a) Título del fanfic: Secreto de mortífago
b) Autora: ValethSnapec) Link a la historia: http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=34463&index=1d) Fragmento que deseen recordar del fanfic en cuestión.
“Severus cerró la puerta y lanzo un hechizo de silencio, algo en su interior le advertía que la conversación sería más larga de lo que imaginaba.
Antes de que Harry pudiera inventar alguna excusa para justificar ese extraño comportamiento, coloco los resultados del examen sanguíneo en la mesa junto al sofá, analizando los cambios en el rostro del Gryffindor.
—¿Filtro amoroso Harry? —Cuestionó Severus afectado, habría aceptado con agrado que le rechazara toda la vida antes de verse sumido en un engaño.
—No he sido yo —Harry noto como la vista de Severus se oscurecía de incredulidad, así que le recordó sin dejarse llevar por la desesperación que sentía— ¡Vamos! Soy pésimo en pociones y ¿De verdad me crees tan cobarde para tomarme una poción y no enfrentar nuestro matrimonio?
—No —acepto Severus, caminando hacia Harry sin apartar los ojos de su rostro expresivo. — Explícamelo, porque deseo creer que no es obra tuya.
Harry volvió a sentarse esta vez inseguro de que sus piernas fueran capaces de sostenerle, volviendo a enfrentar los ojos negros de Severus, intento juntar todo el relato de McGonagall en su cabeza y trasmitirlo.
—El profesor Dumbledore nunca confió que yo podría enamorarme de ti así que creo una poción para intensificar sentimientos, tan fuerte que consiguió lo imposible para él —Conto Harry intentando tranquilizarse, todo su cuerpo aún temblaba de la conmoción.
—¿Por qué iba querer “ayudarme”? —Preguntó Severus mirando escéptico a Harry— recuerdo muy bien que se horrorizo cuando descubrió nuestro pacto.
—Porque confiaba que estando enamorado vencería más rápidamente a Voldemort y es todo lo que siempre le importo —le recordó Harry a Severus sin soportar un segundo más esa dura mirada puesta sobre él— mucho más que mis padres, mucho más que Sirius y por supuesto más que su vida misma.
Fue el turno de Severus sentarse en la silla frente a Harry, tragando grueso intento controlar su ira, había fallado cuando se prometió a sí mismo que no permitiría que Dumbledore volviera a manipular sus vidas, pero desde la tumba consiguió la forma de hacerlo.
—¿Minerva, cierto? —Deseo saber mientras apretaba los puños conteniendo la impotencia— ¿cómo hacía para dártela?
Harry mordió sus labios, molesto consigo mismo por no haber sospechado nunca, había sido un estúpido y solamente se debía a su mala preparación en la materia, porque jamás a diferencia de Hermione se interesó por las pociones.
—En el jugo de calabaza —Harry volvió a levantarse encolerizado, caminando de un lado a otro, se reclamo a sí mismo— ¡Soy un imbécil! Me estuvo envenenando y jamás lo note, siempre tan amable y cordial, como soy un tonto pensé que era normal —recordó Harry las veces que le había abordado— ¿Cómo pudo hacernos esto Severus?
Severus levanto la mirada contrariado, cayendo en cuenta todo lo que significaba esa simple poción, toda la relación que habían construido estos meses no era más que una farsa y Harry posiblemente seguía odiándole como al principio y al curarse esa rabia posiblemente crecería.
—No lo sé, definitivamente no es algo digno de un Gryffindor —Comento intentando mitigar el dolor que deseaba acudir a su voz y hacerse notar.
Harry suspiro sentándose nuevamente cansado, sin poder entender la pasividad de Severus, era como las noticias no le estuvieran afectando en nada.
—¿Es todo lo que vas a decirme? —Preguntó mirándole a la cara, enfrentando los ojos negros que parecían perdidos en sus palabras— ¡Joder! Aún siento tantas cosas por ti… No me hagas esto, dime que te duele, destroza al mundo entero, estrangula a esa vieja bruja pero no te resignes.
Severus acerco sus manos a las de Harry, subiéndolas hasta sus labios para besarlas sin prisas, trasmitiéndole apoyo.
