Todos en el gran salón estaban en completo silencio. Realmente no entendían las reacciones de los catedráticos. La mayoría se preguntaba
¿Qué tiene de malo ser un Snape Potter?
De hecho la mayoría podía encontrar en uno de los apellidos el del salvador del mundo mágico, el gran Harry Potter, pero de ese hombre no se sabía hace años.
¿Podrían ser ellos los hijos de aquel magnifico hechicero?
Miles de preguntas aparecieron en las cabezas de los presentes en el gran salón. Hasta que por fin una persona reacciono.
-¡Por favor, silencio! -pidió el director- ¡Comencemos con el banquete y luego podrán ir a sus salas comunes! -trató de distraer a los demás, pero eso no lo querían los trillizos, ellos vinieron con un propósito y harían todo por lograr su cometido. Fue Damián el que habló ahora.
-Entonces, ¿Hablaremos luego, señor? -le dijo con una muy falsa inocencia, que sólo captaron sus hermanos. Definitivamente, Damián podía ser un ángel, pero cuando se trataba de defender a su familia, no ponía límites.
-Por supuesto que sí, joven Snape -eso realmente le dolió al viejo rector, pero ya hablaría luego con los chicos-, ahora ve a tu mesa y disfruta del banquete -dijo poniendo su mejor careta.
El banquete comenzó, pero nadie le quitaba los ojos de encima a los trillizos. Unos por el hecho de no saber el porqué de la reacción de los profesores y estos mismos por el impacto que les causo el saber la procedencia de los chicos.
Ya cada uno en su mesa, comenzaron a ser asediados por preguntas de sus nuevos compañeros.
-¿Tu nombre es Rudy, cierto? -preguntó un chico al lado del moreno.
-Así es. Mucho gusto, soy Rudy Snape Potter -le dijo expendiendo la mano, la cual fue acogida en forma inmediata.
-El gusto es mío -respondió el chico, un rubio de ojos celestes, muy profundos -. Mi nombre es Scorpius, Scorpius Malfoy -se presentó.
-¿Algo del profesor Malfoy? -le preguntó, recordando los nombres de los profesores.
-Sí, él es mi papá -reconoció, para luego iniciar la cenar, aunque siendo muy consciente de la mirada penetrante que le dirigía el oji-verde.
-Será un año interesante, muy interesante -pensó el pelinegro y con una sonrisa en los labios comenzó con su cena.
***
-¿Cómo te llamas? -pe preguntó directamente un moreno, haciéndolo saltar del susto.
-¿He? -Dijo el chico mirando hacia el frente, pero cuando vio quien tenía frente a él, prefirió no haberlo hecho, por lo que trató de contestar lo más tranquilamente -Mi nombre es Hugo, Hugo Weasley -contestó y luego siguió comiendo.
-Un Weasley, eso no me lo esperaba, pero no creo que se vea involucrado en nuestros planes, y aunque así fuera, está muy lindo, como para dejarlo de lado -cavilaba mientras lo miraba y comenzaba su cena- ¿Qué edad tienes, Hugo? -le dijo con un tono muy sensual.
-Yo… yo tengo 11 años -le dijo, muerto de vergüenza por la atención que estaba recibiendo, ya que todos en la mesa estaban al pendiente de ellos dos.
-Oh, así que vas en primero… genial -terminó por zanjar la conversación, principalmente para que el otro chico se relajara. Miró de reojo hacia la mesa de los profesores y vio que cierto maestro de vuelo, prácticamente sacaba humo por las orejas.
***
-Hola -saludó muy educadamente el menor de los trillizos, los alumnos que estaban alrededor, le respondieron con la misma educación. El joven no les quitaba la vista de encima a sus hermanos- ¿Cómo va el asunto? Rudy ligando con ese rubio, que esta demás decir, es idéntico al profesor de DCAO y Levi acosando al hijo del maestro de vuelo, claro que es divertido verlo así. Sólo espero que no hagan problemas, como lo hicieron con nuestro padre -terminó de pensar con un deje de amargura, pero se compuso de inmediato-. Ya pagaran lo que hicieron, pagaran el habernos separado -comenzó a cenar, sin dejar de mirar a sus hermanos los cuales con sus miradas le pedían que se calmara, se trató de relajar lo más que pudo y hasta cierto punto lo logró.
La cena continuó en completo silencio, bueno lo que cabe dentro de un salón lleno de adolescentes, hasta que por fin terminó el banquete y los platos y cubiertos que estaban sobre la mesa desapareciendo de estas, entonces los profesores se retiraron por una puerta al costado y el director se paró frente a todos para dirigirles algunas palabras.
