Título: [url=END Fin]
http://slasheaven.com/viewstory.php?sid=41362&chapter=1[/url]Autor: [url= Dea Lizardi 13]
http://slasheaven.com/viewuser.php?uid=26271[/url]Pareja: Harry x Snape
Resumen:La humanidad esta al borde de la extinción y solo hay un humano con un ADN sano, Harry tiene su destino escrito. encontrar a alguien que tenga el mismo tipo de ADN que él.
Categorías: Harry Potter
Personajes: Harry Potter, Severus Snape
Géneros: Ciencia Ficcion, Romance
Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, Mpreg=Embarazo Masculino
Desafíos: Día Internacional del Snarry 2012
Series: Ninguno
Capítulos: One shot
Completa: Sí
Palabras: 13992
Clasificación: NC-17
Un mundo que se acaba
Es un mundo en el cuál la humanidad esta en peligro de extinción. El planeta fue seriamente contaminado y mutado, aunque aparentemente la humanidad es más sana y tiene mayor periodo de vida. Las mujeres ya no pueden tener hijos, todos los individuos que nazcan eran genéticamente revisados, aun esperando un nuevo gen que permitiera que la humanidad no fuera destruida y que mostrara todas sus células perfectas y saludables, algo que hasta el momento no se había encontrado. Un ser humano que lograra que sus genes no se limitaran y fueran adaptables creando nuevas alteraciones genéticas en la humanidad.
Severus Snape hijo de una de las pocas mujeres que han dado a luz, siendo su único hijo, era un genio, a sus 20 años encontró un nuevo nacimiento, un niño con los genes perfectamente adaptados para una nueva especie humana, fue llamado proyecto Vida. Ese niño era hijo también de una mujer Lily Potter y James Potter, en realidad dos seres humanos de clase media. Pero tenían la salvación de la humanidad en su propia descendencia.
Tal era el nivel genético de esa unión que hará retroceder a la humanidad a la etapa en la cuál los cuerpos femeninos eran perfectamente adaptados para traer vida. Pero en vista de que las mujeres eran estériles, algunos genes de los organismos machos mutaron para poder continuar con la especie. De hecho la mayoría de los hombres eran llamados fértiles o donceles. Pero su descendencia era totalmente limitada en cuestiones genéticas.
No podían permitir que la contaminación y la alimentación atrofiara su única salvación por lo tanto el chico fue confinado a la ciudad artificial, llamada Londres. El nunca conocería que hay más allá de los límites, no lo necesitaba.
Entonces llegó el día en el cuál se tuvo que avisar a sus padres de la situación.
El Dr. Snape era el mejor científico en ingeniería genética, tanto que él había logrado casi que su cuerpo nunca perdiera la vitalidad y fuerza que tenía desde la edad de los 16 años, como si tuviera el elixir de la juventud eterna.
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Lily Potter vivía en un departamento en CA Londres, al lado de su esposo, acaban de tener a su único hijo, pues le han anunciado que su cuerpo nunca más quedaría en estado, pero con Harry era suficiente. Era más de lo que hubieran deseado alguna vez. Tanto James como ella pertenecían al cuerpo de aurores, los policías que mantenían el orden en la ciudad.
James estaba en su día de descanso, cuidando de Harry cuándo escucho el timbre del departamento.
—¡Voy! —Grito Lily desde algún lugar de la casa. Y al abrir se encontró con un chico que aparentaba no más de 18 años y un hombre bastante viejo. Lo cuál era realmente raro ver en esos días. -En que puedo servirles caballeros.
—Usted es Lily Potter, —esperó a que ella contestara con un asentimiento de cabeza para proseguir— soy Albus Dumbuldore y él Severus Snape, podemos hablar con usted, es sobre Harry.
Snape no podía pronunciar palabra alguna era ella la chica de cabellos rojos y ojos verdes, una niña que el conoció a la edad de 8 años.
Aturdida Lily los dejo pasar.
—Somos de la Orden del Fénix, asociación para el estudio de la genética y la vida.
Para este momento James ya estaba en el umbral observando a los recién invitados. Todos se sentaron en la sala de estar, y Harry en brazos de su padre ausente e ignorante en su mundo de sueños.
Snape no podía dejar de observar al pequeño con un poco de repugnancia, admiración y lastima.
—¿Sucede algo malo? —Pregunto con mucha seguridad el señor Potter.
—En realidad yo creo que ha sucedido un milagro. —Dijo Albus de forma bonachona.
A partir de ese momento se enfrascaron en una conversación, muy larga.
—El gobierno de CA Londres pronto será notificado al respecto. Su hijo es genéticamente perfecto, para no meterme en palabras con las que no estén familiarizados, su hijo es capaz de crear una nueva evolución en la humanidad. Sanar todas las mutaciones del ADN. Y su descendencia será claramente sana. Pues no le afecta la radiación del ambiente, pero no podemos arriesgarnos, también encontramos que ustedes poseen esta cualidad en menor grado.
