Saciando la curiosidad (Priv. Neville y Theodore) [Biblioteca]

Última edición por Snarry-Lucid el Miér Oct 20, 2010 12:12 pm, editado 1 vez

NEVILLE

Ahora que tenía un poco de tiempo libre el castaño se dirigió a la biblioteca mientras que sus amigos se dirigían a las canchas de Quidditch o a relajarse un rato al lago; desde su pasión por las plantas buscaba todo tipo de libros relacionado con ello. Aun que muchos dijeran que ellas no servían para nada se equivocaban puesto que... aparte de ser muy interesantes, servían para mucho como por ejemplo: "El lazo del diablo", desde hacía unos meses se había propuesto el criar a una y buscaba por todos los medios la forma de hacerlo.

- Buenas tardes -saludó el muchacho en voz baja a la señora Pince, luego de eso comenzó a andar por las distintas secciones buscando la de Hervología.

Una vez la encontró se acercó a la misma, se percató de que había muchos libros y no pudo evitar el sonreir para luego enfrascarse en aquello que buscaba con ahínco. Ya les había dicho a sus amigos que iba a tardar para que no se preocuparan por él y que cuando fuera la hora de la cena ya se dirigiría él mismo al Gran Comedor.
Seleccionó varios libros que hablaban del tema y los dirigió hacía una de las mesas cercanas; en esos momentos no había mucha gente, pero tampoco le importaba; una vez tuvo los libros, se sentó y comenzó a leerlos con tranquilidad.

THEODORE

Caminaba por los pasillos del colegio, tenía entre las manos un interesante libro de artes oscuras que consiguió en sus vacaciones. Sonetos para hechiceros, el libro que traía entre las manos, lo tenía completamente absorbido.

Pero hasta el manuscrito que llevaba en sus manos, que supuestamente lo tendría que mantener completamente absorto en sus palabras, no pudo hacer nada cuando diviso al grupo de leones en la entrada.

Como siempre, desde que conocía a “ese” grupo de Gryffindor, siempre se preguntó que es lo que los mantenía unidos.

Siguió su camino, tratando de centrar nuevamente su atención en el libro que inútilmente ahora se enfrentaba a sus ojos.

Llegó a la biblioteca en busca de un libro para poder terminar su proyecto de Pociones, pero le fue inútil concentrarse al ver a entrar al león más tímido de la manada de Potter.

Longbottom buscaba entre los libros de Herbología y por primera vez en su vida, Theodore Nott se quedó sin aire al ver a alguien sonreír.

Lo vio sentarse, pero ni así, pudo apartar la vista de él.

NEVILLE

Tenía como unos 6 libros alrrededor suyo, unos abiertos y otros todavía cerrados; a uno de sus lados había un cuaderno, una pluna y un tintero en dode apuntaba haí todas las notas que le eran importantes para su investigación.
Estaba tan inmerso en lo que leía que ignoraba todo su alrrededor, aun que... dada la zona en la que se había sentado la cual estaba rodeada de los libreros y algo bastante lejos de la entrada pues tampoco ayudaba, de todas formas no se preocupaba puesto que no podría ocurrirle nada estando allí, ¿verdad?

Cerró el libro que estaba ojeando en esos momentos hechizándolo para que volviera a su estante sin mirar a la par que cojía otro de los libros que tenía abiertos para seguir leyendo; tenía que reconocer que todo aquello era bastante interesante, nunca creyó imaginar, sabía que si en algún momento te atrapaba no podrías librarte de ella con facilidad y que podría matarte por la fuerza que tiene haciendote quedar sin aire; pero había desconocido el que siempre se encontraban en lugares oscuros y húmedos. Anotó aquello para después seguir leyendo descubriendo también que solo se podía contrarestar su atadura con un hechizo de luz o fuego...

- Interesante -se susurró así mismo el muchacho dejando la pluma a un lado y apoyando su su mejilla en la palma de su mano izquierda sin apartar su mirada de la lectura.

THEODORE

Iba a ignorar a ese león. Tenía que realizar el maldito ensayo de pociones y sino quería fallar, tendría que investigar mas a fondo las propiedades de esa poción.

Se levantó de la mesa que estaba ocupando y dejó sobre ella, el libro que leía hace un rato. Tenía que despejar su mente para poder concentrarse en su trabajo. Estaba en sus manos el sacar a flote su apellido y no necesariamente por las lealtades de su padre.

