Cantidad de envíos : 228 Fecha de nacimiento : 21/05/1989 Edad : 35 Localización : México, DF Galeones Snarry : 19068 Fecha de inscripción : 15/02/2009
Tema: Dentro de tu piel. (one shot) Mar Oct 30, 2012 12:50 am
Resumen:Harry y Severus en un apasionado encuentro. Géneros: Romance Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, PWP Completa: Sí Palabras: 3501 Escrito para el Día Internacional del Snarry 2012
Bueno, hoy es un día especial y esta parejita se merecía un regalito, así que aquí esta mi regalo para ellos, espero que les guste. tenía tiempo queríendo escribir algo así, y bueno, al menos me agrado el resultado
Ni Sev, ni Harry son míos, si así fuera Harry Potter sería Slash.
Cualquier error que encuentren les agradecería me lo dijeran, una amiga me ayudo a corregir, pero creo que a ambas aún nos falta mejorar, se aceptan críticas constructivas que me ayuden a seguir mejorando
Dentro de tu piel.
Había en un lugar de Gran Bretaña un chico de ojos verdes que vivía con sus dos padres, su madre, de la que heredo los ojos, era una mujer de cabellos tan rojos como la sangre y su padre, del cual tenía un parecido impresionante, era un hacendado dueño de un hermoso lugar llamado “Valle Godric”, heredadas del abuelo de Harry, en aquel tiempo ellos tres junto con la hermana pequeña de Harry, Hermione, que era una niña muy vivaz para sus ocho años, vivían en una casona que estaba en medio de Londres mágico.
Para aquel momento Harry se encontraba de vacaciones, pero a pesar de ello, su padre por insistencia del director del colegio donde estudiaba y de su propia madre, le habían dicho que Harry necesitaba de clases extra de pociones, así que ¿Quién mejor para enseñarle al chico, que un maestro en pociones reconocido? A pesar de las primeras protestas, tanto del profesor como del mismo Harry, las clases se impartieron, en un principio con resultados desastrosos, pero recientemente con mejoras notables, aunque aun quedaba mucho por aprender si Harry en realidad quería pasar con una nota aceptable dicha asignatura.
Snape era uno de los mejores pocionista, y uno de los más jóvenes, pero a pesar de ello, una de sus más grandes pasiones era la enseñanza, a pesar de sus constantes desilusiones, muchos chicos eran como el mismo Harry, pero a él no le desanimaba, sabía que si seguía enseñando siempre cabía la posibilidad de conseguir más elementos bueno, para lograr tener a los mejores en sus proyectos personales, para esto además de la enseñanza, otra cosa que llenaba su vida era un laboratorio que a base de mucho esfuerzo se había construido, era un experimentador en busca de cura para todo aquello que le llegaba a las manos, pero entre el colegio y los constantes encargos de Dumbledore, no se daba abasto.
Constantemente Harry se cuestionaba del porqué de todas las materias, pociones tenía que ser la materia que hasta en vacaciones tenía que seguir, para él la mejor materia era defensa, a pesar de que era relativamente difícil que la usaran de manera seria, el mundo mágico tenía más de 300 años en paz, era su asignatura preferida, era impartido por un profesor que rondaba los sesenta años de apellido Riddle, este era relativamente joven, ya que la expectativa de vida era de 200 años, Harry creía firmemente que el director de su escuela excedía por mucho esta expectativa.
Pero como todo, no siempre tienes lo que deseas, así que como regalo de su 16vo cumpleaños Harry comenzó a tomar clases extras de pociones en vacaciones de verano e invierno también, el principio de sus clase fue un tanto tosco, muchas veces las pociones de Harry eran detenidas por el profesor a segundos de ser una enorme explosión, de esto Snape se empezaba a hartar, en un principio opto por castigar a Harry, hasta que asiendo acopio de todo su autocontrol y sacando paciencia infinita, comenzó a darle clases primero teóricas acerca de como se tenían que mezclar que cosas, además de que si mezclaba de manera incorrecta cada uno de los ingredientes Snape le decía las posibles consecuencias.
