padre también habían cambiado; su madre ya no le escuchaba. Le había estado tratando de decir tantas veces lo que Umbridge le estaba haciendo.
Lágrimas cayendo por la cara de Nick, Lily le había dicho lo que la decepcionaba por actuar así delante de una profesora. Que debía aprender todo lo que pudiera para vencer a Voldemort. James había sido 10 veces peor; había hablado sobre lo que se esperaba de Nick siendo Auror. Que estaba destrozando la tradición familiar continuando así. Que enfadar a oficiales del ministerio no era el camino, que lo mejor era que rehiciese sus ideas. Después había ido hablando sobre que la fama por destruir a Voldemort no sería suficiente para entrar en el entrenamiento y academia de Aurores.
Nick se tensó, tratando de mantener la respiración calmada mientras alguien entraba. Una mano peinó su pelo antes de dejar la habitación, causando que Nick hiciera una mueca en enfado y disgusto. Desafortunadamente no duró mucho; ni siquiera tenía la energía para cabrearse.
"Está totalmente fuera...el entrenamiento le ha debido dejar muerto," dijo James saliendo de la habitación. "A lo mejor no debía ser tan duro con él...son vacaciones..." dijo Lily.
Pero Nick no pudo oir la contestación pues la puerta se cerró. Pensamientos corriendo por la cabeza de Nick, pero no tenía dinero en su bóveda. No tenía a donde ir, y se dio cuenta que para su vergüenza – tampoco tenía amigos. Lo que era peor Hogwarts comenzaría pronto, y no iba a aguantar más ni a la pluma de sangre ni a Umbridge. Su respiración se volvió dura, mientras su postura se convertía más en una de derrota.
Otra lágrima cayendo por su cara mientras intentaba dormir. Su último pensamiento era que su vida apestaba de verdad, y no podía culpar a nadie más.
"Debería empezar la poción, tu en cambio deberías dormir 6 horas, y ese es el patrón que seguiremos ¿entendido?" dijo Severus suavemente.
"¿6 dormido, 6 despierto?" preguntó Harry confirmándolo, a pesar de haber sido muy directo. Desafortunadamente la falta de sueño no estaba ayudando para nada a Harry.
"Sí," dijo Severus.
"Okay," dijo Harry. Dormir sonaba bien, y el echo de que tenía un plan de acción, una poción que hacer. Hacer que el día fuese más luminoso. Esperaba y rezaba por que esto funcionara, y que Eileen lo superara.
"Bien, a no ser que sigas hambriento" dijo Severus.
"No, me voy, programaré la alarma," dijo Harry, decidiendo no molestándose con su chocolate caliente de por las noches. Estaba exhausto, y orgulloso de si mismo. Había trabajado duro por todo en su vida. Se había enseñado a si mismo lo básico, leyendo, escribiendo, mates, Latin mientras que a su gemelo le enseñaba un tutor. Había trabajado más duro que Nick para ser notado en Hogwarts para nada. No importaba lo que hiciera, nadie le notaba salvo Severus durante su primer año. O por lo menos no lo creía. Medio esperaba que sus padres hubieran estado orgullosos de sus notas. Debería haber pasado, ahora en cambio estaba consiguiendo el reconocimiento que se merecía. Era liberador por no decir menos, ahora iba a ser incluso más reconocido. Todo gracias a Severus. Le debía mucho, le debía a Eileen mucho más y ahora él les estaba devolviendo su amor y generosidad.
Dos minutos después, hizo sus rituales de noche, menos el chocolate caliente, y se puso el pijama y a la cama. Lanzando el hechizo que le despertaría a las 6 horas, finalmente sucumbió al cansancio. Su propio sueño mejor que el de Nick, su propio hermano.
Harry se levantó corriendo, su corazón latiendo a gran velocidad intentando recordar todo, de repente lo hizo. Saltando, rápidamente fue al baño, se puso ropa seca. Decidiendo ponerse pantalones Muggle una camiseta y un jersey, estaría mucho tiempo de pie en las frías mazmorras. Dobby le trajo comida, diciéndole que comiera que Severus lo había demandado. Desafortunadamente sabía que acabaría con indigestión, con lo rápido que había comido. Un precioso estofado que solo Saff podía hacer, Saff era el elfo doméstico encargado de las comidas y de la cocina. Los elfos domésticos tenían cosas que se les daba mejor, y trabajos por los que se les contrataba.