-¡Alumnos, este año espero que den su mayor esfuerzo, se vienen las competencias de casas y la copa de Quidditch, por lo que sólo les digo, den todo de ustedes y esfuércense en aprender todo lo que puedan! -todos estaban al pendiente de lo que decía el anciano- Bien. Ahora por favor, los prefectos, acompañen a los de primer año a las salas comunes y los demás a sus habitaciones, como siempre sus cosas ya se encuentran en las recamaras que les tocaran a cada uno -terminó por hablar y luego bajó hasta ubicarse frente a los trillizos que ya se dirigían al frente-. Jóvenes, ¿Me acompañarían al despacho por favor? -les indicó el camino por donde habían salido antes los profesores. Los chicos siguieron al director a lo largo de los pasillos, hasta que llegaron frente a una gran estatua
-Pie de Limón -dijo el director y la estatua comenzó a abrirse dando paso a una escalera caracol la cual siguieron hasta que llegaron al despacho del hombre, donde se encontraban el cuerpo docente en pleno.
Cuando los vieron llegar se quedaron todos en silencio, al parecer habían estado discutiendo, sólo minutos atrás.
-Tomen asiento, por favor -les pidió el director que estaba sentado tras el escritorio-. Bien, primero que todo, quiero darles la bienvenida a Hogwarts. Sé que les será muy provechoso -les dijo con una sonrisa, hasta que uno de los profesores explotó.
-¡¿Cómo que son hijos de Harry y Snape?! -preguntó Ron casi saliéndose de sus casillas, por la aparente tranquilidad de todos los demás.
-Harry Potter y Severus Snape, para usted -le respondió Levi y todos pudieron apreciar la mueca de desagrado que pusieron los tres chicos.
-Por favor, calmémonos -dijo el director.
-Nosotros estamos calmados profesor -le expresó Damián, con toda la calma del mundo, claro que esa calma era falsa, ¿Pero ellos no tenían por qué saberlo, o si?, desde pequeño Damián fuel mejor en ocultar sus emociones-. Sólo que no venimos aquí a hablar de ¡Nuestros padres! Sino a que nos evaluara para ver si estamos capacitados para estar en quinto año -todos lo veían fijamente al menor, el cual sólo inclino la cabeza hacia un lado y les sonrió.
-No entiendo cómo fue que no quedó en Slytherin -pensaron sus hermanos, al ver como manipulaba a los adultos.
-Comprendemos lo que dicen, pero deben entender que nos gustaría saber de su padre, todos aquí lo queremos y nos dolió mucho que desapareciera -dijo la profesora McGonagall.
-Si tanto lo querían -dijo Rudy- ¿Por qué le hicieron tanto daño? Creo que lo que más se merecía, luego de haber derrotado a Voldemort -todos lo miraron de frente al ver que le chico ni se arrugaba para hablar del Lord Oscuro, como aun lo hacían muchos adultos-. Lo mínimo hubiera sido que lo dejaran ser feliz con el hombre que amaba, con nuestro padre -les enfrentó, a lo que los demás no tuvieron nada que acotar.
Rudy siempre hablaba de frente, por lo que a veces tenía problemas con ello, pero esta vez nadie lo iba a callar.
-No sólo los separaron, sin importarles el amor que se profesaban -comenzó a exaltarse Levi-. Enviaron a nuestro padre a Azkaban, ¡¿Por abuso de menores y violación?! -dijo con todo la rabia del mundo- Lo que es una soberana estupidez.
-Cálmate, Levi, no es necesario que te exaltes -le dijo su hermano pequeño.
-Pero, por lo que yo veo, los cargos que se le implantaron estaban en lo correcto. Sino ustedes no estarían aquí -volvió a decir el pelirrojo, casi con arrogancia.
-¿Sabe qué, Profesor Weasley? Me limitaré a escucharlo en clases y lo que tenga que ver con las materias, por lo que a mí respecta e imagino que mis hermanos también, no quiero hablar con usted asuntos ¡Familiares! -Ron iba a protestar pero se vio silenciado por un hechizo.
-Así que son hijos de mi padrino -les dijo Draco, mirando fijamente a los chicos-. Se parecen mucho a él, aunque físicamente son más como Potter -les dijo sonriendo de lado.
-Supongo que usted no está en desacuerdo, como imagino están todos los demás -le curioseó Rudy.
