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Tema: Tren a una nueva vida Lun Jun 16, 2014 2:35 pm
Resumen: Se aman pero su amor es prohibido en una época en la que la sociedad no ve con buenos ojos los amores diferentes, y ahora además, el destino les pone en el camino de alguien que los necesita pero que puede poner en riesgo su seguridad Género: Romance Capítulos: 1 Completo: Sí Advertencia: Universo Alterno Palabras: 3380
Tren a una nueva vida
Eran casi las nueve de la noche y Severus y Harry corrían apresurados por el camino de piedras, tenían menos de media hora para lograr alcanzar el tren que pasaría por esa pequeña estación rumbo a Londres. Era principios del siglo XIX, no había muchas casas en el camino y la pertinaz y fría lluvia de Noviembre les congelaba los huesos.
— Apresúrate, Harry, si no alcanzamos el tren no sé cuánto tiempo más tendremos qué esperar para el próximo. —le apremió Severus sin soltarle la mano.
Harry no pudo responder, el aliento le faltaba pero no protestó, siguió corriendo sujeto a la mano del hombre que amaba.
No llevaba guantes y sentía el aire helado entumeciéndole el rostro. Sólo alcanzó a cubrirse con un abrigo de terciopelo azul oscuro sobre su ropa informal. Severus llevaba en su mano libre una pequeña valija donde guardaron lo más indispensable. Era casi una huida y eso le hacía sentirse responsable.
Severus tenía todo, venía de una familia burguesa con grandes negocios y propiedades. Él solo poseía su nombre, un nombre inventado por sí mismo pero que le ayudaba a sentirse alguien: Harry Potter. Tal vez no era mucho, pero se sentía orgulloso de serlo.
Se conocieron en la calle, Severus le descubrió robando pan para comer y se sintió afectado por ello, le llevó a su casa para que cenara. Harry insistió en pagar de la única forma que sabía, ninguno de los dos sospechó que ya no podrían despedirse jamás.
Su relación continuó en la clandestinidad. La gran sociedad jamás permitiría que uno de sus miembros más ilustres manchara con semejante pecado la reputación del pequeño pueblo. Lamentablemente habían sido descubiertos, un hombre amenazaba con dejarlos en evidencia y eso llevaría a la ruina todo negocio de Severus Snape.
Harry quiso marcharse pero Severus no se lo permitió, mal vendió todo lo que tenía. Empezarían una nueva vida muy lejos de ahí, pero debían alejarse antes de que el rumor comenzara y no hubiera forma de acallarlo.
Cuando llegaron a la estación no había un alma en todo el andén, eso les dio seguridad para abrazarse amortiguando el frío y el cansancio.
— Pronto estaremos lejos y empezaremos de nuevo, verás que todo irá bien, Harry. —le susurró Severus al oído tan convencido como le fue posible.
— Si estoy contigo sé que siempre todo estará bien.
Severus suspiró estrechándolo más contra su cuerpo, nunca se habría imaginado que podría llegar a amar tanto a otra persona, al punto de renunciar a lo que fuera con tal de tenerlo a su lado. Sentir el calor de Harry junto al suyo era la gloria más sublime.
Un viejo farol proporcionaba una pobre luz cerca de la orilla del andén donde se localizaba la caseta del vendedor. Severus notó la silueta del hombre que se disponía a recoger sus cosas para marcharse después de que saliera el tren que aún no llegaba. Deslizó a Harry hacia un rincón para besarlo, después no sabía si tendría tiempo ni oportunidad para hacerlo y necesitaba impregnarse de su sabor hasta donde fuera posible.
Harry gimió placenteramente abriendo su boca para que sus lenguas se rozaran. A pesar del gélido viento del norte sentía su cuerpo arder de pasión, nunca se cansaba ni se cansaría de los besos de Severus, de sus caricias y del modo tan amoroso de tomar su cuerpo. Si no fuera por las circunstancias, en ese mismo momento se desharía de su ropa y le pediría con urgencia que le hiciera el amor hasta el amanecer, o más aún.
No obstante, un suave sonido le rompió el encanto. Había algo extraño en ese ruido que le provocaba que sus sentidos se absorbieran en él.
— ¿Escuchaste? —preguntó apartándose de Severus en busca del origen del ruido.