—Lo que trata de decir Severus es que su hijo Harry es totalmente fértil, no existe ninguna debilidad en el sentido físico, sexual y genético, es inmutable al ambiente.
James resoplo murmurando. —Ahora les entiendo menos.
—Creo que lo que tratan de decir es que ustedes han revisado a mi hijo y han encontrado que él tiene...
—Es la salvación de la especie. —James y Lily se quedaron con la boca abierta. Si bien sabían que la humanidad estaba prácticamente al borde de la extinción no sabían que se estuvieran tomando medidas tan drásticas. Ahora solo quedaban siete ciudades en todo el mundo.
—¿Que quieren?- —dijo a la defensiva James. Albus solo sonrió, y Snape miro el niño nuevamente, por alguna razón le costaba trabajo asimilar lo que estaba a punto de suceder.
—Debemos de mantener a su hijo en perfecto estado, cuidaremos a partir de hoy su alimentación. No podemos permitir que alimentos transgénicos alteren su organismo. Y a partir de hoy buscaremos a otra persona que sea completamente sano para estar a su lado. Y traer esos niños que serán igual de sanos que él. —Puntualizo Snape.
—Quieren manipular la vida de mi hijo. —Replico James molesto.
—Sin su hijo no abría vida que manipular. Además se suponía que los padres desean lo mejor para sus hijos, les estamos dando la posibilidad de entregarle a su hijo lo mejor.
Con mucha renuencia ambos padres decidieron que permitirían esos análisis, pero sí su hijo en ese futuro no estaba de acuerdo, no uniría su vida a la de esa segunda persona perfecta.
Una vez fuera del hogar Potter en la colonia El Valle de Godric.
—¿Albus que hubiera sucedido si ellos no hubieran estado de acuerdo con el plan?
—En ocasiones creo que la desesperación de los humanos no es nada buena, estamos en el límite, lo malo de nosotros y las demás especies es que nosotros sabemos perfectamente que vamos a morir.
—Eso no responde mi pregunta.
—Este plan es solo el comienzo, aún falta que haya más nacimientos, ya no hay y los pocos que hay tienen que ser fuertes para lograr sobrevivir al medio. Si no hubieran aceptado, se les hubiera quitado ese niño por la fuerza, después de todo es nuestra prioridad.
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Han pasado los años, pero para algunos humanos el tiempo deja de transcurrir, pues sus células han sido alteradas. Pero la muerte es inminente.
—Harry recuerda que hoy debes de ir a la academia Hogwarts.
—Si mamá, —desde su nacimiento Harry sabe perfectamente de su condición genética. Asiste a Hogwarts de manera cotidiana, ahí le hacen estudios cada semana o cada mes, en ocasiones a diario.
—Harry tienes visita.
Al bajar se encontró con un chico pelirrojo, Ron Weasley, la única familia numerosa que conocía. Y sus vecinos. En sí no porque su madre haya tenido muchos hijos, pero eran muchos primos.
—Supe que hoy vas a Hogwarts puedo acompañarte.
—Esta bien pero no soy responsable si te corren o si no te dejan entrar. —Comentaba terminando de vestirse, Ron era su mejor amigo, y él único que sabía de todo. Ron era un chico varonil y bastante alto. Estaba enamorado de una de las científicas de Hogwarts, Hermione Granger. Pero ella se reusaba a estar con él, gracias a que pues aunque Hermione aparentaba tener la misma edad que ellos, era mucho mayor, y obviamente que su estado civil no ayudaba tampoco.
—Perfecto.
Pero la vida de ellos es otra cosa totalmente diferente. Y es algo que tal vez algún día se arregle. Claro solo si Hermione se divorciaba.
Ambos van en silencio en el Tren. Un silencio incomodo.
—¿Oye compañero tengo una duda? ¿Puedo preguntártela?
Harry levanto la mirada hacia su amigo, demasiado inseguro, pero aun así acepto, aunque sabía que Ron nunca hacia preguntas.
—¿Tú eres fértil? Me refiero a un doncel.
—Creo que lo malentiendes.
—Me refiero a que tú también puedes tener hijos.
—No soy una mujer.
—Oh vamos sabes perfectamente que las mujeres no pueden tener hijos. Me refiero a que si los tendrás tú.
—No. No soy fértil en ese sentido, yo puedo tener hijos, cuantos quiera, pero no los tendría yo, los tendría un hombre o una mujer que se yo. Eso es algo de lo cuál yo carezco, mi organismo no me lo permite, me hace fértil para embarazar a alguien pero si alguien mantuviera relaciones conmigo (por el ano) seria totalmente nulo.
Harry hablo pues el tren estaba totalmente vació. Nadie que pudiera escuchar.
—Y ya han encontrado a alguien de tu edad que este dispuesto a tener tus hijos.
—No.
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—Señor Potter sea bienvenido. —Apenas van llegando y fueron recibidos por Severus Snape. —Tenemos que hacerle los estudios pertinentes.
—¿Ya han encontrado a alguien? —pregunto Harry de manera impertinente y sin responder al saludo.