—¿De qué serviría eso después? —Al ver la expresión confundida de Harry tuvo que explicarle enfocándose en mirar sus manos, no creyéndose capaz de aguantar el escrutinio de la mirada esmeralda— Cuando te recuperes… Estos recuerdos te atormentaran y si ahora dijera todo lo que pienso y siento lograre hacerte más daño de que te hizo McGonagall.
—No quiero verte sufrir cuando no pueda consolarte —confesó Harry apretando las manos que acariciaban las suyas con delicadeza— Esto no debió pasar, pero he sido muy feliz y no quiero que termine.
Severus negó mientras buscaba la mirada de Harry, aunque la propuesta sutil del Gryffindor se tornaba peligrosamente tentadora, seria sumar una mentira más a sus vidas y arruinarlo todo para siempre.
—No Harry, jamás permitiría que te sacrificaras así —Volviendo a bajar la cabeza beso de nuevo las manos de Harry, contándole— me case contigo asumiendo el riesgo que sería contar solo con tu desprecio y aún estoy dispuesto a soportarlo porque lo único que realmente deseo es verte protegido hasta que la guerra finalice y luego puedas conseguir tu felicidad aunque no sea conmigo.
—No existe el divorcio en el mundo mágico Severus —Le recordó Harry jugando con sus cabellos negros que estaban desarreglados a causa de la prisa por encontrarle.
—Hay muchas otras maneras, Harry —respondió Severus sin explicarse mucho, estaba seguro que retomar su plan original era lo más recomendable ahora.
—Aunque yo volviera a ser el de antes y no me agradaras mucho —comento Harry bajando la mirada al suelo, no deseando ahondar en la respuesta de Severus— Igual estoy seguro que lamentare haberte lastimado de esta forma.
—En ningún momento asumas una culpa que no es tuya —Severus tomo el rostro de Harry entre sus manos y le hizo saber— Por lo único que debes sentirte enteramente responsable es por haberme hecho vivir los dos mejores meses de mi vida —Harry sonrió tontamente, casi olvidando lo que se le venía encima— Nunca voy a poder sacarlos de mi pensamiento ni del corazón.
Harry se abrazó a Severus quien permitió ese último acercamiento como si de una despedida se tratara, besando repetidamente las mejillas de Harry, sumando fuerzas para no derrumbarse y patear el mundo por arrebatarle la felicidad.
Los labios de Harry permanecieron cerrados reteniendo sollozos pero dentro de sí hizo la misma promesa que había escuchado en Severus, aunque la poción borrara sus sentimientos no lo haría con sus recuerdos y ellos le conducirían de nuevo al hombre que le acunaba entre sus brazos, estaba convencido de ello.”
...
“Molly dejo su suéter sobre los pies de Harry y no dudo en llegar hasta él, colocando una mano en su hombro le habló con una dulzura que jamás había escuchado en ella antes.
—Esto es algo muy fuerte, Snape—declaro Molly como si le entendiera— Aunque sé que eres un hombre valiente, permítete sufrir ahora que no hay nadie para juzgarte —recomendó, subiendo las manos, masajeo sus cabellos y susurró como si se tratara de un secreto— No lo mencionare jamás.
Severus apretó los puños, incrédulo por las palabras amables de una mujer que había hecho que su relación con Harry a veces se tornara difícil.
—¿Por qué esta ofreciéndome esta oportunidad? —Encarando los ojos castaños y evidentemente sinceros de Molly.
—Porque me equivoque —reconoció ella atrayendo una silla y sentándose a su lado, hablando tranquilamente de sus errores— Al igual que todos pensé que Harry necesitaba conocer a un chico joven y apuesto que le hiciera vivir experiencias que le llevaran a decidir por sí mismo forman un hogar y aunque… —dejo en claro la mujer con ahincó— Creo que su opinión es lo más importante en la unión que forjaron y lastimosamente fue mal influenciada no me evita reconocer todo lo bueno que le ofreció —la mujer abandono sus cabellos y le miro a los ojos— Protección, lealtad y muchas felicidad. Jamás había visto tanta alegría en su rostro.
—¿Está aceptando que fui bueno para él? —Cuestiono Severus incrédulo ante lo que sugería la mujer, no era una confesión que esperara de Molly Weasley.
