Souvenirs - Capítulo I

Título: Souvenirs

Autor: Lady chibineko
(Miembro de la Mazmorra del Snarry
Miembro de la Orden Sirusiana
Alumna de Hufflepuf en Media Noche en la Torre de Astronomía)

Disclaimer: Todos los personajes de este fanfic pertenecientes a la serie de novelas de Harry Potter son propiedad exclusiva de su autora J.K.Rowling y de la Warner Bros. Yo solo escribo sin fines de lucro y por diversión.

Advertencias: Este es un fanfic del tipo slash, lo que quiere decir relaciones chico-chico; si no es de agrado este tipo de lectura, por favor no sigan. Además pongo de manifiesto que aquí solo se toma hasta el quinto libro como referencia para los sucesos acontecidos, el sexto libro no tiene ninguna relevancia en esta historia y mucho menos el séptimo.

Dedicatoria: No estaba en mis planes subir este fic... aún, pero en agradecimiento al premio que gane a finales de agosto en la sección Snarry a Mejor Drama en los Harry Awards 2010 le dedico este fic a todos aquellos que votaron por mi obra, a Perla Negra por avisarme, a todas las adorables locas de la Mazmorra del Snarry, en especial a Alisevv por ser una constante inspiración con tan bella obras que suelta a diestra y siniestra, a la gente de Slasheaven y a todo el público en general que sigue mis escritos.  Miles de gracias. 

Ahora a leer, espero que les guste... advierto que no es muy original que digamos a estas alturas del partido xD

Capítulo I

Harry suspiró por enésima vez mirándose el plano (aún) abdomen, el libro de medimagia y una vez mas el abdomen.  Ese grandísimo estúpido, es idiota, es cabeza dura... ese maravilloso y adorable cabeza dura.  Otro suspiro.

Faltaban apenas tres semanas para terminar Hogwarts, iba a graduarse y a ser libe de hacer lo que quisiera o por lo menos eso era lo que suponía.  Si, él... Harry Potter, el puñetero niño que vivió 8 veces (una de bebé y las otras 7 en sus 7 años de colegio) era por fin libre de hacer lo que, en su opinión, iba por muy buen camino, solo que el último ingrediente para la receta a una poción de 'y vivieron felices por siempre' NO cooperaba.

Todo el chiste había comenzado unos tres y algo meses atrás, en la tan esperaba por años batalla final.  Mucha sangre, muchas pérdidas humanas (gracias a Merlín nadie cercano a él por más cruel y egoísta que eso se oyese para con el resto), muchos hechizos de una lado al otro y viceversa; y al final de todo el y Tom Riddley en medio del caos.  De nuevo muchos hechizos, sudor, sangre, dolor y lágrimas hasta que al final al Lord se le ocurrió la gran idea de enviarle su imperdonable favorita, un adorable Avada desde el lado mortífago con mucho amor.  Pero como Harry era Harry y las cosas más raras siempre sucedían a su alrededor pues el Avada llego a Harry con todo y la luz verde, pero cosa graciosa aún con todo el dolor y posterior mareo y sensación de nauseas, el hechizo no lo mató... solo le dio otra linda cicatriz de rayo más justo a la altura del corazón.  La razón, Harry estaba lleno de amor, verdadero amor; hacía ya un año que el chico estaba que se babeaba literalmente por cierto oscuro profesor de pociones... que todo hay que decirlo, ni bola le daba.

Pero bueno, retomemos el relato.  El Avada no funcionó bien, otra vez se devolvió hacia su ejecutor y esta vez al Lord lo terminó de rematar (sobretodo porque luego luego al cuerpo caído le llovieron unos cuantos Incendio de algunos cientos de magos que andaban por allí, incluidos varios dis que mortífagos para sorpresa de muchos, Malfoy en pleno incluidos).

