Es simple pero no tan sencillo

Tema: Es simple pero no tan sencillo Jue Abr 21, 2011 12:16 am

Autor: Seth Snape Malfoy

Beteado: Malfoyzitha

Genero: Romance, Drama.

Personajes: Harry Potter, Severus Snape

Advertencias: Final Feliz aunque no convencional, Mpreg

Disclaimer: Los personajes son de Rowling y la idea de la historia mía, una disculpa si se llegara a parecer con la de alguien más; que por mi bien espero que eso no pase.

Resumen: La guerra se llevo todo… solo una pareja sobrevivió. Pero no significa que se hayan librado de los males que esta causo.

Reto “Por que Sev, nacería en enero” (Aun que no tiene nada que ver jijij)

¡Feliz cumpleaños mi Amado Sev!

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Es simple pero no tan sencillo, uno nunca sabe como iniciar una historia y mucho menos sabe como va a terminar, solo puedo verla desde mis propios ojos, pues realmente no se como decirlo, jamás fui bueno para escribir… supongo que nunca habrá una historia hecha por mi, ni una visión de las cosas que viví, será por eso que las ideas fluyen solas por mi mente, quizás es por eso que me encuentro aquí, parado en medio del cementerio.

Déjenme ponerlos al corriente de la situación… empecemos por mi nombre; Yo soy Harry Potter, el- Niño- Que-vivió-y venció, El chico de oro, el salvador del mundo mágico.

El actual héroe omnipotente que tiene demasiada fama como para vivir tranquilamente y para poder hacer algo de utilidad en esta sociedad, aunque según la misma ya hice demasiado así que el resto de mi vida tengo que dedicarme a relajarme mientras vigilan mi trasero con el propósito de asegurarse que no me convierta en el próximo Señor Oscuro.

Y bien, ¿de qué me sirve eso? Pues realmente de nada, soy un fantasma con carne, un cadáver con vida, un ser poderosamente despreciable para la mayoría de los magos que me dicen: “O por Merlín ¡es Harry Potter!” Y por lo bajo hablan a mis espaldas y se retuercen las entrañas de la pura envidia… y ahora que hago yo, ahí esta la mejor parte, ¡NADA! Yo me la paso haciendo jodidamente nada, ¿no es genial?

No; lo lamento, pero no lo es; El ministerio vigila hasta lo que defeco, quizás con la esperanza de que mi poder mágico se drene de mi cuerpo cada vez que jalo la palanca. Pero bueno, ese no es el punto.

El punto es que estoy en medio del cementerio, viendo las tumbas de mis queridos amigos; mas allá la de Remus, Sirius y los profesores que fallecieron; un poco mas a la derecha están las tumbas de los Weasley, ¿qué gracioso no creen? No sobrevivió ninguno, una familia tan numerosa y con una tradición tan larga, en menos de 12 hrs desapareció de la faz de la tierra… la sonrisa no desaparece de mi rostro pero las lagrimas calientes siempre denotan cuanto dolor siento por dentro.

Casi nadie sobrevivió a la guerra esa es una razón más por la que el ministerio me vigila, la Orden fue consumida casi en su totalidad, también los profesores, alumnos, Hogwarts fue despedazada piedra por piedra; si sobrevivimos más de 5 fuimos muchos.

Al final vencimos, pero a un precio muy alto, tres alumnos logre salvar… solo tres, y al último fui yo el rescatado, mi profesor de pociones me salvó en el ultimo minuto, e incluso me regaló 5 valiosos segundos en los que distrajo maravillosamente al maldito de Voldemort, justo el tiempo necesario para que yo pudiera matar a ese bastardo.

He comprado una florería, cada vez que vengo al cementerio, dejo una adorno en cada tumba, son tantas que me salía mas barato costearme la tienda, y mal que bien deja bastante, a ellos les hubiera gustado, Hermione adoraba las flores, siempre compraba un enorme racimo cuando visitábamos a mis papás.

Y ahora que ya no están, no se que rumbo debo tomar, irónico porque mi pies ya se han empezado a mover solos, a la única dirección en que en este minuto puedo tomar, el ministerio. Severus Snape va a ser juzgado hoy y mi decisión es el veredicto final. ¿Debería pagar por sus crímenes? ¡La respuesta de nuevo es simple! No.

Un viaje rápido y cenizas en mi ropa, las sacudo con un poco de gracia, puedo imaginar la ceja alzada que tendría Ron si me viera ahora… Diría algo como: “Hermano ¿qué te pasó?, cada día te pareces más a Draco Malfoy.” Y yo le contestaría, “¡Claro! Si se me paraba la polla de imaginarme al cabrón en cueros, y no es todo, ¡se me antojaba callarlo metiéndosela hasta el fondo de la garganta!” Entonces mi pelirrojo amigo vomitaría todo el caldo y caería desmayado en sus propios fluidos… si en este momento se debe estar retorciendo en… bueno, donde sea que esté.

Entro en la sala donde se hará el juicio, tomo lugar donde me corresponde; joder si el ministerio piensa en todo, mi silla tiene el nombre de “Harry Potter Aquí” en el respaldo, me pregunto si en la base no dirá “pose aquí su nalgas” sería todo un honor.

La junta empezó, parlotean y parlotean de sabrá Merlín que estupideces, no me interesa que tantas pruebas tengan, yo daré el veredicto al final y como dicen por ahí, se hará mi puñetera voluntad, el hombre se salva y ya, para que tanto papeleo pues; ¡Estúpida burocracia!

Ahora que están en su interminable parloteo puedo darme el lujo de espiar al acusado, es un hombre lindo, al menos ahora me lo parece, tiene unos ojos muy bonitos, y el cabello largo le queda bien, creo que no ha envejecido ni un día desde que yo entré al colegio, y ahora que manejo abiertamente que soy Gay, bueno lo manejaría si tuviera a alguien que realmente quisiera decírselo, pues que el profesor Snape me parece atractivo.

-“Perdido la magia…”.

Escuche bien, dijeron que perdió la magia, ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?, Vaya, lo que me temía ha sucedido, por lo visto el profesor recibió una maldición, pobre hombre ahora es un squib y nada se puede hacer por el, esa situación es muy triste… creo que me duele la cabeza.

Si lo miraba podía notar que se veía un poco cansado pero aun así se veía algo animado e incluso feliz; Es curioso como la guerra puede cambiar a las personas, yo no me salvé, creo que desde que todo esto termino, mi lado Slytherin logró por fin dejarse lucir y ¡en todo su esplendor! Je, tengo que ahogar una risita, pensando en el gesto reprobatorio que tendrían mis amigo por esta clase de pensamientos.

Puedo sentir su mirada, esos ojos penetrantes me atraviesan, ¿por qué me mirará tan insistentemente?, ¿será que estoy muy despeinado?, y si es así ¿por qué me mira con tanta tristeza?, su sonrisa se borró con solo mirarme; creo que le recuerdo malos momentos, posiblemente el no desee verme jamás.

Me da tristeza pensé que podría visitarlo alguna vez, pero ahora veo que le recuerdo su feo pasado, será mejor que lo deje así, después de ese día no quedó nada para mí.

Pero no me voy a dejar caer, ahora me siento feliz.

Empiezo a jugar con mis manos y con la tela de mi túnica, estas cosas son muy aburridas, un hombre a mi lado me da un pergamino y un tintero, solo puedo mirarlo asombrado, le sonrío para luego ocuparme en dibujar garabatos en la hoja, últimamente me gusta hacer eso.

De un momento a otro, me hacen llegar un pergamino con la firma del ministerio con una línea larga en la parte inferior, todos me miran expectantes y yo no tengo ni la mas jodida idea de lo que esta pasando, ah pero que bien, esa rara sensación en la cabeza ya me pasó.

-¿Señor Potter? Libre o culpable, ¿puede tomar una decisión? – Un hombrecillo me mira como bicho raro.

Claro que puedo, ¡no soy imbécil!, exasperado pongo libre en el espacio ‘libre’, después escucho simplemente la sentencia final:

-Severus Snape, dado los hechos y el veredicto de que es Libre, tendremos que ofrecerle dos opciones, para poder perdonar sus delitos; La primera es pasar cinco años en Azkaban y después salir como héroe de guerra con el nombre y honor limpio, para que pueda residir en el mundo mágico o ser considerado héroe de guerra pero será exiliado de mundo mágico por diez años.