— Debe ser un animalito herido.
Pero Harry no estaba convencido de ello, caminó por la orilla del andén en busca del origen del ruido. Su corazón dio un vuelco al ver una canasta medio rota abandonada muy cerca de los rieles. Temió que se tratara de una camada de gatitos desechada por gente sin sentimientos. Dio un salto hacia las vías y levantó la canasta que tendió hacia Severus, éste la sostuvo en sus manos antes de ayudar a Harry a regresar a salvo al andén.
— ¿Te has vuelto loco? Pudiste herirte, Harry.
— No pasó nada ¿qué hay en la canasta?
Severus casi se había olvidado de ella, juntos destaparon unos trozos de plástico con la que la habían cubierto, y para su sorpresa se encontraron a un bebé de unos dos meses de edad, medio desnudo y medio muerto de frío.
— ¡Por todos los cielos, Sev! —exclamó Harry sosteniendo al niño en brazos—. ¡¿Pero qué clase de persona hace esto?!
— No tengo idea, Harry, será mejor que lo llevemos con el guarda, él puede saber algo al respecto.
Harry asintió y juntos se dirigieron a la caseta desde donde el vigilante asomaba la cabeza en busca del tren ya retrasado.
— Buenas noches, buen hombre. —saludó Severus—. Hemos encontrado a esta criatura en el andén y consideramos nuestro deber ponerlo bajo su custodia.
— ¿Bajo la mía? ¿Y eso porqué? —cuestionó ante el asombro de Harry y Severus.
— Bien, en primer lugar porque usted es el responsable del lugar.
— Puede ser, pero yo no sé de quién es ese niño ¿no será que ustedes quieren deshacerse de él?
Severus se obligó a no responderle como se lo sugería su impaciencia. Respiró hondo antes de continuar hablando.
— Como le he dicho, lo hemos encontrado mientras esperamos el tren, no nos pertenece.
— ¿Y qué pretenden hacer con él?
— Obviamente dejarlo con usted. Ya será que lo ponga en manos de la policía para que encuentre a sus padres o lo que considere más pertinente.
— La estación de policía más cercana está a 50 millas de distancia, nunca la encontraré abierta a esta hora.
Severus no podía creer que el hombre estuviera dando tantos pretextos, apenas se dio cuenta cuando Harry se apartó hacia la vieja farola para leer un trozo de papel.
— Lo traía escondido en su ropita. —dijo Harry cuando Severus llegó hasta él—. Dice: “Se llama Christopher, sólo los tiene a ustedes”
— Definitivamente alguien le ha abandonado. —comentó el hombre de ojos negros quien había temido que se tratara de un robo de infante.
— ¿Y qué va a pasar con él?
— No lo sé, Harry, supongo que ya es responsabilidad del vigilante. —dijo mientras miraba a la lejanía donde se podía vislumbrar la luz del tren aproximándose.
Harry miró al desconocido quien, al ver al tren, se apresuró a cerrar su cabina para marcharse a casa.
— ¿Qué va a hacer con el bebé? —le preguntó Harry aproximándose hacia él.
— Supongo que no tendré más remedio que entregarlo a las autoridades. —respondió malhumorado, no le hacía nada de gracia arruinar sus planes de descansar bien esa noche.
— ¿Y después?
— ¿Después qué?
— ¿Qué harán las autoridades con el bebé?
— ¡Yo que sé! Supongo que lo llevarán a un orfanato.
La tez de Harry palideció totalmente, volteó a mirar a Severus con la angustia reflejada en su mirada y el mayor comprendió el motivo de su preocupación. Harry había vivido los primeros años de su vida en un orfanato y según lo que le había relatado, no era un buen lugar para ningún niño.
— Sev, no podemos dejar que se lo lleven ahí. —apremió desesperado—. ¡Te juro que no podría perdonármelo nunca en la vida!
— ¿Pero qué podemos hacer nosotros, Harry?
— Podríamos… quedárnoslo. —sugirió tímidamente, en su interior sabía que la idea podía ser descabellada pero mientras más sostenía aquel cálido bulto en sus brazos más convencido estaba que no podía permitir que fuera abandonado dos veces en la misma noche.
