Podeis encontrar la historia original aquí
https://www.fanfiction.net/s/3780602/1/Invisible Nota: Estos personajes no son nuestros, le pertenecen a la multimillonaria escritora J.K. Rowling, y otros que hayan comprado sus derechos. Este fic no es de mi autoría, yo solo estoy traduciendo del idioma inglés, este fic pertenece a DebsTheSlytherinSnapefan
Capítulo 5
Consiguiendo una varitaHarry nunca lo admitiría pero quería a su familia. Después de todo, no podía convertirse en alguien que no era.
Sus padres habían vuelto más tarde con nuevos libros y material escolar. Lo único que faltaba era su varita, puesto que el fabricante de varitas no había dejado a James coger una; sólo había una varita por mago. Había insistido en que necesitaba ver a Harry para darle una varita, así que James finalmente se dio por vencido y le dijo a Ollivander que traería al chico tan pronto como pudiese.
Harry estaba excitado por ir a Hogwarts; por fin se estaba alejando de su familia. A lo mejor si sacaba buenas notas su familia comenzaría a notarle. Él ya había decidido que sacaría mejores notas que Nick aunque tuviese que morir en el intento y sería al que celebrarían el año que viene. Sonriendo, se enterró en los libros; ‘son muy fáciles’ es todo lo que Harry podía pensar, y honestamente, él había leído libros parecidos a la edad de 8 o así.
"¡Hey, Harry, baja aquí, y trae tu capa! ¡Vamos a conseguir tu varita antes de ponerme a jugar al Quidditch con Nick!" le gritó James.
"¡Estaré abajo en un minuto!" dijo Harry excitado; iba a conseguir su varita. Él ya había leído el primer libro y estaba empezando el de pociones.
Poniéndose su capa, lamentaba el hecho de que había conseguido la mejor—como su hermano y hermana—puesto que no le estaba permitido elegirlas. Era todo elección de Nick, y él solo recibía la misma. Nunca llevaba las mismas cosas que Nick, a no ser que fuse accidentalmente.
Tienda de Varitas Ollivander, Callejón Diagon"Ah, Harry Potter, pensé que te vería la semana pasada, pero no pasa nada. Ahora estas aquí. Veamos qué varita es verdaderamente tuya," sonrió el señor Ollivander.
"Sí, Señor," dijo Harry, andando hasta el mostrador.
“¿Qué tal esta? Buena para transformaciones, acebo y corazón de dragón, 11 pulgadas y media," dijo Ollivander, dándole la varita a Harry.
¡Smash!
"Definitivamente no es para ti, señor Potter," dijo el dueño, cogiendo la varita de vuelta. "prueba esta...12 pulgadas, acebo y pelo de unicornio," ofreció el Señor Ollivander, sosteniendo una varita distinta.
Thud-thud-thud-thud!
"Definitivamente esa no," dijo el fabricante de varitas, arreglando los trozos que se habían caído. "Okey, ¿Qué tal esta? 10 pulgadas y cuarto, ciprés y pluma de fénix," dijo el señor Ollivander.
Crack!
"Definitivamente no," murmuró Ollivander, reparando el enorme agujero que Harry había hecho a la ventana, incluso Harry se estaba preguntando si se marcharía de la tienda sin una varita. "Eres de los difíciles, Señor Potter," comentó el Viejo mago. "¡Ah! ¡Prueba esta! 11 pulgadas y tres cuartos, haya y pelo de unicornio."
Cogió la varita preocupado, Harry de repente sintió como la preocupación se iba y era reemplazada por la felicidad mientras que de la varita salían chispas verdes, azules, rojas, plateadas, y doradas. Concentrado en las chispas que salían de la varita, dejó escapar un suspiro—después de todo no se iría sin una varita.
"Bien, ahí lo tienes Señor Potter, tu varita perfecta," sonrió Ollivander dándole a Harry la caja. La escuela comenzaba mañana, así que no había necesidad de estar guardándola.
"Perfecto. Entonces vamos Harry, vámonos ya," ordenó James. "Adiós," dijo Harry con timidez, antes de irse.
Pronto, pasaron por el Imperio de las Lechuzas en su camino a la red flú del Caldero Chorreante. "¿Puedo tener una lechuza?" preguntó Harry, viendo desde la ventana una preciosa lechuza.
"No tengo tiempo. Puedes coger la de Nick si necesitas una” dijo James.
Harry no contestó, solo asintió con la cabeza, un pequeño suspiro dejando sus labios. Nunca le habían permitido tener nada cuando preguntaba.
Después de un momento, se dio cuenta de que debía correr para alcanzar a James. He pensado en él como James desde hace mucho tiempo...No quiere ser mi padre, y tampoco quiero que lo sea,' pensó.
"Bien, vámonos a casa. Sabes el nombre," dijo James, poniendo polvos flú en la mano de Harry. "¡Mansión Potter!" dijo Harry. Se fue con un flash de luces verdes.
Para el momento en el que James llegó, no se veía a Harry por ninguna parte. Levantando una ceja por la desaparición de su hijo, lo dejó pasar. Tenía un hijo con el que volar, así que gritó para encontrarle.
"Nick, ¡he vuelto!" llamó James.r32;"¡Papá! ¡Te llevó años! ¿Dónde estabas?" Nick demandó, bajando las escaleras.r32;"Tardamos más en conseguir su varita, ahora vamos, antes de que oscurezca," dijo James, encaminándose fuera. "Okey" concordó Nick, siguiéndole.
Pequeña habitación de Harry Potter, Mansión PotterHarry les miraba por la ventana, preguntándose como los gemelos podían ser tan distintos. Realmente lo había intentado, pero estar encima de una escoba no iba con él. Había tratado hacer bromas, pero se dio cuenta que cambiar el color de pelo de alguien a verde no le parecía divertido. A lo mejor era por que había sufrido tantas bromas de su familia, ¿quién sabe? No le gustaba llamar la atención, le gustaba estar callado y leer.
Entrada del diario:
¡Hoy conseguí mi varita! ¡Tiene tres propiedades mágicas, tamaño, madera y núcleo! 11 pulgadas y tres cuartos, haya y pelo de unicornio. Es maravillosa, Buena y de un color dorado oscuro; todos los demás la tienen marrón oscuro. Pedí por una familiar, pero no obtuve ninguna; los demás todos tienen lechuzas o algo similar. Me gustaría tener algo que me hiciese compañía...Me acuerdo de cuando pedí un gato, y debí haberme dado cuenta de que no me dejarían tener nada. Creo que voy a ser el único que vaya al colegio sin nada que le haga compañía. Todavía me duele cuando James me ignora. Digo, cuando Nick preguntó que a donde había ido la respuesta fue 'Le tomó más tiempo en conseguir su varita’...era como si yo no fuse su hijo. Si Nick hubiera pedido algo, ¡se lo habrían dado al instante! Les odio, ¡LES ODIO!
Harry
Harry en silencio cerró su diario antes de subirse a la cama; se levantarían pronto por la mañana. Lo único que podía hacer que se le pasara el estrés, la preocupación, y el odio era su diario. Fue su salvación durante estos años, lo único por lo que todavía estaba agradecido a Remus Lupin.
Este capítulo ha sido corto pero bueno ya mañana subo la primera parte del 6 y comienza la vida en Hogwarts
espero que os haya gustado, espero vuestros comentarios