-Exilio. – fue el único susurro del oscuro hombre.

Pude sentir como se oprime mi corazón al verlo salir, sé que jamás lo voy a volver a ver, el es lo único que queda de mi pasado, el es todo lo que me queda en esta vida, me dedica una mirada antes de salir, al menos el recuerda que aún existo… que soy Harry y no El salvador del mundo mágico...

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Jodida suerte es la mía, ahora no puedo ni salir de mi casa; “”Por mi propia seguridad””, Seguridad y una mierda; Esto es solo otra forma de prisión, una preciosa jaula de oro, Me pregunto si los Malfoy les hubiera gustado vivir así, bueno supongo que les hubiera gustado simplemente vivir.

Entro a la mansión que esos soquetes acondicionaron para mí, Dobby es mi elfo domestico, me da gusto saber que al menos el sobrevivió, se que el cuidara bien de mi, al menos hasta que encuentre la forma de salir de aquí.

La casa no es tan ostentosa como esperaba, es tranquila y muy armoniosa, por lo visto me agradara vivir aquí. Rápidamente me hice de una rutina constante, tan precisa que ya hasta olvidé en que día vivo, Otra cláusula tonta de los estirados esos, no puedo tener ni reloj ni calendario, la verdad es que no sé de qué les servirá eso.

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Jue Abr 21, 2011 12:18 am

Es simple pero no tan sencillo II

Betado por Malfoyzhita, ¡gracias preciosa!

......

Creo que ya son diez años, no lo puedo evitar, mi vida es un completo desastre a pesar de que ahora soy un profesional de la salud. ¿¡Quien diría que era tan simple y al mismo tiempo no tan sencillo!?

Aun recuerdo el día que salí del ministerio hace ya tanto tiempo, no puedo evitar sonreír mientras dejo que mis recuerdos divaguen hacia un terreno que tiene como protagonista un joven de ojos verdes, en ese momento no pude evitar mirarlo, se veía tan perdido, recuerdo bien el momento donde perdí toda esperanza; nos encontrábamos en la sala de juicios del ministerio, esa reunión era pura pantalla, el Ministro en persona ya me había dado a elegir mi penitencia y yo ya había aceptado mi destino.

El evento era para que el pequeño mocoso pudiera participar y decidir, para que aún pareciera que tenía algo de poder, ignorante del destino que le deparaba, y de nuevo sonrío, como no lo había hecho en meses, pues se veía tan radiante aquella tarde, no parecía dar muestras de aquel calvario que empezaba a sufrir, pero al mirar sus ojos mi sonrisa se desvaneció por completo, ahí podía ver los rastros de las consecuencias que traía una guerra.

Era tan obvio pero al mismo tiempo tan indetectable, ¿cómo no darse cuenta de lo que pasaba?; pues de la misma forma que los inútiles del ministerio no se daban cuanta y solo unos pocos se hacían los muy sabios por estar enterados de semejante problema; le volví a observar con el suficiente tiempo para sonreír.

Se encontraba jugando con sus ropas y retorciendo sus manos, realmente se veía aburrido hasta que un mago le pasó tinta y papel, fue ahí donde noté el cambio, algo muy sutil había cambiado en él, pero no podía darse por vencido, ni yo tampoco, no ahora que podía verlo de forma diferente.

Tenía la oportunidad de empezar de nuevo y quería intentar tener una relación cordial con el muchacho, pero mi actual estado lo impedía, yo ya no era un mago, no tenía nada qué hacer en el mundo mágico y menos aún, a lado del joven que atormenté por mas de siete años, simplemente esa no era una opción.

Quizás con el tiempo podría pensar en algo, tal vez más delante podría encontrar las respuestas que necesitaba y también hallar un modo de acercarme de nuevo a él, antes de partir a mi destino vuelvo a mirarlo, se veía triste pero traté de darle un poco de seguridad con la mirada.

De esto hace ya diez años, no me creo que haya pasado tanto, mi turno en el hospital a terminado, mis pacientes se encuentran estables y por lo visto esta será una noche tranquila, quizás hoy pueda volver a mi departamento.

-¿Dr. Snape? – una enfermera se me acerca.

-Si señorita Mabel, ¿necesita algo?. – Curioso dato aquí se llaman por su nombre de pila y no por el apellido, aún no logro acostumbrarme a algunas de las costumbres muggles y ni se diga de la vida hogareña.

-Me preguntaba si usted, pues… pues si usted ¿está libre esta noche? Su turno ya terminó al igual que el mío y no sé... ¿Le gustaría tomarse un café conmigo? – Me mira fijamente con un brillo particular en sus ojos. No puedo mas que bajar la mirada y decirle en un tono un poco bajo.

-Lo lamento Mabel pero estoy muy cansado, tengo tres días en el hospital y no he podido parar a dormir una noche completa en casa.- No es mentira pero tampoco me animo a matar sus ilusiones tan drásticamente, no es la primera dama que me pide algo así y para mi sorpresa parece que mi soltería es un aliciente mas para que se me lancen a la yugular desesperadas con tal de una cita y/o algo mas.

-Pero Doctor, Usted ha estado mucho tiempo solo, ¿no es así?, y bueno, no quisiera importunarlo, ¿pero a lo mejor le gustaría algo de… “Compañía”? Prometo no decepcionarle. – sonrió la chiquilla con una mueca triunfal, le miro un momento y siento un poco de tristeza, de todas las enfermeras ella era mi consentida, tal vez por sus cabellos de color rojo intenso y esos ojos profundos de color ámbar, sin querer me recordaba a mi dulce Lily, era como ver a mi mejor amiga en ella.

-No Mabel, esto no es lo mejor. – Sin darle oportunidad de contestar tomo mi abrigo color negro, me lo pongo sobre mi bata blanca, aunque han pasado los años no he dejado de vestirme de negro, no lo puedo evitar, simplemente me encanta, lo único de color que uso es mi bata blanca regla del hospital, pero por lo general siempre esta debajo de mi amplio abrigo negro que sin querer me recuerda a mis túnicas del colegio.

Salgo rápidamente sin si quiera saludar al guardia de seguridad, más que acostumbrado a mis escapadas rápidas, sé que no le preocupará ni intentará detenerme. Entro al estacionamiento acercándome a mi vehículo, un precioso Delorian, arranco en dirección al centro pues mi departamento esta a unas cuantas cuadras de distancia del hospital, un departamento para soltero que realmente nunca uso por mis constantes urgencias de trabajo.

Quince minutos después aquí estoy, pensando en todo lo que la vida me ha dado, una carrera como médico, una maestría y doctorado en lo mismo, Un empleo como médico cirujano quirúrgico en uno de los más famosos hospitales de Londres, un departamento sencillo en una sección común para solteros y por último creo que lo que mas aprecio en este momento, a mi amado Sombra, un hermoso gato de color negro azabache que me hace compañía las pocas horas que me encuentro en casa.

Coloco la llave en el picaporte entrando a mi “hogar” y si, en efecto, todo esta como recuerdo… mi vida es un completo desastre. La casa esta totalmente sucia, la ropa está tirada por todos lados, mientras hay basura en todo el piso, se ven varios empaques de comida rápida en todo lugar que los pueda contener, los trastes sucios empiezan a generar vida propia y el fregadero contiene… ehm bueno no se que contiene.

La vida sin magia es tan dura…

Una sensación deliciosa me saca de mis cavilaciones, mi pequeña belleza esta restregándose entre mis tobillos dándome la bienvenida, si se preguntaban de que sobrevive a pues de la comida que dejo para él, la que dejo yo, y de las ratas que este chiquero ocasiona, por eso esta tan grande y gordo.

-Hola sombra, ¿me extrañaste? – lo levanto para acariciarlo suavemente.

-Miau. – Se restriega más en mí.

-Si yo también, ahora ¿quieres dormir desnudo conmigo?. – un de mis pasatiempos favoritos cuando estoy en casa, un ronroneo me confirma su decisión. – Si, yo también lo deseo.

