Resumen: Severus se despierta a causa de la gran celebración en su nombre
Clasificación: 18+
Disclamer: Harry Potter y todos sus personajes no me pertenecen, aunque mi mente insista en lo contrario, y no gano nada.
Advertencia: escribo fatal, asi que espero que sus ojos no se derritan.
Respuesta al reto Navidad 2015
N° de palabras 5,537
Feliz cumpleaños héroe de guerra
Sentía un dolor penetrante que se entendía por todo su cuerpo y provenía de todo él, no sentía de donde exactamente venia el dolor solo que lo cubría por entero. Intento abrir los ojos, pero era insoportable, intento mover alguna parte de su cuerpo pero el dolor le fulmino y dejo de intentarlo.
Se suponía que debía estar muerto, o tal vez lo estaba y este dolor tan intenso era su castigo. Eso estaba pensando cuando creyó oír voces, voces conocidas, tal vez si era el infierno.
— Severus ya es tiempo de que despiertes, vamos Severus despierta ya... — la voz era muy conocida entonces no estaba muerto, intento abrir los ojos una vez mas y esta vez si consiguió abrirlos pero los cerro enseguida porque la luz era increíblemente dolorosa en sus ojos.
— Ya está despertando mi señor. — dijo la voz que reconoció como la de Poppy.
— Muy bien, bienvenido de vuelta Severus — quedo paralizado y horrorizado al reconocer la voz, no puede ser, no puede ser, no puede ser, se repitió una y otra vez mientras se obligaba a abrí los ojos por completo y enfocaba la vista hacia el que estaba en frete de su campo visual.
Lo era.
Era Voldemort.
Enfrente de él mirando lo con su gesto tranquilo esperando a que Severus dijera algo, pero Severus no dijo nada, no sabía cómo reaccionar a esto, prefería estar muerto que ver a su señor vivo.
— Debemos esperar a que sus funciones vuelvan poco a poco — dijo Poppy al Lord y este asintió — ¿cómo te sientes Severus, puedes mover alguna parte de tu cuerpo?, intenta incorporarte y si puedes intenta hablar, será doloroso pero es necesario — se dirijo a Severus como siempre desconcertando a Severus mas de lo que estaba.
Quiso asentir pero solo hizo una mueca, el dolor lo azoto, aun así siguió intentando hasta que pudo incorporarse, mientras una película de sudor se adueñaba de su cuerpo y su expresión se veía muy concentrada, mostrando en cada facción lo doloroso que estaba siendo el simple hecho de intentar hablar.
El Lord solo le veía sin ninguna expresión en particular, esto a Severus le mortificaba, ¿estaba vivo solo para ser torturado por el lord hasta su muerte, o seria sacrificado ante todos para que nadie se atreva a traicionar al Lord o algo peor?.
Aun con las dudas que lo agobiaban consiguió hablar después de unos 20 minuto de intentar que los sonidos salieran de su boca.
— m...mmmm...mi Lord — consiguió decir.
— Muy bien Severus debo decir que estas despierto ahora, porque le pedí a Poppy que te despertara aun que tu recuperación aun no está completa, pero mírate ya estás listo para la vida — el Lord ,le sonrió — y para tu fiesta del triunfo — Severus ahora estaba más confundido que en toda su vida, el Lord continuo — sé lo que hiciste Severus y gracias a tus acciones ganamos por eso te mereces una gran fiesta y un premio, y que mejor día para darte ambos que hoy que es tu cumpleaños — se dirijo a Poppy con mirada dura.
>> cuando esté listo avísame para que venga a llevarlo a la fiesta, que no tarde mucho, ¿entendiste? —
— Si mi Lord — contesto la enfermera haciendo una reverencia.
Se retiró sin decir una palabra más.
Cuando salió de la habitación Poppy le llevo unas cuantas pociones.
— Vamos Severus debes beber esto, te dejare descansar unos minutos y deberás levantarte para acostumbrar a tus piernas a soportar tu peso — le acerco las pociones y Severus bebió.
— Po..po... que...pa... —
— Shhhh Severus, vamos bebe — siguió bebiendo y después la enfermera lo recostó de nuevo, pero fueron solo unos minutos en los que sintió que el dolor se iba y sus extremidades se estaban fortaleciendo.