Caminó hasta el librero donde se encontraban los tomos de pociones; tomo tres de ellos.
Volvió a la mesa que estaba ocupando desde que llegó. Le gustaba esa mesa, estaba junto a la ventana y podía obtener luz natural desde la posición que ocupara.

Dejo los libros junto al que llevaba siempre consigo y se sentó, mirando a su alrededor.
Casi no quedaba gente en la biblioteca, aparte de la señora Pince. Y claro, Longbottom que seguía en lo suyo.

Ya llevaba al menos un par de horas en el lugar y seguía enfrascado en su lectura; se detuvo un rato cogiendo unos 4 de los libros que había estado ojeando y se levantó de su asiento para ir a colocalor él mismo, al menos así estiraría un poco las piernas o terminaría agarrotándose todos los músculos también había comenzando a dolerle el cuello y su mano se había adormecido un poco.

Se dirigió hacía las estanterías correspondientes y los que estaban más altos los colocó con un movimiento de varita, se quedó con dos de ellos, los cuales se encontraban más cerca de colocar él mismo; uno de ellos se encontraba en el segundo estante el cual quedaba a la altura de su cabeza mientras que el otro se encontraba un poco más alto por lo que se puso de puntillas para intentar colocarlo.

- Venga... solo un poquito más -comentó el castaño apoyandose en el estante para no caerse, ya estaba completamente puesto de puntillas- Ya... casi... está -se mordió el labio inferior, cuando finalmente lo colocó trastavilló y comenzó a caerse hacía atrás con peligro de darse en la cabeza con el otro estante.

THEODORE

Se cansó de seguir “tratando” de concentrarse en su ensayo.
Desde que empezó su intento de trabajar, no había podido apartar su mirada del “chico de las plantitas” como había bautizado en su mente a Longbottom.
Si había algo de lo que Theodore podía jactarse, era de su excelente vista.
Longbottom no había dejado de devorar los libros de Herbología. Uno tras otro desfilaban frente a sus ojos y las sonrisas que adornaba su rostro cada vez que cambiaba de tomo.
Ni su propio libro de Pociones (una de las materias que más le gustaban) lograba que se interesara en el, al punto de hacerlo sonreír, cosa que de hecho nunca hacía.
Vio como Longbottom tomaba sus libros y se dirigía al estante. Como acomodaba los más altos con ayuda de la magia y como se encaramaba en el librero para dejar los otros dos.
-No lo hagas –susurró para si mismo.
Se paró automáticamente. Un presentimiento, algo que nunca en su vida había experimentado, lo hiso caminar hacia el chico, para llegar cerca de él justo cuando iba cayendo.
Lo alcanzó a sostener antes de que se diera contra el suelo, pero él mismo no pudo con el peso de ambos y se fue de espalda, chocando con el librero que estaba tras él.
Sintió cunado un libro caía al suelo a su lado y supo enseguida que pasaría.
Puso un brazo sobre la cabeza del otro chico y sintió por lo menos dos de los libros que caían, dar contra su propio cuerpo.
-Idiota –no sabía si lo había dicho al chico que estaba sobre su pierna derecha o a él mismo por no pensar antes en usar magia.

NEVILLE

Todo pasó bastante rápido a pesar que para sus ojos pasó a cámara lenta; cuando quiso darse cuenta ya estaba comenzando a caer hacía atrás.
Notó como alguien le sostenía para que no se callera contra él suelo, pero aun así él y quién le había "salvado" trastavillaron hasta caer al suelo aun que... Nev se hizo el daño mínimo puesto que quién le había ayudado le había servido de acolchado.

No pudo evitar el cerrar los ojos a la par que sentía que se ponían delante suya de forma protectora y escuchó como algo caía y golpeaba a quién le había ayudado; aquel insulto le hizo sentar mal y preocupado por lo que empezó a abrir sus ojos.
Al hacerlo se encontró con una mirada que nunca creyó ver; sus ojos se abrieron bastante a causa de la sorpresa puesto que quién le había ayudado no era otro que: Theodore Nott, estudiante de Sly y uno de los amigos más ayegados de Draco Malfoy.