"¿Cómo te sientes?" preguntó Severus.
"Estoy bien, ve a dormir un poco," dijo Harry, viendo los círculos oscuros debajo de los ojos del maestro de pociones. Había pensado por medio día que a Severus no le importaba su madre. Se sintió un poco traicionado, pero eso rápidamente desapareció, sustiruido por la vergüenza y disgusto (hacia si mismo). Severus simplemente prefería mantener las emociones para si mismo, justo como hizo la mayor parte del tiempo. Harry había enseñado más emociones en estos días que en toda su vida, no estaba acostumbrado a mostrar sus emociones delante de nadie. Severus, Harry sabía que había sido un espía y eso probablemente es lo que le hizo ser tan serio y reservado. No es que Harry supiera algo más que seriedad, nunca antes había tenido diversión en su vida. Eso no había durado mucho justo como todo en la vida de Harry, después fue torturado por 3 días. Consiguiéndose escapar por un pelo, y tenía que agradecer a Severus por curarle. Se prometió a si mismo nuca pensar mal de Severus.
"Acabo de terminar de remover en sentido de las agujas de reloj," dijo Severus, indicándole la siguiente etapa.
Harry simplemente asintió, viendo a Severus yéndose rápidamente mientras recordaba como se había agarrado a su Maestro de Pociones. Se había sentido tan seguro en esos brazos tan fuertes, especialmente mientras le rodeaban. Asegurándole que todo estaría bien, explicando que las Pociones no eran milagros.
Severus cerró la puerta detrás de él, haciendo su camino escaleras arriba, tenía frio a pesar de los hechizos de calor. En su estado exhausto, su magia probablemente no estaría funcionando al máximo. Estaba agradecido de entrar a la habitación, cuando un elfo doméstico se apareció.
"Maestro Severus, la Señora Eileen ha despertado," dijo en voz baja Saff.
"Esatré ahí en un momento, quiero que se lleve algo de comida a la habitación," dijo Severus escondiendo su cansancio. Los elfos domésticos no estaban durmiendo mucho tampoco, era bueno que hubiese varios. Así se podían sustituir y dormir un poco, los elfos domésticos no podían estar despiertos día y noche, necesitaban dormir también. Necesitaban recuperar su magia como los magos y brujas.
"Sí señor," dijo Saff desapareciendo.
Severus en vez de entrar en la habitación, anduvo a la habitación de su madre, la cual por supuesto no estaba lejos de la suya. Todos dormían en la primera planta de la Mansión Prince, no había necesidad de ir a la segunda o tercera planta. Abriendo la puerta sin dudar entró, algo que normalmente no haría. Siempre llamaba, pero sabía que no debía preocuparse por ver a su madre haciendo algo que no quisiera ver. Tenía demasiado dolor como para moverse.
"¿Cómo te sientes?" preguntó Severus sentándose, apartando el pelo gris de su madre de su cara. Era un color más como la pimienta, el negro todavía no había abandonado su cabeza.
"Estoy bien, no hay necesidad de preocuparse," dijo Eileen, respirando pesadamente, una pequeña sonrisa en su cara. Cuando miró al reloj su sonrisa se transformó en una mueca. "¿Qué haces haciendo pociones a estas horas muchacho?"
Severus rodó sus ojos ante el apodo de su madre, no era un muchacho, su madre no se lo había llamado desde que era un niño pequeño. Cuando se quedaba con ella, lo cual no fue el caso desde los 17 años. Aunque no la había visitado mucho, no le entendáis mal. Había estado ocupado consiguiendo su maestría y espiando, después enseñando en Hogwarts. Nadie supo de su herencia, nadie sabía sobre la mansión Prince. No quería que Voldemort le pidiera quedarse ahí, como era el caso de la mansión Malfoy. Lucius había dejado a ese disgustante hombre vivir bajo el mismo techo que su hijo recién nacido. Severus no era un fan de los bebes, pero no dejaría a ninguno de los suyos a menos de 10 millas de Voldemort. Quien sabía lo que ese insano maníaco psicópata haría o podría hacer. Era impredecible y letal en sus mejores días, no quería verle en sus peores días.
"¿Sev?" preguntó en voz baja, su voz ya no era rasposa.
"¿Hm? Es una poción que te ayudará," explicó Severus suavemente, cogiendo una mano de su madre entre las suyas. "Ambos se confían demasiado de las pociones," dijo Eileen tosiendo un par de veces.
