La Mazmorra del Snarry
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

La Mazmorra del Snarry


 
ÍndicePortalÚltimas imágenesRegistrarseConectarseFacebook
La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Una frase navideña por Silhermar

Ir abajo 
AutorMensaje
silhermar
Aprendiz de vuelo
Aprendiz de vuelo
silhermar


No tienes logos aún.
Femenino Cantidad de envíos : 419
Fecha de nacimiento : 02/08/1983
Edad : 40
Galeones Snarry : 17179
Fecha de inscripción : 15/02/2009

Una frase navideña por Silhermar Empty
MensajeTema: Una frase navideña por Silhermar   Una frase navideña por Silhermar I_icon_minitimeVie Dic 16, 2011 6:47 pm

Esta es mi respuesta al reto. Espero que os guste...

Podeis enconrarlo en SH en :

Otra Navidad más, y como siempre se encontraba en el castillo. ¿Cuándo el maldito Director le dejaría en paz? Que si era mejor no pasar ese tiempo a solas, que si todos le apreciarían más si dejara de gruñir tanto. Severus realmente estaba harto, pero hasta la punta del sombrero que no llevaba. ¿Qué derecho tenía el viejo come-caramelos de limón a meterse donde no le llaman?
Como siempre el castillo estaba preciosamente decorado, cosa que enfurecía más a nuestro amado profesor de pociones, y sobre todo. ¿Por qué este año habían decorado las mazmorras? Era su santuario, y odiaba que lo hubieran modificado, aunque creía que algo tenía que ver el nuevo profesor de Defensa, ese niñato tenía a todo el mundo comiendo de su mano.
Por suerte, la guerra había acabado hacía un año, y por ello, a Harry Potter le habían concedido la máxima maestría en Artes Oscuras, con lo que el Director le ofreció inmediatamente el puesto de profesor para defensa. Y el joven que venció lo aceptó sin dudarlo, al parecer, o eso decían las malas lenguas, quería alejarse del cotilleo y de la chusma que corría sólo para adorarle. Parecía mentira que fuera Griffindor, escondiéndose en la escuela. Esto era lo único que le hacía gracia al oscuro profesor.
El mencionado anteriormente, andaba como imaginais pensando en sus cosas, hasta que chocó con su tormento, y cuando iba a caerse éste lo abrazó.
Este año, por suerte, sólo se quedaron los profesores, puesto que como era la primera vez que estaban seguros, las familias se decidieron reunir por Navidad. Por lo que este año, el viejo come-caramelos de limón, también llamado Albus, en una de sus geniales ideas, o locuras, decidió hacer suyo un dicho muggle.
- Todos necesitamos abrazos. ¿y qué mejor época del año?- había dicho en la reunión de profesores.
Así, se quedaron todos resignados, o al menos eso parecía ya que secretamente dos hombres morenos estaban encantados con la idea. Menuda escusa más buena, y menudo regalo de Navidad.
De esa forma, cada vez que se veían, sobre todo esos dos morenos que sinceramente hacían mucho para encontrarse, se daban un abrazo, que podía durar diferente tiempo. Ninguno de ellos se había dicho nada, pero los ánimos, desde que empezó esa nueva locura se habían tranquilizado entre ambos.
-Ya me puede soltar, señor Potter- dijo Severus, una vez que se empezó a sentir incómodo, puesto que todo este tiempo había sido abrazado por el joven.
Éste, que aún seguía en su nube de colores, por lo que la voz de su antiguo profesor le sacó de su trance.
-Lo siento, profesor Snape- empezó sonrojándose levemente.
-Snape ahora, ya no soy su profesor- le recordó el susodicho.
-De acuerdo Snape.- le dijo Harry. Le soltó y se fueron cada uno por su lado, con una sonrisa oculta.
A ambos les encantaba la idea, a Harry le parecía una escusa genial, es Navidad, tiempo de amor y alegría, abracémonos. A Severus no le parecía tan buena escusa, pero eso le daba pie a estar cerca de su amor platónico, puesto que estaba convencido de que no le correspondía.
Así cada día se encontraban en un montón de sitios, en las mazmorras, en el comedor, en una parte de los invernaderos, en el lago, en la sala de los menesteres, y hasta en la lechucería. Poco tiempo había pasado desde que empezaron con la gran idea de Albus, y los profesores se evitaban entre ellos, al menos la mayoría. Pero había dos, que no hacían más que tropezar. ¿Cómo conseguían eso?
Bueno, el más joven de ellos, tenía ayuda de un gran mapa mejorado. Mientras que el mayor contaba con una red de espionaje a través de cuadros increíble.
