La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 El Secreto del Angel. Capítulo 4

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Sol
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MensajeTema: El Secreto del Angel. Capítulo 4   El Secreto del Angel. Capítulo 4 I_icon_minitimeJue Nov 19, 2009 8:09 am

Personajes: Harry Potter/Severus Snape

Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.K. Rowling, no percibo beneficio económico por esto.

Clasificación: R.

Resumen: Harry despierta en el hospital y ha olvidado cosas importantes de su vida, una de ellas a su esposo, Severus.




El secreto del ángel



1


Ahora lo había recordado todo y no comprendía porque sólo ahora era posible, había pasado casi un año desde la desaparición de su bebé y nada lo había hecho sospechar de que tras aquel terrible suceso estaba él, se suponía que estaba muerto, sí, él lo había visto morir hacía años, antes de la batalla que puso fin a la guerra. Sería toda una sorpresa para Severus, ni siquiera en la peor de sus pesadillas imaginaría que era él quien se había llevado al pequeño Ángel, aquello había sido una venganza directa contra su esposo, después de todo Severus lo había traicionado. Sintió un terrible estremecimiento mientras corría de regreso a la casa, su bebé estaba en manos de ese ser despreciable, su bebé ya tenía más de un año, si es que estaba vivo. Tenía que estarlo, al llevárselo la intención de él no era dañarlo, lo había dicho “tu hijo será mío como siempre debió ser” esas habían sido sus últimas palabras, claro Severus había sido utilizado como un juguete durante años, un juguete complaciente y servicial, hasta que se había enamorado de él, porque después de eso Severus se rehusó a seguir siendo su amante, cosa que él jamás le perdonó.


Con la respiración entrecortada a causa del esfuerzo de la carrera a través de la espesa nieve, Harry llegó hasta la puerta de la casa, pronunció la contraseña para que la puerta se abriera, pensó que sí él y Severus hubiesen tenido la costumbre de poner aquella contraseña de seguridad antes en la casa ahora su bebé estaría con ellos. Apartó esta idea, pues era inútil lamentar los errores cometidos. La puerta del laboratorio de su esposo no estaba cerrada la empujó con fuerza y entró de golpe, Severus estaba de espaldas sentado observando el contenido invierte de un caldero, el ruido lo hizo voltearse alarmado.


——¡Harry! ¿Qué sucede? ¿Estabas afuera otra vez? No me digas que fuiste a ese lago que…


Harry levantó la mano pidiendo silencio mientras buscaba con la vista algo en que sentarse. Necesitaba serenarse antes de comenzar a hablar, lo más probable era que Severus pensara que había enloquecido con la noticia que le había dado hacía unas horas atrás.


——Tienes la ropa húmeda… debes cambiarte o enfermarás, le diré a Dobby que…

——¡No! Ahora no Severus… debes oírme… es muy… importante…

——Te creo Harry, pero antes irás a cambiarte y…

——Sé quien se llevó a nuestro bebé ——declaró Harry de golpe con la voz aún agitada.


El ademán de Severus de salir en busca de Dobby quedó suspendido. Harry lo observó anhelante, pero el hombre permaneció varios segundos quieto sin decir palabra, luego lentamente se volteó hacia Harry, y entonces éste pudo leer en el rostro del hombre mayor una profunda tristeza que le indicó al muchacho que sus palabras no habían causado el efecto que el había esperado.


Harry había comprendido que para resolver aquel asunto necesitarían la ayuda de alguien y ese alguien sólo podía ser Albus Dumbledore. Sin decirle mucho más a Severus le había pedido que lo acompañara en ese mismo instante a ver al director de Hogwarts.


************

Ahora se encontraba sentado frente al viejo profesor mientras Severus permanecía de pie cerca de la chimenea.


——Veo que ese lamentable accidente no te borró todos los recuerdos Harry ——dijo el director.

——Así es profesor, lo recuerdo a usted, la escuela, a todos a los único que no recordaba era a Severus y a mí bebé.

