La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Un mes para el recuerdo… por Lizie CoBlack, 13 de Mayo

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Lizie CoBlack
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Lizie CoBlack


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MensajeTema: Un mes para el recuerdo… por Lizie CoBlack, 13 de Mayo   Un mes para el recuerdo… por Lizie CoBlack, 13 de Mayo I_icon_minitimeLun Mayo 13, 2013 9:13 pm


a) Título del fanfic:
Absolución

b) Autora: Traducción del fic de Rushlight
Traductora: Aleia

c) Link a la historia:

http://www.slasheaven.com/viewstory.php?sid=22260&index=1

d) Fragmento que deseen recordar del fanfic en cuestión.

“Y estaban peleando por él, maldita fuese. Sintiéndose asqueado, Harry lucho para ponerse en pie, dando tumbos cuando la luz de las antorchas se derramo en las sombras rodeándole. Aun así, la conciencia testarudamente permanecía, y logro dar solo un paso inestable antes de que le tiraran al suelo de nuevo.

Esta vez su grito fue crudo, y pataleo reflexivamente, estremeciéndose bajo las manos que le sostenían. Miro salvajemente hacia las mascara que flotaba sobre su rostro, preguntándose a quien pertenecía, cuál de ellos había ganado el privilegio de ser el primero en devastarle.

- Cálmate, - una voz furiosa siseo en su oído, y Harry se quedó congelado, reconociéndola al instante. Su pecho parecía envuelto en un sólido bloque de hielo, haciendo que la respiración fuese imposible mientras unas manos sorprendentemente fuertes presionaban sus muñecas contra cada lado de su cabeza.

Era Snape.”

“El pensamiento hizo a Snape quedarse helado. Sabía que Lucius y los demás desgarrarían a Harry por completo si les daba la oportunidad; Snape se sentía enfermo al pensar en la inocencia de Harry siendo tomada de ese modo, en sangre y odio y dolor y miedo. No tenía ninguna duda que Lucius le convertiría en una experiencia bastante repugnante. Tanta sangre…

No. Snape había luchado como loco para que Lucius le quitase las manos de encima, motivado por una rabia que ni siquiera había sabido que poseía. Harry había sido una espina en su costado desde el primer día que el chico había llegado a Hogwarts, pero no se merecía que le sucediese esto. Niñato malcriado prima dona que era, Snape no podía simplemente quedarse parado y mirar mientras le torturaban. No mientras tenía el poder de evitarlo.
….
Una sombra se movió al borde de su visión, y Snape levanto la cabeza bruscamente, acobardando al ofensor con una mirada de aviso. Estaba sudando ahora; a la primera señal de debilidad, los otros se moverían y le quitarían su premio de las manos. No había nada que pudiese hacer para salvar a Harry de su destino, a menos que abandonase su papel como Mortífago. E incluso eso solo serviría para garantizar su propia muerte de un modo bastante desagradable, haciendo su odio por Harry brillar aún más fuerte.

Todo lo que tenía que hacer era ganar tiempo; al inicio del año, Dumbledore había puesto un hechizo localizador en Harry, anticipando este momento incluso si no podía haber adivinado sus circunstancias exactas. Harry cayendo en manos de los Mortífagos… era la peor pesadilla de todos los magos. Harry la mejor y última esperanza del mundo mágico.

Dependiendo de los hechizos que Voldemort tuviese puestos ahí, podía llevarle a Dumbledore algo de tiempo llegar hasta ellos. Ese conocimiento estaba en el frontal de la mente de Snape, la precisa conciencia del tiempo resbalándose entre sus dedos como por una criba. El tiempo era vida, y tenía que hacer algo para ganar tiempo antes de que Lucius decidiese ser valiente e intentar reclamar su derecho a ser el primer violador del chico.

Los ojos de Harry estaban enormes y dilatados mientras le miraban, su piel cubierta de una fina capa de sudor. Había sido drogado, obviamente. No había forma de saber lo que le habían dado, o cuanto iba a durar. No que les hubiese hecho a ninguno de los dos ningún bien si hubiese estado completamente alerta y lucido; de hecho, su desorientado estado podía ser una bendición ahora.

Sintiéndose enfermo, Snape sujeto ambas muñecas de Harry sobre su cabeza y paso la sujeción a una sola mano. Harry tembló debajo de él, gimiendo suavemente, y retorció su cabeza hacia un lado. ¿Sabía siquiera que era Snape quien le estaba tocando? ¿Haría las cosas más fáciles o más difíciles para él si lo supiese?