Cuando la enfermera le pidió que se incorporara de nuevo fue mas fácil, aunque sostenerse sobre sus pies no lo fue tanto, al cabo de unos minutos mas ya podía dar un par de pasos sin ayuda.
— Muy bien Severus, creo que ya es hora de llamar al Lord — cuando lo dijo Severus se volvió hacia ella con desconcierto, entró en pánico cuando la enfermera alzo la manga izquierda y presionó su barita sobre la marca tenebrosa, ella vio el pánico en su mirada — tranquilo Severus no querrás que el Lord se dé cuenta verdad — puso su mano sobre su hombro y presionó un poco confortándolo y en cuanto lo soltó el Lord estaba de vuelta en la habitación junto con túnicas nuevas de gala que evidentemente eran para Severus .
El Lord lo condujo por múltiples pasillos de lo que parecía un nueva mansión, no tenía el aire de una de las ancestrales mansiones que pasan de generación en generación, como la de los Malfoy, eso sí era muchos más hermosa y lujosa que la de ellos.
Para cuando llego a las puertas del salón no se escuchaba ningún ruido, perecía que no había nadie detrás de la puerta, estaba nervioso por lo que encontraría detrás de esa puerta, sobretodo con la mueca en forma de sonrisa que mostraba el Lord por todo el camino.
— ¿Estás listo Severus? — y en ese momento abrió la puerta, en cuanto giro la perilla y empujo la puerta la música ensordecedora del otro lado se hizo escuchar, pero en el momento de que la puerta estuvo abierta de par en par, la música se extinguió y todos los invitados de la fiesta se voltearon en silencio a recibir a los recién llegados.
Apenas dieron un paso y los aplausos estallaron, los hurra, los viva, los gritos.
— Bienvenido a tu fiesta Severus, gracias a ti ganamos esta guerra —
Severus estaba más que confundido y no tenía ni idea de que decir.
— Mi Lord yo... no... —
— No te molestes en negarlo Severus todos nosotros sabemos lo que hiciste y te debemos una gran fiesta, vamos — Severus ya no dijo nada y se dejo conducir a una silla que estaba junto a la que suponía era del Lord las cuales presidian el salón. El Lord hizo un ademan con la mano y el silencio se hizo de repente.
— Todos nosotros estuvimos esperando a que despertaras para hacer esta fiesta, no que no hubiera fiestas antes — todos rieron — pero esta es la más importante porque todos estamos ansiosos de darte el regalo que tenemos para ti, Severus, eres nuestro héroe de guerra y por lo tanto te mereces esta fiesta, ¡a disfrutar todos! — en cuanto el discurso del Lord acabo la fiesta siguió con la música a todo volumen.
Severus solo se sentó en la silla que estaba detrás de él junto al Lord, viendo a todos los invitados festejar, tomaban, reían, bailaban, pero lo que le llamo la atención es que parecía que todos los Mortífagos que reconoció tenia de acompañante un joven vestido de blanco.
Los miro mas atentamente, eran hombres y mujeres que tenían las mas variables expresiones la mayoría de ellos mostraban resignación, aunque algunos reían, bailaban y bebían con los Mortífagos otros tantos, parecían tener mucho miedo, otros en cambio parecían al borde del colapso, y unos mas se veían tan cansados que parecía que se desplomarían en cualquier momento. Severus siguió mirando el extraño grupo de gente.
Esclavos.
Son esclavos dijo en su mente, todos esos jóvenes vestidos de blanco eran esclavos, aunque no los reconocía suponía que debían ser jóvenes magos a los cuales en algún momento dio clases, su estomago se revolvió, ¿qué rayos estaba pasando?.
Todo lo que recordaba era que el mago que ahora le hacía una fiesta como reconocimiento de héroe de guerra le había atacado de forma letal, dejándolo al borde de la muerte y también recordaba un intenso verde.
Recordaba unos ojos verdes que le miraban con tristeza, eso era todo, no recordaba mas.
Se suponía que él había hecho hasta lo imposible para que el bando de la luz ganara, había dado su vida para que esto no estuviera pasando.
Tal vez si estaba en el infierno... hemos perdido.