Después de estar satisfecho con los resultados comenzaron las clases prácticas, esto ya en su tercer intersemestral, de nueva cuenta, con un Harry casi con su mayoría de edad, para aquel entonces, los roces casuales, las miradas cómplices, los silencios y las escasas platicas, iban aumentando poco a poco, dieron lugar a una intimidad que ninguno de los dos se podían explicar. Para ambos el estar en una habitación sin maldecirse o mínimamente matar con la mirada al otro era ya una situación de lo más bizarra, así que el llevarse bien estaba fuera de las primeras expectativas que se hicieron en un principio.
Para cuando cayeron en cuenta los besos se daban de manera espontanea, los abrazos se hacían necesarios, y el tener un mayor contacto tanto afectivo como físico, se fue dando sólo, cuando estaba en presencia de cualquier otro sólo aparentaban el llevarse bien, los formalismos por ambas partes había pasado a segundo plano, independientemente de quien estuviera frente a ellos, pero nada se comparaba cuando dejaban el trabajo de lado y se escondían del mundo, en ese pequeño universo donde sólo estaban ellos dos, para amarse. De eso ya más de un mes había pasado, y los cambios en el humor de Snape eran notables, mientras que Harry parecía suspirar y distraerse a cada minuto que pasaba.
Los padres de Harry sospechaban que el chico tenía un enamorado o enamorada, pero creían que el indisposición de Harry hacia lo que le rodeaba se decía por un chico de su edad que en cuanto regresara al colegio estaría en su apogeo, nada más alejado de la realidad, por su parte el profesor sólo podía ser descubierto por su amigo y padrastro Dumbledore, pero hasta ese momento no había dado cuenta de hacer ningún comentario referente a los cambios que había tenido, y esperaba que esperara un año más para hacérselo notar, cuando tanto el como Harry pudieran dar a conocer su relación formalmente y de manera legal.
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Harry se encontraba mirando el cielo nocturno en el balcón de su habitación, eran vacaciones de verano, estaba por iniciar su último año en el colegio más prestigiado Gran Bretaña, llevaba rato pensando en la persona más importante para él. De repente un abrazo por detrás lo sorprendió, él conocía esos brazos, los del amor de su vida. Desde iniciada su relación, el aparecía en los momentos más oportunos, cuando se encontraba sólo, siempre se hacia algún espacio para verlo, a pesar que ambos tenía vidas muy agitadas, Por un lado ambos lidiaban entre la escuela, Harry por su parte con las clases extras que su madre le imponía y Severus los constantes encargos para abastecer pociones en la enfermería, una cosa que ayudaba bastante era el trasladar que estaba unido a un anillo que le regalo a Harry, este facilitaba el encontrarse más seguido.
Cerrando los ojos Harry sólo se dejo envolver en su aroma, un aroma como pocos, uno que para el chico se volvió su perdición. Severus lo volteo de manera que sus brazos lo acercaron más a su cuerpo y sus labios quedaron a pocos centímetros, sin tocarlos aún, provocando al adolecente a cruzar esa fina línea entre la pasión que se desbordaba entre ambos y el simple juego de la resistencia. Para Harry era un reto no poder tocar los labios de Snape, ya que a pesar de que sabia era una batalla perdida con el pocionista, quería demostrarle que no era tan impulsivo como él creía, aunque para sus adentros supiera que esas palabras que en algún tiempo fueron malintencionadas estuvieran llenas de razón.
Harry exhalo su aliento de manera provocadora sobre los labios de su Severus, dejo sus labios entreabiertos buscando provocarlo aunque fuera un poco, pero el mayor sólo sonrió de manera maliciosa, sus ojos negros no dejaban entrever los sentimientos escondidos en esa profundidad, era como ver a la nada y Snape lo sabía, eran contadas las veces que Harry había podido apreciar algo en esos ojos, no conocía a ningún otro mago con esa autodisciplina, a veces se preguntaba como es que habían terminado juntos.
—Sev… —Gimió bajito Harry. —Severus, cariño, sabes que no me termina de agradar ese Sev. —Reprendió el profesor. Harry sólo hizo un puchero por su comentario, pero no dijo más. Severus decidió jugar un poco más, ladeo su cabeza dejando que sus carnosos labios se entreabrieran abandonando su aliento sobre los labios del chico, simulando buscar la manera de besarlo, buscando que Harry perdiera ese juego y fuera el iniciador de aquel beso tan deseado por ambos, sus pestañas se cernieron sobre los irises negros, dándole un toque más sensible, sus labios dejaron la mueca maliciosa por una sonrisa suave. Cada uno de sus rasgos se vio desprovisto de la usual frialdad.