——La mente actúa de forma extraña Harry… a veces nos hace olvidar para que no suframos.

——La verdad es que he comenzado a tener dudas sobre eso profesor.

——¿A qué te refieres Harry?

——Bueno quiero decir que… es muy extraño que no recordara a mí bebé y a Severus, pero sí todo lo demás, ahora tengo la certeza de que esto es producto de un hechizo y no del accidente en ese auto muggle.

——No te entiendo Harry ——dijo el director dándole una mirada preocupada a Severus.

——Dijeron que manejaba mi automóvil cuando tuve el accidente, que choqué con un árbol y por eso mi amnesia, pero nadie lo comprobó realmente, no hubo testigos según dijeron ——dijo Harry.

——Hubo una testigo Harry… ibas de camino a casa cuando te accidentaste, una mujer muggle llamó a la policía afortunadamente intervinieron los funcionarios del Ministerio y todo se solucionó sin problemas, interrogaron a esa mujer y no hubo nada extraño en su historia ——terminó diciendo Severus.


Harry miró al hombre pensativo por un momento, no estaba convencido del todo, tenía el presentimiento que ese accidente se relacionaba directamente con el secuestro de su bebé.


—Recordé quien se llevó a mi hijo —dijo Harry de pronto, causando gran asombro en el director, no así en Severus que le observaba con cautela.

—¿Harry cómo puedes recordar eso, tú no estabas en la casa ese día? —dijo el director mirando con preocupación a Severus.

—Les relataré todo lo que he recordado —dijo Harry mirando a un punto lejano.


Severus esta vez miró con cierta aprehensión al muchacho, la mirada de Harry le decía que aquello era importante.


—Por supuesto Harry, estamos listos para oírte —dijo Dumbledore.

—Ese día que fui hasta Hogsmeade para comprar ese ángel que tanto deseaba para nuestro árbol, la tienda estaba abarrotada y me tardé más de lo esperado, pero en cuanto conseguí el ángel regresé a casa. Al llegar encontré huellas en la entrada y tuve la impresión de que había visto a alguien merodeando, como siempre me ganó la curiosidad y desee averiguar si era sólo mi imaginación o realmente había visto a alguien cerca de nuestra casa. Seguí a eso que me había parecido la figura de una persona y los pasos me llevaron hasta el lago que está cerca de nuestra propiedad. Al llegar ahí noté huellas, muchas y estaban en todas partes, no me había equivocado.


Severus tembló por lo que Harry diría a continuación.


—Escuché una voz tras de mí… hacía tiempo que la había oído por última vez… apenas podía creerlo, se suponía que estaba muerto… yo le había visto morir poco antes de la batalla final.

—Harry… ¿a quien te refieres? —preguntó Dumbledore.

—Lucius Malfoy —dijo Harry mirando directamente a Severus.


El hombre de ojos negros abrió la boca asombrado y con una expresión de horror en la mirada comenzó a comprender.


—Sí Severus, por increíble que parezca ese hombre no estaba muerto, no sé como pudo suceder porque muchos lo vimos morir en aquel ataque que hubo en la escuela días antes de que la Orden del Fénix diera con el escondite de Voldemort.


Severus cerró los ojos, aquella nueva realidad le resultaba siniestra, su bebé en manos de aquel hombre que tanto lo odiaba.


—¿Harry no sería alguien más que usaba la apariencia de Lucius? —preguntó Dumbledore.

—La verdad lo pensé en el primer momento, pero no, era él, nadie podría imitar su voz y su forma de arrastrar las palabras de ese modo.

—Sí Harry hay alguien —dijo Severus de pronto.


El muchacho desvió la vista hacia su esposo.


—Draco —dijo Severus secamente.


Harry arrugó el ceño y luego desvió su mirada hacia el director, vio que éste asentía de acuerdo con lo dicho por Severus.