Después de despojarme de toda mi ropa, me sumerjo en las sabanas sintiendo el delicioso tacto sobre mi piel, un movimiento sobre el colchón me anuncia que Sombra se ha subido y se acomodado a mi lado. Y es todo lo que sé de mi, pues en segundos me desvanezco en un sueño profundo.

Tac tac tac, tac tac tac

Malditos animales, alguna paloma que ha de estar haciendo sus gracias en la cocina, sin mucho entusiasmo salgo de las sábanas, Sombra sigue dormido en su lugar, y yo desnudo con una erección semi erguida me muevo suavemente dirigiéndome al lugar donde viene el tan molesto ruido, asombrándome que en lugar de que el ruido provenga de la cocina este venia de mi propia ventana.

Ahí una lechuza gris picoteaba insistentemente, al abrir mi ventana se posó sobre el respaldo de una silla ofreciéndome una carta, hasta hoy había pasado mucho tiempo que no pensaba en el mundo mágico, y ahora ver una lechuza me parecía bastante extraño, tomé la carta viendo que en ella se leía:

“Ministerio de Magia”

Severus Snape

Calle canelas #433 int 89 dpto

Londres

El ave seguía esperando algo, supuse que no seria una repuesta, pero no tenia nada que darle, quizás debería dejarla pasar a la sala ha ver si cazaba una ratón como recompensa, no seria mala idea pero ahora tenía prisa así que solamente traté de ahuyentarla ganándome así un buen picotazo.

Me sobé un poco la mano para luego sentarme a la orilla de mi cama aún con mi cuerpo desnudo y la ventana completamente abierta, me doy el lujo de disfrutar un segundo antes de abrir el mensaje.

Señor Snape, Severus.

Se le comunica atentamente que su periodo de exilio fue cumplido exitosamente. Hoy con gran placer se le anuncia que es de nuevo bien recibido en el mundo mágico y que se le tratará como héroe de guerra. (“Si claro, malditos bastardos, ¿sin magia como pretenden que vuelva?”)

¡En hora buena!

Atte.: El ministerio de Magia.

-¿Ves Sombra? Este papel me dice que salve mi vida y que salve el trasero del ministro, lo cual me hace un héroe, oh pero si ahora me siento totalmente complacido…- En ese instante una nota se cae entre las hojas que sostengo en mi mano.

Sr. Snape

Un cordial saludo deseando con el mejor de los propósitos su buena salud y mandarle el mejor de mis augurios, ahora quisiera unas líneas con usted.

Espero que tome este asunto con delicadeza, ahora que esta autorizado para volver, me gustaría comentar que es el único maestro en pociones que dominó la antigua doctrina de elaboración y es claro que por mucho el mejor pocionista que hay en estos tiempos. (Resoplo)

Quisiéramos pedir su ayuda con el caso 96963 de la sección de oro, código P,H. No necesito decir mas, ¿verdad?

El asunto es que la situación ha empeorado considerablemente y esta apunto de salirse de nuestro control, pues ya no encontramos como evitarlo; si usted aceptara se le daría una generosa pensión y todo el material de elaboración que necesitará.

¿Qué estoy pidiendo? Pues que elaborara para nuestro caso, pociones tranquilizantes y sedantes, pues ya van quince intentos de escape y claro, esto afecta directamente a su salud. También creemos conveniente informarle al usuario de su problema y si es usted quien pudiera ayudarnos con esto sería más fácil y se lo agradeceríamos de corazón. (Cobardes)

¿Por qué usted? Pues por que a las pocas sesiones que hemos podido compartir con él, a su simple mención el parece regresar, usted entenderá que en este caso delicado trataremos de darle lo mejor posible hasta que el momento de lo inevitable llegue.

Atte:

El Ministro de magia.

(Rufus Scrimgeour)

Estupideces, del ministerio y del idiota ese, pero no puedo negarme, al menos tendría algo en que ocupar mi mente y no estaría por ahí pensando en tonterías como lo había estado haciendo los últimos dos años.

Después de todo el hospital puede sobrevivir sin mí, no por nada ya tenia tanta fama cuando empecé a trabajar ahí, un momento... ¡¿Ahora cómo demonios les contesto!? ¡La lechuza ya se ha retirado!

Doy la vuelta al pergamino para ver una fecha y un lugar al reverso.

Calle Palmas #333 9:30 pm 08/01/$%&=

Tengo dos horas para decidir que quiero hacer, me someto a los bastardos o me quedo con mi desastre de vida, últimamente siento que todo es relativamente simple pero con un demonio no me parece para nada sencillo.

En fin tomo una maleta metiendo un par de cambios, unos 7 libros que creo que es todo lo que podría cargar, mi celular y el reproductor de música, voy por la jaula trasportadora para mi hermoso Sombra, termino de vestirme antes de dirigirme al cuarto hacia donde esta el único tesoro valioso que tengo en este lugar.

-Vamos cariño, hay que trasladarnos de lugar. –lo meso un poco para despertarlo, lo tomo de la cintura para meterlo entre una frazada calientita y luego a la jaula, sin poder evitarlo recibo un zarpazo en la mano y una mirada de indignación. – Si, lo sé, esto es vergonzoso para los dos.

Sin mas problemas llego al lugar indicado; frente al edificio hay un sujeto de aspecto misterioso, puedo ver como la gente se le queda mirando, río para mis adentros, ¿en verdad los mago disimulamos tan mal?, ya entiendo por que los muggles tienen sus sospechas, pero también me a tocado ver cada muggle extravagante que pasaría bastante desapercibido en el mundo mágico.

*******

Ahí termina todo, en menos de cinco minutos estaba parado frente a una hermosa puerta de color blanco, con llave en mano y la maleta, y en la otra una lista de pociones junto con la jaula de Sombra, detrás de la puerta una nueva vida para nosotros y el caso 96963.

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Jue Abr 21, 2011 12:19 am

Es simple pero no tan sencillo III

(Beteado por Malfoyzitha, Gracias cariño)

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Por mera casualidad hoy se me ocurrió que no tenia ganas de hacer las tareas del jardín, por lo tanto me senté temprano en mi sillón, me preparé una buena taza de té y tomé mi libro favorito, hoy podría darme el lujo de leer dos capítulos o si estaban muy interesantes tal vez tres.

Solo que al entrar a la sala encuentro algo diferente en ella, no recuerdo haber tenido un gato, y para mas detalles no lo tendría encerrado; a un lado había una maleta de color gris con estilo deportivo, era gracioso pensar en un mago caminando con eso en mano por medio callejón Diagon, sentí un escalofrió y sin más me giré sintiéndome un poco confundido hasta llevarme el susto de mi vida, bueno de mi actual vida.

-Señor Potter que gusto verle. – le miro directamente a los ojos.

¡Qué gusto! Tenia mucho tiempo que nadie me visitaba, ya ni los del ministerio ni mis medimagos venían a verme….

¡Profesor! .-Di un salto hacia el hombre mayor prácticamente colgándome de su cuello haciendo que ambos perdiéramos el equilibro y cayéramos a la alfombra del recibidor. -Que bueno verle, ¿viene de visita?

Rápidamente me siento sobre él dando brinquitos de júbilo sin darme cuanta en qué parte me había montado, me sentía tan solo, y ahora que veía a otra persona me sentía realmente emocionado por compartir mis novedades con alguien y más si esa persona era quien me conocía desde niño.

-Veo que se encuentra muy feliz con mi visita, Potter; sinceramente no me imaginaba este tipo de bienvenida. –Me mira significativamente, hasta que me doy cuenta que me he sentado en su regazo, sin mucho entusiasmo me retiro de esa parte tan íntima que me daba un poco de calorcillo.

>>Realmente no vengo de visita. –Continuó – Yo, bueno si no le molesta; me gustaría quedarme a vivir con usted un tiempo, pues…

-¡Siii!!!! ¡El profesor se va a quedar conmigo!

De nuevo brinco hacia él para sentarme donde mismo moviéndome de un lado a otro, ¡es tan divertido que no lo puedo evitar!

Sr. Potter, con que siga meneándose así en esa parte de mi anatomía, no me voy a poder controlar.