Mientas que las pupilas verdes de Harry se vieron dilatadas, eso era el paraíso, ese hombre frente a él era la gloria que tantos esperaban encontrar al acabar con sus vidas, pero él era afortunado la tenía justo frente a sí, con sus manos firmemente sosteniéndolo, con sus labios a tan sólo un pequeño acercamiento… sólo un poco y bebería del elixir de la vida.
Sin querer alargar más esa dulce tortura se acercó a los labios de Severus uniéndolos como si el día de ayer no se hubieran besado, como si el día de mañana no existiera para ellos. De manera suave la risa ronca del pocionista se escucho en la habitación, dejando al chico más desorbitado, eran pocas las veces que tenía el placer de escuchar tan dulce melodía, a pesar de que el tono de voz fue el más varonil que conociera.
Sus labios se juntaron y separaron recorriendo los labios del otro, buscando reconocerse lentamente, saboreando completamente el momento, cada beso era como decir las palabras que nunca se habían pronunciado en voz alta que resultaban innecesarias a sus oídos cuando el corazón ya lo entendía, era saberse firmemente correspondido por el otro.
Los besos iban y venían, los suspiros se dejaban escuchar satisfechos, poco a poco Severus condujo a Harry hasta la cama dentro de la habitación, dejándolo sentado sobre ella le dio un pequeñísimo beso en los labios, lo que sólo consiguió dejar al adolecente anhelante de más. Se acercó hasta la puerta con paso decidido y checo que tuviera seguro, además de que con su varita puso algunos hechizos de silencio y otro más de para que la puerta no fuera librada de manera sencilla. Regresando hasta la cama se sentó a lado de Harry, el chico tenía las mejillas rojas, los labios hinchados y su mirada no tardo en caer sobre sus labios.
El verde de sus ojos estaba completamente oscurecido por la pasión, quería más de esos labios, quería todo lo que aquel hombre le pudiera dar y estaba dispuesto a conseguirlo, sin importarle mucho el hecho de que apenas hace algunos minutos jugaban a seducirse, se paro y de manera un poco brusca se lanzo a los labios del profesor, los atacó sin piedad, dejando que sus lenguas y cuerpos danzaran juntos sobre su cama intentando colocarse en medio de ella.
Harry bajo besando las mejillas y barbilla del profesor quería besar todo a su alcance, besos cortos se entrelazaban con otros besos un tanto húmedos dejados por el chico aquí y allá llegando de a poco al cuello del profesor, algunos le causaban placenteras cosquillas que intentaba disimular para frustración del chico. De pronto la aventurera lengua del chico se encontró con el primer obstáculo, el cuello de la camisa del profesor, además de todo estaba cerrada firmemente con una corbata negra que se perdida entre los pliegues de la túnica del mago.
Jaloneándola logro que esta se aflojara, pero no por eso dejo su lugar, así que dio dos tirones más consiguiendo quitarla del cuello, la aventó lejos de él y se dispuso a batallar ahora con los botones de la capa y la camisa, cosa que lo frustro un poco, ¿De verdad era necesaria tanta ropa? El sólo tenía que quitarse la playera y los jeans.
— ¿Señor Potter, la palabra paciencia le dice algo?—Pregunto el profesor con su usual tono de clases, el comentario pudo ser mucho más agudo, pero estaba más concentrado en esos labios. Severus recorrió la espalda en pequeños caricias recorriéndola dedo a dedo, disfrutando el sentir la espalda del moreno. —Si… que es algo que no tengo Sev… —murmuro Harry feliz de las carisias que su pareja le proporcionaba. —Mocoso impertinente— le dijo Sev, jalándolo más cerca de si mismo en un abrazo estrecho.
Harry decidió que era el momento preciso para acercarse de nuevo a beber de esos labios, mientras sus bocas se juntaban de nuevo, Harry hizo desaparecer la ropa de profesor con un movimiento muñeca, esta simplemente reapareció en uno de los sillones de enfrente de la cama; estaba arto de los juegos quizás fuera un poco impulsivo de su parte, pero que más daba.