No se dio cuenta cuanto tiempo paso solo mirando pero de un momento a otro el Lord se levantaba de nuevo y llamaba la atención de los presente.
— Bien es tiempo de desearle a Severus... —
— ¡¡Feliz cumpleaños!! — gritaron todos, en frente de ellos apareció una mesa con un enorme pastel con una sola vela encendida.
— Pide un deseo Severus — le dijo el Lord que estaba a su lado, el solo deseó que esto fuera una pesadilla de la cual pudiera despertar y sopló, los aplausos estallaron una vez más, y de inmediato los platos con una rebanada de pastel empezaron a volar por toda la habitación.
El no quería estar ahí más tiempo, estaba a punto de vomitar, esto debía ser una pesadilla, se dijo, es una pesadilla.
Entonces antes de que se sentara de nuevo el Lord volvió a hablar.
— Sabemos cuál es tu deseo Severus, ¿verdad? — todos rieron con ganas, — teneos aquí el regalo que siempre has querido Severus — continuo el Lord, mientras en medio del salón apareció una enorme caja blanca, con un enorme listón negro. — lo hemos preparado para ti, ha estado esperando a que despiertes para que lo tomes — el Lord rio y todos con él.
Severus estaba entrando en pánico una vez más, pero mantenía el tipo, no quería que se dieran cuenta que no quería estar entre ellos, que no pertenecía a ellos, o seguramente lo matarían, seria sencillo si solo lo mataran y ya. Eran Mortífagos ellos nunca mataban y ya.
Dudó un poco pero avanzó hasta llegar a la enorme caja, estiro una mano casi a la altura del pecho y jalo un extremo del listón negro, no tuvo que tirar mucho para que este cayera liberando las paredes apresadas.
Estaba a punto de desmayarse, esto no podía ser verdad, no podía, noooo. Gritó con desesperación su mente, mientras veía lo que estaba dentro de la caja.
No era un algo, era un alguien, era ese alguien por el que dio su vida.
Harry Potter estaba sentado sobre sus talones, cubierto por una fina capa de gasa que mas que taparlo dejaba al descubierto su cuerpo desnudo.
— Es tuyo Severus, lo guarde para ti y mira que hubo bastantes ofertas por él, pero tú te lo mereces más que nadie, bueno nadie lo merece más que yo, pero yo no lo quiero así que es tuyo — dijo el Lord mientras todos estaban a la expectativa, el Lord cogió una cadena que él no había visto antes, tiro de ella y Harry se levantó por el tirón en su cuello. La cadena llegaba a un collar de cuero negro que rodeaba su cuello, otra cadena bajaba hasta las muñecas del joven, donde se unía con unas esposas que inmovilizaban sus manos.
El lord le tendió la cadena.
Severus la tomo con firmeza aunque por dentro temblaba de ira, de terror, no sabía que estaba pasando, de verdad quería que fuera todo una pesadilla.
Tiró de esta para acercar a Potter, cuando el muchacho estaba lo suficientemente cerca le alzo la cara por la barbilla. Le miro bien, no parecía maltratado, tampoco se veía flaco ni ojeroso, pero su mirada estaba baja, parecía no atreverse a ver nada que no fuera el piso.
— ¿Mi Lord podría retirarme ahora mientras todavía tengo fuerzas para usar mi regalo? — preguntó con algo de temor en la voz.
— Claro Severus, se que quieres estrenar tu regalo, te complacerá saber que está intacto nadie lo ha tocado, solo lo indispensable para amansarlo un poco — el Lord le sonrió maléficamente.
— ¿Tendré que usar algún hechizo para controlarlo, mi Lord? no creo poder usar magia aun — preguntó Severus, además, no le habían dado su barita.
— No te preocupes Severus — el Lord rió malditamente — fue entrenado para obedecer, al igual que todos sus compañeros, no se revelara no importa que hagas — Severus asintió mientras tiraba más de la cadena y con una reverencia pedía permiso una vez más para retirarse, se sorprendió mucho cuando el Lord se adelanto y salió de la fiesta guiándolo de nuevo por la mansión entre pasillos y mas pasillos hasta llegar a otra puerta blanca.