Snape y Harry se han llevado más o menos bien. Pero les parece imposible no insultarse a cada oportunidad.
—No señor Potter porque la prisa si se puede saber, usted apenas tiene 16 años.
—Creía que ustedes eran los que tenían prisa.
La sonrisa se borro, e inmediatamente apareció una joven detrás de Snape.
—Hola Harry, Ron como han estado, en realidad tenemos varios prospectos. Pero hemos tomado una decisión. Pasen hablaremos dentro.
Era un salón bastante cómodo, todos ocupaban asiento, mientras que Hermione explicaba de pie y atrás de ella una pantalla sobresalía.
—Hemos encontrado varios chicos con una edad aproximada a la tuya, ninguno con la misma capacidad que tú para tener hijos, pero si con la capacidad de traer un solo hijo con vida. No esperamos que mantengas relaciones con ninguno de ellos, todos ellos han estado de acuerdo en ser fertilizados artificialmente, solo necesitamos tu semen y eso es todo.
Harry estaba totalmente pálido, observando las personas frente a él, esos rostros en las pantallas, la Orden del fénix deseaba que él les diera su semen para que todas esas personas tuvieran hijos de él, hijos que nunca conocería, ellos no buscaban al ser perfecto para él, no había otro. Durante dieciséis años no había nacido otro con esas mismas cualidades.
—Que probabilidades hay de que esos niños nazcan con el mismo ADN que yo poseo.
—La probabilidad es de un 70% si hubiera alguien que pudiera tener más de un hijo como tú, la probabilidad aumentaría a un 90%.
—Me reusó, si ustedes lo desean conoceré a alguno de esos chicos y me casare con él, solo tendré un solo hijo y ya. Yo no soy ninguna maquina.
Cambio la pantalla mostrando a otro grupo de personas.
—Ellos son iguales, pero difieren bastante de tu edad. Harry la humanidad esta meriendo, al final no quedara ninguno. —Dijo de forma desesperada Hermione.
—De dos personas solo nace uno, vamos disminuyendo, no hemos encontrado a alguien tan perfecto como tú. Si dejamos pasar más tiempo ni tú lo serás, tus genes han ido disminuyendo. Los factores del medio te empiezan a afectar, y eso es algo que no podemos permitir. -Finalizó Snape.
—Bien ya me negué, y que harán, —en su mirada retaba abiertamente a Snape.
—Entonces es hora del plan B. —Dijo tranquilamente, todo sucedió muy rápido, Hermione salió y los guardias a sus espaldas sostuvieron a Ron y a Harry,
—¡Déjenme! malditos, a donde me llevan.
Snape se acercó a Harry y los guardias colocaron a Harry en la silla atándolo a esta impidiéndole su escape. Sus piernas estaban inmovilizadas, sus brazos en las reposaderas trataban de librarse. Harry estaba asustado, ellos no podían hacerle eso. Era su vida, su cuerpo y la familia que alguna vez le hicieron creer que tendría.
Harry se sentía traicionado, Snape lo iba a tener prisionero, Harry sabía perfectamente lo que iba a suceder, mirando a lo lejos la pantalla donde aparecían cada uno de esos rostros. Con ganas de que estuviera en blanco. Ninguno era como él o por lo menos hubiera solo un rostro en esa pantalla.
La sorpresa lo inundo al sentir frio, Snape estaba muy cerca de él, le había abierto sus pantalones y tocaba su miembro con sus manos frías. Harry sabía que ese era su ultimo recurso su plan B, estaba jodido.
Casi cada semana tenía que ir a ese lugar, masturbarse en una jodida habitación, y entregarles un maldito bote con residuos de semen. Siempre los estudiaban, él solo se moría de vergüenza al ver como fascinados esos enfermos miraban lo que él solo consideraba parte de su cuerpo. Aunque era obvio que aunque él se reusara a embarazar a esas personas, seguramente ellos mantenían su esperma en un banco.
Harry sabía que tras el enorme espejo de la habitación debía de haber otra, e imaginaba que alguien lo observaba, alguien en específico, el director del área de genética. Severus Snape, y ahora tenerlo ahí a sus pies, tomando su pene con manos, sintiendo su respiración.
No pudo evitarlo, el orgasmo le llego de golpe, su grito cumpliendo el delito del placer. Snape no alcanzo a tomar el bote, y su rostro así como su vestimenta fue ensuciada.
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Él trataba de regular su respiración, observando la mirada molesta de Snape frente de sí, Snape era más alto que él y aunque se veía igual de joven, obviamente que no era así, pero eso no evitaba que Harry no se fijara en alguien tan hermoso, de piel blanca y cabello negro con ojos igual de oscuros, delgado y sus manos rasposas, largas, grandes, hermosas.
Estando desnudo frente a él, era totalmente inevitable.
Un resoplido llego hasta oído, Snape observaba su vestimenta murmurando algo como... -la muestra a sido contaminada, imposible de analizar.