—Pero Draco murió antes que Lucius, mucho antes…

—¿Recuerdas como murió Draco? —preguntó Dumbledore.

—Claro que lo recuerdo, fue en Hogsmeade… él y sus inseparables compañeros estaban en el pueblo el día de Halloween, llegaron los Mortifagos y comenzaron a atacar a los alumnos y a la demás gente… Malfoy y sus compañeros se unieron a los Mortifagos, y comenzaron a atacar especialmente a mí, pero luego llegaron los de la Orden, fue Ojoloco quien le lanzó la maldición a Draco Malfoy, yo lo vi… después de eso los Mortifagos se desaparecieron llevándose el cuerpo, también escaparon los amigos… ese Crabbe que siempre… —el muchacho se detuvo abruptamente.

—¿Qué sucede Harry? —preguntó Severus.

—Crabbe… ahora que lo recuerdo… durante ese enfrentamiento… no vi al otro amigo inseparable de Malfoy… Goyle…


Harry comenzó a darle vueltas a ese recuerdo, se concentró en lo sucedido ese día. Recordó que durante ese paseo al pueblo en varias ocasiones se topó con Malfoy, pero éste actuaba medio extraño y en todo momento hizo lo posible por alejarse de él, cosa que no era propia de Malfoy que siempre le buscaba para tener enfrentamientos, sin embargo aquella tarde no parecía el mismo de siempre. Y además sólo le había visto acompañado por ese tal Crabbe... el otro amigo de Malfoy no estaba por ningún sitio.


—Creo que sé que pudo haber sucedido en realidad —dijo Harry.

—¿Qué cosa Harry? —preguntó Severus.

—Ese día en Hogsmeade antes de que llegaran los Mortífagos, me tope varias veces con Malfoy y su amigo Crabbe, pero sólo con ellos, el otro… Goyle jamás lo vi, y Malfoy ese día actuaba muy extraño… en todo momento me evitó, era extraño porque Malfoy nunca perdía la oportunidad de enfrentarme. Siempre había pensado que ese día actuó así porque sabía del ataque que harían los Mortífagos… pero ahora…

—¿Qué estás pensando Harry? —dijo el director.

—Tal vez… el de aquel día… no era Malfoy, sino su amigo Goyle, podría ser que al que realmente mató Ojoloco ese día fuera a alguien con la apariencia de Malfoy, después de todo ellos se desaparecieron llevándose el cuerpo, nadie puede asegurarnos que realmente fuera Malfoy el muerto —terminó diciendo Harry.


Severus al oír esto creyó que Harry estaba desvariando, pero luego de pensarlo un segundo no le pareció una idea totalmente descabellada. Se quedó en silencio intentando recordar como habían sucedido las cosas durante ese día, en que varios alumnos de Slytherin cuyos padres militaban en las filas Mortífagas habían huido de la escuela. Ahora que Harry lo había dicho lo recordaba con más claridad, en ese tradicional paseo a Hogsmeade el día de Halloween al que también había ido él pues tenía encargo de resguardar la seguridad de los alumnos, para entonces su papel de espía ya había quedado al descubierto.


No era imposible después de todo que Lucius hubiese planeado algo así. Él sabía mejor que nadie que Lucius no quería a Draco en las filas del Señor Tenebroso, era muy probable que hiciera a otro tomar poción Multijugos para engañar a todo el mundo. Después de todo él mismo le había enseñado Oclumancia a Lucius, bien podía éste último haber usado esa habilidad para ocultarle al Señor Tenebroso la verdad. Pero luego Lucius había muerto sólo un mes antes de la batalla final y el secreto había muerto con él. Era muy probable que Draco se hubiese ocultado mucho antes del final de la guerra.


