Para el Amigo Secreto de Gintonic&Vicodina: Dulce Snape

Última edición por alisevv el Sáb Dic 25, 2010 12:13 pm, editado 1 vez

Bienvenidos al tema dedicado exclusivamente al Amigo Secreto de Gintonic&Vicodina. Que se diviertan

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A mi amigo secreto como primer regalo le doy este video con la canción más simbólica de John Lennon

Como segundo regalito te dejo un banner snarry que he hecho y que deseo que te guste

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Tercer regalo, el primero de los seis que tengo respecto al significado de las rosas según su color.
Espero que te guste la rosa blanca.

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Cuarto regalito y hoy toca la letra de una de las canciones que más me gustan No dudaria de Antonio Flores. Esta canción sinceramente creo que le queda como anillo al dedo al personaje de Severus, espero que a ti también te lo parezca amiguito invisible

NO DUDARIA

Si pudiera olvidar
Todo aquello que fui
Si pudiera borrar
Todo lo que yo vi
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Si pudiera explicar
Las vidas que quite
Si pudiera quemar
Las armas que use
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca mas
Usar la violencia

Si pudiera sembrar
Los campos que arrasé
Si pudiera devolver
La paz que quité
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Si pudiera olvidar
Aquel llanto que oí
Si pudiera lograr
Apartarlo de mí
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca mas
Usar la violencia

(Y el link del videoclip de Antonio Flores además del de la versión de su hermana Rosario)

https://www.youtube.com/watch?v=t5zWfADKgGk
https://www.youtube.com/watch?v=svvNRwAS8fY

Quinto regalo, el de hoy es para endulzarte el día o para que te de envidia como a mi me pasa si no lo puedes comer xD.

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Sexto regalito, hoy toca felicitación navideña con un poco de todo ¡incluido Homer Simpson como Santa Claus!
Espero que te guste la peculiar felicitación que te he preparado.

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Séptimo regalito, y segundo de la entrega del significado de las rosas según su color.
Deseo que ésta, la rosa amarilla que te representa tan bien, te guste.

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Octavo regalito que espero te guste, a pesar de expresar la amargura de la soledad.

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Noveno regalito y hoy toca ración de Daniel para empezar bien la semana.

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Hoy toca el décimo regalito, que es un shot snarry como mandan las normas xD.
Espero que te guste el shot que he escrito, el cual muy posiblemente tenga una segunda parte.

LOS REPUDIADOS

El reloj de mi despacho indica que ya es hora de volver a casa, que son más de las ocho y media de la noche. Me estiro en el sillón de detrás de mi escritorio, intento desentumecer mi cuerpo después de pasarme toda la tarde sentado firmando informes.

— ¿Todavía por aquí, Potter?

— Estaba a punto de irme ya, Malfoy— contesto a mi antiguo enemigo, ahora mi mejor amigo

— ¿Vienes a tomarte unos whiskies de fuego conmigo y con Blaise?

— Hoy no puedo, esta noche me tengo que quedar cuidando de Hugo y de Rose. Hermione ha quedado con Luna para tener una romántica velada y yo tengo que cuidar de mis ahijados— explico levantándome del sillón y cogiendo mi túnica

Draco no dice nada, solamente se encoge de hombros en un signo que indica “Tú te lo pierdes, Potter”. Los dos salimos en silencio y al llegar al vestíbulo del ministerio nos despedimos con leve movimiento de cabeza. Me quedo quieto durante unos segundos, miro como mi mejor amigo se dirige a una de las chimeneas del ministerio. Ver a Draco me hace acordarme de su padre por la rubia melena de ambos, por los aires de superioridad al andar y en definitiva por el halo Malfoy que los dos destilan de igual forma. Al verlo desaparecer me doy cuenta de que me he quedado parado en medio del vestíbulo como un completo idiota, como un tonto gryffindor que diría Severus. Al recordar a mi antiguo profesor de pociones una tonta sonrisa aparece en mis labios, la sonrisa de alguien completamente enamorado de un imposible. Intentando evitar pensar en él, en fantasear despierto con su voz y sus manos, me dirijo a una de las chimeneas para aparecerme en casa.

— Hugo, deja eso— escucho a Hermione pedir a su hijo

Sonrío al escuchar como mi mejor amiga, y compañera de piso, regaña a mi ahijado. Estoy feliz de ver como Herm vuelve a ser ella misma, de ver como poco a poco ha logrado pasar página y olvidarse de Ron. Al pensar en el pelirrojo mi buen humor se esfuma, al pensar que mi antiguo mejor amigo pegaba a Hermione siento la bilis subiéndome por la garganta.

— Ya estoy en casa— digo al abrir la puerta, quitando de mi mente la imagen del pelirrojo para centrarme en lo realmente importante actualmente

Me extraña que Rose no aparezca corriendo al escucharme decir que ya estoy en casa, la pequeña siempre corre hasta mi cuando anuncio que he llegado. La sorpresa se esfuma al ver como aparece cargada en brazos de Severus, que no se que hace en mi casa. Los nervios al verlo entran en acción, se me seca la garganta y mis manos nerviosas empiezan a pasar por mi desordenado pelo azabache.

— Tío Harry— dice Rose ocultando su cabecita en el cuello del hombre que me está mirando fijamente

— ¿Qué pasa, princesa?— pregunto acercándome a la pequeña hija de Hermione— ¿Has pasado un buen día?

— Sí— responde contenta— Además el tío Sev me ha comprado una piruleta— termina de decir muy sonriente, mirando a mi antiguo profesor con adoración

Parece mentira pero Severus Snape, el bastardo grasiento en mi época de estudiante en Hogwarts, ha logrado que los hijos de Hermione le adoren. Nunca hubiera pensado que alguien como él pudiera ser tan protector con nadie, pero tampoco pensaba que durante toda mi estancia en Hogwarts me había protegido. En el fondo, Severus Snape es una caja de sorpresas, una que me encantaría conocer más a fondo.