Forzándose a no pensar en ello, Snape bajo la mano para levantar el frontal de la túnica de Harry y cerro sus dedos sobre el cierre de sus pantalones. Dios. Lo que estaba a punto de hacer era imperdonable, ¿pero que más podía hacer? ¿Dejar a Lucius vapulear al chico? Tragándose el impulso de la náusea que creía en él, abrió el frontal de los pantalones de Harry con un brusco, furioso movimiento que hizo chillar a Harry y retorcerse para alejarse de él, el pánico floreciendo en sus ojos. Y maldita sea, eso no era lo que Snape quería hacer en absoluto; estaba intentando hacer esto más fácil para el chico, no atormentarle más.

- Harry, - susurro, deseando desesperadamente atreverse a ofrecer alguna palabra de consuelo. – Harry, maldita sea…

De algún modo, consiguió atenuar la lucha de Harry sin soltar su presa, y Snape exhalo aliviado, sabiendo que Lucius y los otros estaban mirando. No quería herir a Harry, pero no podía ser gentil con el tampoco. Dios, ¿Dónde estaba Dumbledore? Snape estaba bastante dispuesto en ese punto a vender su alma porque el director hiciese aparición a tiempo.

Los ojos de Harry estaban enfocados como platos en el mar de rostros que les observaban. Snape podía sentir el miedo temblando por sus miembros, creando una fina vibración que se trasladó hasta el cuerpo de Snape tumbado sobre el suyo. Queriendo distraerle, se inclinó sobre el rostro de Harry para llamar su atención, a la vez maldiciendo y sintiéndose agradecido por lo anónimo de la máscara que llevaba.

Los ojos de Harry estaban salvajes cuando se enfocaron en él, pero al menos ahora no parecía tan dolorosamente consciente de los chacales esperando por su turno para torturarle. Deseando de nuevo atreverse a ofrecer cualquier clase de apoyo, Snape tiro de los pantalones de Harry bajándolos de sus caderas.

Confía en mí, Harry. Snape cerró los ojos para bloquear el brillante fulgor de la traición en los ojos de Harry mientras él hacia lo que tenía que hacer. Ganar tiempo. Prevaricar. El tiempo era vida.

Y realmente no debía sentirse tan bien como eso, tener toda esa piel suave deslizándose bajo su mano. Estomago plano, caderas delgadas, esbeltos muslos formados durante años cabalgando una escoba. Tanta piel joven, cálida, sin marcar por nada más serio que el ocasional accidente de Quidditch. Inocente de un modo que Snape nunca lo había sido. Había un sentido de lo prohibido en todo eso que no tenía nada que ver con la desgracia de sus condiciones.

Y finalmente, carne cálida en el corazón de él, resbaladiza con sudor y calor, respondiendo al toque de Snape a pesar del horror que resonaba a través de ambos. Harry soltó una exhalación que sonaba dolorida, incluso a pesar que la caricia de Snape era tierna. Snape facilito el camino con un susurro, odiándose mientras lo hacía. No habría consuelo que encontrar ahí para Harry, no importaba cuanto Snape lo intentase.

Unos breves tirones a su propia carne traidora, y estaba listo. ¿No debería ser tan fácil como esto, no? De algún modo pensaba que no debería ser tan fácil como eso. El miembro de Harry estaba erecto ahora, traicionado por la mano de Snape, pero esto sería más fácil para él si estaba excitado cuando sucediese. Snape podía sentir los ojos de Lucius taladrando su nuca, apreciativamente fríos.

Acerco su mano a su boca y escupió en ella, queriendo darle a Harry al menos algo de lubricación. Sus dedos estaban fríos alrededor de su pene mientras masajeaba la saliva sobre su carne dolorida. Dios, no quería hacer esto, no quería y lo deseaba al mismo tiempo, y la contradicción era un tormento en sí misma. Harry se había quedado callado debajo de él, y Snape tenía miedo de abrir los ojos y ver la expresión en su rostro, la expresión en sus ojos.

Tan bueno, sentirse hundir en ese dulce cuerpo joven. Y no debería sentirse tan bien, tan brillante como el dolor, y Harry se había apretado alrededor de él, su aliento parándose por completo mientras su cuerpo se arqueaba intentando inútilmente escaparse. Snape apretó su presa en él y alargo la mano hacia el miembro de Harry, calmándole durante el primer golpe doloroso y susurrando ordenes urgentes para que se relajase, dejase de luchar o se rasgaría por completo.