— Dame tu mano Severus — dijo el Lord mientas estiraba la mano para sostener la que se le ofrecía, el Lord saco una daga de entre sus túnicas y paso el filo a lo largo de la palma, dirigió la mano sángrate a la puerta y la coloco en la madera fría manchándola de rojo, la sangre se extendió y se desvaneció, luego curo la herida con un hechizo. Después volteo para ver la figura gacha que estaba de tras de ellos.
— Tu mano — el muchacho la alzo al momento y la daga corto su piel, la sangre broto, el Lord jalo del brazo repitiendo la acción de poner la palma ensangrentada en la puerta. Soltó la mona sin curarla, dejando que de ella siguiera brotando la sangre, de los labios del joven no salió ningún sonido. Cuando volteo a la puerta no había nada de sangre.
— Ahora esta puerta solo se abrirá ante ti y tu mascota — se dirigió a Severus, puso una mano sobre su hombro — que disfrutes de tu regalo — sin voltear a ver a la figura agachada detrás de ellos dijo — mañana te presentaras en la enfermería en cuanto Severus te de autorización — soltó el hombro de Severus.
— Si mi Lord — dijo mientras el Lord se alejaba, entonces Severus jalo de la cadena y abrió la puerta.
La recamara era enorme, con cama de doseles, cortinas de un color claro, paredes blancas, alfombra beige, y todo en madera color chocolate, la cabecera, las cómodas, el closets, la puerta de lo que parecía ser el baño, el pequeño estudio que se encontraba a un lado de la cama, y el marco que adornaba el enorme espejo, colocado en uno de los extremos de la pared frente al closet.
Una vez la habitación estaba cerrada soltó la cadena y se adelanto hasta la cama, se sentó abatido, y miro al muchacho que se había quedado junto a la puerta cerrada con la mirada un pegada al suelo, las cadenas que cubrían su cuello y muñecas estaban ahora en el piso. No sabía cómo salir de esta. Esto debía ser una pesadilla, se dijo por enésima vez ese día.
Entonces el muchacho alzo la cabeza y le miro a los ojos, no se dio cuenta que se estaba acercando lentamente hasta que lo tubo a unos pasos de él, y en un segundo tenia al tan afamado chico que vivió en sus brazos.
Estaba llorando mientras lo aferraba con fuerza, después de pasar el pasmo lo abrazo el también, con fuerza como si ambos quisieran fundirse con el cuerpo del otro.
Cuando parecía que Potter nunca pararía de llorar, entonces empezó a hablar.
— Sevrus, despertaste, Severus des... des... pertaste — decía entre sollozos, — pensé que nunca, que tu nunca, Severus pensé que...— siguió sollozando por un rato mas — eres todo lo que me queda hice lo que pude para que no te hicieran daño. —
Siguió llorando por mucho tiempo mientras se seguían abrazando. Severus no tenía idea de lo que estaba ablando el chico.
— Severus perdimos... perdimos, perdimos, perdimos... — siguió repitiendo vez tras vez, hasta que se recupero.
Cuando solo tenía un ligero hipo, se separo un poco del hombre de cabellos largos, porque después de todo el tiempo que estuvo inconsciente su cabello llegaba casi hasta la media espalda.
— ¿Estás bien? — había sido Harry el que preguntara Severus, solo asintió.
— ¿Y tú?, ¿te hicieron daño? — la preocupación cubrió tanto su voz como su rostro, mientras tomaba la mano donde tenía el corte, ya no sangraba y realmente no era una herida seria, el muchacho solo encogió los hombros quitándole importancia a lo que sea que le habían hecho.
— Nada que no pudiera soportar, realmente no me han tratado muy mal — Harry le miraba a los ojos con esas verdes esmeraldas fijas sin parpadear siquiera — no puedo creer que despertaras, estaba perdiendo la esperanza de que pudiera verte una vez más — sollozó de nuevo, sus ojos se llenaron una vez mas de lagrimas y Severus le abrazo estrechamente.
— ¿Que fue lo que paso Harry? — pregunto Severus mientras aun le abrazaba.
— Perdimos eso fue lo que paso — la voz de Harry era un hilo a punto de romperse.