— ¿Y Hugo?— pregunto

— En el salón con Hermione— contesta Severus con su tono de voz grave, la que me hace tragar saliva con dificultad

Intentando serenarme, volver a pensar con claridad, empiezo a caminar por el pasillo en dirección al salón. En el lugar encuentro a mi mejor amiga sentada en el sofá, está muy seria regañando a su hijo. Hugo al verme entrar corre hasta mi, se abraza a mi pierna y esconde su cara para evitar seguir siendo regañado. Hermione se levanta, dejándome ver lo guapa que se ha puesto para su cita con Luna. Mi mejor amiga está preciosa, su castaño cabello y sus perfectas curvas muestran que los 27 años le sientan de maravilla, además del amor de Luna.

— Llegas tarde Harry— me reprocha Hermione— He tenido que llamar a Severus para que viniera, pensaba que no aparecerías

— Hoy he tenido demasiado papeleo que firmar en el ministerio, siento el retraso— me excuso— Si quiere Severus puede irse, ya ves que he llegado

Ahora tanto mi mirada, como la de mi amiga y la de los dos pequeños se posan en el hombre de negra mirada. Su serio semblante no deja al descubierto ningún sentimiento, no deja entrever si va a decidir quedarse o irse.

— Me quedaré a cuidar de Potter— dice con sarcasmo, logrando arrancar una risa a Hermione— Se necesita un adulto entre tanto niño

— Tienes razón Severus, suerte que estás tú— sigue con la broma mi mejor amiga— Suerte que apareciste en nuestra vida y que nos proteges a todos, incluido a Harry— dice Hermione, guiñándome disimuladamente un ojo porque sabe lo enamorado que estoy

El timbre suena, la extraña situación se rompe y yo lo agradezco porque creo que me estaba empezando a sonrojar. Otra vez vuelve a sonar el timbre, voy a abrir la puerta con Hugo agarrado a mi pierna. En la puerta está una Luna muy sonriente, lleva un vestido azul eléctrico por media pierna y unos pendientes de pequeños rábanos.

— Buenas noches, Harry— saluda mi amiga más peculiar— Hola Hugo

— Luna, mamá te está esperando— responde mi ahijado— El tío Harry y el tío Sev nos cuidarán

La sonrisa de Luna se vuelve más clara, seguro que Hermione le ha contado que estoy hasta las trancas de nuestro ex-profesor de pociones, aunque conociéndola seguramente ella se habrá dado cuenta sola, antes incluso que yo. La antigua ravenclaw entra en el piso que comparto con su novia, con la mujer que ahora es feliz gracias a la relación que mantienen.

— Hola, cariño— saluda Hermione a su novia con un leve beso en los labios— Cojo el bolso y nos vamos

Mientras mi mejor amiga va a por su bolso, Luna saluda a Rose y a Severus. La pequeña sigue abrazada al antiguo jefe de Slytherin, parece que está demasiado a gusto como para soltarse.

— Rose, Hugo— llama a sus hijos mi amiga— Portaros bien, hacerle caso a Harry y a Severus— advierte— Y vosotros dos hacer que antes de las 10 estén durmiendo

Los cuatro asentimos, no queremos comprobar el genio de leona gryffindor que se gasta Hermione Jane Granger cuando se le lleva la contraria. Al ver que cada cual sabe lo que tiene que hacer, coge la mano de Luna y ambas se pierden por el pasillo en dirección a la salida, en la dirección a disfrutar de una noche especial.

Al ver que su madre se ha ido, Hugo se suelta de mi pierna y empieza a correr por el salón. Severus se agacha, hace que Rose se suelte de su cuello y después se va a sentar al sofá. Mis pies me guían, inconscientemente, hasta el mismo lugar en que está sentado mi mayor deseo desde hace demasiado tiempo.

— Espero que Lovegood la haga feliz— escucho que susurra a mi lado— Hermione merece dejar de vivir con miedo, merece olvidarse de la escoria de Weasley

Noto como en las palabras de Severus se nota el cariño que le tiene a mi amiga, a su compañera de trabajo desde hace ya seis años. Todavía recuerdo lo que pensé al enterarme que Herm iba a trabajar en la tienda de pociones de Snape. Internamente sonrío al recordar el pensamiento de “está loca, trabajar con Snape es peor que ser rodeada por dementotes”.

— Los repudiados por la sociedad mágica nos tenemos que hacer felices entre nosotros— respondo con una sonrisa que destila ironía

— Los repudiados homosexuales encabezados por San Potter, a quien le hacen de escuderos la sabelotodo Granger, el engreído Malfoy, la lunática Lovegood y el bastardo Snape

La sonrisa ladeada que aparece en sus serios, y finos labios, muestra claramente que la situación le parece tan irónica como a mi. Le parece completamente cómico que todo el mundo que me adoraba al matar a Voldemort me repudiase tiempo después al declarar abiertamente mi homosexualidad.

— Algún día los repudiados dominaremos el mundo mágico— le digo— aunque de momento lo que debamos hacer es mandar a dormir a Hugo y Rose, para evitar que la furia de la leona más inteligente recaiga sobre nosotros

Mi antiguo profesor, actual amigo y secreto amor, asiente con la cabeza ante mis últimas palabras, él también le tiene miedo a Hermione. Nos levantamos del sofá, yo intentando controlar mis nervios por su cercanía, y hacemos que Rose y Hugo vayan hasta sus habitaciones. Las quejas no se hacen esperar, especialmente en el hijo de Herm, pero una sola mirada de Severus logra que se silencie inmediatamente. Los dos niños saben perfectamente que no hay que hacer enfadar al “tío Sev”, que con él hay que portarse bien si no se quiere ser castigado.

— ¿Mañana convencerás a mamá para que me compre un helado?

— Si te portas bien y te duermes enseguida, te lo compraré yo mismo— prometo a Hugo, despeinándole su pelo pelirrojo, mientras lo arropo

Después de un susurrado “buenas noches” salgo de la habitación y vuelvo al salón. Severus está sentado en el sofá, con una copa de vino en la mano. Me siento a su lado sin decir nada, se que si hablo voy a decir alguna tontería que romperá el tranquilo momento que estamos viviendo.