—Aunque en algún momento desee convencerme de lo contrario —Acepto Molly mirando con vergüenza a Severus, reconoció— Ahora tengo la seguridad que no hay nadie allá afuera que sea capaz de sacrificarse por él al igual que usted lo ha hecho y eso significa mucho para quienes le queremos y para Harry también —concluyo ella, observando a Harry por esperanza pintada en cada facción de su rostro.
—¿Crees que será suficiente para que no me odie por este engaño? —Severus también miraba a Harry consciente de las lágrimas que se escapaban de sus ojos, traicionándole.
—No hay motivos para que lo culpe, lo odie o quiera alejarse de usted, lo ocurrido no fue responsabilidad suya—Quiso hacerle ver la pelirroja respetando el llanto del maestro—además, estoy convencida que Harry vio lo mismo que nosotros, un hombre que le entrego su corazón.
Severus apretó más fuerte la ahora tibia mano izquierda de Harry, esperando que los recuerdos fueran suficientes para que le perdonara cualquier falta. Sentir nuevamente su odio, era algo que no creía ser capaz de soportar.”
...
“Harry lo tomo auténticamente emocionado, porque no esperaba que Severus recordara la promesa. Había pasado un mes desde el San Valentín.
—Gracias Severus —El hombre volvió la atención a su trago, entonces Harry empezó a preocuparse, tal vez no era el primero que estaba tomando— ¿Ha ocurrido algo? No tienes buen aspecto.
—Nunca he sido especialmente atractivo —sentenció Severus removiendo la bebida con alterarse— No ha ocurrido nada, ve a estudiar y déjame solo.
—¡Oh claro! Me has tranquilizado con tu derroche de sarcasmo —Murmuró Harry, apresando la mano de Severus y arrebatándole la bebida, para sorpresa del mayor— ¿Podrás ser sincero conmigo y decirme que está ocurriendo?
Severus gruño al ver su trago desaparecer, fijando sus ojos negros en Harry decidió que decir la verdad no era una mala idea, eso le quitaría las ganas al Gryffindor de hablar sobre ello.
—No soporto saber que has olvidado lo que sentías por mí —Harry se removió incomodo en la silla ante la declaración. Severus no se amedrento y siguió hablando— Quiero hacerte recordar cada cosa que sentías cuando estábamos juntos y no sé cómo porque siempre estas lejos de mí.
Deseando haber hecho caso a las palabras de Severus, noto que sus mejillas ardían de vergüenza, evitando bajar la mirada y decepcionar a Severus, logro decirle.
—Lo siento —Severus aparto la mirada, volviendo hacer aparecer su trago, esta vez recostándose al sillón— Hay momentos en los que también deseo recordar esas emociones, porque sé que me gustaban.
Severus asintió comprendiendo que no era el único que había meditado el asunto, regresando la atención a Harry, se disculpó.
—No quise hacerte sentir mal —dejando la bebida en la mesa, logro admitir su miedo— No quiero tu odio.
—Sería imposible odiarte después de todas las cosas que hicimos juntos —Aseguro Harry, logrando una sonrisa al sentir que los buenos momentos acudían a su mente.
—¿No te parecen repugnante? —Severus quería la verdad aunque no le gustara, porque solo así comenzaría a comprender a Harry.
—No, al principio fue chocante saber todo eso —Confesó Harry sintiendo que el color rosado en sus mejillas volvía aparecer— Ahora sé que forman parte de mi vida, así que… No son desagradables.
—Eso es darme esperanzas, Harry —Acuso Severus a la estrella de Quidditch escolar, intentando amedrentarlo con la mirada.
Harry sonrió sin prestar al gesto de Severus, apretando su mochila se levantó, hizo desaparecer el trago y respondió.
—Quiero que la tengas, Severus —Sin mediar una palabra más busco asilo en la cómoda habitación, esperanzado con que la ficha de Severus le ayudara a superar la dificultad en Pociones.”
...
“Severus le apreso cuando paso cerca del escritorio. Harry juraba que nunca antes le había visto moverse tan rápido, clavando su vista enojada en él y viendo claramente como el hombre exigía una respuesta, se la concedió.
—Perdimos el partido —Informo Harry en tono hiriente, estaba que explotaba de ira por dentro— Tus adoradas serpiente tienen el trofeo de la temporada ¿Satisfecho?
—No —Negó Severus soltando el brazo de Harry, logrando calmarse— Nada que te ponga en ese estado puede hacerme feliz.
