Se muere Sirius y, por azares del destino, queda con el pene erecto y resulta que, por aquello del tamaño... pues el ataud no cerraba.
-Oiga señor ¿Qué hacemos?- le preguntan al viudo.
-Córtenselo, y métanselo por atrás, para que se vaya completito- contesta Remus.
Pues se lo cortan y que se lo meten...¡Y al cadaver se le salen unas lágrimas de los ojos!
Entonces dice Remus:
Ahí está, idiota ¿No que no dolía...?