— Toma, Harry— dice ofreciéndome su copa y haciendo aparecer otra para él

— Hoy he visto a Draco— le cuento— Se le nota contento desde que está con Zabinni

— Ahora solo quedas tú para encontrar a alguien que te soporte, Potter. Si mi ahijado ha conseguido a alguien y Granger también, no tiene que ser tan complicado para ti

— Recuerda que soy el torpe Potter, el consentido— contesto con la frase favorita de Snape durante mi época en Hogwarts

Niega con la cabeza y resopla levemente, parece que ahora no está deacuerdo con los calificativos que me decía entonces, hace poco más una década. Sonrío levemente e interiormente me siento feliz, feliz por poder estar con él de una forma tan hogareña y tranquila. Sin darme mucha cuenta de lo que hago apoyo mi cabeza en su hombro, su masculino aroma me invade por completo y me hace adormilarme. Notar su presencia es muy reconfortante, sentir su firme hombro bajo mi cabeza me da seguridad y notar como sus expertos dedos acarician mi mano me hace pensar que todo es un sueño.

— No eres el torpe y consentido Potter porque no eres tu padre— escucho su voz grave y masculina de forma lejana, como si estuviera a miles de metros— Eres el valiente y cabezota gryffindor, simplemente eres Harry— vuelvo a escuchar demasiado bajo, muy difuminado por la distancia

Después de esas palabras caigo definitivamente en los brazos de Morfeo, unos confortables brazos pero no tanto como lo serían los de Severus, ésos en los que me gustaría caer y por los cual me encantaría ser agarrado. El descanso con Morfeo en el mundo de los sueños llega a su fin cuando noto como el hombre por el que mi corazón se acelera se mueve, cuando escucho tenuemente que está teniendo un intercambio de palabras con Hermione.

— Veo que has pasado una buena noche, Sev— escucho la voz de mi mejor amiga decir con humor

— Lo vas a despertar, Hermione— riñe nuestro antiguo profesor a la recién llegada, todavía sin darse cuenta de que ya estoy despierto

Decido seguir manteniendo los ojos cerrados, decido que voy a seguir como oyente el intercambio de palabras. Mi decisión es esencialmente tomada por lo bien que me siento al notar su cercanía.

— Deberías decírselo Severus, deberías confesarle a Harry que estás enamorado de él— vuelve a decir mi amiga tranquilamente, como si de su boca no acabaran de salir unas palabras que me han parado el corazón— Él te corresponderá, Harry lo está deseando escuchar

Intento que mi respiración se mantenga regular, que no se note que estoy despierto y que estoy deseando matar a mi mejor amiga por bocazas y carabina

— Él merece encontrar a alguien mejor— responde en un susurro— A un hombre que no sea un repudiado por su pasado

— Todos somos unos repudiados te recuerdo, todos tenemos un pasado y unos gustos en común. El mundo mágico nos tiene como parias de la sociedad porque nos enamoramos de personas de nuestro mismo sexo

— Creo que ya he tenido suficiente por hoy, no tengo más ganas de escuchar a la sabelotodo Granger— contesta— Me voy a mi casa a descansar

— Bésalo, aprovecha que está dormido y nunca se enterará— propone mi mejor amiga— Aprovecha ahora, cobarde— lo reta con un tono de voz más elevado del empleado hasta el momento en la conversación

Escucho un leve gruñido de Severus, la acusación de cobarde no le ha gustado nada. Hermione sabe que ésa es la peor ofensa que se le puede hacer al mejor pocionista que conozco, a quien es la persona más valiente del mundo mágico.

— No soy un cobarde, Granger— responde secamente, levantándose con cuidado de mi lado e instalando un vacío en mi interior

El vacío se llena por completo al sentir su mano bajo mi barbilla, al notar como su respiración roza la piel de mi rostro. Sus labios, los que llevo tantos años deseando, se posan sobre los míos. Solamente es un beso, un casto beso, pero para mi loco corazón enamorado esa simple muestra de afecto es suficiente. Noto como mi respiración se acelera, como mi pulso se vuelve loco y como mi cuerpo se calienta ante el simple contacto. El beso, el roce de labios, no dura más de tres segundos pero para mi es mucho más tiempo.

— Espero que Harry no se entere de esto, Hermione— dice al separarse— Esto tiene que quedar entre tú y yo

— Me ofendes Severus, ya sabes que soy una tumba aunque odie no poder decirle a Harry la realidad de tus sentimientos

No dice nada más, no vuelvo a oír su voz aunque si que escucho como sus pasos se alejan del sofá en dirección a la salida. El sonido de la puerta me indica que ya se ha ido y la voz de mi amiga, la siempre inteligentísima Hermione, me indica que ella sabía que yo estaba despierto.

— Harry, deja de hacerte el dormido— dice— Abre los ojos que se que estás despierto

No vale de nada seguir simulando que estoy con Morfeo en el mundo de los sueños, así que abro los ojos y enfoco mi mirada en la de una muy sonriente Hermione.

— ¿Cómo lo has sabido?

— Te conozco mejor que tú mismo, se cuando te haces el dormido o cuando lo estás de verdad, Harry— responde sentándose a mi lado en el sofá

— Se me olvidaba que estaba hablando con la mujer más inteligente que ha pisado el mundo mágico en siglos— bromeo, mirándola y contemplando la enorme sonrisa que gobierna su rostro

Con semejante sonrisa deduzco que su cita con Luna ha ido bien, que han pasado una buena velada y que han tenido la intimidad que han deseado tener. Me alegro por ella, me alegro porque su sonrisa siempre hace que mi corazón esté feliz.

— ¿Es verdad, Hermione?— pregunto al recordar sus palabras, al recordar lo que ha dicho sobre lo que Severus siente por mi— ¿está enamorado de mi?

— Está completamente enamorado de ti, a pesar de que se castiga por ello. Severus se maldice por lo que siente, porque cree que tú mereces algo mejor— explica— Se que él me cruciaría si se enterara que te lo estoy diciendo pero ya estoy cansada, ya estoy harta de que ambos os queráis y por miedo al rechazo no os digáis la verdad

— ¿Desde cuando lo...sabes?— pregunto con la boca seca, intentando asimilar que mis sentimientos por Severus son correspondidos, que su corazón late de igual forma que el mío al estar cerca

— Desde hace demasiado tiempo, desde el principio— confiesa— Desde antes que tú te fijaras en él

La revelación me deja sin palabras, sin que de mi boca pueda salir un simple sonido. No puedo creerme todavía que Severus se fijara en mi, que el odio que siempre me ha tenido no fuera tal.

