Potter, ¿de quién es esta tarea?

¡Oh, Merlín! No sabes cuánto disfrutaba las horas hablando contigo de todo y de nada, me sentía extrañamente dichoso estando a tu lado, pero a pesar de eso aún no logro descifrar en qué momento mis sentimientos hacia ti comenzaron a cambiar… no sé cuándo me enamoré de ti. Sí, dije que estoy enamorado de ti, Harry Potter.

Te amo tanto como jamás llegué a pensar que amaría a alguien… es increíble como de sentir una enorme dicha al estar contigo, he pasado a sentir que en mi estómago revolotean millones de maripositas, y con un simple y accidental roce entre nuestras pieles siento que una descarga eléctrica recorre todo mi cuerpo. ¿Quién diría que yo, Severus Snape, un hombre de treinta y tantos años (casi cuarenta), acabaría sintiéndose igual que un tonto adolescente enamorado? Ni siquiera yo acabo de creerlo.

Hoy día me siento completamente aterrado por todo lo que me ocurre, quisiera correr hasta a ti y decirte de frente lo mucho que te amo, pero me da miedo que la relación que llevamos ahora se estropee para siempre; al menos en este momento cuento con tu amistad, y sé bien que moriría si ya ni siquiera tuviera eso de ti… es estúpido que me haya enamorado de mi mejor amigo, porque por esa razón no puedo acudir a él por un consejo.

¡¡¡Que rapidez!!! Sí, es esa la historia. ¡Tu turno!

El Señor Oscuro.

>>¿Ésta es la razón de que rehusaras verme? —estaba furioso—. ¿Es por esto que ni siquiera pudiste decirme en mi cara que no querías seguir conmigo?

Incluso mientras hablaba, la verdad llegó a ser evidente en la expresión de Harry, tan retorcida como era. Y, además, fue claro en la mente de Severus, tan cínica como era.

Probablemente, Harry ni siquiera hubiera terminado la relación si…

—Nadie merece estar conmigo —declaró Potter, liberando su rostro del agarre de Severus—. Nadie merece vivir con un monstruo —apartó su rostro y se sentó con cansancio.

Eye of the Beholder?

Pescadora de Estigia escribió:

Pociones y Sentimientos, de Paola moonligth

Snarry rules escribió:

Correcto.

Mil disculpas por no haber respondido yo como correspondía; la verdad es que andaba ocupadilla y se me pasó completamente. Por lo menos, gracias a la confusión de snarry, el juego no se detuvo

Obviamente, la respuesta de Pescadora es correcta

Ya, ya-cortó Harry la explicación de ex profesor, de forma irónica por cierto, le comenzaba a doler la cabeza más, gracias a la perorata del profesor.

Snape sonrió.

-¿Qué pasó ayer?

-¿Qué? ¿No te acuerdas de nada?

-¿No?-contestó dubitativamente.

La expresión de Severus cambió de sorprendida a seria. Eso le preocupaba, podría haber sufrido un encefalograma plano o algo así, y que narices sabía el de neurología?....decidió calmarse e intentar hablar con el chico.

-Quien eres tú-dijo Harry.

-¿Harry? ¿eh....?-Severus cada vez estaba más preocupado, se levantó acercándose al muchacho-Soy yo Harry, Severus! Tu ex amado profesor de pociones.

A Harry se le escapó una sonora carcajada que lo delató.

-¡Idiota!-masculló el Slytherin-me lo había creído, estaba preocupado.....yo también se ser malo...de esta te vas a acordar, me vengaré!

-¿Desde cuando eres mi amado profesor de pociones?-dijo Harry ignorando a Snape.-

Algo parecido a un sonrojo apareció en la cara de Snape.

Correcto!! Tu turno

Un repentino movimiento en la mesa de los profesores interrumpió a Harry. El Profesor Snape se levantó y, haciendo arremolinar su túnica, marchó con pasos majestuosos hacia las mesas de los alumnos. Harry se volvió hacia Draco Malfoy y le vio ponerse más derecho, arreglándose cuando se fijo que el maestro de pociones se acercaba…

… Y seguir adelante sin detenerse.