— Si pero co... —
— No quiero Severus, no ahora, por favor — le interrumpió suplicante aferrándose al cuerpo mayor y enterraba la cara en su pecho con más fuerza — solo quiero esto, saber que estas aquí conmigo — dijo aunque su voz era ahogada en el pecho de Severus.
— Harry ¿sabes lo que tengo que hacer esta noche verdad?, ¿si lo entiendes?, ¿lo que tiene que pasar? — le pregunto titubeante, Severus no quería hacerlo estaba aterrado de hacerle daño.
— Si — susurro mientras se subía a la cama sentándose en las piernas de Severus a horcajadas, — si lo sé — recostó la cara en el cuello del mayor y lo abrazaba de nuevo — lo sé, está bien Severus, lo sé y está... bien... — suspiro en el cuello de Severus y este lo apretó mas entre sus brazos , no estaba seguro si era cierto que el muchacho lo sabía, el estaba aterrado pero Harry parecía como si no le importara.
— Harry... — intentó Severus alejándose un poco del chico, tomando su barbilla y mirándolo a los ojos.
— Lo sé — dijo con los ojos verdes claros y un poco rojos por el llanto, — no te preocupes, hagámoslo, reclámame como tuyo...- —Severus entro en pánico por esas palabras, esto no podía ser cierto, no podía no, no. Pero Harry volvió a hablar — Severus ahora yo soy tuyo, a menos que no me quieras — y su rostros se lleno de tristeza bajo la mirada mientras un par de lagrimas surcaban sus mejillas que aun estaban húmedas, esto oprimió con dolor el pecho de Severus volvió a tomar la barbilla del joven y lo beso con ternura, solo rosando sus labios en una caricia de consuelo aunque más que consuelo para el joven era consuelo para él mismo.
El joven abrió un poco los labios invitándolo a entrar a su boca, pero dudó, no estaba aun lo suficientemente convencido de que esto fuera real o correcto, o si por lo menos el podría sobrellevarlo y en medio de su duda sintió una húmeda y extremadamente caliente lengua que se movía definiendo sus labios, no lo pensó solo separo sus labios permitiendo profundizar ese beso, respondiendo ese beso, pagando con caricias las caricias que le eran proporcionadas.
Solo duro un momento y Severus se separo del joven de ojos verdes para verlo, para disipar la culpa, el miedo.
Tal vez esto no era el infierno.
Harry le miro aunque no entendió el sentimiento que vio en esa mirada, no sabía cómo interpretar la sensación de paz que le producía el simple hecho de estar abrazado a Harry de mirarle a los ojos, de besar sus labios. Volvió a besarlo con ganas, con pasión, con desesperación aunque el beso era lento y pausado descubriendo, saboreando, sintiendo, aun así era un beso increíblemente intenso.
Bajó las manos de la espalda del chico, lo sostuvo firme del trasero y se levanto de la cama con él en brazos, solo para darse la vuelta y colocar la hermosa carga encima de las colchas blancas que adornaban la cama, no dejo de besarlo en ningún momento. Sintió mas que vio como al jalar la capa de gasa esta se desasía como si tocara una telaraña o como si fuera escarcha que con el solo roce se desvanece. Se alzó rompiendo el beso para mirar a la hermosa criatura que estaba tendida en la cama, Harry era perfecto, parecía haber crecido en el tiempo que estuvo inconsciente, y el muchacho tenia razón no lo habían tratado tan mal, es más, se veía mucho más saludable, no estaba tan delgado como siempre, y su color seguía siendo tostado, como si aun jugara bajo el sol, sus planos y firmes abdominales le decía que hacia el suficiente ejercicio aun. En conclusión estaba más que saludable, Harry se veía comestible.
Parecía que el chico había adivinado el pensamiento de su ex-profesor, por que cuando este volvió su vista a la cara de Harry el estaba muy sonrojado casi avergonzado, Severus sintió miedo de nuevo, esto no estaba bien y nunca lo estaría, le grito su conciencia a todo pulmón. Cerró los ojos abatido. Pero los abrió un segundo después al sentir como unas manos hábiles soltaban uno a uno todos los botones de su túnica, no supo cómo reaccionar, solo se dejo desvestir pieza a pieza sin decir una palabra. En la habitación solo se oía el deslizar de la tela al caer en un montón junto a la cama.
