En las Mazmorras... Capítulo IV

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Paseaba por un pequeño parque muggle que había cerca de su “hogar”. Delante de él, una pequeña niña de unos 4 años, corría alegremente por el camino de piedra que conducía hacia la calle donde se encontraba su casa. La pequeña tenía el cabello de color negro, liso y sedoso, amarrado en dos colitas. Unos grandes ojos color verde esmeralda como los de su padre, la piel blanca como porcelana, vestía un lindo vestido verde Slytherin.

— ¡Lucy! —Llamó el joven padre a su pequeña
— ¿Si, papi? — la pequeña se volteó sonriendo
— No vayas tan rápido… además la casa no se va a ir…— respondió el ojiverde
— Es que… Fue tan divertido y al callejón dragón ¿Podemos volver otra vez papi? — preguntó entusiasmada la pequeña
— No lo se, tal vez… Y no es dragón… es Diagon…— corrigió el muchacho
— Ahh… pero es más fácil decirle dragón…— dicho esto la pequeña salió corriendo
— Ahh — suspiro el joven — Lucero que voy a hacer contigo…

El joven, siguió a su pequeña hija. Llegaron a una pequeña pero agradable casita campestre. Al entrar la pequeña fue directo hacia la salita a jugar con el gato que había en la casa, mientras el joven fue hacia su habitación. Se sentó en su cama, abrió una de las gavetas del pequeño mueble que se encontraba al lado de su cama y extrajo una antigua fotografía.

En ella se encontraba un hombre de ojos negros, tan oscuros y profundos; el cabello, negro también, le caía a ambos lados delicadamente. Su nariz ganchuda, sus labios finos, la piel pálida y un proporcionado cuerpo; abrazaba a un joven de pelo revuelto, ojos verde esmeralda un poco más bajo que el vestido con el uniforme de Gryffindor. Ambos mirándose con inmensa ternura, pasión y amor… Detrás de ella, unas pocas palabras yacían escritas en la fotografía.

Desde el día que entraste a mi vida
todo para mi ha sido como una fantasía.
He disfrutado cada momento
desde el más grande hasta el más pequeño.
Lo ultimo que haría
Es lastimarte, vida mía.
Oh mi dulce Ángel
Como ansío todo darte
No te alejes de mi, vida mía
Porque sin ti, yo moriría.

Te amo
Severus

“Severus, no sabes cuanto me duele no tenerte a mi lado… me dijiste que nunca me dañarías… que nunca me lastimarías… entonces ¿Por qué estabas con malfoy?... Aun después de haber pasado 5 años… duele como si fuera ese día… ¿Cómo estarás?...¿Sigues dando clase en Hogwarts?...”

Lucero había sido la luz y esperanza que había tenido harry después de haber abandonado el mundo mágico. Al salir del callejón, no sabía ni a donde ir. Encontró una pequeña casita donde se estaba alquilando una habitación, y no dudo en ir hacia allí. La persona que vivía ahí, era una joven de unos 30 años, su pelo castaño claro le llegaba hasta la cintura, unos ojos grandes color miel, y una piel tostada, llamada Melany. La joven aceptó a Harry de inmediato, aunque, ella lo conocía como Daniel Williams, ya que además del nombre, había cambiado su apariencia (les dejo la apariencia de harry a ustedes, ya que, a mi me encanta como es el, y me da penita describirlo de otra forma). Pero descubrió su identidad, al enterarse de su embarazo.

FLASH BACK

— ¡Daniel! — llamó la castaña al ojiverde
— ¿Qué pasa? — preguntó el joven al entrar en la cocina
— La cena esta lista — dijo la joven muy alegre
— Vale, Vale… pero tampoco tienes que hacer tanto escándalo — dijo el joven un poco irritado… desde hacía más o menos una semana que tenía cambios extraños.
— Pero que desagradecido — dijo melany en falso enojo
— Ya… ¿Qué hay para….— pero fue interrumpido por un fuerte mareo, provocando así que el hechizo de glamour que llevaba puesto desapareciera, y harry tomo su apariencia inicial
— ¡Daniel! — gritó la chica espantada — Daniel que demonios… tu no te llamas Daniel… tu eres Harry… Potter…— confirmó la chica, sorprendida
— ¿Cómo…?— preguntó un poco confundido el ojiverde
— Tu cicatriz… además… tu hechizo de glamour desapareció — dijo la chica sonriente. — además… que mago no conocería a Harry Potter.
— Así que eres como los demás… — dijo un poco triste
— No, no lo soy… Espero que puedas confiar en mi Da…Harry — le costó un poco a la muchacha decir el verdadero nombre, ya que estaba acostumbrada al Daniel.
— Confiare en ti Melany…— le dijo sonriente. Pero su sonrisa desapareció al sentir otro mareo.
— Harry… ven… dejame examinarte… fui medimaga cunado vivía en el mundo mágico — le explicó la bruja. Poco después la medimaga miro hacia harry y le sonrió — Harry… estás… embarazado.