— ¿Y por qué no me lo habías dicho?— le reprocho enfadado

— Por la misma razón que no le he dicho a él que tú te mueres por sus huesos— responde indignada ante mi reproche— No soy una cotilla, Harry

Se levanta del sofá enfadada, molesta por mi reproche. Sabiendo que he sido un completo gilipollas me levanto y la agarro de la muñeca, evito que se vaya enfadada a su habitación. Hermione al notar mi mano fija su mirada chocolate en la mía esmeralda.

— Lo siento— me disculpo— Solamente es que no me lo esperaba, únicamente estoy sorprendido por lo que he escuchado y por sentir sus labios

— Está bien, Harry— dice bostezando— Ahora si me permites me voy a ir a descansar, ya amanece y no he dormido nada en toda la noche

Suelto su muñeca y la dejo irse a su habitación, comprobando que su paso es firme aunque se note el cansancio de no haber dormido en toda la noche. Al verla desaparecer por la puerta de su habitación vuelvo a sentarme en el sofá, el que aun conserva el aroma de Severus. Sobre la pequeña mesita del salón, un par de metros más allá, veo las dos copas que aun conservan un poco de vino.

— Tú eres el único, eres quien de verdad me merece— susurro cogiendo la copa de Severus y llevando mis labios hasta ella

Y de esta forma es como me encuentra el amanecer del nuevo día, bebiendo lentamente el vino de la copa utilizada horas atrás por Severus.

Undécimo regalito, hoy toca dia Beatles y por eso te dejo aquí la letra de una canción suya que me gusta (en realidad me ha costado mucho decidirme porque de ellos me gustan todas) y un "banner" de ellos creado especialmente para acompañarla.

ALL YOU NEED IS LOVE

Love, love, love
Love, love, love
Love, love, love

There's nothing you can do that can't be done
Nothing you can sing that can't be sung
Nothing you can say but you can learn how to play the game
It's easy

Nothing you can make that can't be made
No one you can save that can't be saved
Nothing you can do but you can learn how to be you in time
It's easy

All you need is love
All you need is love
All you need is love, love
Love is all you need

All you need is love
All you need is love
All you need is love, love
Love is all you need

Nothing you can know that isn't known
Nothing you can see that isn't shown
Nowhere you can be that isn't where you're meant to be
It's easy

All you need is love
All you need is love
All you need is love, love
Love is all you need

All you need is love (All together, now!)
All you need is love (Everybody!)
All you need is love, love
Love is all you need
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Yee-hai! (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)

Yesterday (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Love is all you need (Love is all you need)
Oh yeah! (Love is all you need)
She loves you, yeah yeah yeah (Love is all you need)
She loves you, yeah yeah yeah (Love is all you need)

Para el Amigo Secreto de Gintonic&Vicodina: Dulce Snape Jfi1y0

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Duodécimo regalito, tercero de los seis del significado de las rosas según su color.
Hoy toca una rosa de color naranja.

Para el Amigo Secreto de Gintonic&Vicodina: Dulce Snape B46mfk

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Decimotercer regalito, hoy es Severus en estado puro de la séptima película

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Decimocuarto regalo, para iniciar la semana con una sonrisa pongo una foto que transmite principalmente ternura e inocencia

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Decimoquinto regalo, hoy toca día de rosa roja y el significado que tiene.

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Decimosexto regalo, un bannercito snarry toca esta vez.

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Decimoséptimo regalo, quinta y penúltima rosa con su significado.
Deseo que te guste lo que simboliza la rosa fucsia.

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Y como lo prometido es deuda aquí te dejo la segunda parte del shot que te subí.
Espero que te hayan gustado tanto el primer capitulo como el segundo.

LOS REPUDIADOS II

Hace un mes que sentí los labios de Severus sobre los míos, que Hermione lo retó al llamarlo cobarde por no declararme lo que siente. En los treinta días que han pasado no lo he vuelto a ver, he evitado pasarme por la tienda en la que trabajan él y mi mejor amiga, además de buscar cualquier excusa para no estar en mi casa cuando él ha ido a estar con Rose y Hugo. La operación “evitar a Severus como si fuera la peste” ha terminado esta tarde cuando Hermione ha llegado a casa con sus hijos y con Luna. Mi mejor amiga ha venido dispuesta a no soportar ni un día más mi comportamiento infantil y así me lo ha comunicado.

— Harry, tenemos que hablar— me dijo

— ¿De qué?— le pregunté

— De que estoy harta de que te comportes como un niño de tres años evitando encontrarte con Severus, ya no lo soporto más— me contestó, para después añadir— Así que ahora vas a arreglarte, vas a ponerte guapo, y después irás a casa de tu amado con una botella de vino para pasar una inolvidable velada

— No pienso ir

— Irás, por las buenas o por las malas pero irás— afirmó con vehemencia Hermione, a la que cuando enseña las garras de leona herida es mejor no llevarle la contraria

Así que por eso ahora estoy mirándome al espejo nervioso, evaluándome para ver si estoy lo suficientemente bien arreglado como para presentarme en casa de Severus. Detrás de mi está mi mejor amiga con una gran sonrisa, demostrando que mi aspecto es el adecuado. Túnica negra sobre una camisa color vino y unos tejanos azul oscuro, desordenado pelo azabache y sonrisa nerviosa, esa es la imagen en conjunto que me devuelve el espejo.