Cuando llego a sus pantalones, no sabía, no tenía idea de lo que estaba pasando, su mente estaba más lenta de lo que nunca en su vida había estado.
Tal vez esto es el paraíso.
Pensó cuando una mano se metió entre su ropa interior una vez que sus pantalones habían caído a sus pies y esa mano cálida rozaba la semi erección que no tardo en estar totalmente despierta y latente.
El paraíso ¡sí!.
Cerró los ojos fuertemente cuando una boca más cálida que la mano envolvía su dura erección, cuando una lengua ardiente rozaba el capullo, cuando una cavidad húmeda y acogedora lo envolvía por completo, ya no pensó nada mas, nada coherente, nada de dudas, nada de arrepentimiento, ni pánico, solo todo era Harry y nada más.
Interrumpió al chico de su tarea y lo empujo a la cama mientras él se quitaba los zapatos el pantalón y los bóxer, trepo a la cama encima de Harry colocando su cuerpo cerca del joven rozando sus pieles denudas. Escucho un gemido pero no sabía de quien había salido.
Beso los rojos y jóvenes labios iniciando un recorrido hacia abajo, la barbilla que mordió con suavidad, el cuello, la clavícula, el pecho, se entretuvo solo un poco en cada pezón dejándolos brillantes y rojos, el abdomen. Acariciaba cada parte que podía no solo con los labios y lengua también con las manos, con los dedos, con las palmas, recorría el cuerpo joven que se retorcía bajo el con pequeños suspiros los cuales se intensificaron con forme descendía. Y llego al erguido y punzante miembro del chico, rígido y apetitoso rogaba por atención mientras goteaba pre-semen. No lo resistió, lo metió a la boca por entero, succionando el liquido, probando a Harry y fue la gloria, escuchar cada uno de los jadeos que provocaba con sus atenciones, como movía las caderas con desesperación, el sabor impregnándose en la boca, alcanzo sus huevos y los lamió con intensidad, mientras un pequeño grito de placer se hacía escuchar en respuesta, jugó con ellos un momento, para después abrir las piernas de Harry alzándolas hacia el pecho del joven, las sostuvo en esa posición, dejando disponible la entrada diminuta y rozada, lamió sin prisas solo acariciando casi superficialmente. Harry se revolvía gimiendo con más fuerza, alzando mas las caderas pidiendo con esos movimientos más contacto.
Dios el chico era una delicia.
Lamió durante largo tiempo intentando forzar la entrada con la lengua, mientras una mano abandonaba su lugar de los muslos de Harry y empezaba a acariciar la casi amoratada verga, despacio solo lo suficiente como para aumentar la necesidad del muchacho que hacía tiempo no dejaba de gemir con desesperación.
Inesperadamente se detuvo, alzándose del cuerpo necesitado, incorporándose de la cama para ir en busca de lo que en ese momento era urgente tener. Lo encontró en la mesita de noche junto a la cabecera.
El lubricante cayó en abundancia en la entrada del chico que vivió el cual parecía casi desesperado por seguir, por sentir. Un dedo entro mientras los gemidos se reanudaban con mayor ardor, Severus besaba su cuello sintiendo las vibraciones de la voz de Harry. Añadió un dedo mas los movió lentamente de adentro, afuera con firmeza, y otro dedo se les unió.
— Por... favor... — empezó a rogar el chico entre gemidos y jadeos.
— Por... f... ya... no... pu..ed... — se retorcía empujado las caderas al ritmo de los dedos que lo penetraban.
Los sintió salir y en un segundo sintió que algo mucho más grande lo sustituía.
Severus, estaba conteniéndose para no entrar de golpe y lastimar al chico, pero aduras penas podía controlarse, estaba desesperado por reclamar ese cuerpo como suyo, así como había dicho el chico antes, ahora Harry era suyo, le pertenecía, para siempre. Cuando por fin estuvo dentro por completo del ojiverde, casi se viene* ante la visión de un Harry abierto para él, jadeante, sudoroso, con una fina capa de sudor que le envolvía el cuerpo, un sonrojo intenso, y los ojos cristalinos mirándole con pasión y deseo.
Si, tal vez es el paraíso.