Draco sabía de la relación que había entre Lucius y él desde su quinto curso. Los había descubierto en el despacho en una situación bastante evidente. Pero no se había disgustado con su padre ni con él, aceptaba que fuesen amantes, sólo había exigido que su madre nunca se enterara. Sin embargo las cosas habían cambiado durante el sexto curso. Él por orden de Dumbledore había comenzado a adiestrar a Harry en Defensa, nadie más preparado que él para ello, pues conocía magia oscura muy poderosa, sin proponérselo se había ido enamorando de Harry y aunque al final había llegado a la conclusión de que no tenía oportunidad con el muchacho, de todas formas había puesto término a su relación con Lucius Malfoy.


Después de terminar su asunto con Lucius no permaneció mucho tiempo más en las filas del Señor Tenebroso. Le confesó al director la relación que había mantenido con Lucius por años y el motivo por el cual había decido abandonarlo. Desde ese mismo momento Dumbledore no le permitió que siguiera arriesgándose como espía, la farsa quedó al descubierto y Lucius al saberlo, a través del mismo Draco le dijo que llegaría el día en que debería pagar por su doble traición.


Y todo parecía indicar que el encargado de hacerlo pagar era Draco. Parte del enigma estaba resuelto, pero faltaba resolver la parte más dolorosa de todo eso, donde estaba su bebé. No quería pensar que fuera posible que Draco hubiese lastimado a un bebé de apenas sólo dos meses. Si Ángel vivía ahora debía tener más de un año.


—Profesor… creo que las conjeturas de Harry podrían ser muy acertadas. He recordado algunas cosas y es muy probable de que haya sido Draco quien se llevó a nuestro hijo, él sabía de mi relación con Lucius y también supo porque yo terminé mi historia con su padre.

—Entonces es muy probable que sea él quien quiso vengarse de ti llevándose al bebé —dijo el director.

—Eso significa que jamás recuperaré a mi bebé… Draco pudo llevárselo a cualquier lugar, no existe modo de averiguarlo.


Un silencio se apoderó del despacho, Harry que había llegado ahí lleno de esperanza ahora sentía que volvía a derrumbarse.


—Harry te prometo que de alguna manera averiguaremos donde está el bebé —dijo Dumbledore.

—Pero cómo lo haremos, hasta ahora nadie ha podido dar con el paradero de la persona que se llevó a nuestro hijo —dijo Severus.

—Les prometo que pensaré en algo, estoy seguro que si damos con Draco Malfoy encontraremos al bebé —dijo Dumbledore.

—Profesor que yo esté convencido de que Draco está vivo no significa que los demás también lo crean —dijo Harry.

—Harry… todos creíamos hasta ahora que Draco Malfoy había muerto… no te parece que es más fácil dar con el paradero de una persona cuando ésta confía en que todo el mundo la cree muerta.

—Es cierto —dijo Severus —, si Draco hasta ahora confía en que todo el mundo lo cree muerto y además de que su hechizo contra Harry aún tiene efecto, bien podría descuidarse.

—Creo que por otra parte sería bueno averiguar que fue de Narcisa, luego de la muerte de Lucius nadie volvió a saber de ella —dijo Dumbledore.


Severus entrevió una esperanza.


—Profesor… la verdad es que nadie volvió a saber de ella. Y nadie se preocupó de averiguar nada, después de todo siempre se mantuvo aparte de los asuntos de Lucius y Draco… y con ellos muertos…

—Ahora que lo pienso Severus, tienes razón nadie se preocupó de que sucedió con ella tras el final de la guerra, muchos supusieron que abandonó Inglaterra, pero y sí tal vez no lo hizo.

—Aquella mansión está abandonada, no puede ser que viva ahí —dijo Harry.


Severus y el director intercambiaron una mirada.


—Sería casi imposible… pero por otra parte, nunca nadie volvió a pisar ese sitió en estos seis años —dijo Dumbledore.

—Hay un modo de averiguar si la casa está habitada por alguien más a parte de los elfos domésticos —dijo Severus.

—Por supuesto Severus —dijo Dumbledore y poniéndose de pie se acercó a Fawkes —. Necesito que vayas ¿de acuerdo?


