Capítulo 36: De vuelta al mundo mágico. Sirius, Lucius y James llegaron a un café mas privado, pidieron tres bebidas y no hablaron de nada hasta que la mesera les dejó sus pedidos y se retiró.
— ¿Por qué decidiste venir con nosotros? —Le preguntó el rubio, sorbiendo el café con desagrado, prefería un buen vaso de licor, pero es lo que había por el momento.
—Conocen mi nombre, parecen buscarme a mi y mi familia y además hablan mi idioma. Son varios los motivos que me impulsan para querer saber el por que de sus presencias aquí.
—Bien, bien. Veo entonces que no es demasiado lo que tenemos que ahondar en el asunto, mas que ver cuanto es lo que recuerdas y por que no nos recuerdas a nosotros.
—Díganme ustedes, entonces —le contestó a Lucius, con tono molesto — ¿Qué es lo que saben de mi?
—Tu nombre es James Potter Black, hijo de Dorea Black y Charlus Potter. Murieron hace años, por su avanzada edad —le dijo Sirius.
—Eso es verdad —dijo viviendo de su café — ¿Algo más? —Les retó.
—La mujer que te acompañaba…
—Mi esposa —interrumpió a Sirius. —Ella es mi esposa.
—Si, claro —dijo con aire desinteresado —. Ella es Lily Evans, hija de Rose y Marcus Evans*
—Veo que sus detectives les informaron bien.
— ¿Detectives? —Preguntaron ambos.
—Me están dando datos que cualquier detective podría averiguar con un mínimo de conocimiento y acceso a registros de nacimientos.
—Estas poniéndote en un plano muy difícil de tratar.
—Escuchen —volvió a interrumpir a Lucius —vienen por mi en mis vacaciones, asegurándome que conocen a mi y a mi esposa, y me dan información verídica, pero de fácil acceso publico. No los conozco y me esta molestando esta situación.
—Tienes un hijo llamado Harry.
James bajó la cabeza luego de haber abierto los ojos de manera alarmante. Se notaba claramente apesadumbrado.
—Je, parece que no son tan buenos detectives —dijo con voz abatida —. Tuve un hijo llamado Harry, pero murió cuando tenía poco más de un año de vida. Fue en un accidente automovilístico.
— ¿Accidente?
—Si, rubio —le dijo enojado —tuvimos un accidente en auto hace más de catorce años, yo iba manejando o eso es lo que dijeron los médicos que nos atendieron. En el automóvil iban mi esposa y mi hijo de un año, pero él no sobrevivió.
— ¡Eso es estúpido! —Gritó Sirius golpeando la mesa, al tiempo en que se ponía de pie.
— ¿Que cosa? ¿El que haya provocado la muerte mi bebé? Te digo enseguida que no hablaré este tema con ustedes…
—Harry Potter no esta muerto —declaró Lucius con voz seria —te han engañado por todos estos años.
— ¡Mientes! Yo mismo vi su cuerpo, lo llevamos a la cripta de mis padres y allí lo sepultamos.
— ¡Oh, Merlín! ¿En qué más les mintieron?
James se puso de pie y se dirigió a la salida del café, sin tomar en cuenta a los dos hombres que le llamaban desde unos pasos más atrás. Apuró el paso para alejarse de esos dementes. ¿Cómo se atrevían a jugar con la memoria de su pequeño hijo?
Iba tan concentrado que no se dio cuenta del momento en que llegó al hotel donde le esperaba su familia. Abrió la puerta y vio a su mujer esperarlo en la sala de la suite.
— ¿James?
—Recoge las cosas de los niños —dijo molesto —nos vamos enseguida.
— ¿Qué pasa? ¿Quiénes eran esos tipos?
—Un par de locos.
—Valla, eso nunca lo dijeron de mí. Creme, la locura no esta dentro de mis facultades —dijo una vos desde sus espaldas y notaron a los dos hombres parados a unos pasos de ellos.
— ¿Cómo entraron? —Preguntó James, mientras se ponía frente a su esposa, protegiéndola de esos dos.
