Título: ¡Feliz Cumpleaños, Severus!
Autor: YukimuraSayu
Resumen: Respuesta al Reto de la Mazmorra del Snarry “¿Por qué Sev nacería en Enero?”
El cumpleaños de Severus está cerca. Harry le está preparando una sorpresa y eso provoca que no pase demasiado tiempo con el porcionista y este empiece a malinterpretar esas ausencias.
Géneros: Romance
Advertencias: Lemon
Pareja: Severus Snape/Harry Potter
Disclaimer: Severus no es mío… Harry tampoco lo es… todos son de Rowling ^^
¡Feliz Cumpleaños, Severus!
Capítulo I
Una vez más llegaba a su hogar y no encontraba a su esposo por ningún lado. Desde hacía unas semanas, Harry no pasaba tanto tiempo en casa, lo ignoraba, se comportaba de manera sospechosa, como si ocultara algo, y la mayoría de los días llegaba tan tarde, que no dormía en sus habitaciones si no en la de invitados. En fin, había cambiado. Y eso a Severus Snape no le gustaba.
Suspirando, se dirigió hacia su laboratorio en el sótano de su casa. Después de casarse con Harry, se habían mudado a una pequeña casa en Hogsmade. Tenía dos plantas y un sótano. El sótano lo habían acondicionado para ser su Laboratorio personal. En la primera Planta se encontraba la cocina, la sala y el comedor. En la segunda planta se hallaban la habitación matrimonial y 3 habitaciones vacías. Pensaban utilizarlas para sus futuros hijos, pero por como venían las cosas, iba a ser un poco imposible.
Sacó el caldero y los ingredientes necesarios para comenzar a hacer la poción matalobos de Remus, para tratar de despejarse un poco.
-----Severus-----Snarry-----Harry-----
La puerta de la familia Snape-Potter fue abierta, dejando pasar a un joven de pelos revueltos y ojos verdes. Harry había llegado a su hogar. Dejando su suéter en el perchero, observó el reloj, las 5:30 de la tarde. Suspirando, fue hacia el sótano sabiendo que encontraría a Severus. Tenía pensado pasar toda la noche con su esposo. Y en efecto, Severus estaba de espaldas a la puerta haciendo quien sabe que poción. Sabiendo que no debía interrumpir, salió del laboratorio y subió de nuevo a la sala, buscó en la biblioteca un pequeño cuaderno de cuero, un álbum, después, sentándose en uno de los sofás que había en ella, abrió el álbum dispuesto a esperar a Severus
Una hora y media después, el ojinegro subía de su laboratorio para encontrarse con que Harry estaba totalmente concentrado en quien sabe que. Ignorandolo, ya que estaba todavía molesto por la actitud de Harry. Este, viendo que Severus ni siquiera le saludo, supuso que andaba de malas. Sonrió con ternura, le encantaba esa expresión de Severus. Levantandose del sofá y dejando el álbum encima de él, siguió a Severus hasta la cocina.
—Severus, ¿Qué te parece si salimos a cenar? —preguntó Harry, esperando una respuesta.
—…—Pero esta nunca llegó.
—Severus…— susurró Harry, intrigado. Por más enojado que estuviera Severus, siempre le contestaba, así fuera de mala manera.
—…— Pero al igual que la vez anterior, no recibió respuesta. El hombre simplemente estaba concentrado en hacerse un té para relajarse.
—Severus, te estoy preguntando algo. — dijo un poco molesto el joven al ver que su pareja no le prestaba atención.
—Ah, ahora si existo — contestó de mala gana el hombre.
—¿Qué quieres decir con eso? — preguntó un tanto confundido el chico por la forma en que le había respondido el ojinegro. Este giró hacia donde se encontraba Harry y lo miro resentido.
—Durante las últimas semanas has estado ignorándome por completo. Te la has pasado fuera de casa. ¡Nunca sé dónde estás! Me evades siempre que te pregunto qué estuviste haciendo. La mayoría de las noches no duermes en nuestra habitación, si no en el de huéspedes. — Le gritó enojado el hombre. —Harry, ¿acaso tienes a otra persona?— pregunto el hombre volteándose. Harry se enojo con la pregunta.
—¡¿Cómo te atreves si quiera a preguntar eso, Severus?! — gritó enojado el chico de ojos verdes.
—¡Eso es lo que me das a entender, Harry! ¡Qué estás con alguien más! — le respondió con el mismo tono Severus.
—¡Deberías confiar en mi! ¡No dudar!
—¡Como confiar si te la pasas fuera de la casa todo el tiempo! ¡¿Desde hace cuanto no pasas un momento conmigo?! ¡¿Desde hace cuanto que no nos dedicamos un tiempo a nosotros?! ¡¿Acaso ya estas cansado de mi?!
—¡Siempre desconfías de mí! ¡Siempre desconfías de la gente! ¡Por eso te convertiste en mortifago! ¡Porque no confiabas en la gente a tu alrededor! ¡Porque…!— pero no pudo seguir. Una cachetada se plantó en su mejilla. Sintió el ardor del golpe. Supo que se había pasado. Pero el enojo del momento lo hizo olvidarse de eso. Realmente enojado, el joven fue hacia su habitación y guardó un par de mudas de ropas en un bolso y al terminar, bajo a la salita donde Severus le esperaba.
—Era lo que esperaba de ti, Potter. Como siempre huyendo de los problemas — dijo el hombre mirándole con rencor
—No pienso estar aguantando tus celos, Severus. — dijo el chico, mientras salía por la puerta de su casa.
Severus solo observo como Harry salía por la puerta. Sin poder controlarse, tomo lo primero que encontró y lo aventó a la puerta. El sonido de cristales rompiéndose se escuchó. Intrigado, Severus se acercó a ver que había lanzado. Un gemido de dolor salió al dase cuenta del objeto. Se arrepintió de haberlo lanzado. Con cuidado, se agachó y empezó a recoger uno a uno los pedazos de cristal roto. Ese había sido el recuerdo que habían dado en su boda. Era una hermosa bola de cristal, que dentro de ella, había una escoba apoyada en un caldero, ambos de cristal. La bola estaba sujetada por una base de cristal.
—Harry… ¿de verdad así terminará todo? — se preguntó a si mismo Severus, mientras seguía recogiendo uno a uno los cristales, sintiendo una inmensa soledad en su pecho. Con cuidado, coloco los pedazos en la pequeña mesita que había en la sala. Sin ganas de nada fue hacia la habitación de invitados, no tenía fuerzas para entrar en la habitación de Harry y él.
-----Severus-----Snarry-----Harry-----
Mientras tanto, Harry había ido a parar a un hotel muggle. Estaba realmente enojado con Severus. ¿Cómo era posible que pensara que le estaba engañando? Bufó enojado. Lo mejor era dormir un poco para calmarse. Harry dejó su maleta al lado de la cama de la habitación, y se acostó en ella. Agarró la almohada y la puso en su cara. Gritó. Gritó para desahogarse. Ya más calmado, apoyó su cabeza en la almohada, cayendo sumido en un profundo sueño de inmediato
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Las adminsitradoras me van a matar.... Se suponía que este fic lo tenía que haber subido a la biblioteca hace muchoooooo tiempo... peroooo no me acordaba...
Mis disculpas