Tan dulce mientras se deslizaba dentro. Tan lento, tan cuidadoso, no le hieras, no le desgarres, no le hagas sangrar. Snape suspiro, sintiendo un alivio profundo cuando Harry se relajó debajo de él, quedándose quieto una vez más. Desliz lento hacia dentro, y fuera, y Dios, realmente debería odiarse a sí mismo por sentirse tan bien, por sacar cualquier clase de placer de todo eso. Soltó las muñecas de Harry y deslizo un brazo bajo los hombros de Harry, acunando su cabeza para alejarla de la castigadora dureza del suelo de piedra.

- Eso es, - susurro, sintiendo como si algo oscuro y salvaje intentase desgarrarse desde su pecho. Dolía, y lo ahogo con esfuerzo, luchando contra el impulso de gritar en voz alta. Harry se sentía tan frágil debajo de él, tan frágil y tan jodidamente joven y joder, no podría parar ahora aunque lo intentase. Desesperadamente, tiro del pene de Harry, queriendo que sacase algo de todo eso además de dolor y humillación, queriendo distraerle de la realidad de lo que le estaba sucediendo, incluso aunque fuese solo por un brillante momento. Porque cuando Snape hubiese terminado con él, había otros esperando su turno que no serían tan gentiles, no les importaría si rompían el recipiente que estaban usando para su propio egoísta placer.

El orgasmo le golpeo con imposible intensidad, robándole el aliento a Snape, y era apenas consciente del cuerpo de Harry arqueándose contra el suyo, cubriendo sus dedos con algo resbaladizo cálido como la sangre que pareció literalmente arrancar un grito de la garganta de Harry. Snape se inclinó sobre él, sin querer dejarle marchar, sin querer admitir que su intento de ganar tiempo había sido en vano. Porque Dumbledore no había venido, y no había nada que salvase a Harry ahora.

Pero no podía protegerle para siempre, no si quería que alguno de ellos viviese para ver la mañana. Lentamente, Snape se retiró del cuerpo de Harry -- tan despacio, tan cuidadosamente, no le hieras -- y cuidadosamente deposito el cuerpo de Harry en el suelo. Abrió los ojos finalmente, pero los ojos de Harry estaban cerrados, su rostro flácido, ocultando lo que fuese que estaba sintiendo. Su visión golpeo profundamente en el pecho de Snape, acuchillándole de culpabilidad.

Él había hecho eso. Oh dios, él había sido quien le había hecho eso.

Reticentemente, se retiró y se cerró los pantalones, ocultándose de nuevo tras la suelta caída de su túnica. No podía apartar los ojos del rostro de Harry; los ojos del chico parecían amoratados, su rostro desgastado. Lucius ya se estaba moviendo para tomar el lugar de Snape.

Tan atrapado estaba en el horror de lo que estaba viendo, que Snape casi no se dio cuenta del primer susurro perturbado al otro lado de la habitación. Habían estado todos tan concentrados en observar la tortura de Harry que no se habían dado cuenta de los intrusos rompiendo los muros de su santuario, y por primera vez Snape aplaudió la concentración unánime de los Mortífagos en el dolor de otro ser. El brillo carmesí y púrpura de la túnica de Dumbledore era un faro en la multitud de magos y brujas acercándose a ellos.”

“- Me alegro de oír eso. – Y se alegraba, en serio. Porque ese había sido el objetivo de la charada de la noche anterior, ¿o no? ¿Asegurarse que el chico no sería herido más de lo absolutamente necesario?

El pensamiento le hizo cerrar los ojos para retener la inundación de recuerdos que venían con él. ¿Y porque, con todo lo que había hecho la noche anterior, con todo lo que había sentido, era la sensación de la piel de Harry bajo sus dedos el recuerdo que destacaba más en su mente? Cerro los dedos en un puño, sintiéndose de algún modo absuelto por el brillante pinchazo de dolor cuando sus uñas se clavaron en su palma.

- Severus. – la voz de Dumbledore era seria. – No eres culpable por lo que sucedió anoche. Hiciste todo lo pudiste para salvarle.

- Le viole, Albus. – Snape apenas podía reconocer su propia voz. Sonaba rasposa, cruda, un simple fantasma de su antiguo ser.

- No podías haber hecho otra cosa. No sin condenarle a una tortura aun peor.