Un sonrojo curso todo el rostro de Harry, ver a Snape con su rostro lleno de semen al igual que sus manos. Afortunadamente no había hecho ningún comentario sobre su llegada tan rápido a la cumbre.
—Escúchame bien tu no dirás nada, se de utilidad, no nos obligues a destruir a las personas que amas. Vendrás aquí cada semana, la muestra de esta semana la traerás mañana. No acepto un NO por respuesta.
Las ataduras se anularon y Harry salió corriendo de la oficina sin mirar atrás, cuándo Snape se puso de pie, su rostro estaba rojo y entre los pliegues de su pantalón resaltaba un bulto.
—Mierda.
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—Hermione sal conmigo. —Grito un pelirrojo, una vez quedaron solos gracias al silencio, se escucho perfectamente alto.
Pero Hermione solo sonrió con tristeza.
—Perdón Ron, estoy casada.
—Eh. —Fue todo lo que logro decir Ron, en estado de shock, —pero... yo pensé, no tienes hijos y...
—Oh Ron claro que no, yo no puedo tenerlos. —Ron ahora estaba confundido.
—Aun así yo no saldría contigo, porque yo nunca te daría un hijo. -Ron la miro comprensivo, pero había algo en lo cuál deseaba indagar, él tenía que abrirles los ojos por lo menos a alguien de todos los idiotas de esa orden.
—Disculpa si soy indiscreto, pero tu esposo si puede tener hijos.
—Por supuesto que sí. —Contesto Hermione considerando que no tenía nada de malo aclarar ese punto.
—Y si es tan importante la reproducción humana, porque no permites que él tenga un hijo.
El silencio fue la única respuesta que obtuvo. Al menos hasta que se digno a contestar bastante acongojada.
—Porque me respeta y me ama, además Draco es fértil, su cuerpo es el que llevará al bebé, pero a él nunca le han gustado los hombres, es digamos algo narcisista y machista.
Y ante el comentario ambos rieron.
—Entonces, —continuo Ron una vez su risa acallo —porque es tan malo que Harry no pueda escoger a una sola persona y permites que Draco se niegue teniendo la oportunidad de traer a un ser humano más.
Y sin decir más Ron le dio la espalda y salió del salón en el cuál se encontraban ambos. Pero justo antes de cerrar la puerta, hablo una vez más.
—Hermione haz revisado el ADN de todos en la ciudad, incluso a todos los miembros de la orden del fénix.
Hermione aún estaba aturdida, pero encontró algo en esas palabras porque rápidamente se dirigió al laboratorio del centro de operaciones de Hogwarts. A sus espaldas solo escucho el sonido de la puerta cerrarse.
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—Bellatrix hazla pasar.
La oficina del ministro de CA Londres, ahora mismo se encontraba frente a Hermione Granger.
—Y bien no tengo tu tiempo ve al grano. —Ha Tom Riddley no le gustaba que lo hicieran perder su tiempo gente tan incompetente. Pero Hermione le dijo que eso era algo realmente importante.
Ella solo abrió la computadora portátil, haciendo que un proyector abriera una pantalla en el aire mostrando una cadena de ADN perfecta, era el código genético de Harry Potter inmune a la radiación y demás factores del medio ambiente.
—Hace dieciséis años encontramos el ADN perfecto, en un recién nacido, Severus Snape inicio sus investigaciones. Encontrando todas las variantes de ADN dañado y el ADN perfecto, pero sus investigaciones no hubieran funcionado. Es imposible corregir el ADN dañado en una persona adulta, Severus Snape encontró la forma de que todos los recién nacidos nazcan con ADN perfecto. Si se les trata desde el vientre materno. Son códigos que se pueden corregir por medio de vida artificial, y una vez corregidos, la meiosis se transfiere a los padres logrando que no se rompa la cadena social.
—Muy interesante, y porque Severus Snape no me lo ha mostrado.
—Porque Snape creyó que había fallado, abandono el experimento hace 14 años, sin siquiera mirar los últimos resultados.
—Cuáles resultados, Sra. Granger.
—Su hijo experimento en sí mismo para encontrar el ADN perfecto, en realidad comparo su propio ADN dañado con el ADN de Harry Potter. No solo eso, descubrió la forma, todo estaba en los informes pero sus intereses no eran sanar a los recién nacidos, por eso el nunca presento ante usted ese experimento, sino que su finalidad era sanarse el mismo, pues como usted sabrá Severus Snape siempre ha sido sometido a pruebas gracias a que él en realidad era el prototipo 00 del proyecto Hechicero, y fue un total fracaso, por lo tanto se decidió empezar con el Prototipo 7 que en realidad era Harry Potter. Pero usted bien sabe que, su hijo Severus, gracias a todos los proyectos fallidos termino siendo estéril, a pesar de que se le crio con una mentalidad distinta; todos los seres humanos somos programados para conformarnos con traer un solo hijo al mundo y aun así sentirnos conformes con nosotros mismos, la sociedad era acostumbrada a ella, pero a Snape desde niño se le enseño que él iba a ser el prototipo del proyecto hechicero con la finalidad de tener varios hijos, por lo tanto se programo a que él deseara tenerlos.