"Debes estar orgullosa de él, no ha dormido bien en días, solo tiene 15 años y acaba de crear su segunda poción." dijo Severus, una sonrisa inconscientemente jugando en sus labios. Él desde luego estaba orgulloso del adolescente, parecía que Harry solo hacía o creaba nuevas pociones bajo presión. A lo mejor el año que viene conseguía que Harry creara una poción que haría un total de tres pociones en su maestría. Estaba curioso sobre lo que Harry podía hacer, a lo mejor Harry necesitaba más motivación. O a lo mejor era la creencia de que él no era capaz, de todas formas era algo que debía sacar de la cabeza de Harry antes de pasar su maestría. Harry podía hacer grandes cosas, si solo creyera en si mismo.
"Oh lo estoy muchacho, créeme, estoy orgullosa de ti también," dijo Eileen, dando golpecitos en la mano de Severus que estaba ya alrededor de las suyas.
"¿Te trajo Saff tu poción?" preguntó Severus cambiando de tema a uno más importante.
"Tan pronto como me levanté, me trajo un vaso de agua también," dijo en voz baja Eileen. "Ahora vete a la cama hijo, estás exhausto. No te preocupes por mi tampoco estoy bien." Terminó firmemente, o un intento de firmeza pues debido a su debilidad.
"Te ayudaré a conseguir algo de comer primero," dijo Severus su voz baja, no tenía energía para hablar en voz alta.
"No, Saff puede hacer eso, es solo un poco de sopa, prefiero que ella lo haga hijo, no estoy completamente inválida." dijo Eileen rápidamente, por lo menos no quería estarlo. Odiaba ser débil, desde que murió Tobias se convirtió en su orgullo y diversión no ser débil. Algo que Severus todavía sufría estos días, a él tampoco le gustaba verse débil. Por ello era tan frio todo el tiempo, eso y enseñar pociones a niños que no tienen ningún interés en conocer el arte de hacer pociones. Ya no tenía excusas para su frialdad, puesto que era un pocionista independiente, haciendo un montón de dinero y atendiendo a muchas conferencias ahora que podía hacer lo que quisiera. Mientras que en Hogwarts no podía irse por 2 o 3 días para atender a conferencias y enseñar las nuevas pociones que creaba.
"Si estás segura," aventuró Severus, secretamente estaba agradecido de dormir un poco – le estaba costando mantener los ojos abiertos – aunque no le importaba darle de comer. Lo habría hecho, no te equivoques.
"Vamos," dijo haciendo una mueca, veía los exhaustos que estaban. La llenaba de calor y amor, ver lo preocupados que estaban. El echo de que crearan una poción juntos para hacer que se sintiera bien. Ella vio la sonrisa que Severus tenía en su cara, estaba curiosa sobre ello. Se encontró a si misma queriendo sobrevivir, para encontrar lo que le hizo a su hijo sonreír así. No había visto una así en su cara, desde que esa horrible mujer rompió el corazón de su hijo. Lily.
"Bien," estuvo de acuerdo Severus, dando toques en su mano, inclinándose le dio un beso en la cabeza antes de salir de la habitación en silencio. "Estaré de vuelta pronto."
Dos días después, dos exhaustos creadores de pociones brillaban en triunfo. Embotellando las pociones, tomaron solo una, y la pusieron en el frigorífico para enfriar. No podían arriesgarse a usar magia para enfriarla. Así que la única forma que tenían para enfriarla al estilo Muggle. Ambos tenían ojos panda, de la falta de sueño.
"¿Cuánto tiempo le tomará enfriarse?" preguntó Harry la exhaustación escrita en su cara. "No mucho me imagino," dijo preocupado Severus.
"Lo hicimos," sonrió Harry su felicidad estaba oculta por el cansancio, haciendo que la excitación no se mostrase totalmente.
"De echo," replicó Severus.
"¿Quieren los maestros algo de comer?" preguntó Dobby.
Los dos magos sacudiendo la cabeza para salir de sus pensamientos, dándose cuenta que todavía estaban de pie en la cocina. Su estómago gruñó en protesta, prácticamente diciendo que sí por su parte, estaban hambrientos, no habían comido bien desde hacía una semana. Decidiendo en cambio comer sándwiches y galletas, cosas que pudiesen comer y hacer lo que tuvieran que hacer a la vez.
"Sí, algo de sopa no estaría mal," dijo Severus a Dobby, "Tenemos que matar el tiempo en lo que la poción se enfría."