Y esa declaración hizo enfurecer a Snape por razones que no podía exactamente determinar. Abriendo sus ojos en dos franjas, dijo con desdeño, - ¿Tiene Hogwarts la costumbre de exonerar a la facultad por aprovecharse sexualmente de sus estudiantes?

La expresión de Dumbledore no cambio. – No te aprovechaste de él, - dijo, en el mismo tomo bajo, calmante. Dolía mirar la compasión en sus ojos. – Me atrevo a decir que tú sufriste casi tanta angustia como Harry durante el trago.

Y oh, sí solo hubiese sido cierto. Snape se giró hacia el fuego de nuevo, apretando los dientes tan fuerte que dolía. Aun podía sentir el sedoso calor del cuerpo de Harry bajo el suyo, elocuente en su sufrimiento, y el recuerdo le llenaba con la culpabilidad reverberante de la pasión recordada, afilada y mordiente. Podía sentir los hombros del chico acunados contra su antebrazo, sentir los jadeos superficiales del aliento caliente contra su cuello. No, la angustia no había sido la principal de la emociones que le consumían es aquel momento.”




“Realmente estaba enloqueciendo.

Parecía imposible que no hubiese tenido esa reacción al ver a Snape después de lo que había pasado ese fin de semana. Después de todo, el hombre le había follado. Había algo de poder al usar esa palabra prohibida de cuatro letras que le excitaba y le aterrorizaba a la vez, incluso en la privacidad de sus pensamientos. Pero eso era exactamente lo que Snape había hecho, ¿no? Sostenerle y… bueno. Los recuerdos realmente no eran para repetirlos.

- Sal de mi puta cabeza, - susurro, extendiendo sus manos contra el cristal.

Deseaba poder olvidar que había sucedido. Deseaba poder pensar en el nombre de Snape sin sentir el fantasma de las manos recordadas contra su piel. Hubiese sido mucho más fácil so no… si no hubiese sentido… si su propio cuerpo no hubiese…

- Estoy perfectamente bien, - dijo firmemente, negándose a reconocer las lágrimas que recorrían sus mejillas.

Deseo no sentirse tan frío.”



“Snape se detuvo a la distancia de una mano de él, mirando hacia abajo al rostro que miraba hacia arriba. Harry le miraba con ojos enormes y las aletas de la nariz ensanchándose, claramente al borde de un ataque de pánico.

Snape dijo con desdén. – Dígame ahora que está bien.

Y Harry, con una furia que parecía tanto dirigida a Snape como a sí mismo, no pudo hacerlo.

Aun así, se negaba a huir, se negaba a reconocer la tensión cantando a través suyo, como si al fingir pudiese de algún modo rehacer la realidad de modo que lo impensable jamás hubiese sucedido. Estúpido, niño estúpido. Bajando su voz hasta casi un susurro, Snape siseo. - ¿No lo entiende, Potter? Yo le viole.

Harry permaneció congelado por un momento eterno, mirándolo sin parpadear. Snape le mantuvo la mirada tranquilamente, negándose a retirarse a pesar de que su propio corazón estaba latiendo tan fuerte que parecía que iba a atravesar sus costillas.

Entonces, sin avisar, Harry soltó un grito herido y se desenrosco violentamente en una lluvia de puñetazos que pillo a Snape completamente por sorpresa. Golpeo el pecho de Snape con ambas manos, sus puños golpeando contra la carne con un sonido hueco. Snape se tambaleo hacia atrás con un gruñido sorprendido pero no hizo ningún movimiento para detenerle.

Después de unos momentos, Harry cayó al suelo en una pila de túnica, exhausto. Snape le miro, respirando entrecortadamente, luego se inclinó para posar una mano titubeante en su hombro. Se sintió algo más seguro cuando Harry no se apartó.

Y quizás no quería decir nada para nadie más que si mismo decir las palabras en voz alta, pero… - Lo siento. – susurro.

Harry se estremeció. – Lo sé, - dijo, igual de silenciosamente. No levanto la vista.

- No estás bien. – no era una pregunta.
- No, - Harry admitió, su voz sonando a medio camino entre una risa y un sollozo. – no estoy bien.
- Déjame ayudarte. – dijo Snape, y Harry asintió.
- Vale.