Y ese fue el comienzo de su felicidad

END FLASH BACK

Cuando se entero que un pequeño retoño estaba creciendo dentro suyo, no cabía de felicidad… Aunque también, le daba mucha tristeza… Había pasado solo un mes desde que se había ido de Hogwarts… pero tenía que seguir adelante… por Lucero y por si mismo… Además tuvo que contarle toda su historia a Melany, ella merecía saberlo…

“Como quisiera verte…que conocieras a Lucy… tal vez debería llevarla a Hogwrts…”. Negó con su cabeza.

Sabía que no podía hacer algo tan estúpido como eso. Voldemort aún no había sido capturado y estaba atacando cada vez más seguido, incluso su salida de ese día al Callejón Diagon había sido muy arriesgada, pero su pequeña Lucero quería conocerlo, y no se le pudo negar. Había tantas cosas que quería hacer con su hija, y no podían. Pero cuando derrotara a ese monstruo, su hija y el serían felices, le daría la infancia que no podía darle ahora.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

En una de las infinitas habitaciones que tenía el castillo, un hombre de cabellos negro al igual que sus ojos, piel palida, vestido con una túnica negra. Se encontraba sentado es su mullido sillón de cuero negro, sosteniendo en sus manos una copa de Firewiskey, mientras admiraba las llamas que se dibujaban en la chimenea que estaba frente a él.

“Así que… ya son 5 años… 5 largos años desde que te fuiste… no sabes cuanto te extraño… harry… si por lo menos supiera donde te encuentras… te explicaría todo… si tan solo… hubiera podido explicarte… ahora estaríamos juntos… tal vez incluso enlazados(1)…Oh harry… cuanto te extraño…”

Hacía 5 años ya, que su ángel hubiera abandonado el mundo mágico… o eso pensaban. La teoría de que harry hubiera abandonado el mundo mágico era la más creíble y más tranquilizante. También existía la posibilidad de que El-Que-No-Debe-Nombrado lo tuviera bajo su poder, que no era una buena idea; y también existía la posibilidad de que su ángel estuviera…. Sacudió su cabeza negando ese hecho. Harry no podía estar muerto. La simple idea le daba escalofríos.

Después de su desaparición, la Orden, sus inseparables amigos y severus habían buscado como locos al joven de ojos verdes. Estaban desesperados y a la vez culpables por no haberle contado al Gryfindor sobre lo que debía suceder entre Malfoy y Severus. Pero para cuando se dieron cuenta de su error, ya era demasiado tarde. Harry se había ido. La razón, encontró a su pareja y a malfoy acostados en la cama totalmente desnudos. Pero ¿Por qué Severus, que tenía pareja, que la amaba con pasión, hizo algo como eso? Simple, Lucius Malfoy le había amenazado. Pero para eso, había que ir un poco más atrás, antes de que la Amenaza se formara.

Más o menos 2 semanas antes de que Harry se marchara, Poppy había mandado a llamar a Severus. Este por supuesto, fue de inmediato al encuentro con la enfermera. Al llegar, la medimaga le había dado la noticia más maravillosa, harry, su harry, estaba esperando un bebé. Quería correr y decirle que esperaban un hijo, que serían padres, pero Poppy lo detuvo y le dijo que harry no sabía nada, así que era mejor esperar a que el joven se enterara. Y así lo hizo severus, no le dijo nada. Y ahí estaba el porque de la amenaza.

Lucius Malfoy se había enterado, sabe dios por que medio, de que ellos estaban esperando un bebé. Le dijo que si no se acostaba con el, el oji verde y el pequeño (ya que en ese entonces no se sabía el sexo) iban a ser el que sufriera las consecuencias. Por supuesto que no dudo en aceptar. Les comento a todos sobre los planes de Lucius, para que ese día, todos entretuvieran a Harry, así este no se enteraría de nada. Pero no todo es color de rosas, y el plan falló. Harry llegó antes, y había presenciado una escena no muy linda que digamos. La tristeza y angustia que habían estado presentes ese día, más la burla del que consideró su “amigo”, fue la causa de que severus cayera en un nivel de desesperación y oscuridad.