Severus aprovechó que el guardia estaba distraído para alejar a Harry un poco más para que no hubiera ninguna posibilidad de que les escuchara.
— Amor, sé que te conmueve la situación del bebé, pero entiende que eso no es posible.
— ¿Porqué no? Podríamos cuidarlo nosotros, yo te prometo que no te daría lata en lo absoluto.
— No es eso ¿pero te has puesto a pensar que despertaríamos más la atención? Quedamos en que empezaríamos una nueva vida en un lugar lejano, donde nadie nos conozca y se crea el cuento que somos hermanos… Harry, un bebé provocaría muchas preguntas.
— Podemos decir que eres viudo y que es tu hijo, y que yo te ayudo a cuidarlo.
— Preguntarían mucho sobre la madre, caeríamos en contradicciones y…
— Sev, por favor, mi amor, haré lo que sea. —suplicó angustiado—. Si quieres me visto de mujer, dejo crecer mi cabello y me haré pasar por su mamá, pero te lo ruego, llevémoslo con nosotros.
— Eres un tontito. —dijo sonriendo divertido, la ocurrencia de Harry le recordó más el porqué se había enamorado tan perdidamente de él, nunca conoció a alguien capaz de darlo todo por ayudar a alguien—. Me gusta como eres, con tu apariencia de hombre hermoso, no puedo imaginarte con faldones y moños, pero para ser sincero, sería sensual imaginar lo que hay debajo de tanto ropaje.
Harry jadeó, Severus se había acercado tanto a él que sus vientres se rozaron. De inmediato se sintió excitado y las rodillas le temblaron, estaban a punto de volver a besarse cuando el silbato del tren los puso en alerta, lograron separarse a tiempo antes de ser vistos por el guarda.
— ¿Van a subir o no? Aquí están sus boletos y dejen al mocoso en su canasta.
Nuevamente el joven de ojos verdes miró suplicante a su pareja. Severus temía arrepentirse un día de aquello pero no podía presenciar la angustia de Harry y quedarse sin hacer nada.
— Hemos decidido llevarlo con nosotros.
— Pero no pueden hacer eso, hay que entregarlo a las autoridades. —respondió el vigilante con su habitual mal humor.
— ¿Es justo ahora cuando decide seguir las reglas? —bramó Snape—. Usted sabe que si reporta un niño abandonado le va a costar llenar cientos de formularios, declaraciones, investigaciones, ¿y todo para qué? ¿para que el niño termine en un orfanato y usted perdiendo tiempo y dinero con los viajes a la estación de policía?
— Pero…
— Es preferible que regrese esta noche a su casa y se olvide que nos ha visto ¿no le ahorraría eso un sinfín de problemas?
— ¿Están seguros que no es una trampa? —cuestionó entornando los ojos con sospecha—. Quizá quieran reportarme a mis superiores.
— Le prometo que no volverá a saber de nosotros después de subir al tren.
El hombre pareció meditárselo, no lucía muy convencido y Harry lo notó, así que decidió ayudar un poco.
— Le daremos dinero. —dijo ante el asombro de los dos hombres.
— ¡Harry, eso es un delito! —intervino Severus alarmado del rumbo de los acontecimientos.
— Pero será para compensar el contratiempo que le hemos hecho pasar a este buen hombre, Sev, y todo gracias al malentendido.
— ¿De qué malentendido hablas?
— De que él cree que dijimos que el bebé no es nuestro para no pagarle un pasaje en el tren, pero nos rendimos y claro que lo haremos con mucho gusto… ¿verdad? por eso queremos pagaremos lo que considere justo.
Severus contuvo una suave risa para voltear a mirar al empleado con toda la seriedad que era posible, sabía muy bien cómo hacerlo, en su comunidad era bien conocido por su formalidad a flor de piel. El hombre vaciló ligeramente pero enseguida comprendió la oportunidad que tenía y se rascó nervioso la cabeza.
— ¿Le parece bien así? —cuestionó Severus extendiéndole una bolsa con monedas de plata que el vigilante lograría ahorrar en todo un año de arduo trabajo.
