16º Capítulo: Navidad y…
Por fin era navidad.
Damián, Levi y Rudy estabas demasiado emocionados como para esperar un minuto más a que llegara el expreso que los llevaría a casa. Era la primera navidad que pasarían con su verdadera familia. Junto a sus dos padres y su madrina. Además de dos agregados que habían sido agregados a los planes de las fiestas.
Uno de ellos era Matt. El misterioso novio de María y padre de la criatura que la mujer estaba esperando. Cosa que el susodicho no tenía idea y que sería su regalo de navidad este año.
El otro invitado era Scorpius, quien había insistido en que quería conocer más a fondo a la familia de su novio. Además de pedir los permisos pertinentes, para que el moreno asistiera a su casa el día siguiente, para ser presentado como su pareja oficial.
Harry había estado eufórico toda la semana. Quería que la casa luciera lo mejor que podía, para que los chicos se llevaran una gran sorpresas al llegar ese día. Se había esmerado en decorar muy bien la casa. Tanto al estilo Muggle, como al mágico.
María estaba tan entusiasmada como el oji verde. Aparte de la felicidad que sentía al saber que su sueño por fin se había realizado y llevaba en su vientre al hijo de su amado. Había estado tan radiante, que casi todo el mundo se lo hacía saber en el hospital donde trabajaba.
Severus se preocupaba de mantenerse lo más sereno posible. Había veces en que se quedaba embelesado mirando a Harry decorar la casa y ver lo feliz que se ponía al momento de recordar algo hermoso que viviera junto a los trillizos. Algo en su interior se quebró al pensar que él no había podido hacer nada por ellos. Pero se recompuso rápidamente al recordar que pronto estarían juntos y que poco a poco iría creando recuerdos junto a su familia.
El expreso llegó finalmente a la estación de Londres y los trillizos bajaron casi corriendo al ver por la ventana a sus padres. Harry y Severus habían decidido ir a buscarlos juntos.
-¡Papás! -Gritó Damián al arrojarse contra su padre que lo recibió con los brazos abiertos.
Rudy y Levi llegaron rápido, pero sin tanto arrebato como su hermano. Scorpius venía tras ellos, dándoles un poco de espacio a los Snape, para que se saludaran y tratando de impedir que la gente se acercara demasiado a la familia.
Ciertamente el que Severus Snape y Harry Potter formaran una familia junto a sus tres hijos, fue una gran noticia, pero aun ellos no hablaban nada con los medios y todo se basaba en especulaciones que no venían muy al caso.
-¿Cómo estuvo su viaje? -Les preguntó Harry besando las frentes de sus chicos. A los que había extrañado terriblemente esos meses.
-Bien, papá. Uno que otro queriendo saber más de lo necesario.
-Sí, Rudy los espantó, pero se venían contra Dami, pensando que le podían sacar algo de información.
-Ya veo… -dijo Severus al pasar un brazo por los hombros de Harry para acercarlo más a él -¿Están listos?
-Sí -dijo Rudy mientras se volteaba para ver donde se encontraba su novio y cuando lo diviso le hizo una seña para que se acercara -. Scorp irá con nosotros y se comunicara con su papá desde la casa.
-Me parece bien -dijo Severus con su rostro serio, analizando cuidadosamente al hijo de su ahijado y novio de su hijo.
Scorpius se sintió un tanto intimidado por el escrutinio, pero aun así no dijo absolutamente nada. No fuera ser que se le ocurrieras terminar en malos términos con su suegro. Algo que ciertamente estaba completamente fuera de sus intenciones.
Harry sólo miraba el intercambio y negaba con la cabeza. Sabía que a Severus no le parecía para nada el que su hijo de 15 años tuviera novio y mucho menos que ellos compartieran habitación. Le había dado a conocer su temor de que cometieran alguna tontería, pero Harry sólo le dijo que si eso pasara, tendría que atenerse a la idea de ser abuelo, cosa que no le gusto para nada al mayor, mucho menos porque sabía que su pareja hablaba medio en serio.
-Será mejor que nos marchemos o seguiremos llamando la atención de la gente -les dijo Levi, mientras le guiñaba un ojo a cierto chico que esperaba la llegada de algún familiar que lo pasara a retirar.
-¿Quién es? -Preguntó Harry, al ver la acción de su hijo.
-Es Hugo-dijo Damián con una sonrisa, mientras veía que su hermano le hacía gestos de que se callara- Hugo Weasley para ser más preciso. El hijo de Ron Weasley y Hermione Granger. Va en primero.
-Oh, veo -dijo Harry mirando evaluativamente a su hijo -¿Alguna razón por la que no me lo habías contado?
-Para nada -dijo sonriendo -. Sólo es un amigo.
-Aja -dijeron en coro Scorpius, Damián y Rudy, mientras rodaban los ojos.
-Veo que los demás no piensan lo mismo -le dijo Severus mientras empezaban a caminar a la salida.
-No sé por qué lo harán -les dijo a los tres mientras los fulminaba con la mirada.
-Pero al parecer ellos si saben de qué hablan -Harry sabía que algo pasaba ahí, pero prefirió que mejor lo hablaban después -. Bien, es mejor que nos apuremos y lleguemos rápido a la casa, aún quedan unas cosas por hacer y María se quedó sola.