¿Que no iba a poder controlar? Me detengo de brincar y ahí puedo sentirlo, un bultito caliente semi blandito estaba entre mis piernas, sin más me levanto para observarlo detenidamente, lástima que el mayor se levanto rápido para cubrir esa parte con su pesada túnica y el abrigo que traía debajo… hacía mucho calor para tanta ropa, pero preferí no cuestionarlo.

El hombre pasó a quitarse la túnica y el abrigo, para dejarlo en el respaldo del sillón, ya decía yo que el calor era sofocante para tanta tela.

Corrí a la cocina para servirle una taza de té a mi nuevo compañero, pero una idea me detuvo; No sabia si le gustaba el té, y si sí, ¿le gustaría amargo?...

-Gracias Harry, pero prefiero el chocolate y lo prefiero muy dulce. – Escuchar su voz me produjo escalofríos, no sabía que estaba tan cerca de mí, por lo tanto me asustó bastante y pegué un salto.

-¿Cómo supo que…?

Veo como levanta una ceja intrigado, parecía que me habían salido dos cabezas y una cola esponjosa…

-¿No te has dado cuenta Harry? – Su voz sonaba entre consternada y preocupada.

Me quedé muy quieto sin saber a lo que se refería, no entendía a que tenia miedo o preocupación y en cambio me la está pegando con mucha facilidad, no recuerdo muy bien como era él conmigo antes de la guerra, de hecho con el paso del tiempo he olvidado muchas cosas, algunas de ellas me entristecen, por ejemplo el no poder recordar quienes eran mis amigos o algo de mis padres, y por otro lado me hace sentir bien, no recuerdo en absoluto la guerra, así que no recuerdo ver morir a nadie.

-Eres autista… - Finalmente pronunció –En la guerra fuiste maldecido con un extraño hechizo que modificó parte de tu genética, fue tan paulatino que tardó tiempo para que los síntomas fueran apareciendo, es una enfermedad más o menos común entre los muggles y totalmente desconocida para los magos; tanto el ministerio como los medimagos realmente no saben lo que tienes. Por si no lo has notado, no puedes hablar y perdiste toda forma de comunicación con las personas…

¡Es mentira! No lo podía creer, como podía decirme eso, si estaba hablando con él… y si fuera así por qué podía hablar con los médicos, por qué los del ministerio venían a… verme.

Todo encajo de golpe, siempre los medimagos hablaban y hablaban, pero jamás me preguntaban nada, todo lo daban por hecho, al igual que los extensos discursos auto contestados de los que solía burlarme yo mismo cuando aparecía el ministro, por eso nadie me tomaba en cuenta ni venían a verme…

Salí corriendo para tomar un papel y escribir, pero nunca pude escribir una letra en él, solo borrones y dibujos deformes aparecían en el, nunca escribí una carta, porque no tenia a quien enviarla, no tenia que sociabilizar con nadie, pero si era así ¿Por qué Dobby me daba todo lo que necesitaba?, si no podía comunicarme ¿cómo es que el elfo me daba todo?

-¿Sabes por qué puedo hablar contigo? – Me tomó de los hombros para sentarme en el amplio sillón, luego se sentó junto a mi. – Es por la Legeremancia, no todos tienen el don, y es un arte muy difícil de dominar, por eso solo yo puedo trabajar con tu mente y encontrarte en este pequeño mundo que creaste para ti. Dobby está educado para poder complacerte a la más mínima necesidad que tengas sin necesidad de que se lo pidas.

Estaba terriblemente triste, me acababa de enterar que mi vida se limitaría siempre a estas cuatro paredes y que aunque tratara de escapar seria inútil, no podría huir de mi soledad, era frustrante y a la vez doloroso, tenia miedo y decepción, solo pude llorar, llorar como hacía años no lo hacia, como cuando vi desaparecer a un hombre de ojos y cabello negros…

-Harry… Harry, no estés triste por favor, el autismo no es el fin del mundo, velo de esta manera, aquí eres dueño de ti mismo, nadie podrá herirte, ¿para qué quieres irte si como tu mismo dijiste no hay nadie que te espere haya afuera?, por otro lado yo regresé para quedarme aquí contigo… o ¿no quieres tenerme aquí? – su voz sonaba temblorosa por la duda, si recordaba algo del hombre que se fue hace diez años no se asemejaba al que tenia frente a mis ojos, los muggles lo ablandaron bastante.

-Tienes razón creo que me han cambiado bastante. – Rió

Solo pude sonrojarme visiblemente, olvidé que todos mis pensamientos estaba abiertos a su mente, y si es así entonces sabrá que me gusta, ¡Ay no!... Maldición, ¡lo acabo de pensar!

-No lo sabia pero ya me lo sospechaba, es grato confirmarlo; ¿Eso significa que si quieres que me quede? – Me volvió a mirar con sus ojos brillantes y malvados. Sonrió.

Si.

Si hubiera prestado atención a sus clases de Oclumancia, ahora podría tener una conversación normal conmigo sin tener que revelar mis más íntimos secretos. ¡Lo esta disfrutando! Maquiavélicamente sé que está disfrutando de mis sonrojos y mis dudas. Nunca había tenido que cerrar mi mente para nadie como ahora, bueno estaba el señor tenebroso pero…

-¿Qué? –Me volvió a mirar como si tuviera dos cabezas y una cola. – ¿Cómo lo llamaste?

¿A quien?

-Le dijiste el Señor Tenebroso, eso no es común en ti.

No entendía ¿qué tenia de especial que le dijera de otra forma? Estaba seguro de que había alguna razón particular para eso pero no podía recordar cuál, así que hice lo que últimamente es un pasatiempo favorito “Nada”.

-Harry, ¿te gustaría que te diera clases de Oclumancia de nuevo? Así tendrás un poco mas de seguridad en cuanto a tu privacidad. – Me miró divertido.

Sí, me gustaría; Pero antes déjame mostrarte tu habitación, ¿por cierto el gato es tuyo?

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Jue Abr 21, 2011 12:20 am

Es simple pero no tan sencillo IV

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Miro aun lado, miro al otro, nada. Eso era algo positivo, se levanto del cómodo sillón para estirarse, se podía notar como tenia horas ahí acostado en ese sofá y estaba muy conforme con su holgazanería, con todo cinismo paso por la sala contoneando las caderas de una forma completamente sensual y sexy, provocativamente entro a la cocina donde sabia estaría aquel hombre de ojos negros, sabia de ante mano que no se resistirá a sus encantos, a si mismo se contoneo un poco mas hasta llegar a las pantorrillas y restregarse un poco. Pareciera que el mayor no tenia ninguna reacción pero el savia que era una vil treta, ese hombre no soportaba sus encantos, de nuevo volvió a profundizar su caricia, esta vez escucho un leve gemido. ¡Victoria!.

Excelente lo había logrado solo faltaba el toque final, y sus deseos serian ordenes, se paro frente a el, vio como le regresaba la mirada en un duelo profundo y entonces lo soltó…

Miau . – subió una pata en la rodilla del mayor y volvió a maullar. – Miau. – se bajo restregándose indecentemente por las piernas del hombre causándole escalofríos…

¿Tienes hambre Sombra? . –levanto al gato para posarlo sobre sus piernas y acariciar su sedoso pelaje… definitivamente el gato había ganado.

Es el colmo, en 20 años frente a grupo con revoltosos muchachos en Hogwarts nunca te habían doblado tan fácil. – gruño mordaz un joven de ojos verdes mientras miraba directamente al pocionista, entrando a la cocina.

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“Por fin había terminado con sus labores en el jardín, le gustaba pasar mucho tiempo ahí regando sus plantas, pero hoy no podía concentrarse, tenia ya dos meses viviendo con su ex profesor, en relativa calma, pues todavía no se acostumbraba bien a su presencia, o mas bien dicho El a su enfermedad; Practicaban todas las tardes las lecciones de Oclumancia, y estaban muy contentos con que estuvieran dando buenos resultados.

Tan bueno era que olvidaba algunas cosas, como el hecho de que si no se miraban a los ojos, Severus no lo podría oír, y eso era un problema, tenia tanto tiempo solo que no recordaba el hecho de no poder hablar, por lo tanto si Severus se encontraba en la habitación leyendo, tenia que llamar suavemente su atención antes de hablarle; Por otro lado incluso el mismo se olvidaba de esto, y empezaba a platicar en su mundo sin acordarse de que el otro no le escuchaba.