—Me estás diciendo que mi hijo encontró la forma de sanar el ADN y me lo oculto.
—En realidad Snape corrigió su propio ADN, Snape tiene el ADN perfecto, solo que no es igual al de Potter, sino que tal como se esperaba Snape puede traer más de un niño. Entonces Harry Potter nunca podrá quedar en estado pero su esperma contiene el ADN perfecto. Y el esperma de Snape nunca embarazara a nadie, pero su cuerpo puede ser portador de varios niños. Y todos sus hijos tendrán el ADN perfecto con un 99% de seguridad.
—Interesante, Hermione Granger gracias por la información y como usted se dio cuenta de esto.
—En vista de que en toda la ciudad no encontraba a nadie compatible con el ADN perfecto, decidí buscar entre los anteriores prototipos del proyecto Hechicero, encontrándome con las investigaciones.
—¿Y Snape ya sabe de esto?
—Por supuesto le informe antes de venir para acá, también le informe a Albus Dumbuldore y Harry Potter tiene cita hoy en el centro de operaciones Hogwarts,
—Asegúrate de empezar con tratamiento todos los embarazos que sean notificados en la estación. Y que Harry Potter se asegure de contraer matrimonio con mi hijo.
—Si señor ministro.
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—Como que han encontrado a otra persona que contiene el ADN perfecto.
—Sí, es el hijo del ministro de la ciudad artificial Londres. Por lo tanto te casarás con él.
—Me voy a casar con él hijo del ministro, ¡por merlín!
—Tranquilo Harry el matrimonio no será inmediato pero si inevitable. —Decía una muy sonriente Hermione.
—Y... y cuándo lo conoceré... —murmuraba Harry sin podérselo creer, tan solo ayer estaba molesto porque querían usarlo para fecundar a una docena de personas, y hoy resulta que él hijo del tipo más poderoso de las CA Londres será su futuro marido. No, no estaba nervioso, no, definitivamente su estado solo podía catalogarse como catatónico.
—Ya lo conoces. Bueno digamos que no se llevan muy bien, como sabrás en la orden hemos experimentado con varios fetos, y el primer prototipo fue él, pero había sido un total fracaso, hasta que naciste tú, él tuvo un punto de comparación y el mismo corrigió su propio ADN.
—Genial ahora resulta que me voy a casar con un maldito genio.
—Bueno es obvio que él es un genio, ya que fue programado para ello. Pero en realidad su misma programación lo orillo a conseguir tener hijos, me refiero a que al igual que tu a él le inculcamos el deseo de tener hijos, pero gracias a muchos fallos quedó estéril, él también se acaba de enterar de que su ADN es perfecto.
Harry escuchaba atentamente, él chico con el que contraería matrimonio deseaba tener hijos. Claro al igual que todos en CA Londres.
—Y como es que hasta ahora no ha... —Pero fue interrumpido por que justo en ese momento entraba Severus Snape a la oficina. Provocando que Harry se quedara mudo y un sonrojo cubriera su rostro ante los recuerdos. Pero entonces también recordó que pronto se casará y Snape sería solo eso, un recuerdo. El sonrojo desapareció tan rápido como llegó.
—Bien eso es todo por hoy, por cierto Harry en vista de que tú y tu prometido necesitan conocerse él ingresará a tu instituto escolar. Aunque en vista de que él siempre ha estado dentro de un laboratorio, dudo bastante que sepa relacionarse con sus compañeros. Mañana se verán. —Sin levantar la vista y sin decir nada, Harry salió, o más bien huyo, no podía mirar a Snape por alguna razón.
Ninguno de los dos se miro, ninguno de los dos se dio cuenta de las acciones del otro, por lo que Harry tampoco se dio cuenta del sonrojo que tenía Snape en su piel pálida.
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Eran las 11 de la noche Hermione se disponía a dormir, después de un día agotador. Soltó su cabello que se deslizo por su piel en una caída hasta su cintura.
Solo usaba una blusa de tirantes platinada y un short de la misma tela. Frente al espejo, sintió unos brazos rodeándola.
—¿Porque tan distraída hoy?
—Draco, como te fue.
—Bien los chicos son unos ineptos en el colegio.
—Jeje nunca dejaras de decirme eso. Perdón por llegar tarde, pero tuve que arreglar una transferencia escolar de ultimo minuto. Oye Draco estuve pensando...
Su silencio le dijo a Draco la seriedad del asunto.
—¿En que?
—Deseo tener un hijo... quero criar uno, pero yo no lo puedo tener, así que porque tu no lo tienes por ambos. No necesito que te enfades, ni que me respondas, —se apresuró a decir al ver la sorpresa en los ojos su amor —solo dime si un día es positivo.
Hermione se soltó de sus brazos y se dirigió a la cama. Hace mucho que dejaron de intentarlo aunque Draco aparentaba unos 25 años y Hermione se veía de 16 gracias a la modificación genética aplicada.