Todas las miradas se centraron en Snape. Rodeando las mesas como una gran ave predadora, sobrepaso las de Hufflepuff y Ravenclaw, y se dirigió hacia la espalda de la mesa Gryffindor en dirección a la mesa principal. No queriendo volver la cabeza para seguir los avances de Snape, Harry no podía verlo pero seguía sus pasos a través de la mirada de los otros estudiantes, que le seguían por el rabillo del ojo. Y fue consciente de cuando Snape paro en el momento en que Ron dio un grito ahogado y cuando Hermione abrió los ojos de par en par.

-Señor Potter.

La voz mortalmente suave vino de detrás de él y Harry cerró sus ojos, sintiéndose de repente mareado. Un tejido rozó su mejilla cuando algo fue colocado en la mesa. La presencia opresiva se alejo y Harry de mala gana abrió los ojos de nuevo.

El cortejo de Harry Potter por Siomara

El cortejo de Harry Potter por siomara

tu turno.

Fue el más joven quien inició el acercamiento, acurrucándose contra su pareja y dándole un suave beso en los labios…tentativamente. Severus, sin más preámbulos, se apoderó de los suaves y carnosos labios que tanto había extrañado y mordió suavemente el labio inferior del más joven, succionando levemente, recreándose en la caricia. Harry, le concedió inmediatamente permiso para profundizar el beso. Inmediatamente empezaron una lucha por el poder que ganó Severus, haciendo que Harry le dejara acariciar toda su boca a placer… hasta que la falta de oxígeno les hizo separarse.

Los dos intentaban recobrar el aliento, felices y sonrientes, con las frentes juntas.

-Quiero hacerte el amor….-dijo Severus con voz ronca por la pasión –. Necesito sentirte…¡Hace tanto tiempo….! - jadeó, intentando controlar su errática respiración

-¿Y a qué estás esperando? – musitó Harry, mordiéndole en el que recordaba un sensible punto de Severus detrás de su oreja, haciéndole gritar.

-¡Ahora verás…pequeño salvaje…!- gritó Severus cogiéndole en sus brazos y llevándole a toda prisa hacia el dormitorio, mientras Harry ahogaba una carcajada.

Severus le lanzó a la cama sin contemplaciones, para inmediatamente colocarse sobre él a horcajadas, sujetándole las dos manos sobre la cabeza, dominando totalmente la situación. La risa de Harry se convirtió en gemido ante el posesivo beso de Severus, que nuevamente le comía literalmente la boca deleitándose en el beso, tomando lo que le pertenecía por pleno derecho y que le había sido injustamente negado tanto tiempo, mientras con su mano libre le despojaba de las molestas prendas que cubrían el deseable cuerpo de su amante, dejándole totalmente desnudo.

Correcto! Tu turno

Ya era de noche, cuando se sentaba en la misma silla de siempre al lado de la figura de su amigo. Tenía la costumbre de pasarse todos los días; no podía ni quería dejarle solo, aún sabiendo que todos los de la Orden y sus amigos, venían a verle; incluso los Malfoy.



Esa noche, había decidido contarle a Severus las tardes que pasaba con la señora Figg y sus gatos, los días que sus tíos decidían dejarlo con ella cuando les apetecía salir a divertirse.



Estaba en eso, cuando miró la mano de Snape que estaba por encima de las sábanas; eran unas manos grandes y fuertes, pero muy delicadas, al igual que su dueño.



Cerró los ojos un momento y se puso en una postura más cómoda en su silla y dejó que sus recuerdos se centraran en esas manos. La de veces que las vio activas en clases de pociones, gesticulando las órdenes de su amo; revolviendo, cortando y estrujando ingredientes; se concentró aun más en rememorar cuando las tuvo cerca, tan cerca que apetecía tocarlas, esas veces que, en clase, su maestro se ponía detrás de él y alargaba sus brazos rodeándolo por completo para corregir sus errores y hacer desparecer el contenido de su caldero.