- Es... ¿estás bien? -preguntó una vez reaccionó, intentando incorporarse sin hacerlos trastabillar nuevamente a causa de su típica torpeza- Lo... lo siento mucho.... gracias por... ayudarme -se disculpó y agradeció el muchacho algo... ¿nervioso?...

THEODORE

Vio como el chico trataba de disculparse, pero no ponía demasiada atención en las palabras del chico. Estaba más pendiente de ver sus ojos preocupados.
Nunca había notado al chico que tenia frente a él, tan detenidamente como ahora. Sus ojos eran hermosos, y demostraban un cariño inmenso, pero también algo de nostalgia.
De repente sintió que quería saber todo de él. Ya tenía claro que de gusta Herbología que era especialmente malo en pociones, pero aparte de eso, dejando de lado que pertenecía a Gryffindor, no sabía nada mas de él.
Se apoyó en la mano derecha para poder pararse.
-Mierda –se quejó al sentir una fuerte punzada en la mano. Dirigió la mirada a esta y la vio inflamándose y poniéndose un poco roja –Genial.

Finalmente quedó sentado en el suelo sin dejar de mirar preocupado al otro, por muy serpiente que fuese había sido culpa suya el que ambos hubiera caído y... el preocuparse por la gente sin importar la sangre, color de piel etc era un... "defecto" como le decían algunos que tenía; Que tenía que empezar a ver por sí mismo y no por los demás, pero Nev no podía hacer eso, si lo hiciese no sería el Neville que ellos conocen.

Se sintió un poco nervioso cuando la mirada del moreno se clavó en él y no pudo evitar el apartar la suya para así evitar que un sonrojo se apoderase de su cuerpo. Poco después escuchó un pequeño quejido proveniente de Theodore y levantó nuevamente su mirada observando que tenía una mueca de molestia para después seguir la dirección de su mirada percantandose del estado de su mano.

- ¿Estás bien? Lo siento de verdad, todo ha sido por mi culpa -dijo Neville al ver el estado de la mano del otro.

THEODORE

Debo admitir que me cautivó un poco el que se preocupara por mi mano.

-No pasa nada –le dije, un poco mentira y poca verdad. El asunto es que no quería preocuparlo –sólo fue un golpe.

Me puse de pie, ayudado de mi otra mano en la parte trasera del estante de libros. Saqué mi varita (que a mala hora olvidé cuando corrí a ayudar a Longbottom) y apunté a los libros que estaban en el suelo para ordenarlos en sus estantes.

Vi que su libro aun seguía en el piso.

-¿Te guata mucho, verdad? –Le dije, mientras indicaba el piso.

Al igual que él también se levantó aun mirando la mano dañado y culpándose puesto que había sido a causa de cuando se desequilibró, se quedó pensativo observándole como colocaba los libros con su mágia fue entonces cuando recordó... sacó su varita y apuntó a la mano.

- Episkey -susurró apuntando a la mano, sabía perfectamente que era para heridas rotas, pero él no sabía si podría tener alguna fisura o algo- Mejor prevenir que curar, ¿no? -preguntó con una sonrisa.

Después de eso escuchó su pregunta y dirigió la mirada al suelo viendo su libro de Hervología por lo que se agachó para recojerlo limpiandolo a su paso para luego acomodarlo con mágia pues que... no quería que pasara nuevamente lo mismo.

- La verdad es que si, es un tema muy interesante -dijo encojiendose de hombros.

THEODORE

Lo vi quitarle importancia al hecho que casi devorara los libros, algo que no me extraño. El chico parecía no querer llamar la atención en nada, sin notar que era precisamente eso, lo que llamaba más la atención.

-Es mejor que me baya – le dijo ya derecho, viéndolo limpiar su libro –ten cuidado la próxima vez.

Me dirigí a mi mesa y reuní los libros que estaban esparcidos sobre la superficie.

Cuando salí de la biblioteca, noté que mi libro de artes oscuras no se encontraba entre los que registre con la señora Pince para llevar a mi dormitorio.

-¿Dónde dejé mi libro? –No noté que se mu hubiera caído.

Observó como el libro se colocaba en su sitio y asintió realizado de su trabajo escuchando casi al instante a Nott de que se tenía que ir ya por lo que giró su rostro pero cuando quiso darse cuenta el otro ya estaba dirigiendose a su mesa cogiendo sus libros.