Harry había preparado una tanda de insultos por si al hombre de le ocurría decir uno de sus sarcasmos, pero al escuchar la confesión de Severus sus defensas se derrumbaron, logrando que levantara la vista encontrando su mirada con la de Severus. Conectados.
—Y…Yo —No había planeado una respuesta a eso, sin argumentos como se encontraba pudo darse cuenta más fácil de algo que ansiaba en ese momento y tal vez venia deseando desde la noche anterior y como siempre había reprimido— ¿Me besarías?
La risa de Severus anunciando anuncio su respuesta positiva y le lleno de cierto calor el alma, consiguiendo que temblara. Severus paso una mano por la cintura y le pego al su cuerpo, ya encontrados, inclino la cabeza y atrapo sus labios en un dulce beso.
Duro asombrosamente poco o al menos para Harry fue corto, aunque tal vez se tratara de que Severus no pensara en ningún momento aprovecharse de su débil estado emocional, aunque Harry hubiera aceptado de buena gana más contacto.
Al separarse, Harry sonrió estúpidamente mientras se alejaba, algo consciente de que necesitaba ducharse, mientras que Severus guardo la sonrisa para sí y volvió a su trabajo. Tal vez Dumbledore no estaba tan equivocado.”
...
“Draco no alargo mucho la espera, colocando la varita en la sien ordeno al recuerdo que abandonara su mente, depositándose con cuidado en la piedra y consiguiendo que la curiosidad de Harry despertara de su largo sueño.
Con un gesto de invitación el Slytherin le indico que se sumergiera y Harry lo hizo seguido por el mismo Draco, quien se mostraba impasible.
Harry reconoció la estancia de inmediato porque estaba demasiado fresca en su mente; la sala de menesteres. Para ser más exactos era el mismo día del encuentro de los miembros de la orden en Hogwarts, donde discutieron su preparación para la batalla. Severus despidió al último miembro quedando en la habitación tan solo con Draco de compañía.
—¿Puedes sentarte un momento? —Hizo la petición la gruesa voz del pocionista logrando que a Harry se le erizara la piel. Enfocando su atención en el hombre se percato de cuan imponente era su presencia.
—Por supuesto —Acepto Draco, tomando asiento en una silla justo a su derecha y frente a él Severus no tardó en hacer lo mismo.
El hombre de túnicas negras busco en el bolsillo de su ropa por un instante y después fue visible tanto para Malfoy como para él un pequeño vial de poción, etiquetada solo con el nombre de Harry, quien frunció el ceño, examinándola más de cerca.
— ¿Dónde? —la pregunta de Malfoy sonó sorprendido, casi causiosa, pero pronto algo pareció encajar en su mente y los cuestionamiento del origen quedaron de lado, solo dejando una interrogante— Solo Potter puede usarla—aseguro Draco, entonces Harry comprendió con sorpresa que se trataba de otro de los viales obtenidos de su huevo de Ashwinder— ¿por qué estas mostrándome esto?
Harry también quería saberlo ¡la poción era suya! Por lo tanto debía pertenecerle, Draco siendo tan habilidoso en Pociones estaba más que consciente.
—Porque tú se la entregaras a Harry cuando yo no pueda hacerlo —Draco arrugo el rostro y era un gesto tan poco habitual en él que su cara perdía elegancia.
—Entonces sabes que no saldrás bien librado de la batalla final —Severus asintió, como si fuera un hecho que estuviera esperando, ahora Harry estaba consciente que Severus supo desde el primer momento que llegaría a ese punto sin retorno— ¿De igual forma te piensas arriesgar por Potter?
Severus asintió de nuevo con tanta serenidad que Harry sintió ganas de abofetearle. Draco apretó los dientes con rabia y protestó.
—¡Por las barbas Merlín, Severus! —El rubio del recuerdo se había levantado y caminaba de un lado a otro como si estuviera enjaulado, mientras que el real permanecía a su lado mirando la escena— ¡Potter no te quiere! Y aún así vas como un perfecto idiota a entregar tu vida por él.
—No lo entiendes Draco —Empezó a justificar Severus sus acciones de pie nuevamente, logrando frenar al paseo del rubio.
—Exacto, esto es demasiado difícil para comprender —Acepto el rubio enfocando sus ojos en los negros del hombre mayor, perdiéndose en esa oscuridad profunda que mostraban— Pídele este “favor” a otra persona.