— Estás muy atractivo— dice Hermione apoyando su barbilla en mi hombro, teniendo que ponerse de puntillas para poder hacerlo— Ahora a sorprender a Severus, a demostrarle que eres un valiente león

— No puedo hacerlo— digo sabiendo que una vez tenga delante a nuestro antiguo profesor mi corazón latirá deprisa y me quedaré sin palabras, en definitiva que pareceré idiota

— Puedes y vas a hacerlo, porque eres un valiente león y porque sino no entras más en esta casa— me responde mi mejor amiga antes de ir quitar su barbilla de mi hombro y coger mi mano— Esta noche irás a casa de Severus, cenarás con él, hablarás con él mientras bebéis vino y cuando él diga que está cansado, que la noche ha terminado tú lo besarás. Lo que hagáis o dejéis de hacer después ya depende de vosotros— termina de contestar Hermione con una sincera sonrisa

Antes de que pueda decir nada soy arrastrado fuera de mi habitación y llevado hasta el salón. Allí está Luna jugando con Hugo y Rose, los tres dibujando y disfrutando del tiempo que pasan juntos. El ver como los pequeños quieren a Luna, como han aceptado que su madre salga con una mujer, consigue que sonría y me olvide durante unos instantes de que estoy a punto de hacer lo que he estado evitando desde hace 30 días.

— Tío Harry, estás muy guapo— me dice Rose, dejando el lápiz de color azul con el que estaba pintando

— El tío Harry se va a ir a cenar con el tío Severus— informa mi amiga, que viene con una botella de vino de elfo, a su hija— Y antes de que me lo pidas, no puedes ir a ver a Sev

La pequeña mira enfadada a su madre porque no le gusta el tener que quedarse en casa y no ir a ver a su serio tío. Rose cruza los brazos y vuelve al lado de Luna, la que la abraza cuando siente como la niña empieza a llorar en su regazo. Antes de que pueda decirle a Rose y a Hugo que los llevo, Hermione me saca del salón para evitarlo. Intento quejarme por ser sacado del salón a la fuerza, pero la mirada feroz de los ojos de Hermione me dice claramente que como una sola queja salga de mis labios voy a recibir una dentellada.

— Y ahora a demostrar la valentía gryffindor que tienes, Harry

Me besa la mejilla y me da un leve empujón, sin darme tiempo para reaccionar la puerta se ha cerrado. Calculo las posibilidades de volver a entrar en casa, de ir a ver a Draco y de presentarme en casa de Severus. Al final decido que es mejor afrontar lo que llevo postergando un mes a ir a casa de Draco y encontrármelo dándole por culo a Zabinni, porque la opción de entrar en casa queda completamente descartada, no deseo morir tan joven a manos de la bruja más inteligente que conozco. Desaparezco y durante unos segundos siento como la sensación de vértigo me empequeñece el estómago.

La noche en la calle de las Hilanderas es tranquila, el ambiente es cálido y extrañamente pegajoso. En un intento de que el aire llegue a mis pulmones me desabrocho el primer botón de mi túnica. Tardo unos segundos en volver a acompasar mi respiración, en tener la sensación de que no estoy hiperventilando. Cuando me encuentro con fuerza suficiente para andar, empiezo el trayecto hasta la puerta de la casa de Severus. Al llegar frente a su puerta, la idea de dar la vuelta e irme aparece aunque al final mi orgullo de león me lo impide. Golpeo suavemente la puerta una vez, espero unos segundos antes de volver a golpear con más fuerza. Tras el segundo golpe en la puerta el silencio sigue reinando en el lugar, ni una luz en la casa y tampoco ningún ruido. Hermione me había garantizado que estaría en casa, que esta noche Severus no iba a salir a ninguna parte. Pensando en irme, ya dando la vuelta, es como me encuentra el dueño de la casa.

— Severus, yo...— el inicio de mi discurso de disculpa por interrumpirlo en la tranquilidad de su casa se ver interrumpido por la imagen que tengo delante

Mi corazón empieza a latir desbocado, las mejillas seguramente estarán poniéndoseme rojas y espero que la baba no resbale por mi barbilla. Delante de mí está Severus con un albornoz verde oscuro, unas zapatillas negras y una toalla negra con la que se está secando su negro cabello. Parece que he llegado justo en el momento en que terminaba de ducharse, pensar en lo oportuno que he sido me hace sonreír aunque al darme cuenta que si en vez de ser yo hubiera sido otro consigue que deje de hacerlo.

— ¿Harry?— pregunta sorprendido al verme plantado fuera de su casa— ¿qué haces aquí?

Intento encontrar una respuesta decente pero mi mente no responde, toda mi cordura se ha ido al ver el inicio de su blanco torso, al comprobar como juguetonas gotas escapan del cabello para bajar por el cuello y perderse por la piel que cubre el albornoz.

— Yo, bueno he...— empiezo a hablar mientras intento apartar mis ojos de su cuerpo— He venido a verte, a cenar contigo— termino de decir

Le muestro la botella de vino, su profunda mirada negra me mira como si me hubieran salido dos cabezas. Su ceño fruncido me deja claro lo que piensa, Severus piensa que la única neurona que tengo se me ha atrofiado por completo.

— Entra— contesta secamente

Severus se hace a un lado y me deja pasar a su casa. Una vez estoy dentro, cierra la puerta y se coloca detrás de mi. Su cuerpo tan cerca del mío, su calor y frescura casi en contacto con mi cuerpo logran que la piel se me erice. Caminamos hasta el salón, donde me ofrece asiento y yo le cedo la botella que le he traído.

— Afable hogar— comento intentando ser amable

— Sabes que odio este lugar, Potter— responde alzando una ceja ante mi desafortunado comentario— O por lo menos lo sabes cuando la única neurona que te funciona no está atrofiada

— Cierto, lo siento— me disculpo con un hilo de aguda voz porque se sienta a mi lado, porque el albornoz se le abre levemente y me deja observar más de su piel blanquecina

Trago saliva con dificultad, empiezo a jugar con mis pulgares y desvío mi mirada de su torso a mi regazo. Pasados unos segundos una parte del sofá deja de estar hundida, el cuerpo de Severus se ha puesto en pie y ya está alejándose por el pasillo en dirección a su habitación. Deseando darme cabezazos por demostrar ser tan idiota, por dejar que su presencia me afecte tanto, el tiempo transcurre con rapidez. Antes de que pueda darme cuenta ya está de nuevo a mi lado, su penetrante mirada vuelve a estar desnudándome el alma.