- Claro. Adios y... -no pudo terminar la frase puesto que ya había cruzado las puertas de la biblioteca- ...gracias -suspiró apenado.

Según sabía Neville, Theodore Nott no es de las personas que hablan mucho, prefieren leer un rato sin que nadie les moleste; o eso era lo que pensaba Neville. Suspiró nuevamente tenía que reconocer que le hubiera gustado hablar un rato más con el muchacho, su cercanía no... le era desagradable.

Según andaba hacía su mesa nuevamente con su pié golpeó aldo duro por lo que bajó su mirada al suelo encontrandose allí un libro de tapas negras abierto manchándose en el camino las hojas.

- ¿Qué hace esto aquí? -se pregunto Neville agachandose para tomar el libro y limpiar las hojas manchadas sin preocuparse en ese momento de leer el contenido; cuando lo cerró se percató de que era de Pociones y solo una persona le vino a la cabeza- Vaya... ¿y ahora que hago se lo llevo personalmente, se lo doy a Madame Pince o espero si el vuelve? -debatía para él mismo mientras volvía a su mesa sentandose alrrededor de los libros que quedaban de Herbología.

THEODORE

Me devolví a buscar el maldito libro. Sabía que lo había olvidado en la biblioteca, el problema es que no quería que nadie más lo encontrara. La portada era falsa, no por que quisiera ocultar algo, pero estando las como estaban, no era bueno que me vieran con un libro de artes oscuras por los pasillos del colegio así como si nada.

Me acerqué a la mesa que antes estaba, pero nada. Ni debajo de la mesa se encontraba.

Pensé por un momento que se había quedado en el lugar donde ayudé a Neville… ¿Neville? ¿De donde salió eso, por Merlín?

Traté de no pensar en mi pequeño desliz y fui de nuevo a la sección de libros de Herbología, pero tampoco estaba allí.

-Demonios, no se donde lo perdí -me prohibí a mi mismo el remover mi cabello de la desesperación –no pude haberlo perdido.

NEVILLE

Suspirando finalmente dejó el libro en la mesa en la que él se encontraba y volvió con sus libros de "hiervajos" como decían algunos...; nuevamente se centró en ellos escribiendo alguna que otra cosa en su cuaderno pero rápidamente se distrajo llevando su mirada al libro.

Dejó la pluma a un lado para luego apartar los libros y las hojas en las que escribía, no le podría hacer ningún mal el ojearlo, ¿verdad?. Acarició ambas tapas debatiendo el si abrirlo o no...
Lo dejó nuevamente en la mesa posando sus manos en el suspirando otra vez conteniendo las ganas y cerrando sus ojos. Entonces escuchó nuevamente la voz del Sly y su mirada viajó al libro, lo cojió a la par que se levantaba dirigiendose a donde estaba el moreno.

- Nott, esto... creo que cuando me ayudastes se te calló el libro -dijo aparenciendo por el pasillo con el libro en su mano derecha aun a distancia conteniendo una pequeña risa cuando le vió revolver su cabello.

Aquel acto solo hizo que sus hebras se descolocaran pero no por ello perdió nada de... ¿encanto?. Negó mentalmente varias veces mientras se acercaba percatandose nuevamente de lo... atractivo que era; aquello era algo que no podía negar por mucho que quisiera.

- Toma -le extendió el libro con una media sonrisa.

THEODORE

Escuché que Longbottom me hablaba y me giré para verlo. Su sonrisa era muy tranquila. Bloquee mmi mente un segundo. Lo mejor era salir de ahí lo antes posible. No fuera a ser que mi mente me volviera a jugar una nueva mala pasada.

-Gracias – le dije. Mientras recibía mi libro.

Lo admito, me gustó. El contacto de sus dedos logro que algo en mi se calentara, literalmente. Y no puede hacer nada cuando el libro calló de mis manos justo en la página que no quería que se abriera. Las maldiciones.