Los chicos asintieron y se dirigieron a la zona de apariciones donde todos se agarraron de un amuleto que llevaba Harry en la mano y que los dejaría en el jardín de la casa en Francia.
Como era de esperar, cosa que no cambio con el paso de los años. Harry estuvo a punto de caer, pero su amado lo ayudó a equilibrarse, mientras pasaba un brazo por su cintura y lo acercaba a su cuerpo.
Los chicos llegaron con gran facilidad y parecía que tenían una facilidad nata, para todo lo que eran los medios de transporte mágicos.
-¡Chicos! -Gritó una mujer desde la puerta.
Los chicos dirigieron la mirada a la entrada y allí estaba ella. La mujer con quien más tuvieron contacto desde que podían recordar, quien los cuido cuando estuvieron enfermos y les dio todo el amor que tenía para dar.
-¡María! -Gritaron los chicos, mientras corrían a su encuentro.
La mujer estaba emocionada. Había extrañado demasiado a ese trío, que ahora la abrazaban afectuosamente.
-María… ¿Vas a tener un bebé? -Le preguntó Damián. Mientras se separaba de ella y se situaba junto a sus hermanos.
-Así es -les dijo con una sonrisa -. Voy a tener un bebé en unos meses más.
-¡Felicidades! -Les dijeron los chicos.
-Muchas gracias -les dijo con una sonrisa. Miró a los presentes y recién en ese momento cayó en cuenta de la presencia de otro joven -¿Quién es el joven? -Preguntó motivada por el parecido con el rubio amigo de Harry.
-¡Ah es verdad! -Dijo Rudy emocionado mientras tomaba la mano del chico y se acercaban a ella- Él es Scorpius, es mi novio.
-Es hijo de Draco -le dijo Harry al ver la cara de condición que tenía la mujer.
-¡Oh, ya veo el parecido! -Dijo la mujer, mientras le daba un abrazo al rubio “Es muy parecido al rubio engreído, pero también se párece a Sirius Black” pensó para sí misma y es que algo en la mirada del chico era diferente a su padre gestante.
-Mucho gusto -la saludo.
Los siete ingresaron a la casa y se dispusieron a arreglarse para la cena. Mientras Scorpius le comunicaba a su papá que había llegado bien y que estaría en contacto con ellos durante la noche.
Las horas pasaron y la tarde acabo lentamente, dándole la bienvenida a la noche.
María estaba más que emocionada. Pronto llegaría su novio y se lo presentaría a su familia. Además de que al dar las doce de la noche le daría la noticia del bebé que estaban esperando. Ya se había realizado todos los exámenes necesarios y estaba feliz de que tendría una niña. Una niña que amaría como a su vida. Tenía poco más de tres meses, pero aún no se notaba demasiado con la ropa suelta que solía utilizar.
La mesa estaba lista y sólo faltaba que llegara el susodicho Matt.
El sonido del timbre llamó la atención de los integrantes de la casa y María casi corrió a la entrada para abrir la puerta.
Los hombres de la familia esperaban en la sala.
María entró acompañada de un hombre alto, de cabello oscuro y ojos verdes pardos.
-Familia… les presento a Matt.
-Mucho gusto -dijo el hombre, dedicándoles una amable sonrisa, que fue devuelta por los demás.
-Así que tú eres el susodicho Matt -Le dijo Harry mientras se acercaba y le tendía la mano -. Harry Potter -se presentó para luego alejarse un poco -. Ellos son mis hijos -apuntó a los jóvenes que se acercaron a saludar.
-Rudy -dijo el mayor, mientras estrechaba la mano del hombre.
-Levi, un gusto -se presentó y al igual que su hermano, le dio la mano cordialmente.
-Damián -el chico le dio la mano, la cual fue estrechada con fuerza por el hombre.
-Mucho gusto -les dijo a los tres- son chicos muy guapos.
-Gracias -dijeron los tres a coro.
-Severus Snape -se acercó y alejó a sus hijos del hombre. Algo en él no le daba mucha confianza y lo hizo notar al apretar fuertemente la mano de Matt.
-Amor, él es Scorpius, el novio de Rudy -le dijo María, mientras señalaba al rubio, que reticente le dio la mano a ese desconocido.
-Son una familia grande -les dijo en tono de broma.
-Sí, bastante -le respondió Harry, mientras los guiaba al comedor -¿Por qué no nos sentamos a cenar, para que no nos pille las doce en la mesa?
Todos se dispusieron a comer. Severus se ubicó junto a Matt. En la mesa y al otro lado de este, se sentó María. Seguido de la mujer se sentó Levi, junto a él Rudy y Scorpius, para finalizar el círculo con Damián y Harry que quedó junto a su pareja.
La cena transcurrió de manera amena y al momento del postre, Matt se puso de pie y fue por la bolsa que traía cuando llego. Puso sobre la mesa una hermosa fuente con un postre que parecía ser pudín de almendras, el cual estaba exquisitamente decorado con hojas de menta.
Todos disfrutaron del postre y estaba realmente delicioso. Mientras que unos ojos miraban atentos como la familia disfrutaba del que sería, la última de las cenas que pasarían juntos.
Continuará…
Siguiente capituloCapitulo anterior