Decidido se sentó erguido a horcadas sobre las piernas del profesor, mirándolo a los ojos, se alzó la camiseta dejando su pecho al descubierto, la camisa fue a parar al piso; Severus quería ver ese cuerpo sin nada más que obstaculizara la hermosa visión que le regalaba Harry, así que con dedos hábiles le desabrocho el botón y bajo la cremallera de los jeans, con ayuda de Harry los bajo junto con la ropa interior, que terminaron junto con la camiseta.
Cuando sus pieles se tocaron por primera vez en ese encuentro simplemente gimieron abrazándose más al otro hombre que estaba allí, la piel ardiendo en deseo de ser explorada por su acompañante, cálida y húmeda por el roció de sudor que se dejaba ver de a poco, Harry no pudo más y comenzó a moverse rítmicamente contra el cuerpo bajo él, quería sentir, quería acariciar piel con piel y saber que su piel sensibilizada era una de las tantas maneras en la que ambos se irían convirtiendo en uno, quería fundirse con esa piel pálida, con esos labios que lo invitaban a besarlos de nuevo a hacer el amor sin más.
Severus al ser más fuerte que el chico, lo volteo y se dejo caer suavemente sobre Harry que no tardo en envolverlo con sus piernas para tenerlo más cerca de ser posible, la evidencia de su creciente pasión era visible para el otro, queriendo prolongar sus caricias ignoraron un poco más esa parte de sus cuerpos que pedía un poco de fricción, Sev toco las piernas del chico, subía y bajaba sus dedos tocando sin tocar, dejando deliciosas cosquillas que hacían estremecer a Harry.
El cuello de Harry como era habitual estaba ya manchado de diversas tonalidades rosas que sabía no podría dejar por mucho tiempo allí, pero Merlín bendijera los hechizos de ocultación, mientras Severus no dejara de besarlo así lo que menos importaba eran las marcas, sus manos dejaron de ser sutiles hasta que llego a donde la espalda pierde su nombre y apretó gustoso esas dos protuberancias, mientras se acercaba lo más posible al chico, sus miembros se acariciaron en esa intima poción y sin más sus bocas dejaron escapar gemidos al sentirse estimulados tanto por las manos y miembros ajenos.
—Sev… el lubricante… —Murmuro Harry en el oído de Snape, para seguidamente jadear por el pellizco que le propino el profesor por el mote. —Invócalo mocoso presumido, estoy un poco ocupado por acá sabes… o ¿Preferirías que te soltara, para sacarlo de tu cajón de noche? —Pregunto medio soltando al chico que no tardo en cerrar más sus piernas en torno a su cintura, mientras el profesor sólo reía disimuladamente y seguía lamio un punto especialmente sensible detrás de la oreja de Harry.
Un poco después Severus sintió como su mano era retirada de la espalda del chico y en ella colocaban un bote de vidrio con una etiqueta que tenía su firma mágica, un pequeño obsequio para su amante unas semanas atrás, lo destapo con una sola mano y untándose los dedos persiguió a bajar los dedos entre sus nalgas, quería terminar de deshacer al chico entre sus brazos, mientras que de un sólo movimiento metido uno de sus dedos a su abertura, su boca comenzó a besar de manera demandante uniendo su lengua a la de Harry, acallando los gemidos que emulaba su garganta.
Poco a poco movió su dedo, buscando expandir pero sin tocar aquel punto que sabía terminaría de derretir al moreno, quería tocarlo con algo más que sus dedos, Harry movía sus caderas intentado que esos dedos llegan más profundamente, pero al no lograrlo se escuchaban pequeños gemiditos de reproche por el lento avance de Severus fueron acallados cuando un segundo y tercer dedo entro en aquel cálido lugar que los absorbía esperando por más, Severus jugueteo un poco más, pero cuando sus dedos entraban y salían con relativa facilidad supo que era el momento para sustituirlos por ese algo más que Harry repetía una y otra vez en su oído mientras él se entretenía en su cuello con pequeños besos.