Enseguida tomó el dinero dándoles la espalda fingiendo no haberlos visto más. Severus aprovechó para ayudar a Harry a subir al tren con el bebé y buscaron un par de asientos lo más alejados posibles. Severus hubiera querido tener la oportunidad de reservar un compartimento para ellos solos pero por la prisa no les fue posible. Ambos contuvieron la respiración hasta que sintieron que el tren avanzaba. Por la ventanilla vieron al vigilante contando sus monedas mientras caminaba hacia su casa después de tirar la vieja canastita en el cesto de basura.
— ¿En verdad hemos hecho esto, Harry? —preguntó Snape acercándosele discretamente para no ser escuchados.
— Lo hicimos, amor… nos hemos convertido en papás de Christopher.
— Es una locura ¿lo sabes?
— Lo sé, pero la locura más hermosa de nuestras vidas… bueno, además de amarnos a pesar de lo que diga el mundo.
— Sólo sé que este bebé llegó a mi vida tan inesperadamente como lo hiciste tú, y sé por eso que significa una nueva promesa de alegrar más nuestras vidas.
Harry le sonrió enamorado, lo hubiera besado pero había demasiada gente cerca. Aún así, Severus decidió arriesgarse un poco, abrió su capa de lana para abrazarlos, el bebé y Harry necesitaban todo el calor posible en aquella noche tan fría.
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Cinco años más tarde, Harry y Severus tomaban juntos el té en una de las terrazas de su casa en París. Habían llegado a un acuerdo y para no correr riesgos no tenían servidumbre que durmiera en su hogar, solamente de esa manera podían vivir plenamente su amor, aunque fuese en las penumbras de la noche.
— ¡Papi! —gritó un hermoso niño de cabello pajizo y ojos verdes saltando a las piernas de Harry—. Dice mi Profesor de piano que yo no puedo tener dos papás ¿es cierto?
— Tu Profesor de piano está despedido. —intervino Severus alegremente sin importarle la mirada conciliadora de Harry.
— No podemos seguir despidiendo a todo el mundo por eso, Sev. —dijo el joven de ojos verdes para enseguida dirigirse al pequeño que era todo su mundo junto con Severus Snape—. Cariño, la paternidad no significa siempre llevar la misma sangre, has crecido con nosotros casi desde que naciste y somos más tus padres de lo que pueden serlo cualquiera.
— Pero mi Profesor dice que tú eres mi tío y que no debo llamarte “Papi o papá”
— ¿Y tú quieres llamarme “tío”?
— No. —aseguró de inmediato—. ¡Eres mi papá igual que mi otro papá!
— Entonces que siga siendo así, Chris ¿de acuerdo?
El niño asintió feliz, escuchaba demasiados rumores que no comprendía pero cuando Harry lo abrazaba tan dulcemente como en ese momento se le olvidaban por completo. No había nada que lo hiciera más feliz que pasar el tiempo al lado de sus dos padres, jugar a la pelota, cantar a todo volumen sin importarle desafinar, o correr por los jardines con Harry riendo tras de él. Igualmente disfrutaba de las lecturas con su papá Severus, sus clases de comportamiento, los paseos por el parque y hasta acudir a las tediosas obras de teatro que a él le encantaban.
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Cuando Christopher cumplió trece años, Severus tuvo que hacer un viaje de negocios a Inglaterra. Como demoraría unas semanas su regreso, Harry quiso acompañarlo junto con el niño. Viajarían en el mismo tren que los unió a los tres unos años atrás, pero en esa ocasión Severus se aseguró que tendrían privacidad en un compartimento especial para ellos.
Christopher ya conocía bien la historia de su origen, había sido difícil para él enterarse que no llevaba la misma sangre de ninguno de los dos de sus padres, pero aunque le dolía la verdad, no modificó en lo absoluto su amor por ellos. Comprendió que debía guardar silencio para que nadie intentara jamás separarlos.
Iban pasando por la vieja estación cuando el niño se puso de pie para mirarla mejor por la ventana, era tal como la habían descrito sus padres adoptivos.
— Así que aquí nací. —murmuró con curiosidad.
— Sí, aquí fue donde el destino nos juntó contigo, cariño. —completó Harry mirando también por la ventana justo al lugar donde encontró la canasta.
— ¿Quieres bajar? —preguntó Severus a su vez—. Podemos tomarnos un tiempo… averiguar quizá.
— ¿Averiguar qué?