Tenia que solucionar esto y pronto, esta situación le estaba alterando y no quería que el mayor se diera cuanta, estaba empezando a tener dificultad para controlar los desbordes de magia, y no quería ocasionarle mas estrés a su profesor.

Miro a la cocina pudo escucharlo con claridad, un maullido y Severus ofreciéndole comida, era el colmo, a veces creía que era imposible tener celos de ese animal, pero en momentos como estos no lo creía tan imposible.

Es el colmo, en 20 años frente a grupo con revoltosos muchachos en Hogwarts nunca te habían doblado tan fácil. – gruño para si mismo, pero encargándose que el otro se enterara.

Veo que las clases le han servido de algo, ahora solo escucho la mitad de sus depotricos. – me gruño como en la escuela, mas yo se que solo esta jugando.

Si lo sigues así lo vas a poner muy gordo. – Casi como si el gato supiera Legeremancia me volteo a ver ganándome una de sus miradas mas frías y retadoras. – Genial ¡hasta tu gato es maestro legeremante!

No te pongas celoso Harry, Sombra a vivido muchos años solo conmigo y es normal que no me quiera compartir en tan poco tiempo. – Me sonríe. – Además tampoco has hecho mucho para ganártelo…

¡Yo! ¡Pero si se pega a ti como lastre!. –

Pues dale de comer y veras que te perdona lo que sea. –

Mmmm . Era mas bonito cuando no lo conocía. –

Te escuche. –

“¡Diablos! Aun se me olvida a veces, definitivamente no soy bueno para esto… en fin que ahí de comer, miro en la mesa ahí emparedados, ¡si! Me gustan mucho los emparedados con crema de cacao y cacahuate.”

Harry . – Levanto la cabeza para mirarle.

Ahí dos cosas que me gustaría hablar contigo, una es buena y otra es mala, ¿cual prefieres?.- Esta muy serio y eso no me gusta para nada.

Es mejor la mala, y después se me pasa un poco el trago amargo con la buena. – trato de sonreírle.

Te has sentido diferente en estos dos meses, no se digamos ¿cambiado? . –

No . –

Mmmm. –

¿Por que?. –

Ayer me llego tu expediente de San Mungo, sobre lo poco que habían controlado tu enfermedad, como ya te había comentado, ellos no tienen idea de cómo tratarla y para serte sincero yo también se poco, es una enfermedad compleja por que se desarrolla diferente según la persona y en tu caso por ser mago me eh de imaginar que será todavía mas rara. –

¿Me has notado diferente? . –

¿Recuerdas lo que haces por las noches?. –

Desvió la vista rompiendo la comunicación, estaba colorado hasta las orejas, las mejillas ardían. Y no quería levantar la vista de nuevo. Es que no lo recordaba.

Dejemos este tema para después, Harry mírame… -

Me imagino que ha estas alturas abras notado que puedo leer tus pensamientos aun sin mirarte algunas veces. –

No lo había notado. – Lo relacionaba con que eran coincidencias o casualidades, no pensé que realmente sucediera. – pero como…

Es parte de un hechizo que yo mismo invente, para poder espiar a los Mortifagos, el caso es que requiere una cantidad de magia considerable, y como bien sabes no puedo hacerlo por que la perdí. –

¿Entonces? ¿Cómo?. –

No la perdí al 100% de repente tengo pequeñas expansiones de magia, si logro juntarlas y controlarlas puedo elaborara algunas pociones o incluso puedo realizar este hechizo, lamentablemente no es muy seguido. –

¿Ahí alguna forma para que podamos hacerlo?. –

Si, la ahí. El problema es que no se si quieras realizarlo. –

¡Claro! ¿Que tengo que hacer? . –

¿Conoces las transferencias de magia? . –

No.-

Tu mismo me enseñaste a hacerlas durante la guerra. – me sonrió. .- solo tienes que apuntarme con tu varita y desear donarme tu magia, así yo podría hacer el conjuro permanente y solo tendrías que pensar en que me “hablas” así no importa que este en otro cuarto o en otro lugar.

Eso es genial, ¿cuando lo hacemos? . – ¡si!, podre comunicarme con Sev, esto hará que nuestra comunicación sea mas sencilla.

Cuando gustes… solo tiene un inconveniente. El hechizo solo funciona dentro del rango de voz humana, si estas en el patio y yo en la puerta de la casa, dudo mucho poder escucharte; tómalo en cuenta. –

Esta bien. – le sonrió feliz, es mas de lo que esperaba. Saco mi varita del bolsillo y le apunto decidido a darle mi magia sin ninguna restricción. Durante un minuto parecía que no pasaba nada, pero en seguida eso cambio, un humito de color rojo empezó a emanar de mi varita rodeando el cuerpo del profesor.

Bien Harry lo has logrado, ahora quédate muy quieto viéndome a los ojos mientras realizo el conjuro. – Realice lo que me ordeno mirando a sus profundos ojos, realmente eran imnotizantes cuando te perforaba con ellos, ahora murmura algo pero no le logro escuchar.

Listo, el hechizo esta completo. – Me sonríe.

Desvió la vista y pienso un “Gracias” abierto.

De nada, parece ser que si funciona. – se recarga en el respaldo de sus silla evidentemente cansado, por lo visto tenia mucho tiempo que no realizaba ningún tipo de magia y eso le agotaba bastante.

Si quieres también puedo ayudarte con tus pociones, a final de cuantas tengo mucha magia y no hago nada útil con ella . –

Suena bien, me hace falta un ayudante y no me vendría mal un poco de ayuda, ahí pociones que realmente necesitan un nivel de magia muy elevado. – feliz por saber que me a aceptado en una de sus áreas prohibidas me levanto para correr y sentarme en su regazo, es otra cosa que me prohíbe pero por alguna razón se siente muy rico.

¿Harry? . – No me aparta de sus piernas pero me sujeta muy fuerte.

Mmm . – me recuesto sobre su hombro.

Te esta pasando ¿otra vez verdad? . – me mira preocupado, no entiendo a lo que se refiere, yo me siento bien, a si que no le doy mas importancia, le trueno un sonero beso en la mejilla.

Sev, vamos a jugar un rato en el patio hace mucho que no juegas a la pelota conmigo. –le ruego, se la pasa muchos días metido en el laboratorio, y cuando sale me dice que es muy tarde para jugar.

Si, mi niño vamos al patio. – por alguna razón sus ojos se han opacado un poco pero no voy a dejar que se deprima de nuevo, ¡ya se! le voy a regalar muchas de las flores que ahí en el jardín. Vuelvo a sonreír ampliamente acaricio al hermoso gato antes de tomarlo de la mano y salir al patio.

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Jue Abr 21, 2011 12:23 am

Es simple pero no tan sencillo V

Advertencia. – este capitulo contiene escenas sexuales muy delicadas que pueden ofender de alguna manera al lector, hago la aclaración de que Harry tiene 28 años (por lo tanto no es un niño) y Severus 49 por el contenido que van a ver más adelante; También más adelante se va a explicar que Harry sí tiene facultades mentales para ciertas actividades. Gracias.

P.D. Para evitar posibles incomodidades el área delicada esta señalado entre advertencias. De nuevo, gracias.

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Ha pasado una semana y no has regresado, los médicos de San Mungo ya me habían advertido que era posible que empezaras con episodios regresivos prolongados, tienes una semana encerrado en un mundo infantil aunque no completamente, calculo que ahorita estas de doce años pero hay días en que amaneces de 10 o 14 y uno que otro de 4.

Ahora estás en el jardín, no importa en que etapa te encuentres, ese sigue siendo tu lugar favorito, te encuentras leyendo uno de mis manuales de pociones sentado en el pasto bajo el árbol, me sorprende pero ahora que no soy tu maestro empiezas a agarrarle gusto, tal vez sea por que estás constantemente conmigo; te miro por la ventana de la cocina, desde aquí puedo verte con tranquilidad sabiendo que tu no me verás.