Empezó a moverse lentamente, Harry cerró los ojos sin poder aguantar las sensaciones y los gemidos se redoblaron en pasión.
Severus iba lento acelerando gradualmente, conduciéndose con cuidado dentro del joven cuerpo intentando memorizar el momento, por si era un sueño, por si moría al siguiente segundo, por si...
— Mas, mas Severus mas, por favor — grito de repente Harry, volviendo loco a Severus, despojándolo del precario control que un tenia, y las envestidas se tornaron fuertes, rápidas, desesperadas, como si no hubiera tiempo, como fuera eterno. Se besaban con la misma desesperación entre jadeos y gemido y gritos. Fue demasiado para ambos, se vinieron* juntos sin avisos sin más que sus cuerpos comunicándose en esa desesperada danza, alcanzaron juntos el clímax, y siguieron unidos por mucho tiempo después de que el orgasmo había dejado de azotarlos.
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El lord no estaba por la tarea de esperar hasta que Potter se presentara con Poppy y esta le confirmara que Severus había hecho su tarea, se ausento de la fiesta solo por un momento, al llegar a la puerta de las habitaciones del pocionista solo paso una mano por esta y se hizo traslucida, y los sonidos empezaron a escucharse, dentro podía verse claramente como Severus se estaba cogiendo con salvaje intensidad el culo del chico que vivió, sonrió complacido con su sirviente, aunque estaba sorprendido de lo complaciente que estaba el chico, gimiendo, pidiendo más, abriéndose y empujándose contra Severus para conseguir más fuerza en cada embestida. Parecía que Severus si sabía como se hacía, volvió a pasara la mano por la puerta y recupero su textura original. Se fue a la fiesta, era más entretenida que el espectáculo detrás de la puerta.
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No es que se hubiesen dormido, no podían, pero pareció que despertaron de un sueño cuando se acomodaron uno al lado del otro, separándose solo lo suficiente para poderse ver a la cara.
— ¿Quieres saber cómo perdimos o porque te tratan como un héroe? — pregunto Harry en un susurro aunque parecía tranquilo sus ojos estaban tristes, asustados.
— Cuéntame todo, solo recuerdo que estaba muriendo y a ti mirándome — susurro de igual forma. Severus acarició por un momento sus labios con los del chico para darse a ambos valor.
— Ese fue el principio de nuestro fin — dijo, calló por un momento luego suspiro y siguió hablando.
>> Me diste recuerdos, muchos recuerdos, fue tu única manera de comunicarme el plan, debía ir ante el Lord y morir a sus mano, esa era la única forma de que pudiéramos vencerlo por fin. — cerró los ojos un momento, volvió a suspirar y continuo — Hermione, traía un pensadero chica lista — abrió los ojos y unas lagrimas se derramaron de ellos, — entendí todo en ese momento contigo desangrado a un lado todos creímos que habías muerto, no les dije nada a ellos solo me separe con escusas y fui a encontrarlo al bosque, de alguna manera sabía dónde estaba, cerré mi mente y me lance un hechizo candado para que no pudiera leer lo que no quería que viera— rió ante eso — no fue necesario al final, nunca ha intentado entrar en mi mente. — Severus le beso de nuevo por mucho tiempo, no pudiendo aguantar esa sonrisa triste, esos ojos llorosos, lo beso y le dio la fuerza para seguir.
>> cuando llegue me recibió alegre era hora de que el niño muriera, pero no me mato solo me inmovilizo, tomo un puñado de mi cabello, tenia multijugos, se la dio a uno de sus sirviente y en cuando este se trasformo en mi lo asesinó, asegurándose así que la poción durara indefinidamente, supongo que me hechizo de alguna manera porque nadie podía verme ni escucharme, y no podía alejarme por más que intentara de él, estuve a su lado todo el tiempo que duro la batalla. — los sollozos regresaron y las lagrimas eran casi incontrolables ahora, se tomaron un tiempo en abrazos, caricias y besos hasta que el cuerpo del joven se tranquilizo lo suficiente y continuo.