Ahora, por culpa de ese desgraciado, su Ángel no estaba con el, su hijo(a) no estaba a su lado, había perdido todo. Y ahí se encontraba, 5 años después, hundiéndose en los recuerdos, la nostalgia y tristeza rodeaban el ambiente. Solo esperaba que algún día se reencontrara con Harry y su hijo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

— ¡Harry!¡Lucy!¡Ya llegué! — anuncio su entrada una castaña oji miel, Melany.
— ¡Melany! — gritó la pequeña entusiasmada, corriendo hacia ella y abrazando a la chica fuertemente.
— Hola pequeña… ¿Cómo estuvo tu ida al callejón diagon? — preguntó la mujer
— ¡Fue estupendo! — gritó la niña excitada y dando brinquitos de felicidad
— Me alegro que te haya gustado — dijo sonriente la castaña
— ¡Vaya! Hasta que apareces — dijo sarcásticamente el ojiverde
— Ya… estaba haciendo las compras — Dijo muy tranquila la mujer, mientras se dirigía hacia la cocina a guardar los alimentos.
— Deja que te ayude — dijo harry en todo amable, agarró una de las bolsas y empezó a guardar los condimentos y alimentos
— Así que la pequeña Lucy se divirtió ¿no? — preguntó sonriente la ojimiel
— Si… Estaba tan entusiasmada — dijo cariñosamente el ojiverde
— Me lo imagino… ese lugar es tan sorprendente, y más para un niño de la edad de Lucy
— Espero poder llevarla de nuevo… incluso me lo preguntó — rió ligeramente el joven
— ¿De verdad?... Pues si yo fuera ella lo haría — dijo triste la castaña — Harry… ¿no crees que ya es momento de volver?... deberías aclarar las cosas con Snape, tal vez, de verdad había un explicación…sabes que algún día tendrás que hacerlo… ¿para que dejar para mañana lo que puedes hacer hoy?
— Claro que se que tengo que decirle sobre Lucero… y que también tengo que aclarar las cosas con el… pero ¿y sí la explicación que me da no es la que quiero escuchar?… que de verdad hubiera querido acostarse con ese… — una lagrima resbalo por las mejillas del joven
— Ya Harry…— dijo cariñosamente la castaña, limpiando la lágrima que había en ese rostro.
— Perdóname… se que debes pensar que soy un tonto por pensar todas esas tonterías- dijo harry divertido
— No, no lo son… — rió también la castaña
— ¡PAPI! — gritó la niña cuando entro a la cocina hecha un mar de lágrimas
— ¿Qué sucede, cariño? — preguntó angustiado el ojiverde
— H-Hay un hombre allá afuera…— dijo la pequeña asustada
— Voy a…— pero el joven no termino la frase, por la entrada de la cocina, habían 3 hombres, con túnicas negras y mascaras blancas, “Mortifagos”, pensaron Harry y Melany al mismo tiempo. Harry cargó a la niña en brazos, y con su mano libre aferro la de Melany para correr hacia el segundo piso.

Al llegar, entraron a un cuarto que cerraron con llave y pusieron algunos hechizos. Harry murmuro otro y en sus manos apareció una piedra. Miro hacia su hija que sollozaba y se la entregó

— Lucy… esto es un traslador… en poco tiempo te llevará a Hogwarts, al llegar avísale a Dumbledore… ya te dije que es el viejo que tiene una barba blanca y viste ropas extrañas…— dijo cariñosamente el joven padre, dándole un beso en su frente y en su mejilla — cuídate ¿si?
— Si…— dijo llorando la niña
— Argggg — se escucho un gritó de dolor, provenía de melany, que estaba tirada en el piso retorciéndose de dolor.
— ¡Déjala! — gritó harry mientras enviaba un Expelliarmus a su oponente. Después acudió a donde se encontraba la mujer y la levantó.
— Papi… tengo miedo…— dijo la pequeña entre sollozos
— Mi amor, todo va a estar bien…Te amo… cuídate ¿Si? — dijo dándole otro beso en la frente para después ver como su hija desaparecía. — Cuídate…Lucero…

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-