— Entonces Harry, ¿a qué debo el honor de tenerte en mi casa, o salvador del mundo mágico?— pregunta con un tono de sarcasmo muy notable tanto en su voz como en su expresión facial

— Pasar tiempo con uno de mis mejores amigos debería de ser suficiente motivo— respondo con una tímida sonrisa

— Lo sería si no llevarás evitándome un mes, Potter— apunta abriendo la botella de vino que le he traído

Al decir lo de que llevo un mes evitándolo me mira a los ojos, en su negra mirada sin fondo noto como hay cansancio. Tentativamente acerco mi mano a la suya, la que tiene en el tapón de la botella de vino. Al notar su piel bajo las yemas de mis dedos, Severus se estremece de forma casi imperceptible y yo logro evitar, a duras penas, que el gemido que sube por mi garganta salga.

— No te he estado evitando— intento decir, buscando una excusa creíble para alguien como mi antiguo profesor de pociones— Lo que sucede es que he estado demasiado liado en el ministerio, mucho papeleo inútil que firmar

— Te olvidas que Draco también habla conmigo— añade con una amarga sonrisa, sirviendo el vino en un par de copas— Pero no te preocupes por buscar una excusa decente, Potter. Con tu neurona atrofiada es imposible que inventes algo con sentido

— Pensé que el rubio engreído solamente sabía hablar de sus experiencias sexuales con Blaise— digo cogiendo la copa que me ha servido

— A diferencia de ti, tanto Hermione como Draco pueden mantener una conversación inteligente y de un alto nivel cultural

— No lograrás ofenderme, Severus— le informo sonriendo mientras subo mi mirada por sus pantalones negros de tela, pasando por su camisa negra y terminando en su rostro— Te conozco y quieres ofenderme para que me vaya y no pienso hacerlo. Esta noche vamos a pasarla juntos, te guste o no te guste no me voy a ir de tu casa, y tú tampoco

La indiferencia de Severus ante mi discurso se hace presente con una leve subida de hombros mientras apoya su espalda en el sofá. Noto como me está ignorando, como hace que mi presencia no le afecta. Sus ojos cerrados, su ceño relajado, la tenue mueca de sonrisa en sus labios, todo lo hace ver distinto. Me siento afortunado de poder estar en su casa, a pesar de que intente ignorarme, porque puedo verlo en su intimidad.

— Exquisito vino, deliciosa cosecha— escucho su voz susurrante decir con un tono para sí mismo

La fascinación que me causa verlo tan relajado, tan opuesto a lo que todo el mundo ve cuando lo observa en el exterior, hace que mi mente se vuelva a adormecer. Su pulgar izquierdo está acariciando el tallo de la copa, lo acaricia como si fuera algo demasiado importante. Decenas de sensaciones me embargan al pensar como será ser acariciado por ese dedo; en como su pulgar recorrería mi mejilla, mi cuello, mi pecho o mi sensible pene. Tan embotados están todos mis sentidos que no me doy cuenta de las palabras que salen de mi boca hasta que es demasiado tarde.

— Te quiero— susurro sin ser consciente de que esas palabras, precisamente “ESAS DOS”, han salido de mis labios

Reacciono cuando veo como los ojos de Severus se abren alarmados, cuando toda su expresión deja a un lado la relajación que tenía y se crispa en una mueca de incredulidad. Al ver como todo él cambia, como su cuerpo se tensa, me doy cuenta que he confesado mis sentimientos hacia él. Mis manos se dirigen a mi boca como un acto reflejo, pensando que de ese modo lo que he pronunciado podrá borrarse y yo podré seguir con mi secreto en silencio.

— ¿Perdón?— pregunta intentando confirmar que ha escuchado bien, que su mente no le ha jugado una broma pesada

En menos de un segundo decido que ya es hora de que le diga lo que siento, lo que llevo callándome más tiempo del que recuerdo. El valiente león gryffindor que hay en mi interior ruge, quiere salir y demostrar que se acabó el ser cobarde. Mi actitud ha cambiado, mi cuerpo siente la adrenalina recorriéndolo de un modo que hacía demasiado no lo sentía, exactamente desde mi enfrentamiento con Voldemort hace ya 10 largos años.

— Te quiero, Severus— digo con voz firme y segura— Te quiero desde hace tanto tiempo que ni me acuerdo

— No sabes lo que dices Harry— responde él levantándose del sofá

— Se perfectamente lo que digo, se lo que siento cada vez que te veo— afirmo mirándolo a los ojos, conectando mi mirada verde a la suya negra— Antes me has dicho que te estaba evitando, y es verdad— acepto sin que tiemble ni una sílaba de las que he pronunciado— Te he estado evitando porque temía no poder controlarme y besarte, devolverte el beso que me diste cuando pensaste que estaba dormido— finalizo

— ¿Escuchaste mi conversación con Hermione?— pregunta cerrando las manos y apretando los puños

Noto el cambio en el cuerpo de Severus, de la sorpresa inicial ha pasado a un estado de ira notable. Me doy cuenta de que al confesar que sí estaba despierto, que si me enteré del beso, he cometido una equivocación importante. La negra mirada deja entrever crispación, enfado, rencor y vergüenza.

— Sí— contesto— Se lo que sientes por mi

— Fuera de mi casa— susurra en un tono peligroso, tan peligroso que cualquier persona se pondría a temblar, cualquiera menos yo al que consigue pero excitarme— Fuera de mi casa ahora mismo, Potter

Me pongo de pie, doy unos cuantos pasos y me planto frente a Severus sin miedo. Su mirada destila un magnetismo tan sumamente potente para mi cuerpo que tengo que recorrer a toda mi voluntad para no besarlo, para no palpar su apetecible entrepierna.

— No me voy a ir— digo tranquilamente— Si quieres que no te bese mándame un Cruciatus— aviso consiguiendo que de un paso atrás y me mire alarmado, parece que se sorprende del cambio que he experimentado en cuestión de minutos

— Fuera de mi vista— vuelve a repetir mientras se intenta recomponer tras la sorprendente declaración— No estoy bromeando, Potter

Cansado charlar, con el deseo quemándome por dentro, decido pasar a la acción. Sin darle tiempo a que huya me lanzo a por él. Mis labios capturan los suyos de forma salvaje, mis brazos rodean su cuello y mi cuerpo se pega al suyo. Severus retrocede un par de pasos, se intenta estabilizar después de haber sido cogido completamente por sorpresa. El demandante beso es correspondido a pesar de la renuencia que muestra al principio mi hombre, el que se ha intentado despegar de mi cuerpo pero no lo ha logrado.