—De la misma manera en que nos largaremos ahora mismo. Todos —sentenció Lucius, acercándose a ellos.
—Aléjense si no quieren que llame a la fuerza publica —Los amenazó, pero entonces vio que los niños salían de la habitación, alertados por los ruidos en la sala — ¡Regresen a la habitación!
Los niños veían todo asustados, y no alcanzaron a moverse cuando el rubio ya estaba junto a ellos.
—Así que ustedes son Roxanne y Dominique —dijo mirándolos desde arriba.
— ¡Aléjese de ellos! —Les pidió Lily, asustada de lo que les podían hacer a sus bebés.
—No pretendo hacerles daño, originaria —le soltó casi con mas desprecio de cuando les llamaba sangre sucia.
— ¿Qué es lo que quieren de nosotros? —Les preguntó James, temiendo por la vida de sus hijos.
—Queremos saber por que demonios no recuerdan nada, por que olvidaron a Harry y por que al parecen no saben que son magos.
—Mi bebé esta muerto —dijo la mujer, ante la mención de Harry — ¿Y qué es eso de magos? Por Dios que eso suena estúpido.
—Mira pelirroja —le dijo Sirius —olvidaste que eras una bruja, y no en el mal sentido de la palabra, créeme, eras una de las mejores de nuestra generación, además de pertenecer a un selecto grupo de “visionarios” —no quiso decir asesinos, mas que nada para que no terminaran por volverlos locos. Ya tendrían tiempo de hablar de eso. —Y lo mas importante, olvidaron a Harry, no al bebé que supuestamente murió en un accidente de auto, por que Harry Potter esta vivo, tiene quince años y es uno de los magos más poderosos del mundo mágico.
—Eso es ridículo —dijo James —no pueden ir y decir todo eso sin pruebas…
—Pruebas tenemos demasiadas —dijo Lucius sacando la varita —vendrán con nosotros al mundo mágico —apuntó a los niños que le miraban con temor —Desmaius.
Sirius que estaba a su lado, sostuvo al niño, que cayó dormido en el acto, mientras que Lucius se hacía cargo de la pequeña.
— ¿Qué fue lo que…? ¿Qué les hiciste?
—Simplemente los puse a dormir, y si no quieren que los durmamos a ustedes también, vendrán con nosotros en este instante —declaró el rubio, ya arto de esperar tanto por algo tan simple como un traslado. Él no les informaría nada más, el Lord se encargaría de eso y seguramente Severus estaría involucrado en el asunto, mucho más al reconocer en la niña, las facciones de su compañero de casa. Esto sería muy interesante.
James tomó de la mano a su esposa y se acercó a los otros dos que les extendieron los cuerpos de los niños y se encaminaron a la salida. Llegaron rápidamente al consulado de Inglaterra en República Dominicana, gracias a algo atroz que hicieron esos dos tipos y que asustó aun más a los Potter. Los trasladaron. Cuando llegaron al consulado, Lucius pidió hablar personalmente con el cónsul de Inglaterra y sólo bastó con un hechizo despistado, para que el hombre no entendiera nada de los que pasaba ahí. Hicieron entrar en la chimenea a Lily, que tenía en brazos a Dominique, y Sirius la acompañó. Llegaron a la embajada de Inglaterra en Estados unidos. Trataban de hacer la menor cantidad de viajes para no maltratar tanto a los magos sin memoria. Desde ese mismo lugar, y sin siquiera tomar en consideración lo mareados que habían quedado luego del viaje, hechizaron al cónsul y ocuparon nuevamente la chimenea, esta ves para un viaje mas largo, directo al consulado de Inglaterra en España. Repitieron el mismo proceso en el consulado de Francia, para terminar en el de Londres y de ahí al mundo mágico.