No puedo decir que he encontrado algo para detener la enfermedad, parece que la mutación de una enfermedad muggle a un mago causa un efecto inmune contra las pociones y no existe cura posible que te pueda ayudar con respecto a los tratamientos médicos muggles.

Tampoco me quejo, me he encariñado contigo tengas la edad que tengas sigues siendo tú, ni una día has dejado de apoyarme en el laboratorio o de aportarme tu magia en cualquier cosa que necesite, claro que cuando estás de niño chiquito causas muchos desastres.

Ayer me explotaste un caldero, terminamos llenos de masa viscosa y mal oliente, tarde toda la tarde en quitarnos el olor y los residuos de la misma, últimamente te encuentras distraído y no sé como preguntarte, cada vez que me acerco si eres niño me dices que no sabes que sientes, si estas “mayor” solo enmudeces y te pones rojo.

Supongo que serán cosas muy personales, mas últimamente te siento incómodo a la hora de dormir, tienes una semana durmiendo en mi cama, parece ser que no soportas dormir solo, a veces noto que tienes pesadillas o hay algo que te da miedo, incluso ayer mismo fuimos a explorar cada armario de la casa en busca de algún mounstro, examinamos minuciosamente debajo de cada cama y no hubo mueble almacén o algún otro lugar que no pasara por tu escrupulosa inspección, incluso me hiciste cerrar la red flu.

Y si hubiera cedido ante tus caprichos hubiéramos dormido en el jardín con suerte en un pequeño campamento que estabas empezando a levantar; suspiro fuertemente. Me es extraño ver tu cuerpo como un adulto y notar toda la inocencia que reflejan tus ojos.

Me cuesta un poco controlarme cuando en tus juegos inocentes haces cosas que me alteran o en algunos casos me excitan, sé que tu cuerpo esta listo para mi, incluso he visto que me deseas, pero sé que tu mente no lo está. ¡Por Merlín eres un niño!

-¡Severus! –me gritas desde el jardín.

-Estoy en la cocina Harry. – me separo de la ventana para sentarme a la mesa y sorber el café que estaba esperándome desde hace rato. Puaj está frio.

-¿Otra vez se te enfrió el café? – asomó su revoltosa cabellera por el marco de la puerta, sus mejillas estaban rojas como un tomate, por lo visto estuvo demasiado tiempo al sol. – ¿Me estuviste observando de nuevo?

-No sé de que hablas. – simulo tomar mi desagradable café frío.

-No te hagas Sev, he notado como me observas. – disimulo mi sorpresa.

-¿Lo has notado? ¿Eso significa que recuerdas los últimos días? – se ve nervioso otra vez, me esta ocultando algo.

-Pues si recuerdo, pero no bien, todo lo veo borroso. – me dice tímidamente avergonzado.

-¿Recuerdas que sucedió ayer? – ahora sus mejillas se volvían a teñir visiblemente.

-Sí. – se ve que está muy avergonzado pero eso no mata mi curiosidad, sería grandioso saber que alberga recuerdo de mi y las cosas que hacemos, enarco una ceja para que continúe. – Exploté un caldero… y me desnudaste para limpiarme bien de todos los residuos.

-Bien, sabes que es peligroso quedarse con alguna sustancia de ese tipo en la piel, puede causar alergias. – sé que no necesito excusarme pero no puede evitarlo.

-Lo... lo sé. – me levanto para servirle el desayuno, saco unos trastes y me pongo a cocinar.

>> ¿Sev?

-¿Mmmm? – saco los ingredientes del refrigerador.

-Me gusta el dibujo que tienes en el brazo. - 1, 2, 3, 4…. ¡¿¡¿¡QUE!?!?! Me giro rápidamente para observarlo incrédulo, jamás me hubiera imaginado escuchar a Harry Potter admirar la marca del señor tenebroso, ni en mis mas horrendas pesadillas.

-¿Harry? ¿Cómo sabes que yo…? – pude haber oído mal, o no se refería a la marca, quizás me borroneó cuando estaba dormido y no me di cuenta, suspiro no sería la primera vez.

-Ayer cuando me limpiaste al terminar te metiste al baño y yo… te seguí. – bajó la mirada avergonzado. – te quitaste la ropa y fue ahí cuando lo vi, un… un, ¿tatuaje? En el brazo, por aquí. Levanta su mano izquierda y me señala su propio antebrazo.- Definitivamente no había error, se refería a la marca.

-¿Algún día podría tener una como la tuya? – El sartén cayó al piso. Asustando a Harry y provocando que se quemara, aunque apenas noto el dolor, la quemadura no había sido muy grave.

-No Harry, quizás y si lo deseas puedes… ¿tatuarte? Alguna otra cosa diferente, pero esta em… digamos que no. – fue lo primero que se me ocurrió, pero parece ser que lo convencí pues volvió a sonreír. – ahora ve al laboratorio y tráeme la poción del gabinete, la 134 ¿si?

-¡Sí! – Se levantó corriendo bajando las escaleras al sótano que usábamos de laboratorio.

Sonrío feliz, no lo recuerda, no me lo esperaba pero por lo visto no recuerda nada, ni al señor oscuro, ni los horrores que esta marca causo, la palpo sobre la ropa, aunque no puedo evitar llevar la cruz de mi calvario, ahora me siento un poco mas libre. Después de todo, esta enfermedad ha tenido sus ventajas, se le ve mucho más feliz.

Desayunamos tranquilos para encerrarnos ha trabajar varias horas en pociones que me urgía entregar al Ministerio, el dinero no nos hacía falta, tenía suficiente para darnos innumerables lujos por el resto de nuestras vidas, pero nunca estaba de más desaprovechar, lo estábamos guardando en una cuenta de banco, por si acaso.

Llegó la noche y durante la cena noté a mi niño algo silencioso y bastante nervioso.

-¿Harry?

-Mande Sev. – no levantó la vista del plato.

-Últimamente te he notado un poco… em nervioso. – de nuevo se volvía a enrojecer hasta las raíces del cabello- me gustaría que me tuvieras la confianza para contarme lo que fuera, siempre estoy aquí para apoyarte.

-Es que son cosas… personales. – susurró.

-¿Íntimas?. – indago, bueno por el escalofrió que le dio he de suponer que di en el clavo. Claro era normal, me palmeo mentalmente se supone que esta pasando por una segunda adolescencia, seguramente tenía dudas sobre su cuerpo o cosas así.

-Sí.

-¿Quieres platicarme?

-Es que siento cosas.

-Es muy normal, vas a tener muchas sensaciones nuevas, y es totalmente natural.

-¡¿Enserio?!. – por fin levantaba la vista se le veía hasta cierto punto contento. -Entonces puedo realizar ciertas… em... ¿actividades?

-Ohhh. – ahora a mi es al que se me suben los colores, supongo que su cuerpo necesita descargarse y la masturbación es algo necesario. – Eso, claro es parte de esto, ya verás que con el tiempo lo tomarás de lo mas natural, no te reprimas y has lo que tu cuerpo te dicte, es lo mejor.

-Gracias Sev. – se levantó de golpe plantándome un beso en la mejilla, últimamente de esto no me salvaba tuviera la edad que tuviera, para ser sincero no me desagradaba.

Al día siguiente fue otro cuento, tanto la mañana como la tarde había trascurrido con normalidad, tanta como un niño de 7 años puede proporcionar… pareciera que ese día traía mucha energía pues había brincado saltado gritado y demás dejándome bastante exhausto.

Más el verdadero problema empezó cuando mi niño entró al baño, le había llenado la tina junto con varios juguetes para que chapoteara cuanto quisiera y después pensaba mandarlo directo a la cama que igual a ambos nos hacia falta, pero noté algo diferente al quitarle la ropa… el estaba completamente rojo y debajo de sus pantalones se erguía una tremenda erección.

Ignoré el bulto terminando de desvestirlo simulando que no me importaba esa parte, no era la primera vez que sabía de los empalmos del joven, pero sí la primera vez que la veía y la tenia prácticamente a la altura de mi boca.

Al entrar al agua no se veía tan animoso como siempre y tampoco se veía con interés de jugar con ninguno de las pelotitas que siempre llamaban su atención.

-¿Qué tienes Harry? – pregunté echando un poco de agua caliente a su espalda.