— Harry— escucho que gime cuando rompo el beso y me ensaño con su cuello, ese blanco que estoy marcando como mío

La electricidad que me recorre al sentir su cuerpo, al escuchar como gime mi nombre, consigue que mis manos actúen sin pensarlo. Desgarro su camisa sin compasión, sin importarme romper los botones. Sus manos también deciden que necesitan sentirme, tampoco parece que tenga paciencia para desabrocharme la túnica y la camisa.

— Necesito follarte, ya— le confieso medio ido por el placer que me embarga, porque mi cuerpo está tan caliente como nunca lo ha estado

— Hazlo de una vez, Harry— responde él mientras lo giro y queda de espaldas a mi

Sin ninguna contemplación le desabrocho los pantalones, rodeando su cintura y besando su nuca. En la acción aprovecho para restregar mi demandante erección contra su trasero. Otro gemido sale de su boca, un sonido que me hace perder un poco más la poca cordura que me queda. Al quitarle los pantalones puedo observar como la figura de Severus es perfecta para mí, sus brazos apoyados en la pared, su cabeza inclinada hacia abajo con el pelo cayéndole por los lados como una cascada, y lo más importante su trasero completamente expuesto a mi merced. Me relamo los labios y me quito los pantalones para quedar igual de desnudo que él, para poder penetrarlo. Al ir a empezar a prepararlo escucho su voz.

— Métemela ya— pide desesperado

— Pero... — intento decir, no quiero hacerle daño

— Nada de peros, Harry— vuelve a decir jadeando, masturbándose con una mano y aguantándose a la pared con la otra— Me gusta jugar...duro— termina de decir inclinando más la cabeza hacia delante

Decido hacer lo que me dice, clavársela sin preeliminares. Al penetrarlo un profundo y largo gemido sale de mi garganta, siento el cielo abierto a mis pies. Me mantengo dentro de él unos segundos, disfruto de la cálida estrechez que me ha recibido. Con una de mis manos le empiezo a acariciar su espalda, su espina dorsal. Se estremece ante el tacto de la yema de mis dedos recorriendo su espalda, la suave sensación le calma el posible daño que le haya hecho al entrar en él sin preparación ninguna. Cuando creo que ya he esperado demasiado tiempo dentro decido salir, lo hago lentamente. Al estar fuera noto como estoy vacío sin estar en el interior de Severus, como necesito volver a sentir esa cálida estrechez. Otra vez vuelvo a entrar de una estocada, de nuevo él gime, de nuevo yo gimo su nombre. La acción la repito en diversas ocasiones, las necesarias para llegar al orgasmo con él y en él, porque me corro en su interior y él lo hace en mi mano, los dos nos corremos a la vez. Mi corazón late demasiado deprisa, tanto que tengo que apoyar mi frente en la espalda de mi acompañante para estabilizarme.

— No ha estado mal...para ser el primero— escucho la voz grave de Severus recuperándose del orgasmo, de haber expulsado su semilla entre mis dedos

— Ha...estado...genial— respondo sin levantar la frente de su sudada espalda pero llevando mi mano con su esencia hasta mi boca, para lamerla

Al notar como su cuerpo se empieza a girar me enderezo, me coloco recto y miro sus ojos. El negro deja ver pasión, atracción, hambre y lujuria. Sus labios demuestran que efectivamente tiene hambre de mi, de mi cuerpo. Ahora es su turno de demostrar que me quiere devorar. Mis piernas se enrollan en su cintura, mis brazos se enroscan en su cuello y Severus camina conmigo agarrado a su cuerpo hasta su habitación. El trayecto es hecho a trompicones, mi espalda roza la pared del salón, la del pasillo y la de la habitación. Seguramente mañana tendré moratones y heridas pero no me importa en absoluto. Al llegar a la habitación de Severus soy lanzado a la cama sin miramientos, lo que en vez de molestarme consigue que un gemido, mezcla de sorpresa y placer, escape de mis labios.

— Sev— consigo decir antes de que en mi mente se empiecen a ver fuegos artificiales

Gemidos, suspiros y gritos de placer salen de mi garganta mientras que convulsiones recorren mi cuerpo. Su boca, sus labios, sus dientes, realmente los suyos, me están haciendo una muy placentera mamada. Sin ninguna contemplación se ha metido mi pene en la boca, lo ha engullido para ahora succionarlo con hambre, lamerlo con delirio, mordisquearlo con placer y besarlo con cariño. No se cuanto tiempo está llevándome al cielo, enseñándome lo que es recibir verdadero placer. Mi mente está completamente embotada de unas sensaciones completamente nuevas para mi, unas que espero poder sentir diariamente de ahora en adelante. Sin saber como me encuentro encima de la cama a cuatro patas.

— Delicioso, Harry— logro entender que dice Severus— Completamente delicioso

Las palabras que dice después no tienen sentido, y si lo tienen no se lo consigo encontrar porque teniendo dentro el miembro del hombre del que estoy enamorado no estoy por la labor. Severus demuestra que sabe muy bien lo que tiene que hacer, marca un ritmo lento, tan lento que es desesperante. Gruño intentando protestar aunque sea más un gruñido de placer, de que me está haciendo sentir completamente en el cielo.

— Más...más...más...rápido— pido cerrando los ojos e intentando que mis brazos no flojeen y hagan aterrizar mi cara en el colchón

Mis súplicas son aceptadas y Severus acelera su ritmo, sus embestidas a mi cuerpo se hacen más rápidas y salvajes, menos lentas y desesperantes. El nuevo ritmo es tan certero que en cuatro embestidas logra que me corra, que le manche con mi semen la negra sábana de su cama. Él todavía sigue, aun tarda un par de estocadas más en terminar en mi interior y en desplomarse con suavidad en mi espalda. Notar su torso sudoroso sobre mi espalda sudorosa es muy placentero, tanto que mis brazos ceden completamente y los dos nos desplomamos sobre la cama.