Se detuvieron un momento en el despacho del ministro de Magia, que lógicamente no se encontraba ahí, mas por la hora que por otra cosa, pero ellos, por ser parte de su circulo interno, tenían la autorización de estar en el lugar. Dejaron que la mujer vomitara en el baño, luego de pasarle el cuerpo aun inconsciente de Dominique a James, que se dejó caer al piso con los niños bien sujetos a su cuerpo.
—Esto es una locura —dijo cerrando los ojos con fuerza —tengo que estar soñando.
—No, Potter —le dijo Lucius —bienvenido al mundo mágico.
Harry se removió en su cama, mientras sentía el aroma de Severus a su lado. Desde hacia semanas que compartían la cama y a estas alturas, Harry ya estaba segura de que había conseguido su objetivo. Iba a tener un hijo de Severus y le pesara a quien le pesara iba a seguir a su lado.
Severus se removió cuando sintió que una lechuza golpeaba en la ventana.
— ¿Quién será ahora? —Preguntó somnoliento.
—No se, pero tenemos que ver —le dijo haciendo énfasis en el brazo que estaba anclado en su cintura —tengo que levantarme, Severus.
—Bien —lo soltó, pero no las sabanas. Vio que Harry leo miraba interrogante —no dijiste que tenías que ir vestido a ver de quien es la carta.
Harry sonrió de lado y se levantó completamente desnudo, caminando a la ventana, mientras contorneaba las caderas. Podía notar la mirada hambrienta de Severus sobre su cuerpo y le encantaba torturarlo así.
—Veamos —abrió la ventana y reconoció la lechuza de Sirius —Severus —llamó a su amante.
El hombre se puso de pie en cuanto vio al ave y caminó hasta Harry mientras envolvía una de las sabanas en su cintura y ocupaba otra para cubrir a Harry.
— ¿Es de Black?
—Eso parece —abrió el pergamino para que lo leyeran entre ambos.
Harry y Snape (Por que supongo que estarán juntos para leer esto)
—Es un imbécil —dijo entre dientes, mientras Harry sólo negaba y sonreía.
Pues era verdad, encontramos a James y a Lily, estaban en República Dominicana cuando dimos con ellos. Ahora nos dirigimos a la mansión Potter, así que les recomiendo que se dirijan hacia allá. Lord Voldemort ya nos espera y autorizó a que Harry este presente, así que dense prisa. Los estaremos esperando.
Sirius Black
—Mi papá estaba vivo. Todo fue un engaño.
—Tienes que mantener la calma —le dijo abrazándolo por la cintura —es importante para que sepamos que fue lo que pasó.
— ¿Lo que pasó? Pues yo se que pasó. Dumbledore metió sus manos en esto también.
—Es lo mas probable, pero lo importante es que tenemos que saber el como lo hizo y si hay alguna posibilidad de ayudarlos.
—Con papá puede que podamos ayudarlos a recobrar su memoria, por medio del ritual de sangre y si la niña es tu hija…
—Ey —le llamó dándolo vuelta —no quiero que pienses más en eso.
—No es como si pudiera olvidarlo de manera fácil. Ella puede ser tu hija, Severus. Si es así, no hay nada que pueda hacer al respecto.
—Si eso pasa seré feliz de recordar un momento muy importante —dijo sonriendo de lado.
— ¿Qué cosa? —Preguntó celoso.
— ¿Sabías que tu padre dijo que yo ayudé a traerte al mundo?
— ¡¿Qué?!
—Debes de haber sido un hermoso bebé —lo apretó mas contra su cuerpo — ¿Quién diría que te traje al mundo para ser mío?
Harry sonrió y besó a su amante.
—Entonces vamos a darnos un baño y partimos.
—No te escuchas muy ansioso —le dijo abrazándolo —no te preocupes, Harry. Tu padre te recordara y cobraras venganza si es necesario.
Se prepararon y se dirigieron al despacho de Severus para ir a la mansión Potter desde allí.