Y bien, como es lo obvio al chico lo llevaron más rápido que levitando a la enfermería donde el pobre tardó en recuperarse las dos semanas que duraron las celebraciones en su honor, cosa que no le dejó pegar un ojo al enfermo desde que tuviese la mala suerte de recuperar el conocimiento.  Pero bueno, como todo en esta vida sirve para algo, todo ese tiempo que no pudo descansar por tanta bulla lo empleó para pensar, y noooooo no pensó en su futuro como persona ahora con chances de llega a adulto, no en una carrera, lugar donde vivir o algo parecido.  Nada que ver.  El único pensamiento que lo invadía era que si ese amor por Snape lo salvó entonces debía de ser si o si amor verdadero, por lo cual su futuro con un final feliz estaba 100% asegurado.

Si... típico pensamiento de adolescente, pero bueno ni bien salido de la enfermería Potter decidió poner todo su empeño en un objetivo único.  No, no era aceptar la plaza para aurología que le ofrecían, no recibir las decenas de premios que lo esperaban ni elegir a alguna de las chiquillas que se le ofrecían en bandeja de plata.  Era demostrarle a Snape que estaban hechos el uno para el otro.

Y así comenzó el acoso, el cual muchos adjudicaban a un efecto secundario tras haber recibido tantas imperdonables.  Así que saltándose las declaraciones torpes llenas de sonrojos y palabras entrecortadas, las indirectas miradas llenas de esperanza y hasta las notitas de amor, el chico fue de frente al grano y ¡ZAS! declaración con todo frente a docenas de testigos.

Resultado: Snape lo mandó a la enfermería por un fuerte caso de delirio y alucinaciones.

Pero Harry James Potter Evans no era quien era por rendirse con un tropiezo, así que lo intento una segunda vez, y una tercera... y una octava, y una décima, y una veinteava y así.

Luego de la primera semana de constantes declaraciones la gente dejó de prestar atención...

Y luego de la segunda semana, pues digamos que Severus Snape tampoco era de piedra, tenia su corazoncito el hombre... un corazoncito gay para colmo, uno interesado en chiquillos... no, bueno en un solo y único chiquillo de 17 años, de alborotados cabellos azabaches e increíbles ojos esmeralda, que lo traían de cabeza desde hacia mucho (el suficiente para auto tildarse de pervertido).  Y ese mismo chiquillo lo perseguía por todos lados hablándole de amor y una vida juntos, y ofreciéndole en bandeja aquello por lo que el hombre 'mataría' por tener pero que 'tenía' que rechazar (triste ¿no?).

Pues digamos que la determinación le falló justo cuando no debía... cuando Potter casi estaba zarandeándolo de la solapa de la túnica mientras le juraba que lo amaba y deseaba y miles de cosas más en el aula de pociones ya vacía porque era viernes, era de noche y la hora del toque de queda ya había pasado.

¿Quien le mandaba a corregir trabajos allí y no en su despacho?.

Pensamiento estúpido cuando tienes al muchacho que te vuelve loco encima tuyo robándote un beso para probarte la veracidad de sus palabras.

Oh, por Merlín! con eso ambos mandaron todo al diablo. Caricias, besos y cada vez menos ropa; y si Snape se dio cuenta de que Potter era virgen pues lo hizo muy tarde, cuando el chico en cuestión justo había dejado de serlo.

Y lo que vino después de eso, Harry no quería ni recordarlo.

Primero Snape lo evadió hasta en el aula de clases y luego lo llamó solo para decirle que lo de ellos no podía ser, y no porque ambos eran hombres ni estupideces de esas, ni por el asunto profesor-alumno ni nada parecido... sino porque Snape no tenia mucha certeza de ser la persona ideal para el chico.  Le dijo que de seguro habría alguien más adecuado para él, un chico o chica más de acuerdo a su edad, condición social de héroe y sex simbol deseado por medio mundo mágico y algunas más de esas perlitas.

Harry lo escucho de principio a fin solo hará asegurarle luego que nada de eso le importaba, que màs que nunca estaba seguro que eran el uno para el otro y que lo amaría por siempre.

Snape solo lo miró con tristeza.

- "Eso dice ahora Potter, pero ni siquiera llega a los veinte cumplidos, no pensara igual en unos años.  Ahórrese la manera de tratar de deshacerse de mi luego.  Es imposible que esto funcione."- y con eso Snape se fue.

****Fin del Flash Back****

Y ahora Harry veía el libro de medimagia, su vientre plano y el libro de nuevo.  Estaba embarazado, lo acababa de comprobar con un hechizo bastante sencillo pero 100% confiable, y textualmente leía por veinteava vez.