—Eres mi único amigo —Confesó el Slytherin en voz tan baja que de no ser porque Draco fuera un espía muy habilidoso, no lo hubiera escuchado.
Draco se frenó en la puerta, soltando un suspiro regreso sus pasos y atrapo en sus manos la poción, guardándola con cuidado en el bolsillo, mirando a los ojos a Severus advirtió.
—Eso fue demasiado bajo hasta para un Slytherin.
Severus puso una mano en su hombro y apretando fuertemente, como gesto de despedida, tuvo que admitir.
—Casi voy a Gryffindor —Notando como Draco encontraba la idea repugnante, dejo de un lado su orgullo y agradeció a su mejor amigo— Gracias Draco, por todo.
—Dime que no te pondrás sentimental, Severus —Rogó la serpiente rubia con una sonrisilla bailando en los labios.
—Por favor hazle saber a Harry que solo él puede elegir usarla, dejo mi vida en sus manos —Draco empezaba a tener por la cordura de su amigo, iba dejar la decisión en manos de Potter, el inconsciente rencoso león— Tal vez yo no le di la oportunidad de elegir una vida juntos, pero ahora le devuelvo esa opción, necesito que este seguro que sin importar cuán difíciles de afrontar sean las consecuencias de su elección, jamás debe sentirse responsable. Dile que lo perdono, al igual que espero que él lo haya hecho conmigo.
—Severus esto es… —Draco ni siquiera podía pronunciar la palabra, era un riesgo enorme.
—No tienes que decirlo —La voz de Severus se escuchó suplicante, pero sus ojos estaban llenos de confianza— Soy una serpiente estúpida.
El rubio asintió, haciendo la promesa implícita de cumplir con su mejor amigo, dándole la espalda para alejarse por el pasillo notando que no podía soportar un segundo más las duras confesiones de Severus. Harry casi podría jurar que Malfoy iba llorando mientras que Severus volvió a hundirse en la silla.
Abandonar los pensamientos fue casi tan desalentador como entrar en ellos. Draco tenía el vial de poción en las manos, colocándola sin dudar en las de Harry le miro a los ojos por última vez, amenazándole.
—No me importa cuánto daño creas que te haya hecho Severus —Harry no se dejó amedrentar por los ojos acusadores del rubio— Vas a salvarlo, porque lo único que hace desde que le conozco es arriesgar su vida por ti.
Harry bajo la vista al frasco con una difícil decisión en las manos, intentado hacerle comprender al rubio, susurró.
—No hay divorcio en el mundo mágico —Con la muerte de Severus, era oficialmente libre, por horrorosa y fría que sonara esa declaración.
Draco le agarró del cuello de la camisa y le zarandeo, como intentando hacerle despertar de un letargo, sin dejar de mirarle a los ojos, confesó.
—Odio la casa de Gryffindor —Harry se sorprendió por al abrupto cambio de tema, pero espero que el rubio tuviera algo que decir con todo eso— son sentimentales, testarudos e imbéciles, una combinación para el desastre —Draco apretó más fuerte el agarre del cuello y siguió hablando entre susurros— Pero admiro algo —Tragando grueso, Harry espero la declaración— Siempre eligen lo correcto, así que sé un buen león.
Antes de que Harry pudiera arremeter contra él, Draco abandono el despacho apresuradamente. Harry arreglo el cuello de su camisa sin entusiasmo, camino hasta el escritorio de Severus y se dejó caer en la silla sin convicción. Dumbledore siempre decía que las elecciones definen al mago ¿pero dónde se deja al corazón? Deseaba estar seguro que lo había dentro del suyo.”
...
“Harry se estaba desprendiendo del afectuoso abrazo de la señora Weasley cuando se percató de la presencia de Rufus Scrimgeour justo a su izquierda, alejándose de la mujer quien volcó la atención en su hijo, se plantó frente al ministro.
—¡Felicidades señor Potter! —La voz del hombre se había escuchado con cierta algarabía, pero hasta cierto punto ensayada.
—Gracias, me sorprende su presencia aquí, señor —Los ojos del hombre recorrían la estancia nerviosos, como si deseara evitar a alguien.