Puntos para PrincessofDark por El cortejo de Harry Potter




Puntos para Pescadora de Estigia por Engañado

correcto

regreso a ti de MyLoveSnape?

¡Hasta aquí hemos llegado! Retrocede un par de pasos hacia la pared cuando me voy hacia él. Lucho contra las ganas de lanzarle una maldición o incluso de darle un más físico y satisfactorio puñetazo. ¿Difícilmente iba a superar esa metedura de pata? Harry Potter siempre logra lo imposible, sí señor.

-No sé que te habrán enseñado los Dursley, o qué tipo de conversaciones has tenido con tus amigos, qué revistas lees o quién demonios ha hecho que pienses así, Harry.

Veo sus ojos llenos de lágrimas contenidas y siento que espera que le golpee y le mande fuera de mi habitación, así al menos podría pelear en una lucha clara, una batalla donde poder dejar salir toda la rabia que sin saber porqué he desatado. Eso sería muy propio de un Griffindor. El problema, pequeño león, es que soy más retorcido que todo eso.

-No sé porqué concibes el sexo como una lucha en la que dominar o ser dominado. Y menos aun porqué te quedas en la idea básica de que aquel que domina es el que penetra… se puede ser muy activo siendo el ‘pasivo’, Potter.

Con un movimiento de varita que estoy seguro le sorprende que no esté dirigido hacia él cierro las puertas. De aquí no se va nadie hasta que no hayamos resuelto esto.

Puntos para Majo San por A través del espejo



Puntos para Pescadora de Estigia por Regreso a ti

The marked man de Alisevv?

nopes

Cambiare Podentes: Invocare de Jordan Grant??

tampoco

Lara, ¿por qué no pones otro pedacito a ver si se anima el juego?

correcto,

Si yo me quedé helado con la petición de Dumbledore, en el interior del despacho Potter casi daba la impresión de que convulsionaría de rabia. Sin embargo no protestó, me miró con odio mientras me adentraba y cerraba la puerta tras de mí.


— ¡Bastardo mal nacido! —gruñó, llevó su mano derecha al interior de su túnica, seguramente buscando su varita para atacarme pero Dumbledore debió habérsela retirado… una inteligente decisión.

— Generalmente los bastardos tienen un mal nacimiento. —me burlé yendo hacia el escritorio de Dumbledore, un servicio de té se encontraba puesto y decidí aprovecharlo—. Búsquese otra injuria, ese no es mi caso.

— ¡Lo odio!

Puntos para Majo San por corredor de fondo

sipes

Jooo que era mi madrugada y estaba durmiendo....

Aquí voy:

-¿Quiere que me vaya? -preguntó resentido.

Su voz sonó más afectada de lo que pretendía. Tal vez por eso Snape volvió ligeramente la cabeza para mirarle, apartando su atención de lo que estaba haciendo.

-Haga lo que quiera, pero no me distraiga -dijo el pocionista, en un tono descaradamente impaciente.

Con un molesto nudo en la garganta, Harry se preguntó dónde estaba el hombre que le había abrazado la noche anterior. El que había trazado relajantes círculos sobre su espalda y después, seguramente creyendo que ya estaba dormido, había acariciado su pelo de una forma vacilante y tímida, como si temiera poner demasiado de sí mismo en aquel pequeño mimo. Sintiéndose de repente demasiado vulnerable e inseguro, Harry tomó aire antes de decir:

-Entonces recogeré mis cosas.

Esta vez Severus se volvió completamente hacia el joven, quien le dirigía una mirada incomprensiblemente herida.

-¿Y por qué haría semejante tontería? -preguntó el pocionista.