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—Woaw espera, espera, veamos a ver si entendí, me estás diciendo que tu prometido asistirá a nuestra escuela y es el hijo del ministro, no sabía que el ministro tuviera un hijo.
—No ni yo, Ron me pregunto como será.
—Espera, mmm pero si él es mayor no, porque pues si dicen que él fue el primer prototipo eso significa que es mayor que tú.
—Lo más probable es que también tenga la modificación genética aplicada en sus células y en la glándula del crecimiento. Que impide que las células envejezcan más lentamente.
—Si es probable, entonces ha de verse igual que nosotros. Oye Harry, te recuerdo una cosa, tú tienes el ADN perfecto, y una de sus consecuencias es que eres atractivo para todos los estudiantes del plantel, obvio solo aquellos que pueden quedar en estado, les resultas atractivo, pero sabes que, si el hijo del ministro también contiene el ADN perfecto, pero para quedarse en estado, no crees que va a ser prácticamente irresistible a todos aquellos que son activos digo genéticamente hablando, creo.
—Creo que no eres claro Ron, que tratas de decir.
—Que todos los que son como yo van a querer joderselo.
—Mierda.
—Todos sentados, silencio —y como por arte de magia el salón quedo en un profundo silencio ante el grito de Draco el profesor a cargo del grupo. —Quiero que se comporten con el nuevo estudiante. Severus Snape.
Ver a Severus con su acostumbrada capa de laboratorio no era lo mismo a verlo con el uniforme escolar, se veía mucho más joven, con su cabello lacio negro y su piel blanca, miro a todos con altivez egocentrista, pero lo más importante es que reto a Harry Potter con la mirada.
Si se iba a dejar joder, pensaba Snape pero haría que a Harry le costara su trabajo, porque tal vez él gran Potter tenía el ADN perfecto, pero le demostraría que de ser perfecto le falta años luz.
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Todos en la academia estaban fascinados con el nuevo estudiante; lo peor para Harry y sus celos, porque después de la sorpresa inicial se dio cuenta que siempre había deseado a Snape, sino que él es su prometido. Es hijo del ministro, un genio y su ADN es perfecto, pero también para Harry su piel, su cabello, su inteligencia, todo Snape le parecía perfecto.
Y como decía el furor en la academia era palpable, especialmente en la clase de Harry Potter, resulto que no solo los activos andaban tras Snape, sino que también las niñas lo adoraron desde el comienzo. Por lo tanto Harry no soportaba para nada que los demás le hablaran. Pero pronto todos se bajaron de su nube.
—Maldita bola de idiotas como es posible que con más de 12 años de estudio todavía no entiendan la importancia de las matemáticas y su relación con la ciencia, son unos &%& y %$#$%%$, descerebrados ignorantes. —Les gritaba casi a todo pulmón Snape a su equipo de clase, pues ese día les toco hacer una investigación en equipo en la materia de ciencias naturales.
Todos sus compañeros de quipo se fuero con la pinta de su belleza y sensualidad que despedía, algo no tan notorio en un laboratorio en el cuál la mayoría era gente casada, mientras que aquí todos tenían alborotadas las hormonas.
Oh linda decepción que se llevaron todos, al darse cuenta de la fiera que era, sus gritos de insultos obscenos, tenía aterrados a todos. Algunos aterrados temiendo que en cualquier momento los vaya a golpear.
Pero no solo eso, el profesor no hallaba que hacer, para calmarlo, y en vista de que todos se sentían humillados y miserables, el miedo en todos era palpable.
—Tranquilízate Snape, ellos no tienen la culpa de que seas un genio y te recuerdo de donde vienes. —Dijo Harry, que ya estaba acostumbrado a sus insultos, los ha recibido desde que tiene memoria, mientras tocaba en el hombro a Snape, inmediatamente toda la ira se esfumo y todos los chicos alterados suspiraron con alivio encontrándose con la sorpresa de que Snape estaba sonrojado. Se veía tan lindo que la mayoría ignoro el mal carácter que se cargaba el chico para ahora perseguirlo para todos lados.
Harry estaba totalmente irritado, porque a nadie parecía importarle que Snape los odiara por ineptos, ni siquiera le tenían miedo, parecían una bola de masoquistas tratando de llamar su atención con su ineptitud.
Lo peor fue cuán do un chico le pregunto a Snape, que tipo de persona le gusta y el muy maldito contesto.
—No es que tenga opción, pero supongo que es inevitable estar con alguien perfecto.
Muchos estuvieron totalmente desilusionados ante ese hecho.
—Esa persona no existe —dijo el chico.
—Claro que sí, es mi prometido.
—¡Que, qué! estas comprometido, la desilusión fue palpable en todos. —Pero supongo que si existiera alguien perfecto aparte de él, estarías con el.
—Si claro, al menos que lo encontremos antes de mi boda. —Obvio todo era un maldito sarcasmo de parte de Snape. Pero se lo creyeron los muy idiotas y entonces Harry vio a todos en la biblioteca para tratar de mantener una conversación estable.