"¿Cuánto tiempo tardará en hacer efecto?" preguntó Harry sentándose agradecido en su silla. Se negó a irse a dormir, cuando solo quedaban 6 horas para terminar la poción.
"Debería comenzar directamente como la mayoría de las pociones," dijo Severus secamente, no pudiendo contener su lengua con lo cansado que estaba.
Harry solo giró los ojos a Severus, ni siquiera le merecía contestarle.
Los boles de sopa fueron puestos frente a ellos, junto con el pan fresco. Ambos hombres cansados se comieron la comida, el único ruido que impregnaba el aire era el de la cuchara tomando la sopa del bol. Terminaron rápidamente, suspirando contentos por lo menos una de sus necesidades fue satisfecha. Dobby en silencio y mágicamente se llevó los boles y comenzó a limpiar. Media hora pasó, ambos hombres adormilados.
"Debería estar lista ya," dijo suavemente Severus. Levantándose abrió el frigorífico, cogiendo el vial lo agitó, asintió en aprobación. Juntos hicieron el camino escaleras arriba a la habitación de Eileen. Encontraron a un elfo doméstico atendiéndola, el elfo hizo una inclinación antes de retirarse.
"¡Lo hicimos!" gritó Harry sentándose al lado de Eileen una mirada de total adoración en su cama.
"Nunca dudé de vosotros chicos," dijo Eileen, sus ojos captando la mirada que lanzaba su hijo a Harry. Eileen habría sonreído como una loca si hubiera sido capaz. En cambio su corazón se calentó, su hijo por fin había superado a Evans, er Potter ahora. Aunque no se perdió la ironía, había elegido amar a su hijo. Su cara fue una vez más una máscara, pero Eileen lo había visto. Ahora estaba pensando en formas de unirles, nada le agradaría más. Quería ver a su hijo feliz y enamorado. Así que estaba trazando un plan. Aunque su hijo tenía buen gusto.
"Aquí, bebe, puede estar un poco caliente," dijo Severus ayudando a su madre a sentarse para poder beber la poción.
"¿Dolerá?" preguntó, no es que la parase de tomar la poción, simplemente quería saberlo de antemano.
"No, no debería generar dolor, pero creo que será un poco como la crecehuesos," dijo Severus honestamente.
"Después de que la tome, ambos toman una poción para dormir sin sueños y descansan - ¿me habéis oído?" demandó, sus ojos negros mirando a los dos chicos que veía como a sus hijos. Si se salía con la suya, Harry sería su nuero.
"Tenemos que asegurarnos de que nada pasaría..." protestó Harry.
"Tomas la poción o yo no la bebo," dijo Eileen recurriendo al chantaje. Algo así.
"Bien, bien," gruñó Harry viendo como Severus asentía brevemente, como diciéndole que era mejor estar de acuerdo que discutir con su madre.
Severus ayudó a su madre a beberse la poción, sonriendo un poco cuando hizo una mueca. "¿Dobby?" gritó tan pronto como tumbó a su madre.
"¿Sí Maestro Severus?" preguntó Dobby.
"Vigila a mi madre, si necesita cualquier cosa tráesela, si el dolor es demasiado grande llámame. No puede tomar ninguna otra poción, por lo menos no en 12 horas." dijo Severus firme.
"¡Sí señor!" gritó Dobby feliz por lo que se le pedía.
"Ambos, iros a la cama." Dijo firmemente Eileen, "Dobby ¿puedo tener un vaso de agua por favor?" en su lengua todavía sentía los restos de la asquerosa poción. Agradecida se bebió el agua, echando a sus hijos cuando estos se despedían de ella.
Dos pociones para dormir después, los dos chicos durmieron para recuperarse de su semana sin dormir. Lo malo es que las vacaciones terminaban y Hogwarts y su aprendizaje volverían a comenzar en cuestión de días. Desafortunadamente más drama le esperaba a Harry Peverell – parecía que no estaba destinado a tener una vida tranquila.
NT: Como algunas habéis podido adivinar la autora ha sido incapaz de dejar morir a Eileen, es demasiado importante en esta historia jeje Como habéis podido comprobar se ha dado cuenta de que ambos están enamorados y como no va a actuar de celestina jeje Veremos a ver si le sale bien
Por favor dejad comentario de vuestra opinión de este capi, y nos vemos la semana que viene
Besitoos y sed buenas