- "Los pocos casos de embarazos masculinos que se han dado en el mundo mágico han sido a causa de una perfecta sincronía de almas y núcleos mágicos.  La sintomatología presentada por el gestante o portador es idéntica a la presentada por una mujer gestante. Según el artículo 245 del código civil mágico, en vista de lo anteriormente expuesto el resultado de un embarazo masculino es la inmediata unión de vidas tanto del gestante o portador como de su pareja."

Y luego ponía una serie de cosas que hacían ver más al libro como uno de leyes que como un libro de medimagia, pero dejaba bien en claro lo más importante.  Harry Potter estaba unido a Snape, osea que estaban casados ¿Que mejor prueba que esa?.

Suspiro

Pero eso no era lo que Harry quería, ir donde Snape y decirle que eran esposos era como obligarlo a estar con él.  Cierto que se suponía que el embarazo también demostraba que Snape lo amaba, pero a los ojos que Harry no dejaba de ser un mero y vil chantaje.  Si Severus Snape iba a estar con él y formar la familia que tanto deseaba, entonces se daría a su manera o no se daba.  En fin, aún tenía tres semanas.

Primera Semana; Snape trató de, con mucha paciencia, hacerle entender al chico por las buenas para que dejara de insistir con lo mismo y se dispusiese a tener una buena vida propia.

Segunda Semana; Snape ya casi subiéndose por las paredes de desesperación trató de hacerle entender de nuevo al chico que él era muy viejo y que no iba a resultar.

Tercera Semana; Snape estaba como no habido.

EL día antes de la graduación Harry se encontraba en medio de una buena tanda de suspiros tratando de decidir que hacer mientras devoraba una caja de galletitas saladas previamente embadurnadas con mermelada de menta y queso tipo edam cuando Ron lo encontró.

- "¡Harry!."- lo llamó justo antes de hacer una mueca al ver lo que su amigo comía- "¡Urgh! Rayos, en serio creo que tantas maldiciones te afectaron, cada día comes cosas más raras; aunque esto no es tan... incómodo como lo de ayer."

Harry solo devoró otra galletita sin replicar nada.  Si tan solo Ron supiese...

- "En fin, mañana es el gran día."

Suspiro

- "Si... el día."- otra galletita.

- "No pareces muy emocionado ¿lo sabías?."

Harry solo se encogió de hombros mientras su lengua limpiaba un tanto de la mermelada que se había quedado en sus labios.  Ron ya no sabía que decir, hacía un tiempo que a Harry no se le podía hablar, por lo meos no de otra cosa que no fuese...

- "Yyyy... sigues enganchado por... tu sabes ¿ese?."

Harry lo miró, una nueva galleta en su boca que era mordida no muy felizmente. Harry tragó.

- "Si Ron, aún sigo 'enganchado' con Severus."- ah, si; él lo llamaba Severus desde hacía un tiempo.

Ron se estremeció.

- "Veo. ¿Sabes que ya no tienes mucho chance verdad?. Es decir, amigo mio con tantos chicos alla afuera, tu sabes..."- y es que el pobre Ron tuvo que aceptar la homosexualidad de Harry de golpe, pero por lo menos ya la aceptaba sin perder color en el rostro o vomitar.

- "Yo amo a Severus, Ron."- fue la única respuesta del pelinegro y de pronto supo cual era su propia respuesta- "Así que supongo que si no es él, pues no será nadie."

Tenía las armas para tenerlo a su lado; pero no, no obligaria a nadie, en especial porque si alguien sabía lo que significaba hacer algo en contra de su voluntad ese era Harry Potter y no pensaba hacerselo vivir a nadie más.

Ron solo negó.  Ya Harry se enamoraría de nuevo de alguien que estuviese más a tono con él, tampoco era como si Harry estuviese atado para siempre al grasiento...

Si solo Ron hubiese sabido.

Pero bueno, la decisión ya estaba tomada.  Harry se levantó pues tenía algo urgente que hablar con el director.

- "Harry ¿a donde vas?."- preguntó el otro al ver al héroe alejarse de buenas a primeras.