—Ne Harry mátame —decía Neville, uno de sus compañeros de clase, que estaba coladito por Snape.
—Si Harry que no ves Neville nunca va a dejar de tartamudear cada vez que esta frente a Snape, solo balbucea y Snape le dije idiota y él solo llora.
—Dejen de hablar estoy aquí Dean, además que importa yo nunca podría mantener una conversación con él, mucho menos lograr que él se fije en mí. —Murmuraba Draco, mientras trataba de esconderse bajo su almuezo.
—No creen que deberían de olvidarse de él. —Finalizó Ron —Solo miren el tipo esta comprometido, es hijo del ministro de la ciudad y es obvio que su matrimonio esta más que arreglado. Así que al menos que alguien le agrade a Tom Riddley, o tenga algo a lo cuál sacarle partido él no accedería a casar a su único hijo con alguien que no le ofrezca ventajas, solo mírense, Neville entiendo que tu familia tiene dinero pero tú no eres algo que digamos un gran partido, además tu familia ya te comprometió con una de mis primas Ginny, no te preocupes no me molesta, pero por Merlín háganse a la idea de que Severus Snape esta ocupado.
—Porque parece que ni a ti ni a Harry parece importarles mucho, no les afecta para nada Snape.
—Bueno digamos que mis intereses están en otro lado. –Dijo de manera bastante tranquila Ron.
—A mi ni me miren, y no es que no me afecte solo desearía que nadie se fijara en Snape. –Todos vieron de forma confusa a Harry, no sé creían lo que veían, es que Harry era tan ingenuo.
—Vamos Harry no seas así, sabes que ninguno de nosotros tenemos oportunidad contra alguien tan deseable.
—Si pero es que ustedes… —En realidad Harry deseaba gritar a los cuatro vientos que Snape era su prometido, pero no habían hablado en toda la mañana y Harry no deseaba hacer algo que molestara a Snape. Aunque parecía que ya lo había hecho por que no dejaba de mirarlo como si con ello lo asesinara de mil formas, el aura que transmitía Snape era pura maldad hacia su persona.
—Harry no sé que le hiciste a Snape pero sea lo que sea te odia. Es la única persona en esta escuela que te odia, digo porque todos los demás parecen adorarte.
—Y no lo dudo Seamus. No lo dudo.
El receso casi finalizaba. Y Snape estaba sumamente molesto por varias razones, toda la escuela parecía alborotada por su sola presencia y él solo deseaba que el idiota de Potter le coqueteara pero en lugar de eso estaba arto de todos los coqueteos de idiotas insulsos y con un ADN mediocre. Claro que lo sabía, perfectamente memorizaba él código genético de cada uno de esa escuela. Y lo peor de todo fue en la última clase antes del receso, cuándo Harry jugo baloncesto y todas esas arpías y esos pulpos andaban apoyándolo. Él muy idiota es un arrogante de primera. Pero a él ni lo pela. La paciencia se le estaba terminando, él ya tenía 37 años ya no era un adolescente. Y aunque su apariencia dijera lo contrario, no pensaba esperar a que Harry se le insinuara. Él quería un bebé y lo quería ya.
Y así justo cuándo todos se disponían para ir al salón. Snape se acercó a la mesa de Potter.
—Potter podemos hablar. —Sucedieron varias cosas, Neville se atragando, Seamus escupió el jugo que tenía en la boca cayendo sobre Ron, él cuál se levanto mirándose con asco. Y Dean se quedo con la boca abierta.
—Puede ser a la salida, ya nos íbamos a clase. —Dijo tranquilamente Harry ignorando a todos.
—No, no pienso esperarte ni un segundo más. Veamos si soy claro. Tal vez la boda tenga que esperar pero a mi me valen un comino tus gustos, opiniones, o si quieres mantener nuestro compromiso como un secreto, creo que he sido lo suficiente claro al respecto. —Harry estaba con la boca abierta y los ojos dilatados de sorpresa, y obvio que todos tenían la misma expresión. —Así que o… —Severus iba a seguir hablando pero Harry se lo impidió, le tapo la boca.
—Bien hablemos. .
Una vez retirados de los demás chicos.
—Ha decir verdad yo quería hablar contigo pero no quera que fuera frente a todos. —Al ver que Snape iba a replicar Harry se adelanto. —No porque quiera mantener lo nuestro en secreto, sino porque no me interesa que todos sepan mi vida privada, como abras notado gracias a que tengo ese dichoso ADN perfecto, soy el plato principal de todas las miradas. Y tú nunca sales del laboratorio, bien pues creo que con una hora ya te hartaron.
Snape se mantenía callado. Dándose cuenta de que el chico tenía razón.
—Bueno eso ya no importa, ahora todo mundo lo sabe. ¿Y de que deseabas hablar?