Harry se encogió de hombros. ¿Qué podía decir? ¿Qué ayer por la noche por primera vez en mucho tiempo no se había sentido solo? ¿Qué quería muchos más abrazos como el que había recibido? ¿Qué esa mano indecisa se sentía genial peinando las hebras de su pelo? Gilipolleces de las que seguramente Snape se reiría. Además, ¿qué debía pensar realmente de él después de haberle visto en San Mungo? Que daba pena. Eso era.

-No necesito su lástima.

Correcto majo... Y Harry, no te preocupes, ya sabemos lo quisquilloso que es Sev ^_^

*Le da a Harry un sonoro beso en la mejilla

Pasaron los días, y Harry tenía más pesadillas, pero no les decía nada a Ron y Hermione ya que sólo los preocuparía más. En sus clases tomaba poca atención pues siempre se quedaba dormido en medio de ellas. En las comidas no probaba alimento ya que no tenía apetito, sus amigos le preguntaban si se encontraba bien y el como siempre les respondía afirmativamente.



Harry miraba de reojo a Severus notando como siempre lo miraba con odio, algo que no lo animaba mucho. Siempre intentaba mantenerse lo más alejado de Snape en sus clases; sabía que sólo se lastimaba con la presencia del profesor. No sabía como pero cada día le gustaba más; observar como siempre tenía esa fuerza, esa valentía para ser un espía de Dumbledore.



El, en cambio era un cobarde que no quería que llegara el momento de su enfrentamiento con Voldemort, no era buen mago, sólo había tenido suerte los años anteriores y ahora sabía de la profecía. ¿Por qué tendía que ser el? ¿Por qué no Neville?

bien

Me toca:

"Dígame, Profesor". Harry susurró sin abrir sus ojos, tan calladamente que las palabras no alcanzaron sus propios oídos. "¿Ha sentido alguna vez caer la llovizna encima de su rostro?". Suspiró.

Fue temprano en una mañana de Agosto, sólo unos días después de su cumpleaños, cuando Ron y Hermione consiguieron el valor suficiente para anunciar su compromiso. Harry podía admitirlo ahora, sintió herida por la noticia. Ron y Hermione fueron por siempre sus mejores amigos y de repente, 'Ron y Hermione' ya no fue mas una epíteto para 'suyo' sino para 'nuestros'. Nuestros entre ambos. Él había sentido ira, pero fue la herida de sentirse abandonado de nuevo por los seres que amó lo que predominó en su corazón y reaccionó alejándose un poco más dentro de sus barreras internas. Construyendo un lugar para no ser alcanzado ni fácilmente herido.

"Es un sentimiento increíble". Harry culminó su pensamiento anterior tan calladamente como pudo. Una sonrisa bendita cubrió su rostro al recordar su último año en Hogwarts, justo después de ese Agosto. La angustia y miedo de Ron y Hermione por su seguridad a la eminente última batalla entre él y Voldemort. Y justo un día antes de su cita ineludible con su destino, el miedo que lo engolfó había sido indomable. Demasiado miedo. Huyó. Corrió y corrió sin dirección en los bosques prohibidos intentando escapar del sentimiento agónico de asfixia.

"¡Harry Potter!". Gritó una voz familiar, le hizo detenerse tan súbito como la otra presencia se había acercado.

sipes

Miró la gran habitación de su hija, de un lado a otro, desde la puerta del vestidor que había en la pared derecha abierta y evidentemente sin rastro de su hija, el escritorio apoyado en la misma pared que la puerta, la gran cama que ocupaba la parte central de la habitación. No estaba, su hija no estaba. Y la ventana estaba abierta de par en par.
Dejó caer la bandeja asustado, ¿dónde estaba su hija?, ¿y si alguien había entrado y se la había llevado?, estaba amenazado, lo sabía toda su familia lo estaba, a pesar de que esa casa estaba escondida y contenía un guardián. No se fiaba. Y si alguien se la había llevado.

Antes siquiera que llamara a su marido lo tenia detrás de él, mirando la habitación y sabiendo lo que estaba pasando por la cabeza del ojiverde.

Se adelantó y entró dentro de la habitación y vio el papel encima de la cama.