- "Asuntos de última hora.  Te veo después."- respondió el moreno sin voltear, tenía que arreglar un par de asuntos antes de comenzar una nueva etapa en su vida.


Era el día de graduación en Hogwarts y como era de esperarse todo estaba de cabeza.  Las decoraciones daban sus últimos toques, los alumnos trataban de elegir sus mejores galas para la fiesta de la noche y los padres y familiares de estos llegaban a raudales hasta llenar salones completos mientras esperaban y recordaban sus propios años escolares.

Y entre tanto algarabio el director del colegio de magia y hechicería, Albus Dumbledore, se encaminaba hacia las mazmorras a dar un último mensaje ese año escolar, uno que no le causaba mucha gracia que digamos.  Llegó a la puerta del despacho del profesor que buscaba y tocó la misma con energía.

- "Severus soy yo, Albus.  Abre por favor."

El anciano tuvo que esperar algunos minutos de más antes de que la puerta por fin se abriese y un aún no alistado profesor de pociones se asomase de soslayo.

- "¿Puedo pasar Severus? Vengo solo."

Y la puerta se abrió entonces por completo.

- "Veo que aún no te pones tu túnica de gala.  Solo faltan unas pocas horas para la celebración de esta noche para con los de séptimo, ya deberías por lo menos estar listo."

- "Albus yo... tal vez no..."

El anciano solo suspiró cortando la torpe disculpa del otro."

- "Si es por Harry no te preocupes, no se presentará.  Partió esta mañana."

- "¡¿Co- como?!... Pe... pero..."

El anciano volvió a suspirar, en serio le dolía la situación, sobre todo porque esos dos eran como hijos para él.  Continuó para terminar aquello cuanto antes.

- "Fue anoche a mi despacho a solicitar su diploma y dispensarse.  Dijo, acertadamente pienso yo, que no quería que su profesor favorito perdiese la oportunidad de ver a su ahijado graduarse limpio de la sombra de ser un mortífago."

- "Oh..."- fue la simple contestación de la cabeza de la casa de Slytherin.

- "Sin embargo..."- Dumbledore observó como el otro levantó la vista cual resorte a la expectativa- "Me dijo que estuvieses preparado, que aún no se rendía."- suspiró cansado- "En fin, me voy retirando Severus, te espero más tarde en el gran salón."

Poco después Severus Snape volvió  quedarse solo junto a sus pensamientos.  Aún podía sentir la suave piel del chico bajo las yemas de sus dedos, el aroma del cabello despeinado inundar sus fosas nasales, los gemidos inundar su mente una y otra vez repitiendo su nombre, repitiendo cuando lo amaba.  En realidad dichos pensamientos y recuerdos habían acudido a su mente una noche tras otra durante las últimas semanas desde la noche que Harry Potter fuese suyo.

Había tratado de sacar esos recuerdos de su mente, pero la que sujetaba la varita le había temblado, esos recuerdos nunca salieron de su mente y mucho menos llegaron al pensadero.

Había tratado de borrar las sensaciones con otros cuerpos, pero nunca llegaba a nada con los prostitutos que pagaba en el callejón Knoctuck, antes de siquiera sacarse una prenda algo se revolvía en su interior obligándolo a disculparse, dar media vuelta y marcharse.

Harry Potter y sus sonrisas, Harry Potter y sus declaraciones suicidas de amor , Harry Potter y su desfachatez y cada cosa que lo hacían único se le habían metido bastante dentro de la piel y el corazón... y ahora ya no estaba.

... pero había mandado decir que aún no se rendía.

El profesor finalmente se paró dispuesto a arreglarse para la graduación, una muy especial debido a que era la primera en mucho tiempo de un mundo mágico libre, proeza que se iba a celebrar sin su exponente máximo.  La verdad era que no sabía si alegrarse o deprimirse más; optó por lo segundo sin estar muy seguro si en verdad iba a voler a ver a su tormento de ojos verde esmeralda.


Dos días después en algún lugar de Europa.

- "¡Baja en ese claro Buckbeak!."- indicó Harry al hipogrifo que en aquellos momentos se había convertido en su compañía junto a Hedwig su lechuza, quien venia volando justo detrás.