En una de las veces que casualmente chocaron en el lago se quedaron más tiempo del habitual y al cabo de un tiempo se miraron, Harry tomando el valor, no sabía de donde, le dio un pequeño beso a Severus, que abrió los ojos sorprendido, quedándose totalmente petrificado.
¿Qué había sido eso?- pensaba el mayor alucinando.
-Me odia, será mejor que corra- pensó el más joven, dicho y hecho, salió pies en polvorosa.
Así, Minerva, desde el refugio de su despacho pudo ver a la más reciente implantación de la plantilla entrando en el castillo como alma que lleva el diablo y se preguntó que podría haberle pasado, pero, no se quería arriesgar, para variar, la profesora de adivinación había decidido que realmente valía la pena darse unas vueltas por el castillo y eso a la estricta profesora le ponía los pelos como escarpias.
Al cabo de un rato podríamos ver, si el castillo fuera transparente o si nosotros fuéramos fantasmas transpasando las salas, a ún Harry asustado por lo que había hecho, pensando en cómo solucionarlo y dando vueltas por su habitación mientras se comía la cabeza intentando hacer que no había pasado nada. Pero a él le había gustado y mucho, y quería repetir, pronto, su cuerpo se lo pedía a gritos. Además pronto acabaría el año, y él estaba harto de estar solo, aunque no quería a nadie que no fuera al oscuro profesor de pociones.
Éste, se encontraba aún aturdido, por lo que decidió dar un largo paseo alrededor del lago. ¿qué había pasado? ¿Realmente Harry le había besado? Ese había sido el mejor día de su vida. Estaba completo, pero no entendía por qué había salido corriendo. Aunque ahora tendría que ver como hacer para demostrarle que estaba encantado con el curso de los acontecimientos.
Así, Severus se puso a buscar a Harry un rato antes de la cena, donde todos estaban obligados a asistir, aunque no pudo encontrarlo por donde normalmente estaba. Lo que Sev no sabía es que Harry, temiendo la respuesta de su amado aunque oscuro profesor, le estaba esquivando de una forma muy efectiva, cabe destacar, con ayuda de un mapita estupendo.
De esta manera, ambos profesores no se encontraron hasta la cena, cosa que suponía una pequeña tortura para uno y un alivio para el otro. Al llegar, como se había establecido desde el principio y ante la escrutadora mirada de Albus, todos los profesores intercambiaron abrazos, más o menos de compromiso en algunos casos y con cariño en otros.
Al fin, se sentaron todos a comer, y como postre, tomaron unos bombones que habían enviado como regalo desde sortilegios Weasley, lo que amenizó la velada. Aunque, algo raro ocurría, en un lado de la mesa, donde estaban sentados los profesores Potter y Snape se veía mucha tensión, tanta que se podría cortar con un cuchillo. El resto de los habitantes del castillo, llegó un punto que no pudieron seguir ignorando esa situación por lo que la animada conversación se fue acallando, y miraban todos para ellos,silenciosamente. Pero no ocurría nada, sólo miradas iban y venían, y era tremendamente dificil ver lo que realmente pasaba.
Cuando ya no sabían que hacer, apareció Dobby y le comentó algo al oído de Albus, que rápidamente hizo que los profesores aturdidos se levantaran y se fueran dejando a la pareja sólos en el Gran Comedor.
Curiosamente, no hubo protestas por ello y todos se fueron rápidamente, algunos, como Minerva, curiosos de lo que iba a pasar, por lo que se fue con Albus a su despacho, que tenía un espejo donde veía todo lo que pasaba. Mientras otros como Hagrid o Sinistra, prefiriendo no saber nada, se fueron a sus respectivos dormitorios.
Los hombres que se quedaron en el comedor siguieron dándose miradas por un rato, que si ahora tu que si ahora yo, que si te cacho.... vamos, lo típico. Hasta que de repente se oyó.
-Lo siento- ambos habían decidido hacerlo a la vez.
-¿Por qué?- siguieron ambos. Se miraron de nuevo e indicando un gesto con la mano dijeron.
-Tu primero.- fue curioso, parecían totalmente sincronizados.
-Bueno, pues...-empezó Harry- sientohabertebesado.
-¿Qué has dicho?- preguntó el pocionista- ¿puedes repetirlo más despacio?
-Que siento haberte besado-dijo el primero mirando al suelo.
- Pues yo me alegro- contestó Severus asombrando al joven que lo acompañaba.
-¿Por qué?-preguntó Harry.- Si me odias.
-No te odio, ya no.- le dijo el oscuro profesor- Me diste la libertad, mientras entrenábamos te pude conocer, y rompiste mis esquemas volviendo a la seguridad del castillo en vez de hacer alarde de tu fama.