NEVILLE

No supo como ocurrió pero mientras le estaba entregando el libro sus dedos chocaron y el Gry sintió una corriente surcar por su columna vertebral estremeciendole; se quedó mudo durante unos instantes mirando al otro a los ojos oscuros y profundos que poseía aun que rápidamente volvió en sí cuando escuchó el golpe del libro contra el suelo por lo que bajó su cabeza frunciendo levemente el ceño.
Se acunclilló para tomar el libro con cuidado, como si temiera que se rompiera y leyó el título que había puesto en la página por la cual se haía abierto: "Las maldiciones"

Su ceño se frunció más aun que no de enfado, si no de desconcierto... Sin poder evitarlo cerró con fuerza el libro recordando un par de cosas sobre las maldiciones que no le gustaba nada recordar: una de ellas fue lo que sucedió con su cuarto año cuando el profesor les mostraba las maldiciones haciendo delante de él la que le recordó a sus padres por la cual están en San Mungo locos y sin recordarle.

- Interesante tema -dijo con finjido entusiasmo pasándole el libro haciendo que este golpeara en su pecho.

THEODORE

Me dolió. No el golpe del libro, por que ciertamente no fue fuerte, pero el desconcierto en la cara de Longbottom era evidente.

-No es lo que imaginas –le dije. Sin saber muy bien el por que lo hacía.

No tenía la intención de darle explicaciones, pero no supe en que momento estaba buscando en mi cabeza las palabras correctas para decirle que no estaba investigando precisamente de las maldiciones. Aunque es verdad que no lo hago por que aun no llegó a esa parte del libro.

NEVILLE

- No tienes por que darme explicaciones de nada Nott -le dijo encogiendose de hombros.

Sabía perfectamente que muchos Slytherin gustaban de las "artes oscuras", pero prefería saberlo indirectamente y haber encontrado a Theodore con aquel libro le hizo algo de mella en él a cuasa de su pasado; por mucho que intentase olvidarlo era imposible dejarlo pasar por alto puesto que casi siempre volvía a su mente. Suspiró derrotado.

- No diré nada, no te preocupes -dijo restándole importancia.

Giró sobre sus talones para dirigirse nuevamente hacía su mesa, a pesar de que le hubiera gustado decirle que dejara de leer aquello, que era demasiado tentador y podría acabar mal, pero sabía perfectamente que él no tenía ni voz ni voto en aquello; ahora que lo pensaba... ¿por qué se preocupaba tanto por que el moreno estuviera leyendo eso?

THEDORE

Claro que me preocupaba, pero no precisamente por la misma razón por la que él pensaba.

Durante toda mi vida he tenido que vivir a la sombra de mi padre, siendo tachado de futuro mortífago, por parte de los enemigos del-que-no-debe-ser-nombrado, pero yo no soy así. No quiero tener que arrepentirme en un futuro de algo en lo que no estaba de acuerdo con participar.

Caminé en direcciona a la mesa de Longbottom, pero no me senté. Me paré al lado de él y me fijé que a los lados no se encontrara nadie. Agradeciendo de que por ser sábado la mayoría andaba en Hogsmeade.

Me agaché un poco, ya que su estatura no era la adecuada y le susurré al oído.

-Para poder combatir las artes oscuras, primero tengo que conocerlas. No pretendo usarlas contra inocentes.

Me puse derecho nuevamente y me dirigí a la salida. Era lo mejor por ahora.

NEVILLE

Todavía se encontraba algo molesto cuando llegó a la mesa donde estaban sus pertenencias, estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató de que Theodore le había seguido.
Colocó nuevamente los libros a su alrrededor, acomodando las hojas, el tintero y la pluma, fue en ese momento que notó la presencia de Nott a su lado por lo que giró su rostro para mirarle teniendo que alzar la cabeza para ello.

Poco después volvió a fijarse en sus libros continuando con la lectura que tenía delante de él estremeciendose un par de minutos después cuando escuchó el susurro en su oído por parte del Sly. Tenía que reconocerlo, aquello le había sorprendido y a la par que le veía marcharse todo su rostro se tiñó de rojo mientras lleva una mano a su oreja con la mirada embobada en la espalda del moreno que salía por las puertas de la biblioteca.

- ¿Qué... qué ha sido eso? -se preguntó Nev a sí mismo a causa del estremecimiento y todo lo que llevó a cabo después del susurro puesto que por el cuerpo de Neville había pasado tantas cosas que no supo reconocerlas.

Después de eso y aun algo sonrojado intentó volver a lo que estaba leyendo sin ser capaz de conseguirlo sintiendose aun nervioso al recordarlo sonrojandose a su paso.

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