-Me duele. – esas palabras me hicieron pensar que se había lastimando en algún momento durante el trascurso del día.

-¿Dónde mi niño? – sin poder detenerlo el joven se levanto de la tina para agarrase su miembro erecto.- ¿Ahí?

-Sí, me duele y siento rico cuando me toco; Sev por favor necesito... – Su cara pasaba de un puchero a una suplica y viceversa. – Siento rico cuando tu me tocas, ¿me tocarías aquí?

-Harry… yo. Yo no puedo ayudarte. –Me encontraba completamente rojo, no sabía bien que decirle, su cara ahora pasó de la necesidad a la tristeza, como podía explicarle que no podía por que era un niño.

-Ayer dijiste que era normal y que es natural que hiciera lo que mi cuerpo me pedía y estarías ahí para ayudarme. – tenía la mirada clavada en su miembro. – y lo que necesito es que me toques.

------------------------------------------------------ADVERTENCIA---------------------------------------------------

Como negarme, nunca en mi vida había dicho que no a algo que mi pequeño niño deseara y esta no sería la excepción.

Tomando todo el valor que dudaba haber tenido en mi tiempo de Mortifago lo hice, extendí mi temblorosa mano hasta acariciar suavemente la parte hinchada de mi joven muchacho, por que si dejaba de escuchar sus tonos chipiles que tenia cuando amanecía de niño, podía ver al hombre que estaba frente a mí, el joven de 28 años con el que vivo y comparto mi amor, aunque esa parte fuese por muy poco tiempo.

Un leve gemidito salió de mi garganta y también de mi Harry, suavemente y no sin antes tragar duro, envolví el trozo de carne entre mis enormes manos empezando así a estirar y contraer el miembro provocando quejidos más sonoros en mi acompañante.

También haciendo más dolorosa mi propia erección, tenía tentación de meterlo en mi boca y succionar con fuerza, arrebatar esa necesidad que estaba creciendo en mi, tenía tanto tiempo sin ninguna actividad que ahora el tiempo me estaba cobrando y con creces.

Mi pequeño niño se tambaleó, los movimientos se habían vuelto mas intensos y al mismo tiempo bruscos, causando así que sintiera la necesidad natural de envestir contra mis manos, súbitamente el intenso y rebosante orgasmo le llegó, haciendo que sus rodillas perdieran las fuerza dejándose caer al agua y gritara casi desgarrándose la garganta, causando que toda su blanca y abundándote semilla quedara embadurnada entre mi cara y mi cabello.

Con mis dedos quite parte del semen que había quedado en mis parpados para llevarla a mi boca, sabía delicioso, mis pantalones apretaban demasiado y probar esa esencia solo hacia que enloqueciera aún más de deseo.

----------------------------------------------ADVERTENCIA-------------------------------------------------------

-Te amo Sevie. – sin creer que volvería a escuchar esas palabras voltee a donde el muchacho prácticamente se había quedado dormido, sonreí pensando que esa era la razón por la que el joven no podía dormir, tenia demasiada “energía” guardada y necesitaba desfogarse.

-Yo también mi niño. – Fui por una toalla lo saque del agua mojándome todo en el proceso, lo sequé minuciosamente para ponerle la piyama, había caído como un tronco, en estos momentos como extrañaba mi magia, no podía tomar tanta de Harry, no por que no tuviera suficiente, de hecho al muchacho le sobraba, si no por que me sentía culpable de utilizar sus dones en mi beneficio.

Acostándolo en la cama y viendo que estaba cómodo decidí que mis pantalones ya habían esperado demasiado, necesitaban ser retirados y mi necesidad ser satisfecha, entré al baño para encargarme de los detalles.

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Jue Abr 21, 2011 12:24 am

Es simple pero no tan sencillo VI

¿Se puede caer mas bajo? No. Empiezo a creer que no, mi mente solo puede pensar en esos ojos verdes llenos de deseo y al mismo tiempo aún llenos de inocencia, ¿cómo había podido hacer algo así?; ¡Por Merlín si era solo un niño! Ahora la culpa me arremolina en la mente, aquí en mi cama sosteniendo el frágil cuerpo de un joven que me ama y que a pesar de todo yo también amo desesperadamente.

Miro la ventana, está por amanecer, sé que él se levantara y sabrá lo que hice ayer, el mismo me dijo que podía recordar lo que hacíamos cada día, temo su reacción, no sé que le voy a decir y si despierta de 4 y su frágil mente no puede entender lo que pasó… si tan solo amaneciera de 16 trataría de que las cosas no fueran tan duras para él, después de todo, está viviendo de nuevo, tiene una segunda oportunidad y yo lo arruino, ahora el mounstro soy yo, ¿cómo explicarle…?

-Harry. – suspiro.

-Hola Severus, ¿cómo te sientes cariño?– Miro a un costado para cerciorarme que ese encanto está despierto, y no me equivoco. Su mirada esta llena de vida y su sonrisa es amplia y sincera, ahora me siento más miserable.

-Buenos días.

-¿Eso es todo?– Me mira como esperando que yo haga o diga algo mas, se le ve muy animado y bastante conversador, no se decir de que edad se despertó hoy pero al menos sé que es más de 14. Eso ya es un alivio. – Sev yo quisiera ha…

-¿Qué edad tienes? – pregunto al fin, es mejor ir al grano antes de que esto se ponga peor, me mira con rareza y tal vez un poco de disgusto. ¡Claro que debería estar molesto!, ¡¡YO mismo le robe la inocencia!!

-¿Cómo que qué edad tengo Severus, me tratas como un niño? - Enarco una ceja ante el último comentario sin creérmelo todo.

-¿Y no lo eres?

-No, por Merlín, tengo 28 años y tu Severus estás… - No puedo controlarme me levanto jalando su cuerpo contra mi pecho para llevarme sus dulces y carnosos labios a mi desesperada boca, llevo días esperando escuchar esas dulces palabras, un rayo de luz en esta profunda oscuridad pensando que no volvería a tener a mi hermoso muchacho de ojos verdes, estaba perdiendo la esperanza de que volviera a mi. Por lo menos creo que este día será más fácil, nos separamos un momento para tomar aire. – Parece que no me hubieras visto en muchos días. – me sonrió.

-No lo hice. – Contesté pensando en el Harry de 28 años, el joven que estaba incapacitado para comunicarse con el mundo, no en el muchacho que perdía sus lapsos de adultez convirtiéndose en un inocente niño, por supuesto no medité el alcance de mis palabras.

Se levantó sin siquiera mirarme, se dio la vuelta alejándose rumbo al baño, podía ver sus pasos pesados y su cuerpo tenso ante mis palabras y como balde de agua fría las palabras cayeron en mi cabeza “puedo recordar borrosamente, pero recuerdo” Acababa de decir que no quería estar con Harry en su modo infantil por Merlín como podía ser tan bruto, ahora el creerá que todos esos días no estuve con el por que quisiera.

Tenía que explicarme rápidamente, en el tiempo que llevaba viviendo con el joven, sabía que entre más rápido arreglara las cosas menos dolor sentiría mi amado y sobretodo que era muy sentimental.

-Harry yo…. – Entré al baño sin tocar, una costumbre que agarré de su convivencia con chibi- Potter.

Mi pequeño niño estaba sentado en el piso del baño con las rodillas flexionadas y las manos sujetándolas fuertemente, me partió el alma verlo así, podía observar como su cuerpo temblaba de forma inconstante señal inequivocable de que se encontraba llorando.

¿Qué tienes mi pequeño?- temiendo que su estado fuera por mis acciones del día anterior me agacho a su altura para poder abrazarlo sobre sus hombros, empecé a sentir una furia iracunda contra mí, ¿cómo había sido capaz de causar un daño tan profundo a un alma tan pura como la de mi niño?

-Severus yo… - sollozó de nuevo.

No quería, no mas bien no podía ver la desilusión en los ojos de mi pequeño, el resentimiento que seguramente me tendría, definitivamente mi alma no podría soportarlo. Sin decir una palabra solté su cuerpo tembloroso, me levanté pesadamente dirigiéndome a la puerta, antes de cruzar el marco de madera tenía unos brazos rodeando mi cintura con mis brazos incluidos en ese fuerte agarre.