Había decidido abandonarlo todo en Inglaterra y viajar apenas y donde nadie lo conociese 'tanto' con la idea de comenzar de nuevo y ser alguien por si mismo y no solo por un hecho en su vida en el cual él no había tenido ni voz ni voto.  Con tan solo unas horas de sueño, algo de comida dentro del estómago y otro tanto en una mochila en la espalda donde había además metido ropa encogida, su capa y dinero; salió al encuentro de su nueva aventura montado en Buckbeak, dejándole a este último la responsabilidad de encontrar un nuevo hogar temporal; después de todo había sido el hipogrifo quien había viajado junto a su padrino por meses sin que los Aurores hubiesen logrado pillarlos, así que con más razón a el que ningún auror lo perseguía (por lo menos no que él supiese) le iba a ir mejor (o así razonaba el pelinegro).

Se bajó del lomo del animal dispuesto a estirar las piernas un poco, parecía a la luz de la luna que lo iluminaba que estaba en algún tipo de bosquecillo, y a lo lejos había como unas ruinas.  Se acercó a estas curioso y notó que eran efectivamente ruinas y según lo que había visto un par de veces en libros que tenía Hermione era parecido a unas ruinas romanas, como uno de esos teatros de gradas que iban para abajo ¿Estaba en Italia? Mmmm... de italiano no sabía pero nada, en fin pensó encogiéndose de hombros que igual iba a tener que aprender.

- "Buck, Hedwig... quédense por aquí un rato, voy a investigar un poco, además ya va a amanecer ¿saben? así que creo que regresaré por la noche. Pásenla bien."- parloteo con la imponente bestia y la lechuza mientras le hacia cariños en el cuello al hipogrifo para terminar dándole un gran abrazo justo antes de irse tarareando una tonadilla.

Seis horas después Harry sabía que en realidad estaba en Francia, en la ciudad de Lyon y para ser más exactos que el hipogrifo lo había llevado a la colina de Fourvière, en cuyas faldas estaba el pueblo mágico de 'Le Vieux-Lyon', un pueblito muy bonito con marcados tintes renacentistas que los muggles visitaban cual pueblo turístico sin darse cuenta en realidad que era una comunidad mágica donde habían además varios barrios mágicos de otros países, en especial una gran comunidad italiana (de allí que hubiese un teatro romano en ruinas que volvía a sus mejores tiempos cuando las mejores compañías mágicas de teatro ambulante iban a presentar función).

Bueno, por lo menos de francés sabía un poco más gracias a Fleur que insistia en enseñar un poco de su lengua materna a todos sus conocidos.  Aunque en donde se encontraba en aquellos momentos, en pleno barrio italiano, eso de mucho no le servia.

Suspiró terminándose la taza de chocolate más deliciosa que había tomado en toda su vida, dispuesto a buscar donde quedarse de manera temporal y dejando unas monedas como pago en la mesa.

Se dispuso a vagabundar un poco más sin fijarse en realidad para donde iba, así que no fue tan raro que al final chocase aparatosamente con alguien y terminase en el suelo, aunque tampoco había sido una caída fuerte.  Lo que si fue casi doloroso fue la sarta de frases en italiano que le cayeron encima y que aún sin entender sabía que no significaban nada bueno, si por lo menos encontrase sus lentes para que aparte de hostil el mundo no fuese tan borroso...

- "¡Eh, bambino!."- escucho al sujeto delante suyo llamarlo con fastidio.  Harry resopló resignado.

- "Lo siento, no le entiendo pero en serio lo siento."- farfulló aún toqueteando el suelo alrededor suyo sin suerte.

- "¡Un bambino inglés!."- escuchó entonces exclamar en perfecto inglés y pronto una sombra le tapaba el sol al tiempo que sus anteojos le eran puestos en la mano.

Para Harry el mundo era de nuevo un lugar nítido.

- "Aaah.. Gracias."- murmuró levantándose por fin del suelo.

- "¡Ma!, si, si, yo también lo siento.  No ando de muy buen humor hoy."