En el despacho del Lord que se encontraba en la mansión que había puesto a nombre de su hijo, se encontraban los Potter, agazapados en una esquina, protegiendo a los niños que estaban abrasados a ellos, y que ya estaban mas que despiertos. Frente a ellos se encontraba un molesto Lord Voldemort que no dejaba de apuntar a Evans por encontrarse apretada contra el que le pertenecía, por que James Potter le pertenecía sólo a él y de eso se iba encargar personalmente. Sirius estaba a un lado junto a Lucius, que parecía mirar todo sin interés.
La chimenea crepitó y los Potter casi chillaron por el ruido, no querían volver a ocupar esa cosa en lo que les quedara de vida.
Vieron que por ella aparecía Severus, que se alisó una arruga en la túnica antes de mirar en la sala. Por su propio honor no dejó caer la mandíbula cuando vio a Potter y Lily ahí.
—Déjame pasar, Sev.
La voz de Harry le despertó y se movió a un lado dejando pasar al adolecente.
— ¡Oh, Dios mío!
Lily se cubrió la boca ante el jadeo que salió de su garganta al ver a Harry parado frente a ellos. Era lógico que fuera él. Su parecido con su esposo era demasiado.
—Esto tiene que ser mentira —dijo James.
—Podría decir lo mismo de ustedes, pero se que están parados frente a mi, y se que hay una buena razón para que desaparecieran.
—Mi bebé esta muerto, no puede ser que…
—No soy tu hijo, Evans —dijo Harry, ya sentía odio por la mujer que tenía enfrente. Los celos los estaban consumiendo.
—Calma —le dijo Severus, poniendo una mano sobre el hombro de Harry.
— ¿Cómo que no eres mi hijo? ¿No eres Harry?
—Soy Harry Potter, pero no soy tu hijo —dijo serio —soy hijo de James Potter y Voldemort —Harry y su padre habían llegado al acuerdo de que nunca, nunca ocuparía su nombre verdadero en él. Tom Riddle murió en el mismo momento en que Voldemort nació.
— ¿Voldemort? —Preguntó la mujer.
—Yo —dijo el hombre parado a unos pasos, y que aun mantenía la varita en mano.
Severus vio al Lord y no pudo evitar pensar en que los celos de su pareja eran heredados por ese hombre. Tanto Harry como Lord Voldemort eran mortalmente celosos.
— ¡Eso es estúpido! —Dijo James.
—Eso lo veremos —declaró el lord, tomando a Harry del brazo —Acércate —le ordenó a James, que al ver que Voldemort tomaba una daga y cortaba la palma de Harry, dio un paso al frente.
— ¡No le dañes!
—No lo haré, James, es mi hijo —le dijo de manera tajante —ahora será mejor que te acerques antes de que me colmes la paciencia.
James se acercó con cuidado, dejando a la niña al lado de su madre, que no se demoró ni un segundo en abrazarse a ella. Todo esto visto por Harry y Severus, haciendo que el primero apretará los dientes al saber la verdad. La mocosa si era hija de Severus.
—Dame tu mano, papá —le dijo Harry, viendo como el hombre llegaba a su lado. Realizó un corte a lo largo de la mano de James y luego le tomó de la mano para juntar sus sangres.
—Sanctus sangis el aeternum completa corda parentum, hoc mundo corporibus, et sic omnes de malo parentum. ** —Recitó el Lord, con su voz dura y sin dejar de mirar a su hijo. Recordaba que Draco había perdido el sentido por horas cuando pasó por el mismo ritual.
James gritó cuando los recuerdos comenzaron a atacarlos uno por uno, rompiendo las barreras que tenía encima. Todo volvió a él, sus padres, su vida en Hogwarts, su magia, Voldemort, su embarazo, Harry… el ataque de Dumbledore y de ahí un salto en el tiempo a todo lo que ha vivido con Lily los últimos catorce años.
— ¡James!
— ¡Papá!
Todos vieron como caía de rodillas sosteniendo su cabeza entre las manos.
— ¿Estas bien? —Le pregunto Voldemort a su hijo, viendo como jadeaba y se agarraba el vientre con las dos manos.