Tomando un poco más de lubricante entre sus dedos, se lo unto en su pene ya ansioso por estar dentro de su pequeño amante, así que se posiciono entre sus piernas, levanto una de ellas colocándola sobre su hombro, miro con amor una vez más Harry y comenzó a entrar en su cuerpo, tan cálido y estrecho que lo invitaba a romperle, pero su razón aún no lo dejaba, poco a poco se adentro en él y cuando llego al tope simplemente beso las mejillas sonrosadas de su pequeño, beso sus parpados que se cerraron para sentirlo más intensamente y acaricio la pantorrilla junto con sus piernas en conciliadores mimos, cuando el chico comenzó a moverse él le ayudo, primero lo hizo de manera dulce.
Ganando poco a paco mayor soltura, el ritmo que tomaron sus cuerpos era constante hasta que Harry no pudo más, así que le susurro un nuevo “más”, a Severus en su oído, cosa que de manera súbita el mayor obedeció, con movimientos más fuertes, dándole estocadas más rápidas se adentró en su cuerpo, entre estocada y estocada encontró ese punto que hacia ver estrellitas a su niño, además de que por el grito de placer que dio se le erizaron los vellos de la nuca, siguió envistiendo en ese mismo ángulo, llevándolos al borde del orgasmo, queriendo prolongarlo un poco más siguió con movimientos más lentos pero de la misma intensidad por varios minutos más hasta que su cuerpo y Harry le pidieron a gritos que fuera más rápido llevándolos tanto a su pequeño como a si mismo a desbordar la pasión y enterrándose en ese ser que lo amaba con locura hasta dejar su esencia en él; mientras que la semilla del chico se dejaba resbalar por sus abdómenes.
Beso con cierto desgane sus labios, pero no por eso con menos amor, los ojos de Harry estaban completamente nublados por el placer, no sabía si en ese iris lograba enfocar de manera correcta su cara, pero la sonrisa de felicidad y de amor, le comprobó que al menos seguía allí con él, ambos dentro de esa nube de placer.
—Sev, cariño… te amo… te amo, mucho, mucho, mucho— le dijo Harry pegando su frente a la de Severus que ya no reprendió al menor por ese ridículo mote que le encanta decirle. —Sé que me amas, tanto como lo hago yo a ti— le dijo Sev sonriendo levemente.
Ambos sonrieron besándose una última vez por esa noche, segundos después el mayor salió del cuerpo de su amante, que jadeo en protesta por la perdida, después fue Harry quien jalo una de las sabanas para taparlos, no quería que el calor generado hace escasos minutos se escapara por completo de sus cuerpos. Seguidamente Severus se bajo del cuerpo de su pequeño y se acostó de lado llevando a un Harry medio adormilado entre sus brazos, tras unos minutos ambos agotados se quedaron dormidos.
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NANNDYTA Duelista
Cantidad de envíos : 720 Fecha de nacimiento : 27/07/1991 Edad : 33 Galeones Snarry : 132566 Fecha de inscripción : 14/10/2012
Tema: Re: Dentro de tu piel. (one shot) Jue Feb 26, 2015 7:35 pm
Sigo diciendo que este par es absolutamente perfecto, no había leído tu historia y fue un grandioso fic, escribes muy bien, haces que uno pueda imaginar sin problemas lo que describes.
Yuki Fer As de oclumancia
Cantidad de envíos : 1504 Fecha de nacimiento : 07/04/1992 Edad : 32 Galeones Snarry : 108296 Fecha de inscripción : 30/07/2011
Tema: Re: Dentro de tu piel. (one shot) Lun Jun 29, 2015 9:29 pm
y la continuación..XD hahah ok ok ok nop.u_U..XD kyaa me encanto me encato y el lemon woahhh excelente..>.< bravo sensei...aunque me quede con ganas de leer mas..peroooo okk asi tambien esta genial.>.<
elamordesnarry Buscador de Quidditch
Cantidad de envíos : 1331 Fecha de nacimiento : 31/10/1987 Edad : 37 Galeones Snarry : 265237 Fecha de inscripción : 25/12/2011
Tema: Re: Dentro de tu piel. (one shot) Lun Sep 07, 2015 7:54 pm
No se porque no había leído esta linda historia me encanto, desde principio a fin, me gusta la relación que tienen Sev y Harry es genial, espero una conti de la boda jejjeje