El Fénix emitió un sonido y de un fogonazo desapareció. Después de eso Harry se acercó a Severus y lo abrazó tembloroso, tenía miedo de aquella esperanza que había nacido dentro de él tan repentinamente.
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Sol
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MensajeTema: Re: El Secreto del Angel. Capítulo 4   El Secreto del Angel. Capítulo 4 I_icon_minitimeJue Nov 19, 2009 8:11 am

2



Había resultado muy difícil convencer a Harry de que lo más importante en ese momento era actuar con prudencia ante el nuevo giro que tomaban las cosas. El muchacho había aceptado esperar en su hogar el resultado de las averiguaciones que haría Albus Dumbledore. El primer paso ya estaba dado ahora sólo quedaba esperar que surgiera alguna pista concreta.


La nueva situación que se había presentado venía a cambiar mucho las cosas entre Severus y Harry; los sentimientos de culpa ya no eran tan grandes como antes, pues si resultaba que habían sido víctimas de una muy bien planeada venganza, Severus no era totalmente culpable de que el bebé desapareciera, por lo menos así lo comprendía ahora Harry. Además de que no quería hacer más recriminaciones por lo sucedido, sus recuerdos aún no eran del todo claros y no estaba seguro de sí antes de todo aquello él estaba al tanto de la historia que había tenido su esposo con Lucius Malfoy.


Severus por su parte estaba más angustiado que Harry, ahora se sentía más responsable que antes de todo eso. Había obligado a Harry a tomar una poción para que pudiera dormir esa noche, él por su parte no podría pegar un ojo, estaría atento a cualquier mensaje que enviará Dumbledore, no negaba que tenía mucho miedo ante el final que podía tener todo eso, nadie podía garantizarle que su bebé aún estuviese con vida. Angustiado se levantó del sillón desde donde resguardaba el sueño de Harry. Sentía que en cualquier momento colapsaría a causa de los nervios que estaban a punto de estallarle.


Para dominar su impaciencia se recostó junto a Harry, tal vez de ese modo encontrara un poco de calma para su atribulado corazón. Su amor por Harry siempre había actuado como un dulce catalizador de sus preocupaciones. No sabía que hora era cuando sintió que algo tiraba de la manga de su túnica, de inmediato abrió los ojos y volvió la cabeza, Dobby agitaba sus orejas de murciélago, y tenía los ojos más grandes que nunca, eso era seña de que algo importante sucedía. Se llevó el dedo a los labios haciendo una silenciosa señal para que el elfo no levantara la voz. Con todo cuidado se fue apartando de Harry para no despertarlo.


Luego salió de la habitación en puntillas con Dobby delante de él. Cerró la puerta con precaución después de comprobar que Harry aún estaba dormido.


—¿Qué sucede Dobby?

—El profesor Dumbledore está en la sala señor…


Severus sintió que le daba un vuelco el corazón, enseguida se dirigió hacia las escaleras y llegó a la sala con toda la rapidez que sus piernas le permitieron.


—¡Profesor!

—Severus… sé que es tarde, pero necesitaba hablarte.

—¿Qué sucede? ¿Pudo averiguar algo?

—Pues Fawkes, detectó la presencia de personas en la mansión Malfoy, pero por supuesto no podemos estar seguros de que sea el muchacho, si es que nuestra teoría de que está vivo es acertada —dijo Dumbledore.

—Tiene razón… ese lugar quedó abandonado hace años tras la muerte de Lucius, su esposa no regresó a vivir a esa casa después que terminó la guerra.

—Podría tratarse de algún desposeído que convirtió aquella mansión en su hogar, pero esto último tampoco podemos asegurarlo a cabalidad —dijo Dumbledore.

—¿Qué sucede con la seguridad? ¿Existe alguna protección mágica?

—Eso es algo que tendríamos que averiguar nosotros mismos, supongo que debería existir, en caso de que los propietarios lo dispusieran, algún hechizo anti muggles, pero contra magos no tendrían porque existir —razonó Dumbledore.