—Si, sólo me falta… el aire —dijo al tiempo en que Severus llegaba a su lado y lo ayudaba a llegar al sillón para que pudiera descansar. Sabía que el agotamiento que sentía era por el bebé, pero no podía decir nada aun, esa era su carta maestra. La que sabía que tendría que usar ese mismo día.
— ¡¿Qué es lo que le hicieron a mi esposo?! —Gritó la mujer desesperada.
—Tú no eres su esposa, mujer —dijo el Lord con aire tétrico —James me pertenece, sólo le devolvimos sus recuerdos.
—Eso es mentira —dijo negándose a la realidad —James es mi esposo, Harry, Roxanne y Dominique son nuestros hijos.
—Eso también lo veremos, por que Harry es mi hijo, no tuyo.
— ¡Son hombres, por el amor de Dios!
—Mira, mujer —le dijo acercándose, haciendo chillar a los niños que escondieron el rostro en el cuerpo de su madre —Harry es el hijo que James tuvo de mi. James es quien llevó en su cuerpo a Harry.
—Harry.
Un jadeo hiso voltear a los dos y ver como James miraba a su hijo con los ojos abiertos. Le vieron ponerse de pie y acercarse al sillón donde se encontraba para abrazarlo fuertemente.
— ¿Me recuerdas?
— ¿Cómo podría olvidarme de ti, hijo? —Le preguntó besando su frente. —Eres mi hijo, te llevé en mi vientre por nueve meses.
Harry sonrió de lado ante la cara que puso Lily al escuchar al que creía su esposo.
—Quiero saber algo, papá —le dijo con seriedad —imagino que Dominique es hijo de tuyo y de Evans, pero quiero saber quien es el padre de la chica.
—Roxanne —dijo como si acabara de entender una cosa muy importante y se volteo a ver a los tres que creyó por años su única familia —Es hija de Snape.
Harry miró a la mujer que negaba con la cabeza.
—Entonces hagan el ritual con ella. Así Evans y Severus recuperaran sus recuerdos.
Todos miraron a Harry que parecía más decidido que nunca.
Severus se acercó al chico y lo sostuvo del codo para llevarlo a un lado.
— ¿Estas seguro de esto, Harry? Yo juré que creería en todo sin tener que recordarlo.
—Pero si es verdad, podrás recordar eso lindo que querías —dijo sonriendo de lado —. Se lo que hago, Severus. Ahora nada ni nadie nos puede separar.
Severus vio la seguridad en los ojos de su pareja y terminó por asentir.
—Acércate, Evans —le ordenó el Lord, pero la mujer negó con la cabeza, aun impresionada por las declaraciones de su esposo —. No lo volveré a repetir, mujer. Si no vienes por las buenas, me desharé de esos mocosos en este momento.
— ¡No! —James llegó al lado del hombre en ese instante —no se lo que pasó, o por que no podía recordar nada, pero Dominique es mi hijo. No te perdonaré el que le pongas un dedo encima.
—Entonces que se acerque, y la mocosa con ella, por que es hora de que conozca todo lo malo que ha estado haciendo. —le ordenó, mucho mas molesto que antes, al ver con la pasión con que defendía la vida del infante.
James se volteo y vio a la mujer, que parecía apunto de ponerse a llorar. Se acercó a ella y la mujer prácticamente se tiró a sus brazos.
—Debes ir con él, y dejar que Roxanne haga el ritual.
—No entiendo nada. ¿Qué es lo que pasa?
—Lo entenderás en cuanto recuerdes todo.
La mujer negaba con la cabeza, sin soltar a los niños que seguían a su lado, pero fue James quien tomó la mano de la niña y se acercó a Voldemort con ella.
—Papá —le llamó la adolecente, con los ojos llorosos —No quiero que me corten.
—Es por el bien de todos, cariño —le dijo con dulzura, por mucho que ahora recordara que no era su hija, lo fue los últimos catorce años, desde que llegó al mundo.
—No, James —le pidió Lily, al ver como tomaba la mano de su hija y le realizaba el corte.
—Me duele —dijo sosteniendo su mano —Mamá —llamó a la mujer, que se acercó a ella rápidamente.
El lord sostuvo a la mujer del codo, mientras que James sostenía a Dominique para que se alejara de su madre. Obligó a Lily a que abriera la mano y no reparó en tener en cuenta que tan hondo fuera el corte, simplemente lo hizo y luego le unió la mano a la que ya estaba herida de la muchacha.
—Por favor, Severus, acércate a nosotros —dijo el Lord con voz solemne — señorita, extiéndame su otra mano —la niña no quería, sabía que le iban a hacer daño nuevamente, pero James tomó su muñeca y se la extendió al Lord —Gracias, James.
La chica volvió a llorar por el corte en su otra mano, y Severus fue el que se hiso su corte y tomó la mano que la muchacha quería ocultar. Recitó nuevamente el hechizo y esta vez, tanto la mujer como la niña se desmayaron. Imaginaban que era por el nivel mágico de ambas, y la debilidad propia de sus cuerpos.
Harry llegó rápidamente a donde su amante se mantenía sosteniendo a la niña, ya que Sirius había tomado en brazos a Lily.
— ¿Cómo estas? —Le preguntó preocupado.
—Bien —contestó, después de haber dejado a la niña en un sillón. Se volteó para abrazar a Harry —. Recuerdo todo. A ella, lo que vivimos, todo lo que la amé.
—Lo imaginaba —le dijo ocultando su rostro en su pecho.
—Pero te sigo amando sobre todo, Harry —aprovechó que el Lord estaba más pendiente de James y que los otros dos se preocuparon de Lily para poder besarlo por unos segundos —tengo una hija…
—Dos —le dijo mirándolo a los ojos.
—Harry —cerró los ojos esperando que no fuera verdad lo que insinuaba — ¿Qué hiciste?
—Obtener algo de ti, si es que decidías que no podías dejar de amarla.
— ¿Qué fue lo que hiciste, Harry? —Le preguntó el Lord, al ver que estaban apunto de pelear.
—Asegurar un heredero a mi sangre —declaró convencido, sin importarle que ahora el Lord le estuviera sosteniendo el brazo con fuerza —tú mismo me enseñaste a que si quería algo, tenía que luchar por eso.
— ¿Qué pasa aquí? —Preguntó James, que llegaba con Dominique de la mano.
—Estoy esperando un hijo de Severus y no permitiré que Lily Evans lo aleje de mí.
Harry no esperó obtener mas respuesta de ellos, salió del despacho y se dirigió a su habitación.
Ahora empezaba una nueva etapa en su vida. Sus padres estaban vivos, tenía como pareja al hombre que amaba, y ahora esperaba un hijo. Nadie le evitaría forjar su propio futuro. Que se preparen, por que Harry Potter estaba dispuesto a todo.
Fin
*=No tengo la mas remota idea de como se llaman los padres de Lily, ya que sólo encontré mención de ellos como el señor y la señora Evans.
**=El mismo hechizo que se ha ocupado en todos los rituales. Sangre santa y eterna, que llenas el corazón de sus padres, deja que esta limpie sus cuerpos, y que todo mal salga de sus progenitores.
N/A: Muchísimas gracias a todos los que me apoyaron en este proyecto, en especian a Dulce, que fue quien me motivo por días para que respondiera a este desafío.
Como les dije en el capítulo anterior, con este termina Penumbras, pero aquí no termina esto, señores. Se viene la segunda temporada que lleva por nombre “Develaciones”. En ella se verá la determinación de Harry al no dejar que nadie más le pase por delante. El nacimiento del nuevo Lord, joven, pero poderoso, y los secretos revelados de todo o que a pasado, como se llevara con Dominique, ya que olvídense de que se llevara bien con Roxanne, y eso, será lo que más le costara a Severus, anteponer el amor por Harry, al que empezara a reconocer en su hija.
Muajajajja.
Nos vemos en la continuación.
Un beso
Majo
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Mar Ene 11, 2011 7:18 am
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