Ciudad de tinieblas.1. Prólogo

Título: Ciudad de tinieblas

Autora: Naeh

Resumen:Un solo error puede cambiar el destino de una persona para siempre.

Clasificición: R

Disclaimer: Todo lo que reconozcáis es de Rowling, el resto mío.

Temática del reto escogida: romance y horror

espero os guste y me tengáis paciencia, en serio me era imposible llegar a la fecha de otra manera. El fic está sin terminar, y pori motivos muggles va a ser actualizado con bastante calma :s


CIUDAD DE TINIEBLAS



1.Prólogo


Estaba atrapado.

Era tan consciente de ese detalle como de la sangre que se deslizaba por su brazo hasta el suelo. Hacía metros que no podía enfocar con claridad el camino, y horas que no se detenía a descansar. Sabía que estaba a punto de perder la consciencia y, sin embargo, se negaba a dejar de luchar. No era así como quería terminar sus días. No en aquel sucio y mugroso lugar perdido de la mano de Dios.

Alzó su varita y en un gesto rápido, apenas pensado, dejó que girara sobre la palma de su mano mostrándole la dirección que se suponía debía tomar. Se empeñaba en marcar un incierto rumbo hacia la izquierda, uno que habría sido su elección sin dudar si una gran pared de piedra no se lo impidiera. Negó con frustración y se obligó a continuar adelante, hasta un lugar en el que pudiera tomar la dirección correcta.

Trastabilló apenas unos minutos después de haber reanudado su marcha, sin aliento y apenas sin fuerza se apoyó contra la pared en un intento por tomar algo del aire que parecía querer marcharse de sus pulmones.

Le dolía el hombro como no recordaba y sabía que la sangre que manaba del corte era demasiada para no preocuparse. Intentó palpar la herida que se internaba luego espalda abajo para darse cuenta que ni siquiera podía abarcarla o echarle un vistazo.

Respiró hondo un par de veces, antes de convencerse que debía continuar. Sabía que los gruñidos y pasos que escuchaba a sus espaldas se acercaban más rápido de lo que él avanzaba. Y no había nada que pudiera hacer en ese lamentable estado.

Remus se lo había repetido hasta la saciedad, jamás, jamás, bajo ninguna circunstancia debes internarte en los callejones de noche. Era una ley no escrita para la supervivencia. Hasta un crío de dos años sabía que era zona prohibida.

Y realmente no había querido hacerlo, pero aquellos sollozos todavía martilleaban en su cabeza. ¿Cómo pretendían que los ignorara en pos de su seguridad?

Un ruido a sus espaldas le hizo volverse rápidamente, no había nada, y sin embargo, apenas unos segundos después otro ruido delante le hizo girar nuevamente. Se sentía como un maldito ratón enjaulado, esperando y dando vueltas como un idiota. Le tenían donde querían, y él se lo había servido en bandeja.

Al final de la calle, sobre unos contenedores, pudo ver una escalera de incendios. Quizás si llegaba hasta ella, y subía a la zona de los tejados tendría algún tipo de oportunidad de orientarse.

Con las últimas fuerzas que guardaba comenzó una carrera desesperada hacia el fondo, por un segundo pensó que tal vez lo conseguiría, pero en cuanto se estiró para alcanzar el metal se dio cuenta que probablemente no podría usar su brazo en mucho tiempo. Un quejido involuntario salió de su garganta en el momento que retrocedía y se lo sujetaba con fuerza contra su cuerpo.

Dolía, demonios, dolía todavía más de lo que pensaba. Y la sangre manó con más fuerza, recordándole lo magullado que estaba.

Cayó al suelo con un golpe sordo, hizo su mejor esfuerzo por levantarse, realmente lo estaba intentando pero sus piernas ya no respondían. Podía notar el temblor de sus rodillas extendiéndose por todo su cuerpo, intentó evitar que sus manos se movieran compulsivamente, pero nada más que un jadeo de frustración fue lo que pudo sacar en claro.

Estaba acabado.

Allí, en alguna calleja sin nombre, rodeado de oscuridad y mugre. Bonito final para el que una vez fue conocido como el salvador del mundo mágico.

Alzó su vista al cielo, respiró profundo y se dejó embriagar por la hermosa luna llena que ocupaba el cielo con poder y majestuosidad. Era terriblemente consciente de que lo más probable es que esa fuera la última vez que podría verla. Susurró un deseo a la esfera imponente, como cuando era niño, como cuando aún soñaba que encerraba un embrujo capaz de convertir en realidad los sueños de los que se portaban bien.

Cuando su vista regresó al frente, dos enormes sombras franqueaban las posibles salidas del lugar, bufó falsamente divertido, como si esa hubiera sido una opción.

Lo más calmadamente posible miró fijamente a la criatura que se levantaba ante él, el jefe de la manada sin lugar a dudas.

Una mueca parecida a una sonrisa asomó a sus labios.

-¿a qué estas esperando maldito bicho?

Quizás no fue la mejor de las ideas sopesando la situación, pero no había nada que le pudiera evitar el destino que le esperaba.

Cuando sintió una fuerte mandíbula atravesar su piel, supo, sin lugar a dudas, que ya nada importaba.

Ni siquiera las luces que de pronto parecieron iluminar el espacio.




Parpadeó un par de veces antes de enfocar del todo y reconocer el techo color crema de su habitación. Sentía el cuerpo agarrotado, la garganta seca y la cabeza a punto de estallar. Flashes de lo ocurrido al última vez que estuvo despierto acudieron a su mente, no tardó ni tres segundo en palpar su pierna derecha con desesperación para comprobar con horror que unos vendajes estaban perfectamente colocados a su alrededor.

Todo el contenido de su estómago quedó desperdigado al lateral de su cama.

-joder, joder, joder,…- un mantra que no desapareció ni cuando sintió la puerta de su habitación abrirse.

Con un movimiento de varita Remus limpió todo aquel desastre y se aproximó al chico para estrecharlo entre sus brazos.

-todo irá bien Harry

El silencio se impuso como única respuesta mientras el moreno buscaba un consuelo que sabía no podía hallar en aquello brazos.

-No Remus, nada estará bien.





Continuará....

ooo ya lo lei en slasheaven y tiene muy buena pinta!!! =)

Gracias =) espero ponerme ya de ya con el capítulo que toca U^-^ no se me enfaden por la espera jajajaja