— Tú sabes, Chris… ¿no quieres intentar conocer a tus padres?
— Ya los conozco, no quiero saber más de nadie. —afirmó con una sonrisa—. Tengo los padres más maravillosos del mundo.
Harry y Severus se sonrieron, a veces les costaba demasiado esfuerzo contenerse para no demostrar más afecto del necesario. No se esperaron nunca que Christopher dejara de mirar por la ventana para acercarse a ellos y tomó sus manos uniéndolas.
— Ya sé lo que pasa, no finjan más… no conmigo.
— ¿De qué hablas, hijo? —cuestionó Severus ocultando su nerviosismo.
— Los he visto besarse a escondidas. —confesó para la alarma de sus dos padres—. Y sé que no son hermanos, lo supe hace un año que papá Harry se enfermó y tuvieron que confiar su secreto al médico.
— Chris…
— No estoy molesto por ocultármelo tanto tiempo. —afirmó sonriéndoles para tranquilizarlos—. Una vez oí a unos sirvientes hacer un comentario sobre hombres que gustan de otros hombres, realmente no fue algo agradable de escuchar, sus cotilleos eran vulgares y obscenos, pero supe de inmediato que estaban equivocados, por lo menos con ustedes. Ustedes se aman ¿verdad?
Harry asintió y enredó sus dedos entre los de Severus quien continuaba pálido, nunca creyó que ese día llegaría, mucho menos sin recriminaciones ni repugnancia. Con la respiración contenida volteó a mirar los ojos verdes que le observaban conmovidos.
— Nos amamos cada día más. —respondió Harry con emoción.
— ¿Pueden besarse?
— ¡Christopher! —exclamó Severus impactado.
— La vez que los miré fue demasiado rápido. Por favor, cumplan mi capricho si así quieren llamarlo.
Severus no sabía qué decir ni qué hacer, estaba demasiado acostumbrado a besar a Harry sin testigos, y ahora tenían a su hijo pidiéndoles algo que ni siquiera a un padre y a una madre suele pedírseles. Pero Harry no estaba tan dudoso, acercó su rostro al de Severus para unir sus labios.
Aquello fue suficiente para borrar las inquietudes de Severus Snape, sostuvo el rostro de Harry con sus dos manos para profundizar el beso. Fue una caricia dulce y lenta, con suaves succiones y roces de lengua casi imperceptibles, sin embargo, hasta el tren parecía palpitar acelerado como su sangre.
Al separarse, se abrazaron riendo de alegría. Su amor, tan fuerte a cada instante, tenía un cómplice que los amaba.
— Solo puedo decir una cosa. —susurró Christopher con la voz apagada de emoción—. El mundo no sabe lo que se pierde al no querer observar como ustedes se aman.
Ellos voltearon a mirarlo aún con sus mejillas sonrojadas y el brillo enamorado reluciendo sin barreras. No importaba si debían seguir ocultando su amor a los demás, eran felices al ser una familia sin secretos entre ellos. Otra vez en ese tren, empezaba una nueva vida para los tres.
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Última edición por Araleh Snape el Lun Jun 30, 2014 1:48 pm, editado 1 vez
A Apasionada_a_la_Lectura y a Hope les gusta esta publicaciòn
Scholita Snape-Potter
Cantidad de envíos : 29 Fecha de nacimiento : 16/05/1988 Edad : 36 Galeones Snarry : 18977 Fecha de inscripción : 28/10/2013
Tema: Re: Tren a una nueva vida Lun Jun 16, 2014 3:41 pm
¡Hermoso! Te quedó genial... Me encantan tus historias... ojalá algún día pueda hacer algunas como las tuyas Araleh
gabrielle62
Cantidad de envíos : 2832 Fecha de nacimiento : 02/04/1972 Edad : 52 Localización : Al Norte de España Galeones Snarry : 46954 Fecha de inscripción : 08/01/2009
Tema: Re: Tren a una nueva vida Lun Jun 16, 2014 3:42 pm
Me ha encantado la historia Ara, aunque lamento que hayan tenido que huir por la incomprensión de una sociedad demasiado cerrada. El encuentro del bebé has sido fortuito y maravilloso, les ha salido muy majo el chaval y comprensivo además, muy buena historia.