— Te quiero— susurra Severus contra mi oreja, moviéndose de encima de mío

No respondo nada, lo único que hago es arrastrarme hasta colocar mi cuerpo recostado sobre su blanquecino torso. Severus está fibrado en el punto justo, todos sus músculos están perfectamente perfilados. Sus pezones de un color marrón oscuro es lo más llamativo, lo que más atrae a mis labios juguetones. Con cariño mis labios empiezan a besar el derecho, dándole el cariño que no le he dado hasta el momento. Mientras yo me centro en mimar sus pezones por igual, tanto el derecho como el izquierdo, él recorre mi espina dorsal con su pulgar. El dedo que recorría la copa de vino, el dedo por el que empezó todo, ahora es el mismo que cierra el círculo de una noche muy placentera que solo es el inicio, o eso espero, de algo nuevo que llevo mucho tiempo deseando. Lentamente me voy durmiendo, poco a poco dejo de juguetear con los pezones de Severus y cierro los ojos, cayendo en los cómodos brazos de Morfeo.

Decimonoveno regalito, hoy sábado toca una especie de banner que he creado para ti y que espero te guste.

Para el Amigo Secreto de Gintonic&Vicodina: Dulce Snape 2eoy03t

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Vigésimo regalito, sexto y último del significado de las rosas según su color.
Hoy toca la rosa rosa azul, espero que te guste el color y lo que significa.

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Vigesimo primer regalito y último ya.
El par de regalitos son dos felicitaciones de Navidad, distintas una de la otra y que espero que te gusten ambas.

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Me siento muy contenta porque fui amiga secreta de una gran mujer a la que le tengo mucho cariño: Raquel.

La verdad es que nunca se me hubiera ocurrido que te había tocado a tí, pero tus regalitos han sido fantásticos. Paso a comentar brevemente los detallitos para que veas lo feliz que me has hecho con todos y cada uno de ellos.

1. Me fascina John Lennon! Y obviamente esa rola es de mis preferidas, mujer... disfruté muchísimo el vídeo, es precioso!

2. Jejeje ya clamaba yo por un precioso banner snarry, me ha fascinado de vdd y ya lo tendría puesto de no ser porque la firma quedaría enorme y las jefecitas respingarían.

3. Me encantan las rosas y fue muy grato enterarme del significado de la blanca porque no tenía mucha idea; ahora sé que debo poner rosas de este color en mi cuarto para contrarrestar mi habitual acelere. xd

4. Pues sí, como anillo al dedo a nuestro querido Severus, jeje. Nunca lo había escuchado pero me gustan las canciones que promueven la paz y además los hermanitos hippiosos están de bastante buen ver... Razz

5. Ufff, de mis postres preferidos: fresas y chocolate... aunque por alguna extraña razón el chocolate líquido me pone nerviosa xd, pero bueeee, un rato en el conge y listo!

6. Jojojo, adoré esta felicitación! Amo los bebés, amo los Simpson, amo la Navidad, ufff qué más se puede pedir? Juntaste muchas cosas que me encantan en una bella postal. wiii

7. Jajaja me ves alegre! Qué genial! Ash! es que con esta pista sobre mi bellísima, magnética y atrayente personalidad, cómo no adiviné que yo era tu amigui? Razz

8. Claro que sí me gustó; si algo me fascina es el café a todas horas. Soy una adicta y además la imagen
es bella, bella.

9. Dios! Sin comentarios! babas

10.

Ron pegándole a Hermione? Esto sí que ha sido sorpresivo. O.O

Luna y Hermione pareja? Esto ha sido más sorpresivo aún. O.O O.O

Hermione trabajando con Snape y los dos muy compas? Ahora sí me he quedado sin palabras. xd

Citación :: — Los repudiados homosexuales encabezados por San Potter, a quien le hacen de escuderos
la sabelotodo Granger, el engreído Malfoy, la lunática Lovegood y el bastardo Snape.

Jajajaja, es que sólo tú puedes escribir cosas como estas, mujer. Me encantó este shot; simplemente divino. reverencia

11. Gran canción, sí señor; de mis preferidas y el banner, ni se diga! Está fantástico, muy chistoso con esa caricatura de los cuatro. Razz

12. Muy bella la rosa anaranjada; al igual que los casos anteriores no sabía que ese color llenara de regocijo el espíritu; la he puesto como fondo en mi escritorio para ver si es cierto.

13. Ufff, papacito Sev como hubiera querido verlo durante las 2 horas y media que dura la primera parte de la séptima peli y no solamente durante escasos 3 minutos ¬¬

14. Es que la niñita bien podría haber sido yo; dulce, tierna, amorosa con los animales, bella... ^^

15. Las rosas rojas son definitivamente, las que mejor me van a mi; bien dicen que las de color durazno son para la mujer tranquila y serena, pero las que son rojas encendidas, apenas para una nena como yo: apasionada, fogosa... espera! es que realmente tengo ambas facetas, pero me gustan más las rojas. Wink

16. Este banner me recordó una canción que me fascina y que se llama: When love and hate collide; apenitas para mi: no sólo miel, no sólo hiel, sólo 50 y 50. Razz

17. Prefiero el amor interesado (recuerdas los bolsos Tous? xd). Eso sí, el color me fascina. Very Happy

18. Qué más puedo decir de esta segunda parte? Lemmon delicioso, para nada historia cliché, ambos pasivos y activos... como si lo hubieras escrito pensando en mi, jeje ^^ Regalazo de amiga secreta.

19. No, no, no. Es que lo tuyo son las artes gráficas, mujer. Bellísimo el banner y además, muy mexicano, apenas para mí que estoy muy orgullosa de mi país. Este es el primero que va a la firma. king

20. Esta fue la rosa más bonita de todas; el color azul es de mis preferidos pero nunca se me hubiera ocurrido asociarlo con una amistad fiel... y definitivamente tendré que hacer un collage con todas las fotos para colocarlas como fondo de escritorio porque son bellas, bellas y me han encantado. ^^

21. Uh la, lá! Esa doña Santa Claus está para comérsela babas

Esas felicitaciones sí me laten.

Y bueno, de mi pa ti, un pequeño mensajito:

Para el Amigo Secreto de Gintonic&Vicodina: Dulce Snape Amistadr

Eres grande mujer, muchas gracias por tu amistad y por todo Wink

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