Cuidadosamente, Snape le ayudo a ponerse en pie, y Harry se apoyó cansadamente contra su costado, aun evitando mirarle a los ojos. El brazo de Snape permaneció rodeando sus hombros mientras salían de la clase hacia la enfermería, no completamente seguro de quien estaba sosteniendo a quien.

Debería haberse sentido como una victoria, suponía Snape, pero en su lugar, la culpa que sentía solo parecía resonar más profundamente.”




“- Dolió, - dijo al fin, dándose por vencido de controlar el ardor de sus ojos. ¿Qué importaba, de todos modos? – Quiero decir, él trataba de que no… pero dolió de todos modos. – Se paró. – Fue la primera vez que… quiero decir que nunca había…
- ¿La primera vez que tenías sexo?

Asintió, mordiéndose el labio inferior. – Y todo lo que podía pensar era que Malfoy era el siguiente. Y después Dios sabía quién más. Yo… desee estar muerto. – apretó los brazos alrededor de su pecho. – Pero Snape aun así… quiero decir, me hizo…

Christine asintió ligeramente, parecía que entendía. – Te hizo tener un orgasmo.

Por algún motivo su visión estaba acuosa. – Si, - susurro.

- Harry. – Christine parecía elegir sus palabras con cuidado. – Solo porque consiguieras satisfacción física no quiere decir que deseases que pasara, o que lo disfrutases. Es una reacción involuntaria a la estimulación física, nada más. Más o menos como… como jadear después de haber corrido. No es algo que puedas controlar.

Harry pensó en las palabras, probando la idea a ver si encajaba. Había pasado tantas noches sin dormir agonizando sobre cómo podía haber sentido placer—por retorcido que fuese—en lo que le había sucedido. Era su vergüenza más profunda, la verdad culpable que no le había podido contar a sus amigos, el recuerdo que le hacía imposible mirar a los ojos de Snape durante el último mes y medio, o mirar sus propios ojos en el espejo. Ni siquiera el recuerdo de la violación que había sufrido a manos de Snape pasaba tanto como la creencia de que su propio cuerpo había sido un participante dispuesto.”




“Su sonrisa se desvaneció. – Le falle.

- ¿Así que querías violarle? ¿Humillarle? ¿Herirle?
- ¡No! Por supuesto que no. Hice todo lo que pude por hacerlo tan indoloro como fuese posible para él. Sabía que le haría daño independientemente de lo que hiciese—no había tiempo para prepararle, y hubiese sido sospechoso si lo hubiese hecho. Yo… - no podía mirarla a los ojos – Trate de asegurarme que estaba excitado cuando… cuando sucediese, porque pensé que dolería menos de ese modo. Pero aun así fui yo el que lo hizo. Le viole.
- Para protegerle de los demás.

Su corazón latía con tanta fuerza que parecía resonar en sus oídos. – No podía dejarles tenerle.

- ¿Por qué no? – la voz de ella era suave.
- Porque… - cerró los ojos, tratando desesperadamente de bloquear las imágenes de lo que podría haber sido. – Le hubiesen roto.
- ¿Sientes que tú le has roto, Severus?

Sus puños se apretaron en su regazo. Las uñas clavándose en su palmas estaban ya más allá del dolor. – No lo sé.

- ¿Le has preguntado?

La pregunta le hizo reír en alto. No era un sonido agradable. – Tiene todos los motivos del mundo para odiarme. Apenas puede soportar estar en la misma habitación que yo. Si decidiese levantar su varita contra mí y decir Avada Kedavra, yo no le detendría.

- Sientes que mereces cualquier cosa que él decida hacerte.
- Sí.
- ¿Y si él decide perdonarte?

Silencio. Era algo que Snape honestamente no había considerado antes”



e) Razones por las que recuerdan ese fragmento en especial.

Bueno fue un fic con una temática un poco controversial y ambigua para m i pero me gustó mucho la trama, es decir, la violación en sí sin ser tan cruel pero sin dejar de serlo. Me gustó mucho los sentimientos y la situación que pasaron un fic muy recomendable.
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Araleh Snape

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MensajeTema: Re: Un mes para el recuerdo… por Lizie CoBlack, 13 de Mayo   Un mes para el recuerdo… por Lizie CoBlack, 13 de Mayo I_icon_minitimeMiér Mayo 15, 2013 8:41 pm


Fue un fic bastante duro. A pesar de que el tema es muy delicado siento que la autora supo manejarlo muy bien, por lo menos yo me quedé con esa impresión.
Uno de los mejores snarry que me ha tocado leer.

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