-Siempre he sido así- contestó avergonzado Harry.
-Lo sé, pero no me había dado cuenta hasta ahora- siguió el primero.- Por cierto, ¿podrías llamarme Severus? Creo que sería un bonito cambio.
-Pues entonces, Severus, no me llames Potter, me haces recordar que odiabas a mi padre- le contestó Harry.
-Vale Harry, ¿un abrazo?
-Creo que he recibido más abrazos que en toda mi vida- dijo el susodicho acomodándose en los brazos del mayor. Se sentía protegido, era una gran sensación, pero quería aclarlo todo.
Así, se apartó un poco de los brazos de Severus par mirarle y le dijo- ¿Qué es lo que sentías?
-Pues- empezó este cohibido. Él que jamás se había intimidado, así que cogió aire, respiró y lo soltó- que me quedé paralizado, y que no quería asustarte. Bueno, lo de años atrás queda en el pasado ¿verdad?- siguió esperanzado.
-Por supuesto- dijo Harry acurrucándose más.
Tras la aclaración de los hechos se podía ver a los dos hombres juntos, puesto que aunque no hubieran espresado con palabras lo que sentían , con abrazos se lo habían gritado.
-¡Qué bonito es el amor!- cantareaba Albus en su despacho, donde no dejaba de espiar a nuestros protagonistas. Le encantaba hacer de celestina, y realmente no tenía muchas oportunidades.
-Te estás pasando- le dijo Minerva- no les irás a hechar una poción en la bebida ¿no?
-Cómo se te ocurre Mini- le dijo él haciéndose el indignado, cosa que desmentían los antiguos directores riéndose en los cuadros.- Se te ocurrió a ti. – añadió mientras le guiñaba un ojo.
Así, el último día del año, todas las copas llevaban una pequeña porción de poción incluída, muy pequeña, puesto que sino ambos hombres la podrían detectar, no por nada habían sido arduamente entrenados. Aunque estaban con la guardia baja.
De esa forma brindaron al acabar las campanadas que daba la entrada al nuevo año, y con ello todos tomaron la poción. Ésta, era una poción inventada por Albus, pero aún no probada, que hacía que todos expresaran realmente lo que sentían en su corazón, así pudo ver como todos reuían a la profesora de adivinación, como Minerva, Hagrid y Sinistra se contaban los cotilleos de última hora, mientras miraban pasmados a los dos protagonistas. Los dos profesores más diferentes y más iguales de la tierra, que se declararon su amor, jurándose amor eterno, y yéndose de una manera, que sino supieran que era imposible desaparecerse hubieran jurado que así era.
Al día siguiente, o a los dos días, cuando todos estaban más calmados, se podía ver a la reciente pareja haciéndose arrumacos por cualquier lado, era muy tierno. Mientras Minerva, Hagrid y Sinistra habían decidido empezar un periódico de cotilleos en el colegio, por loque pedirían colaboración a Colin, que era muy fan de ellos. Iba a ser divertido, pensaban, así nos enteraremos de todo.
Albus sonreía, veía a todos sus profesores felices, él sabía de lo que guardaban en sus corazones, bueno, la mayoría, puesto que los quería como un padre a sus hijos, excepto a Harry, el era su nieto, y eran muchos años juntos. Se tomó un caramelo de limón y siguió con su rutina.
Al finalizar el periodo vacacional, en la primera reunión de profesores, Harry anunció que se iba a vivir a las mazmorras, y surgió el tema de cómo a Albus se le ocurrió la descabellada idea.
-Bueno, pues, todos necesitamos amor.¿Y qué mejor época que la Navidad?
-¿Por qué abrazos, Albus?- le preguntó Snape intrigado.
-Porque me pareció que la Navidad era una buena excusa para poder abrazar a quien se quiera. Además si ponía el castillo lleno de muérdago seguro que no sobrevivía.
-Seguro.- apoyaron todos riéndose alegremente.
Iba a ser una temporada dura, o no, pero eran como una gran familia. Y se apoyarían, además, todos estaban felices con la nueva pareja. A lo mejor así a Severus le mejoraba el humor.¿Quién sabe?

FIN

Una frase navideña por Silhermar
Volver arriba Ir abajo
 
Una frase navideña por Silhermar
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» Una Frase Navideña (OneShots)
» Respuesta al reto: Una frase navideña por Snarry_Love20
» Mi respuesta al reto: Un frase Navideña" por gabrielle62
» Respuesta al reto: Una frase navideña por Majo Walles
» Buscando una reconciliación. Respuesto al reto: Una frase navideña (one-shot)

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
La Mazmorra del Snarry :: Biblioteca de la Mazmorra :: Club de Duelo-
Cambiar a: