Penumbras. Capitulo 15: Un llamado de auxilio.

Última edición por Majo-san el Jue Mayo 29, 2014 12:40 pm, editado 1 vez

Capitulo 15: Un llamado de auxilio.

Harry al fin estaba en su habitación.

Como siempre, el lugar no tenía nada más que una cama con frazadas viejas y rotas. La madera del piso estaba en un estado deplorable y en una esquina, un ropero que no contenía más que un par de poleras viejas de su primo.

Aun así, estaba tranquilo.

Su tío, si es que lo era, le había ido a recoger a la llegada del expreso y sin decir ni una sola palabra le había ordenado que subiera al auto a punta de empujones.

Cuando llegó a la casa, su tía le miró con desprecio, pero no le dijo nada. Así que subió a su habitación y se encerró ahí.

Seguramente no comería ese día y quizás en cuanto más lo haría.

El tema era volver a ver a su primo. La última vez que lo vio no fue en una situación muy buena y con lo rencorosa que era esa bola de grasa, seguramente aun tenía en mente el cobrarle el que no le tomara en cuenta a él y su pandilla de gansos.

—Volviste… fenómeno.

Y hablando del rey de Roma, y el cebo que se asoma.

—Hola, Dudley —le respondió con desgana —¿Sabes? No tengo ganas de discutir contigo.

—No me hables así, idiota —se acercó en dos zancadas y le dio un fuerte golpe en la cara a Harry, que le rompió el labio enseguida —no eres mas que un fenómeno enclenque.

—¿Y tú que, Dudley? Siempre escudándote en las faldas de tu madre —se volteo para no mirarlo. Estaba arto de soportar a ese tipo.

Dursley se acercó a Harry y lo sostuvo de la polera, casi levantándolo del suelo.

—Escúchame bien, Potter.

—No me interesa escuchar nada que provenga de ti.

—Te crees muy poderoso por tener ese palito con el que haces tucos ¿Verdad? Pero no eres nada, solo una pequeña basura al que puedo aplastar cuando quiera.

Harry sintió como era soltado y perdía el equilibrio cayendo al suelo de espadas. Sólo escuchó las risas de aquel tipo cuando se iba cerrando la puerta de un portazo.

Las cosas para Harry no fueron muy diferentes a cuando llegó a la casa de los Dursley.

Tía Petunia seguía metida en su pordiosera vida social, regodeándose en fiestas de té que no le ayudaban en nada a su mal preciada popularidad entre las señoras del barrio.

Tío Vernon. Bien. Él nunca hacía nada más que trabajar y decir estupideces sobre la magia. Magia que no conocía y que nunca había deseado.

Dudley seguía haciendo de las suyas. Atacándolo cada vez que tenía la oportunidad, lo maltrataba a base de golpes e insultos. Algo que lo tenía completamente sin cuidado.

Hasta hoy.

Sus tíos pretendían salir de la casa para poder asistir a una de esas fiestas en la empresa de tío Vernon. Dudley tendría una pequeña reunión con sus amigos. Algo que Harry sabía que tendría que aguantar las risas de esos idiotas por largo rato, así que se las arreglo para sacar algo de comida de la alacena y en cuanto su primo se fue a recibir a sus amigotes, se metió en su habitación con la intención de no salir en un par de días de ser necesario. Pero cuando ya estuvo instalado en la ventana, viendo como la gente caminaba afuera, cuando la puerta de su habitación se vio violentada de repente.

—¿Que quieres ahora, Dudley? —Su tono de voz era evidentemente fastidiado. —Dije que no te molestaría en nada. Que ni siquiera notarias mi presencia.

—Bien, pues resulta que me importa muy poco lo que tú tengas por decir —se corrió a un lado para dejar pasar a tres de sus amigos. Cada uno con mas mal aspecto que el otro —¿Recuerdas lo que me hiciste el año pasado?

—Dudley, yo no te hice nada a ti.

—Desafiaste a mis padres al irte a ese lugar de nuevo.

—Tengo que estudiar, idiota.

—Sabes a lo que me refiero, fenómeno.

Harry vio como se acercaban. Algo malo pasaría, sabía que no saldría bien de esa “entrevista” y sus temores se vieron a ratificados cuando uno de esos estúpidos adolescentes saco una navaja. Trató d alejarse lo mas que pudo, pero nada pudo hacer cuando otros dos se acercaron por los costados y lo sujetaron.

—Déjenme en paz.

—Pásame la navaja.

Con verdadero pavor vio como el idiota de su supuesto primo balanceaba el arma frente a él.

“Tengo que hacer algo… Me van a matar”

Harry miró a su alrededor y vio como la jaula de Hedwig y como su hermosa lechuza se trataba de liberar de sus ataduras para ayudarlo. Tenía que pedir ayuda. Tenía que salir de allí, pero un fuerte dolor lo hizo retorcerse.

Dudley pasaba la navaja desde su pecho hasta su ombligo, desgarrando su piel y mojando su polera con la sangre que brotaba de la herida. Forcejeó y logro separarse de uno de esos desgraciados, pero en la confusión no pudo darse cuenta de que el otro chico también tenía una navaja y se la incrustó en un costado. Se tambaleo mientras ponía una mano en el puñal para extraerlo, pero el dolor fue aun mayor y vio que su mano estaba cubierta de sangre, volvió la vista a los desgraciados que se reían ante su cobarde ataque y luego estiró su mano manchando a su lechuza en el proceso y se estiró con fuerza, sólo para lograr alcanzar la jaula con la punta de los dedos y dejándola caer desde la ventana.

Vio como la jaula se abría y como su amiga salía de su celda de metal para empezar a dar vueltas por el techo de la habitación.
Los ineptos trataban de atrapar a la lechuza, pero sin mayores resultados.

—¡Ve por ayuda, Hedwig! ¡Trae a alguien!

El grito de Harry alertó a la emplumada, que salió disparada por la ventana, buscando ayuda para su joven amo.

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por dios pobre Harry, espero que sea Severus el que llegue a rescatarlo, se que el les dará una buena lección para que entiendan que con Harry no se juega.

pobresito, hasta me arrepiento de todo el sufrimiento Sad

un beso

....¬¬ sensei en que pensabas cuando estabas escribiendo ese capitulo.....nononono mejor no me lo digas..XD woahhh un capitulo muy fuerte.... XS

no, y o peor es lo que escribo despues, lo que pasó aquí, sí, estoy muy demente Wink

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» Penumbras. Capítulo 25: Veritaserum.
» Penumbras. Capitulo 10: El secuestro.