Harry se levantó lentamente, asegurándose de que la pañoleta que cubría su frente no se hubiese movido pues no quería que nadie lo reconociera.  Observó al hombre delante suyo, unos pocos años mayor que él, buen cuerpo, piel tostada, cabellos negros y ojos azules.  Además había algo en su forma de ser que lo ponía en la lista de 'parece un buen tipo' de Harry.

- "Mi chiamo Angelo Fortunato Bracci y me disculpo contigo."- dijo galantemente el otro dejando a Harry un tanto confundido.

- "¿Eh?"

- "Si voy a ofrecerte una disculpa buena entonces debe de ser con nombre y apellido."- dijo el extraño muy seguro de si mismo.

- "Aaah... veo.  Hmm, Harry... y también me disculpo."

- "¿Harry? ¿Es tutto? ¿Solo Harry?."

- "Pues... si, pero espero que también sea una buena disculpa."- dijo el otro candido.

El sujeto miró a Harry y de ponto se echó a reir.

- "Eres molto simpático, le has alegrado este mísero día a Angelo."

Y de pronto Harry también se alegró, y sin pensarlo caminaba junto al italiano como si lo hubiese conocido de toda la vida.

- "Y entonces Santo solo tomó sus cosas y con un simple Ciao se fue ¡Sin avisar!."- el italiano, Angelo, resopló de nuevo terminando de contarle a Harry como su compañero de departamento se había ido a vivir a la casa de su novia de un momento a otro dejándolo con todas las cuentas a medio pagar- "Y no tengo a nadie que quiera venir a asumir gastos ajenos... y menos a donde yo vivo."

- "¿Y eso?."

- "Son departamentos baratos, MUY baratos.  Mis conocidos prefieren más comodidades que una cama y un baño compartido."

Y a Harry se le prendió el foco.

- "Entonces supongo que los dos estamos de suerte, yo ando buscando un lugar MUY barato para quedarme un tiempo, y no necesito comodidades; incluso podría dormir en una alacena."

- "¡Ma! Tampoco exageres tanto ¿quien dormiría en una alacena?."

Y Harry solo sonrió encantado, seguro de que acababa de solucionar algunos problemas, aunque pronto recordó un pequeño detalle.

- "Aunque..."

- "¿Aunque? ¡Bambino, acabas de ofrecerme el trato de mi vida, no me digas ahora que no!."

- "No es eso, es que no vengo solo."

- "¿Novia? No se si tres entraríamos."

- "No, no; más bien... bueno, al grano.  Es que traigo equipaje."- y diciendo eso se frotó el vientre.

Fin del primer capítulo


Notas de la autora:

Bueno, he allí el primer chap, espero que les haya gustado aunque este algo cortito.  Serán en total unos cuatro o cinco capítulos más en este fic, como dije al inicio decidí escribirlo porque en mi imaginación llena de cientos de diferentes fics, entre los Snarry este es el màs cortito.

Una vez más quiero agradecer a los que votaron por "La Muda Aceptación" e hicieron posible que ganara el premio a mejor Drama Snarry en los Harry Awards 2010.

Me esforzaré para subir la continuación pronto, aunque la verdad me ha costado escribir este capítulo, pero hay que ponerle ganas.

Un kiss para tod@s y gracias de nuevo


chibineko chan
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)

(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)


~.~.~.~.~.~


Campaña de NO AL PLAGIO


Digamos NO al plagio, este mensaje va dirigido al público, para que el trabajo de cada uno como autor sea tratado con el respeto que se merece. Recuerden que cada obra es como el bebé de cada uno de los que creamos dichas obras; y como tales amaremos y protegeremos esas obras dándole lo mejor de nosotros para que el resto del mundo pueda disfrutar con el resultado final. Por eso, si sabes de algún caso de plagio, denúncialo al autor del respectivo trabajo, ten por seguro que dicho autor te lo agradecerá. Gracias

Gracias por leer Ali!!!

Y si, Harry es demasiado cabezotas para rendirse, si de él depende las cosas van a salir más que bien, ahora nada más hay que ver o.ó si Severus coopera, que en cabezonería no se queda atrás.

Lo había dejado en dos capítulos hace tiempo, pero lo he retomado, así que no te preocupes.

Eso si n.n primero el reto de fics de verano.

Un beso nena y nos andamos leyendo.