—No tenemos más pistas, creo que nuestra única opción es ir hasta esa casa.

—Estoy de acuerdo contigo Severus.

—Cree que podamos ir ahora mismo, necesito salir de dudas ahora.

—Por supuesto, pero ¿le dirás a Harry?

—No, creo que es mejor dejarlo al margen de esto, está muy alterado y no quisiera alimentarle falsas esperanzas, sufriría mucho más.

—Tienes razón, el pobre muchacho ya ha tenido suficiente con todo esto, iremos sólo nosotros.

—Cree usted que sea prudente hacerlo ahora mismo, quisiera aprovechar que Harry duerme y no despertará hasta mañana.

—Sí, sí por supuesto Severus, cuanto antes lo hagamos mejor… así podremos afirmar o descartar teorías.


Severus pidió a Dobby que le buscara su capa de viaje, la noche estaba bastante fría.


—Severus, si no te importa regresaremos a través de la chimenea a mi despacho en Hogwarts.

—Por supuesto profesor, no hay problema.


Dobby regresó casi enseguida con la capa de viaje de Severus.


—Señor aquí esta su capa.

—Gracias Dobby… quédate con Harry mientras yo regreso, no lo dejes solo ni un momento.

—Sí señor.


Después de eso Severus siguió al director hacia la chimenea y ambos entraron en ella desapareciendo enseguida.


3



Dos hombres se encontraban frente a una alta verja de hierro forjado que franqueaba la entrada.


—¿Alguna idea para saber si hay hechizos?

—Por supuesto —dijo Dumbledore y agitando su varita hizo salir de ella unas hebras doradas que atravesaron las verjas y luego desaparecieron —. Bueno al menos en esta entrada no hay hechizos protectores contra magos.

—¿Significará algo eso?

—Es un poco difícil saberlo, puede que no haya porque no hay nada que esconder o puede ser al revés, no es fácil saber como piensa un mago —dijo Dumbledore con una sonrisa.


Con otro movimiento de varita el director abrió la verja y entraron a la propiedad. Pero se desviaron del sendero de grava que llevaba a la entrada principal, y la rodearon por la parte trasera. Desde ese lugar pudieron ver que en las ventanas de la segunda planta había luces, el lugar estaba habitado, pero desde la entrada principal aquello no podía apreciarse.


—¿Vamos a entrar?—preguntó Severus

—La verdad yo prefiero que observemos un rato…


La frase de Dumbledore quedó interrumpida por un ruido que se escuchó muy cercano, rápidamente se ocultaron tras unos matorrales que estaban muy crecidos, y la puerta trasera se abrió y a contraluz se vio la figura de un hombre alto, que luego de mirar con cierta precaución hacia todos lados se cubrió con una capucha y se encaminó hacia el costado de la propiedad en dirección contraria a la que habían utilizado Severus y Dumbledore para llegar hasta ahí.


Cuando ya no se escuchó ruido alguno, recién Severus se atrevió a mirar a Dumbledore pese a que no distinguía sus facciones por causa de oscuridad, sin embargo, no necesitaba verle los ojos para saber que el director estaba tan sorprendido como él.


—Esta vivo… cómo es posible… dónde había estado todos estos años.

—Naturalmente que no ha estado oculto en esta casa desde esa época… es mucho tiempo —dijo Dumbledore.

—No sé… puede ser, la casa quedó abandonada tras la última batalla, Narcisa se marchó y nadie volvió a saber de ella.

—Tal vez en eso también nos equivocamos… podría ser que jamás se marchara, sólo lo aparentó, es muy probable que también esté aquí… no creo que fuera capaz de abandonarlo.

—Tiene razón, siempre lo amó por encima de todo —dijo Severus. —. Ya no tengo dudas, si mi hijo vive, está aquí, él lo tiene… Harry tenía razón.