—Como ya sabrás he esperado suficientes años para tener un bebé. Y ahora que sé que soy fértil, tienes dos opciones… ó mantienes sexo conmigo, ó tomo uno de tus espermas del laboratorio que esta congelado y me embarazo yo mismo. Como ya te dije no pienso esperar hasta la boda. Y me vale muy poco si me odias, me detestas o te doy asco. Y sé que el otro día te obligue y no creas que no puedo volver a obligarte.
Harry ya no escuchaba, estaba hecho piedra, pero de la sorpresa, nunca pensó que Snape diría tales cosas. No sé, Harry esperaba que fuera como esas niñas que sus amigos le decían que tardaban un montón en convencerlas de tener sexo, y que primero deseaban conocerse mejor y tener un montón de citas. Y luego cuándo ellos las presionaban para mantener relaciones, le decían que ellas querían esperar hasta la boda. Y definitivamente Harry nunca había tenido novia, ni novio, le tenían prohibido tener ese tipo de relaciones. Gracias a que ellos no podían permitir que lo ataran a cualquier persona. Pero por alguna razón parecía que todos ellos deseaban abrirse de piernas para recibirlo, pero Harry solo huía, no quería saber lo que Snape o Hermione harían si se llegaban a enterar. Por lo que ahora solo dejaba hablar a Snape pero por lo visto nada era como él creía con Snape.
—Snape.
—No me interrumpas, te digo que me vale un comino si deseas coquetearme, pero quiero que mantengas lejos a todos esos imbéciles de mí, no me interesa perder el tiempo. Y me vale muy poco lo que opinen tus padres de nosotros esta noche no iras a casa.
—Je je…
—¿De que te ríes? –Dijo en tono lúgubre Snape.
—Es que yo pensaba que tú no querías ni verme. No tengo ni la menor idea de como llevarme contigo, siempre peleamos, además no tengo ni la menor idea de como mantener a todos alejados, cuándo se perfectamente lo que desean.
—Si ya me di cuenta que no piensas pero… Que quieres decir.
—Sabes tal vez una parte de mí ya sabía que tu tenias el ADN perfecto, siempre eras como un imán, me atraías desde que sé yo. Solo sé que no me gusta que todos te miren pero es inevitable gracias al mugre ADN, aun así me da gusto que quieras tener un bebé, porque yo lo que más deseo es… —Harry para este punto ya estaba demasiado cerca de Snape invadiendo su espacio personal, y a su oído le susurro. —… joderte.
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Todos estaban en horas clase. Severus y Harry fueron puestos en el mismo equipo de trabajo y pues no es que se quejaran.
Pero era difícil mantener la mirada, ambos evitaban verse a la cara. Saben lo que esa noche sucederá.
Mientras que todos no hallaban si molestarse con Snape o con Harry, ambos eran tan ardientes. Algunos admiraban a Harry, pero muchos de los activos, lo odiaban por arrebatarles tan seductor espécimen.
Y llegaron las preguntas.
—Que tiene él que yo no tenga. —Pregunto Cedric Diggory.
—ADN perfecto.
—Eh.
—Olvídalo.
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Habían finalizado las clases, Harry estaba totalmente aterrado, sentía que iba a morir esa misma tarde.
—¿Qué sucede compañero? —Ron era su mejor amigo y lo conocía de toda la vda, era bastante lógico que hubiera notado su nerviosismo.
—No sé que hacer. Tengo miedo de hacer el ridículo. Tal y como siempre me sucede cuándo estoy frente a Snape.
—Ya sabía yo que esto tenia que ver con él. Nah no veo porque debas de preocuparte eres Harry Potter el chico más popular del colegio y eres el mejor en baloncesto, bueno en varios deportes y traes a las chicas locas por ti. Creo que si fueras actor tendrías varios millones de fans, eso claro si hubiera millones de chicas en el mundo.
—Ron ¿te han dicho que hablas demasiado? —Un suspiro, se escucho, obvio que estaba nervioso, nunca lo había hecho, pero no sabía que hacer. —Me da miedo acostarme con Snape. Ni siquiera lo llamo por su nombre y…
—Cállate Harry, si los demás ya te odian porque eres su prometido no te conviene que sepan que quieres cogértelo. Además para eso aún falta mucho tiempo. —Severus que se sentaba en las filas de atrás solo miraba su conversación con altanería y tras darle a Harry una mirada de advertencia como decidiéndole te espero afuera y más de vale asistir.
—No entiendes Ron —y en su desesperación lo sostuvo por las solapas de la playera. —Me dirijo a la orca, vistes como insulto a los chicos al borde del colapso solo por no saber algo, imagínate lo que hará conmigo si no se como se hace, bueno sé la teoría, pero es…
—Tranquilízate Harry, hablas muy rápido, veamos que te puedo decir solo usa lubricante y jodetelo. —Era burla y entre risa y risa, Harry también se contagio del buen humor, ya no sabía si eran los mismos nervios los que reían —además —agrego Ron pensativo —creo que es bueno aprender con quien amas. —Ron tal vez era un idiota pero desde que supo que amaba a Hermione era más perceptivo al respecto.
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