—Necesito hablar con usted a solas —Explico Scrimgeour con sinceridad, pasando una mano por su hombro le arrastro lejos del Gran Salón, asegurándole— Creo que encontrara en mi propuesta una tabla de salvamento.
Sin entender Harry le siguió. Scrimgeour le condujo al despacho de Severus, sorprendido pero tranquilo el Gryffindor tomo asiento esperando que el ministro de magia también lo hiciera y se explicara.
—Vera Harry, hace unos días he meditado de qué forma podríamos agradecerle lo que ha hecho por la comunidad mágica, —El hombre saco de su túnica un pergamino, que reviso sin dejar de hablar— en esa búsqueda me he encontrado con que usted está atado a un compromiso establecido con un fabricante de pociones y supe que mi labor debía consistir en romper el vínculo si usted estaba de acuerdo en ser liberado.
Liberado, la palabra resonó en su cabeza dando ecos. Harry no era un esclavo, Severus nunca le trato más con que gentileza. Pero la propuesta del ministro de cualquier forma en que hubiera sido planteada era todo lo que Harry había querido: elegir por sí mismo. Eso significaba separarse de Severus.
Harry no quería ser libre si esa vida significaba perder a Snape. Ahora su vida tenía un rumbo: Convertirse en Auror. Necesitaba a Severus apoyándole, ayudándole cuando se le hiciera difícil seguir adelante, tal y como fueron los últimos meses, aún en la enfermería, Severus le ayudaba con sus deberes, compartió anécdotas de la infancia y no hizo preguntas sobre las continuas visitas de Harry. Sin presiones, como siempre.
—Pensé que era imposible anularlo —Harry estaba intrigado Ron y Hermione muchas veces se lo habían repetido, era ilegal falta a ese tipo de contratos.
El hombre de cabellos rojizos le dio una mirada condescendiente y le hizo entender.
—Usted es Harry Potter, si es su deseo, me hare cargo de anular el contrato —El hombre volvió la vista al pergamino, prosiguiendo— Supongo que con persuasión necesaria, Snape aceptara dejarle libre.
Entonces Harry comprendió todo, su fama siempre iría por delante y aunque le beneficiara ahora, no siempre la balanza de inclinaría de ese modo. Clavando sus ojos en el ministro, declino.
—Estoy muy agradecido por su ofrecimiento, señor —Harry intento sonar respetuoso, pero era difícil cuando no toleraba al hombre frente a él— pero en cuanto a mi relación con Severus Snape y el único favor que usted y el mundo mágico puede hacerme es no meterse en mi vida; preocúpese por mejorar su reputación, haga bien las cosas y demuéstrele al mundo mágico que eligieron al hombre correcto, Azkaban es un buen lugar para empezar.
El hombre se levantó visiblemente ofendido por como fruncía el ceño y arrugaba los labios. Después pareció meditar el consejo y reponiendo el rostro se dirigió hacia la puerta, concluyendo la visita a Hogwarts.
—Espero que este consciente de lo que ha elegido —Entonces se marchó, dejándole saber a Harry algo irrefutable. Había elegido y su elección fue permanecer con Severus.
El sonido de la puerta cerrarse atrajo la atención de Harry, poniéndose de pie espero ver de nuevo el rostro de Scrimgeour, pero se trataba de Severus que le observaba como si esperara alguna explicación de su parte y al ver que no iba dársela, tomo la palabra.
—Tengo una intuición muy aguda Harry —empezó a decir incomodo, detuvo su andar frente a Harry que le observaba curioso— Scrimgeour vino a liberarte ¿cierto?
Harry tuvo que admitir para sí mismo que su maestro tenía una mente brillante, sin dejar que su rostro mostrara lo enojado que estaba dio una respuesta.
—Sí, vino a ofrecerme mi libertad —Estaba seguro que la rigidez que mostraba al hombre se debía a la preocupación sobre el tema.
Severus asintió como si de pronto comprendiera toda situación, llevando una mano a la mejilla de Harry, se aseguró de hacerle saber.
—Me has ofrecido la oportunidad de vivir todo cuando he deseado, —Harry no entendió el tono voz dulce y sereno que el hombre de túnicas negras eligió usar ni tampoco la mirada directa a sus ojos— no te he dado muchas oportunidades de disfrutar tu juventud y quiero que sepas que lo siento, mi trabajo no me deja muchas opciones. Solo quiero que me perdones y me mantengas en tu memoria un hombre que tuvo la intención de alejarte de las manipulaciones y protegerte.