-Para nada, el amor no se puede evitar y lamenté mucho el hecho de que mi padrino fuera a dar a la cárcel. En ese tiempo yo estaba en Francia con mis padres, solucionando mi propio problema, pero entiendo lo que hizo Potter, si me hubiera separado del padre de Scorpius, habría hecho más que desaparecer -dijo bajando un poco la cabeza-. Espero poder contactarme con Potter en algún momento.
-Supongo que eso lo decidirá papá, pero asumo que luego de que nuestro padre quede libre, querrá hablar con usted -le contesto Damián, claro que vio la cara de sorpresa en los demás y asumió que fue el hecho de que hablara de la libertad de su padre- ¿No lo sabían? -les dijo irónicamente- Mi padre sale este año de Azkaban -dijo con un singular brillos en sus ojos.
-Fue esa la razón principal de que nosotros estemos aquí. La mayoría de nuestros estudios los hicimos en el mundo muggle, pero como padre sale en libertad este año, por fin podremos formar una familia -les aportó Levi.
-Como debió de haber sido desde un principio -todos guardaron silencio ante lo recalcado por Rudy.
Se notaba que los chicos se estaban conteniendo, por lo que Dumbledore prefirió dejar los demás detalles para más adelante y espesar con las pruebas.
-Bien, estamos aquí para probarlos, pero antes me gustaría saber un último detalle -dijo viendo directamente a los chicos- ¿Cómo fue que nadie se enteró de sus nacimientos? -todos posaron sus ojos en los menores. Era verdad, luego del término de la guerra, era lógico que todo los relacionado con el héroe del mundo mágico, estaría en prioridad, pero en más de 15 años no se supo nada de él.
-Eso es simple, fue gracias a María Williams. Ella es una doctora muggle que se hizo muy amiga de mi padre y se enteró de todo luego de que mi padre se comenzara a sentir mal -les empezó a decir Levi, pero Damián continúo.
-Como mi padre no sabía que era lo que tenía, le pidió a María que lo examinara y descubrió lo del embarazo. Le explicó todo, de que era mago y la batalla contra Voldemort, además también le contó lo de nuestro padre, por lo que nadie podía saber que estaba esperando un bebé, era obvio que nos tenía que ocultar de todos.
-Pero si lo hubiéramos sabido lo hubiéramos apoyado -les dijo por primera vez el profesor Longbottom.
-Claro ¿Igual que lo apoyaron con su relación con mi padre? -les dijo sarcásticamente el mayor de los trillizos -si lo separaron de nuestro padre por ser menor de edad, ¿Qué le garantizaba que no le quisieran quitar a sus hijos por el mismo hecho? -no les quedó más que bajar la cabeza, claro todos menos Draco, ya que él nunca estuvo de acuerdo con lo que hicieron
-¿Continuamos? –dijo Levi deteniéndolo del brazo y haciéndolo sentarse, ya que se había parado en un momento de su enfrentamiento- El resultado fue que María lo ayudó con el parto en nuestra casa y luego hizo un informe donde figurábamos con el apellido de nuestro padre, ya que la atención, como bien dijo el director, estaba en papá. Por lo que, por años, en el registro de nuestros nombres figurábamos como Snape Prince, así no había problemas para ello. Papá se enteró que nuestro padre quedaría en libertad a principios de este año y comenzó los trámites para que fuéramos Snape Potter. Total, ya nadie podría separarnos, ya no es menor de edad -todos guardaron silencio.
Al parecer el temor de Harry de que les quitaran a sus hijos, lo llevó a realizar muchas cosas a escondidas.
-Bien -dijo el director-, ahora cada profesor los examinara, para saber en qué condiciones están para poder empezar con sus cursos, por favor, comience profesor Weasley -vio que el hombre lo miraba fijamente, pero no le decía nada- ¿Profesor?
-Ah, lo siento -dijo Damián, para luego apuntar al profesor con su varita -. Lo lamento, pero le mandé un hechizo silenciador -todos lo miraban extrañados -, ya dijimos que no queríamos hablar con él los asuntos familiares y seguramente seguiría interviniendo, por eso lo hice -contestó, para luego quitarle el hechizo a Ron.
-No te vi lanzando el hechizo -le dijo Draco.
-Eso es porque nosotros podemos hacer hechizos sin varita. Por razones obvias, nuestro padre no nos podría llevar al callejón Diagon para adquirir las nuestras, por lo que nos instruyó en hacerlo sin ellas, estas las tenemos desde este año -le explicó Rudy.
-Ok, comencemos con las pruebas -les dijo el director con un deje de orgullo por lo que había logrado Harry con sus hijos.
Continuará...
Siguiente capitulo[/size][/color]