>> les arrojó el cuerpo de la multijugos diciendo que por fin el niño que vivió estaba muerto. hubo de todo, los que perdieron la esperanza, los que se aferraron mas por ese hecho, los que se desmoronaron, los que huyeron, pero aun así hubo batalla, y fue terrible, casi todos murieron, los que no, fueron ejecutados después, los... — jadeo con dolor — to... todos los maestros fueron sacrificados en frente de los que quedaron vivos, nadie más se atrevió a revelarse, mis amigos ya estaban muertos para ese instante, Ron, Hermione, — las lagrimas volvieron — ya no existen los Weasley, todos están muertos, por traidores a la sangre, — y en medio de las lagrimas sonrió — es mejor así, los que quedaron vivos, son esclavos, todos, menos los Slytherin, ellos se salvaron por no participar en la batalla, son los únicos que aun reciben formación en Hogwarts, donde solo se aceptan Slytherin, los que pertenecen a otras casas, deben entrenarse para ser esclavos. — el silencio se a largo por mucho tiempo hasta que Severus iba a preguntar pero Harry se le adelanto.
>> eso fue lo que paso, y eres un héroe precisamente por eso, — Harry rio un poco por la cara de confusión que mostraba su exprofesor — tu me dijiste que fuera a enfrentar solo al Lord, que debía ir a morir para así vencerlo — la confusión se encendió en el rostro, estaba a punto de alegar pero de nuevo Harry se adelanto — cuando llegue al bosque y me enfrente a él yo solo, me inmovilizo y antes de ponernos en marcha me pregunto cómo es que era tan estúpido como para haber hecho semejante atrevimiento. Estaba complacido claro con ese atrevimiento le había facilitado las cosas. Le dije que tú me lo habías dicho que viniera solo, que si lo hacía todo terminaría, que tú me dijiste que una vez que nos enfrentáramos los dos cara a cara podría vencer para bien, — Harry se lanzo a sus labios besando al pocionista con desesperación, y así como empezó se aparto — no me leyó la mente pero me creyó, empezó a reír y dijo "ha Severus si me hubieras dicho tus planes no hubiera intentado matarte", eso fue todo, y nos pusimos en marcha. — volvió a reinar el silencio, un silencio que era interrumpido por sonidos de húmedos besos y jadeos suaves.
— ¿Y soy un héroe por convencerte de ir ante el Lord? — pregunto Severus entre besos.
— Si, las cosas no salieron como Dumbledore las planeo, y perdimos — dijo Harry separándose un poco de él para mirarle a los ojos — estamos atrapados en este mundo porque se me ocurrió obedecer después de años infringiendo reglas — ambos rieron ante ese comentario — pero estas aquí Severus, estás conmigo— los ojos de Harry se llenaron de lagrimas.
— Estoy aquí, contigo, para siempre y cumpliré mi promesa nunca dejare de protegerte — abrazo a Harry.
— Si, me has protegido aun estando inconsciente, no me han hecho daño porque fui prometido a ti como premio si despertabas y lo hiciste, despertaste — las palabras se ahogaban en el abrazo con Harry enterrando la cara en el pecho desnudo de su propietario.
— Severus — se separo para mirarlo — ahora soy tuyo, de tu propiedad, soy tu premio, tu regalo — sonrió hacia Severus y aun que debería estar triste, su sonrisa y su expresión eran de felicidad — feliz cumpleaños Severus — Severus lo tomo del cuello y lo beso con fuerza.
— Harry... — intento en el beso.
— Severus te amo — gimió Harry — te amo... te amo...— susurraba entre beso y beso.
— Te amo... — fue lo último que se oyó antes de que volvieran a unir sus cuerpos aun más salvaje que antes, aun con mas necesidad que antes. Severus repitió una y otra vez esa última palabra que salió de su boca, la repitió en su mente mientras su cuerpo poseía al joven que le pertenecía, el joven que era su regalo por ser un héroe de guerra.
Porque esto sí es el infierno, pero no lo cambiaría por el paraíso si en el Harry no estaba bajo él entregándose, donde Harry no fuera suyo, no importaba la oscuridad que reinaba en este nuevo mundo, si ellos tenían entre los dos un mundo en el que nadie podía hacerles nada.
"Feliz cumpleaños Severus" había dicho Harry.
Feliz cumple años Severus grito su mente mientras se venía con fuerza dentro del cuerpo de su regalo.
Fin
*Eyacular