Mahozahamy Arisugawa Aprendiz de vuelo
Cantidad de envíos : 245 Fecha de nacimiento : 07/12/1987 Edad : 36 Localización : R'lyeh Galeones Snarry : 23830 Fecha de inscripción : 04/12/2013
Tema: Re: Tren a una nueva vida Mar Jun 17, 2014 11:45 am
¡Hermoso! Es todo lo que puedo decir. y lloro como loca por que es magnífico. Y me has dado donde duele.
Felicidades. Eres una escritora increíble.
Yuki Fer As de oclumancia
Cantidad de envíos : 1504 Fecha de nacimiento : 07/04/1992 Edad : 32 Galeones Snarry : 108296 Fecha de inscripción : 30/07/2011
Tema: Re: Tren a una nueva vida Jue Jun 19, 2014 5:38 pm
oh mi dios pero es una hermosiiiiisiima historia muy hermosa sensei...>.<
meryneko Aprendiz de vuelo
Cantidad de envíos : 174 Fecha de nacimiento : 08/10/1994 Edad : 30 Localización : Encerrada en lo más profundo de mi corazón... Galeones Snarry : 16593 Fecha de inscripción : 29/05/2014
Tema: Re: Tren a una nueva vida Sáb Jun 21, 2014 5:49 am
Es una historia preciosa, que Severus decida escaparse con Harry dejando atrás su posición social ha sido muy romántico. Me ha encantado ^^
alisevv
Cantidad de envíos : 6728 Fecha de nacimiento : 15/01/1930 Edad : 94 Galeones Snarry : 241684 Fecha de inscripción : 08/01/2009
Tema: Re: Tren a una nueva vida Lun Jun 23, 2014 7:39 pm
Te repìto aquí mi comentario de SH, de puro perezosa
Que historia tan bonita, me encantó, aunque es triste que se tengan que amar en secreto. Me entristece tanto que todavía haya lugares en el mundo donde la homosexualidad se castigue con cárcel, o donde lapiden a mujeres por amar a alguien que su familia no acepta. Y ese pequeño angelito es toda una belleza. Un relato precioso.
Besitos mil, preciosa
yatta Duelista
Cantidad de envíos : 646 Fecha de nacimiento : 29/03/1984 Edad : 40 Localización : mexico Galeones Snarry : 119250 Fecha de inscripción : 12/07/2010
Tema: Re: Tren a una nueva vida Vie Jul 04, 2014 1:41 pm
no recuerdo si te deje review en SH o no, como estuve muy ocupada por esas semanas a lo mejor lo lei de carrerita y no alcance a poner nada o el internet se me fue, a veces hace eso, pero siempore regresa jajaja XD!! en fin. tu fic estoy deacuerdo con Chris. el mundo se pierde de mucho al no ver como se aman esos dos! y aprovecho para reinterar el snarry en general jajaj XD!! gracias por tu fic!
Yuki Fer As de oclumancia
Cantidad de envíos : 1504 Fecha de nacimiento : 07/04/1992 Edad : 32 Galeones Snarry : 108296 Fecha de inscripción : 30/07/2011
Tema: Re: Tren a una nueva vida Lun Sep 29, 2014 6:56 pm
ah que romantico..n_n y asi es una familia...y no es por sus lazos de sangre si no por el amor que se brinda a cada uno de sus integrantes..n_n como la primera vez que lei me encanto..n_n
Gabriela Cruz Explota calderos
Cantidad de envíos : 56 Fecha de nacimiento : 23/03/1974 Edad : 50 Galeones Snarry : 11505 Fecha de inscripción : 31/07/2014
Tema: Re: Tren a una nueva vida Mar Sep 30, 2014 6:19 pm
Una historia hermosa y perfecta.
lady_chibineko Duelista
Cantidad de envíos : 730 Fecha de nacimiento : 27/09/1978 Edad : 46 Galeones Snarry : 132108 Fecha de inscripción : 30/06/2011
Tema: Re: Tren a una nueva vida Jue Feb 12, 2015 8:30 pm
Que historia tan bonita T_T así es como debe ser, el género no debe ser impedimento para que dos personas formen una familia, sobre todo si con ello pueden darle felicidad a quienes los rodean. Que lindo Chris, lo amé