—Severus supongo que comprendes que no podemos hacer nada en este momento, debemos planear muy bien el siguiente paso. Cualquier error podría poner en peligro la vida de tu hijo.

—Sí es que aún está vivo —dijo Severus con tono dolido.

—No creo que su crueldad llegara al extremo de dañar a un bebé tan pequeño, esto fue una venganza, recuerda lo que le dijo a Harry, era su manera de castigar lo que consideraba una traición de tu parte.

—Tengo mucho miedo… y si ya no tiene al bebé… oh no quiero ni imaginar que pasará con Harry sí todo esto…

—Severus creo que por el bien de Harry, no le diremos nada de lo que hemos descubierto, ha sufrido demasiado… buscaré a la personas apropiadas que nos ayudarán, regresemos a la escuela… tenemos que idear el modo de entrar aquí para buscar a tu hijo, estoy casi seguro de que está aquí.


A Severus le costó decidirse a marchar, tenía miedo de que al hacerlo tal vez perdería para siempre aquella posibilidad de recuperar a su hijo. Pero comprendía que lo que estaba en juego era mucho y no podían actuar precipitadamente. Tomando todas las precauciones del caso hicieron el camino de regreso hacia la salida de la propiedad, luego de eso enseguida desaparecieron.


************


Cuando Severus regreso a su casa y entró a su habitación encontró a Dobby sentado sobre el sillón muy despierto vigilando el sueño de Harry, le hizo al elfo una señal de silencio y luego de que el elfo le asegurara que el muchacho no había despertado para nada, se marchó muy contento de haber cumplido con su tarea tal como se lo habían pedido.


Severus con sigilo se quitó la ropa y puso un pijama, no quería que Harry supiera que había estado fuera de la casa tantas horas. Se deslizó suavemente en la cama, pero no se acercó mucho al chico para no despertarlo. Su corazón estaba acongojado por el descubrimiento, sentía que era el único responsable de aquella desgracia, de que Harry sufriera tanto con la desaparición del bebé.


Se preguntaba como estaría su hijo, a quien se parecería el pequeño Ángel. Tendría los ojos de Harry o los suyos, sólo tenía dos meses cuando había desaparecido y era imposible saber de que color serían sus ojos, era demasiado pequeñito, pero él había deseado que tuviera los ojos de Harry, con ese color único y maravilloso. Pensaba en que sería maravilloso poder darle al muchacho que dormía a su lado como regalo de Navidad la felicidad de recobrar a su hijo, necesitaban tanto aquella segunda oportunidad, no era justo que por una infame venganza ellos tuviesen que vivir aquel terrible dolor de no tener al pequeño Ángel.


Aquella venganza contra Harry y él, había sido cruel, despiadada, pero digna de un Malfoy, nadie tenía un talento como el de ellos para hacer daño. Le habían golpeado de la forma más dolorosa que podía existir, y todo hecho de un modo solapado, pero muy certero, ese siempre había sido el fuerte de ellos, actuar por lo bajo. Aparentar la propia muerte había sido un golpe maestro.


Esperaba que ese infierno acabara pronto, deseaba como nunca tener a ese infame frente a él, no tendría piedad cuando eso ocurriera, sin importar lo que Dumbledore dijese al respecto, él se encargaría de que pagara con su vida por todo el daño que le había causado a Harry llevándose al bebé. Después de todo el mundo mágico lo creía muerto desde hacía años, él se encargaría de que eso fuera una realidad.


Continuará…
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MensajeTema: Re: El Secreto del Angel. Capítulo 4   El Secreto del Angel. Capítulo 4 I_icon_minitimeVie Ene 06, 2012 4:19 pm

O.o quería empezar a leerlo pero solo están el CAP 4, 5 y 6.... Y los primeros 3??????
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MensajeTema: Re: El Secreto del Angel. Capítulo 4   El Secreto del Angel. Capítulo 4 I_icon_minitime

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