-¿Por qué me detienes? – mi voz suena quebrada y mi ojos enrojecen por las próximas lágrimas que agonizaran en mi rostro.

-Porque te extraño… Porque ayer me has hecho feliz y hoy me huyes destrozándome con tu indiferencia. – su cabeza estaba recostada en mi espalda, sentía como sus lagrimas cálidas mojaban parte de mi camisa.

-No, Yo fui el culpable, yo destruí tu inocencia y no merezco estar ahora a tu lado. – De repente sus brazos soltaron de mi cuerpo, de una forma como si quemara, causando que mi corazón se secara y se rompiera en pedazos.

Por una tercera vez en mi vida me sentí incapaz de decir o hacer nada, di un paso mas para salir de ahí con la poca dignidad que sabia ya no contaba. Una mano tomo mi brazo girándome bruscamente, dejándome con poco equilibrio así que tuve que recargarme en la pared más próxima.

-Severus Snape por una vez vas a cerrar la boca y me vas a escuchar sin replicar nada. – una varita amenazaba mi cuello. – Ayer YO te pedí que tuvieras un contacto íntimo conmigo…

-Eras un niño. – Repliqué sin poder contenerme ocasionando que la madera se clavara aun más en mi piel.

-Que te calles. – Siseó. – Esta es la última jodida vez que me vas a ver Severus y quiero que tomes en cuanta que no voy a volver… Mi enfermedad ha llegado a su punto cumbre, mañana ya no voy a ser el joven de 28 años que tienes enfrente y para que sepas voy a ser un niño con conocimiento de adultos.

Lo miro incrédulo, no entiendo a que sea que se refiere, solo puedo mirar sus ojos seguros que me reflejan la verdad que ahí en sus palabras.

-¿No te has dado cuenta? A pesar de que soy un “niño” aún tengo mi conciencia de adulto, ¿Recuerdas que no olvido ayudarte en el laboratorio… a pesar de que a los 4 años no te prometí nada? ¿O que no olvido alimentar al gato? ¿Que estudio pociones por que sé que te gustan y para ayudarte con tu trabajo en el Ministerio? Dime Severus ¿eso lo haría un niño de 6 años? Contesta- clavó aun más la varita.

-No.

-Exacto, porque no soy un niño, aunque me vea como uno y actué como uno, ¡No soy uno! – gritó desesperadamente. – Y tengo que hacer que entiendas eso, porque el resto de mi vida voy a ser así y no quiero vivir reprimido por tu culpa, ¿comprendido?

-Comprendo Harry. – suspiro mas aliviado, ahora veo que mi joven adulto me había dado muestras de que aún estaba conmigo y yo estúpidamente no las quise ver, al menos mi conciencia está tranquila.

-Bien, porque ahora mismo me vas a llevar a la cama y me vas a follar como un animal en celo. – Advirtió fuertemente. – Quiero desquitar todas las noches que me has tenido a dieta.

-Ahora al que tratas como un niño es a mi.- Le sonrío para tratar de relajarlo antes de tomar posesivamente su cintura y besarlo fuerte.

-No lo haría si no te comportaras como uno. – gimió entre nuestro beso.

-Vamos a la cama mi amor, permíteme amarte por favor. – levantándolo para cargarlo sobre uno de mis hombros lo llevo a la habitación dándole una palmada en su redondo trasero, quizás esta será la ultima noche que me atreveré a ser violento con mi amando jovencito.

-Oh si, Se-ve-rus. – Sentía su erección en mi hombro y sus gemidos muy calientes, esta noche le entregaré la muestra de mi amor.

Fin

---------------------------- Epílogo ---------------------------------

Entré a la sala para buscar a mis niños, ahí frente a mí jugando en la alfombra se hallaban mis tres amores… Hace cinco años que mi joven muchacho se fue y desde entonces no lo he vuelto a ver, se que aún sigue conmigo cada vez que lo miro aplicando con determinación un hechizo… pero aún así le extraño tanto.

¿Quién diría parece que tengo facultades para ser padre?, sonrío a las criaturas que aún no notan mi presencia, y por lo visto mi amado Sombra también, ahora mi gato se encuentra sentado en mi sillón favorito vigilando a las dos inocentes criaturas que se arrastran y se empujan realizando alguna actividad parecida a algún juego extraño que solo ellos comprenden.

Por fin se dan cuanta que estoy recargado en el marco de la puerta, ambos me sonríen para luego acercarse a mi y darme un asfixiante abrazo, sobretodo por parte del mayor, miro a mi pequeño niño, es tan hermoso, se parece a mi solo que de ojos verdes, su cabello es igual al mío también de largo y su nariz gracias a Merlín se parece a la de Harry.

Miro a mi otro pequeño, le robo un fugaz beso, se que no tengo permitido hacerlo fuera de la recámara donde dormimos, pero aún así me gusta hacerlo enojar en esta etapa, el está de 8 años y nuestro hijo de 6.

El día que tuve por última vez a mi joven le hice el amor con tanta pasión que nos brindaron el maravilloso regalo de un bebé, fue un poco complicado explicarle a un niño de 4 años que estaba embarazado pero para ser sincero lo tomó bastante bien y estaba muy feliz de ser padre.

Desde entonces cada vez que veo a nuestro hijo no olvido que mi amado jovencito está conmigo, tal vez no de la forma que quisiera pero ahora somos una familia feliz… Le pusimos Draco Snape Potter en honor a Draco por supuesto, ambos lo queríamos mucho y de cierta manera le extrañamos, nuestro niño heredó una de las dos enfermedades de su padre, por lo que nunca pudo desarrollar el habla, mas gracias a Harry y muchas clases de Legeremancia a aprendido a hablar telepáticamente como su padre de ojos verdes, también tiene un gran nivel mágico, por eso tenemos la esperanza de que al cumplir los 11 sea admitido en el colegio.

Respecto al mundo, no hemos vuelto a salir de las paredes de nuestra casa, todo lo que necesitamos el Ministerio nos lo provee… quizás nos hayan olvidado o hayamos muerto para la sociedad, no lo sé y no me importa, me gusta vivir en esta burbuja de tranquilidad que con mucho esfuerzo hemos creado, aquí mis niños son felices y yo vivo en paz.

Nadie dijo que seria fácil y aunque la vida aquí es bastante simple admito que no es para nada sencilla, por que cada noche que tengo entre mis brazos a mi hermoso ángel no puedo evitar pensar qué seria de nosotros si no hubiéramos estado malditos, a lo mejor no estaríamos juntos.

-Sev, vamos a jugar al patio. – me pide el mayor de mis niños.

Sin decir más Draco me toma de la mano para empujarme a la salida, entre mis piernas pasa Sombra dirigiéndose al jardín haciendo que Harry salga corriendo tras él para atraparlo.

Esa tarde pasó entre risas y juegos, tenía mucho tiempo que no me relajaba de esa forma, salgo del baño con mi piyama puesta dispuesto a tener un prometedor descanso, solo que en mi cama encontré algo que no me esperaba.

-Hola Severus cuanto tiempo sin verte, ¿quieres jugar al papá y el otro papá?

Fin del epílogo.

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Mar Nov 22, 2011 8:27 pm

woahhh me encantoo que hermosa historia me fasino...n_n aunke severus es un pervertidfo jajajajajajaj ok no..uU_u la pervertida soy yo..¬¬
Ahhhh me encantooo gracias por subirla sensei..n_n

sev

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Miér Nov 23, 2011 1:19 am

*w*jejeje esta es otra que me encanta, tenia rato que no me la leia XD me gusta por que el la unica agridulce que eh logardo escribir jajaja, es un placer escribir para ustedes, lo que necesites estoy a tu servicio

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Mar Mayo 21, 2013 11:22 pm

me encanta esta historia, ya me la lei por 2da vez

Tema: Re: Es simple pero no tan sencillo Sáb Jun 07, 2014 1:53 am

Me tienes Hechizada, me fascinan todos tus fics reverencia

» Tarde pero segura
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» A tu lado pero sin tí, fic del reto especial de Alisevv
» soy nueva en el foro pero me gustaria colaborar de beta