Majo-san Vencedor de Voldemort
Cantidad de envíos : 3224 Fecha de nacimiento : 21/01/1986 Edad : 38 Localización : chilena Galeones Snarry : 102280 Fecha de inscripción : 22/06/2009
| Tema: Una verdadera sorpresa. Capítulo 2. Final Sáb Mayo 24, 2014 1:17 am | |
| Severus despertó como cada día. Su amante estaba a su lado, desnudo y caliente, tal como lo había dejado la noche anterior. Se quedó mirándolo de manera intensa, Harry tenía la facultad de hipnotizarlo sin darse cuenta. Nunca se lo diría a nadie, por lo que nadie sabría jamás la manera en que el cuerpo de su pareja le deleitaba. Pasó cuidadosamente su mano tibia sobre la curva de las caderas que se estremecieron ante su caricia. Los bellos de los brazos de Harry se erizaron ante su toque y eso le gustó. Lo malo es que tenía que levantarse en ese momento para poder pasar todo el día con Harry. Le había prometido que pasaría el día de su cumpleaños con él. Por lo que tendría que ir rápidamente a su trabajo y rendir en la maldita reunión de su jefe para poder escaparse lo más rápido posible.
Se destapó con cuidado y se dio cuenta de que había amanecido un tanto excitado, lo que no mejoró que con la vista de Harry en la cama, igual de destapado. Sabía que si se acercaba demasiado terminaría despertándolo y haciéndole el amor, logrando que se atrasara en su camino a la reunión. Prefirió alejarse antes de que fuera demasiado tarde, no se permitiría ni un solo retraso.
Cubrió a Harry con las mantas y se dirigió al baño para poder hacer sus necesidades, abrió el grifo de la ducha y esperó a que esta se templara. Se ducho y lavó los dientes antes de salir del baño con una toalla anudada en la cintura. Harry aun dormía. Se vistió, tratando de hacer el menor ruido posible y salió de la habitación. Estaba bastante despierto, pero necesitaba de un café. Fue a la cocina, pero no alcanzó a llegar cuando un fuerte golpe en la nuca lo lanzó al suelo, casi inconsciente.
No entendía que pasaba, pero podía escuchar varias voces, las cuales no alcanzaba a reconocer. Pudo entender algo de “Le diste muy fuerte” en voz de una mujer, luego algo así como que “es necesario, si no…”, pero ya no supo más de si mismo.
Severus despertó con un fuerte dolor de cabeza, todo le daba vueltas y no podía moverse mucho. Mantuvo la calma, no se desesperó en ningún momento, tratando de encontrar una salida viable a su “secuestro” ¿Quién estaría tan interesado en que desapareciera de un momento al otro? Bien, no era el profesor mas querido del instituto, mucho menos en la universidad en la que daba cátedra, pero algo iba mal en todo eso. Estaba metido en algún lugar reducido. ¿Lo habrían enterrado vivo? No, eso no era, podía respirar sin dificultad y si estuviera enterrado quizás hubiera muerto cuando estuvo inconsciente. Además, sus manos estaban desatadas y podía sentir que la tapa del cubículo en el que estaba sentado, parecía frágil, toco un par de veces a ver si sus secuestradores estaban cerca. Nada pasó. Fue entonces en que escucho un ajetreo cerca de él. No alcanzaba a escuchar más que murmullos a lo lejos y eso le desagradó, no era de las personas que gustaban que le dejaran encerrado así que trató de hacer un poco de fuerza en la tapa, sólo para aflojarla un poco y dar una mirada afuera.
Fue cuando escuchó la voz de su amante y se quedó quieto. ¿Qué hacía Harry ahí? ¿Le abrían secuestrado al igual que a él? Fue cuando apareció ese insufrible nombre “Ron” Claro, los amigotes de su pareja debían estar metidos en todo esto. Alcanzó a escuchar algo sobre que lo habían asustado y que pensó que habían asaltantes. Otra pista, estaba en su propia casa.
Severus no esperó ni un segundo más y forzó el tope sobre el cubículo esta cedió con más facilidad de la que esperaba. Se puso de pie y tarde se dio junta de todo lo que pasaba ahí.
Los amigos de Harry estaban con sendas caras de diversión, mas el mismo Harry no se encontraba de la misma manera. Él lo miraba como si fuera de otro mundo. La mirad de Harry era hambrienta y se notaba ansiosa.
—Tienen medio minuto para abandonar la casa antes de que me encargue de hacer sus vidas estudiantiles mas miserables de lo que ya son.
La voz que había utilizado Severus, mas la clara amenaza, hicieron maravilla en el instinto de supervivencia de los jóvenes. Claro, ninguno tomó en cuenta que Snape ya no les daba clases. La amenaza de una represaría por parte del hombre fue suficiente para espantarlos y alejarlos del lugar de manera inmediata. El director, luego de darle una palmadita a un estático Harry, y decirle feliz cumpleaños, salió de la casa y cerró la puerta, notando que era el último en retirarse.
Harry lo seguía mirando con la boca abierta, por lo que decidió ver alrededor. Fue cuando notó el lugar en donde se encontraba. Una torta gigante de cumpleaños, por la que había salido hace un minuto.
Tan alelado estaba Harry que tuvo que bajarse sin la menor ayuda de la “tribuna” en donde se encontraba y caminar en dirección a su pareja.
—Sev…
—Evidentemente no estás en condiciones de hablar —le dijo elevando una ceja y sonriendo d lado.
—Es sólo que… nunca imaginé verte salir de un pastel de cumpleaños —dijo luego de haber sacudido la cabeza para salir de su ensoñación —. Fue lo más excitante que me ha pasado.
—No exageres, Potter —dijo sosteniéndolo por la cintura —además, esos amigos suyos me las pagaran.
—Lo que sea —dijo sin importarle mucho la seguridad de sus amigos. No en este momento —. Ahora bésame y llévame a la cama, por que soy capaz de quitarte la ropa aquí misma.
—Que poco aguante —dijo besándolo con pasión. Abrasándolo fuertemente contra su cuerpo y frotarse descaradamente contra él.
—Oh, Severus… si no me llevas…
—Ya va, ya va —dijo cargándolo y haciendo que pasara sus piernas por su cintura —, que mocoso más calenturiento.
—Acabas de salir de un pastel de cumpleaños, Severus, mínimo y no te saltó con mis amigos presentes.
—No me lo advertiste antes, no los hubiera dejado marchar —dio una lamida muy larga en el cuellos de Harry, logrando arrancar de él un gemido apasionante— los hubiera amarrado a unas silla y te hubiera arrancado la ropa —le dijo cuando llegaron a la habitación y lo arrojó a la cama, mientras empezaba a desprenderse de su propia ropa —te hubiera abierto las piernas, exponiendo toda tu hermosa humanidad ante los ojos pervertidos de los Weasley y luego hubiera hecho uso de tu boca, mientras te hacía darme una buen mamada —se subió a la cama y notó el estado en que tenía a su pareja —te hubiera metido los dedos por el ano, justo como lo hago ahora, y tu gemirías mas fuerte de como lo haces, sólo por el hecho de sentirte observado. Tú hubieras pedido por mas, como ahora y te hubiera metido mas de mis dedos, mientras seguías con mi pene en tu boca, que gotearía saliva… ah, sí… justo así.
Ambos se habían perdido completamente en la lujuria del relato de Severus. Harry estaba en posición fetal, comiéndole el pene a su pareja, mientras Severus movía tres de sus dedos en el interior de Harry. Ya cuando el hombre no pudo mas, alejó los dedos e hizo ponerse en cuatro a Harry, ubicado con maestría su miembro en el fruncido agujero, que ahora estaba húmedo y deseoso de ser profanado. Se enterró con fuerza y ahora un grito en el cuello de Harry, donde se dedicó esparcir una serie de mordidas y lametazos.
Harry sólo podía sentir ese fuerte falo enterrarse más y más en su interior, arrancándole suspiros y gemidos. Hasta que ya no pudo más y rogó a Severus por que atendiera su olvidado miembro, mientras él hacía lo posible por sostenerse de las sabanas y no salir eyectado por la fuerza de las penetraciones.
Severus se movió con mucha mas fuerza, masturbando a Harry con ritmo y energía. No faltaba mucho antes de que culminará, así que apretó con fuerza el pene e su amante y lo hizo eyacular, logrado que las paredes del ano de Harry se apretaran y estrangularan su pene de manera deliciosa, haciéndolo correrse en su interior.
Harry cayó en la cama destartalado, sin la más mínima gota de energía en su cuerpo, mientras sentía como el pene de Severus se ablandaba en su interior. Oh, era delicioso. Era una sensación que no podría cambiar por nada del mundo.
— ¿Cómo estas? —Le preguntó mientras masajeaba la parte baja de su cintura, donde sus dedos estaban marcados y seguramente dejaría algún moretón.
—Grandioso —dijo sin ánimo —. Eso que dijiste… fue genial.
—Lo era, pero es algo que nunca pasara.
—Mmm… ¿Por qué? —preguntó sintiendo el sutil masaje de Severus.
—Por que esos insípidos e insignificantes mocosos, no tendrán nunca el gusto de verte en alguna situación como esa —dijo moviendo sus caderas.
—Oh… Severus —gimió enterrando su cabes en la almohada —esta creciendo.
—Claro que sí —dijo sonriendo de lado —. Le gusta el lugar donde se encuentra.
—Oh… Dios… esta llegando más lejos, Severus —dijo levantando la cola.
—Y llegara más lejos. —dijo sacando su miembro semi erecto y enterrándose de nuevo en su interior.
Harry sabía que sería el mejor de los cumpleaños. Mira que ver a Severus saliendo de un pastel y luego que se lo cogiera dos veces seguidas y quizás cuantas veces más.
Fin Capítulo anterior | |
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Helen Black P Duelista
Cantidad de envíos : 556 Fecha de nacimiento : 02/07/1988 Edad : 36 Galeones Snarry : 33140 Fecha de inscripción : 23/12/2010
| Tema: Re: Una verdadera sorpresa. Capítulo 2. Final Dom Jun 01, 2014 10:23 pm | |
| muy lindo final, jajaja, que gran regalo el ver a Severus de esa forma es tan sexy, muy buen trabajo | |
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Majo-san Vencedor de Voldemort
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| Tema: Re: Una verdadera sorpresa. Capítulo 2. Final Lun Jun 02, 2014 12:43 pm | |
| Me alegro que te gustara... yo me reí mucho escribiendolo | |
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| Tema: Re: Una verdadera sorpresa. Capítulo 2. Final | |
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