Harry comprendió el error de Severus, el hombre estaba seguro que había aceptado anular el contrato, no podía culparlo por pensar eso, siempre lo había hecho a un lado. Respirando entrecortadamente por la emoción Harry aprovecho el momento para sacar de nuevo a relucir un tema que para él no estaba olvidado.
—Severus ¿Recuerdas la discusión que tuvimos cuando me hiciste saber que tu pago seria casarme contigo? —Severus se mantuvo un momento en silencio, pero luego pareció recordar.
—Lo recuerdo —Harry volvió a sentir que Severus tenía un tono de voz demasiado sexy para su bienestar.
—Te pregunte las razones por las que querías un matrimonio conmigo —El ojinegro asintió, seguro con el recuerdo más fresco ahora en la mente— Dijiste que querías protegerme, pero también aseguraste que había otros motivos que no podías compartir conmigo en ese momento —Harry elimino un poco de la distancia entre ellos, mientras exigía— Quiero saberlo ahora.
—No cambiara la elección que hiciste, Harry —Advirtió Severus, aunque probablemente no hacía falta decirlo. Harry lo sabía.
—No importa, igual quiero oírlo de tu boca —Estaba decidido a enfrentarlo, porque ya había demasiadas cosas sin decir entre ellos.
—La única razón por la que quería tenerte a mi lado, siempre fue solo una —Severus seguía mirándole a los ojos y sus dedos no se habían detenido en acariciar sus mejillas— Te amo y aunque ahora nos separemos, siempre te voy amar. Más allá de lo que tú crees posible.
—No vamos a separarnos —Afirmo tajante Harry, pero Severus negó con la cabeza al momento que pedía reflexionar.
—Eres libre —Harry frunció el ceño sin entender su punto, así que el hombre explico pacientemente— tienes que disfrutar lo que la vida te ofrece fuera de estas paredes, porque yo no te puedo ofrecer nada más.
Harry se acercó un poco más, quedando pecho contra pecho, sintiendo el corazón de Severus latir y su miedo tras la apariencia tranquila.
—Me ofreces lo suficiente —Severus quiso alejarse, sin entender como eso era posible pero Harry le retuvo con un fuerte agarre en la cintura, volviendo a fijar la mirada en los ojos esmeralda, espero que Harry se deshiciera del sonrojo y volviera hablar— Severus, no acepte la propuesta de Scrimgeour.
—Eso significa que… —Severus se detuvo ansioso y esperanzado. Harry embozó una sonrisa, terminando la frase por él.
—Significa que nos quedaremos juntos, porque te amo —Esa declaración dejo sin respiro a Severus, quien no se sentía capaz de alejar sus ojos de Harry, esperando que no se tratara de un sueño —¿Aún me quieres contigo?
—Para toda la vida —Severus sin poder resistirlo más inclino la cabeza y atrapo los labios de Harry en un beso que fue correspondido. Su corazón se contrajo, esta vez no se trataba de un sueño: Sin contrato, sin pociones, sin culpa ni rencor.
Solo amor y era todo lo que Severus creyó que Harry nunca podría darle.”
e) Razones por las que recuerdan ese fragmento en especial.Es una historia que se me hizo sublime de principio a fin. Esta historia trata de un matrimonio forzado, si bien hay muchas esta ese mi hizo muy especial por el modo de abordarla, Harry durante la mayor parte del tiempo trato a Sev muy mal, algo que odie mucho en su momento, todavía el final para mí, se me hace poco para todo lo que paso Sev, si me provoco alegría, pero siento que durante toda la historia Harry jamás se mereció a Severus. Todo esto desde mi particular punto de vista, aunque si agradecí que terminaran juntos.
Ame a este Severus siempre cuidando a Harry, siempre amándolo, luchando por el aun cuando sabia su descontento hacia él. Que Harry fuera siempre por sobre todas las cosas. Todas las acciones que Sev hizo por Harry siempre me enternecían el corazón, pero se fragmentaba al rechazo de Harry.
Fue una historia que amo mucho hasta la fecha y, que sigue provocándome muchos sentimientos encontrados al leerla. Me encantó la alusión de Sev posible Gryffindor. Es una historia muy recomendable.